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¿Verdad o autenticidad?

        No presento una contradicción entre estos dos términos, que son complementarios, sino un matiz en la interpretación de algunos textos de los evangelios, matiz que puede haber facilitado una desviación del mensaje de Jesús, de lo concreto a lo abstracto, de la ortopraxis a la ortodoxia, de una religión profética a una religión sapiencial, del Jesús Mesías a la Palabra encarnada Y para mí es muy importante conocer  lo mejor posible el ejemplo y el mensaje de Jesús, que es el principal referente de mi vida, y el que conecta mejor con los atisbos de mi conciencia.

        Me refiero aquí al término griego alêtheia. Se menciona más de cien veces en el Nuevo Testamento (sin contar sus correspondientes adjetivos) y se ha traducido generalmente como verdad.

Planteamiento

        Vicente Haya, ha estudiado detenidamente el texto arameo de la Peshitta, tratando de aproximarse a las “Palabras originales… de Jesús”, porque Jesús hablaba en arameo y, sobre todo, su pensamiento, y su sensibilidad, era oriental. Aunque la Peshitta es una traducción de los originales griegos, sin embargo muestra cómo unos arameoparlantes tuvieron que readaptar algunos conceptos griegos empleados por los evangelistas, porque eran impropios de una mentalidad oriental. Y parece razonable admitir que fueron los redactores griegos los que habían matizado, o desviado, lo que Jesús podría haber dicho; aunque tengamos en cuenta que ni unos ni otros nos han transmitido las palabras auténticas de Jesús.

        Evidentemente este tema merecería y desbordaría no una sino varias tesis doctorales pero, una vez planteado, no puedo eludir una primera aproximación como cristiano adulto.

        Dicho esto, vamos al término griego alêtheia. De las más de cien menciones de este sustantivo griego en el Nuevo Testamento, 3 corresponden a Marcos, 1 a Mateo, 2 a Lucas, y 22 a Juan. Algo semejante encontramos con el uso de los adjetivos correspondientes: 9 en los sinópticos  y 32 en Juan.

        De las 6 veces que aparece el sustantivo en los sinópticos, sólo una está puesta en boca de Jesús, y es como una forma de juramento: “en verdad os digo”. De las 22 del evangelio de Juan, 19 son atribuidas a Jesús, 1 a Pilato, y 2 en el Prólogo de Juan.

        De ello parece deducirse que el sustantivo “verdad” no era frecuente en Jesús, ni en los sinópticos, aunque sí empleaban algo más los adjetivos correspondientes.  Por el contrario, la frecuencia con la que lo encontramos en Juan (mejor dicho, en la Escuela de Juan, que muestra influencias gnósticas) y en Pablo, parece indicar un desplazamiento del pensamiento cristiano hacia la mentalidad griega.

        El pensamiento cristiano comienza con unos adjetivos, que expresan su experiencia directa de una persona como auténtica o verdadera (o dan testimonio algo concreto, como la narración de un hecho). Posteriormente pasa a hablar de la verdad proclama por una persona o grupo, y emplea un sustantivo que constituye una categoría conceptual. Igualmente el concepto “fe” (pistis, en griego) pasó de lo concreto a lo abstracto; comenzó designando confianza, continuó como testimonio sobre la muerte y resurrección de Jesús, y ha terminado como un Credo conceptual.

        “La verdad bíblica (cristiana) es verdad de testimonio, no de razonamiento, como puede ser la de la filosofía griega” (Xabier Picaza, “Palabras originarias para entender a Jesús”, en colaboración de Xabier Pikaza y Vicente Haya).

        Y considero que este desplazamiento de lo verdadero hacia la verdad de la experiencia directa hacia el concepto abstracto- es muy importante, para aproximarnos a Jesús, porque la Escuela de Juan no lo presenta como interpretación propia sino que lo ha atribuido a Jesús introduciéndolo en sus discursos.

Un preso verdadero

        Un preso verdadero” es el título que un amigo puso al poema que narra su prisión y torturas en tiempos de Pinochet. Mi amigo es un hombre sencillo, era estibador del Puerto, representante sindical, y miembro desde sus comienzos de “Cristianos por el socialismo”.

        ¿Qué significaba para él “un preso verdadero”? Parece que todos los presos son verdaderos presos, a no ser esos policías infiltrados en las cárceles que vemos en las series policíacas.

        Creo que mi amigo sentía con orgullo su resistencia política y cristiana, su lealtad a los compañeros del sindicato, sin claudicar en sus ideales, a pesar de las torturas en la cárcel.    “Verdadero” no significa aquí “la conformidad de su relato con la realidad “ que sufrió; significa “la conformidad de su comportamiento con su conciencia social y cristiana”. Y creo que éste es el sentido más espontáneo y profundo de lo que llamamos “verdadero”.

Conclusión

        La consecuencia, a mi parecer, podría ser que, como afirma Vicente Haya, el pensamiento de Jesús se ajustaría más a la “ shërârâ” aramea  que a la “alêtheia” griega. Y que en los sinópticos el término “alêtheia” y sus afines se refieren a la credibilidad que merece la autenticidad de una persona, o de un testimonio sobre un hecho concreto, aunque en Juan se corresponda más con la idea de “verdad”.

        Con nuestra mentalidad occidental podemos extasiarnos al leer estas palabras atribuidas a Jesús en el evangelio de Juan: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida”; pero no creo que Jesús pronunciara esas palabras. Tal vez me valdrían, en sentido ponderativo, dichas por alguien sobre Jesús: ¡es tan tan auténtico que es la misma verdad!

        Me temo que la sublimación de la verdad abstracta haya desviado nuestra atención y haya marginado al comportamiento verdadero. Obras son amores, que no buenas razones”. Yo conecto mejor con el Jesús de los sinópticos.

Gonzalo Haya

gonzalohaya@telefonica.net

 

18 comentarios

  • Asun Poudereux

    ¡Hola, Santiago!
    Vamos a ver. El uso de etiquetas no deja ver más allá de lo real. El hecho de que alguien no se etiquete de cristiano, ni que tampoco lo priorice como identidad, ni mucho menos quiere decir que su comportamiento se aleje de lo que testimonió Jesús de Nazaret.
    En cuanto a la situación de la muerte injusta y terrible de Jesús, muchos otros seres humanos la están experimentando, sencillamente por ser auténticos en la verdad que abraza a todo y no excluye a nadie.
    Y en cuanto a lo de testigos oculares no lo sé explicar mejor que Carmen. El impacto fue tremendo y el modo de expresarlo muy diverso, como no puede ser de otro modo dada la riqueza e inmensidad de experiencia de la vida en la Consciencia inabarcable.
    La introducción de Lucas busca dar solidez y fundamento a lo que se va a narrar, ya que en otros escritos previos sobre la Buena Noticia no se da, y le da el tono que su saber hacer cree que merece y en esa línea expone su narración.
    En cuanto a lo que parece estar diciendo la carta de Pedro, que nos citas, se manifiesta en defensa a lo que se les podría sin duda acusar por los que entonces eran bien conocedores de las Escrituras.
    Hay cada vez más estudios sobre expresiones y situaciones tomadas del Antiguo Testamento, es decir, las que apuntan a sus fuentes para resaltar y dar luz plena a lo vivido por Jesús, por ejemplo, en la llamada Pasión.
    En cualquier caso vana es la Fe si son los sentidos externos los que se priorizan como verdad, que se ha de repetir indefinidamente para dar autoridad y así reforzar a modo de bucle lo que se teme perder. ¿?
    ¡Feliz día!

    • Santiago

      La FE en general, participa de mi intelecto puesto que creo porque tengo elementos para creer. Yo no podría confiar en mí médico si no confiara en el o en ella, puesto que no solamente he visto sus credenciales sino que he comprobado su experiencia y su ciencia médica cuando ha tratado mis dolencias aparte de su excelente reputación en mi comunidad. Es por eso que puedo “creer” en el y creo que es auténtico su arte en mi.
      Por eso los sentidos externos con los que percibimos, no sólo las cosas materiales sino las inmateriales, son elementos indispensables para conocer lo que creemos puesto que tanto “entendemos para creer” como también “creemos para conocer” puesto que razón y fe no son antagónicas sino complementarias.
      La ventaja de Pedro, Juan, Mateo y los demás Apóstoles sobre los que argumentaban conocer las Escriturad es que ellos fueron los testigos que dieron la vida por lo que “vieron y oyeron” ya que nadie acepta y se ofrece a morir por una causa falsa, por una mentira, por lo que se que “se que es un montaje”. La unanimidad de los testigos es un fuerte argumento a favor de la veracidad del NT.

      Um saludo cordial

      Santiago Hernández

      • Asun Poudereux

        Bien, Santiago. Se entiende a lo que apuntas. El ejemplo del médico que nos comentas es esclarecedor. Insisto, sin embargo, en que por la apariencia y la imagen, los sentidos externos pueden ser inducidos con diversos mecanismos a la confusión entre verdad y autenticidad y de hecho vemos en la vida práctica cómo proliferan, buscan desorientarnos con el objetivo de arrastrar nuestra voluntad a donde quieran llevarnos. De ahí la importancia que toma el impacto sobre los sentidos externos. Cuántas falsedades se han hecho verdaderas a fuerza de repetirlas o de presentarlas de forma impecable, sin ningún resquicio de duda.

        Tiene que haber elementos para confiar, diría yo, pero que van mucho más allá en apertura y profundidad de lo aparente en los papeles credenciales y de lo que los sentidos externos puedan “iluminar”. En este nivel, al que apunto, hay algo que ni siquiera la razón es capaz de explicar, incluso de comprehender y que sin embargo nos hace sentirnos asentados en la confianza. Confianza que no busca argumentos, no los precisa. Es paz y el silencio se hace vida. Es vida. Es anterior a la palabra.

        Con mis mejores deseos.

      • Santiago

        Coincido que hay “algo más” en la fe que trasciende, otra clase de expresión del conocimiento que es vida real sin ninguna duda, que no es otra luz sino en la que “en el corazón ardía” y “más cierta que la luz del mediodía”.

        El sujeto de la fe, pues, está en el “sensus fidei”, y es el Pueblo de Dios que afirma la Palabra, y en el que todo el conjunto participa en la misión profética de Cristo “por la unción del Espíritu Santo” que nos sigue transmitiendo el KERYGMA como la proclamación de la esencia de esta fe.

        Gracias por el insight

        Saludos cordiales

  • Santiago

    Sin embargo, la verdad es lo que ES auténtico…porque lo real no es solamente lo que parece ser, sino que también lo que ES y es, por tanto, creíble…o sea que es objeto de credibilidad por su comportamiento….Soy realmente cristiano si me comporto como cristiano…Jesús era la verdad en si…no exclusivamente por lo que decía Su palabra sino por sus obras…y por su muerte

    Por eso, aunque los evangelistas eran arameo-parlantes…con mentalidad semita y escribieron en griego, ya que la colonia romana Israel era multilingüe, ellos fueron los que mejor se aproximaron al testimonio sobre autenticidad de Jesús, a su verdad…puesto que sus evangelios están basados en testigos oculares:

    “..muchos han emprendido el trabajo de coordinar la narración de las cosas verificadas entre nosotros, según nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y después ministros de la palabras, he resuelto yo después de haberlas investigado todas escrupulosamente escribírtelas por orden” (Lucas, médico siro-antioqueno, Evangelio 1,1)

    “..lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y nuestras manos tocaron acerca del Verbo de la vida y la vida se manifestó, y la hemos visto, y damos testimonio, la que estaba junto al Padre..os lo anunciamos también a vosotros” (1 Juan 1,1-4) Juan fue testigo excepcional de la vida y de la muerte de Jesús de Nazaret

    “No somos seguidores de mitos creados artificialmente cuando os dimos a conocer el poderío y la venido de NS Jesucristo, sino que hemos sido testigos oculares de Su Majestad” (2da Pedro 16-21)

    Juan y Pedro, junto con el resto del Colegio de los Apóstoles fueron los testigos de la autenticidad y de la verdad de Jesucristo…Esa fue su misión…testificar acerca de la verdad no solamente acerca de las palabras, sino de los hechos y del comportamiento creíble de Jesús…Por eso lo que le da validez a la FE en Cristo el Mesías es la vida de los testigos que sellaron finalmente su testimonio con el martirio. Sus tumbas y reliquias siguen siendo prueba de la actualidad de su testimonio…Por eso, tanto en abstracto como en sustrato, en la teoría como en la praxis, en la vida como en la muerte sus testimonios permanecen en pie, sin poder haber sido destruídos todavía.

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • Carmen

      Santiago.
      Si usted y yo hubiésemos sido del grupo que seguía a Jesús nos hubiese apetecido dejar la historia de lo que vivimos por escrito, usted en griego y yo en arameo, las historias serían totalmente diferentes. Y no mentiriamos ninguno de los dos. Usted escribiría desde la óptica de que era dios o su hijo, que no sé si es lo mismo porque esa es otra, y a mí me hubiese dado por contar otras cosas.
      Pues resulta que creo, creo, que allá por el siglo II, hubo un concilio de esos en el que seleccionaron los textos que quisieron, que imagino que serían los que reflejaban la idea de la religión que querían fundar. Su texto sería canónico y el mío, bueno, pues imagínese: mujer, con eso ya está dicho todo . Y además, pues muchas cosas.
      Qué se hubiese trasmitido entonces? Pues su versión. Cierta, no cierta? No le veo a usted mintiendo. Cierta para usted, pero si me hubieses dejado hablar en ese concilio, me hubiera pasado tooooodo el tiempo diciendo no, no, noooooo. Pero de nada hubiera servido. Por mil razones distintas, pero no porque estuviese mintiendo.

      En fin, como leí una vez. Todo lo escrito en la biblia es palabra de hombre, y como tal hay que entenderla. Gran frase.
      Mi Jesús es humano, el suyo divino. Hay muchas personas que así pensamos. Creo que estamos en nuestro derecho. Y me alegro que usted crea en su divinidad, tiene su vida eterna asegurada. Los que no creemos que sea el mismo dios, nos conformamos con pensar que su forma de ver la vida es sencillamente fantástica. Porque conecta con la parte buena de todos nosotros.
      Y nadie miente. Solamente que ha ganado su postura. Pues enhorabuena. Nuestro Jesús supo perder, nosotros también.
      Un abrazo

      • Mª Pilar

        ¡Hermoso Carmen… siempre incansable!

        Un abrazo entrañable… estoy muy cerquita de tus sentires.
        mª pilar

      • Santiago

        No, no es cuestión de ganar, ya eso lo sabemos. También sabemos que el cristianismo NO es para que uno gane..porque si lo que gano es la fe..yo deseo, pues, que el que tengo “más próximo” también la tenga..Porque si he encontrado un buen abogado quiero compartir mi buena fortuna..

        En el caso de Jesús no se ha de “excluir” ni lo humano ni lo divino. Ambos son elementos no sólo “posibles”, sino necesarios si queremos ser coherentes con la historia y con lo subjetivo y objetivo. Porque se impone la tolerancia. ¿si o no?

        Y es que tampoco podemos generalizar, sino que cuando hubo muchos que creyeron que Jesús era solamente “divino” y otros pensaron y piensan que sólo posee naturaleza humana, también es certísimo que otros muchos de sus discípulos han creído que era posible la unidad de los 2 elementos tal como nos han venido diciendo los testigos más próximos a El…La verdadera relevancia de Jesús es que fue “algo màs” que un simple “predicador itinerante” o “un profeta más” del AT.

        Que creamos o no, ya eso ha sido y es cuestión personal. Pudimos vivir junto a El, junto al personaje histórico Jesús de Nazaret en el siglo I y decir que todo era falso. No sólo tenemos la capacidad de negar la realidad que “vemos” sino también “nuestra” propia realidad. Solo cada uno de nosotros posee, en la profundidad de su ser, la conciencia real de lo que somos y de lo que creemos.Pero lo “objetivo” nos trasciende a todos a pesar de nuestra subjetividad. Solamente miente el que quiere, conscientemente, engañarse a sí mismo o engañar al otro, deformando la realidad.

        Pero no se trata solamente de mi EGO, sino de lo que simplemente ES puesto que hay cosas que conocemos que se encuentran fuera de nosotros y permanecen en nuestro entorno y susceptibles también de SER.

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • Carmen

        Santiago, antes de entrar en mi silencio para dejarles descansar una temporada, le quiero decir lo último de esta entrega. Luego seguimos, fijo, porque dice usted cada cosa que tiembla el monario.

        Le agradezco su interés en compartir al Jesús dios. Como usted dice, le gusta compartir. A mí también.
        Desde nunca me he encontrado bien con la imagen del crucificado. Nunca es nunca. Pero cuando empecé a ser mayor, no sé, veinte años quizás, bueno. Dios me aterrorizaba. Pero qué dios es este? No le voy a contar todo eso de que si hijo murió en la cruz. Ya lo sabe. Cuando nació mi primer hijo tenía 27 años. Ya, o sea, no le puedo ni contar. No es que no entendía a dios padre, es que no entendía nada . En absoluto. Y claro, trabajaba en un colegio de monjas. Esa es una de las contradicciones más grandes de mi vida. No la única.
        Así que calladica, hasta que dejé de callarme y claro, pues mal. Recuerdo que la hija de una amiga de casó en la iglesia de Jesús, donde están todas las imágenes de Salzillo, un escultor, bueno, imaginero , de lo más guay de España. La iglesia es de planta circular. Mientras las fotos después de la boda se me ocurrió ponerme en el centro y mirar a mí alrededor. Mal hecho. A grito limpio dije: pero, qué religión tenemos? Esto es un horror.
        Pues mal.
        Me he pasado hasta los cincuenta y tantos luchando a brazo partido contra esa imagen de dios que me aterrorizaba. Hasta que un día, paseando sola por la playa al atardecer algo me hizo Clik en la cabeza.
        A usted le gusta compartir su idea de dios, y a mí la mía. Me ha costado más de media vida estar a buenas con eso que la gente llama dios. Ya no le tengo miedo. Es más, a veces saco una fuerza que no sé de dónde viene, pero desde luego no de mí misma, porque a veces, cuando te rompes te quedas como sin fuerza interior.
        No lo sé explicar mejor. Pero la idea de Jesús hijo de Dios, me aterroriza. Porque si ese es el dios del universo, estamos listos. Eche un vistazo a los textos de la biblia. Uf.
        Y ya me callo.
        Ssssssssshhhhhhhhh.

      • Santiago

        Exactamente, tenemos que aprovechar la oportunidad que nos da Dios a cada momento para poder descubrirle.
        Sin duda el “Dios” que muchos dibujaban no corresponde al verdadero. Por eso una cosa es lo que podemos leer en la Escritura, particularmente en el AT, y otra lo que trata de enseñarse allí. Porque no basta saber leer sino lo que importa es desde que punto de vista podemos saber descifrar su verdadero contenido ya que Dios se encuentra en la historia, sin duda, pero de diferente maneras.

        Tenemos pues que buscar la unidad de lectura desde la fe y no de las diferentes modalidades de la presencia de Dios en el acontecer del mundo situándonos desde el denominador común de Dios, ya que El es la misericordia misma, tal como lo expresó el Apóstol Juan: Dios es amor..

        En nuestra oscuridad humana -la suya, la mía y la de todos- solo puede brillar la luz de este amor misericordioso y compasivo..Nos debatimos en este campo de batalla diario..Dios nos espera, sin duda, en cada momento para sacarnos de cada una de esas oscuridades..nos va iluminando cada vez más hasta que ls luz sea deslumbrante. En esta iluminación entenderemos con claridad lo que antes
        permanecía en tinieblas…Solo entonces descansaremos.., como dice al final este Poema:

        Quedéme y olvidéme,
        el rostro recliné sobre el amado,
        cesó todo, y dejéme,
        dejando mi cuidado
        entre las azucenas olvidado.

        Entonces vendrá la p a z.

        Saludos cordiales

        Santiago Hernández

  • Asun Poudereux

    Gracias, Gonzalo. Y a todos los que han inspirado esta entrada.
    Vislumbro en el texto que Jesús se expresa en arameo y como lengua semítica está inmersa en una cultura expresamente no occidental.
    Y que  Jesús no parece estuvo interesado en poner por escrito su mensaje y proyecto de vida,  dado que entre otras cosas, la tradición oral era predominante y las enseñanzas se centraban en despertar consciencia-conciencia, desde la vida práctica y cotidiana. Importante también resaltar que lo auténtico llegaba por diversos medios sensibles, si la persona estaba ya alerta en la búsqueda de autenticidad, lo que le daba, como aquí se dice, la credibilidad.
    La exaltación de los textos posteriores no era más que darle el sello de la autenticidad de las experiencias vividas por los más próximos a Jesús en el tiempo. La íntima conexión a toda su persona, les hacía sentir la fuerza para testimoniarlo lo más real posible, y en ello no dudaron de utilizar pasajes de ejemplaridad que circulaban en los ambientes de espiritualidad y humanidad auténticas.
    No hay falsedad tal y como ahora lo podemos considerar. El hecho de magnificar y  de divinizar a Jesús son resultantes de la influencia religiosa y por tanto cultural de la época,  incapaz de desasirse de ella, y que al  contrario enredó su vida y persona  hasta depender totalmente de las normas institucionales.
    Se pierde en el camino su esencia, la bondad, la potencialidad y las riquezas humana. Tesoros a compartir y que pueden permanecer escondidos toda una vida, no ser que la búsqueda personal  lo  deje encarnarse, lo que  hace que su fuerza esté viva y se comparta. Conecta de modo directo con quien desde su interior cambia la mirada.  Otro modo de ver y vivir. Sigue viva su experiencia.
    Y aquí no dudo en añadir experiencia  junto con tantos otros seres humanos ya ignorados y que han sido desprendidos y han vivido de modo auténtico, y entre ellos, no creo errar si digo infinidad de mujeres,  madres y no madres.

    • Carmen

      Sabes qué? A lo mejor es una barbaridad lo que digo, pero creo que la enorme influencia que ha tenido el pensamiento cristiano es a pesar de la divinidad que le atribuyeron a Jesús esos textos que ,estoy de acuerdo en lo que dices, no pretendían engañar, sino divinizarlo, quizás porque en realidad creían que era dios. No me refiero a Marcos, me refiero a todos los posteriores.
      Y , efectivamente, su dimensión humana se empequeñece ante la divina. No es para menos.
      Pero, pero, lo que parece ser que dijo, que vaya usted a saber con el jaleeeeeeo que se montó entre la transmisión oral en arameo,en griego, que unos escriben en griego, y como una especie de midhras, creo que se llama al estilo del antiguo testamento, no sé si se escribe así. Y ya, para terminar de liarla, la Vulgata que esa es nuestra palabra de Dios, pero en latín. Y por último las diversas traducciones a mil idiomas distintos. Camino muy largo y tortuoso, que dirían los Beatles, para saber qué dijo exactamente.
      Quizás nos tengamos que quedar con el cómo le dijo y lo que intentaba decir.
      Pues eso es lo que ha trascendido. Porque, creo, creo, que hay michiiiiiisimas personas que a día de hoy, pensamos como él, aunque no queramos, no sepamos o no podamos ser coherentes como él lo fue.
      Me ha gustado mucho lo que has escrito.

      • Asun Poudereux

        Un beso enorme Carmen. Me has alegrado.
        Es todo tan sencillo y qué complicado lo hacemos. No se pierde nada en ello. ¡¡Y cuánto cuesta!!

    • Gonzalo Haya

      Asun, has sintetizado muy bien el proceso que ha tenido la transmisión del mensaje de Jesús. “Sigue viva su experiencia” y se manifiesta continuamente, con mayor o menor intensidad, en toda persona de buena voluntad.

      • Asun Poudereux

        Gracias siempre a ti, Gonzalo. Entre todos hacemos el camino. Ahora toca sincerarnos, quitarnos miedos acumulados, y en ello parece que estamos yendo. Estamos hechos de tal modo que sabemos que lo esencial no se pierde y que a pesar de los pesares, todo ha tenido y tiene su sentido.
        Un abrazo.

  • ana rodrigo

    Poco tengo que aportar, por eso doy las gracias a Gonzalo y a Alberto por lo que decís. “no nos acordamos de sus palabras, pero sí de él”. Fantástica síntesis de los rompecabezas que en ocasiones nos hacemos.

  • Carmen

    Es que claro. Soy murciana y estoy segura de que tengo mucha sangre mora. Por aquí anduvieron los moros mucho tiempo.  Mi cabeza es distinta a la de muchas personas. No me va la verdad escolástica. Es que no sé qué es la verdad. Pero si se captar , no sé cómo explicarlo , digamos otras cosas y ya está. Quizás por eso mi percepción de la figura de Jesús no tiene mucho que ver ni con las palabras exactas que dicen los evangelios ni por supuesto con esa visión como sufriente de Jesús. Lo siento. Me he sentido muy extraña a veces, pero los textos transmitían cosas distintas a las que nos decían. No era eso, no habían entendido, pensaba. No pone la otra mejilla, se defiende con palabras porque no le gusta hacer daño, pero no sé calla ni una. Tiene un genio de mil diablos cuando le tocan algo que realmente le importa. Bueno, lo del látigo en el templo no veas.

    Eso de curar o sanar o lo que fuese, no lo hacía para demostrar su poder, sino porque le llegaba al alma el sufrimiento. No resistió que su amigo muriese, yo también resucitaría a personas si supiera, pero no para demostrar nada, sino por puro egoísmo, porque como dice saramago, nadie merece morir dos veces.

    No entendía esa como adversión a las mujeres , no exactamente adversión, sino esa especie de precaución cuando las trataba, no entendía. La frase aquella de noli me tangere, la escontraba durísima e innecesaria. Porque si llego a ser María Magdalena, vamos, no se libra de un abrazo. Fijo.

    En fin. Un jaleeeeeeo enorme. Pero creo, creo, me parece que esta sangre mora que llevo, me permitió salir un poco de la interpretación rígida cristiana. Pero uf. Me sentía rarísima.

    Y ahora les leo a ustedes y son como un bálsamo para mí cabeza que ríete tú del de fierabrás.

    Porque lo importante no son las palabras, que pueden ser engañosas. Lo importante es lo que se transmite. Y fíjense si fue tremendamente fuerte lo que transmitió, que ni siquiera la iglesia con todo su poder ha podido con su mensaje.

    Gracias. Me encanta leerle. Porque me hace sentir menos extraña, casi normal.

    Un saludo cordial.

  • Alberto Revuelta

    Es que no ha contribuido mucho a romper el cascarón de la verdad verdadera, anatema sit, “a ese” que decía don Xavier Alvarez de Toledo y Mencos, en la añorada y dulce Salamanca, las ipsisima verba Crhisti del padre Lagrange. El testimonio de Fe en Jesús de las mujeres que nos criaron de chicos es lo que nos ha hecho, hablo de mis hermanos y de mi mismo, creyentes firmes – tambaleantes, contradictorios, caídos en el barro de la hístoria, claro – a lo largo de los avatares muy duros que hemos atravesado. Ese Jesús de fiar, dijera lo que verbalizara, entonces, dejó un rastro que seguimos. Nuestro padre murió cuando yo, que soy el mayor, tenía nueve años. No me acuerdo, no nos acordamos, de sus palabras, pero sí de él. Es lo mismo con el Señor.