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El proyecto neoliberal en el mundo y en Brasil es anti-vida y enemigo de la naturaleza

Aprovecho las reflexiones de uno de nuestros mejores filósofos, Manfredo de Oliveira, de la Universidad Federal de Ceará, especializado en la relación entre economía, sociedad y ética. Su obra sobre el tema es vasta. Aquí resumimos un estudio más largo sobre el proyecto desarrollado en el mundo y ahora en Brasil: el neoliberalismo ultra radical. Escribe él:

«Este proyecto consiste fundamentalmente en la ejecución radical de lo que se denomina “Liberalismo Económico”. Esta corriente de teoría económica es conocida como la Escuela de Chicago, que tiene, sin embargo, sus fundamentos filosóficos en las tesis de la llamada Escuela Austríaca, cuyo principal exponente es Ludwig von Mises. Estas son sus tesis básicas: «el derecho de propiedad es el único derecho universal, fundamental y absoluto que comienza con el derecho absoluto del propio cuerpo e incluye todos los bienes que se puedan adquirir. De este derecho se derivan el derecho absoluto de no agresión a la propiedad y el derecho de defender la propiedad».

«El Estado es visto como el gran usurpador de la propiedad. La única institución éticamente aceptable de la actividad económica es el “Mercado Libre”. Todos en el mercado libre tienen los mismos derechos. Cada individuo es el único responsable por sus objetivos. Sus reglas constituyen un mecanismo semejante a las leyes de la naturaleza: son algo objetivo que el ser humano no tiene condiciones de modificar. Debemos estudiar la acción humana como un físico estudia las leyes de la naturaleza».

«Así como no podemos juzgar buena o mala la ley de la gravedad, del mismo modo no podemos juzgar las leyes del mercado. No tiene sentido aquí plantear cuestiones éticas que pertenecen a otro nivel. La única cuestión aquí es su eficacia técnica. El mercado es entendido como un mecanismo auto-organizador y como tal su evaluación tiene como criterio la eficacia y no la valoración ética».

«No hay derechos fuera de las leyes del mercado. Por tanto, la desigualdad y la exclusión no tienen nada que ver con la injusticia social. Así, la pobreza no es un problema ético, sino una incompetencia técnica. El mayor error de los opositores al capitalismo es la acusación de injusticia social basada en la idea de que la “naturaleza” concedió a todas las personas ciertos derechos sólo por el hecho de haber nacido». Por esta razón, en lo que toca a la distribución de la riqueza… «no tiene sentido referirse a un supuesto principio natural o divino de justicia» (Cf. MISES L. von, The Anti-Capitalist Mentality, Auburn, 2008, p. 80, 81).

«El impuesto es una forma de confiscación de la propiedad. Por tanto, ni la salud, ni la educación, ni la justicia, se legitiman en cuanto financiados por el estado. Los pobres son individuos que por culpa propia perdieron la competición con otros. Así, el mérito emerge como el único criterio de ascensión social».

«Ese proyecto de sociedad es denominado frecuentemente por el Papa Francisco como ‘anti-vida’, ‘asesino de los pobres y de la naturaleza’. Pretende oponerse al Estado de Bienestar Social (en Brasil, Estado democrático de Derecho). Este se orienta por los siguientes elementos en la línea de J. M. Keynes: 1) Intervención del Estado en los mecanismos de mercado; 2) Política de pleno empleo (mejora de los rendimientos de los ciudadanos); 3) Institucionalización del sistema de protección; 4) Institucionalización de ayudas para los que no consiguen estar en el mercado de trabajo».

«El resultado de este proceso ha sido el aumento de la capacidad de consumo de las clases menos favorecidas».

«El objetivo fundamental ahora, en el nuevo modelo de sociedad neoliberal, es maximizar el lucro del capital, lo que hace que los derechos sociales tiendan a desaparecer, junto con la desregulación de los mercados de trabajo, y que aumenten las riquezas para los más ricos. De ahí la cruzada global contra la intervención estatal y los derechos sociales y económicos creados por las políticas del Estado Social, pues constituyen un obstáculo al funcionamiento de las leyes de la competencia y por esto son consideradas políticas irracionales y populistas. De esta forma, los defensores del “mercado totalmente libre” se oponen a las políticas sociales, consideradas ineficientes y perturbadoras del proceso productivo».

«El camino ahora es confiar plenamente en el mercado en cuanto sistema autorganizador que, una vez liberado de regulaciones e intervenciones indebidas, soluciona por sí los problemas económicos y sociales».

«En este contexto se muestra que ahora el eje básico del proyecto de civilización es la subordinación de la calidad de vida de los seres humanos a la acumulación del capital».

«Importa entre tanto reconocer que los resultados de este proceso amenazan la vida humana y toda vida en el planeta. La explotación ilimitada de la naturaleza se muestra en las catástrofes socioambientales. Los más prestigiosos científicos nos alertan sobre el hecho de que el modelo económico vigente puede llevar a la humanidad a un colapso ecológico-social».

Si Bolsonaro y Guedes asumen este proyecto ultraneoliberal harán surgir un país con millones de pobres y hasta de parias, con unos pocos ricos y un puñado de multimillonarios, un país no sólo pobre sino también injusto.

*Leonardo Boff ha escrito: Brasil: concluir la refundación o prolongar la dependencia, Vozes 2018.

Traducción de Mª José Gavito Milano

4 comentarios

  • pepe blanco

    Este tipo de crítica del capitalismo (en este caso en su versión neoliberal) adolece, en mi opinión, de un defecto: olvida que el capitalismo, para sobrevivir y expandirse, necesita consumidores. Si no hay consumidores, o si los consumidores están fuertemente empobrecidos, el sistema se va a la mierda.

    Desde este punto de vista, a veces se han visto motivos espurios, por ejemplo, en el movimiento de liberación de los negros en los USA que, además de reconocer a los negros sus derechos como seres humanos, también aportó al mercado una enorme masa de nuevos consumidores. Algo así también se ha dicho a veces del movimiento de liberación de la mujer y de su incorporación al mundo laboral: millones de nuevas consumidoras.

    Incluso, actualmente, el movimiento LGTBI no deja de tener un cierto componente mercantil: se nos pueden vender un montón de cosas que una familia con hijos igual no se puede permitir tan fácilmente.

    En fin, que, en mi opinión, el capitalismo sabe que la pobreza tiene que tener un límite: el que marca el número de consumidores mínimo que necesita para su subsistencia, ya que, sin consumidores, el sistema se va a la mierda.

    • Dorivaldo Oliveira

      Acontece que o capitalismo não necessita que todos sejam consumidores, pois não há condições materiais do planeta sustentar um nível de consumo para todo mundo igual ao das nações centrais. O que é preciso é que os produtos tenham o menor custo de produção para gerar mais lucros.

    • pepe blanco

      Hola Dorivaldo Oliveira,

      Non basta que os produtos teñan custos baixos de produción. Ten que haber consumidores que os compren. Sen consumo, non se xera beneficio. O capitalismo non vive dos pobres. Vive dos consumidores, e cantos mais e millores consumidores haxa, iralle millor.

      Saúdos

  • Gonzalo Haya Prats

    Este “Neocapitalismo ultra radical” me resulta tan brutal que sirve de vacuna.