Empecemos por el principio. Esto es capitalismo y de él se derivan la inmensa mayoría de las injusticias que sufren los más desfavorecidos de nuestra sociedad y que, sin más ni más, suelen atribuirse a los políticos (“Piove, porco governo” (llueve, mierda de gobierno), que decía el viejo chiste italiano). El Psoe, como todas las socialdemocracias, no se opone al capitalismo, sino que lo acepta, lo justifica y lo protege y, al mismo tiempo, pretende evitar y hacer desaparecer sus aspectos más bestiales, casi siempre sin poder conseguirlo, como era de esperar. Mucho más que un simple poli bueno. O sea, que no se pueden pedir peras al olmo ni políticas anticapitalistas al Psoe.
Vayamos con Unidas Podemos. De sus manifestaciones no se puede deducir de ninguna de las maneras que sea un partido revolucionario y sus diferencias con el Psoe son escasas. Su mayor aportación, lo de la ciudadanía, olvidándose del proletariado, los marginados, el pueblo y cosas así. Su mayor diferencia está en la estrategia, porque los podemitas, siguiendo la vieja estela del anarquismo y de muchos aparentes marxistas, creen a pies juntillas que desde el Gobierno se pueden cambiar las sociedades como si el capitalismo fuera un inocente monaguillo.
Por eso no se han enterado de que el desencuentro de Pedro y Pablo, recibido por los empresarios con jolgorio y regocijo, ha sido pilotado, potenciado y dirigido por el capitalismo encarnado esta vez en los medios de comunicación, que han hecho todo lo posible y lo imposible por agudizar las existentes contradicciones entre uno y otro (a los que su desmedido orgullo propio de Don Rodrigo en la horca, no les ha ayudado nada), amén de algún que otro toquecilllo de los poderes fácticos a Pedro, bien directamente, bien a través de alguno de sus orondos barones. Alguien sugirió a Pedro lo de la exclusión de Pablo, sin darse cuenta de que eso imposibilitaba cualquier tipo de acuerdo, porque no parece el Sr. Iglesias sea de los que se olvidan de las ofensas recibidas.
Por otro lado, un acuerdo de gobierno de coalición llevaría consigo el inmediato éxito de la investidura, pero ¿duraría más allá del intento de aprobación del presupuesto? La ingobernabilidad no surge de la especiosa razón del doble gobierno, sino de la imposibilidad de obtener apoyos de la derecha por la presencia de podemos o de la izquierda nacionalista.
¿Significa esto que solo puede “salvarse” lo que está fuera del sistema? Pues no, como es evidente si no se está ciego. Si los de podemos se acercaran tanto como en la teoría parece a lo de mejorar la vida de la gente, no se andarían con historias y le hubieran dicho a todo, o casi todo, que sí al Psoe a cambio de medidas estructurales que paliaran las innumerables desgracias de ser pobre, eso sí, sin enfadar al todopoderoso capital, que hay que ver la bronca que le montan a Sánchez desde The Economist. Diputados suficientes tiene Unidas podemos como para exigir el cumplimiento de lo pactado, pero nunca lo han pretendido. Solo admiten gobierno de coalición como si fuera la panacea universal, pero olvidan de que antes de que el hambriento aprenda a pescar con la caña que le dimos, sería conveniente suministrarle algún pez para mantenerle vivo.
Esperemos que los interesados entiendan la lección, aunque lo dudo. Si el Psoe quiere gobernar, o lo hace con lo que quede de ciudadanos, o volvemos a las mismas, lo que hará que le ceda algunas carteras a los de podemos y que Dios reparta suerte en los meses venideros. Y si no lloraremos otros cuatro años bajo la férula de la triderecha. Eso si no triunfa la operación en marcha, la voladura de podemos por un kamikace llamado Errejón, que, en el mejor de los casos, no hará más que fraccionar a la izquierda a mayor gloria de la derecha capitalista.
Que el Señor nos pille confesados,
Bravo Juan. un gran abrazo, si pudiera.Por lo lejos de nuestros territorios. Pero no en las ideas. Y lo digo porque aquel Presidente socialista que gobernó en España, por primera vez desde la hecatombe del golpe, y luego cruzada, parecía de los nuestros, y lo primero que hizo fue renunciar al marxismo. Y tu y yo sabemos que no tuvo la menor intención de hacer justicia a los que lo habían perdido todo, porque su vuelo era gallináceo, tan a ras de tierra,que entonces no lo veíamos, tantas eran las ansias de dignidad y libertad.
Y ahora, creíamos que, desde el l5 M, habiendo encontrado un grupo de jóvenes aún podia llegarse por otros derroteros, arribar a lo que entonces nos impidieron llegar. No va a ser así según los malos augurios, y, el tiempo se está agotando.Otros lo verán posiblemente. Repito, un gran abrazo de hermano en humanidad.
La tesis es bien conocida:
Existen otras instancias de poder real que están por encima del poder público ( político e instituciones) que hacen de la soberanía nacional una mera aspiración sin efectos reales. Las elecciones en lugar de expresiones de la voluntad popular son un ejemplo de manipulación a favor de unos intereses que permanecen invisibles.
Es una dictadura real, siempre presente y que está en manos de quienes detentan el capital. A tal cosa se le llama capitalismo. Son unos pocos, pero difícilmente identificables porque muchos trabajan a su servicio sin saberlo. La clase política, por ejemplo. Unos por intereses, otros por mentalidad, son estos últimos los desfavorecidos del sistema.
El poder real.
Matrix.
Me admira Juan García Caselles, por quien siento un profundo respeto, dicho sea de paso, cuando solicita de Podemos que se atengan a una receta “socialdemócrata” pidiendoles a estos señores que se acerquen tanto como en la teoría a lo de mejorar la vida de la gente, a aceptar las medidas estructurales presentes en los programas (de ambos partidos y fusionados en las 370 medidas).
Hace verdad lo de que la política es el arte de lo posible.
La verdad; la centralidad es “lo del medio”., como dice Zuñiga en otro hilo
No solicito nada de podemos, que mayorcitos son y saben lo que se hacen. Solo contemplo una posibilidad, de la que algunos de sus militantes parecían partidarios y que podría haber sido una solución. Ni siquiera que fuera gratis. Aunque sigo creyendo que la dificultad no estaba ni está en podemos ni en el Psoe, que cada uno es lo que es, sino en el capital, que para eso dispone del poder real.
Ah, y gracias por el respeto
Totalmente de acuerdo con el sentir presentado.
Y si, que nos pille preparados para lo que se nos viene encima.
Gracias Juan, también le envío un abrazo entrañable.