Tras un primer silencio por parte del papa, parece que su círculo está empezando a contestar a las calumnias de Viganò con documentos contundentes. El sábado fue una Notificación de la Santa Sede que publica el blog de iviva. Y ayer domingo una carta del cardenal Ouellet, prefecto de la Congregación de Obispos, a quien Viganò retaba en su escrito a decir lo que sabía. ¡Y vaya que lo hace el cardenal de Canadá, dando un claro testimonio de lo que es la vida y persona de Francisco! Vale la pena leer esta carta. AD.
Querido hermano Carlo Maria Viganò,
En tu último mensaje a los medios, donde denuncias al Papa Francisco y a la Curia romana, me exhortas a decir la verdad sobre los hechos que tú interpretas como una corrupción endémica que ha invadido la jerarquía de la Iglesia hasta su más alto nivel.
Con el debido permiso pontificio, ofrezco aquí mi testimonio personal, como Prefecto de la Congregación para los Obispos, sobre los asuntos que conciernen al Arzobispo emérito de Washington Theodore McCarrick y su presunta vinculación con el Papa Francisco, que son objeto de tu clamorosa denuncia pública, así como de tu pretensión de que el Santo Padre dimita. Escribo este mi testimonio basándome en mis contactos personales y en los documentos de los archivos de dicha Congregación, que están siendo actualmente objeto de un estudio para esclarecer este triste caso.
Permíteme decirte en primer lugar, con total sinceridad, y en virtud de la buena relación de colaboración que existía entre nosotros cuando eras Nuncio en Washington, que tu posición actual me parece incomprensible y extremadamente reprobable, no solo por la confusión que siembra en el pueblo de Dios, sino porque tus acusaciones públicas dañan gravemente la reputación de los obispos, sucesores de los Apóstoles. Recuerdo haber gozado durante un tiempo de tu estima y de tu confianza, pero constato que ahora he perdido ante tus ojos la dignidad que me reconocías, por el simple hecho de haber permanecido fiel a las orientaciones del Santo Padre en el servicio a la Iglesia que me ha confiado. La comunión con el Sucesor de Pedro, ¿no es la quizás expresión de nuestra obediencia a Cristo, que lo ha elegido y lo sostiene con Su gracia? Mi interpretación de “Amoris Laetitia” que tú lamentas se inscribe en esta fidelidad a la tradición viva, de la que Francisco nos ha dado ejemplo con la reciente modificacióndel Catecismo de la Iglesia Católica sobre la cuestión de la pena de muerte.
Vayamos a los hechos. Tú dices haber informado al Papa Francisco el 23 de junio de 2013 sobre el caso McCarrick durante la audiencia que te concedió, a ti y a otros muchos representantes pontificios con quienes ese día se encontraba por primera vez. Imagino la enorme cantidad de información tanto verbal como escrita que tuvo que recoger en aquella ocasión acerca de tantas personas y situaciones. Dudo seriamente de que McCarrick le interesara hasta el punto que tú querrías hacer creer, puesto que era un Arzobispo emérito de 82 años y sin encargo alguno desde hacía siete años. Además, las instrucciones escritas que preparó para ti la Congregación para los Obispos cuando iniciaste tu servicio en 2011, no decían nada sobre McCarrick, sino que te informé oralmente sobre su situación de Obispo emérito que debía obedecer a ciertas condiciones y restricciones, a causa de rumores sobre su comportamiento en el pasado.
Desde el 30 de junio de 2010 que soy prefecto de esta Congregación, jamás he llevado a audiencia ante el papa Benedicto XVI o el papa Francisco el caso McCarrick, salvo en los días después de su decadencia del Colegio de Cardenales. El ex-cardenal, jubilado en mayo de 2006, fue exhortado a no viajar y a no hacer apariciones públicas a fin de no provocar más rumores como los que circulaban sobre él. Es falso presentar las medidas tomadas en relación a él como «sanciones» decretadas por el Papa Benedicto XVI y anuladas por el Papa Francisco. Tras una revisión de los archivos, constato que no hay documentos la respecto firmados por uno u otro papa, ni nota de audiencia de mi predecesor el Cardenal Giovanni Battista Re, que dieran el mandato de obligar al Arzobispo emérito McCarrick al silencio y a la vida privada con el rigor de penas canónicas. La razón es que no se disponía entonces, a diferencia de hoy, de pruebas suficientes de su presunta culpabilidad. De ahí la posición de la Congregación, inspirada por la prudencia, y las cartas de mi predecesor y las mías propias en las que se le exhortaba, a través de los Nuncios Apostólicos Pietro Sambi y tu persona, a un estilo de vida discreto de oración y penitencia por su propio bien y el de la Iglesia. Su caso hubiera merecido nuevas medidas disciplinares si la Nunciatura en Washington o cualquier otra fuente nos hubiese proporcionado elementos recientes y decisivos sobre su comportamiento. Espero que, por respeto a las víctimas y la necesidad de justicia, la investigación que está en curso en Estados Unidos y en la Curia romana nos proporcione un análisis crítico y global de los procedimientos y circunstancias de este doloroso caso para evitar que se reproduzca en el futuro.
¿Cómo es posible que este hombre de Iglesia, cuya incoherencia se conoce hoy, haya sido promovido varias veces hasta ocupar las muy altas funciones de Arzobispo de Washington y como Cardenal? Yo mismo estoy muy sorprendido de esto, y reconozco fallos en el proceso de selección que se ha llevado a cabo en su caso. Pero sin entrar aquí en detalles, se debe comprender que las decisiones tomadas por el Soberano Pontífice se apoyan en la información de la que se dispone en ese momento preciso, y que son objeto de un juicio prudencial que no es infalible. Me parece injusto llegar a la conclusión de que hubo corrupción en las personas encargadas del discernimiento previo, aunque, en el caso que nos ocupa, ciertos indicios que aparecen en los testimonios hubiesen debido ser examinados más a fondo. El prelado involucrado supo defenderse muy hábilmente de las dudas levantadas sobre él. Por otra parte, el hecho de que pueda haber en el Vaticano personas que practican y sostienen comportamientos contrarios a los valores del Evangelio en materia de sexualidad, no nos autoriza a generalizar y a declarar indignos y cómplices a este tal y a este otro tal, e incluso al mismo Santo Padre. ¿Acaso no deben los ministros de la verdad guardarse ante todo de la calumnia y de la difamación?
Querido representante pontificio emérito, te digo francamente que acusar al papa Francisco de haber encubierto con conocimiento de causa a este presunto depredador sexual y, por consiguiente, de ser cómplice de la corrupción que hace estragos en la Iglesia hasta el punto de llegar a hacerle indigno de proseguir su reforma como primer pastor de la Iglesia, me resulta desde todo punto de vista increíble e inverosímil. No alcanzo a comprender cómo has podido dejarte convencer de esta monstruosa acusación que no se sostiene. Francisco no ha tenido nada que ver con las promociones de McCarrick en Nueva York, Metuchen, Newark y Washington. Él lo destituyó de su dignidad de cardenal tan pronto como apareció una acusación creíble de abuso de menores. Jamás le he escuchado hacer alusión a ese supuesto gran consejero de su pontificado para los nombramientos en América, cuando el Papa no esconde la confianza que concede a algunos prelados. Intuyo que estos no son de tu preferencia ni de la de los amigos que sostienen tu interpretación de los hechos. ¡Pero encuentro aberrante que te aproveches del escándalo de los abusos sexuales en Estados Unidos para infligir a la autoridad moral de tu superior, el Sumo Pontífice, un golpe inaudito e inmerecido!
Tengo el privilegio de mantener largos encuentros con el papa Francisco cada semana para tratar los nombramientos de obispos y los problemas que afectan a su gobierno. Sé muy bien cómo trata a las personas y los problemas, con mucha caridad, misericordia, atención y seriedad, y tú mismo has tenido experiencia de ello. Leer cómo terminas tu último mensaje, aparentemente muy espiritual, mofándote y arrojando dudas sobre su fe, me ha resultado verdaderamente sarcástico, incluso blasfemo. Esto no puede venir del Espíritu de Dios.
Querido hermano, cuánto desearía ayudarte a volver a encontrar la comunión con aquel que es el garante visible de la comunión de la Iglesia católica; comprendo que algunas penas y decepciones hayan jalonado tu camino al servicio de la Santa Sede, pero tú no puedes terminar así tu vida sacerdotal en una rebelión abierta y escandalosa que inflige una herida muy dolorosa a la Esposa de Cristo, a quien tú pretendes servir mejor, agravando la división y el desconcierto en el pueblo de Dios. ¿Qué podría responder a tu llamamiento, salvo decirte: sal de tu clandestinidad, arrepiéntete de tu rebeldía y retorna a tener mejores sentimientos hacia el Santo Padre en lugar de fomentar la hostilidad contra él? ¿Cómo puedes celebrar la Eucaristía y pronunciar su nombre en el canon de la misa? ¿Cómo puedes rezar el santo Rosario, a San Miguel Arcángel y a la Madre de Dios, condenando a aquel a quien Ella protege y acompaña todos los días en su gravoso y valiente ministerio?
Si el Papa no fuera un hombre de oración, si estuviera apegado al dinero, si favoreciera a los ricos a costa de los pobres, si no demostrara una energía infatigable para acoger todas las miserias y dar el consuelo generoso de su palabra y de sus gestos, si no multiplicara todos los medios posibles para anunciar y comunicar la alegría del Evangelio a todos y a todas, en la Iglesia y más allá de sus fronteras visibles; si no tendiera la mano a las familias, a los ancianos abandonados, a los enfermos de alma y cuerpo y, sobre todo, a los jóvenes en busca de la felicidad; se podría tal vez, según tu parecer, preferir a otro que adoptase actitudes diplomáticas y políticas diversas, pero yo no puedo poner en tela de juicio su integridad personal, su consagración a la misión y, sobre todo, el carisma y la paz que le habitan, por la gracia de Dios y la fuerza del Resucitado.
En respuesta a tu ataque injusto e injustificado en los hechos, querido Viganò, concluyo por consiguiente que la acusación es un montaje político carente de fundamento real que pueda incriminar al Papa, y que hiere profundamente la comunión de la Iglesia. Quiera Dios que esta injusticia flagrante sea rápidamente reparada y que el Papa Francisco siga siendo reconocido por lo que es: un pastor insigne, un padre compasivo y firme, un carisma profético para la Iglesia y el mundo. ¡Que siga adelante con toda confianza y alegría, llevando a cabo la reforma misionera que ha emprendido, y contando con la oración del pueblo de Dios y con la solidaridad renovada de toda la Iglesia unida a Santa María, Reina del Santo Rosario!
Marc Cardenal Ouellet
Prefecto de la Congregación para los Obispos
Festividad de Nuestra Señora del Santo Rosario, 7 de octubre de 2018
Este señor, troyano se dice, habla con la ignorancia como bandera. Sólo quiere “despotricar”. Una de sus perlas: sobre el Observatorio Astronómico del Vaticano dice que es para hacer decretos bajo los signos de las estrellas… Debiera consultar en Internet lo que se dice de este organismo científico en conexión con los mejores del mundo. Lo que le sobra a este pseudo-periodista es fantasía al servicio de su inquina.
Luis, querido amigo.
Por lo visto has descubierto cosas que te han impactado. No todo lo que se dice tiene por qué ser cierto. Pero es que , aunque lo fuese, no sé cómo decir…
No sé si sabes que a lo largo de su historia han tenido algún problema que otro. Han sido expulsados en más de una ocasión. Les temen. Pero son temidos por otros grupos de Poder. Al final, nosotros, los trabajadores de a pie nos quedamos fuera de su juego. En realidad nos da un poco igual. Pero eso sí, tenemos que saber lo que hay. Nos tenemos que proteger las neuronas.
No quiero entrar en más profundidades.
También te digo que conozco a jesuitas estupendos. Hay gente muy bien preparada dentro, muy inteligente y con ganas de mejorar el mundo mundial. De hecho, la teología de la liberación es algo muy relacionado con ellos.
Pero tienen dos votos de obediencia, a su general y al papa. Se les pidió como condición para poder fundar su orden. Eso es definitivo, si no te gusta, te vas. Pero , quién tiene fuerza para después de estar desde los diecisiete años en un.noviciado, aunque a los cuarenta , cincuenta o sesenta años, cuando te das cuenta de que no todo encaja, que las cosas no son como esperabas , quién tiene fuerza para salir? Solamente algunos logran escapar. Sobre todo si el momento social les es propicio.
Eso son los que tienen la capacidad para por lo menos, plantearse cosas. Hay otros que ni siquiera tienen capacidad para planteárselo. Y luego están los convencidos. La compañía es su mundo, su universo, su burbuja, fuera de la cual no saben vivir. En el fondo están atrapados.
Y sucede que unos pocos deciden , no como tienen que pensar todos, porque el pensamiento no lo pueden controlar, al menos no del todo, pero sí deciden cómo se tienen que comportar .
Es un grupo de Poder dentro de la iglesia. No te obsesiones con esto. Comprendo que te impacte, pero hablando de iglesia, y sabiendo cómo piensas, no dejes que este tema de preocupe. No merece la pena.
Y sí, seguro que hay muchos de ellos que sufren por no poder estar con alguien al que creen ha sido el amor de su vida
Pues se siente.
Un abrazo
carmen.
Gracias Carmen por considerarme amigo.
Yo también he conocido a jesuitas estupendos. A quien no he conocido personalmente es a general alguno de esta siniestra y tenebrosa orden.
Se les pueden buscar atenuantes a un mal proceder, pero nunca justificaciones.
Que si los sionistas, los masones, los iluminati etc. Pues infiltrados en todos ellos,y controlando. Los jesuitas. Después de todos los presuntos “amos del mundo”. Los jesuitas. Y después de los jesuitas, ellos… sabrán, porque yo solo tengo conjeturas.
Los jesuitas controlan, son propietarios, del 50 % aproximado de toda la riqueza de la tierra. Pero ellos se ocultan en su sitio predilecto, la sombra. Dan la cara los ROTHSCHILDS etc.
Gran paradoja. Son “cristianos”.
Estamos en un tiempo, en que nada se puede ocultar. Sacarlos de su agujero a la Luz. Situarlos con nombres y apellidos. Y combatirlos usando algo superior a ellos, el AMOR, de que esta hecho el Universo. De lo contrario es entrar en su juego.Y en un enfrentamiento directo, con su poder económico. Sencillamente. fulminan. Pero en ultima instancia, las tinieblas nada pueden con la Luz.
De acuerdo. A las tinieblas las eliminan la luz
Un abrazo
Que conteste el Vaticano (si puede), a lo que se dice en este vídeo.
Cada vez lo tengo mas claro. Por una banda están los creyentes y por la otra los “pastores”.
La masonería, como cortafuegos tiene los grados, el grado 33 es el mas alto. La base masona conoce solo una ínfima parte de aquello se cuece en las mas altas instancias de su orden. Estos cortafuegos los instituyeron jesuitas infiltrados. Igual igual que ocurre en el catolicismo. La mayoría de creyentes quedarían horrorizados si pudieran constatar lo que se dice en el vídeo, después vienen los sacerdotes y religiosos, que estos saben lo que saben y actúan según quienes son. Por este motivo existen, yo he conocido, sacerdotes del todo respetables.
Pintando con brocha gorda:
Los banqueros sionistas no son en ultima instancia los amos del mundo. Son los que dan la cara. Cuando estuve trabajando en un barco mercante, me enseñaron “de cabrón a cabrón, no hay mas que un escalón”. Pues bien me estoy informando con la boca abierta. Y resulta ser que mas arriba del grado 33 masón, existe otro escalón mas de cabrón. El de los jesuitas, que después de ser expulsados de muchísimos países, han aprendido a ser como el agua que se infiltra y no se nota.
Hitler dijo aprender de los jesuitas, de su orden militar, con pretensiones místicas “obediencia ciega al superior…”
Escriva de Balaguer. Dijo aprender de los jesuitas.
Napoleón tuvo a su lado de consejero un jesuita.
El proceder de los jesuitas es maquiavelico, y son los que desde no se cuanto tiempo dirigen en el Vaticano. Buscan a toda costa el Poder, y eso no es propio de una espiritualidad sana. ¿A quien sirven? Porque a tal como digo, una espiritualidad sana no. Quizá sea al Gran Cabrón…
El llamado Nuevo Orden Mundial parece salga de su fabrica. Pero la sombra es consecuencia de la luz, Y esta sombra nunca. Atended, nunca. Podrá oscurecer la luz. Tenemos luz para rato, a pesar de los listos (que se creen los mas listos) del estado mayor jesuita.
Una cosa que me pregunto es ¿por que lo hacen, lo que hacen?. ¿Por que se privan de poder abrazar a una mujer, a los ojos del mundo?. ¿Por la erótica del Poder?. Tal como lo veo. Una solemne estupidez. O sea. que no son tan listos…
Me parece bastante equilibrada la carta del cardenal Ouellett queriendo la unidad y la reconciliación..Sin embargo, la refutación primaria sobre el grave problema de los abusos sexuales entre una minoría del clero que ha llegado hasta invadir las altas esferas de la Iglesis, sin excluir a los miembros del Colegio de Cardenales…la respuesta directa a toda la cristiandad debe ser realizada detalladamente por los encargados del ministerio particularmente el Colegio de los Obispos junto con su cabeza que es el Obispo de Roma.
Para poder extirpar de raíz la infiltración reiterada de los abusos sexuales en cierto sector del clero es necesario investigar profundamente las causas, porque es evidente que la impunidad y el “cover up” proceden de un plan inteligente con el fin de permitir que los abusos y el progresivo desprestigio d e la Iglesia continúe…que consiguen destruir la confianza y la credibilidad d e la Iglesia cosa que es favorable a sus enemigos que desean la destrucción TOTAL de un movimiento, institución, enseñanza, organización etc etc que odian profundamente y que desean erradicar. Esa Iglesia clandestina y que permanece en la penumbra es la que hay que descubrir. El hecho de que no haya podido hacerse hasta ahora indica ciertos compromisos que se sumergen en oscuras y tortuosas manipulaciones humanas porque ni el mismo cardenal Ouellett puede imaginar cómo estos pertinaces defensores del mal pueden escalar hasta las más altas esferas.
No bastan las palabras, los sínodos, las reuniones donde solo formulan planes que no se van a cumplir. Este es un problema disciplinar y moral de alta envergadura. Jesus identifico plenamente y públicamente a quien lo traicionaba, corrigió a quien le abofeteaba injustamente, proclamó su misión por la verdad delante de Pilato, denunció a los que abusaban y escandalizaban a los más pequeños y los más vulnerables. Y es ante todo porque la misión del Hijo, ordenada por el Padre, era la búsqueda y proclamación de la Verdad, que se identifica con el Sumo Bien, Dios mismo.
Por eso, es el mismo Pueblo de Dios a través de sus representantes cuya cabeza es el Obispo de Roma el encargado de confirmarnos en la unidad de la fe y la moral del Evangelio para que creamos que Jesucristo permanece vivo en la sacramentalidad de Su Iglesia cuyo Pueblo el llamó en los Doce para el bien comúN. Es la Iglesia, por el bien de sus fieles, la que debe denunciar y corregir el mal, y ponerle el remedio adecuado, aunque caigan cabezas disfrazadas del bien. Solo así encontraremos la. paz necesaria en el profundo e íntimo encuentro con el Cristo del Evangelio
Un saludo cordial
Santiago Hernández
A mi no me parece que lo que expone Oscar Fortin, sobre los tejemanejes vaticanos de campañas políticas de ciertos cardenales para acceder al papado, no disminuye en nada el valor de la defensa que hace el cardenal Quellet de Francisco en respuesta a la fuerte acusación de Viganò. Incluso si el cardenal Quellet está ligado al ala conservadora, afín al poder y los privilegios en contra de Francisco, pues aún a mi parecer la hace más valiosa.
Y las fotos aunque reconozco su significación me parecen traídas con retranca y mala leche.
En la Iglesia, en estos tiempos difíciles como siempre sobre todo con Francisco, necesitamos vías de unión y no de discordia, para que el proyecto de Francisco pueda extenderse sobre todo en la jerarquía y culminar en una reforma profunda de la Iglesia.
Es que cada día que pasa me siento más alejada de la iglesia. Es que cada vez me importa menos.
Pero es curioso, eso no tiene nada que ver con el respeto que le puedo tener a los sacerdotes , monjas y demás que conozco. Es como si mi cabeza se hubiera liberado de prejuicios. Las personas son personas se dediquen a lo que se dediquen y por sus hechos los conoceréis.
Y luego están las instituciones. Vale. Pues es que la iglesia, como que no me va .
Ha sido una experiencia positiva entrar en Atrio.
¡Gracias Oscar Fortin!
Parece que no ha pasado el tiempo… en cuanto a las luchas internas por el poder y sus privilegios…
Y las fotografías ¡lo confirman con claridad! Aunque el “príncipe” no queda muy bien parado.
!Gracias por la claridad con que nos presenta los oscuros rincones del Vaticano… de la iglesia poder!
m* pilar
Yo dejo como comentario respecto al cardenal Ouellet ese articulo escrito hace unos anos.
http://blogs.periodistadigital.com/humanismo-de-jesus.php/2014/10/06/un-cardenal-que-sigue-sonando-al-papado
Lo conocí en mi tierra y me toco cuestionar, por medio de la prensa, su argumentación para oponerse al cambio de la ley canadiense sobre el casamiento de personas del mismo sexo. Es un hombre que se define como un hombre de Iglesia, entendida como doctrina, estructura etc. No se ha revelado, hasta el momento, como un hombre del pueblo a pesar del hecho que viene de una familia humilde. Las fotos que aparecen en mi articulo reflejan bien el tipo de persona que es.
Con todo mi respeto
Bien Tocayo este Art. tuyo de hace 4 años!
Sobre este Ouellet yo ni idea.
Gracias!