El autor de esta breve y contundente reflexión es un amigo de toda la vida. Es una de las personas más agudas que he conocido. Su profesión, economista. Sus hobbys, navegar y cultivar flores. De él solo descubro y comunico su blog Caballería Roja. Acudid allí si queréis encontrar otras agudeza del bloguero. AD.
…Intolerancia en las fiestas de Hondarribia….
Mi rosa “Spirit of Freedom” para conjurara los plásticos negros de la Intolerancia en la Calle Mayor de Hondarribia…..
En la historia de la Intolerancia:
- Arnau Amalric, arzobispo, legado papal, en el asalto a la ciudad cátara de Beziers: ” Matadlos a todos…el Señor sabrá distinguir a los suyos“
Noche de San Bartolomé (24 de agosto de 1572) , 3.000 hugonotes asesinados en Paris y de 10 a 20.000 en toda Francia
Aunque ha seguido habiendo expresiones de intolerancia contra la compañía mixta (mujeres desfilando como soldadas y no solo como cantineras), parece que han sido menores este año.
https://www.eldiario.es/norte/Alarde-Hondarribia-normalizacion-plasticos-polemica_0_940006132.html
Vaya, qué casualidad. Precisamente ayer sábado, Paco, mi marido, me recordaba esa cita de Arnau Amaury, abad de Cîteaux, cabeza de la orden cisterciense y legado papal en la cruzada albigense que asedió Beziers. Cuando tomaron la ciudad, dio la orden de matar a todos los cátaros. Los cruzados le preguntaron cómo iban a diferenciar a los católicos de los herejes cátaros, a lo que respondió con la famosa respuesta: “Matadlos a todos. Dios sabrá reconocer a los suyos” (historia que no está relacionada con los hugonotes que se mencionan a continuación). La verdad es que los cistercienses siempre me cayeron bastante mal (algún día explicaré las justificadas razones). Pero desde ayer me parecen insufribles.
Esta historia vino a cuento de que ayer visitamos “la ciudad mártir” de Oradur-Sur-Glane, una pequeña localidad francesa arrasada e incendiada por los nazis en junio del 44. Asesinaron a unas 700 personas, incluyendo todas las mujeres y todos los niños y niñas. Me pareció una buena idea que se dejaran las ruinas tal como quedaron, para preservar su memoria y que las nuevas generaciones recuerden que esas cosas pasaron.
Como dentro de unos días estaremos en pleno “territorio cátaro”, Paco recordó aquella antigua masacre. Y, una vez más, hice la misma reflexión: a lo largo de la historia se han cometido tantos crímenes (léase, asesinatos) en nombre de Dios o de los diferentes dioses en quienes los seres humanos han creído (tal vez los nazis también creyeron en algunos oscuros dioses) que a uno le entran serias dudas acerca del beneficio que esas creencias divinas han podido proporcionar a la humanidad en el transcurso de los siglos.