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¡Felicidades, Juanes, todos recios precursores de Jesús!

Juan Luis Herrero, protagonista de cuatro huelgas de hambre en la década de los 90 reclamando que el Gobierno destinara un 0,7% del PIB a la política de cooperación.

Acabo de felicitar, en una entradilla de ayer, a un Juan, a García Caselles. Pero son varios los atrieros y colaboradores a los que habría que incluir en esta felicitación: Juan José Tamayo y Juan Cejudo, muy recientes en escritos y comentarios, Juan Argudo, que, aunque aparece poco, estoy seguro de que sigue leyéndonos y, sobre todo el gran Juan Luis Herrero del Pozo. Él es una de las piedras angulares obre las que se asienta ATRIO. Le llamaré para felicitarle en nombre de todos y os daré noticias.

De entre lo mucho que ha escrito Juan Luis en ATRIO, destaco hoy, como felicitación dos párrafos de su último libro publicado en ATRIO: Mi nuevo paradigna, en su último capítulo V. Plenificación al alcance de todos.

5.5 La vejez, lo mejor de la vida…

¡Qué poco se estima la vejez! ¡Algo grave falla en nuestro sistema de valores! Hemos retrocedido respecto a aquellos siglos sencillos que veneraban la ancianidad. Tal vez porque hoy acumulamos poca sabiduría: al reposo y silencio del crepitar del viejo hogar, la más vieja universidad del pensamiento, ha sucedido el aturdimiento acelerado y hueco de una caja, reina de la casa, que casi siempre vomita sandeces. Es urgente recuperar a los viejos que quieren quererse y no quieren ser prescindibles.

El viejo (me gusta más que anciano), si vive atento, vislumbra el futuro. La vejez es la etapa de la vida en que gracias a las experiencias pasadas se elaboran las grandes cosas. Por extraño que parezca. Pasó el tiempo, cuando llega la vejez de andar corriendo tras los sueños, de agobiarse con trabajos lucrativos, de engañarse con cremas y afeites, de pagar en oro un bisturí cosmético en las barbas del mendigo, de hambrear cargos y crecerse con ellos. Los viejos nos sentimos libres de casi todo y de casi todos. Si uno logró a tiempo contener al gruñón que acecha dentro, la vejez es una etapa bella, la más bella de la vida como otoño cargado de frutos. Bella incluso en las arrugas del rostro. Me lo descubrió un documental: ¡qué honda y serena belleza la del rostro de Nelson Mandela a sus 80 años en comparación de las fotos de joven! ¡Ni comparación el rostro, testigo de mil luchas, con la sosa tersura de quien aún no ha dado pruebas de nada! Si el dolor o la pobreza no acucian y, sobre todo, si el alma está en paz las arrugas del rostro la reflejan.

5.6 …y preludio de más vida.

¿ Por qué? Porque las cosas de la historia, en especial la aventura humana, adquirieron sentido, porque la vivencia de los testigos de Jesús fue tan parlante y, sobre todo, tan fecunda históricamente en sabiduría y amor, por eso a los seguidores del profeta de Nazaret tal vez nos sea más fácil dar nombre de ‘resurrección’ a la vida para siempre…Pero ¿en qué puede consistir? Aquí prefiero prescindir de los escenarios de las apariciones de Jesús. Sin duda, el género literario sirvió para aquella época. A mí y a muchos hoy, nos inducen a encerrar la resurrección en el marco de la revivificación de un cadáver y eso no tiene sentido. Como tantas cosas del ser humano su desenlace, al filo entre tiempo y eternidad, es aún más misterioso. Desconocemos cómo ocurre. El dualismo cuerpo-alma como elementos separables está superado aunque se mantenga una bipolaridad por la que la mente, sin duda y en apariencia totalmente condicionada por las neuronas, no tiene por qué reducirse a ellas, salvo que sacrifiquemos la base de la libertad y la responsabilidad. Pero ¿no existe ningún punto de apoyo para aventurar alguna hipótesis plausible? A mí, algo me ha sugerido el vivir con intensidad la vejez.

Según como se viva la vejez, si superamos esa tentación constante de la ‘distracción existencial’ y nos hacemos presentes a nosotros mismos, creo que podemos descubrir en nuestra vida algo así como dos vectoresde dirección opuesta, uno corporal, otro mental o espiritual. Nuestro cuerpo no es reductible a sus componentes físico-químicos que se renuevan enteramente cada pocos años. El cuerpo, como sistema organizado vivo, es algo más. Este organismo es el que se va deteriorando hasta degradarse, detenerse y descomponerse. Proceso ineluctable especialmente cercano en la vejez. Éste es el vector corporal físico que tira hacia abajo. Pero se percibe otro en sentido opuesto, por así decir, ascendente. Cuando las neuronas tan condicionantes no nos juegan precozmente una mala partida nuestra mente, en su dimensión más ético-espiritual, puede seguir afinándose. Es una actividad propia de la conciencia, es como un proceso de creciente fidelidad en la línea de, estando bien vigilantes, superar todo autoengaño y, luchando contra la inercia, responder activamente a los imperativos que va insinuando la conciencia. No obstante, no todo es claridad. Cuando menos se espera se obscurece el horizonte y parece instalarse la duda y la desgana. Otras veces desgarra la nube y se vuelve a percibir que Dios sigue fiel y nos recuerda “Estoy a la puerta y llamo”…. La vida interior puede ser muy intensa pese al deterioro físico. Puede incluso mantenerse agazapada, aunque parezca dormida, en una lucha postrera entre el bien y el mal. Ello permite esperar que más de uno en apariencia sumido enteramente en la maldad tenga un inesperado sobresalto de conciencia con un sofocado grito de perdón. El pensamiento religioso afinado impide resignarse sin creer que la vida (Dios) pueda ofrecer una última oportunidad de recapitular el pasado en un Sí corrector de tanta (¿cuánta realmente?) infidelidad y maldad. El tiempo más que dimensión física es psicológico y puede alcanzar un alto grado de condensación en un momento dado. ¡Son tan complejos los pliegues del alma! Y más especialmente ¿quién ha vivido realmente y vuelto del momento supremo? La conciencia humana está lejos de la inexorabilidad lineal. La libertad no está atada al comportamiento persistente y puede desdecirse, en un sobresalto de lucidez, de toda una vida y dar un golpe de timón: pueden existir psicológicamente muchos tipos de ‘camino de Damasco’ en cualquier momento de la vida. No parece insensato pensar que la atracción natural del bien es más potente y de fondo que la del mal, en el momento supremo.

Recapitulando, no sería especialmente lógico que el proceso de perfeccionamiento de la conciencia individual que alcanza una cima en lo personal, tarea que se inscribe, a su vez, en la culminación del conjunto de la evolución cósmica en titánico esfuerzo de quince mil millones de años, no es lógico, digo, que semejante epopeya de la realidad total, al llegar a la persona, ‘logos’ de Dios en su pequeñez, se abisme con la muerte en la nada. Sería el más profundo sin sentido, pienso yo, sería el mayor triunfo del mal, un mal por demás gratuito y feroz.

Se advertirá que la argumentación aquí desarrollada a favor de la razonable hipótesis de nuestra ‘muerte-resurrección’, se apoya, sin duda, en la congruente concepción del cosmos pero también en ese doble vector descendente y ascendente de una vejez despierta.. Que cada cual lo pondere.

15 comentarios

  • Honorio Cadarso

    Hola, Juanes de todo el mundo, Bautistas de apellido o de cualquier otro. Felicidades. Hola, Herrero del Pozo, hijo del caaramelero de la Estación de Autobuses. Felicidades a todos. Con ojos fuera de juego, tú seguirías metiendo goles iguala que en tus jóvenes tiempos…A lo mejor hasta te fichaban en la selección de Túnez cuando enseñabas teología por aquellas tierras de San Agustín…Y en verano jugarías al fútbol en Anguciana, con Angel Rodríguez de Pinedo de portero…
    Que nada, que seas feliz y vivas muy para tus adentros, dodne no te falla la compañía de Aquel que es más íntimo que tu íntimidad más tuya. Y de tu Reyes; y tú Reyes. con la compañía de tu Juan Luis…

  • Juan Cejudo

    Ese problema de falta de residencias para los mayores es un fenómeno muy generalilzado. Aquí en Cádiz hemos batallado y mucho sobre ese asunto. No hay plazas y los que no tenemos medios económicos (lagran mayoría pues una plaza privada aquí cuesta sobre 1.800 euros) tenemos que terminar en alguna pública a muchos kilómetros de distancia.

    Un gravísimo problema para los mayores

  • Juan Cejudo

    Muchas gracias, Mª Pilar..

  • oscar varela

    Hola!
    La Canción uruguaya “¿No lo conoce a Juan?”
    interpretada por el conjunto “Los Olimareños” (uruguayos),
    puede servir de recuerdo a Gaby.
    ………………….
    En este “hilo”, la puse porque allí encontramos
    la vida que la gente vive
    (teleo- y disteleo-lógica al mismo tiempo).
    1- TELEO-: Juan es constructor de PAREDES (Albañil)
    2- DISTELEO-: Juan “es” el de “LA CASA SIN TERMINAR”.
    NOTA: la canción también es titulada: “Esta es la historia del Juan”
    ………………….

    ¿No lo conoce a Juan?
    ¿Juan, el flaco que es albañil?

    Juan su casa levantó
    trabajando con amor,
    de sol a sol los domingos
    y su mujer era el peón.

    Y era tan lindo de ver
    como luchaban los dos
    para levantar el nido
    donde esperar el pichón.

    ¿No lo conoce a Juan?
    ¿Juan, el flaco que es albañil?
    ¿El de la casa sin terminar?
    Esta es la historia del Juan.

    Aunque era muy cumplidor
    quedó sin trabajo igual,
    y volvió para su casa
    aunque precisa el jornal.

    Y ve a su mujer lavar,
    y ve a su niño crecer,
    y a Juan le parece oír
    que el mundo es una pared.
    ………………..

  • oscar varela

    Hola!
    Leo de Juan Luis su “Recapitulando”
    – “no sería lógico
    que el proceso de la conciencia individual (personal),
    culminación de la evolución cósmica (15.000 millones de años),
    se abisme con la muerte en la nada.”-
    ……………………
    Este paradigma “teleo-lógico”
    no conjuga nada bien con la realidad histórica humana.
    Le falta la contrapartida “dis-teleológica”, que,
    sin sucumbir al paradigma del “caos”,
    nos alumbre una aceptable “madurez”.
    ……………………
    “Bebo del pozo
    y
    le dejo el lugar al otro”

  • Antonio Duato

    Acabo de hablar con Juan Luis y de felicitarle en nombre de todos. Le he dicho lo que habíamos escrito de él y se lo leerán. Sabéis que está ya ciego del todo. Le he resumido lo que escribía hace diez años de la vejez y de la vida que continuará después. Sigue pensando lo mismo y en sus limitaciones y sufrimientos es lo que le sostiene.

    Hablé antes con Reyes, su mujer. Ella ha estado casi un mes en el hospital, con problemas graves de corazón que la han dejado muy debilitada y floja. Hubo que ingresar a Juan Luis en una residencia que solo encontraron en Calahorra, a 40 kilómetros. A ella se le hace muy difícil ir a verlo pues ha dejado de conducir. Ahora buscaban una residencia oficial en Logroño, que no es fácil, pues no tienen medios para poderlo tener asistido en casa ni pagar una residencia privada…

    Es la parte jodida de la vejez que parece negar lo que arribe escribe “Juanito”. Pero él me insistía en que se acomoda a lo que sea, que está bien, que sigue creyendo lo que escribió, se reía de alegría por haberle llamado. Agradecía mucho el recuerdo de parte de todos vosotros y vosotras.

    • ana rodrigo

      Qué pena me da la difícil situación de Reyes y Juan Luis. Y qué injusta.

    • Mª Pilar

      ¡Admirable!

      No podía ser otra su respuesta; para él, es la Vida que ha vivido-vive y nos ha trasmitido, no hay otro camino.

      Y nos lo muestra su alegría… en medio de una soledad impuesta por las circunstancias de la vida; ahí radican los infiernos, las realidades más duras e injustas…de aquellas personas que tienen lo justo para vivir.

      ¡Lo siento en el alma! Pero al mismo tiempo… ¡como lo comprendo y admiro!

      Es el final consecuente con su nuevo paradigma… en su propia vida.

      Un gran abrazo entrañable… si se lo puedes hacer llegar… cuando te sea posible.
      Otro para ti Antonio por estar en todo y con todas nosotros/as.
      mª pilar

    • Asun Poudereux

      Muchas gracias, Antonio. Y a Juan Luis y tantos Juanes y Juanas que intervienen y siguen a Atrio, en este día y todos los del año les deseo felicidad.

      Muy de agradecer este recuerdo-experiencia de esta etapa, la vejez, llena de contradicciones lúcidas que la vida no cesa de enseñarnos, para sumirnos en la humildad.

      Siento que la situación de Reyes y Juan Luis se vaya complicando, a pesar de la aceptación por parte de ambos. Ser fiel a sí mismo en cualquier circunstancia. Grande.

      Un abrazo entrañable.

  • Juan Cejudo

    Muchas gracias, Antonio, por tus felicitaciones y muchas gracias a todos, de modo especial a los juanes y juanas.

    Saludos: Juan Cejudo

  • ana rodrigo

    Mis mejores deseos para nuestros queridos Juanes. Como es normal, para quienes le conocimos, desearle especiales felicitaciones a siempre recordado y querido Juan Luis.

  • Gonzalo Haya

    Me alegro mucho de este recuerdo de Juan Luis, y muy lúcida esta reflexión sobre la vejez. Gracias

  • Felicidades Juanes!!
    Que paséis un día estupendo.
    Besos a todos.

  • oscar varela

  • m. pilar

    ¡¡¡Gracias por este grato recuerdo… y Felicidades Juanes!!!

    m* pilar