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La luz en la caverna

        Un viejo amigo –profesor y filósofo en la reserva activa– me manda un largo escrito, discurriendo sobre el significado de la palabra Dios.

            Como respuesta a su escrito, le digo que lo que me inspira su lectura sobre quién es Dios lo resumiría en esta frase: Dios es el sentido oculto de todo lo que existe, que nadie conoce ni se ha descubierto todavía, cuya cara visible es Jesús de Nazaret, “padre del hijo pródigo”, “buen samaritano”, “maestro de bienaventuranzas”: en cuanto que las bienaventuranzas –reflejadas y reificadas en su vida y en su obra– testimonian y enseñan los valores que le dan sentido a la existencia concreta de los seres humanos, que son los únicos seres que pueden preguntarse por Dios. Es decir: sólo los humanos-pensantes podemos preguntarnos por el sentido de lo que tal vez pueda existir en la totalidad misteriosa del universo.

            La antropomorfización del concepto de Dios ha sido, tal vez, necesaria “para entendernos” en otros periodos de nuestra historia o en algún periodo del desarrollo de alguna persona (o de muchas, o de todas). Pero ya conocemos a muchas otras personas para quienes ha perdido totalmente su sentido expresiones o creencias como estas: Dios lo ha querido así, Dios te va a castigar, Dios te ama, “tanto amó Dios al mundo que entregó a si Hijo Unigénito a morir por tus pecados…”, soy un sueño de Dios, es la voluntad de Dios (la única voluntad que hay es voluntad antropológica: la voluntad humana. Y esa única voluntad de la persona humana se hace “voluntad de Dios”, cuando decide y actúa para el bien, desde la fuente única del bien que es el amor).

            Es verdad que el mismo Jesús antropoformizó a Dios llamándole Padre y asignándole funciones netamente humanas: perdonar nuestras deudas, que se haga su voluntad, que nos de el pan, que nos proteja… Pero, como ya hemos comentado, Jesús vivió en un lugar y en una época histórica y cultural determinados, y echó mano de sus parábolas y de los recursos lingüísticos de su medio “para entenderse” en esas determinadas circunstancias socioculturales en las que desarrolló su vida.

            Como el sabio del cuento, nos señaló con su dedo el cielo… Pero no se trata de que nos quedamos para siempre –igual que el necio– con los ojos fijos en el dedo…

           Porque también el mismo Jesús lo había dicho: “A Dios no lo ha visto nadie pero si nos amamos unos a otros él se hará realidad entre nosotros”. Lo único que le da sentido a nuestra vida humana es eso tan confuso, profuso y difuso, que se llama Amor; algo así como el rayo de luz que proyecta una pequeña claridad sobre la pared de la caverna oscura de Platón, como reflejo de una Luz Total que habita –tal vez, quizás– fuera…, lejos…, ¿dónde?

            Mirando desde la caverna los reflejos de la Luz que hasta ella se filtran, quizás lleguemos a vislumbrar que la palabra Dios, el Nombre de los nombres, la Palabra primera por la que “fue hecho todo lo que ha sido creado”, contiene por esencia –no podría ser de otra manera– todos los atributos significativos del Bien: el Bonum, Verum, Unum (totalidad unificada), Pulchrum, de los teólogos escolásticos. Por eso se le ha ido llamando Elohim, Adonai, Pastor y Padre, Amigo, Luz, Camino, Vida y Verdad, Misericordia, Amor infinito… Pero, por el desgaste y las adherencias del uso, y también por intenciones manipuladoras de los poderosos de la carne o del espíritu, esta sagrada palabra ha llegado a provocar, a través de los siglos, significados confusos, contradictorios, culpabilizantes, amenazadores y aterradores, desde los que los pobres pecadores, merecedores del castigo eterno infernal (por haber sido creados con un cuerpo material, hecho de instintos y necesidades, y de una mente maravillosa pero, como todo lo humano, imperfecta, limitada y falible) han extendido, durante siglos, sus manos, suplicando piedad y perdón desde su desvalimiento y horror existencial (tantas veces, hasta arrastrando cadenas en los piés y con las espaldas ensangrentadas por disciplinas expiadoras, con el fin aplacar las amenazas extramundanas del Ser a quien llaman Dios, Amor, Bondad Suprema…”No estés eternamente enojado, perdónanos, Señor”). Lo que llevó al poeta León Felipe a denunciar con malhumorada indignación:

         “Yo no sé muchas cosas, es verdad
digo sólo lo que he visto. Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre
los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos
que los huesos del hombre los entierran con cuentos
y que el miedo del hombre….ha inventado todos los cuentos …”

            Hasta que nuevas generaciones, por necesidad de liberarse de esta esquizofrenia religiosa y mental, han ido descargando el nombre de Dios –la Palabra Eterna– de significado y de interés, hasta llegar a considerarlo como algo de otras épocas, reducido a prácticas obsoletas, a costumbres de antepasados, a creencias supersticiosas, o tal vez a referentes impersonales y confusos de trascendencia y de misterio…

            Me pregunto, una y otra vez: ¿Será posible volver a recargar el nombre de Dios –a rearmarlo– con el máximo de significados auténticos que, con solo nombrarlo, despierten y susciten resonancias puras –cognoscitivas, sensitivas y emocionales– de confianza humilde, esperanza imbatible, misericordia, benevolencia, amor, compromiso humanitario, generosidad sin límites, fraternidad universal, felicidad compartida, bienaventuranza consumada …, tal como se encarna, se realiza, se configura y se consuma en esa persona histórica y actualísima llamada, simplemente, Jesús…?

10 comentarios

  • oscar varela

    LOS ESCAPARATES MANDAN (Mayo 1927)
    * Se dice que el dinero es el único poder que actúa sobre la vida social.
                – pero en muchas épocas históricas se ha dicho lo mismo que ahora,
     * En el siglo VII antes de Cristo corría ya por todo el Oriente del Mediterráneo el apotegma famoso: chrémata, chrémata aner. “¡Su dinero, su dinero es el hombre!”.
    * En tiempo de César se decía lo mismo,
    * en el siglo XIV lo pone en cuaderna vía el tonsurado de Hita y
    * en el XVII Góngora hace de ello letrillas.
     ¿Será el dinero, desde que se inventó, una gran fuerza social?
    …………………..
    * Nadie puede dudar de la importancia que el dinero tiene en la historia,
    * pero tal vez pueda dudarse de que sea un poder primario y substantivo.
    * Tal vez el poder social no depende normalmente del dinero,
                – sino que se reparte según se halle repartido el poder social:
                            – va al guerrero en la sociedad belicosa,
                            – va al sacerdote en la teocrática.
    …………………..
    * El síntoma de un poder social auténtico es
                – que cree jerarquías,
                – que sea él quien destaca al individuo en el cuerpo público.
    * Es una de las fuerzas principales
                – que actúan en el equilibrio de todo edificio colectivo,
                – pero no es la musa de su estilo tectónico.
    * En cambio, si ceden los verdaderos y normales poderes históricos
                – raza, religión, política, ideas,
                – toda la energía social vacante es absorbida por él.
    * Diríamos que:
                – cuando se volatilizan los demás prestigios
                – queda siempre el dinero,
    * O de otro modo:
                – el dinero no manda más que
                – cuando no hay otro principio que mande.
    …………………..
    * Lo nuevo, lo exclusivo del presente es esta coyuntura:
                – El poder del dinero ha tenido un límite automático en su propia esencia.
                – El dinero no es más que un MEDIO PARA COMPRAR cosas.
                            – Si hay pocas cosas que comprar,
                                        – su influjo será escaso.
    * Entonces: el poder social del dinero
                – será tanto mayor cuantas más cosas haya que comprar,
                – no cuanto mayor sea la cantidad del dinero mismo.
    …………………..
    * El industrialismo y técnicas modernas,
                – produce un cúmulo tal de objetos mercables,
                            – de tantas clases y calidades,
                – que puede el dinero desarrollar fantásticamente su esencia:
                            –  el COMPRAR.
    …………………..
    Cabría imaginar un autómata
                – provisto de un bolsillo en que metiese mecánicamente la mano y
                            – que llegara a ser el personaje más ilustre de la urbe.
     

  • oscar varela

    Hola!
    Saramago escribió una trilogía sobre las pérdidas del hombre:
                – en Ensayo sobre la ceguera, la visión;
                – en Todos los nombres, el propio nombre;
                – en La caverna, el empleo.
    ………………
    LA CAVERNA
    * está narrada en torno a tres personajes principales
                – el alfarero y
                – su hija, que trabajan juntos, y
                – el marido de ésta, empleado vigilante en Grandes Almacenes.
    * gira alrededor de ese monstruoso y siempre distante Centro Comercial 
    * definía a los ESCAPARATES como
                – las CAVERNAS de la época contemporánea,
                            – donde los prisioneros creen que ven y
                                        – describen las cosas reales
                            – cuando solamente
                                       – ven y describen sus sombras o apariencias. 
    ………………
    * ‘La ausencia de comunicación es total en un Centro Comercial’
                – es el único espacio público del mundo de hoy,
                – son las nuevas catedrales y las nuevas universidades,
                            – una forma de espíritu autista de consumidores
                            – OBSESIONADOS POR COMPRAR.
    ………………
    COMPRAR Vs. DAR

    LA SEMILLA DE LA IGUALDAD 5


     – Él les contestó: Dadles vosotros de comer.
    – Le dijeron: ¿Vamos a comprar panes por doscientos denarios de plata para darles de comer?
    Jesús presenta otra opción. Su contrapropuesta, brevísima, invita a los discípulos a implicarse en el problema: “Dadles vosotros de comer”. No acepta que comprar sea la fórmula que resuelve el problema de los necesitados. Comprar genera individualismo, crea desigualdades y condena a muchos a la inanición mientras algunos consumen hasta el hartazgo.
    ………………

  • Es que ya se está recargando. No es que las personas que vivimos ahora no creamos en Dios. No es eso. Es que no creemos en el dios de los cuentos . Porque las personas hemos evolucionado con nuestro tiempo  . Somos hijos de nuestro tiempo.

    Pero no quieren dejarnos.  Determinados gruposi pierden su poder.

    Lo que no saben es que tienen la guerra perdida. No sé las generaciones que llevará, pero saldremos de la caverna. Estoy segura

    Hay por ahí un artículo estupendo del señor JJ hablando de fumdamentalismos.

    Un abrazo

  • Gonzalo Haya

    Me identifico totalmente con las sombras y luces de este artículo.

  • Antonio Rejas

    Pienso que en la teoría de todas las religiones existen muchos cuentos, pero quiero creer que no todo es cuento. Hay también una fina realidad difícil de captar por estar cubierta de cuentos.

    En el último párrafo del artículo se descifra, a pesar de los cuentos, la relidad auténtica del nombre de Dios: “confianza humilde, esperanza imbatible, misericordia, benevolencia, amor, compromiso humanitario, generosidad sin límites, fraternidad universal, felicidad compartida (si no es así, es engañosa), bienaventuranza consumada”.   

    Considero que tales conceptos son suficientes para dar “luz en la caverna”.

         

    • Rodrigo Olvera

      ¿Y si resultara que esa luz estuviera plena y disponible afuera de la caverna si tan solo tuviéramos la libertad de salir de ella?

      ¿Y si la caverna fuera la prisión mental de solo aceptar la luz como se percibe dentro del concepto religioso “Dios”?

      ¿Y si no necesitáramos que todos esos valores fueran características de ningun Dios sino meramente/plenamente humanas? ¿Y si no fuera necesario que los fundamentemos en ninguna divinidad, siendo suficiente fundamento nuestra humanidad?

      ¿Se imaginan? Tan revolucionario como descubrir que lo que creíamos real es solo percepción distorsionada de la realidad.

      Abrazos y esperanzas.

      • m. pilar

        Hola Rodrigo:

        ¡¡¡Me emociona, me uno a esa posibilidad-¿real?… de ser “humanidad” consciente, caminando por los senderos del buen hacer!!!

        Abrazo entrañable lleno de esperanza
        pili

      • Eso no fue lo que más o menos dijo Nietzsche?

      • Asun Poudereux

        También la realidad incluye la polaridad. Es solo que la mente desea por todos los flancos llevar razón y proclamar su “verdad”.

        Necesita aferrarse a sus seguridades. Y no sabe hacerlo si no analiza y separa. Es comprensible. Si se viene de donde se viene, se pasó también por ello, y desde ahí, qué duda cabe, que no es difícil reconocerse si uno/a se repliega hacia lo que se creía firmemente que era.

        La percepción de lo que une, nos une, no descarta la multiplicidad en las diferencias, sintiéndose enriquecida en su fondo íntimo y grandemente humano.

        Ay, Nietsche, en cierto modo, aún va muy por delante. A lo mejor, no. ¿Quién sabe?

        Gracias, Rodrigo, por tus esperanzadores deseos. Ya ves, entusiasmas a Pilar. Interviene Carmen y entre los tres, me movéis a decir algo también. Benditos todos.

        Besos

  • oscar varela

    Hola!

    Leo en el párrafo final:

    – “Me pregunto, una y otra vez:

    ¿Será posible volver a recargar el nombre de Dios –a rearmarlo– con el máximo de …”-

    Respondo en 2 pasos_

    Primer paso:

    – “L’État, c’est moi

    Segundo paso (el re-armador):

    – “Dios está sobre el Estado“-

    (Bolsonaro/Brasil dixit)