El vicepresidente italiano Mateo Salvini está calificando de criminales traficantes de vidas humanas a quienes salvan vidas de quien huye a la desesperada de Libia. La capitana Rakete que plantó cara le ha exasperado. Pero no es la única. En España está también Open Arms y la más desconocida Aita Mari. El lunes ocho, un grupo de cristianos vascos que apoyan esa organizan han protestado contra las prohibiciones e indiferencia que encuentra esa organización para viajar y cumplir su misión. Y han hecho público este documento. AD.
Un grupo de cristianas y cristianos, miembros de diferentes comunidades cristianas de Gipuzkoa, nos hemos reunido aquí, en el puerto de Pasaia, porque, queriendo vivir en coherencia con nuestra conciencia humana y el mensaje de fraternidad universal del Evangelio de Jesús, queremos mostrar nuestro apoyo, solidaridad y voluntad de compromiso con la asociación Salvamento Marítimo Humanitario y la tripulación del barco de salvamento Aita Mari.
No queremos ser cómplices de la inhumanidad de los gobiernos de Italia y Estado Español: la prohibición de rescatar seres humanos en riesgo de perder la vida en el mar, las amenazas vertidas contra quienes representan testimonios activos de humanidad y dignidad ética, las detenciones, multas y juicios de que son objeto, nos impulsan a manifestar que rescatar personas no es un delito, sino una obligación que ennoblece a quien lo hace y a la sociedad misma. Si la acción política carece del soporte de los valores éticos en la defensa de los derechos humanos fundamentales –el derecho a la vida y a recibir una asistencia humanitaria, protección, seguridad y asilo internacional–, queda deslegitimada, por muchas leyes que se invoquen. Las leyes nunca se pueden aplicar contra las personas y sus derechos. Las leyes nunca pueden, legítimamente, provocar muerte. En lo que va de año son 598 las personas fallecidas en el Mediterráneo, personas que podían haber sido rescatadas. Estos muertos representan un desafío que se extiende a todos. Todos hemos de ser capaces de sentirnos corresponsables. Por ello nuestra presencia aquí quiere ser reflejo de nuestro compromiso personal y comunitario, presente y futuro, con el barco Aita Mari y el Salvamento Marítimo Humanitario.
El pasado 5 de junio, los responsables de Salvamento Marítimo Humanitario-Aita Mari pudieron encontrarse con el Papa Francisco en la audiencia pública de la Plaza de San Pedro. Francisco les alentó a seguir con su misión humanitaria repitiéndoles por tres veces: “sigan trabajando… sigan trabajando… sigan trabajando…”, y añadió el Papa: “Me parece un horror, no me cabe en la cabeza que haya helicópteros y barcos que ven seres humanos en peligro y no les ayuden. Dios nos castigará por esto”. Estas palabras nos comprometen como cristianos. Por ello hemos querido reunirnos hoy, 8 de julio, a las 11 de la mañana, mismo día y hora en que el Papa se reúne en la Basílica de San Pedro con un grupo de unas 250 personas entre inmigrantes, refugiados y aquellos que se han comprometido para salvar vidas. Este encuentro se realiza en el sexto aniversario de su visita a la isla italiana de Lampedusa, refugio de miles de inmigrantes. El Papa realizó aquel gesto, como el de hoy, para llamar la atención y denunciar la globalización de la indiferencia ante la grave crisis humanitaria que se está viviendo en el Mediterráneo.
Este nuevo gesto de hoy en la Basílica de San Pedro el papa ha querido “que sea un momento de máximo recogimiento, en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y de la miseria”. Al mismo tiempo este gesto de Francisco pretende “alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados”.
Nosotros queremos, pues, unirnos a este gesto y apelar a lo más humano y cristiano que hay en nuestras conciencias. Al mismo tiempo:
- Agradecemos a las Instituciones Vascas la ayuda que están prestando al barco Aita Mari y Salvamento Marítimo Humanitario –Gobierno Vasco, Juntas Generales de Gipuzkoa y a los Ayuntamientos que ofrecen su ayuda–.
- Nosotros nos comprometemos a seguir apoyando, personalmente y desde nuestras comunidades, a Salvamento Marítimo Humanitario y el barco Aita Mari.
- Reclamamos de nuestros Obispos en el País Vasco su apoyo público y económico al barco Aita Mari y a Salvamento Marítimo Humanitario, en sintonía con el Santo Padre, ante este drama humanitario del Mediterráneo y que se está viviendo, también, en la frontera de México y EEUU.
Pasaia, 8 de julio de 2019
Con retraso os facilito esta información relacionada con las muertes en el mar de Libia. Estas notas corresponde a un recurso en defensa de algunas familias de los 49 refugiados muertos en el bombardeo del campo, dentro de los combates políticos y guerrilleros que están efectuándose para controlar el petróleo. Creo que os puede interesar la información.
Desde hace años Libia ha cobrado un mayor protagonismo en la ruta migratoria desde países africanos hacia Europa. Durante muchos años, este país fue un objetivo migratorio (país de destino) en si mismo para muchísimas personas migrantes del entorno (Egipto, Chat y Níger) en busca de oportunidades laborales cercanas a sus países de origen, en un p
aís con una economía más floreciente. Sin embargo, los cambios políticos acaecidos en el país desde 2011 y el conflicto que persiste hasta la actualidad (en el que la lucha por el control de los hidrocarburos y el gas se encuentra en el origen de las acciones) han modificado fuertemente la situación de vida de las personas migrantes . La Guerra civil y la caida del regimen de Muamar al Gadafi fueron acompañadas de una paralización casi total de la producción de petroleo. Desde esa fecha, han sido constantes las luchas por el control de los distintos yacimientos, conllevando impactos fuertes en la economía Libia, altamente dependiente de la exportación de crudo. Paralelamente se ha consolidado un mercado clandestino de venta de petroleo. A lo largo de estos año la producción ha crecido pero no ha logrado recuperar los niveles de exportación previos a 2011. El papel de Libia como exportador de petróleo es clave para la política internacional, ya que un posible acuerdo de paz y el restablecimiento de la producción de petroleo de este país conllevaría un alto impacto a la baja en los precios.
La situación de conflicto ha modificado duramente la realidad de las personas migrantes, transformándolo en un lugar con alto riesgo para la vida, donde se han implantado las condiciones laborales en régimen de explotación (e incluso esclavitud) y constantes violaciones de derechos humanos. Esto ha conllevado que muchas personas migrante cambien el proyecto de Libia como país de destino a convertirse en país de tránsito hacia Europa. Sin embargo esa transitoriedad se prolonga durante largos periodos en los que viven entre la extorsión y la inseguridad de ser agredidos, la precariedad de aceptar empleos en condiciones infrahumanas o ser retenidos en centros de internamiento que han sido objeto de denuncias internacionales por las condiciones de las personas internadas.
Esta situación de riesgo para la vida se ha puesto dramáticamente de manifiesto con el bombardeo atribuido a la fuerza aérea de Khalifa Haftar del centro de Detención en Tajoura cerca de Tripoli, que conllevó la muerte de 44 personas y más de 130 heridos graves. Antes de que sucedieran, la Agencia de ONU para los Refugiados había advertido de la necesidad de evacuar a las personas del centro por riesgo de ataques que habían sido anunciados por LNA. El Centro además se encontraba en las cercanías de un depósito de suministros militares. La práctica por parte del GNA ( El Gobierno de acuerdo Nacional) de uso de migrantes como escudos humanos y de ocultamiento de milicias y armamentos dentro de los centros de detención, ha sido denunciado por la ONG Exodus.
Alberto Revuelta
La tragedia de los migrantes es terrible e indignante, primero por la deshumanización de quienes pueden, primero evitarla en origen, después evitar que pierdan la vida y finalmente, que sean acogidos conforme a sus necesidades de seres humanos.
¿Por qué no se hace esto? Entre otras razones, que hay varias, porque dicen que no hay capacidad económica para atender a tanta gente a la que califican de ilegal.
Veamos solamente tres datos:
–El nuevo yate de 90 millones del rey de Marruecos. El Pais de hoy)
-España ya cuenta con 261.000 millonarios,
-En el mundo hay 2208 de multimillonarios en 2018
–Ronaldo se habría gastado cerca de 7,5 millones de dólares en sus coches.
¿No es esto una bomba de relojería? …..
¡¡¡Adelante con los salvamentos, sois imprescindibles… ya que el resto del mundo… parece que no nos movemos lo suficiente!!!
Me parece muy bien los gestos… pero donde hay riqueza, hay que aportar algo más que dinero, como:
Alimentos, medicinas, atención médica y de salud, y eso, no se consigue sin un aporte extraordinario que a todas personas nos compete; y a quien más tiene… en primer lugar.
mª pilar
He tenido la curiosidad de conocer por qué la ONG Salvamento Marítimo Humanitario puso el nombre de Aita Mari. Óscar Camps eligió para su organización y su barco un nombre en inglés que todo el mundo entiende: Open Arms. Los promotores de SMH han elegido para su barco el sobrenombre de un marinero vasco, José María Zubía Cigarán, conocido con el sobrenombre de Mari o Aita Mari (Zumaia, Guipúzcoa, 18 de marzo de 1809 – San Sebastián, 9 de enero de 1866). Fue un marino y pescador que se convirtió en un héroe popular en el País Vasco por los salvamentos marítimos que realizó.
Es de agradecer, Antonio, esta curiosidad tuya. Alegra y satisface ver hacer permanecer de forma tan afectuosa, en el recuerdo de todos, a la persona que realizó tales hechos, muy solidarios con riesgo de la propia vida tras transcurrido más de siglo y medio.
AITA MARI
Un abrazo a todos.