Por aquellos días salió un decreto de la Generalitat de Catalunya diciendo que por fin habían recibido del gobierno de Madrid autorización para conceder papeles a todos los inmigrantes que cumplieran determinadas condiciones de años en el país, contrato de trabajo etc., y que el plazo para entregarlos concluía a fines de diciembre. Muchos inmigrantes se pusieron en camino hacia Barcelona, abarrotando el euromed, los AVEs y las autopistas.
Desde un pueblito innominado cercano a la gran urbe, y en un tren de cercanías, subió también Joseph, un inmigrante de Alepo, con su esposa Myriam que estaba encinta. La gestión de los papeles duró tanto tiempo que, cuando por fin los tuvieron, era ya muy tarde y no había trenes para regresar a aquel pueblo miserable. Recorrieron todas las pensiones baratas de Barcelona sin encontrar lugar en ninguna. Algunas familias les ofrecieron una habitación en su piso, pero a unos precios abusivos, inasequibles para la pareja. Al final, tras dar mil vueltas por Barcelona, encontraron allá por La Mina un antiguo garaje abandonado. “Por una noche nos arreglaremos, y mañana tempranito salimos ya hacia casa”, dijo Joseph a su mujer medio avergonzado y como pidiéndole perdón. “Por supuesto”, sonrío ella, “una noche pasa rápido”.
Pero ocurrió que, estando en aquel garaje, se le cumplieron a ella los días del parto y dio a luz un primogénito. María que, previsora, había traído unos pañales, lo envolvió en ellos y lo recostó en la carrocería de un viejo coche abandonado y en desguace.
Había por aquellos días varias personas durmiendo por las iluminadas calles de Barcelona. Y he aquí que, aquella noche, a todas ellas les pareció oír una voz que les decía: “vais a saber una gran noticia que os llenará de alegría: os ha nacido un salvador, y esta es la señal: lo encontraréis en un garaje abandonado en La Mina, envuelto en pañales y recostado en la butaca de un viejo coche destrozado”. Alguno de esos transeúntes creyó que el vino le estaba jugando una mala pasada, pero vio que un compañero que dormía unas casas más adelante, había recibido el mismo aviso; y otro un poco más lejano exactamente lo mismo. Visto lo cual, se pusieron todos en camino y fueron encontrando otros varios durmientes de calle que se dirigían como ellos hacia el garaje. Una vez allí, al ver al niño se quedaron sobrecogidos, como en éxtasis y, no teniendo otra cosa, ofrecieron a José un cigarrillo y un trago que llevaban; y algunas sobras de sus cenas a María.
Días después, aparecieron por Barcelona unos imanes que venían en coche desde Irán, preguntando donde vivía el Salvador del mundo: que sabían que había nacido por allí, poco tiempo antes. La noticia corrió como un reguero de pólvora porque dio la casualidad de que llegaron el mismo día de la cabalgata de Reyes, con lo que se encontraron casi todas las calles cortadas y tuvieron que parar para preguntar caminos alternativos: “hemos venido muy bien, guiados por un GPS, pero al llegar a Barcelona se nos ha parado. Y para nosotros es muy importante encontrar a ese niño, que debe estar por aquí cerca”.
La noticia llegó en seguida a los mossos d’esquadra que andaban vigilando la cabalgata. Inmediatamente avisaron al Conseller de interior, el cual se puso en seguida en contacto con Madrid. “Vienen a preparar un atentado, de eso no hay duda”, le dijeron desde Madrid. “Sí, pero por lo que hemos oído, andan buscando a alguien que debe ser el jefe del Daesh que estará en ese pueblo; seguramente nos han dicho que era un niño para disimular. Pero nos interesa más localizar a ése personaje”. Así se acordó dar a los imanes toda clase de facilidades e irlos siguiendo hasta localizar al personaje que ellos buscaban. Una vez obtenida esa información, “diremos simplemente que han sido abatidos; y no habrá problema, porque la gente ya no pregunta más cuando se trata de presuntos terroristas”.
De pronto, a los imanes volvió a funcionarles del GPS. Llenos de alegría se dejaron llevar hasta la casa de Myriam y Joseph, vieron al Niño, rezaron con la familia, les ofrecieron unos regalos de Siria y de Irán, que no era fácil encontrar en España y, guiados otra vez por el GPS, se volvieron a su país por otro camino, conduciendo hacia el Sur y embarcando allí el coche…
Al día siguiente, en varias iglesias de Barcelona, se cantaba una coral cuya letra decía así: “gloria a Dios en los humildes, que son lo más grande de la tierra. Y paz a los que aman la sobriedad y la profundidad interior que son las únicas fuentes de la paz verdadera”.
CUENTO DE MI NAVIDAD: Por razones que no vienen al caso,un cuñado mío puso un belén en la casa donde resido.Yo,ciertamente nunca lo hubiera puesto porque soy poco español(según el secretario general del PP poner belenes es de españoles,el Teodoro Egea,la competencia de VOX es feroz);yo,digo,lo estaba hoy retirando y metiendo las figuras en una caja y subiendo la caja a un altillo(donde guardo el Belén y los millones de euros como cierto político del PP) y se me ha caído el ángel que anunció a los pastores el nacimiento de Jesús.El Ángel se ha roto.La explicación física es bien sencilla estaba en una escalera y el ángel no estaba bien metido en la caja.Simultáneamente me ha consolado Giovanni Papini cuya Historia de Cristo estaba leyendo y había abandonado(un verdadero coñazo),pero había llegado al epígrafe de los pastores donde dice:”aunque el Ángel no hubiese anunciado el gran nacimiento,ellos hubieran corrido al establo para ver al hijo de la Extranjera”.Más abajo lo explica:”los pastores antiguos eran pobres y no despreciaban a los pobres;eran sencillos como niños y gozaban contemplando a los niños”. Y mad adelante tine una images de una cierta belleza:”los pastures Vivek casi siempre solitarios y distances.No saber del mundo lejano y de las fiestas de la Tierra.Cualquier succeso que acaezca cerca de ellos,poor pequeño que sea,los conquered”.Descripciòn de los pastores que encaja perfectamente con los transeuntes escogidos en el texto de Faus.En definitiva,queda demostrado que el àngel es innecesario….
Quise decir “los pastores viven”
Quise decir “los conmueve”.Qué desastre
Yo no creo que tenga vital importancia donde nació Jesús ni cómo nació Lo importante es que nació aquí en el planeta tierra estuvo con nosotros. Nos eseñó el rostro de Papá Dios que maravilloso Dios es nuestro ABBA nuestro Padre y los hombres somo hermanos hermanas. Nos enseño el camino por donde tenemos que regresar a la casa paterna celestial…amándonos como hermanos, como lo hizo El maravillosamente. Eso es lo más importante.
Como sigan así, van a acabar ustedes con el espíritu de la Navidad.
Las personas sencillas de cabeza y de comunidad autónoma, todavía creemos en ella.
Cosas de indocumentados . No hay nada como una buena preparación teológica para atacar lo sencillo y respetar lo que en realidad es importante. La inteligencia, que es así.
Las “creencias” no se las puede atacar.
Lo que se puede es constatar su “esfume”
en la “razón histórica” de las Generaciones.
El espíritu de la Navidad , para mí no es una creencia, es una realidad. La constato todos los años. Se ha convertido en algo distinto a una creencia. Ahora muchas personas la sentimos como la fiesta familiar por excelencia, donde todos y cada uno de nosotros intentamos esa noche sentirnos parte de nuestra familia. Aunque a veces se líe y acabemos cansados. Al año siguiente lo volvemos a intentar.
A lo mejor la razón histórica que dices se ha esfumado. O no .
No sé cómo empezó. Sé cómo la he vivido siempre.
Y la teología tiene muchísimas cosas importantes de las que preocuparse. La Navidad no hace daño a nadie. Infinidad de cosas que tienen un fundamento teológico sí.
La Navidad conmemora el nacimiento de Jesús. Punto.
Lo que nos iguala a Jesús es que nació y murió. Porque lo sentimos humano como nosotros. Sin más historias. Nos gusta su nacimiento y nos acongoja su forma de morir.
Nos gusta Jesús.
Hola! … y Ojito!!!
Mientras medito-festejamos
La Larga Marcha de Nazaret a Belén,
“China recupera el espíritu de la Larga Marcha”
https://mundo.sputniknews.com/asia/201812191084238679-creciente-desarrollo-de-china/