Desamparo y mafias interculturales

        El miércoles es el día que dedicamos los juristas de la abogacía pro bono, a recibir a las personas que acuden al despacho en las dependencias de la parroquia de las 3000. Este pasado miércoles cuando llegamos a las 9.30 am había ya 17 personas esperando. Asistíamos un servidor y dos juristas.

        Recibí desde esa hora hasta las 2 pm, a nueve mujeres y a dos hombres. Mis compañeros atendieron a los restantes y a algún rezagado que llegó tarde. Quiero resumir dos de los asuntos más delicados y que expresan bien las penosísimas circunstancias en que viven aquellos a quienes atendemos. Antonio, Honorio y Juan han destacado aquí últimamente las contradicciones de nuestros regímenes políticos especialmente de las izquierdas atrapadas entre el poder, las ilusiones y los impedimentos que el capitalismo les impone. Nos impone.

•  1/ Una mujer de unos cincuenta y tantos años, alcoholizada crónica, compensada aparentemente. Viven con ella sus tres hijos mayores de edad y trabajando uno de ellos que mantiene la unidad familiar (Hacienda dixit) con 700 euros al mes por 10 horas de repartidor al día en motillo.  Una de las hijas alcoholizada y drogodependiente extrema, con un crío de ocho años que vive con todos ellos y padece las tensiones de peleas y embriagueces. Llevamos unos meses interviendo en el expediente de desamparo que los servicios sociales y los fiscales están impulsando para sacar al niño de ese infierno.

        La madre del niño desapareció el sábado y la estuvieron buscando por los alrededores toda la familia, niño incluido. La encontraron a primera hora de la noche del lunes, en un parque cercano, desnuda de cintura para abajo, ida, drogada. La llevaron al hospital y en cuanto pudo desapareció y continúa desaparecida.

        La otra hija padece una minusvalía psíquica valorada en un ochenta por ciento de dependencia.

        La angustia irracional de la abuela y de la tía del nene que no aceptan la retirada del mismo a causa de la locura de la convivencia con gritos, peleas y borracheras un día si y otro también, les obliga a venir a desahogarse y a esperar un milagro legal imposible de conseguir pues los fiscales llevan razón y el desamparo debe ser aprobado por su señoría en cuanto esté acabado el expediente. Y no estamos en condiciones legales ni morales de oponernos como abogados a esa sensata decisión del juzgado

        Así que el Código Civil no sirve para que madre e hija sonrían cuando trato de convencerlas de que lo mejor para el niño es ir a un piso tutelado. Solo cuando les digo que la Biblia, pues pertenecen a una iglesia evangélica donde se reúnen los sábados, cuenta la historia de Noé borracho y a sus hijos tratando de taparlo y que Yhwh se enfadó porque habían visto la desnudez de su padre, igual que su nieto y sobrino la de su  madre y que eso no lo veía bien la Biblia se medio convencieron de que había que esperar a lo que decidiese su señoría porque ya les expliqué lo que decía san Pablo de que hay que obedecer a las autoridades.

        Se calmaron algo y pudimos ir terminando la conversación sin demasiado agobio. “Qué le vamos a hacer”. Es lo mejor para el niño y cuando sea mayor se lo agradecerá a ustedes. “Como los hijos de Noé?,”. Más o menos. “Pregúntenle  al pastor y que les expliqué lo de la borrachera de Noé”. “Eso no lo hemos oído”.

• 2/ Nigeriana llegada hace seis años en patera a Motril, con una hija de un año, de marido de camino. Entre las compañeras de Cruz Roja y nosotros conseguimos que la nena se quedará en guarda de hecho con las hermanitas de Sor Ángela de la Cruz, en un pueblo cerca de Sevilla, mientras ella estaba todo el día en un semáforo vendiendo pañolitos para sobrevivir. Así pasó cuatro años, visitando a su niña los domingos y ahorrando de los 15 € que ganaba al día con los pañolitos.

        Hace dos años formó pareja con un compatriota y se trajo a la niña con todos los pronunciamientos legales, aun careciendo de permiso de residencia y permaneciendo pese a los años semáforicos en situación administrativa de ilegalidad. Y con su pareja ha tenido gemelos, niña y niño a los que les han puesto el mismo nombre para ahorrar neuronas al llamarlos. Tienen ya dos años.

        Han estado viviendo en una habitación húmeda y desconchada en las paredes, alquilada por otro compatriota que destina su vivienda a piso patera y con lo que saca de alquilar los cuartos, siempre a nigerianos en situación ilegal, vive él tan ricamente. Los cinco en esa imposible habitación han estado pagando 250€ mensuales. Un piso de dos habitaciones en Sevilla viene costar entre 500 y 600€.

        Cómo no podían seguir allí pues los niños estaban resfriados un día si y otro no con la humedad, le hablaron a uno de los hombres de un clan gitano que se dedica a prestar dinero con un interés cinco euros por cada uno del total del préstamo y a quedarse con los pisos expulsando a los propietarios o inquilinos bajo amenazas cuando no pagan las usurarias cantidades que astronómicamente ascienden hasta convertirse en imposibles de pagar.

        Les alquiló uno del que habían tenido que salir a escape los inquilinos amenazados. Pagan 300€ mensuales, sin contrato, sin papel, con luz enganchada, con dos habitaciones, en un bajo interior sin apenas luz natural. Cuando le pido que me traiga el recibo, me cuenta que el día de cobro el gitano toca la ventana de la cocina, asoma la mano y se lleva los trescientos euros, sin dejarse ver. Y sin recibo.

        Estamos intentando montar un expediente para solicitar vivienda pública del parque que tiene el Ayuntamiento. Nos vemos cada vez que consigue alguno de los documentos que exige el reglamento aplicable. Los gemelos, negritos de anuncio de organización humanitaria con vacunas, y yo nos entretenemos jugando a poner y quitar las manos unas sobre otras, mientras su madre desgrana sus problemas y sonríe al vernos golpear la mesa.

        Han pasado seis años de semáforo, niña separada de ella, vuelta a vivir juntas, otro hombre, dos niños más, alquileres abusivos, habitaciones húmedas, compatriotas que abusan de las miserias de compatriotas y mafias gitanas con negocios de usura, extorsiones, o magias nigerianas que alquilan infectos pisos patera sangrando a sus compatriotas. Las mafias son interculturales.

        Estamos en un Estado de derecho. Hay millones de funcionarios, policías de uniforme y de paisano, fiscales, jueces, diputados, senadores y hasta un rey. Y somos libres.