“Aprended flores de mí, lo que va de ayer a hoy”, poetizaba don Luis de Góngora. Y hoy podemos parodiarle: aprended políticos, que ya vemos lo que va del 15M a Podemos.
Fui de los que, en los días del 15M se patearon la plaza del Cataluña y otras calles barcelonesas, tratando de ver, escuchar, olfatear, conversar… De aquella mezcla de decepción, ilusión, hartura, responsabilidad, juventud, ingenuidad e indignación, salías con la pregunta ilusionada de si podría estar gestándose algo nuevo. Pero me acordaba de una “Carta a los cristianos por el socialismo”, escrita 40 años antes, donde citaba a san Pablo: “llevad a cabo vuestra liberación con temor y temblor”[i].
Más tarde, hacia junio del 2016, escribí una carta a Pablo Iglesias con tonos de advertencia (que no sé si andará metida por algún blog) [¡Claro que sí! Mira en ATRIO. Aquí nada se pierde. Y todo se encuentra en su buscador o en google. NdA]. Hoy soy de los que se preguntan cómo ha podido ser que aquella masa compacta, tan segura de “poder” se haya convertido tan pronto en una arena de impotencias. Cómo aquella ilusión que floreció con 200.000 militantes y cinco millones de votos en unos dos años, se ve otra vez herida.
Los hechos y los días fueron mostrando que eso de “la casta”, por mucha verdad que fuera y por muy bien que sonase, no era debido a la mala “pasta” de los políticos habidos hasta el momento. Es más bien una tentación ínsita en nuestra pasta humana y en la misma actividad pública (política o eclesiástica) de la que ellos no se dieron cuenta hasta acabar cayendo de bruces en ella y perder novedad.
No quiero emitir juicios críticos personales, ni inflamar heridas. Puedo reconocer que mi sensibilidad ha estado siempre más cercana a Errejón que a Pablo Iglesias. Pero sé que aquí pueden faltarme datos para un juicio definitivo. Lo que sí hay que pedir hoy es que no se expliquen las crisis echando las culpas solo a los otros, y que se dé entrada a esa autocrítica tan indispensable en toda actividad humana.
Pero, aun sin señalar a nadie, temo que el vedetismo, y cierta vanidad mesiánica sean los que han disuelto aquella promesa primera. En vez de vanidad mesiánica podría haber hablado de “tejerismo”: la mentalidad de “esto lo arreglo yo”. Tejero a golpe de pistola. Otros a golpe de televisión. Algo hemos ganado, sin duda. Pero insuficiente.
Qué contrate entre esa mentalidad mesiánica (o “tejera”) y el discurso de Tierno Galván cuando nuestras primeras elecciones: “el PSP (la formación de Tierno) no puede prometer nada porque las cosas están muy difíciles, pero se compromete a luchar todo lo que pueda por arreglar algo” (cito de memoria). ¡Qué bonito comprobar que aquel que no se atrevía a prometer nada, fue uno de los mejores alcaldes de nuestra democracia!
En fin, deseo con toda el alma que a ese aborto del 15M se le encuentre alguna incubadora que le salve la vida. Lo deseo por los jóvenes más que por mí. Por eso, me permito advertir que la izquierda solo podrá ser auténtica si se nutre de una espiritualidad muy seria y profunda. A las derechas ya les basta su manipulación de la religión en provecho propio (como acusó Marx, mostró luego con textos el cardenal De Lubac y hoy ha puesto en práctica Bolsonaro). Pero la izquierda necesita más.
No quiero decir con esto que la izquierda haya de ser cristiana: no estoy queriendo hacer apologética. Hablo solo de espiritualidad seria. Porque temas como la igualdad, la fraternidad, la acogida, el respeto…, son demasiado espirituales (y demasiado odiados) como para que creamos que podremos conseguirlos mejorando el PIB. Pues este sistema inicuo solo sabe hacer crecer el PIB, haciendo que crezca también el PID (Porcentaje Interior de Desigualdad).
En fin, ojalá de esta decepción de hoy brote una lección aprendida para el mañana, y no un nuevo desengaño histórico. Así sea.
[i] Recogida después en La teología de cada día, pgs. 358-72.
Pues si queremos espiritualidad como la que pide González Faus, ahí están las recetas que propone Pablo Iglesias. La estratregia de la izquierda se define en términos técnicos y con lenguaje humano, y traspasar las nubes hacia arriba es regar fuera del tiesto.
Podemos es la irrupción de los jóvenes en la política, el relevo que necesitábamos hace tiempo. Es hora de jubilar a Aznar, a Felipe, a su segundo de a bordo, a Carmena, si pretende auparse a un primer plano sobre las espaldas de los jóvenes.
Fe ciega en los jóvenes, González Faus, no, no y no. Pero confiar en ellos, animarles, apoyar sus proyectos, hacerles sugerencias más que imposiciones, sí. Si tenemos que ponernos a buscar panes y peces entre la gente, !a la tarea! Pero los milagros corren por cuenta del de Arriba…La Iglesia no está para moderar, como pretendíamos antes; está para ponerse a la tarea como uno más, como ciudadanos de a pie…
Respecto al punto 7 de la intervención del señor Iglesias que recoge Antonio, ayer el expresidente don Felipe González ha hecho, según leo, una dura crítica a Errejon, don Iñigo, por haberse ido con Carmena, doña Manuela, en la forma en que lo ha hecho. Porque entiende como el señor Iglesias que la forma no guardada, no cumplida perjudica la democracia. El expresidente debe haber olvidado algunas formas que durante su larga etapa de gobernante, se saltaron, por unos u otros de los suyos con bastante más descaro y daño para la democracia que la de un diputado que abandona su escaño, entregándolo a su partido y se pone al habla con una ciudadana alcaldesa para ejercitar su derecho a ser elegido por sus conciudadanos para un cargo público. Roldán, por ejemplo. Vera, por ejemplo. Barrionuevo, por ejemplo. No solo algunas formas, bien guardadas, y sorteadas sin pudor, deterioran la democracia. Echo en falta en los puntos de la meditación del señor Iglesias alguna crítica a sus quebradas formas de cuando en vez y como esas quiebras y requiebros han dañado, creo que irreversiblemente, el proyecto. No solo los curas deben predicar y dar trigo.
Copio de El País esta consideraciones de Pablo Iglesias al Consejo Ciudadano Estatal que ha empezado hace un par de horas con su ausencia:
Pero es que además, me gusta Errejón.
Me hace gracia cuando hablan de traiciones dentro de un partido.
Recuerdo aquella apuesta que hizo Felipe González, creo que fue en Suresnes, dejó la secretaría del PSOE , apostó por un partido socialista donde se eliminará el concepto de marxismo y ganó. Y volvió con otro PSOE distinto. Y arrasó.
Cuánta gente se sentiría traicionada?.
Pero sí la política es el arte de la traición por excelencia. Porque las sociedades evolucionan. Y personas que en un momento determinado piensan determinadas cosas, cambian de opinión. Los líderes políticos también.
Y o sigue evolucionando o estamos perdidos. Siento que este pensamiento se entienda como algo que hace daño. Pero eso de los dos bloques, por favor.
Nos toman el pelo uno y otro. No hay buenos y malos. Hay dos bloques luchando a brazo partido por controlar el planeta.
Tengo que elegir entre uno de los dos? Me tengo que manifestar a favor de maduro o de este otro chico que ni me interesa su nombre? Es que no puedo, no sé qué hay detrás, no sé qué interesa, no sé elegir un mal menor.
Desconfío de muchisimas noticias que leo. No sé quiénes dicen la verdad o no. Supongo que ninguno de los dos bandos. Todo estará pasado por un crisol u otro.
Así que leo lo que dicen ustedes y me quedo calladica.
Un saludo a todos.
Pues voté en las de mi comunidad a Podemos, a ver qué tal. Y en las generales al señor Garzón.
Luego se unieron y volví a votar al PSOE.
Porque creo que la izquierda se tiene que unir, pero después de las elecciones. No tengo por qué votar a un señor que no veo claro porque me guste otro. Es una manera de presión, a mí juicio.
Y por lo visto no fui la única persona que pensó así. La izquierda perdió votos.
La derecha ha llegado a acuerdos postelectorales. Y ha ganado Andalucia.
Eso tendría que hacer pensar. Desde luego, bastante tengo para decidirme a votar por un partido, como para pensar en elegir un grupo de ellos u otro. Imposible, para mí, o sea, imposible.
Bueno,sí, las izquierdas mal unidas. Por matices. Pero hubo una vez que se unieron FRENTE POPULAR, y ganaron. Pero esa vez vino la iglesia, que empezó una labor de zapa, desde el mismo día que se proclamó la República, 14 de Abril de l931 y acabó con ella, por un “caudillo de España, por la gracia de Dios”.¡¡Como para creer en ese dios, su gracia y su iglesia.!!!
¡Como siempre… al lado del poder!
¿Por qué nos extraña?
mª pilar
Y a pesar de lo dicho.
Tengo el deber de reconocer, que gracias a la Vida, no toda la iglesia funciona igual; hay personas que han dado y dan la vida por quienes tienen a su lado… desde luego… lejos de Roma.
Puedo dar fe de ello, porque he tenido el gozo de vivirlo, compartirlo, y ver, que cuando se vive de verdad el Evangelio, como Jesús lo proclamó:
¡¡¡La Vida crece y en abundancia!!!
mª pilar
A mí… Me sucede lo mismo, sus principios me llenaron de esperanza y por dos veces voté su programa, y zas… Llegó la decepción cuando las personas intentan crecer por encima de otras:
¡Todo se va al traste!
Todavía se puede arreglar, si si hay voluntad para ello… Pero tristemente, a las izquierdas de e
ste país… Les falta capacidad de entrega por el bien, de las personas que de verdad sufren el mal hacer de las políticas de “casi” siempre.
Deseo que lo revisen… Y se pongan de verdad a la tarea de gobernar… ¡¡¡Bien!!!
m* pilar
Como siempre o casi, cierto y razonable lo que dice González Faus. Es muy triste e inaceptable lo que está sucediendo en Podemos, aunque no es nuevo porque para las izquierdas siempre ha sido muy complejo lograr la unidad de acción a costa de ceder matices propios.
Las derechas, sin embargo, son capaces de olvidar tales matices para formar un bloque que les lleve a la victoria, eso sí, siempre unidas por un nexo impregnado de neoliberalismo carente del menor atisbo de solaridad por ser un concepto que no suma en sus cuentas, más bien puede restar.