Sobre las “precisas circunstancias” de la “iluminación” que tuvo Lutero en la torre
(La justificación por la sola fe)
¿“Otra precisión” a Jaume Botey? (en el primer aniversario de su muerte)
Benvolgut Jaume:
¿Me permites una “otra precisión“?
Recuerda que, ya hace unos años, me vi obligado a “precisarte”, y no sólo a ti, sino también a un par de amigos y a una amiga, empecinados todos vosotros en afirmar que Lluís Mª Xirinacs había sido el senador más votado de España.
Esta “precisión” me permitió -cosa que a ti te gustaría- publicar en mi web un escrito tuyo en recuerdo de Lluís Mª, una manera de “pagarle” por aquellas dos frases que Lluís Mª dedicó a tu hermano Francesc, cuando éste murió el 14 de abril de 1996: “Todo aquel que ve a Dios muere” y “Sólo el profeta resiste”.
Xirinacs, ¿el senador más votado?
De hecho, alguna vez, cuando todavía no te dabas cuenta de que estabas en los tramos finales de la vida, ya me habías dicho que yo era más “preciso” que tú: “Tú, que eres mucho más preciso que yo, podrás encontrar imprecisiones o errores. Si tuvieras paciencia, me lo dices”.
Como puedes suponer recibo (o me envían) los cuadernos de Cristianisme i Justícia que, como muy bien también puedes suponer no suelo leer.
Mucho “creer en la sostenibilidad” (nº 219), pero a cada número que envían que no será leído (y no seré yo el único caso) destruyen inútilmente una parte (ciertamente bien pequeña) de la Amazonia (o de la Collserola)
Me llegó en su momento el nº 204, del cual se hicieron 46.000 ejemplares (¡cuánta Amazonia destruida inútilmente!) celebrando los 500 años de la Reforma de Lutero (A 500 años de la Reforma protestante), cuya autoría es tuya, publicado en junio de 2017, adelantándote en algunos meses al 31 de octubre, día en que “según la leyenda, Lutero clavó su escrito sobre las indulgencias en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg”. Esta frase es tuya.
Ya tienes leídas las 97 tesis?
Primero –y quizás siguiendo consignas ignacianas- los quemábamos; ahora los celebramos. ¡Demos gracias a Dios!
¿No fue la jesuita Juana de Austria, hija de Carlos I, hermana de Felipe II y dirigida espiritual de Francisco de Borgia, quien presidió, como Regenta de los reinos de España, el “auto sacramental” del 21 de mayo de 1559, celebrado en Valladolid?
Carta abierta a Miguel Delibes
¿No fue Pedro Canisio, el Superior de los jesuitas de Alemania, quien recibió una carta de san Ignacio, escrita en Roma el 13 de agosto de 1554, donde le indicaba las posibles medidas a tomar contra los protestantes? (“Y aun, pareciendo ser posible, tal vez fuese prudente consejo penarlos con destierro o cárcel, y hasta alguna vez con la muerte“)
San Ignacio y la pena de muerte
Vayamos ya a la “precisión” que hoy quiero hacerte. Dices en la página 10 del folleto:
Es un cambio que denomina “revelación de la torre”, en alusión a la celda donde se retiraban los monjes a orar.
Ciertamente, la “torre” era el lugar a donde se retiraban los monjes, pero no para orar, sino para cagar. ¿Qué? ¿Te ha gustado esta “precisión”?
Lutero describe las circunstancias en las cuales recibió la iluminación que se convertiría en el axioma fundamental de la Reforma Protestante –la doctrina de la justificación por la fe- en las palabras siguientes:
La justicia de Dios es la que nos justifica y nos salva. Y estas palabras se convirtieron en un mensaje más dulce para mí. Me otorgó este conocimiento el Espíritu Santo en el retrete de la torre.
Con su carencia total de hipocresía, su desbordante vitalidad, y su fe inmensa, Lutero describe la escena de su experiencia religiosa decisiva con apacible candor. Era en una torre del monasterio de Wittenberg donde estaba situado el retrete”
Los “católicos” y, en primera fila, los jesuitas, se quisieron aprovechar de este detalle y se reían de esta “revelación” (la justificación por la sola fe) obtenida en estas precisas circunstancias (mientras estaba cagando)
El candor de Lutero ha sido demasiado para los luteranos. Reconociendo la importancia decisiva de la “experiencia de la torre”, la Thurmerlebnis, los eruditos luteranos han expurgado los textos con el intento de separar la torre del retrete, o bien han interpretado la torre no como una situación geográfica sino como una alegoría de cautividad espiritual. Así se dejó al padre jesuita Grisar (1911) restablecer los hechos, sólo para que Harnack y una banda de luteranos menores sacaran a relucir que daba golpes bajos, abandonándose a “vulgares polémicas católicas”.
Pasados los tiempos, el bando católico reflexionó un poco y acabó admitiendo que estas “precisas circunstancias” no disminuían el valor de la revelación y que se podía prescindir de las “precisas circunstancias”.
Cuando el humo de las controversias se disipó, se estableció la situación de la Thurmerlebnis, pero tanto los críticos luteranos como el jesuita estuvieron de acuerdo en que la situación no tenía ninguna importancia. Grisar convino con Harnack en que “el lugar en el cual Lutero vislumbró por primera vez este pensamiento es de escasa importancia”; convino con la Lutheran Scheel en que los católicos romanos, como todos los cristianos, creen que Dios está presente en todas partes.
Pero, como tantas veces nos ha pasado, llegábamos un poco tarde: mientras tanto había surgido el grupo de los psicoanalistas, los cuales, ante este recular católico, pusieron el grito en el cielo: “¡Cómo! ¡Si lo más significativo es que estaba cagando!”
¡Ay del psicoanálisis! No puede admitir que no tiene importancia que la experiencia religiosa que inició la teología protestante tuviera lugar en el retrete. La teoría psicoanalítica de la sexualidad infantil y de la sublimación de ésta insiste en que hay un vínculo oculto entre la actividad espiritual superior y los órganos inferiores del cuerpo. Incluso desde el ensayo freudiano sobre “carácter y erotismo anal” (1908), el psicoanálisis ha aceptado como un teorema demostrado que un tipo definido de carácter ético que presenta una combinación de tres rasgos (la regularidad, la parsimonia y la tenacidad) está construido por la sublimación de una especial concentración de la libido en la zona anal y por consiguiente ha sido designado carácter anal.
Bueno, Jaume, yo ya me quedo aquí, pero los señores del psicoanálisis siguieron discutiendo, no naturalmente sobre las “precisas circunstancias” (la iluminación le llegó mientras estaba cagando en la torre), sino sobre qué significado dar a estas circunstancias (iluminación, torre, cagar). Veo que un autor, totalmente desconocido para mí, Gordon Rattray Taylor, el año 1970 publicaba Sex in history, donde afirmaba:
…que era importante que Lutero estuviera sentado en el retrete cuando recibió su gran momento de revelación
Esta “precisión” (no podrás negar que, como ya es en mí habitual, está bien documentada), te la he podido hacer gracias a que Domingo Melero me pasó, ya hace un cierto tiempo, unas páginas de Eros y Tanatos, El sentido psicoanalítico de la historia, un libro de Norman O. Brown, publicado el año 1985 con el título original de Life Against Death: The Psychoanalytical Meaning of History. Los textos citados pertenecen al capítulo XIV (La era protestante), situado en la Quinta Parte del libro (Estudios sobre el carácter anal).
Si ahora tuvieses tiempo y quisieras leer estas páginas, haz un doble clic…
Cuando quieras te esperamos a comer…
Nota de Atrio:
- En Atrio hicimos memoria, en su muerte, de Jaume Botey.
- Para quien entienda el catalán y quiera conocer más de él: Jaume relata la seva vida
A mí del artículo, lo que más me ha llamado la atención, ha sido, la frase-confesión de Lutero sobre el contenido de su iluminación:
Porque a mis ojos de semiignorante en teología, de esa frase no se desprendería la justificación solo por la fe.
De la literalidad de la frase se desprende que debido a la justicia constitutiva de “Dios”, Este nos comprende y justifica, y eso nos libera de castigo alguno. Es una frase pro salvación universal, en la misma línea del “Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen”.
Ahora bien, históricamente parecería claro que Lutero, entendió esa frase, dentro del contexto histórico del momento, en los que se criticaba, primero el fenómeno de las Indulgencias, luego los castigos que conllevaban la no salvación, y por último la dinámica de la relación hombre-Dios, con toda la teología de la Salvación, y sus corolarios de la Redención y la Encarnación, (el completo del cristianismo, vamos).
En este contexto histórico-teológico, aquí estamos en el problema grave y sempiterno del análisis crítico de los textos.
Suponiendo que la frase recibida-inspirada y transcrita por Lutero, fuese textualmente la escrita por él, esa frase liberadora universal a la humanidad entera de toda condena, no podía ser interpretada en su verdadero sentido, sin suponer un cañonazo por debajo de la línea de flotación del cristianismo, tal y como era entendido tradicionalmente.
Nosotros, los afortunados que hemos recibido en depósito, las “dracmas” del conocimiento en los tiempos posteriores, tenemos que poner en juego ese don histórico recibido de una perspectiva más cercana, y estamos en condiciones de interpretar mejor las revelaciones del pasado, que nuestro antecesores, prisioneros de su realidad histórica.
Quizás sea este el significado de la frase jesuánica sobre los últimos y los primeros: los “últimos” estaríamos mucho mejor situados para comprenderlo todo, que los “primeros”.
Prime…!
Soy la última en comprender
Todavía no he comprendido casi nada.
Creo que esa frase jesuanica se refiere a que cuanto menos entiendas de todos los jaleos teológicos, más entiendes de qué va esto . Me gusta pensarlo, porque es que no entiendo nada. Consuelo de ignorantes.
Me encanta. A veces pienso que Jesús habló para gente sencilla, como la inmensa mayoría de las personas que cuando empezamos a pensar en cosas de teología, se nos enredan las neuronas.
Es… que nos sucede una cosa… ¿cómo llamarla… puritanismos piadosos?
Hemos presentado las cuestiones del pensar, ser, estar… de manera tan piadosa y “alta”… en las alturas; que nos hemos olvidado de que estamos aquí abajo, pisando tierra; sintiendo y haciendo, nuestras necesidades más vitales; porque si estás están, o van mal… estamos perdidos.
Un ejemplo de el “diosismo” que nos envuelve:
Mi querido C. Pignatelli, tiene un lugar acogedor para el silencio; es un “cuartito”..:
¡Como no… convertido en capilla!
Donde he pasado los momentos más vitales de mi caminar; un día, después de las vacaciones (el centro se cerraba todo el mes de Agosto, donde yo les recogía diariamente el correo para no llamar la atención por… abandono) y estando en un de mis ratos de silencio interior, apareció el jesuita encargado del cuidado de la iglesia; abrió el sagrario, disculpándose, por haber olvidado volver a poner las formas en el; yo le repuse serena:
¡No tiene importancia, Él todo lo llena y está en todas partes!
(también en el retrete)
Y me respondió algo extrañado:
“Pero esta presencia es especial”
Para mí, no; (respondí) porque lo siento en cada momento y lugar de mi vivir.
Y respondió, ahora si molesto..:
¡Pues para mí si!
Y ahí se quedo la cuestión. Muchas veces en los momento de silencio, mirando el sagrario, comentaba:
¿Qué estamos haciendo contigo?
Te estamos encerrando en esta minúscula cajita, bañada en ¿oro?cuando:
¡Todo está lleno de ti, ahí donde miremos, sintamos, estemos!
Así lo he vivido, y sigo intentando vivirlo; deseo, que nadie se sienta escandalizado por eta manera de :
¡Vivir el gran Misterio que nos rodea!
mª pilar
Es que hay por ahí una frase que no llego a entender de la relación de la libido con la zona anal. No entiendo lo que quiere decir exactamente el autor, que escribe en rojo.
No da una puntada sin hilo y es que no encuentro el hilo. Será que se me ha perdido. Porque Luthero, antes de que se ocurrieran las famosas tesis, era un monje.
No sé.
Hay algo freudiano ahí que no me gusta. Y es que Freud, para mí, estaba un poco tocadica con el tema de la sexualidad
Es una opinión personal. Algo he tenido que leer de él y de otros psicoanalistas . Y diría que no todos ellos comparten el grado de importancia de Freud da a la sexualidad infantil. Digo que no comparten todos el grado, el grado de importancia
Personalmente creo que no todos pasamos por una fase de complejo de Edipo o de Electra.
Porque Pilar, si cuestiono a San Agustín y a Pablo de Tarso, pues imagínate a Freud. Recuerdo que había quien me decía: yo , de usted, no pondría eso que está diciendo en el examen.
En fin
Opiniones. Quizás sin fundamento, pero opiniones.
Un abrazo
Pues hoy definitivamente no es mi día
A mí este artículo no me ha gustado. Creo que Freud fue un hombre superinteligente, descubrió el subconsciente, enhorabuena. Además fue un gran pensador, otra vez enhorabuena. Pero me temo que muchas cosas que dijo fueron cuestionadas. Nadie negará la relación entre la libido y la forma de vivir tu vida, lo determinante que puede ser sufrir una situación sexual horrible.
Pero hasta este límite no llego. A no ser que sea en plan humoristico. Pero siempre me han dicho que tengo un sentido del humor muy puritano. Sobre todo cuando no me reia de los chistes machistas. Pues bueno, pues seré puritana.
A mi no me ha gustado este texto. No sé exactamente qué pretende.
Querido Miquel, sorry. Pero ya me conoces.
Un abrazo
Pues yo sí tuve la suerte de conocerlo a través de los Congresos que se han venido celebrando en Barcelona sobre “Cristianismo en el Siglo XXI” Y el año pasado poco antes de morir aún presentó una serie de conferencias que se dieron también en Barcelona para conmemorar el 500 aniversario de Lutero. Poco después nos dejó.
Perdonadme pero acabo de llegar del ambulatorio, luego con más calma me leeré el artículo. ¡Muy buenos días a todos y a todas!
Acá en la Sierra de Querétaro, Francesc Botey era/es simplemente Pancho.
La semilla de organización liberadora que sembró y cultivó Pancho sigue con raíces fuertes. Hace una semana me reuní con un amigo mío, que fue su colaborador, y que iba de camino a la Misión de Maconí con un proyecto para las comunidades que resisten. Estuvimos recordando mucho, y renovando esperanzas. Que curioso que ahora acá se me aparezcan Pancho y Jaume.
Yo no conocí a Pancho. La única vez que fui físicamente a Maconí, fue unos meses después de su muerte. A Jaume no lo conocí en presencia física, pero con él y otras personas intentamos impulsar una comunidad virtual Barcelona-Ciudad de México en Diáspora; estoy hablando de años antes de conocer ATRIO.