Eduardo de la Serna es amigo y colaborador de ATRIO desde hace tiempo. Aparte de alguna entrada firmada por él nos ha enviafo muchos documentos y artículos con el nombre de Opción por los pobres. Hoy nos ha llegado la solicitud de una rectificación, de parte de Gustavo Gutiérrez, el considerado padre de la Teología de la Liberación. Se refiere a un escrito de Clelia Luro, la viuda de Jerónimo Podestá publicada en ATRIO hace casi cinco años: Carta abierta a Gustavo Gutiérrez. Es una lástima que esa espina, sin duda dolorosa, se la haya guardado Gustavo tanto tiempo, cuando ya Clelia no puede contestarle y, tal vez, pedirle escusas por la confusión. Este regresar a una entrada tan antigua nos permite revivir un espléndido diálogo, en el que María Luisa cuanta cómo fue su primer encuentro con el pensamiento de Zubiri y Juanel (primer pseudónimo de Jorge Felip) discute mansa pero consistentemente con el bueno de Santiago Hernández, siempre con su fe tradicional inconmovible. ¡Trasmite a Gustavo, Eduardo, nuestro aprecio y agradecimiento! AD.
Queridos amigos de ATRIO
Acabo de llegar de Perú y tuve un encuentro con Gustavo Gutiérrez. Allí me comentó dolorido que se había enterado de lo que dijo Clelia Luro en https://www.atrio.org/2013/09/9330/comment-page-1/#comments.
Y me pidió que, por favor, desmienta esa información. Creo que Clelia estaba mal informada, o informaron mal a Jerónimo, pero el dato principal es que Gustavo Gutiérrez nunca estuvo en esa reunión. Ofrece su pasaporte como prueba, si fuera necesario. Recién conoció Córdoba varias décadas después.
Estoy dispuesto a dar más información, o datos sobre mi persona si es el caso, pero creo que una persona como Gustavo no merece una críitica injusta.
Cordialmente
Eduardo de la Serna
Gracias, Santiago, por tus palabras.
Las etiquetas dificultan el diálogo, lo mismo que los personalismos.
Tú no puedes ser tradicionalista, porque lo primero que se desprende de leerte mucho es tu absoluta libertad de conciencia. Y eres laico (seglar) Lo cual significa que no te sientes revestido de autoridad (de enseñanza) sino el testimonio de tu fe.
Resulta a veces difícil aceptar los elementos del “anuncio”
Pero sólo es cuestión del lenguaje. Y Dios en su espíritu ha demostrado muchas veces su exquisito cuidado de nuestras culturas y creencias.
Gracias a ti, Román, y coincido que lo realmente importante es la libertad de conciencia que es un derecho inalienable de nuestra humana dignidad. Solo por medio de la libertad podemos recorrer el camino en pos de la búsqueda de la verdad a la que todos estamos llamados, consciente o inconscientemente, súbita o gradualmente,desde que nacemos hasta el último día de nuestra vida terrestre.
Por lo demás, es importante el equilibrio que los cristianos debemos obtener para que el testimonio de nuestra fe sea más relevante para el mundo que toda intención personal didáctica que conlleva siempre la explicación de una doctrina. Debemos pues dejar que el Espíritu haga lo demás, más de lo que nosotros podemos explicar, pues ese “suave soplo” siempre se encuentra a favor de la verdad y del auténtico bien.
Un abrazo
Santiago Hernández
Gracias Antonio D. por la cita…Te agradezco las palabras pero en lo de “bueno” digamos que “solo uno es bueno” ¿no?, y además “nadie es santo para el ayuda de cámara”.. Por tanto, yo me identifico como un seglar average que cree en la luz del Evangelio como único medio para salvar al mundo del naufragio total. Por otro lado, más que tradicionalista, me considero como un católico de la apertura del Concilio Vaticano II según está escrita en su texto original y que expresa fielmente la voluntad de los Padres Conciliares tal y como ellos decretaron entonces en representación d e la Iglesia Universal.
Me ha sido muy interesante releer y revivir el diálogo entre mi amigo, entonces Juanel, hoy Jorge, que refleja nuestra libertad al expresar lo que pensábamos. Creo que me disculpaba con el por la extensión, aunque mis interlocutores no se quedaban atrás. Me maravilla como pude hacerlo con tanta soltura.
Sobre la “espina” de Gustavo, solamente el es el que puede atestiguar sobre la verdad. La aclaración después de tanto tiempo suena a que es cierto lo que dice. Creo que ahora estará en paz ya que su pedido fue cumplido al tu decidirte a publicarlo. De cualquier manera creo que debemos respetar las opiniones de todos.
Un saludo cordial
Santiago Hernandez
¿Acusar? Más bien yo diría que fue un ROCHE.
Solo transcribo lo que dijo la señora Clelia: “Lo habían invitado a Jerónimo por primera vez por medio de Marimachi. Jerónimo partió muy contento a Córdoba, era la 1º vez que los curas del Tercer Mundo lo invitaban. Pasó que al día siguiente apareció Jerónimo en casa de regreso, le pregunté ¿qué le pasó? y su respuesta sin ocultar su dolor me dijo: “me echaron, Gustavo no quería comenzar si Jerónimo estaba en la sala. Yo pensé “teólogo de la liberación, ¿qué liberación sostenía?“ ¿La liberación clerical de valores falsos? Y me dio pena por tu persona.” Hasta aquí la señora Clelia.
Creo que antes la señora Clelia pensaba que Gutiérrez era un “santo” y que habría que “canonizarlo” vivo, pero VIO la otra cara de la moneda.
Un fuerte abrazo y pasemos la hoja, porque el vaso ya está roto.
Lo que está roto es el sentido ya no cristiano sino humano de dignidad, en Luis Alberto. Demasuado vil su comentario, incluso para lo que nos tiene acostumbrado.
Todos tenemos “algo” de anticristiano. Solo los fariseos se creían los ÚNICOS justos ante los pecadores.
El que tenga la conciencia limpia, es decir que no haya juzgado a nadie, que ponga su nombre y hable sin temor.
No olvidemos que somos la Iglesia de la carne. Aquí no existe el PURITANISMO, nadie es más sabio que los otros.
Saludos y no echen más fuego al árbol caído.
Así, así se demuestra el Amor que Jesús proclamó.
¡Vergonzoso!
mª pilar
Luis. Esa batalla ya se dio . Ahora hay otras. El artículo solamente quiere expresar lo mal que se sintió una persona porque se consideró tratada injustamente. Y decidió guardar silencio. Cosa que aplaudo y entiendo porque cuando el dolor es muy grande ni te apetece hablar.
Pero su amigo lo ha querido aclarar. Pues aclarado está. Supongo que es de justicia. A mí me ha gustado .
La señora que escribió la carta ya no está, a ella le tocaba responder, pero no puede.
A los demás nos toca pensar en muchas cosas. Pensar. Y por respeto, callar. Pero no por no hacer leña de un árbol caído. Aquí no ha caído ningún árbol.
Las espadas siguen en alto. Quién se sienta llamado a esta guerra, adelante. Pero acuérdese: en la guerra y en el juego, se conoce al caballero…
Y añado en el siglo XXI, también a las señoras.
Un saludo cordial.
La verdad no duele, la verdad LIBERA, y la señora Clelia deseaba estar totalmente libre. Como dice el Señor: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Yo considero que más que “mal” se sintió “maltratada”. El silencio a veces se convierte en cómplice de un trato injusto. La verdad vino a liberar su “aguijón”.
Saludos y el tema está cerrado.
Ok
Coincido contigo en que la verdad a veces es dolorosa y siempre libera. Al menos a mí.
Tema cerrado.
Buen día.
Que fácil es para ti Luis acusar! Qué entiendes tú por aclaración? Porque este artículo no evidencia ninguna lucha contra nadie sino más bien todo lo contrario. Pone en práctica el derecho a rectificar. A rectificar una primera información que ha resultado ser confusa, sólo eso confusa! no malintencionada!!.
Confundirse como le sucedió a Clelia Luro no implica que en ello haya habido voluntad de dañar como, sí en cambio, la percibo en la tuya.
Gracias Antonio! Por destacar sin mérito alguno ese tan antiguo comentario mío, y el magnifico de Jorge también. A ver si un día de estos profundizo en todo lo que dice en él pues veo que no le respondí. De todas maneras pienso que a lo largo de estos años, las cuestiones que me dirige han entrado de una forma u otra en mis diversos comentarios.
Un abrazo!
Hola!
El “responsable” de estas cositas es Fortunato Mallimaci,
(creo que todavía vive pues tiene 70 años).
Eduardo podría preguntarle a ver lo que recuerda.
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El “Grupo Curas en opción por los pobres”
viene cumpliendo una labor heroica frente a un Episcopado,
tan peligrosamente inútil como anacrónico
(sea frente al Gobierno que sea).
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Por otra parte, habiendo dicho lo dicho,
no sé por qué siguen creyéndose “sacerdotes”,
cosa que Jesús abolió de raíz.
Ahora resulta que la “lucha” ya no es contra el clericalismo, sino entre ustedes mismos. Por favor pónganse de acuerdo y no se estén sacando los trapitos al aire.Los trapos “sucios” se lavan dentro de la casa, no se ventilan.