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¿Quién fue Enrique Angelelli?

  • Fue asesinado en 1976, lo mismo que dos sacerdotes y un campesino que eran sus colaboradores.
  • El papa Francisco reconoció su martirio.
  • Miles de personas se congregan hoy en La Rioja para la ceremonia de beatificación.
 El 18 de julio de 1976 fueron secuestrados y asesinados en La Rioja los sacerdotes católicos Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville. Pocos días después, en Sañogasta, un grupo de tareas mató delante de su familia al campesino y militante católico Wenceslao Pedernera. Todos eran colaboradores directos del obispo riojano Enrique Angelelli. Pocos días después, el 4 de agosto del mismo año, Angelelli falleció en un supuesto accidente carretero que, el 19 de julio de 1976, después de un largo proceso judicial el juez Aldo Morales dictaminó como homicidio premeditado, si bien no pudo identificar los responsables. El 4 de agosto de 2014, el Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó a los militares Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella como autores intelectuales del asesinato del obispo.

La beatificación de Angelelli y sus compañeros se une a la del obispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, también por razones martiriales. Con ambas el papa Francisco reconoce a católicos que, durante los años de las dictaduras militares en América Latina, se comprometieron en favor de los más pobres y perseguidos.

El reconocimiento eclesiástico es también el fruto del trabajo minucioso del obispo Marcelo Colombo, quien se encargó de recoger información, sortear obstáculos y resistencias institucionales y ordenar el proceso vaticano para obtener la declaración martirial. Es indudable que para alcanzar la beatificación también medió la decisión y la voluntad política del papa Francisco, último responsable de adoptar la determinación eclesiástica.

Angelelli nació en Córdoba el 17 de julio de 1923, fue ordenado sacerdote en Roma en 1949, y obispo auxiliar de Córdoba en 1960. Antes, como cura, había trabajado como asesor de la Juventud Obrera Católica (JOC). Siendo obispo participó de las sesiones del Concilio Vaticano II (1964-65), un acontecimiento fundamental en la renovación de la Iglesia Católica. En 1968 el papa Paulo VI le confió la conducción de la diócesis de La Rioja y allí desarrolló un intensa labor pastoral con trabajadores y campesinos, que le trajo como consecuencia la persecución de parte del poder económico y político de la provincia y del nivel nacional.

Desde el mismo día en que se produjo el golpe militar, el 24 de marzo de 1976, Angelelli mantuvo enfrentamientos públicos con los militares y sus sacerdotes y colaboradores fueron acosados permanentemente. En mayo de ese año los militares tomaron la determinación de suspender la misa radial que el obispo difundía cada domingo y que tenía gran audiencia en La Rioja. El lugar de Angelelli fue ocupado por un sacerdote capellán castrense. Pero los enemigos no eran solo internos. También la derecha católica avalaba y aplaudía la arremetida contra el obispo.

Hay numerosos testimonios del odio que la posición político religiosa de Angelelli generaba en los sectores conservadores. Según consigna Oscar Campana en su libro Su sangre en el lodo (2019) sobre el obispo asesinado, Antonio Erman González, quien fuera ministro de Economía de Carlos Menem, afirmó que “en una reunión de empresarios llevada a cabo en Chilecito a principios de julio (1976), se habló de que Angelelli era un obispo rojo y estaba marcado para caer”.

El obispo lo sabía porque cada detención de alguno de sus colaboradores era acompañada de un mensaje para el titular del obispado de La Rioja, con amenazas y advertencias. Tenía conciencia de que su vida estaba en peligro. Pero en esa situación también se sintió desamparado por la Iglesia y por sus compañeros obispos. Y se lo hizo saber así a sus colegas obispos en una carta que envió a la Conferencia Episcopal después de que su vicario general, el cura Esteban Inestal, fuera detenido en Mendoza el 12 de febrero de 1976. En ese documento, rescatado por Miguel Baronetto, uno de los más importantes biógrafos del obispo asesinado, Angelelli le decía a sus colegas que “Hoy cae un vicario general, mañana (muy próximo) caerá un obispo. Por ahí se me cruza por la cabeza el pensamiento de que el Señor anda necesitando la cárcel o la vida de algún obispo para despertar y vivir más profundamente la colegialidad episcopal” (Vida y martirio de Mons. Angelelli, 2018).

Cuarenta y dos años después de su asesinato la Iglesia beatifica y pone como ejemplo de vida a Angelelli y a sus compañeros mártires.

7 comentarios

  • oscar varela

    El Papa aludió en su misa dominical
    a la beatificación de Angelelli y sus tres colaboradores
    “Que su ejemplo apoye a los que trabajan por una sociedad más justa”
    https://www.pagina12.com.ar/190465-francisco-que-su-ejemplo-apoye-a-los-que-trabajan-por-una-so

  • oscar varela

    Una carta pastoral de Angelelli
    Publicada en 1972, bajo la dictadura de Lanusse

    Es uno de los textos que hicieron popular al flamante obispo y que lo terminaron convirtiendo en un blanco de la represión.
    Y uno que vuelve a tener una fuerte actualidad.
    ………………………………………………………………………..

    Quisiera señalar algunas manifestaciones de inmoralidad, con la finalidad de que esto nos ayude a pensar y optar en la vida, sea ella privada o pública.

    No debemos sentirnos fuera de época si señalamos que:

    Es inmoral una orquestada y comercializada pornografía que invade nuestra vida ciudadana, hasta hacer perder el gusto y el sentido de la vida…

    Es inmoral domesticar y despersonalizar a un pueblo con una propaganda dirigida “inteligentemente”, que mata la creatividad, entre otros valores…

    Es inmoral el machismo, que considera a la mujer como una cosa u objeto de placer…

    Es inmoral el auge “inteligentemente” comercializado de la droga, que quiebra y corrompe a nuestra juventud con una felicidad ficticia, fruto de una sociedad caduca que reclama cambios sustanciales…

    Pero es también inmoral el que ejerce el vil oficio de delator, y manosea la dignidad de las personas…

    Es inmoral el que pervierte su vida y la desfigura con la triste imagen del calumniador…

    Es inmoral el torturador que agudiza su inteligencia para atormentar a sus hermanos, física, psicológica y moralmente…

    Es inmoral el usurero y el opresor…

    Es inmoral el que usa de su responsabilidad de servidor de la comunidad para la coima o para corromper a sus subalternos con el afán de lucro, status o poder…

    Es inmoral el que es infiel y traiciona a su hermano…

    Es inmoral el que obstaculiza, para satisfacer sus propios intereses, todo auténtico cambio que haga más feliz al pueblo silenciado, marginado, explotado…

    Es inmoral el que profana su hogar con la infidelidad, considerándola como timbre de hombría…

    Es inmoral el que comercializa su profesión, sin importarle las vidas inocentes, la dignidad personal de sus clientes y pacientes o la eliminación de un ser humano en el seno materno…

    Es inmoral el aprovechamiento de situaciones económicas desesperadas, y de la debilidad humana, para prostituir a la mujer…

    Es inmoral el que administra la justicia venalmente…

    Es inmoral todo gesto que degrada a la mujer y la convierte en articulo codiciable y comercializable…

    Es inmoral toda ley injusta…

    Es inmoral la represión que atenta contra el legítimo y verdadero uso de la libertad…

    Es inmoral la mentira institucionalizada…

    Es inmoral el que siembra odio y división…

    Es inmoral el que pervierte los medios de comunicación social para lograr más lucro, para corromper o dominar y no para ser servidor de la verdad…

    Es inmoral orquestar intereses para ahogar fuentes de trabajo…

    Es inmoral el robo institucionalizado…

    Es inmoral sofocar la vida de un pueblo con monopolios fríos e inhumanos.

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Gracias Oscar:

      Hoy, de nuevo se podría decir en las homilías, en lugar de tanta bagatela y verdades veladas… para no dañar… a los poderosos.
      Un abrazo.
      pili

  • carmen

    No voy a hacer ningún comentario.

    Es más prudente. No es mi país. No conozco bien la historia. Lo que tuve que decir ya lo dije hace años.

    Solamente un apunte: la iglesia de los pobres teórica y la iglesia de los pobres práctica, nada tienen que ver u la una con la otra.

    Me alegro por ustedes. Me alegro por todos los Argentinos, y sobre todo me alegro por los desaparecidos y por las madres de la plaza de Mayo, creo que se llama así la plaza, A lo mejor me equivoco.

  • oscar varela

    Una presencia insultante

    Por Eduardo de la Serna
    https://www.pagina12.com.ar/190300-una-presencia-insultante