En esta fiesta de hoy se celebra lo que en lenguaje se llamó Asunción de María en cuerpo y alma al Cielo. Es dogma de fe. Conservarlo hoy, ¿es cuestión de fe o no fe, de milagro real o de modo de hablar? De bloqueo o apertura a lo que Barberá llama trascendencia, se puede discutir. Pero de lo que no hay duda es que hoy la fiesta onomástica de Asun Poudereux y, al menos, de otra atriera que hoy nos sigue más de lejos: Mar Medina. Y tampoco se puede discutir otro milagro, al que se refiere el primer comentario de Martín Sagrera, enviado como “Cartas al Director”: que en una sociedad secular todos acogen bien esta fiesta y estos puentes. AD.
Deseo de trascendencia
En medio del tráfago de noticias que suscitó el rescate de los niños tailandeses perdidos en una cueva, pasó acaso desapercibida la noticia de que los niños, tras su liberación y antes de volver con sus familias, pasarían una semana en un monasterio budista.
No puedo ni imaginar que algo así se plantease en un país occidental. ¡Qué idea tan absurda y tan ridícula! Pero ¿por qué sería así entre nosotros y no por el contrario en aquel país asiático?
Este hecho tiene para mí algo que ver con una reflexión que he ido haciendo estos días de vacaciones veraniegas. Ello es que la mayoría de los cristianos que conozco no hablan nunca de su fe ni invitan a nadie a compartirla. Pueden pensarse diversas hipótesis que den razón de este silencio, que por otra parte parece ser contrario al mandato evangélico.
Una tiene un contenido más teológico. Si Dios quiere que todos los hombres se salven, no es necesario adherirse a la Iglesia para entrar en la misericordia divina. ¿Por qué entonces habría que embarcarse en un proselitismo superfluo? Es suficiente con que haya una institución que anuncie esa salvación. Otra posible razón es más sociológica: las personas que nos rodean proceden de una educación y una cultura cristianas ¿a qué deberíamos invitarlas? ¿a acudir los domingos a una misa que han abandonado y a la que no se plantean volver?
No es mi intención sin embargo hacer en estas líneas una propuesta iniciática o catequética. Más bien pretendo reflexionar sobre la falta de un horizonte trascendente que, a mi modo de ver, aqueja a gran parte de nuestros contemporáneos. Por razones culturales e históricas han llegado al convencimiento de que lo que hay en el mundo y en la vida es todo lo que hay y no esperan ni anhelan nada más allá. Carecen de esa inquietud, de ese desasosiego de los grandes conversos del siglo XX que los empujaba a no resignarse a la finitud y relatividad de su vida humana.
Pero no sólo eso. En muchos de los que aún se consideran cristianos me parece detectar esa misma clausura en lo inmanente. Una de las voces más escuchadas en determinados círculos cristianos no se cansa de repetir que si pensamos en un Dios fuera de nosotros, estamos forjando un ídolo. Dios está –lo acabo de leer dicho por otro cristiano– solamente “dentro de nuestro corazón”. Es una expresión que por sí sola nunca he sabido lo que significa. Pero tal como se formula está afirmando que no hay un más allá, que es inútil hablar de una trascendencia. ¿Y por qué así?
Puede que, después de siglos, la humanidad se haya convencido del diagnóstico de Shakespeare, para quien la vida es “un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada”. Si esto es así, hay que aprovechar al máximo lo que ese cuento ofrece: un consumo inagotable, infinitas sensaciones, ofertas, eventos, con sus momentos de éxtasis, sean de género, musicales o deportivos. Y ya está. No es mucho, pero es lo que hay.
La pregunta es si todo el mundo se conformará con eso. En la película polaca Ida, óscar 2006, la monja que hace la experiencia de lo secular acaba preguntando: ¿y qué más? ¿y qué más? ¿No habrá algunos que se sientan interpelados por esta pregunta y la hagan suya?
Pero hay algo más. En este mundo tecnificado, globalizado, capaz de tantas cosas, el sufrimiento ha copado las primeras páginas de nuestro relato y hemos podido ver los rostros innumerables de las víctimas inocentes. ¿No suscitará este hecho terrible la demanda, la sed de trascendencia? ¿No suspiraremos por un desagravio y una reconciliación que ya no creemos que vaya a darse en este mundo? Puede que esa tendencia de espiritualidad que muchos detectan sea un comienzo de respuesta.
Entretanto, estoy convencido de que los que suspiramos por esa trascendencia y hasta le ponemos nombre debemos hablar de ella y ofrecerla como un regalo al alcance de todos. Si lo hacemos, quizá otras cosas se darán por añadidura.
El interés por el artículo como reflexión, que fue lo que motivó tanto mi primer comentario de contenido más técnico, como el segundo de carácter más práctico, aquel en el que obtuve la valoración deAntonio, era, sin más, mostrar en ambos que la trascendencia no es un asunto del más allá sino del acá mismo.
Ayer, al leer los últimos comentarios me asaltó un sinfín de ideas para comentar pero fue cuando leí el último del autor, Carlos Barberá, cuando vi que me ofrecía la posibilidad de resumirlas.
Le leo: “ Yo no digo que no haya gente que no cree en otra vida y que vive muchos valores. Faltaría más. Sólo he intentado preguntarme por las cosas de que muchos renuncien a una promesa de salvación definitiva. Eso es todo.”
Estupendo! Retengamos el término PROMESA. Promesa no casa con deseo, mejor casa con esperanza.
En el trascender mismo está la promesa. El ejemplo que puse de la ancianidad envuelve toda esta idea. Idea que se puede trasladar en infinidad de cosas y casos. No hace falta añadir más.
El realismo al que también se alude no es otra cosa que la “asunción” es decir, el hecho de subsumir la realidad que somos. No es simplemente la naturaleza la que hace la trascendencia sino el carácter mónadico de la persona.
La promesa, estando aquí la encontramos al final, allí donde todo ser humano se puede acoger.
Dos cosas: los funerales no son para dar consuelo. El consuelo viene del tiempo, de los amigos, de la reflexión. Los funerales se hacen para dar gracias por el regalo la salvación.
Yo no digo que no haya gente que no cree en otra vida y que vive muchos valores. Faltaría más. Sólo he intentado preguntarme por las causas de que muchos renuncien a una promesa de salvación definitiva, Eso es todo.
Hola, Carlos, los funerales son lo que cada celebrante quiera que sean. Y las homilías en ocasiones dan pena cuando se cae en tópicos de lo bueno o buena que ha sido el difunto, pero que Dios ya los ha acogido en su seno y allí vivirá eternamente, etc. etc. Fórmulas huecas de contenido que nadie entiende cómo y de qué manera se produce eso. La mayor parte de los funerales religiosos son mero rito social.
El tema de la salvación definitiva es tan complicado como la vida eterna. Me vengo preguntando en estos últimos días quién se salva, qué queda de nosotros después de la muerte que se pueda salvar, de qué forma, dónde, con qué identidad, todos juntos y revueltos…?
Nuestros anhelos sí que son infinitos y nuestra imaginación casi casi.
No es que no creamos en otra vida. No es eso. Habrá personas que crean a pies juntillas que existe otra vida.
Habrá personas que no puedan creer de ninguna manera en otra vida.
Hay un montónazo de personas que creen en la reencarnación hasta alcanzar la vida definitiva.
Habrá personas que tengan sus dudas
Y hay personas que no nos importa demasiado el tema. Hay personas que pensamos que esta vida ya es un puro milagro y tenemos suficiente con ésta.
Pero nadie sabe. Ni unos ni otros. Nadie sabe. Por mucho que afirmemos,por mucho que neguemos, por mucho que dudemos, nadie sabe. Nadie.
Nadie renuncia a nada, porque nadie sabe.
Un saludo cordial
Si es para dar gracias por el regalo que es la vida y en esa persona que ha fallecido, en concreto, lo entiendo, pues la salvación es llegar a hacerse uno con ella, no ir en su contra. Se entienda o no se entienda la vida es lo que es. Nadie es su dueño y señor.
¿Y quién desea salvarse y no morir, sino el ego? Creo que es reducirnos a lo que solo es un invento de la mente. Si somos vida, dejemos que la vida sea.
Es en el aquí y ahora que se ha de sentir el regalo de la salvación que la vida en plenitud conlleva. No somos niños que haya que compensar un buen comportamiento con premios.
Además es contradictorio y confuso presentar, por ignorancia de lo que es el amor, un Amor con límites y fronteras en su abrazo que se dice omni-abarcante al mismo tiempo.
Todo lo que ondea en torno a la religión es de construcción humana, mayormente de pensamiento mágico-mítico. Y además, muy especialmente y en concreto, del modo de percibir y concebir el mundo y la vida los hombres:
– No preguntándose y menos manifestarlo abiertamente , por su ignorancia y un cierto grado de narcisismo , si sus inseguridades eran aún mayores al rechazar de plano la aportación que pudiera darle la mujer, si se la hubiera considerado como un igual, en convivencia conjunta.
– es decir, con potencialidades y riqueza en creatividad y bondad, que de antemano denigradas, por prejuzgadas sistemáticamente desde la ignorancia, no fueron nunca tenidas en cuenta.
-De modo que se habrían planteado a sí mismos muchas cuestiones que siguen aún pendientes de resolver.
-La falta de autocrítica y el celo de poder incontestable hace dispararse hacia adelante, haciendo lo sencillo, complejo y más y más complicado.
-Por lo mismo, la institución dejará de serlo, como tal cual es ahora, cuando no intente otra cosa que seguir el Proyecto de vida de Jesús abierto a todos sin excepción.
-Y en el camino de desinhibición será algún día capaz de mostrarse tal cual fue con total transparencia de sus errores y aciertos a lo largo de los siglos, que la han visto hacer de todo lo inimaginable y execrable.
Entonces ya dejaremos de ser tratados como niños, sin dejar de serlo, quiero decir, que diremos abiertamente lo que está a la vista de todos, sin esperar nada a cambio que no sea la atención y el respeto, que toda persona merece.
Lo que llamamos espiritualidad, no hace excepciones, aunque ni siquiera se le ponga nombre. La vida lleva en su regalo, y no para de mostrarlo, ese digamos gran anhelo que descubrimos es universal emergiendo en el adentro.
Nota. Cuando estaba a punto de enviar mi comentario, uf, el ordenador se ha puesto en blanco y no sé si seré capaz de poder rehacer lo dicho, me da mucha pereza.
El tema de la transcendencia post mortem es recurrente en todos los tiempos y lugares, siempre desde un punto de partida religioso. Y como dependiendo de los mimbres que se utilicen, así saldrá el cesto, pues nos encontramos con cosas tan raras como la que el cristianismo elaboró: el limbo para los no bautizados, el infierno para los malos, el purgatorio para los que les faltaba un hervor y el cielo para los buenos. Después han venido los últimos Papas y los han eliminado todos, menos cielo al que le han dado otro concepto, no como lugar, sino como estado de ánimo.
La cuestión es que en los funerales cristianos, los curas se las ven y se las desean para consolar a los deudos del difunto o difunta. Pero en el fondo, la inmensa mayoría se queda con la impresión de que con la muerte todo se acabó. Mientras haya quien recuerde a la persona fallecida, esa persona seguirá viviendo en su memoria, pero pasada una generación ya nadie pensará dónde estarán nuestros tatarabuelos.
Esta es la realidad, después estarán quienes tienen fe en algo concreto, ya sea la reencarnación, ya sea el paraíso de Alá, ya sea el cielo del cristianismo.
Yo no tengo nada que aportar. Salvo decirle a Carlos que el hecho de que la gente haya dejado de preocuparse por el más allá, no quiere decir que su vida sea un sin sentido alimentada de materialismo y superficialidad. Hay muchísima más gente que trasciende la mera animalidad y llevan una vida plena de valores y de sentido.
Aunque nada pueda ya devolver la hora del esplendor en la yerba, de la gloria en las flores,no debemos afligirnos, pues su belleza se mantendrá en nuestro recuerdo.
Más o menos dice ese poema tan preciosísimo que se lee en la película Esplendor en la yerba. Hace referencia a la juventud,pero siempre me viene a la cabeza en los funerales, mientras el sacerdote dice lo que está obligado a decir, actualmente sin conocer al que se ha ido, porque es un contratado del tanatorio.
Cuando se va alguien al que quieres, no dejas de quererlo,al contrario,con el paso del tiempo lo malo se borra y aparece el recuerdo con todo su esplendor, como en la yerba , como en las flores.
Pienso como tú. Así piensa mucha gente.
Y por eso Jesús sigue vivo para un montonazo de personas, sin necesidad de haber resucitado físicamente.
Buen día.
Cuando uno escribe un artículo, expone una idea lo mejor que puede y ahí queda la cosa. Cuando se somete a comentarios parece que lo dicho da para mucho: para hablar de espiritualidad, de la Iglesia, del celibato, de la física cuántica y de otras muchas cosas.
Quiero, pues añadir algo: En una entrevista reciente José Ignacio González Faus decía que la espiritualidad de Jesús consiste en no amar el dinero y en dar a los pobres lo que no necesitemos para vivir. Creo que como eso lo hacemos muy a medias, cabe esperar que Dios nos librará de nosotros mismos -de nuestro cuerpo de muerte, decía san Pablo-. Y eso será en otra vida aunque ahora podamos tener un atisbo y una experiencia, siempre precarias
Fuera de ese realismo me parece que hay mucha literatura de palabras que a mí me dicen muy poco
Carlos F. Barberá. Me pillas enfrente del ordenador. Quizá te moleste que haya comentarios que no te gusten. Pero una vez mas agradezco a ATRIO su compromiso con la libertad.
Respecto al dinero. Creo que debemos mantenernos desapegados de este dinero. Pero es un poder mas que podemos usar bien o mal, depende de nosotros.Es como un cuchillo, sirve para cocinar o para matar, por ejemplo.
A propósito de la física cuántica. Esta nos dice que somos absolutamente -responsables- no culpables de cuanto nos acontece en la vida. Igual nos dice que el Hoponopono. No somos culpables porque no hay un Dios que nos juzgue, solo nos ama. Pero por las leyes del Universo. “La haces, la pagas”.
Esto nos lleva a ver al pobre, como responsable de su pobreza. De este pobre debe salir la solución a su mencionada pobreza. Eso si. Si tiene ayudas mejor. Dar a los pobres no. -Ayudar a los pobres-.
Cuando sea muy rico. Que eso está al caer… Ayudare integralmente a -todos- los pobres. Los pobres de espíritu también. Dicho esto, de acuerdo que lo primero es darle pan al hambriento. (Por el tiempo en que no pueda conseguirlo el).
Tiene razón. Siempre encontramos el camino para decir lo que nos apetece decir en ese momento. Cuando leemos el artículo o cuando leemos un comentario. Eso es lo estupendo de Atrio . A mí por lo menos me encanta.
Ya lo dijo una vez, creo que fue Román, pero a lo mejor no fue él: somos como grillos en una noche de verano, cada cual con su canto particular.
Y sí, hay mucha literatura. Pocas cosas hay mejor como un texto que te haga pensar.
Un abrazo.
Hola Carmen: Parece que te diriges a mi.No me trates de Vd. por favor. Agradezcamos a ATRIO que hay alguien que mantiene este portal abierto y moderando. Para que nosotros podamos sacar públicamente lo que nos bulle por dentro.
Un abrazo también para ti.
Si. Es un buen sitio para decir lo que sientes. Y te dejan.
Me encanta.
Está bien Carlos!
¿A qué cabrearse con los Comentaristas?
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¡Si abres un Negocio:
Atiende y deja elegir a la Clientela!
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Bueno: Te leo:
-“Fuera de ese realismo,
hay mucha literatura”-
Te digo, en serio,
1- que no veo cuál sea tu “realismo”;
2- que la Literatura no es de de-preciar, sin de-preciar-se.
¿Has leído, lo que se llama “leer”, “El Retablo del Maese Pedro”.
Allí puedes aprender qué sea realismo.
Te aseguro que para ello
a) no hay necesidad de “tu” trascendencia
b) sí, en cambio, de la “mía” (aprender lo que no sé)
Carlos,
debo darte la razón al menos en lo que a bote pronto estoy observando.
una de ella es nuestra total inmersión en el pensamiento “líquido” como se dice por ahí. sé que no debería usar este vocablo porque estaría catalogado como de “pensamiento fácil”, dada las carencias de estudios y de la información adecuada, por quienes confunden el pensamiento “dífícil” por el pensamiento “hondo”, y se lo atribuyen en exclusiva.
Lo mismo pasa con el sentido de la “trascendencia”, que sólo abarca lo que está en el alcance del dominio humano (real o hipotético dentro de los parámetros de las ciencias)
La revolución cultural que supuso el período de los años sesenta y setenta ( tardofranquismo y posconcilio) nos condujo a la infravaloración de las prácticas religiosas y a alejarnos progresivamente de la dimensión cultural de lo religioso (Los dogmas quedaron atrás) Lo veo en mis nietecitos (todos chicos y que pululan en nuestra casa este verano) No les llega la trascendencia y hasta preguntan insistentemente cuando la abuela y el abuelo bendecimos la mesa y cosas por el estilo.En su mundo secular están inmersos en una visión autónoma de su realidad. No se entiende la trascendencia de la que hablas sin la visión heterónoma del mundo religioso. (mundo, entendido como esfera, para evitar suspicacias.)
Confío que haya sido útil mi aclaración.
Hola!
1- Me es comprensible la ideología que hay
en el significado que se da
cuando decimos “trascendencia“.
2- allí se da el supuesto de “después de la muerte“;
una especie de “Chau a este mundo“.
3- No veo que esa ideología se pueda encontrar en Jesús.
4- se trata de el AHORA (que incrusta un AQUÍ)
(predominancia del Tiempo sobre el Espacio en Pancho)
Es que me encanta la canción Insurrección. Me encanta.
Creo que los seres humanos traemos de fabrica el preguntarnos cosas. Nada hay de especial en que una persona se haga la pregunta: pero , qué hago aquí? Pero si al final todos morimos , por qué entonces hemos nacido? Qué broma es ésta? Tanto sufrimiento que veo a mi alrededor…merece la pena vivir?
Y cada uno trata de buscar respuestas. Casi todos necesitan que haya algo después de la muerte. Sobre todo necesitamos una especie de justicia celestial, que el que haya hecho mal, lo pague y el que haya hecho el bien, se le premie.
Es decir, hacemos una especie de proyección de nuestra vida en la realidad que conocemos , para la siguiente vida. Cada uno a su modo y manera, que diría Galeano.
Otros con paz eterna tenemos suficiente. Nadie es mejor que nadie por pensar de una manera u otra, aunque algunos crean vencer en esta idea.
Pero cada vez hay más personas que se sienten halcones llamados a las filas de la insurrección del pensamiento de la iglesia. Porque hay otros.
Pero no es cierto que hayamos perdido el sentido de búsqueda de trascendencia. Sencillamente no podemos, lo traemos de fábrica, perdón por insistir.
Lo que tendría que hacer la iglesia oficial es plantearse por qué un mensaje tan preciosisimo de Jesús, como , qué ha hecho para que a las personas del siglo XXI ya no convenza como antes. Porque dice que ella es la depositaria del mensaje. Algo así como su albacea. Pues enhorabuena por su gestión.
Solamente hay que leer periódicos.
Pero no hemos perdido el sentido de trascendencia. No podemos. Y porque no podemos, buscamos en otros sitios.
Un saludo cordial.
¿Quiénes son los que, precisamente, ponen el primer obstáculo a la trascendencia? ¡¡Mejor les va predicar lo trascendente y pervertir los fundamentos de aquella!!
https://elpais.com/internacional/2018/08/15/actualidad/1534356881_929196.html
Excelente articulo. Gracias M. Luisa.
Creo que hay personas místicas que llegan a un extremo de no necesitar contacto sexual. Algunas, pocas. Pero este no es el caso de los sacerdotes católicos, con un celibato impuesto.
Entonces en ellos, la sexualidad reprimida se les convierte en un veneno. Mal que les pese, SI tienen necesidades sexuales.
El impulso del sexo es fortísimo. Por este motivo en las cárceles existe el bis a bis.
Lo que yo me pregunto. ¿Ya no existe riesgo de que se vuelvan a cometer estas horribles tropelías?
Pobres, los curas honrados. Existe siempre la tentación de “pintar con brocha gorda” y meter a todos los curas en el mismo saco.
En efecto, Luis, pagan justos por pecadores por eso al no ponerle solución desde dentro, el problema se agrava cada vez más porque queda en manos de la opinión general y es cuando ahí todos pueden quedar involucrados.
Es la ceguedad de la institución que se niega a ver los fundamentos de los Evangelios que predica.
Con respecto a lo que dices sobre la existencia de personas místicas que llegan a un extremo de no necesitar contacto sexual yo lo vería como a la inversa. Siempre me he fijado en aquellas parejas que llegan a la ancianidad con aquel amor y aquel respeto mutuo que los ha conducido hasta fundirse en algo profundo y espiritual. Han cogido pie en el sexo pero lo han elevado, han experienciado la trascendencia por ellos mismos. Lo difícil y hasta diría antinatural es considerar este proceso a la inversa.
Gracias amigo, un cordial saludo
Creo, María Luisa, que has conseguido expresar en este último comentario una verdad muy profunda. Hay un camino, que con frecuencia dura toda una vida, de llegar de las experiencias más profundas de nuestra animalidad, como la sexualidad aceptada y vivida con realismo, a la conciencia de trascendencia o vivencias espirituales auténticas. La equivocación en el celibato reglado y obligatorio es que, ahorrando ese camino de búsqueda, se quiere instalar a jóvenes generosos e inexpertos como testigos de la suprema trascendencia del llamado cielo, donde ya no hay “hombre y mujer”. Por mucho que se esfuercen no hay pedagogía para llegar “por obligación formal” a ese estadío y el batacazo a ser esclavo de las formas más “bajas” de los instintos es fenomenal en ese tipo de clérigos. Además de la pederastia está el flirteo engañoso con mujeres y el abuso de autoridad con personas adultas engañadas.
Así es Antonio, cuánto celebro que hayas entrado en el fondo de la cuestión y me hayas comprendido …suscribo todo cuanto dices!
Un abrazo!
El artículo de jjtamayo estupendo. Lo leí ayer en el país. Estupendo.
Y lean despacio. Lo dice el mismo título: cáncer con metástasis. Es la primera vez que leo en la prensa un artículo de estas características. Sorprende su claridad .
Al final la iglesia va a pagar cara su obsesión por el sexo. No puedo entender, nunca entenderé esa demonización. Porque somos seres vivos, tenemos que reproducirnos para continuar la especie y la naturaleza hace que ese proceso sea placentero. Pues claro, porque la naturaleza no es tonta. Y no de puede luchar contra según qué cosas
Como las funciones vitales: nutrición, relación y reproducción.
Otra cosa muy distinta es que tú elijas aquello que quieres elegir. Faltaría más.
Y no es porque seamos animales, no, es porque somos seres vivos, como las plantas, como los hongos, como las bacterias…y tenemos que reproducirnos y nos gusta. No hay nada reprochable en ello. Otra cosa es que solamente se viva para el sexo en todas sus modalidades. Pero allá cada cual.
Y mucho cuidado, se ha llegado hasta donde se ha llegado no solo por los abusadores, sino por los encubridores y eso sí ha sido sistemático.
El artículo es genial y sorprendentemente claro viniendo de un catedrático católico.
Genial.
Asun Poudereux, Asunes de todo el mundo. !felicidades! Es estupendo contar con hermanas así, con vuestras reflexiones y opiniones, deseos y sugerencias…
De acuerdo con Carlos B., en su magnífico artículo, que debemos los cristianos hablar de lo que entendemos por trascendencia…Es ciertamente más difícil encontrar, hoy en día, creyentes que hablen de su fe y quieran hacernos partícipes de ella..Este silencio puede deberse a múltiples causas…El mundo de hoy, aún dentro de los círculos cristianos, tiende a minimizar la fe…a veces como algo intocable e imposible de explicar. …mucho menos de compartir….Algo envuelto en un íntimos misterio.Otras veces, se ve que existe un intento de secularización total del mundo a toda costa…como si dependiéramos exactamente de la materia a la que entonces tenemos que aplicarle los atributos del mismo Dios..pasando del agnosticismo premeditado…a la negación sistemática de todo lo que “huela” a lo que se encuentra por “encima” de nuestras posibilidades intelectuales…En muchos círculos académicos el rechazo a la posibilidad de la noción de “lo divino” cae en una especie de dogma…donde la palabra Dios está totalmente fuera de todo pensamiento y está prohibida “a priori”…es más bien una “cosa” molesta…
Analizándolo desde un punto de vista psicoanalista estas exageraciones no son mas que pulsiones del inconsciente con lo que conseguimos reprimir defectuosamente, por supuesto, nuestros “naturales” deseos hacia la trascendencia….En realidad, naturalmente nos sentimos siempre arrastrados hacia la felicidad trascendente…Este es el último fin del ser humano aunque tratemos de negarlo, consciente o inconscientemente, expresa o tácitamente..puesto que el ser humano obra siempre por un fin…pero el objeto propio de la voluntad es el bien trascendente que coincide con el fin..La voluntad busca siempre nuestro propio bien…Nuestro último fin, pues, no es meramente material….porque ni nos satisfacen enteramente los bienes externos como las riquezas, ni los bienes internos como los placeres sensuales…ya que siempre aspiramos a más y más…y solamente hablamos de “momentos felices” en la vida terrestre…pero NO de felicidad completa y permanente…Existe pues una felicidad relativa..La absoluta es lo que nos trasciende y es precisamente a lo que aspiramos desde que nacemos…El objeto final de nuestra peregrinación que se encuentra más allá de la muerte… y es felicidad eterna.
Compartiendo como entendemos nuestra trascendencia “en cristiano” podemos ayudar a los que nos rodean a entrar en un camino más coherente…que el simple hecho de “vivir” vegetando…Jesús es tan relevante para la juventud, como para la vejez, en el momento actual del mundo como lo fue para los primitivos cristianos de la era de las persecuciones…pues hoy en día también los cristianos son perseguidos diariamente en muchas partes de este planeta…simplemente por profesar la trascendencia de la fe…Y los graves problemas existenciales del mundo de hoy nos afectan cada día…Ya Jesús nos dice claramente que El es la Revelación total del Padre…que El es el camino a seguir…que sin El “nada” podemos hacer…Que El es la salvación de este caótico mundo que se esta hundiendo en el mal, porque no le encuentra a El…o, al contrario, lo rechaza por malicia o ignorancia…Resumiéndolo brevemente El nos dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida..Camino muy seguro, Verdad absoluta, Vida perdurable…
Me uno también a los deseos de felicidad en la celebración de la Asunción de la Virgen María para Asun y para las Marías..
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Muchas gracias a todos por regalarme vuestro entrañable recuerdo: Antonio Duato, al equipo Atrio participante, comentarista o no. Sois estupendos, Todos sin excepción.
Llevo unos días muy ajetreada, como comprenderéis. La verdad es que vale la pena. Estoy pasando un día inolvidable. Nos hemos reído mucho.
Quiero deciros que me llamo Asunción por haber nacido el 15 de agosto muy de madrugada, si no, Isabel sería el nombre, como mi madre. En aquel entonces, siendo víspera de fiesta, todos los vecinos y familiares esperaban al fresco en la plaza mi primer grito a la vida. ¡Qué tiempos aquellos!
Felicidades a toda mujer que nació en este día, se llame Asunción o no. A nuestra querida Mar Medina mis mejores deseos.
Un abrazo lleno de cariño y afecto.
” Más bien pretendo reflexionar sobre la falta de un horizonte trascendente que, a mi modo de ver, aqueja a gran parte de nuestros contemporáneos. Por razones culturales e históricas han llegado al convencimiento de que lo que hay en el mundo y en la vida es todo lo que hay y no esperan ni anhelan nada más allá. Carecen de esa inquietud, de ese desasosiego de los grandes conversos del siglo XX que los empujaba a no resignarse a la finitud y relatividad de su vida humana.”
Hoy una década es como antes un siglo. Es cierto que el materialismo está rampante aún, pero menos. ¿Y que tenemos?.
Los jóvenes, amantes de la ciencia, están redescubriendo la espiritualidad, de la mano de esta. De la ciencia cuántica. Esta ciencia puntera, es tan desestabilizadora de nuestros parámetros mentales, que a pesar de contar un siglo entre nosotros, justo ahora es cuando parece que empieza a calar en el gran publico.
Siento que a pesar de corroborar las milenarias intuiciones de los grandes místicos, principalmente asiáticos. A la ciencia cuántica le falta “alma”. Siento que es buena música pero “música maquina”.
Creo que lo ideal seria, la síntesis entre la autentica espiritualidad, gestada por el espíritu humano. Por la mas alta expresión de la vida, y ponerle el marchamo homologador de espiritualidad científica. No dogmática…
Me he propuesto no condenar mas la Iglesia y el cristianismo que conocemos. hoy día, el que quiere informarse, se informa. Mis energías las quiero enfocar en construir, lo viejo y podrido caerá solo.
No obstante, actuando asépticamente, sin animo de polémica, y siempre según mi opinión. Creo que el cristianismo que conocemos, no nos sirve, no es espiritualidad de la buena. ¿Se puede hacer bueno este cristianismo?. Si. Pero habría que comenzar por los cimientos del edificio religioso, y parece que nadie esta por la labor. Ni el “rompedor” Papa Francisco, que encarna la mas tradicional religión cristiana, justo la que habría que reformar desde sus cimientos y donde no cabria Papa alguno. No “intermediarios” entre Dios y los hombres. En todo caso maestros que se ganen su reconocimiento a pulso.
Un nuevo cristianismo, seria una comunión de “practicantes”. Sin “edificios de piedra”. Si acaso la infraestructura existente de la I, Católica. Serviría para el nuevo enfoque de la practica espiritual.
¿Por que no vale el cristianismo actual?. Porque aunque creo que la oración contemplativa es valida, esto es un porcentaje mínimo en lo que es la religión Católica. Lo que predomina es el culto los dogmas, y la falsedad respecto a Jesús. No hubo ningún Jesús hombre. Y no necesitamos sacerdotes. Necesitamos información y autoempoderamiento. SI. A Dios lo encontramos en nuestro interior principalmente.
Dios es todo. Dios es Yo, Tu, y Ello. Es Tu pero para orarle… y el mejor culto que podemos brindarle, es una vida recta y elevada.
Es un tema que da mucho de si. Pero no me extiendo mas. quizá os interese leer lo que trato en mi blog.
“Una salida airosa para el cristianismo” (21/6/2018)
https://artesaniaydemas.blogspot.com/
Una vez oí decir , o leí, a este teólogo gallego que no sé escribir su nombre, pero que ustedes conocen muy bien. Por cierto, también tuvo algún problemilla con la jerarquía. Pues dijo algo así como que Dios es algo que te abraza por dentro y por fuera. Me encantó la expresión.
Hay quien necesita encontrar a dios dentro de uno mismo. Hay quien necesita sentirlo fuera, como un paraguas protector, como una promesa de eternidad. Pues esa frase reúne las dos posturas. Y que cada cual viva como pueda, como sienta paz.
En cuanto al dogma de la Asunción, es que como todo dogma no es interpretable. Es así, hasta que deje de ser dogma. Pero sucede que ya nos dan igual los dogmas. Por eso es necesario una teología distinta a la que hay ahora y empezó a fraguarse desde el principio de los tiempos, cuando la tierra era plana. Porque recuerdo que en nuestra biblia hay un montonazo de libros sagrados de los judíos. Y que además en Jesús se cumplieron las escrituras.
Quizás habría que replantearse cosas, digo yo. Pero no únicamente en las universidades de teología , que tampoco se hace porque te quitan la plaza, sino en las iglesias, en las parroquias, en los colegios católicos. Porque si no…
Y efectivamente, las personas buscamos sentido fuera de la iglesia oficial. Pero no porque no tengamos sentido de trascendencia o no creamos en dios, sino más bien por todo lo contrario .
Un saludo cordial
El anhelo de trascendencia, para mí, es anhelo de profundidad, de conocimiento pleno de una realidad compleja y difícil. Para mí lo contrario de la trascendencia es el conocimiento simplón, parcial, chato, miope, reduccionista, que reduce todo a una o dos causas, y ya está todo arreglado.
Por eso ese anhelo de trascendencia, es un anhelo universal y más aún cuanto más desarrollamos el afán de saber y el cultivo de la ciencia.
Otro tema es que en ese afán de encontrar soluciones fáciles, utilicemos por comodidad, (o por estar la cuestión fuera de nuestros conocimientos del momento), el deus ex machina de lo milagrero o milagroso. La trascendencia religiosa al uso, suele ser de este tipo, y está lógicamente en retirada en este mundo moderno, en el que el Dios providente a la antigua, está obsoleto.
Por ello el dilema de la cuestión no es trascendencia o materialismo, sino trascendencia de la buena, que debe ir ligada plenamente a la ciencia. Eso supone realizar una conjunción de falsos opuestos, una más, de la que está hecho el camino de la sabiduría, que se realiza mediante estudio, reflexión y aprendizaje.
En este día de la Ascensión, me permito añadir y reflejar su significado para mí. Este dogma-(conocimiento simbólico de la realidad oculta), para mí significa que María, la madre biológica de Jesús, es el símbolo de la especie humana que todos integramos, y su asunción al Cielo, significa simbólicamente el camino de la humanidad hacia el “cielo” de la perfección evolutiva, que realizaremos con la ayuda, casi siempre oculta pero real, de los “ángeles”, seres inteligentes que nos tutelan y ayudan como especie inteligente del planeta Tierra.
Esta interpretación podría ser solo un buen deseo personal por mi parte, pero a mí me parece que se non é vero, é ben trobato.
Muchas felicitaciones a Asun y a todas las Marías genéricas.
Me alegro de leerte
Ascensión = Tirarse p’arriba uno mismo de los pelos.
Asunción = te tiran p’arriba con una soga.
Hola!
ASUNCIÓN, de “asumir” es “tirar p’arriba“.
No confundir con “tirar p’afuera“
Pues en 1950 ya se sabía que la tierra era tirando a redonda. Y que giraba alrededor del sol y todo eso… Claro que la iglesia pidió disculpas por no haber entendido a Galileo en 1900 y mucho. De Bruno, ni mú y a ese lo quemaron.
Así que a lo mejor la iglesia no aceptaba mucho todas esas tonterías de la ciencia y pensó, pues ,por qué no? Si la tradición lo dice, pues al cielo con ella, que por supuesto está arriba , para los del hemisferio norte y para los del sur. Y ya está. Y es dogma de fe.
Digo yo que el mundillo científico alucinaría. Porque es que ya se habían tirado las bombas sobre Japón.
Pero bueno. Da igual.
Viva la virgen de agosto y por muchos años!!
Pienso que hablar del deseo de trascendencia es un error por defecto ya que en realidad los seres humanos trascendemos por el mero hecho de estar en la realidad. Por tanto hablar de deseo en cierto modo es hablar de añoranza. Una añoranza en la que la trascendencia se concebía como algo del más allá, sin embargo inmersos en el horizonte cuántico, la trascendencia está ahí a nuestro alcance, depende de nosotros. Lo inmanente no es algo clausurado como percibo que entiende el autor sino que lo inmanente en su funcionalidad se abre a su trascender mismo. Es la trascenden-talidad
Por supuesto que desde aquí le envío a mi querida Asun y también a quien aquí recordamos siempre, Mar Medina, miS más cordiales felicitaciones! Besos!
Un abrazo grandote y mis mejores deseos a Asun y nuestra siempre recordada Mar Medina.
Felicidaaaaaaaaaadeesssss!!
Asun, te conozco y me gustas.
Mar, no te conozco, pero da igual. Seguro que me gustarías.
Que paséis un día estupendo.
Qué digo uno de mis hermanos se llama Salvador. El dia seis fue su santo. Me pasé todo el día pensando: hay otro Salvador que conozco, pero imposible, no me acordé.
Al leer esto me he acordado. Mi cabeza funciona así. Se Siente.
Así que aprovecho para felicitarte, señor Santos. Espero que pasases un buen día.
En cuanto al día de la virgen de agosto… Qué le vamos a hacer…nos encantan las vírgenes, es el personaje más entrañable de toda la biblia. Nos identificamos con ella, porque todos tenemos madre y sabemos cómo son, aunque a veces no nos entiendan y piensen que hemos perdido la cabeza, no podemos evitar el quererlas un montonazo. Miéntras vivamos ahí está, en nuestra cabeza.
Así que viva la virgen de agosto!! Y encima nos trae una fiesta a tooooodos. Y es que como una madre…
Besos a todos.
Cierto Antonio… pues:
¡¡¡Felicidades Asun querida, y a Mar, y a todas que lleven este nombre!!!
De la materia que trata el art. …
Prefiero no hablar, sabiendo que… habría mucho que “desmontar”.
¡¡¡Felicidades de corazón!!!
m* pilar
Fiestas misteriosas.
Imitando, con su clásico retraso, el absolutismo real, el Concilio Vaticano I proclamó la infalibilidad del papa en materia “de fe o costumbres”. Recogiendo velas, los teólogos aclararon después que sólo actuó como infalible al proclamar dos dogmas o verdades. El primero, la Inmaculada Concepción de María; vale, porque hoy se cuestiona la existencia misma del “pecado original” para todo el mundo, que tanto sirvió a los tiranos para justificar sus dictaduras. EL otro dogma, la Asunción de María al Cielo, es un tema más nebuloso, como la localización, con los avances de la astronomía, del Cielo arriba y el Infierno abajo; dado además que otro papa ha aclarado después que el infierno “es un estado de ánimo”, es difícil situar hoy dónde está en cuerpo y alma Nuestra Señora. Pero sí es un patente y repetido milagro el que todos los españoles, con más o menos fe, y en un país constitucionalmente aconfesional, no tengamos que trabajar ni el 15 de agosto ni el 8 de diciembre, días en que se recuerdan tan misteriosas efemérides.
Martín Sagrera, religiólogo.