Pinceles para el Evangelio, 13
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1. La utilización de las masas
No es lo mismo un pueblo congregado exigiendo derechos que las masas irreflexivas corriendo tras señuelos. Los pueblos aunados asustan a quienes les someten. Las masas, en cambio, gustan a políticos, a dictadores, a militares, a las instituciones religiosas y a un variado tipo de vividores del espectáculo. Unos y otros se pirran por las masas. Llevárselas de calle denota poder. Nada extraño: Las multitudes proporcionan dinero y prestigio a quienes las convocan. Y resulta fácil congregarlas. Basta un reclamo y una campaña publicitaria con lemas atractivos. La publicidad las atrae como un cadáver a las moscas.
Las masas son maleables, manipulables, dóciles, dispuestas a cualquier idiotez hasta la sinrazón. Y, en especial, propensas al entusiasmo. Se las mueve con facilidad de un sitio a otro. A los integrantes de las masas les importa sobre todo estar. Estar en el sitio marcado en espera de una instrucción respecto a qué hacer o qué consignas gritar a coro. Pertenecer a la masa es barato y no compromete. Nada impide agregarse al circo y diluirse entre la multitud. Cada componente de la masa es como una gota de agua en el agua. Una vez alguien se convierte en masa solo necesita dejarse llevar. La pasividad es la nota dominante. La corriente está a su favor. Falta el sentido crítico y abunda la superficialidad. En los contextos donde se desenvuelven las masas rige la imitación, el seguimiento del ritmo que imponen desde fuera y la obediencia a los movimientos exigidos también desde el exterior por aquel o aquellos que arengan y utilizan a las masas para lograr sus fines.
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2. Jesús y las masas: “acompañan” pero no “siguen”
Para el Galileo las masas representaron un grave problema. La multitud fue utilizada por los discípulos como parapeto, arma y escondite de sus objetivos de revuelta armada. Pero las masas oprimían al pequeño colectivo de seguidores; impedían la vida del grupo; dificultaban la acción y la decisión de individuos que sí apostaban por el proyecto; facilitaban el anonimato y servían de cobijo a la falta de compromiso individual. La multitud animaba con su volumen a curiosos, despertaba el entusiasmo y encendía los ardores de violencia revolucionaria. Pero sobre todo, la muchedumbre, yendo apelotonada a la zaga del Galileo, generaba una falsa identidad a la sociedad alternativa o reinado de Dios.
Hay muestras suficientes en los evangelios respecto a los movimientos negativos de las masas y de las dificultades que ocasionaban al desarrollo del proyecto. Multitudes y seguidores no conformaban un mismo colectivo por mucho que anduvieran pegados unos a otros. Se trataba de grupos bien diferentes. Las masas no siguen, acompañan. Y conviene distinguir entre las instrucciones dadas por el Galileo a los discípulos y las orientaciones propuestas a la multitud. No tienen la misma intención ni el mismo significado aquellas palabras, indicaciones y ejemplos dirigidos a la muchedumbre que los que tienen como interlocutores a los adheridos a su proyecto.
En el evangelio de Lucas encontramos un relato que muestra esta distinción y cómo actuó el Galileo para poner a cada uno en su sitio:
“Lo acompañaban por el camino grandes multitudes; él se volvió y les dijo:
–Si uno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
Ahora bien, si uno de vosotros quiere construir una casa, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro diciendo: ‘Este empezó a construir y no ha sido capaz de acabar’. Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil? Y si ve que no, cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz.
Esto supuesto, todo aquél de vosotros que no renuncia a todo lo que tiene no puede ser discípulo mío.
Sí, excelente cosa es la sal. Pero si también la sal se pone sosa, ¿con qué se sazonará? No sirve ni para abono ni para el estercolero. Hay que tirarla. ¡Quien tenga oídos para oír, que escuche!” (Lc 14,25-35)
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3. Los “acompañantes”
El verbo griego que da entrada al relato (συμπορεύομαι) no indica seguimiento, sino acompañamiento. Su significado: ‘viajar con’, ‘caminar junto a’ está lejos de evidenciar adhesión al proyecto o identificación con la persona con quien se comparte la andadura. De las cuatro veces que lo encontramos en el NT, en tres de ellas está asociado a la multitud (Mc 10,1; Lc 7, 11 y 14,25). En la cuarta tiene como sujeto al Galileo al ponerse a caminar junto a los discípulos de Emaús (Lc 24,15).
Las grandes multitudes a las que hace referencia el relato de Lucas se van sumando por el camino a la marcha de los seguidores. Se agregan al paso del Galileo, pero no se comprometen con él. Por eso difuminan la identidad del pequeño grupo que constituye la sociedad alternativa. De ahí que Jesús se gire y, vuelto hacia las masas, se dirija a cada uno de sus integrantes. Pretende fijar las líneas que distinguen a acompañantes de seguidores. Nadie debe llamarse a engaño. Quedarán en claro las condiciones que marcan la frontera entre ser masa y formar parte del colectivo de adheridos al reinado de Dios. Las tres condiciones expuestas (vv.26-27; v.33) no dejan lugar a dudas y terminan del mismo modo:
“no puede ser discípulo mío”.
Incumplir cualquiera de estas tres condiciones impide entrar a formar parte de los adheridos al proyecto.
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4. Un relato con base en Marcos
Lucas construyó un relato propio y sin paralelos a partir de ideas que sí están recogidas de una u otra manera en Marcos y Mateo. A mi juicio, el texto raíz es el de Marcos 8,34 recogido por Mt 16,24 y Lc 9,23:
“Convocando a la multitud con sus discípulos, les dijo:
–Si uno quiere venirse conmigo que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y entonces me siga” (Mc 8,34).
La mención de la cruz se revela como señal del trabajo redaccional de Marcos. Este y quienes escuchaban las explicaciones de su evangelio tenían ya constancia del límite al que llegó la coherencia del Galileo. En Mt 10,37-39 encontramos, también relacionado con el tema del seguimiento, el dato sobre la cruz unido esta vez a dejar en segundo plano a la familia tradicional, tema este igualmente salido de Marcos (10,29-30; sus paralelos en Mt 19,29 y Lc 18,29-30).
Teniendo a mano estos materiales Lucas elaboró su relato trazando la frontera que separa y distingue a la masa de los adheridos al reinado de Dios. En las comunidades a las que él dirige su evangelio resultaba igualmente importante definir quiénes conformaban el colectivo de comprometidos con el proyecto y quiénes merodeaban curiosos únicamente para figurar y distinguirse.
Jesús sabe que las masas comienzan a disgregarse cuando los individuos que las integran adoptan decisiones ajenas al movimiento multitudinario. De ahí que tomara cartas en el asunto. Las tres condiciones que impone para el seguimiento van dirigidas a individuos concretos y reclaman opciones personales. El singular prevalece: “Si uno quiere…” (v.26); “quien no carga…” (v.27); “todo aquel de vosotros…” (v.33). Cada uno de los componentes de la multitud se sentirá interpelado. Es la intención que tiene Lucas al ponerlas en boca del Galileo.
El evangelista ha estructurado el relato colocando dos condiciones de inicio seguida de dos parábolas con similar sentido que introducen una tercera condición, resumen de las dos anteriores. Una coletilla final hace las veces de aviso y moraleja.
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5. Condiciones del seguimiento. La primera: Apostar el todo por el todo
Jesús marca la ruta a seguir. La adhesión a la sociedad alternativa supone abandonar los límites de la propia seguridad. Una falsa seguridad fundada en los valores engañosos y egoístas establecidos por el orden injusto. La existencia limitada al círculo familiar alimenta la propia ambición. La familia ha de pasar a un segundo plano dejando de ser el objetivo principal de la vida. Ninguna ambición personal tiene cabida en el reinado de Dios. Ser discípulo supone un cambio de prioridades e intereses. Anteponer intereses personales a la sociedad alternativa representa un obstáculo insalvable para integrarse en ella. Quien no da prioridad al proyecto está imposibilitado para formar parte de él. El reinado de Dios exige escapar del encierro individual y familiar, y plantearse otras miras:
“Si uno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío” (v.26).
La primera condición impuesta por el Galileo provoca un choque. Corta el paso. Incluso echa para atrás. Implica salir del cobijo de los lazos de consanguinidad, amparado y legalizado por el sistema. Al sistema le interesa la esfera familiar como fuente y límite de la aspiración de los individuos. De ese modo reduce la cancha donde se juega la vida. Romper ese círculo agrandando el escenario marcado por el ideal de una sociedad fundada en valores contrarios al del orden establecido pone en riesgo la estructura que aprieta y domina a los pueblos. El Galileo es consciente de ello. Cuenta con la enemistad a muerte del mundo (‘orden’) este, el Adversario del ser humano. El Orden este está siempre vigilante. Actuará contra quien se le oponga. Por eso el Galileo llegará más lejos aún con sus condiciones. Exigirá también a las masas de acompañantes estar dispuesto a llegar al final, a aceptar firmes y sin quebrarse la hostilidad del sistema. El riesgo está ahí, pero él no defraudará. Irá delante. Los autores del evangelio conocen su extrema coherencia y cómo acabó (“cruz”):
“Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío” (v.27).
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6. Los dos ejemplos: El constructor y el rey en guerra
Con estas dos condiciones el Galileo puso a la multitud en un brete. Formar parte de su proyecto no era una cuestión de creencias, sino de experiencias. La adhesión a él suponía comprometerse hasta los huesos. No vale, por tanto, una decisión a la ligera. El asunto requiere calma y pensárselo dos veces; meditarlo detenidamente. Las dos parábolas presentadas a continuación lo exponen sin dar muchas vueltas:
“Ahora bien, si uno de vosotros quiere construir una casa, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro diciendo: ‘Este empezó a construir y no ha sido capaz de acabar’. Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil? Y si ve que no, cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz” (vv. 28-32).
Ante una multitud unida por la indecisión se presentan dos casos en forma de hipótesis. Aunque muy distintos, aleccionan en una misma dirección. Los protagonistas de ambos ejemplos se hallan ante una acción a acometer. Necesitan tomar una decisión. En el primer caso, se trata de hacer una casa; cualquiera de los integrantes de la multitud puede ser el actor principal y así se plantea: “Si uno de vosotros quiere construir una casa…”. Hay que reflexionar sobre uno mismo y hacer cálculos de las posibilidades que se tienen. En el segundo, se habla de un tercero, un rey que va a enfrentarse en una batalla: “Si un rey va a dar batalla a otro…”. Se trata en este caso de juzgar con perspectiva previendo acontecimientos hostiles que pueden sobrevenir desde fuera.
En el primero resalta la actividad constructiva y pacífica; en el segundo aparece un riesgo: el movimiento destructivo motivado por una guerra que se viene encima. Ambas situaciones parecen concordar con las dos condiciones antes expuestas. Una es un paso adelante siguiendo algo proyectado. Otra un detenimiento apara sopesar antes de nada un riesgo que nos acecha. Se trata de pensar. Pensar antes de hacer. El hacer requiere pensamiento.
En ambas situaciones se muestra la evidencia desde una pregunta retórica. Ninguno de los oyentes se atrevería a negar que se trata de asuntos de envergadura a meditar en profundidad antes de embarcarse en una operación susceptible de terminar en estrepitoso fracaso: “…no se sienta primero a calcular los gastos…”; “no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres…”. El verbo ‘sentarse’, usado en ambos ejemplos, indica la importancia de medir bien las posibilidades de llevar a cabo una operación antes de tomar la decisión de iniciarla. Quedarse a medias puede acarrear consecuencias indeseables. El fiasco aparece como una gran posibilidad si se toman decisiones sin habérselo pensado a fondo previamente.
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7. Pensadlo bien antes de lanzarse
El Galileo ha provocado un parón en las masas. Se ha dirigido a ellas. Mira a quienes las conforman y espera. Sus palabras interpelan a cada uno de sus integrantes. El simple acompañamiento no lleva a ningún sitio. Ha llegado el momento de tomar decisiones. Seguirle a él adhiriéndose a su proyecto exige darle completa prioridad. Los entornos tradicionales donde reina el dominio, la desigualdad, y la propia ambición no tienen cabida en el proyecto de sociedad alternativa. El compromiso conlleva, además, riesgos a considerar. No se puede dar el paso a tontas y a locas. Se requiere sentarse a pensárselo con pausa. Porque la condición para formar parte del reinado de Dios implica la ruptura con la meta individual propuesta por el sistema: TENER.
El Galileo dejó claro que el ir con él de comparsa resultaba inútil para su proyecto y para quien solo busca aparecer. De nada vale dar vueltas por la escena como figurantes. La adhesión a su propuesta exige una entrega sin fisuras. La entrega total y leal es el valor permanente que en la sociedad alternativa mantiene la unidad interna y hacia fuera transfiere las delicias de la vida auténtica. Para explicar su exclusiva y vital influencia Jesús utilizó la figura de la sal, uno de los elementos considerados por el Eclesiástico esenciales para la vida humana:
“Son esenciales para la vida humana: agua, fuego, hierro, sal, flor de harina, leche, miel, sangre de uva, aceite, vestido” (Eclo 39,26).
El Galileo declaró la excelencia de mantenerse fiel a su proyecto. Los discípulos son la sal que da sabor a la vida. Proyectar esa vida es su función principal. La pérdida de la fidelidad al proyecto quedándose en pura apariencia conduce inexorablemente a una esterilidad irremediable:
“Sí, excelente cosa es la sal. Pero si también la sal se pone sosa, ¿con qué se sazonará? No sirve ni para abono ni para el estercolero. Hay que tirarla” (vv.34-35).
El relato de Lucas concluye con una llamada de atención a la multitud propia de aquel hombre de Nazaret nunca dispuesto a conformarse con las medias tintas:
“¡Quien tenga oídos para oír, que escuche!”
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8. Juan Mateos: Traductor y cantautor
Juan Mateos hizo algunas letras de canciones extraídas de relatos del evangelio. Sobre este de Lucas escribió:
EL DISCÍPULO
El que a mí no me prefiere
a su padre, y a su madre,
el que a mí no me prefiere,
no puede venir conmigo.
Y si alguno mira atrás,
no puede ser mi discípulo
El que él mismo no se olvida
y renuncia a su ventaja, .
el que él mismo no se olvida,
no puede venir conmigo;
quien no carga con su cruz
no puede ser mi discípulo.
Quien quiere hacer una torre
se sienta a pensar primero,
quien quiere hacer una torre
por si le falta dinero;
para venirse conmigo
hace falta pensamiento.
Pensadlo muy bien, entonces,
que no basta entusiasmarse,
pensadlo muy bien, entonces,
y escuchad esto que os digo:
quien no renuncia al tener
no puede ser mi discípulo.
HolaSoy Alfredo Rodil Martínez de Buenos Aires ArgentinaYa leí algunos libros de Juan Mateos y también escuché algunos audios que encontré, pero estoy muy interesado en poder escuchar los audios de los cursos que dió en Córdoba sobre Marcos, Juan y el Apocalipsis.Su pudieran indicarme donde poder conseguirlas les estaría en extremo agradecido.Abrazo virtual muy grande y fraterno.
mi correo es alrodilma@gmail.com
Mi entrada consciente de lo tardía que es y viendo lo oscilatorio del concepto “salvación” la encaminaré, expresamente, sólo a intentar o aportar una nueva interpretación del mismo que según mi parecer se adecua mejor a este enfoque secular del evangelio que nos presenta Salvador.
Situándonos en él es fácil advertir que su experiencia primera no es religiosa en cuya finalidad sí cabría pensar en la dialéctica culpa – justificación y por tanto el cristianismo sería religión de salvación.
Sin embargo habiendo sido este su orden tradicional no es el que aquí se ventila. La experiencia primera que se extrae de estas pinceladas evangélicas no es por tanto la del “pecado” sino la del “don”, la de la donación liberadora para nuestra propia realización.
Realización/salvación. La salvación tiene carácter consecutivo no constitutivo. Reducir la ética al nivel de lo religioso ha sido la gran falacia lógica que ha dominado la historia del pensamiento y que G.E Moore, filósofo británico, se encargó de señalar a comienzos del siglo XX.
¡Muy buenos días a tod@s!
Parte II
Creo que En la existencia nunca y, lo repito, nunca, hay una sola oportunidad para nada o con respecto a nada. Hay una sola circunstancia cada vez y, también, posiblemente, la vida sea, toda ella, una sola circunstancia personal (me parece que puedo atribuir en alguna medida esta afirmación a la muy famosa de Ortega y Gasset en sus «Meditaciones del Quijote»). Esta sola «circunstancia» configurada de tantos momentos, permite revisitar (en presente, lo único que parece real) o acoger de forma diferente cualquier ocurrencia cuestionante o cuestionable tal y como hayamos acogido benignamente alguna ocurrencia anterior. Si esta vivencia cuestionable o cuestionante es rememorada como lo haría quien, más que acompañar, sigue al Galileo, pues tanto mejor porque en cierto modo siempre se gana algo. La narración evangélica, por ejemplo, no cuenta qué pasó con aquel de los crucificados después de escuchar la respuesta atribuida al Galileo a la esperanza del tercero. Quizás quedó conmovido, quizás no si su corazón había sido endurecido más allá de toda sensibilidad y por efecto de la existencia que por propia opción.
En el tiempo de las «Laudes» quien recorre la poesía sálmica queda enfrentado a una especie de anti-Galileo: (Salmo 95/94, 8-11): «No endurezcáis el corazón como en Fuente de Careo, como el día de La Prueba en el desierto: cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron aunque habían visto mis obras» Durante cuarenta años aquella generación me asqueó, y dije: «Es un pueblo de corazón extraviado que no conoce mi camino; por eso juro indignado que no entrarán en mi descanso», un texto justiciero y duro que refiere al de Deuteronomio 35, 18-23 (lo leo en la NBE, Schökel-Mateos et al. de 1975).
Me parece que el Galileo, después que decidió hacer algo en pro de la justicia y por tanto en pro de la verdad y de la salud (o salvación como se prefiere), es todo, en su integridad, un texto que apunta a una nueva jurisprudencia, a la luz de la cual es injusto, profundamente injusto, mantener vivo el deseo de venganza, por ejemplo, como hace quien desea y espera con ansia asistir a la ejecución de un reo de muerte con la esperanza de que tras verle sufrir la muerte se sentirá mejor o podrá tornar la página y encontrar, por el camino de la retribución alguna forma de serenidad o paz, de conclusión. El problema será siempre que esta persona que desea hallar esa conclusión a base de presenciar el sufrimiento de quien le hace o ha hecho sufrir, también será o es objeto de la compasión del Galileo, cuanto lo es o será aquél o aquélla cuyo «ajusticiamiento» ha deseado comprobar.
Es que el amor no sabe de exclusiones. Otra cosa sería, no amor. Muchas gracias, Salvador.
Un abrazo.
A ver si logro explicar lo que intuyo, lo que creo , lo que pienso. Elijan la palabra correcta.
No llego a entender. Actualmente hay entre las personas una inquietud grande porque nos estamos dando cuenta de las enormes injusticias que hay a nivel global. Las ONGS proliferan precisamente por ello. Pero nos faltan líderes honestos que encaucen esa inquietud. Desconfiamos. Nos han dado por todos lados.
El concepto de dios no cotiza en absoluto. Porque el dios que nos han vendido ya no nos vale. Hemos aprendido a pensar. Porque la especie evoluciona. Ya no piensa una parte pequeñisima de personas. La cultura ya no está encerrada en los monasterios, ni siquiera en las bibliotecas. La enseñanza es obligatoria y la comunicación ha experimentado un cambio brutal. De hecho acabo de leer cosas que ustedes han escrito hace minutos en un lugar que desconozco.
Y seguimos repitiendo en las religiones cosas que ya se decían hace miles de años, en civilizaciones y culturas donde todo era magia. Pero desde que irrumpió la ciencia la magia ha ido perdiendo terreno. Y no quiero profundizar un milímetro más ahí. Solamente tienen que pensar.
De verdad creen que podemos seguir hablando de fe en ese dios, podemos hablar del espíritu Santo que sopla y elige al Papa? Podemos seguir diciendo que dios es bueno después de las guerras que conocemos, después del holocausto Nazi? Por favor. Redefinamos todo.
Me indigné cuando en clase de ciudadanía, después de trabajar sobre Gandhi, Nelson Mandela, Lhuter king , les propuse Jesús de Nazaret. Nooooo, por favor, fue el grito unánime. Pero qué decís, que no tenéis ni idea, les decía, pero si fue el primeeeeero. Ya, bueno, pero no, no es lo mismo, estamos cansados, además él era dios y no es lo mismo. Así, cualquiera.
El día que se libere a Jesús de un peso que no le corresponde, quizás, tal vez, se empiece a tomar en serio como líder humano.
Eso es así. Lo sé.
Mientras que se le considere dios , hasta aquí hemos llegado. Entre otras cosas porque lo que se hace utilizando su nombre no tiene perdón de dios.
La iglesia como tal no tiene solución. Pero si es que estamos en el punto de partida en el que estaba Jesús. No lo ven? La solución está en lo que quiso hacer Jesús. Construir una sociedad poquito a poco. Alternativa. Pero no utilicen el nombre de dios, ni términos como pecado, salvación, vida eterna, juicios póstumos, por favor , no… Construyamos una sociedad y que cada cual encuentre el dios que pueda encontrar. Dios es un problema filosófico.
Por favor, demos a los jóvenes, que son el futuro, demos la oportunidad de entender y creer que un mundo mejor es posible. Pero no metan a dios por enmedio.
No sé si me explico. Pero sé que ese es el camino del siglo XXI. Lo sé. De ahí hacia atrás es pasado. Tenemos la obligación de mirar al futuro.
Ya, ya, ya… Al infierno de cabeza.
O no. Apostamos?
Perdón.
No me refiero a las personas que lo creen actualmente. Santiago, me has venido a la cabeza. No es eso, qué va.
Tampoco a las personas jóvenes que lo quieran creer. En absoluto. Me refiero a la gente joven que no lo puede creer. Hay a montones, pero a montones.
Pues separemos cosas distintas. De haberlo hecho en los años sesenta, la teología de la liberación habría barrido. Solamente que no era teología. Era liberación a secas.
Sí he molestado a alguien, lo siento.
Besos a todos
Carmen:
Te ofrezco el maravilloso “cuento” que sobre el Galileo ha escrito Salvador Santos especialmente para mis nietos… pero toda persona que lo quiera, se lo puedo enviar por Mail, el mío es:
pitrusca@yahoo.es
Yo lo preparé de manera especial para ellos/as, lo monté en un librito que Salvador tiene en su poder como recuerdo; como no pone nombres personales, da cual, lo puede leer, como si a la persona que lo está leyendo se dirigiera; y puede hacerlo poniendo su nombre, o como mejor le parezca.
¡¡¡Es genial!!!
Si lo quieres, me lo dices, y te lo envío inmediatamente.
Y esto lo digo, ha toda persona que le pueda interesar.
mª pilar
Estoy en mi playa.
Mañana por la tarde llegaré a Murcia y te mando un correo. Aquí me defiendo con el móvil y no me apetece ponerlo. Soy un poco extraña para esto de internet.
Gracias. Creo que de alguna manera estás de acuerdo conmigo.
El otro día le decía a alguien. Me encuentro en deuda con mis críos, me refiero a mis alumnos. Cuando entré a trabajar firmé un ideario. No puedo actuar en contra de mi palabra. Además, si los padres llevan a sus hijos a un colegio religioso, nadie soy para cuestionar cosas de esta envergadura. Las cosas de biología y tal lo tenía muy fácil. Esto es una clase de biología, decía. La preguntas de religión al profesor de religión. Igual sucedía con la geología y tal. Pero en ciudadanía me sentía atrapada totalmente. Me la jugué bien con lo del aborto y lo de la homosexualidad, salía por la Constitución y tal . Pero fue realmente difícil. Siempre andando por el filo de la navaja. Siempre. Hay derecho a eso en el siglo XXI?
Los críos hacían unos razonamientos que para ellos los quisieran muchos de esos teólogos, obispos y cardenales varios. Pero cortan la hierba cuando nace en los colegios religiosos. Esa hierba fuerte , verde y sana recién nacida. La cortan como si fuera mala hierba.
Y se van. Porque no se sienten mal con ellos mismos , porque piensan que la religión es cosa de locos.
Esa es la realidad. Guste o no.
Besos.
Gracias, a veces no sé el terreno que piso y me canso. Me canso muchisimisimo.
Y el resto de profesores, la mayoría pensaban como yo. Pero ese silencio atronador, uf. Detesto el silencio. De verdad, todo tremendo. Y mis monjas, en la higuera. Pobrecicas. Totalmente abducidas. Menos alguna, claro.
En fin
Besos.
Muy bueno lo del cuento, Pilar. Gracias por ofrecérnoslo.
Carmen, te comprendo perfectamente en todo esto que nos comentas. Y te agradezco tu sinceridad tan espontánea. Eres un sol.
Poniéndonos en el lugar de las personas que no lo compartieron y todavía no lo comparten, me da pie a reflexionar sobre esto: las cosas son como son, las entendamos o no. Lo digo porque cuánto seguimos ignorando o nos cuesta comprender y nos cerramos a abrirle la puerta.
Y porqué unos nos fijamos en una parte de la realidad, aunque creamos sea su fondo, y otros hacen a la inversa. No parece casar, lo mires por donde lo mires, con lo que es nuestra percepción. A mayor libertad, se reduce el espacio de las inseguridades y miedos. No las dudas. Y qué importan las creencias, si con ellas no se hecho entre todos un mundo más justo, unido y solidario¿?
Besos.
Parte I
¿Qué ocurre a quien no siga al Galileo?
Posiblemente esta persona, lo mismo si vuelve su espalda al Galileo como si le acompaña sin seguirle, o quien permanezca a la vera del camino solo mirándole pasar y quede intrigado/a o permanezca indiferente, pues eso nada malo le ha de ocurrir.
El Galileo no parece exigir nada a cambio de lo que da. Al joven del relato de Marcos 10, 17-22, solo le mira con tristeza mientras observa cómo se aleja.
¿Y quién siente que deba al menos acompañarle, pero por pereza no lo haga? Lo mismo. Solo parece ser cierto que quien le siga quizás tenga que pagar un precio y puede ser muy alto.
Más caro es el precio que parece que pagará quien le acompañe o le siga, sobre todo si le sigue lealmente o si le traiciona. Por ejemplo, el Iscariote, o Pedro en aquella época milenios atrás, o más modernamente Lluis Espinal o Angelelli.
Fray Martín Lutero publicó sus famosas «95 Tesis» en 1517. Modernamente los cuatro cardenales que primero cuestionaron a Francisco sobre «Amoris Letitiæ» (Cafarra, Brandmuller, Meisner, y Burke) parecen escandalizados también. Cualesquiera que hayan sido sus intenciones y sus motivaciones conscientes o no, Judas Iscariote, Pedro, Lutero, Edward Snowden y los cuatro cardenales publicaron sus denuncias porque sintieron que debían hacerlo.
Francisco a diferencia de León X, no ha producido una bula comparable con la «Exsurge Domine» (1520). Snowden anda fugitivo, un poco como Fray Martín, porque el poder de varias naciones le persigue por haber denunciado. Los cuatro cardenales (dos de ellos han muerto, uno vive voluntariamente alejado de la publicidad y otro sigue fomentando activamente la división (Burke). ¿Qué ocurre a quienes resisten la invitación del Galileo más allá de la indiferencia y activamente promueven de cualquier modo el escándalo o la rebeldía divisoria?
El mero hecho de preguntar o de pensar que alguna consecuencia nefasta han de experimentares, en sí mismo, constituye contrariedad con respecto al Galileo y a su significado.
Leo a Salvador Santos en otro lugar: «…A mi juicio nunca [el Galileo] les exigió sumisión, sino lealtad. La sumisión conlleva renunciar a la libertad. La lealtad la requiere a cada momento.» (Corchetes y énfasis añadidos). Y yo le creo. Creo eso, si le interpreto bien: Todo acerca del Galileo es también acerca de o gratuidad.
¡Estoy de acuerdo amigo George, al cien por ciento!
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Creo que cuando el cristianismo rompa la cápsula de la exclusividad de algunos conceptos como Dios, el Espíritu Santo o el mensaje de Jesús, y se presenten como patrimonio de la Humanidad, la sociedad alternativa y el proyecto de vida que nos presenta el Galileo, estará más cerca.
Como dice Salvador: “Sin embargo, tal proyecto nada tiene que ver con asuntos relacionados con asuntos de orden religioso. El proyecto trata del sentido de la vida, del objetivo humano por excelencia. Y está dirigido en especial a los insignificantes.” Eso de “fuera de la Iglesia no hay salvación” ha hecho mucho daño al propio mensaje evangélico.
Hola, Ana! Estoy de acuerdo con tu comentario de que “fuera de la Iglesia no hay salvación”. No sólo ha hecho y aún hace mucho daño a la Iglesia, sino que ha hecho también mucho daño a muchos creyentes en su intimidad, en su conciencia… Esa expresión, defendida por papas y algún concilio ecuménico, no sólo es desafortunada, sino que es sencillamente antievangélica. Véase, por ejemplo, la bendita parábola del “Venid, benditos”…, que tanto sugiere…
Me parece más acertado el título de un libro de J. Sobrino: “Fuera de los pobres no hay salvación”. Un cordial saludo
¿Que la SALVACIÓN (¿de qué?)
viene por los POBRES?
Yo no me anoto a tal premisa.
No sé qué es la salvación.
Salvarnos del infierno? No creo. Entonces , salvar a la humanidad?
De ella misma? No sé. No entiendo.
Para la Iglesia la salvación es vivir sin pecado y, después de la muerte, ir a la unión eterna con Dios. Y, antes, para quien no estaba en la Iglesia y no se salvaba, por lo visto, iba al fuego eterno.
Para mí lo que pudiera ser mi salvación, consistiría en seguir un camino de valores en los que tu puedas conseguir lo que más puedas en tu realización como persona dándole un sentido a la vida. Y después de la muerte, yo no creo que como individuo, con mi nombre y apellidos, mi DNI, mi identidad personal, etc. etc. tenga continuidad no sé dónde, porque, en realidad nada sabemos de lo que pasa después esta vida. Y quien crea en ella, será por un acto de fe, muy respetable, pero sin posible demostración empírica.
Ahora bien, si somos partículas de un cosmos “creado” por una explosión de energía, y, por tanto, somos energía, seguiremos diluyéndonos en esa energía cósmica que podríamos llamar Dios.
Lo que no se puede dudar es de que nuestra pequeña aportación, mientras vivimos, al amor, a la justicia, a la felicidad de los demás, al cuidado del planeta, etc., eso sí queda hecho, y algo o alguien se habrá salvado o se habrá librado de lo contrario a estos valores.
Acerca de COMIDAS para grupos numerosos.
Ver en Google sobre “CURANTO”
Yo lo hube hecho en zonas cordilleranas
en Argentina y en Chile.
Leo estos versos que me parecen extraordinarios: «Pensadlo muy bien, entonces, que no basta entusiasmarse, pensadlo muy bien, entonces, y escuchad esto que os digo: quien no renuncia al tener no puede ser mi discípulo.»
me parece comprender que se refiere al quedar preso de las tenencias y a quien tiene para darlo o dar lo que deba y pueda, porque no otra cosa hizo el Galileo según cuentan las narraciones evangélicas. Me pregunto si eso es tan imposible. La respuesta es que no, pero me parece que sea muy costoso y, como cuando se remueve una venda endurecida por la sangre de sobre una herida, es trabajo lento pero que no se puede volver atrás, deshacer. Uno tiene que descubrir cómo desprenderse y de qué y cuando y cómo. El Galileo comenzó, aparentemente a hacerlo, después que regresó del desierto. Posiblemente eso sea parte de lo que quiso trasmitir. Es preciso irse al desierto más o menos literalmente, pero hay que hacer un alto, pensar, sentir, pensar y reconocer lo que siente y volver la espalda al Galileo o hacer el esfuerzo por seguirle, andando y desprendiéndose de lo que se tenga. Imagino que no valen las comparaciones. Unos tienen mucho de lo cual desprenderse y otros ni siquiera saben bien qué sea tener. A éstos, el Galileo posiblemente, predicando con su ejemplo, se limitó a darles: Mateo 25, 35-45, Mateo 11, 5-7; Lucas 7,22.
¡¡¡Genial amigo!!!
Un abrazo
pili
Supongamos (¡¡ya es suponer!!) que el Galileo es un Usein Bolt, es decir capaz de hacer los 100 metros lisos en 9 segundos, y te dice: Sígueme¡¡¡¡. ¿No es pedir algo que está al alcance de muy pocos seres humanos? Y yo pienso que fue hijo de un padre humano y una madre humana. Pero un ser excepcional.¿No estaba pidiendo algo que estaba solo al alcance de él y de muy pocos más?
No estaba pidiendo demasiado.? Renunciar a sus padres, renunciar a sus hermanos, renunciar al conjunto de todas las personas que constituyen la sal de la vida……..¿Donde queda la vida y sus relaciones?.El placer de dar y de recibir.Mi madre solía decir:¡¡¡Manos que no dais, que esperáis!!!? Pregunto. Un cordial abrazo..
Hola Giordano Bruno
A tus preguntas:
Preferir viene a ser como dar prioridad. Sería equivocado entender al preferir algo, lo demás hay que tirarlo a la basura. Vayamos al texto:
En Marcos 1,16-20 se indica que Jesús invita a dos parejas de hermanos a incorporarse a su proyecto y ellos dejan redes, dejan la barca, a Zebedeo, padre de dos de ellos y le siguen. Pero más adelante (vv. 29-31) aparecen los cuatro en casa de uno de ellos. Además, el grupo siguió usando la barca con frecuencia. Ni dejaron a la familia en el abandono ni tampoco se desentendieron de la barca.
Dar prioridad al proyecto nunca significa dejar de querer a nuestra familia. A mi juicio entraña tenerles un amor de mayor calidad. Las ideas religiosas adheridas al evangelio durante siglos y el lenguaje que normalmente se usa para hablar de él y de su principal protagonista dificulta la comprensión del mensaje contenido en ese texto. Cuando se habla de proyecto es fácil que se cuelen criterios espirituales para esconder lo esencial en una nube de olor a incienso. Sin embargo, tal proyecto nada tiene que ver con asuntos relacionados con asuntos de orden religioso. El proyecto trata del sentido de la vida, del objetivo humano por excelencia. Y está dirigido en especial a los insignificantes. La sociedad capitalista y el mundo rico no solo lo tiene complicado para entenderlo, sino que lo rechaza de plano.
Hace años que vamos explicándolo, pero la labor es lenta y requiere el esfuerzo de querer entenderlo haciendo preguntas como la que tú has hecho, dialogando sobre el tema y, una vez entendido y si nos interesa, debatiendo en grupo cómo podríamos organizarnos para ponerlo en marcha.
Los inversores que tienen el dinero como objetivo se asocian y generan sociedades que funcionan en su gran mayoría bajo el formato dispuesto por el orden establecido. ¿Es que quienes manejamos otras ideas tenemos vedado generar otro tipo de sociedad? ¿Estamos condenados a bailar al son que nos marca ese orden establecido? ¿Es que el Galileo planteó quizá su proyecto para que individuos aislados fueran buenos y obtuvieran la recompensa del cielo al final de sus días? Dar prioridad a ese proyecto es una necesidad cada vez más urgente. Sin una sociedad alternativa,Ee sistema capitalista y sus élites sí acabarán con nosotros, con nuestra familia y hasta con las redes y la barca.
Te mando un abrazo.
Salvador. Sabes qué? Herejía al canto y de las gordas.
Creo, me parece, que la manera de salvar al cristianismo , es abandonando la idea de que Jesús es Dios.
A día de hoy, con gente joven de esa que piensa un poco por sí misma, diría que es un obstáculo insalvable.
No viene a cuento, pero te lo quería decir.
Por lo menos que se de la opción: algunos decían, dicen, creían, creen, que es el mismo dios hecho hombre, pero no tiene por qué ser cierto. Quién lo crea o piense, adelante y quien no, pues no. Eso no afecta para nada a su propuesta del Reino. Y desde luego cambiar el término. O aclarar que el reino de Dios no es un reino de ningún dios. Sino una denominación de origen. No sé si me explico.
A ver si esto no es una utopía. Me gustan las utopías.
Y personalmente, me da lo.mismo lo que dijese de la familia. Cada familia tiene sus jaleos. Pero vamos, mis padres, sagrados y mis hijos, ni te cuento.
Un abrazo.
Pues yo hago uno estupendo.
Sí, Carmen. Haces muy buenos e inteligentes comentarios, que me hacen reflexionar, como también comentarios de otras personas, a las que me interesa leer. Un abrazo
Gracias. Es usted muy amable. Solamente obviedades, pero me gusta hablar.
Me refería a una receta que pedí y que no creo que me la den. Es que a veces salgo por la tangente, como habrá observado. Cosas de mi cabeza. Soy de esas personas que a veces se queda enganchada a algo desconcertante. Seguro que conoce a alguien así.
Gracias otra vez.
Un abrazo
Si tuviese su dirección de email, con gusto se la envíaría, pero no me gustaría publicarla. es cosa de la familia. Un saludo cordial. Lo del cerdo asado en un agujero en la tierra es una tradición de los campesinos muy antigua. Se cava un agujero rectangular de suficiente tamaño para que quepa el cerdo que sea abierto o si se le va a asar relleno de arroz pues más estrecho. Ha de permitir maniobrar para echar las brasas debajo y mantener suficientes hojas del árbol de la guayaba, una fruta tropical muy popular en Cuba y otras Antillas aunque no es exclusiva del área. Encima del cerdo, se cubre con ramas del mismo árbol del guayabo para que no se pierda el calor. Lo demás es poder dar vuelta para que quede expuesto al calor de las brasas, sin llamas, lo suficientemente parejo, que se ase igual por todas partes. El cuerpo del cerdo ha estado al menos 24 horas adobado con abundante ajo, sal, naranja agria, y hierbas finas y a aquellas partes más carnosas se le dan cortes profundos para rellenarlos de esa misma sazón. El asado se hace lentamente, seis, siete u ocho horas dependiendo del juicio de quien ase el cerdo y del peso y volumen. Hay otras muchas formas de asar, pero esta es una que mi padre hacía en una vega pequeña a la que íbamos de vacaciones en el verano o algunos fines de semana para escapar de las rutinas.
Un saludo cordial.
Me sumo a las reflexiones que se vienen haciendo a propósito del artículo, siempre aleccionador, de S. Santos. Muchas de esas reflexiones también hacen pensar, y por ello son de agradecer. Ahí van, pues, las mías, como una opinión más. que sirva para “coloquiar” con gente amiga.
1. Una de las dificultades de interpretación de algunos pasajes evangélicos proviene de que se hallan descontextualizados, y al perder el contexto, en algunos casos, resulta más difícil una interpretación correcta (o al menos completa). Por eso ciertas interpretaciones son cuestionables. Pero cuestionables en algunos aspectos concretos, no en lo que se refiere a la ESENCIA del Mensaje del Reino; esencia que me parece cada día más clara.
El pasaje que analiza Salvador, por fortuna sí aparece bastante bien contextualizado, como se aprecia en Lc. 14, 25-35; y por ello adquieren mayor sentido las palabras -advertencias- de Jesús. Ese contexto, como destaca Salvador, lo constituye “la muchedumbre”, lo que hoy decimos “masas”, que suelen comportarse muchas veces de un modo más visceral o interesado o impulsivo que racional o reflexivo. A veces la simple curiosidad y/o las emociones -muchas veces manejadas desde fuera…- se imponen con la esperanza o con promesas de ventajas, sin mayor compromiso personal… Esto ocurre fácilmente en una sociedad frustrada e injusta…
Jesús fue consciente de esta situación y -muy lejos de una actitud populista, que hace promesas fáciles- fue claro y contundente. Es decir, no puso fácil su seguimiento: Quien quiera seguirme tiene que renunciar, incluso a afectos o apegos íntimos que atan por dentro e impiden un compromiso auténtico y fiable. Compromiso que en ocasiones puede llevar consigo una cruz… Por eso Jesús insiste en la necesidad de reflexión y de medir las propias fuerzas; es decir, de hacer un cálculo prudente y realista. Quien intente seguirlo sin esas condiciones no sirve, no es aceptable, y como la mala sal… En otras palabras, quien interpreta o desfigura frívolamente el Mensaje del Señor es incapaz de seguirlo adecuadamente. En este caso, tales seguidores no le interesan, porque no sirven para llevar a cabo el cambio personal, ético, religioso y social que él propone. Éste es el Jesús de Nazaret REAL -no el imaginario o romántico-, que se percibe claro en los pasajes más significativos del Evangelio.
Hasta aquí no he hecho más que abundar en la reflexión de Salvador. Reflexión que deseo ampliar, a fin de completarla algo más y poder explicarme algo mejor.
2. Pero conviene advertir que Jesús no fue siempre tan contundente como ante aquellas multitud-masa. Aunque sus principios eran exigentes, Jesús se manifestó en muchas ocasiones flexible y comprensivo. Y esto no sólo en su conducta práctica -casos Nicodemo, creencias de los saduceos, sábado, hablar con una mujer en público, mujer adúltera, mujer pública por la que se dejó lavar los pies y nada menos que enjugárselos con su cabello etc., pese a que “escandalizara” a algunos rigoristas…-; Jesús también en su doctrina se manifestó flexible: Recuérdense el Hijo pródigo, la oveja perdida, el Padre nuestro, las Bienaventuranzas, el perdón sin límites, la súplica de perdón porque “no saben lo que hacen”, pero quizá sobre todo el “Venid, benditos”, donde se aprecia la máxima flexibilidad… Ni siquiera pone como condición que lo conozcan… Sólo mira un aspecto: La solidaridad…
Esa flexibilidad, a mi juicio, también forma parte de la esencia del Reino. Lo que viene a reforzar la frase de S. Agustín: Ama y haz lo que quieras, es decir, no pongas las normas en primer lugar… Sáltalas si es necesario para poder ser auténticos y hacer el bien…
Esto indica un concepto de Dios más que “misericordioso”. Dios tiene entrañas de madre, entrañas que en Él son puro AMOR y comprensión sin límites, como con el perdón. Como respuesta a esta imagen del Dios de Jesús, no cabe más postura que el reconocimiento confiado y humilde de nuestra fragilidad encarnada, a la que, pese a todo, le espera un futuro real -así lo dejó claro el Señor-, que va más allá de la conversión de la materia en simple compost… o de “sueños” íntimos…
3. Esta última reflexión me recuerda a Teresa de Lisieux y su “doctrinita” de la Infancia espiritual, que tanto afecta al seguimiento, al modo de practicar ese seguimiento. Tal como yo la entiendo, INFANCIA espiritual no es sólo sencillez de espíritu, sino sobre todo INMADUREZ espiritual (es decir: tropiezos, fallos, incoherencias, flojeras en ese seguimiento…) ¿Qué hacer en este caso de fragilidad crónica, muy evidente en el camino de cada día? ¿Renunciar, abandonar? NO, sino aceptar de corazón y asumir esa fragilidad de cada día HUMILDE y CONFIADAMENTE. Si la fragilidad nos sirve para crecer en humildad, crecemos también en nuestra capacidad de superar el egoísmo y por tanto de amar. Y esto es la esencia del mensaje de Jesús. Si crecemos en humildad de corazón, crecemos en un mejor seguimiento espiritual… No olvidar las palabras de Juan de la Cruz: Lo que más seduce a Dios es un corazón humilde… Y un corazón humilde es bondad, es solidaridad, es oración frecuente para no caer en la tentación de cada día, tentación que a veces tanto tienta, según parece.
Termino y reitero: Algunas de estas reflexiones me las habéis sugerido con vuestros comentarios. Por ello, gracias y saludos cordiales
Óscar. Ahí va el cuento.
Había una vez una colonia de seres que vivía en el lecho de un río. Para ellos era decisivo agarrarse para no ser arrastrados por la corriente, y sin embargo, el agua pasaba ajena a todo lo que no fuera su propia esencia de cristal.
Un día, una criatura dijo:.me niego.a vivir siempre así, me soltaré y me dejaré llevar, a algún sitio me conducirá. Las demás le decían: estás loca, la corriente te despedezarå contra las rocas. Pero ella se armó de valor y confianza y se soltó. El agua la volteó, la arrastró, la magulló hasta que llegó un momento en que todo se calmó y empezó a flotar plácidamente sobre el agua.
Llena de alegría por el resultado de su aventura les gritaba a sus compañeras: soltaos. No tengáis miedo, la corriente no os hará daño y podemos descubrir mundos nuevos, forma de vida nuevas. No tenemos porqué vivir sujetas a la rocas
Pero las criaturas gritaban: he aquí una de nosotras que ha vencido a la corriente, es una criatura divina…
Y la dejaron ir río abajo, mientras tejían leyendas acerca de un Salvador.
Gracias Carmen!
Te cuento mi cuento en cuanto al concepto de SALVAR:
a) ¿El “loquito” “SALVÓ” su Vida? ¡Ok!
b) No hay RÍO “salvador” si no te haces uno con él.
c) Fíjate en la Poesía de “juanele” (Juan Laurentino Ortiz – Pcia. de Entrerríos – Argentina)
– El tipo va al Río y “no pasa nada”
– El tipo regresando de haber ido (y por haber ido)
– Se halla a sí mismo navegando-se ¡exultante!
FUI AL RIO… (1938)
Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.
Regresaba
— ¿Era yo el que regresaba?—
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!
Sin duda alguna, ser verdaderamente cristiano es un compromiso que hay que pensarlo detenidamente puesto que “el iniciador” de este “movimiento” histórico Jesús de Nazaret reiteró que tendríamos que estar con El o contra El…(“El que no está conmigo, está contra Mí)…Por tanto no podremos ser cristianos “a medias”….
Jesús, según El mismo, no vino a destruir la Ley, sino a darle su cumplimiento…saliendo al paso a aquéllos que habían deformado la Ley eterna revelada por Dios a los israelitas, cumpliendo solamente la “letra” de la Ley…Por eso Jesús dijo que no iba a quitar ni una sola “iota”, todo lo contrario, sino a penetrar en su contenido que reflejaba cabalmente el amor del Padre..
Intrigados por su postura “los fariseos y escribas” le preguntan:
“Y uno de ellos, intérprete de la Ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro ¿Cúal es el gran mandamiento de la Ley? …..Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y gran mandamiento. (Mateo 22:35-38) Idem (Marcos 12: 28-30) (Las negritas son mías)..Y continúan los Jesús: Y el segundo mandamiento es semejante al primero: “Amarás al prójimo como a ti mismo” y que de estos dos mandamientos penden la ley entera y los profetas…
Por eso Jesús aclaraba que la base de toda justicia reside en el Amor que tiene su origen en Dios…porque no fue inventado por nosotros…Y la base de Su proyecto de vida revolucionario reside en el Amor….
“Si me amareis, guardaréis mis mandamientos” (Jn 14:15)…Los mandamientos de Jesús son iguales a los de Su Padre y El los avala….”El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama” y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a el…El que me ama, mi palabra guardará..y mi Padre le amará y vendremos a el y haremos morada con el…El que no me ama, no guarda mis palabras…y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió” (Juan 14:21-24)
Y es que el Padre ya había dicho: “…”Yo soy Yahvé, tu Dios…que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Deuteronomio 5:8-10) y (Éxodo 20:5-6)
Se trata de que nuestra voluntad se adhiera a la Voluntad del Padre que es la misma que la del Hijo, Jesús, empezando por el amor de Dios del que provienen todos los demás mandamientos del Amor…Ese es el proyecto de Jesús cuyo destino final es la vida eterna…El que ama a Jesús seguirá Su palabra y llegará a cumplir a cabalidad los mandamientos de la Ley…Este es el plan divino reflejado en la Ley.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Hola, aquí estoy otra vez. No deja usted de asombrarme. Tiene usted un razonamiento impecable.
Claro, no sé ni siquiera qué es eso que llaman dios, pues imagínese cómo me quedo cuando leo que hay quien sabe hasta lo que quiere que hagamos y lo que no. Vivimos realidades diferentes. Pero hace tiempo que dejé de tratar de entender los recovecos de la mente de otras personas , porque si no me aclaro con la mía, pues imagínese con la de otros.
Sabe qué? Me dicen que me invento la figura de Jesús , por eso lo llamo mi Jesús imaginario. Me he dado cuenta de que proyecto en él mi idea de hombre ideal. En realidad es una creación de mi cabeza.
Y si ese dios que usted dice saber hasta lo que espera del hombre, cuál es su proyecto para la humanidad, lo que le agrada, lo que detesta, cómo nos va a juzgar a final de los tiempos. Esa es otra, los tiempos. Qué expresión tan enigmática y desconcertante para mí.
Pues se imagina que fuese una proyección suya de cómo le gustaría que fuese un dios ideal?
Un abrazo
O una proyección de todo un pueblo. El judío. Que más adelante, otro judío, Jesús, hizo la suya propia y de esa manera modificó la que había , no sobre todo el pueblo, sino sobre una parte de él. Y por penúltimo llega Pablo de Tarso y pone los puntos sobre las íes.
Y aquí me tiene, que sigo sin saber qué es eso que llaman Dios. Así que tengo que dejarme guiar por lo que me parece que es un sentimiento de justicia, no sé si esa sería la palabra, que está dentro de mí.
Piénsalo un poquito.
Gracias por su inteligente comentario..Como bien dice el deseo de justicia intrínseca en nosotros es parte de la clave, pero hay mas… Sin duda nadie nunca podrá saber a cabalidad “la esencia divina”…Está fuera de nuestra posibilidad…Y ahí reside el problema, que no somos Dios aunque podemos “pensarlo” como cierto o posible, en nuestra limitadísima realidad humana…comparándola con la divina..
Claro que todos proyectamos…lo importante es que la capacidad de “proyección” me fue dada, yo tuve que recibirla junto con mi existencia…puesto que no puedo, ni pude, auto-crearme, y el Cosmos mismo, con la vida dentro, requirió una fuerza de magnitud infinita para poder empezar e existir en la explosión inicial…Nosotros somos solamente receptores de una maravilla cósmica, y por eso trabajamos siempre con material pre-existente…Nuestras creaciones humanas son relativas…no absolutas. Lo absoluto nos trasciende totalmente…
Y es ahí nuestro problema puesto que nuestros anhelos y deseos personales son ilimitados e incondicionales…Poseo, pues, una conciencia tácita que me dice en mi interior que aunque llegue a alcanzar un grado de conocimiento supremo en las ciencias NUNCA podré llegar a una explicación y entendimiento completo de todo lo que es vital, porque la información que tengo no responde a todas las preguntas…tiene una limitación intrínseca. Existen mas preguntas que respuestas…PERO la fuente de esta tácita conciencia que va mas allá de lo limitado es un inteligibilidad ILIMITADA E INFINITA…Esta inteligibilidad mía- que es ilimitada- no puede ser una realidad física pues todo lo físico es finito y limitado debido a la magnitud espacio-tiempo. Por tanto esta realidad que descubro en mi sobre lo infinito es transfísica y transmaterial..PERO la noción, o sea la presencia de esta CONCIENCIA mía, cae fuera y está controlada fuera de mi propio YO…ES algo intangible comparándolo con lo tangible..Cuando pienso, pues, mi horizonte se sitúa mas alto que lo que entiendo y lo que es limitado, y va mas allá de lo meramente intrascendente…
Si esta infinita inteligibilidad no estuviera presente en mi, yo solamente podría reconocer objetos vitales como el alimento y peligros como la serpiente…y por supuesto mi nombre, el afecto y cosas en general…NO podría formular nociones como “el que, el por qué y el como” de las cosas y acontecimientos que nos hacen penetrar la NATURALEZA DE LA REALIDAD. Mi curiosidad estaría limitada por lo puramente físico-biológico y lo que constituye un peligro para mí, como el estado de ánimo de mi maestro, el olor de una flor o si algún ser se encuentra en peligro. Pero la inteligibilidad o sea la naturaleza de las cosas, “el que y el por qué y el como”..pues se encontrarían lejos de mi conceptualización y yo no podría reconocerlos de ninguna manera, como tampoco podría ejercer las defensas del ego como es la “proyección”, “la negación”, etc. que se relacione con la psique humana… No podría mi “sólo biológico” tener “el puro deseo de entender”, mucho menos, de desear lo INFINITO. No podría abstraer. Sólo tendría que limitarme a lo CONCRETO. …Solo la esencia divina me da la capacidad para penetrar la realidad que se encuentra por encima de lo físico y biológico de nuestra naturaleza humana..(a menos que le asignemos propiedades divinas a la materia y energía que obviamente no poseen)…
Por otro lado existe también en nosotros la conciencia de que ningún amor imperfecto puede satisfacernos completamente en este mundo. Solo un amor incondicional e infinito puede llenarnos plenamente…Este deseo infinito en nosotros, que es universa, se relaciona con la noción que EXISTE un deseo de amor incondicional dentro de nosotros que tiene su origen en el AMOR MISMO que es infinito e incondicional..Por eso al amar a Dios, satisfacemos plenamente nuestra capacidad de auto-trascendencia que incluye la verdad total, la bondad, la belleza y el ser perfecto. Seremos perfectos solamente EN el AMOR de DIOS, ya que Dios es el ser perfecto e infinito…
La Conciencia Humana y el deseo por lo perfecto e incondicional que todos llevamos dentro de nosotros mismos es una DIMENSIÓN que no se puede reducir a lo algorítmicamente físico o finito. ES de naturaleza espiritual, transfísica y trascendente en SI MISMA…es LO QUE DEFINE NUESTRA HUMANIDAD..
Un saludo cordial.
Santiago Hernández
Ergo hay algo que llamamos Dios que tiene que ser Amor.
Buen razonamiento.
Y si no fuese más que un deseo, una necesidad nuestra de que así fuese? Nunca lo ha pensado?
Estoy convencida de que todo este orden, por llamarlo de alguna manera, que existe en el universo que creemos conocer, algo lo dirige,y vuelvo a no saber si es la palabra correcta. Me pierdo totalmente cuando quiero hablar de Dios, o sea, no encuentro nunca palabras adecuadas, por eso lo llamo mi IT. Como Jesús, imaginario también pero a la vez incapaz de imaginármelo. Y quien me entienda, que me compre.
Solamente sé que a veces siento como una fuerza que aparentemente viene de mi interior y me permite seguir luchando. Pero sé que no procede de mí misma. Es externa e interna a la vez.
Y hasta ahí llego. No más. Podría mentir, pero si algo encuentro absurdo es la mentira, para mí cabeza solamente está permitida en peligro de muerte. Y no es el caso.
Me alegro por usted. Es la primera vez que veo que al hablar de Dios no habla de normas. Seguramente piensa que son necesarias para todo ese rollo de un buen funcionamiento de la sociedad. Pero ese es otro tema. Francamente, no me importa. Las normas, como todo el mundo sabe, están hechas para saltårselas. Y ahí entra el infinito amor de Dios que todo lo perdona.
Ya voy entendiendo algo de cómo piensa. Era imposible que pensase como me daba la impresión que pensaba. Imposible.
Gracias. Una conversación interesante.
Hasta la próxima , que seguro que nos volvemos a enganchar.
Este comentario es tardío pero me ha sido imposible volver al ordenador hasta ahora. Sin embargo es interesante lo que dice y verdadero puesto que nunca podremos cabalmente expresar a Dios..Los grandes místicos tenían la misma queja pues la “experiencia” de lo divino, aunque real, es inefable e imposible de describir. Ellos con palabras podían aproximar algo de lo que vivían en este camino del Amor vivo, sin llegar a poder describir su verdadera realidad, que es trascendente.
Por eso, aunque humanamente solamente podemos “llegar” hasta un límite, YA es bastante para nuestro ser y para nuestra razón..Lo demás pertenece a nuestra voluntad “de querer” aceptar el regalo de creer en lo que “otros” desean ofrecerme. Esto ya es otra “dimensión” que reside en nuestra voluntad y pertenece a un don que ilumina la razón con una claridad más allá de las posibilidades de la naturaleza humana. Entonces es cuando, en este camino ascendente,se pueden aceptar la “normas” que tienen origen en su fuente primitiva del Amor insondable de Dios.
Un saludo cordial
Santiago Hermández
Sorry. No puedo aceptar normas de ese tipo. Las normas de la sociedad de verdad que intento cumplirlas todas y eso que algunas no entiendo. Pero sí entiendo que para vivir en sociedad no tienes otra opción.
Pero normas que vayan contra lo que pienso, aceptar que mis pensamientos, no mis acciones, mis pensamientos y mis creencias profundas tengo que dejarlos en manos de otras personas. Sorry. Es superior a mí.
Y si cree que es un camino fácil, sencillamente no lo es. Pero respeto profundamente , lo prometo, profundamente a las personas que creen en todo lo que dice la iglesia. Cómo no lo voy a respetar si estamos educados en ello. Soy maestra, sé lo que pesa la educación. Sé de la vulnerabilidad de las mentes de los niños. Lo que pueden llegar a fiarse de determinados adultos y mimetizarse con su forma de pensar. Es muy difícil liberarse cuando eres adulto de determinadas creencias porque están arraigadas en el fondo de tu alma, casi en el subconsciente.
Pero hay cosas que no puedo admitir. Y francamente, no sé por qué. He tenido toooooodas las papeletas para ser una católica de pro. Pero…
Buen día.
Hola George!
1- No “huelga” decir que Leibniz …
¡No, no “huelga”, sino todo lo contrario!
Que no lo hayas entendido es otra cosa.
Para ello …
2- … Te falta superar los “absolutos” (Bien – Mal)
y comprender que la REALIDAD es un COMPARATIVO:
“mejor” – “peor”.
Porque la REALIDAD es una PERSPECTIVA
(que implica el “PUNTO DE VISTA”)
………………..
Respeto el empantanamiento que te detiene desde que:
te y me lo has planteado.
Amigo Oscar: No me asombra que sepas mejor que yo mismo qué entiendo y qué no entiendo. Porque tanto entender como comprender dependen de qué porcentaje de error es satisfactorio a quien comprende o interpreta. Por otra parte, no me parece que pudiera determinar si estás empantanado o no y de hecho no hago un tal juicio aunque creo que como todo el mundo no sepas de todo en la misma magnitud y que haya campos del conocimiento en los que sepas muy poco o casi nada. Por ejemplo la receta original de mi padre del «Mojito» cubano o del adobo para marinar el cerdo antes de asarlo en la tierra.
Leibniz y me parece que tal sea igualmente tu parecer se conformó con la interpretación que hizo en el paradigma científico que se formó y del que se sirvió. Nada me obliga a hacer las mismas opciones. Si el conocimiento fuese definitivo como es formulado, nunca hubiésemos trascendido las fronteras de Newton y Pasteur hubiese sido rechazado para siempre, la infalibilidad papal hubiese sido incuestionable,etc.
Una divinidad defectuosa o truculenta es tan falsa como una omnisciente, esplendorosamente transparente, etc.
Te ofrezco un abrazo cordial y el deseo de que mi referencia al obvio error de Leibniz no haya afectado el buen funcionamiento de tu marcapasos.
Pues te prometo que mañana te cuento un cuento. Ahora estoy muy cansada.
Anda que estás bonico . Has probado a oír otro tipo de música? Es que los tanguicos del señor se las traen.
Por favor, por favor, deme la receta del mojito de su madre. Por favor. Solamente bebo cerveza y de vez en cuando vino. Y el cava catalán y el champán francés me encantan. En realidad son una clase de vinos. El alcohol de muchos grados no me va. Me produce una jaqueca horrible. Uf
El único cóctel que me gusta es el mojito. Con tooooooooodo el vaso o la copa lleeeeeena de hielo picado.
Por fa…
Perdón por meterme por enmedio, pero como me he perdido hace tiempo , pues…
Cómo asan un cerdo en la tierra? Dentro? Pobre cerdito.
Los absolutos son relatividades a las que se le atribuye un monento de valor como en topografía y agrimensura el punto referente para determinar la posición y el tamaño de una parcela de terreno con respecto a las demás. En materia de filosofía es mucho más arriesgado determinar un punto de referencia universal porque cada cual puede escoger el que le convenga. Si no existen el bien y el mal, sino lo mejor y lo peor, solamente se puede determinar la consecuencia de un hecho con relación al grado de intolerancia de quien lo comete o de la víctima y la posibilidad de llegar a un acuerdo es imposible porque la víctima es la que lo sufre y el victimario tenderá a defender su obligación retributiva.
pero el mal existe en sí mismo. Por ejemplo la violencia es mala y es un mal. La indiferencia frente a ella es mala y es un mal. La solidaridad y la compasión son buenas cada una es un bien. La categorización depende del efecto que producen. Una cirugía para extirpar un tumor constituye un mal y solo por convención es tolerado o permitido. Mi decidión ya puesta por escrito desde hace cuatro años en esta fecha de que si me diagnosticaran un tumor dejaré que la enfermedad siga su curso natural, es cuestionable para mi familia que me lo censuran, pero no tengo mujer e hijos y tampoco dinero para evadir la muerte solo para ahorrarme sufrimientos. Acá, en el paraiso estadounidense los viejos cada vez duran más a mi nivel social y cada vez reciben menos beneficios, lo cual significa que si mi vida se prolongara solo por miesdo a la muerte o apego a la existencia, muy bien que pudiera convertirme en una carga para mi familia que ni ellos merecen, ni necesitan y que yo no creo tener el derecho de imponerles. ¿Es eso bueno o malo? La estudpidez de que la existencia sea un regalo de la divinidad se vuelve realmente ofensiva donde el pobre experimenta su impotencia ante la carencia irremediable o la opresión. Pobre es pues quien no puede remediar algo y en ese caso, la única bondad posible por sí mismo o por los demás es aceptar la propia pobreza cuando ya no se pueda remediar. Por otra parte es bueno, justo, digno, necesario existir en solidaridad mientras se pueda. Beneficiarse de la solidaridad ajena no constituye un derecho del beneficiario aunque constituya un deber del benefactor. Esos son bienes, constituyen consecuencias del Bien y lo contrario es consecuencia del Mal.
Claro que todo esto es discutible y cuestionable si el nivelador de la balanza se mueve para alterar la posición del fiel, pero eso no cambia el hecho de que el fiel estará en el cero absoluto solo cuando esté geodésicamente correcto.
Parte II
En efecto, esta labor persuasiva, magisterial o pedagógica de Jesús no solo por medio de la palabra (asumiendo que los discursos que se le atribuyen son lo más auténticos posible) sino fundamental y primeramente por la vía de los hechos [«id y decid a Juan lo que estáis viendo y oyendo…» (Mateo 11, 4, énfasis añadido)] ha sido ralentizada precisamente por la tozudez, la resistencia del grupo cercano y es presentada en las narraciones evangélicas de manera comparable a la resistencia que el Galileo encuentra en los demonios excepto que los demonios suelen pedirle que se vaya o se aleje y estos 12 resistentes le siguen y no le piden que renuncie y deje de exigirles lo que les está exigiendo al invitarles a «pasar» a seguirle incondicionalmente. Mirando de cerca, le siguen a regañadientes, pero le siguen, le son incondicionales, pero le resisten. Es esto lo que me representa la «rotura» natural humana, lo que fuera de la condición humana hace que la naturaleza, la realidad biológica, pueda ser catastróficamente destructiva y sea, simultáneamente bella y magnífica.
Esta «ruptura» que todo lleva en sí mismo es un desafío enorme que ninguna explicación resuelve, la del origen del mal, su propósito (porque si ocurre lo tiene), y por lo tanto su necesidad. Huelga decir que Leibnitz es otro de los fracasados al intentar proponer su explicación.
En cierto modo, el Galileo, él mismo víctima del Mal y de su poder material, exige sumisión incondicional, una forma benigna de masificación si se quiere, y la única pieza que nunca «reveló» fue esa precisamente, la de la necesidad, el origen y el propósito del mal, cuestión o cuestiones que ningún libro sagrado antiguo y ninguna ideología posterior han dilucidado,
No resisto terciar. Mi casa en el pueblo donde vivimos ya treinta años hace esquina al Cordel de Villamanrique. Va en línea recta hasta la linde con la marisma de la ermita de la Virgen del Rocio. Unos sesenta kilómetros de camino de tierra. Ayer salieron las carriolas y las carretas de la hermandad del pueblo. Y esta mañana las de algunas de SEVILLA. Una de ellas lleva cuarenta carretas tiradas por cuarenta yuntas de dos bueyes cada uno. Tamborileros y pínfanos. Mujeres vestidas de faralaes y hombres de corto. Así andando y cantando y rezando y comiendo y bebiendo hasta el viernes noche qye entrarán, entraremos yendo en coche por las historias de la operacion que limita un tanto algunos placeres, en la aldea a saludar a la Blanca Paloma. Cuento esto porque huelga decir que la percepción de lo real varía si se está en una carreta cantando rocieras y rezando rosarios a sí como Leibniz se intenta explicar lo inexplicable ni cómo contrarios que se sintetizan o como alternativas de lo uno o lo otro. Don Fernando Urbina, que nació marqués por derecho de primogenitura y dejó las vanidades del mundo este por la sociedad alternativa, explicaba el mundo entrando en el espesor de la realidad. El polvo del camino al Rocio, el sudor, la calor, el sol, las moscas de caballos y bueyes, el afan de cantar la salve a la Pastorcita al llegar son un espesor aquí en el Cordel de Villamanrique que me hace recordar a los arrieros comentaristas habituales, incluido Iñaki, a quienes me encantaría invitaros a hacer el camino, con vino blanco del Aljarafe, tapitas de garbanzos con acelgas y pimentón picante, secreto de cerdo bien frito, bienmesabe y de cuando en vez, café negro cargado y sin azúcar. Animaros y dejar de cavilar sobre temas incavilables los días del camino. Decia San Columbano, en 605 más o menos, y sin haber hecho el camino pues no se había inventado, “¿Quién podrá seguir al Altisimo hasta conocer su ser inexpresable e inescrutable?”. Solo Juan Luis con su experiencia íntima, personal e imborrable De Dios. Intrasmisible. Por eso se ha ido a verlo. Ese sí que es el espesor de la realidad.
¡Hola Alberto! Me alegro de que puedas disfrutar de la Romería y de todo lo que puedas de tu vida que ya veo que es afortunada, con amistades como el excmo. Marqués de Urbina, y el San Columbano.
No tengo esas amistades pero tengo otras. Te cuento. En el Año del Señor de 1986 unos amigos gitanos, de pura sepa, primos del Joaquín Cortés y yo les creo, vecinos de mi hermana en Barcelona por 14 años, que fueron ángeles con mi madre a la muerte de mi padre un mes y una semana después de salir de Cuba, en Barcelona, a los cuales que traté por cerca de ocho meses a mi salida de Cuba, me llevaron a la feria de Sevilla, a la Romería del Rocío, desde las campanadas al amanecer, y después a Granada y por fin Murcia a saludar a una amiga que asistió a mi padre como médico cuando murió. La pasé muy bien en la romería aunque creo que halucinaba, a menudo tan sobrepasado de emociones que lloraba y y reía sin saber por qué, quizás porque las emociones se sucedían tan inesperadamente al ver y oír una expresión de alegría y devoción peculiarísima y que me llegó y marcó muy hondo. Sin embargo nada de eso, que aún recuerdo, me impide perder el tiempo si quieres vanamente sobre temas que me interesan aunque sean completamente insignificantes a otras personas en otras latitudes que pueden llevar otra vida rociada de vino de Aljarafe, desde este otro lugar que ha lanzado sin rubor de ninguna clase el culto a la mentira y a los rumores más extravagantes. Si la religión puede ser para algunos algo falso, pues acá todo es plástico, «joligudense» y falso, pero es lo que hay en este país de cuáqueros. Y ninguna de las dos cosas me impide hacer lo que me parece que te he visto hacer cuando opinas sobre las realidades dolorosas (o no) con las que lidias a menudo.
De nuevo, celebra tu compromiso con el Galileo que unas vacaciones lejos de los juzgados de oficio no va mal. Un abrazo cordial.
Mil perdones, Dr. revuelta, que mi ordenador me jugó una mala pasada posiblemente por causa de mi acento y escribió sepa cuando quise dictar cepa, en la cuarta línea. Si me cabe alguna penitencia por el gazapo, pues con gusto la cumpliré. ya me dirás.
Tres avemarías y el acto de contrición.
Bueno, la penitencia me ha parecido excesiva si viene impuesta por alguien que regresa de una romería, en la que puede ocurrir practicamente casi todo. Pero trataré de hacer como ordenas.
Parte I
Leo «La pasividad es la nota dominante».
En el contexto de Marcos 3, 31, Jesús pide la adhesión incondicional y permanente como requisito de entrada a su grupo («paso») el cual, bajo el liderazgo-ejemplo del propio Galileo está instituyéndose en «sociedad alternativa», cuyo «programa» es trabajar por la paz, optar contra la riqueza, implantar la justicia (Mateo 5, 6-9). Esta adhesión tiene forma de renuncia a sí mismo, al «propio» proyecto para ser leal a Jesús (Mateo 10, 38). La decisión de «dar » el paso para «estar» con Jesús, ella misma, es la única opción personal válida. Esta acción optando por el sometimiento en obediencia (en el sentido estricto de escuchar acoger lo escuchado sin resistir) parece que sea el seguimiento. Si comprendo correctamente Jesús no está contra la pasividad, sino contra pasividad que no sea fruto de una opción personal, que no implique la intención de constituir y adelantar la sociedad alternativa de parte de quien da el paso a su interior porque quiere darlo.
Nuestra rotura es la que pudiera convertir esta misma expectativa de Jesús en fascismo, en fanatismo, por lo tanto, en escisión, en división y «sombra de muerte», en «partido», pretensión de que los demás no saben lo que han de hacer, solo nosotros lo sabemos y solo bajo nuestro liderazgo lo pueden lograr. Este separatismo es diabólico, en el sentido literal, divisorio.
Si lo comprendo correctamente, la «sanación» que el Galileo trata de efectuar tiene la forma de la persuasión, pero aún en las pretensiones de los hijos de Zebedeo y su madre (este trío tiene tela), en el intento de guerra de Pedro (en el momento de la detención en el huerto) y más tarde su negación, tan próximos ya en el tiempo, al momento del asesinato esta labor persuasiva no ha sido muy exitosa.
¿Acompañamiento y/o seguimiento? Bellísima exposición con respecto al Proyecto del reino que anunció jesús, que bien podría derivar en otra disyuntiva frente a la cual podría formularse así ¿juntos o unidos? distinción fácil de confundir en el contexto convulso político que vivimos.
Pienso que para penetrar en él y comprenderlo deberíamos tener en cuenta ambas distinciones porque, por ejemplo, frente a cualquier proyecto social o político en el que los políticos siempre aclaman no al hecho de ir unidos sino juntos, hace de esta idea un conflicto pues suscita una cierta sospecha, ya que si se aludiera, en cambio, a la unidad ésta ineludiblemente nos evocaría ha considerarla como una forma de unidad lograda primero en la propia persona para luego, en la marcha hacia el proyecto quedar comunmente subsumida.
Por fines políticos interesados, se incita no a la unidad – la unidad nunca produce masa – sino al compuesto de sus partes subyaciendo y persistiendo en ellas la dualidad y por tanto la disgregación que es la antítesis a la idea de unidad.
…Una pequeña corrección en el último párrafo “Se incide no en la unidad sino que se incita a la dualidad, a las suma de las partes no al crecimiento etc, etc.,
Leo «…Pero las masas oprimían al pequeño colectivo de seguidores; impedían la vida del grupo; dificultaban la acción y la decisión de individuos que sí apostaban por el proyecto; facilitaban el anonimato y servían de cobijo a la falta de compromiso individual. La multitud animaba con su volumen a curiosos, despertaba el entusiasmo y encendía los ardores de violencia revolucionaria. Pero, sobre todo, la muchedumbre, yendo apelotonada a la zaga del Galileo, generaba una falsa identidad a la sociedad alternativa o reinado de Dios.» (Énfasis añadido)
Este nuevo artículo de Salvador me resulta particularmente cercano porque en estos días, mientras preparo la renovación de una parte de mis licencias profesionales, me ocupo de las formas sutiles de la violencia y una de ella es precisamente la manipulación de las masas que es un fenómeno extraordinariamente actual y del que se estudia mucho para ambas cosas, tratar de remediarlo o para sacarle más provecho, por ejemplo, en la publicidad, las campañas políticas, etc.
Me parece que Salvador apunta a la violencia que la masa, como si fuese una persona, es decir en conjunto, inflige al grupo del Galileo y de la que solo éste parece tener consciencia. Me recuerda el pasaje en el que Jesús advierte que alguien ha hecho contacto con él en medio de un apretado grupo cuando la mujer de los flujos resulta curada al tocar el borde de la túnica de él (Lucas 8, 44). Los discípulos ante la sensibilidad del galileo, se la reprochan precisamente porque todo el mundo está en contacto con todo el mundo indiferenciadamente.
También me viene a la mente el pasaje de Mateo 9, 36 en el que se atribuye al Galileo haberse conmovido viendo al pueblo precisamente masificado, como ovejas sin pastor y en lugar de reprocharles, se emociona de tristeza.
A esto se suma el cansancio que debió sentir cuando los «suyos» demostraban no comprenderle o seguir apegados a modos de pensar y actuar que precisamente el Galileo creía y deseaba que abandonaran.
Una cuarta dimensión me la aporta Charles de Foucauld y su deseo de vivir en el anonimato. Recuerdo el episodio narrado por François Six en el «Itinerario» en el que, estando en el convento de las Clarisas de Nazareth, se deja tratar como un ignorante para aprender de la humillación. En su caso es una especie de movimiento hacia la masificación que posiblemente tenía raíces en su anterior vida disipada y quizás rechazo por ella o sentimientos de culpabilidad asociados a ella.
Y pienso en María, ejemplo de mujer doblegada que es lo mismo que masificada, porque en última instancia eso es la opresión, el ninguneo que arrebata toda identidad particular, que aliena.
Pero intuyo que todo esto que me parecen como piezas sueltas tenga que ver con el hecho que he mencionado en otros lugares de que los seres humanos somos «rotos» y, en este caso, el paso a la sociedad alternativa pudiera representar una oportunidad de sanar dicha rotura, con un «caveat»: El peligro de rebelarse contra alguna parte de la rotura que no se pueda sanar y el del orgullo, que en ese caso, conduzca a la soberbia y la amargura, porque no se pueda aceptar ser roto.
Hola!
En torno a la cuestión de SER HÉROES
Carmen e Iñaki dicen lo que, tal vez, alguna vez nos hemos preguntado
(y silenciado por no encontrarle formulación ni clara solución).
…………………….
Es que el concepto de HÉROE implica el de HAZAÑOSO (hacer PRODIGIOS).
(toca al HÉROE, por eso, ser hijo de dios).
Y eso es lo que una Tradición (traicionera) nos hubo enseñado de Jesús:
Jesús es nuestro HÉROE “el Salvador”. Hacía MILAGROS (PRODIGIOS) “a rolete”.
…………………….
Pero hay otro Concepto de HÉROE que es el que nos des-cubre Miguel de Cervantes Saavedra:
“DON QUIJOTE”, que concentra toda su Persona en lo más decisorio del ESPAÑOL:
“LA VOLUNTAD DE”, que es la clave de este Artículo: LA DECISIÓN.
En la Novela le ocurre declarala:
“Podrán quitarle la aventura, pero el esfuerzo y el ánimo es imposible.
– Serán las aventuras vahos de un cerebro en fermentación,
– pero la voluntad de la aventura es real y verdadera.”-
…………………………
La aventura es una dislocación del orden material, una irrealidad.
– En la voluntad de aventuras, en el esfuerzo y en el ánimo nos sale al camino una extraña naturaleza biforme. Sus dos elementos pertenecen a mundos contrarios:
– la querencia es real (la del individuo concreto), pero
– lo querido es irreal (la aventura de querer ser tal persona).
Entonces nos preguntamos:
¿Cómo hay modo de que lo que no es —el proyecto de una aventura—
gobierne y componga la dura realidad?
– Tal vez no lo haya, pero es un hecho que
– EXISTEN HOMBRES DECIDIDOS
– A NO CONTENTARSE CON LA REALIDAD.
– Aspiran los tales a que las cosas lleven un curso distinto:
– se niegan a repetir los gestos que
– la costumbre,
– la tradición y, en resumen,
– los instintos biológicos
– les fuerzan a hacer.
* A estos hombres llamamos HÉROES
PORQUE SER HÉROE CONSISTE EN SER UNO, UNO MISMO.
Si nos resistimos
– a que la herencia,
– a que lo circunstante
nos impongan unas acciones determinadas,
es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros,
– el origen de nuestros actos.
* Cuando el HÉROE quiere,
– no son los antepasados en él o
– los usos del presente quienes quieren,
– sino él mismo.
Y ESTE QUERER ÉL SER ÉL MISMO ES LA HEROICIDAD.
…………………………
No creo que exista especie de originalidad más profunda
– que esta originalidad «práctica», activa del HÉROE
–. Su vida es una perpetua resistencia a lo habitual y consueto.
– Cada movimiento que hace ha necesitado primero
– vencer a la costumbre e
– inventar una nueva manera de gesto.
* Una vida así es
– un perenne dolor,
– un constante desgarrarse de aquella parte de sí mismo
– rendida al hábito,
– prisionera de la materia.
Me ha gustado un momtonazo.
Pero no creo que sea cierto lo que dices al final. Según el concepto que manejas de héroe, no tiene por qué traer aparejado una vida de sufrimiento. A veces sí y a veces no. Pero si tienes una vida lo suficientemente larga como para tener tiempo a reflexionar sobre ella, probablemente des tu vida por bien empleada porque la recompensa eres tú mismo. No quiero decir que sea una vida fácil, pero anda que estar siempre sometido a normas y a la opinión de los demás, tampoco es como para aplaudir. Uf.
Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser…
Bajo el ala del sombrero,
cuántas veces embozada
una lágrima asomada
yo no pude contener…
Si crucé por los caminos
como un paria que el Destino
se empeñó en deshacer…
Si fui flojo, si fui ciego,
sólo quiero que comprendan
el valor que representa
el coraje de querer.
Era para mí la vida entera,
como un sol de primavera,
mi esperanza y mí pasión.
Sabía
que en el mundo no cabía
toda la humilde alegría
de mi pobre corazón.
Ahora,
cuesta abajo en mi rodada,
las ilusiones pasadas
yo no las puedo arrancar.
Sueño
con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá.
Por seguir tras de su huella
yo bebí incansablemente
en mi copa de dolor,
pero nade comprendía
que si todo yo lo daba
en cada vuelta dejaba
pedazos de corazón.
Ahora, triste en la pendiente,
solitario y ya vencido,
yo me quiero confesar.
¡Si aquella boca mentía
el amor que me ofrecía,
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más!
Carlos Gardel canta muy bien, para mí gusto es el mejor cantando tangos. Pero no es unas castañuelas, precisamente.
No se vale deprimirse. No conduce a nada.
Hola Salvador
Me pasa un poco lo mismo que a Carmen. Como que soy demasiado de este mundo me cuesta entender el verdadero sentido de algunos textos evangélicos.
Todo aquel de vosotros que no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser discípulo mio.
Y ahí aparece la lista de padre, madre, hijas, hijos, hermanas, hermanos y hasta uno mismo con su cruz a cuestas.
Soy uno más de los siete mil millones de habitantes de nuestro planeta Tierra. Dentro de esta enorme multitud, pertenezco a la minoría relativamente privilegiada de cristianos. En ella, en mi modesta opinión, predominamos los acompañantes, frente a los seguidores.
A estas alturas de la historia, la adhesión al proyecto del Galileo, tan ligado a la justicia y a la ruptura con el TENER, parece alejarse de la vida consagrada dentro de las diversas religiones.
Intentar ser un poco sal de la vida, para avanzar hacia la plenitud humana, tendría más que ver con lo de …tuve hambre y me diste de comer, tuve sed…,estuve enfermo…, desnudo…,en la cárcel,….. y para esto no hace falta abandonar a nadie, con la presunción de acercarte a un dios que, esté donde esté, seguro que no te necesita para nada.
A mis ochenta y pico de años, ante el error de la insolidaridad colectiva, no seré yo quien lance la primera piedra, contra nadie. En el tiempo que me queda intento disfrutar de las ventajas de ser, en la medida de mis posibilidades, un poquito más solidario.
Un abrazo
Hola Iñaki
Me alegra conectar otra vez contigo, esta vez a través de ATRIO.
La adhesión al proyecto del Galileo se ha confundido con una religión. Grave error. Estar adscrito a una religión sale barato. Los que tienen el dinero suelen ser muy religiosos. Lo era hasta el pequeño dictador del bigotín. Pensaba que podía robar a mansalva y matar a quien se le pusiera por delante. Lo justificaba con la religión. Estaba seguro de que con sus métodos asesinos liberaba a la iglesia católica de masones y comunistas. Si te acuerdas, nunca pasó más miedo que cuando el obispo Añoveros le amenazó con excomulgarle si se atrevía a desterrarle.
La tarea de Jesús no consistió en premiar a sus seguidores con una vida para después de la muerte. Para conseguirla ni siquiera hace falta ser religioso. Basta con ser honesto. Esto es lo que afirmó el mismo Galileo. A veces se falsifica el texto repitiendo sin pudor que en el relato del rico Jesús le dijo que para heredar la vida eterna tenía que cumplir los mandamientos. ¡No es cierto! Le dijo que cumpliera SEIS mandamientos, los referidos a las relaciones de justicia con los demás. Pero omitió intencionadamente los referidos a Dios, los cuatro primeros (Mc 10,17-22; Mt 19,23-30 y Lc 18,24-30). Es tema se trató en el art. EL GALILEO ESTA QUE TRINA.
Si nos fijamos, las condiciones que puso a las masas para seguirle coinciden con la primera y la última bienaventuranza, las únicas que teerminan hablando del reinado de Dios. La primera habla de renunciar a la ambición; la última de asumir los riesgos. El sistema genera muerte porque reina la ambición y persigue cuando se ve en peligro. Ser alternativa supone apostar por la solidaridad, la justicia, la igualdad y la libertad. Eso es lo que proporciona la auténtica alegría. (Las condiciones conllevan estar “DICHOSOS” Mt 5,3.10). Ser alternativa implica presentarle cara al sistema con una praxis contraria a la suya, siendo consciente de que no le gustará saber que se abre otro camino opuesto a su manera de hacer. En el evangelio de Juan se alude al sistema bajo la expresión “el mundo este” (no, “este mundo”). El pronombre se escribe detrás en sentido despectivo como cuando el Galileo habla de Judas en la cena; se refiere a él diciendo: “el hombre ese”.
Ni Jesús estaba por la miseria ni alentaba a arriesgar innecesariamente. És lo apostó todo por la vida.
Ser solidario, como dices, supone estar de su parte.
Te mando un fuerte abrazo, Iñaki.
Me alegra, Iñaki, sentirte vivo y tan sincero. Como verás, según comenta Salvador, en la solidaridad y en el ser conscientes de los riesgos está el contento, la bendición, la paz interior.
Un gozo leeros. Muchas gracias a los dos. Un abrazo.
Con tu permiso Antonio, me permito transcribire aquí este resumen, que hace el autor de un artículio que sale en Red Volvaire y cuyo autor es Bruno Guigue.,, cuyo título es LA FÁBULA DEL LIBERALISMO SALVADOR DEL MUNDO.-
En resumen, para justificar la imagen de salvador del mundo , el liberalismo tendrá que algo nuevo que aportar a los dos países más poblados del planeta. (India y China). Que la China comunista sea responsable de la parte fundamental de lo que se ha hecho por erradicar la pobreza en el mundo y que ese hecho no se dé a conocer a la opinión occidental ess algo que dice mucho sobre la ceguera ideológica prevaleciente. Pudiéramos continuar este análisis mostrando que un pequeño país del Caribe sometido a un bloqueo ilegal ha sido capaz, a esar de esee boqueo, de construir un sistema de educación y de salud sin equivalente entre los países en desarollo. Con el l00% de sus niños y adolescentes escolarizados y con un sistema de salud ampliamente reconocido por la Organización de la Salud (OMS) Cuba realizó recientemente la proeza de ofrecer a su población una esperanza de vida superior a la de Estados Unidos y una tasa de mortalidad infantil equivalente a la de los países desarrollados.
Los métodos que han permitido a Cuba alcanzar esos resultados nada tienen de liberal pero cada cual tiene su propia concepción en materia de derechos humanos: al reducir la mortalidad infantil de 79 por mil (en l959), a 4,3por mi en 20l6. el socialismo cubano saalva miles de niños cada año.
Para comprobar los maravillosos efectos del liberalismo basta con ver lo que sucede en el resto de la región.Por ejemplo Haití, protectorado estadounidense con una esperanza de vida de 63 años (en Cuba es de 80 años, y la República Dominicana- un poco mejor que Haití -donde a esperanza de vida es de vida es de 73 años y la mortalidad infantil es 5 veces superior a la de Cuba.
Pero esas nimiedades no afectan en nada a los afectos al liberalismo.Estos ven esa doctrina como una panacea – término perfecto por ser la panacea un remedio mitológico, y por tanto inexistente- cuyas virtudes iluminan a todos desde este Occidente que ya lo aprendió todo y que desea extender sus beneficios a poblaciones derretidas de emoción por tanta bondad y dispuestas a poner su fe en el homo econommicus, la ley del mercado y la libre competencia. Tomando el fruto de sus elucubraciones por hechos del mundo real , confunden iniciativa privada- que existe de diversos grados en todos los sistemas sociales- y liberalismo , una ideología desconectada de la realidad, que solo existe en las mentes de los liberales , para justificar sus propias prácticas.
Si la sociedad fuese como los liberales dicen funcionaría con tanta regularidad como el movimiento de los planetas. Las leyes del mercado serían tan inflexibles como las leyes de la naturaleza . Como un director de orquesta , el mercado armonizaría los intereses divergentes u distribuiría los recursos de forma equitativa., Toda intervención estatal sería nociva ya que el mercado genera espontáneamente la paz y la concordia.La fuerza del liberalismo reside en que esa creencia, legitima la ley del mas fuerte como algo sagrado, el acto de apropiarse del bien común.
Por eso el liberalismo es la ideología espontánea de las oligarquías sedientas de dinero, de las burguesías avariciosas.
El drama del liberalismo es , en cambio que se ve desechado por inservible cada vez que una sociedad prioriza el bien de todos y pone el interés común por encima de los intereses particulares.”Fuente: La Grand Soir. (France).
TODOS somos llamados a seguir a Jesús en el camino diario de la Cruz y la renuncia pero no todos podremos llegar al martirio por El…Por eso en la casa del Padre hay muchas moradas…Al joven rico le dice que lo necesario era “guardar los Mandamientos de la Ley” y como el ya lo había hecho pensó el joven que quería “algo más” y por eso Jesús le muestra una alternativa mejor: “si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto posees y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y vuelto acá, sígueme” (Mateo 19:16-22). Algo radical.
Por eso, para los que no llegan a alcanzar esta meta, Jesús ofrece Su Misericordia a todos, y nos llama en la vida oscura y ordinaria, en la soledad y en la tristeza, en medio de la algarabía del mundo, en la enfermedad, en la pobreza, y en la salud y prosperidad, en los éxitos y fracasos e infortunios de esta vida, pues nos llama a la conversión hacia El que es el Bien Supremo. A la conversión al bien y al rechazo del mal
Ante Jesucristo existe el arrepentimiento y el perdón de nuestras faltas y de nuestras vidas..”Si mis mandamientos guardáreis, permaneceréis en Mi amor: como Yo he guardado los Mandamientos de Mi Padre, y permanezco en Su amor. Estas cosas os he hablado para que Mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:10-11) Dios suple lo que falta y “mira el corazón”. La clave está en el Amor. Esto es lo que nos da “el gozo”..,
Saludos cordiales
Santiago Hernández
Aunque me condene por el pecado ese general o como se llame de Soberbia, no quiero misericordia, solamente quiero comprensión. Porque si acepto el juego de que hay un dios pendiente de lo que nos pasa a los humanos y nos pide cosas y es tan bueno y misericordioso que nos perdona si no cumplimos sus deseos, si acepto ese juego, entonces yo, mi persona, no lo puede perdonar a él. Tengo tantísimas cosas que reprocharle que no lo quiero ni puedo perdonar. A lo mejor porque soy un ser humano y tengo mis limitaciones. Y perdonar es cosa de dioses y no soy ninguna diosa.
No. No quiero misericordia. No. Quiero comprensión. Y no por su parte, sino por parte de las personas que me rodean.
Y si me tengo que ir al infierno por soberbia, porque resulta que ese dios extraño existe, prepare se todos y todas, porque depende de cómo tenga el día acaban haciéndome compañía. Ya he pedido el aire acondicionado. A ver si hay suerte y prospera mi petición.
No pido que piense como yo. Solamente pido que comprenda no tanto lo que digo como lo que quiero decir.
Buen día.
Es que tanto la compasión, la misericordia y la comprensión provienen del Amor divino infinito. Es para comprendernos mejor que el Hijo verdadero de Dios asumió nuestra propia naturaleza humana. No podemos decir ya que El no conoce lo que es sufrir porque quien pasa las penas de esta vida y termina en los horrores de la flagelación y la crucifixión sabe perfectamente lo que es sufrir. Por eso Cristo glorificado puede comprendernos y compadecerse de nosotros al mismo tiempo.
Por otro lado, nosotros a los que nos donaron inexplicablemente el venir a existir, debemos aceptar el don en primer lugar. Este don nos supera de tal manera que no podemos obtener todas las respuestas. Èstas no pueden estar aquí abajo puesto que NADA puede colmarnos de la plenitud a la que aspiramos.
Sin embargo aún en la oscuridad y en las tragedias humanas tenemos resplandores del entorno, cuyo origen se encuentran en El. Esta FE, aunque ténua nos va sosteniendo, puesto que siempre vamos a amar y esto es una tabla en la que subsistimos. La paciencia d e
Dios es infinita, como su capacidad para comprendernos. El siempre espera el momento preciso para “derribarnos del caballo” y creo que a El siempre podemos darle todas las quejas y reproches, y comunicarle todo lo que se nos ocurra puesto que venido a esta tierra nos mostró que El está vivo y siempre permanece sigilosamente a nuestro lado. Esta es la fe del Pueblo de Dios en la que todos nacimos y nos criamos. Èsta fluctúa pero siempre se encuentra grabada en lo profundo de nuestro propio ser.
Un saludo afectuoso
Santiago Hernández
El jugarse el todo por el todo nada tiene que ver con un sacrificio heroico. Es equivocado pensar que hay que sudar la gota gorda agobiados un día sí y otro también tras un objetivo inalcanzable. Se trata de una apuesta con ventaja porque se sabe de antemano que se gana. De ahí que se haga con alegría. ¿No habéis leído esta parábola de Mateo?:
“Se parece el reino de Dios a un tesoro escondido en el campo; si un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y de la alegría va a vender todo lo que tiene y compra el campo aquél “ (Mt 13,44).
La sociedad alternativa o reinado de Dios es un tesoro. No consiste en la llamada vida eterna; para eso, según el evangelio, basta ser honesto. Su gran valor reside en lo que ese proyecto propone: la plenitud humana.
Si tengo ocasión y mi ojo me lo permite en otra serie explicaremos este asunto.
Entre los seguidores del Galileo resulta casi imposible encontrar héroes. Si hubo alguno fue la Magdalena
Voy a pensar dentro de mis limitadas psoibilidades.
Pues yo no sé cómo he leído estos textos en otros momentos de mi vida, o es que yo ahora estoy en otro momento, pero al leer nuevamente estos textos tan tajantes, pues me he puesto a pensar.
Creo que cuando los evangelistas escribieron los evangelios habían pasado muchas cosas en sus vidas. Pienso que adquirieron una convicción profunda de que Jesús era el Mesías esperado por Israel, es decir Dios mismo, enmarcado (encarnado) en un ser humano como uno más, pero diferente. Lo que no habían visto estando vivo Jesús, lo vieron después de muerto, y vieron que era un ser humano muy especial. El tema de coger la cruz, no cabe duda que fue a posteriori de su muerte. Uf, se ha insistido tanto en la cruz, en el sufrimiento, en este valle de lágrimas, que casi sientes culpabilidad cuando eres feliz.
Pablo de Tarso vio más, y fue capaz de elaborar una teología tan bien estructurada que hizo posible la construcción de una nueva religión, cosa que Jesús nunca habló de nuevas religiones, él fue un judío muy en conexión con lo mejor del AT, a lo que Pablo añadió que vino a salvar el mundo del pecado de Adam.
Yo siempre me he preguntado por los millones de personas que vivieron antes de Jesús, que, al igual que nosotros, ”en él vivimos, nos movemos y existimos”, al igual que cualquier elemento cósmico existente, solamente que, al ser seres pensantes y con conciencia, podemos optar o desechar desterminadas posibilidades que nos ofrece la vida.
Pero antes de Jesús, cuantísimas personas desde esa partícula divina que todos y todas somos, hicieron el bien, seguro que muchos/as de forma heroica, sin tener como referente a Jesús, sin sentir la necesidad de ser salvados de pecado alguno.
A veces da la impresión de que Dios comenzó a existir a partir de Jesús y que, solamente los cristianos hemos tenido acceso a único Dios verdadero. Es decir, ¿de los miles de años o cientos de miles, según el grado de evolución de los homínidos a los que le siguió el homo, Dios estaba ausente de su conciencia y de su vida? Eso sin tener en cuenta a Confucio, a Buda a los filósofos griegos, a tantos dioses y religiones, etc. etc.
Lo que pasa es que en occidente el cristianismo nos ha envuelto de tal forma, que nos creemos los únicos de los que Dios se ha acordado enviando a su hijo encarnado y que somos superiores a todo otro tipo de colectivo religioso.
Yo sí creo que con Jesús empezó una nueva era, que Jesús fue un ser extraordinario como persona, que su mensaje sigue siendo válido universalmente desde los valores intrínsecos que conlleva, pero no queramos meter toda la historia de la humanidad en un puño excluyente.
Pienso que estos textos, como dice Carmen, desaniman a cualquiera, o sí a esta rotundidad o no tienes cabida en el seguimiento de Jesús. A mí me gusta ver a un Jesús que invita, que sugiere, que da ejemplo de que es posible otro tipo de sociedad viviendo los valores humanos. Pero intento no visualizarlo como un tirano. Los escritores del NT eran hijos de su cultura, de su religión y de su tiempo. Nosotros y nosotras, siguiendo ese horizonte jesuánico, hacemos lo que podemos.
Creo que este post da mucho de sí.
Puestas así las cosas, ¡aquí no se salva ni Dios!.
Por otro lado, es concordante con los dos mandamientos de Jesús, el de ser perfecto como el Padre y el de amaos los unos a los otros, que no hay quien los cumpla.
Este radicalismo de Jesús es bueno, porque por mucho que crezcas, te esfuerces y mejores, siempre estarás en deuda, siempre imperfecto, nunca podrás presumir de ser santo, ni siquiera bueno, y, estés donde estés, tendrás que seguir peleando, pero no valen ya las recetas típicas de todas las religiones para salvarse, incluida la de los nueve viernes.
Pero si el Padre es amoroso y misericordioso, no hay problema, porque sabe de sobra de qué arcilla estamos hechos los seres humanos.
¡Lo comparto!
Especialmente el final de su comentario.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Dadas las circunstancias y condicionamientos humanos, que se heredan y adquieren, pues esto de la decisión a pensar detenidamente, se deja oír en la puerta donde el corazón y la cabeza se toman de la mano, entrelazan bien y se conectan estrechamente.
Veo que primero es conocerse la persona a sí misma, para no dejarse llevar por las modas atrayentes que igual que vienen se van. Y según la situación concreta personal, que las puede haber infinitas, en qué se está abierto y dispuesto a aportar y en que modo colaborar.
Las vías violentas, no son libres, y sí contrarias a la inteligencia incluyente y la lucidez, se quedan descartadas, antes de encaminarse a llegar a lo que nunca es definitivo y está siempre por hacer, reestructurar y complementar.
Las herramientas y los medios utilizados no dejan de ser conciliadores, y tratan ante todo de hacer que otras personas lo hagan suyo, propio, y que a su vez, disciernen lo que en ellas las hace disponibles para otras personas y para la sociedad más inmediata en la que viven y se mueven.
Jesús es pionero en esta manera de ver, contraria a lo establecido. Se desmarca del orden impuesto. Es libre y liberador, de gran inteligencia y comprensión, de amor compasivo que sabe desaprender y ha aprendido a mirar y verse en las personas que sufren y que calladamente están demandando reconocimiento en respeto, igualdad y justicia universales.
No creo que haya dicho nada nuevo. El texto de Salvador es una reflexión incomparable. Llama a dar el pado definitivo. También es respetuoso. Muchas gracias.
Nunca llegaré a ser un grano de trigo que da fruto. Pero a lo mejor llego a ser un grano de centeno. No es lo mismo. En realidad a mí me gusta el centeno. Lo que me hubiese gustado ser es un guardián entre el centeno, guardando a los niños para que no caigan en el precipicio. Eso en realidad es lo que me hubiese gustado ser. Quién conozca el libro sabrá que no tengo solución.
Besos.
El ser humano, humano es.
Si el proyecto de Jesús es para héroes y heroínas, reconozco que soy una persona normal. Luego no tengo cabida en él.
No obstante, seguiré mi marcha. A mí ritmo y dando tropezones. Así soy. Una mujer llenita de contradicciones. Sorry.
Carmen, estás mucho más cerca de Él de lo que ves en ti.
¿Donde dice que hay que ser heroína?
Solo hay que estar en consonancia con su proyecto… y hacer cada cual lo que pueda.
Para mí,la hermosa parábola del sembrador lo expone con claridad; toda persona, que tiene claro por donde caminar y opta por ello:
¡Tiene cabida en su Proyecto!
Solo hay que contemplar, como eran sus amigos más allegados, y los amó hasta el extremo; nunca dejó de mostrarles el camino, les regañó alguna que otra vez… porque no terminaban de comprenderlo… pero jamás los dejó, sabía de que “pasta” estamos hechos, y al final, todos dieron su vida por el Proyecto.
Solo nos pide, no perder la perspectiva de lo que proclamó.
Y eso está muy claro:
¡¡¡No puedo servir a dos señores!!!
O ser buena persona… o servir a los fines del dios dinero.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
Leyendo este profundo art. me pregunto:
¿Qué le pasa a esta humanidad, que se muere a chorros de dolor, la mayor parte de ella… por no cambiar el “dial” de nuestras emisoras, y cambiar de una vez, hacia aquel..:
¡Adherirse al Proyecto de Dios! que el Galileo proclamó, y con él…Cambiar aquellos lugares donde se pueda vivir plenamente ese hermoso Proyecto?
Hemos sido educados en la parafernalia, que solo a las religiones interesa… igual que sucedió en aquella época, y que se llevó por delante la Vida del Galileo.
Sin temblarles las manos, sin sentir el mínimo dolor, ante aquella cobardía sin par.
No es cuestión, como muy bien explica el apartado 7.- de creencias, es:
¡¡¡De seguimiento, de adherirse en cuerpo y alma al Proyecto del Galileo!!!
Sin medias tintas, o se es, o no; así de sencillo. Aquí no valen… ni en ningún compromiso serio… las medias tintas; eso tan típico:
¡Que me quede como estoy!
El precio que tienen que pagar por ello, otras muchas personas, ni fu, ni fa.
La semilla que sembró el Galileo, es tan potente:
¡Que nada ni nadie podrá contra ella!
Porque allá, donde se hace presente:
¡La Vida crece en abundancia!
Claro está, que los poderes de este mundo son tan fuertes, que nunca harán que esa labor se lleve adelante fácilmente; y ya sabemos como suelen apagar esos “fuegos” que purifican la vida de los desposeídos de este mundo.
En Juan Luis, tenemos un ejemplo de vida comprometida y fructífera, consecuente, limpia de polvo y paja eclesial… y como es costumbre… esta le volvió la espalda; no puede consentir, que se vengan abajo sus tejes-manejes, y todo ello en nombre de “dios”.
¡No! El Dios-Abba que proclamaba el Galileo.
Sino, el que se han configurado a su imagen y semejanza; por eso la palabra… Dios … se ha devaluado tanto, que buscan la manera de borrarlo del universo.
Porque no estamos hablando de religión, beatitudes, soflamas…
Estamos hablado de adhesión, compromiso, seguimiento, cueste lo que cueste; porque quien se siente atraído por este Proyecto, no le importa lo que le pueda suceder, ni que pasará mañana, incluso, después de la muerte. Lo que tenga que suceder… Sencillamente:
¡Sucederá!
Sin promesas salvadoras, sin ataduras religiosas… o lo sigues con plena decisión, o te quedarás en mera comparsa.
¡Gracias Salvador, alimentas mi alma-espíritu, con tus lecciones de Vida plena!
Un gran abrazo hermano.
pili
Hola Salvador.
Demasiado para mí. En este momento me siento como aquel joven rico que no sé en qué evangelio sale.
Demasiado.
Un abrazo