Hoy, 14 de diciembre, cumplo 80 años de vida. Estoy descendiendo la montaña de la vida.
En primer lugar, doy gracias a Dios por haber llegado hasta aquí y por haber sobrevivido. De pequeño, con algunos meses, estaba destinado a morir. En aquellos interiores profundos de Santa Catarina, Concórdia, todavía no había médicos. Todos, desolados, decían: “pobrecito, va a morir”. Mi madre, desesperada, después de hacer el pan familiar en un horno de piedra, lo dejó entibiar y sobre una pala de madera me colocó unos cuantos minutos allí dentro. A partir de este experimento último, mejoré y aquí estoy como sobreviviente.
Pensaba que nunca pasaría de la edad de mi padre que murió de un infarto fulminante a los 54 años. Sobreviví. Escribí un balance a los 50. Después pensaba que no pasaría de la edad de mi madre, que también murió de infarto con 64 años. Sobreviví. Hice otro balance a los 60. Entonces, estaba seguro de que no llegaría a los 70. Sobreviví. Tuve que escribir otro balance a los 70. Finalmente, pensé convencido, de todas maneras no llegaré a los 80. Sobreviví. Y tengo que escribir otro balance. Como salí desacreditado en mis previsiones, ya no pienso en nada más. Cuando llegue la hora que sólo Él conoce, iré alegremente al encuentro del Señor.
Releyendo los distintos balances, sorprendentemente y sin intención previa, veo que hay constantes que atraviesan todas las memorias. Voy a tratar de hacer una lectura de ciego que solo capta lo que es relevante. Siempre estuve movido por alguna pasión más fuerte que me llevaba a hablar y a escribir.
La primera pasión fue por la Iglesia renovada por el Concilio Vaticano II. Escribí mi tesis doctoral en Múnich: La Iglesia como sacramento; Iglesia: carisma y poder (que me llevó al silencio obsequioso) y Eclesiogénesis: las CEBs reinventan la Iglesia.
La segunda pasión fue por el Jesús histórico, su gesta que lo llevó a la cruz. Escribí Jesucristo el Liberador; Nuestra resurrección en la muerte; El evangelio del Cristo cósmico; Vía Crucis de la justicia.
La tercera pasión fue por San Francisco de Asís, el primero después del último (Jesús). Escribí Francisco de Asís: ternura y vigor; San Francisco: nostalgia del Paraíso; Comentario a su Oración por la Paz.
La cuarta pasión fue por los pobres y oprimidos. Nació la teología de la liberación y escribí Teología del cautiverio y de la liberación; El caminar de la Iglesia con los oprimidos; y junto con mi hermano Fr. Clodovis escribimos Cómo hacer teología de la liberación.
La quinta pasión fue por la Madre Tierra superexplotada. Escribí La opción Tierra: la solución a la Tierra no cae del cielo; El Tao de la liberación: ecología de la transformación junto con Mark Hathaway; Cómo cuidar la Casa Común.
La sexta pasión fue por la condición humana sapiente y demente. Escribí El destino del hombre y del mundo; El águila y la gallina: una metáfora de la condición humana; El despertar del águila: lo dia-bólico y lo sim-bólico en la construcción de la realidad; Saber cuidar; El cuidado necesario; Femenino-Masculino con Rose-Marie Muraro; El ser humano como proyecto infinito.
La séptima pasión fue por la vida del Espíritu: Traduje la obra principal del místico Maestro Eckhart; retraduje actualizándola la Imitación de Cristo de 1441 añadiéndole una parte nueva: El seguimiento de Cristo; Experimentar a Dios hoy; La Santísima Trinidad es la mejor comunidad; El Espíritu Santo: fuego interior, dador de vida y padre de los pobres; Espiritualidad: un camino de transformación.
He publicado cerca de cien libros. Es trabajoso, con solo 25 letras, componer las palabras y después con las palabras formular las frases y por fin con las frases concebir el contenido pensado de un libro. Cuando me preguntan: “¿Qué haces en la vida”? Respondo: “soy un trabajador como cualquier otro, como un carpintero o un electricista. Solo que mis instrumentos son muy sutiles: apenas 25 letras”.
“¿Y qué es lo que pretendes con tantas letras?” Respondo: “solo pensar, en sintonía, las preocupaciones mayores de los seres humanos a la luz de Dios; suscitar en ellos la confianza en las potencialidades escondidas dentro de sí para encontrar soluciones; intentar llegar al corazón de las personas para que tengan compasión por el sufrimiento injusto del mundo y de la naturaleza, para que nunca desistan de mejorar siempre la realidad, comenzando por mejorarse a sí mismos. Para que, independientemente de su condición moral, se sientan siempre en la palma de la mano de Dios-Padre-y-Madre de infinita bondad y misericordia.
“¿Valieron la pena tantos sacrificios para escribir?” Respondo con el poeta Fernando Pessoa: “Todo vale la pena si el alma no es pequeña”. Me esforcé para que no fuese pequeña. Dejo a Dios la última palabra. Ahora en el atardecer de la vida, reviso los días pasados y tengo la mente vuelta hacia la eternidad.
*Leonardo Boff es teólogo, filósofo y escritor. Ha escrito: Reflexiones de un viejo teólogo y pensador, Vozes 2018.
Traducción de Mª José Gavito Milano
Preciosa carta del papa Francisco a Leonardo que hoy publica RD:
Dr. Leonardo Boff
Querido hermano,
Gracias por tu carta enviada trámite el P. Fabián. Me alegró recibirla y te agradezco la generosidad de tus comentarios.
Recuerdo nuestro primer encuentro, en San Miguel, en una reunión de la CLAR, allá por los años 72-75. Y luego te seguí leyendo algunas de tus obras.
Por estos días estarás cumpliendo 80 años. Te hago llegar mis mejores augurios.
Y, por favor, no te olvides de rezar por mí. Lo hago por vos y tu Señora.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente.
Francisco
Gracias x acompañarnos en la renovacion real desde nuestra espiritualidad… que la practicamos en la vida, sobre todo con los ninguneados…felicidades
Muchas Felicidades y Bendiciones Especiales. ¡Larga vida para uno de mis teólogos favoritos desde hace 25 años!. Feliz Año Novo!!
saludos fraternos ďe un pueblo que te acompaña en este caminar de tus 80 años
Hermano Leonardo: Comparto contigo esas pasiones que describes. Las comparto de veras, así como también comparto tus palabras: “Prefiero andar con la Iglesia que solo con mi teología” o con mi interpretación teológica de lo Divino. No has querido olvidar el ruego-oración del Señor: Que sean UNO. Detrás de todas las fragilidades, desviaciones e infidelidades humanas -en exceso- de la Iglesia-Fraternidad -excesos que también tú has sufrido-, está el Señor, pese a todo, sosteniéndola con su presencia. Y esa presencia espiritual, real, es la que celebro cuando participo en la Eucaristía.
En este cumple deseo unirme contigo en la acción de gracias, siempre con vistas a la eternidad, en la que también yo creo. Gracias por tu trabajo iluminador, por tu testimonio perseverante y por la crítica evangélica, a la que muchas veces has recurrido como sugerencia o como denuncia. Sólo te deseo que, llegado a estas alturas, el Señor te dé la paz y que la disfrutes. Un cordila y fraterno abrazo.
Doy gracias por quienes como Leonardo Boff han recibido el don de escribir y nosotros el don de alegrarnos con sus escritos. Yo sólo fui capaz con ahora mis 83 años de encontrar una síntesi que me atrevo a ofrecerle a Leonardo con gratitud a través de un libro: “El pobre, los vicarios de Cristo” de González Faus en donde habla del principio de propiedad… Y después de una intuición encontrada en uno de los libros de Andrés T. Queiruga quien después de leer infinidad de veces el relato de Juan en la última cena dice que él cree intuir a través de las palabras de Jesús que Dios nos dice: ” Por favor, ayudad a mis hijas e hijos más necesitados.”
Me ha gustado mucho, mucho. Y entiendo perfectamente ese sentimiento de estar convencido de que le sucedería lo que a sus familiares. Lo entiendo absolutamente.
Felicidades, señor Boff. Y no únicamente por llegar a los ochenta, que ya es todo un logro, sino porque ha llegado en paz consigo mismo.
Un tiempo atrás dijo el secularizado Boff: “Prefiero andar con la Iglesia, que solo con mi teología”. Con el tiempo se convirtió en el Lutero moderno de nuestra época. Pero, TODOS moriremos, y la Iglesia seguirá existiendo.
Aclaración: la frase “secularización” no es de mala fe.
Y no nos olvidemos del juicio final. Veremos qué pasa ahí. Lo mismo le dicen al señor Boff y a Luthero: venid, benditos de mi padre, porque vosotros entendisteis mi mensaje.
Veremos. La vida es tremendamente sorprendente, pues imagínese la vida eterna. Nos va a descolocar a todos.
Feliz Navidad.
¡Que diferencia el testimonio de los padres Henri De Lubac, Guardini!
En el juicio nos preguntara el Señor SOLO dos cosas: el amor al otro, y la obediencia a la Iglesia,independientemente de “esta” Iglesia.
A veces me he preguntado, si no soportan o aguantan a “esta” Iglesia,¿por que no la abandonan? Muerto el perro, se acabo la rabia. ¿Acaso se necesita ser masoquista para continuar en “esta” Iglesia de curas abusadores?
Feliz Navidad a todos desde el Perú.
Perdón. Está usted en un error de esos supergordísimos. No le van a pedir cuentas sobre la obediencia a la iglesia. Fijo.
Pregunte a alguien de quien usted se fíe, le aseguro que ha entendido mal.
Un saludo cordial
Luis Alberto:
¿Está Vd. seguro de eso?
Entonces, pregunto:
¿En que clase de “dios” creen algunas personas?
No en el Dios-Abba de Jesús…
mª pilar
Me ha gustado este repaso que Leonardo Boff hace de sus inquietudes a lo largo de sui vida.
Gracias
Mi muy admirado Leonardo Boff. Es increible como se pasa el tiempo. Tengo mas de treinta años siguiendo tus escritos. Recuerdo hace diez años cuando escribiste aquel artículo en que decías: oficialmente anciano, habias cumplido tus 70 años de edad. Gracias por toda tu actividad teológica, en la que nos has puesto a pensar en un sin número de temas y puntos de visata, como decías, un punto de vista, es la vista de un punto; no haz retado a expandir nuestra visión, y sobre todo a escuchar. Que esta Navidad el Niño Dios te colme de sus bendciones, como lo ha hecho todas las navidades que te ha tocado vivivir, desde que tu padres te congregaron con tus hermanos para celebrar este gran acontecimiento de nuestra fe Cristiana.
Tuve el honor de estar cerca y cambiar rápidamente unas palabras con este erudito de la palabra escrita, durante el congreso latinoamericano de teología realizado este año en El Salvador. Dios le concedió vivir para que diera testimonio de su humanismo y dejar ver que otro mundo es posible. Gracias tocayo por esa riqueza que nos has heredado.