Participo en un grupo en el que, a lo largo del curso, hemos estado reflexionando sobre el tema de la laicidad y en concreto el de una España laica.
A lo largo de ese trabajo nos hemos topado inevitablemente con la organización llamada Europa laica y con sus declaraciones, especialmente las de su presidente Gómez Movellán.
Siempre me ha resultado desazonador que personas serias hagan afirmaciones públicas falsas o carentes de matices. Por ejemplo: “Existe lo que llaman la financiación del clero diocesano, al que se paga a través de lo que recauda la Iglesia con el IRPF. Es decir, puede decirse que España todavía sigue pagando a los curas de las parroquias a través de la casilla de la renta”. ¿Cómo es posible que el señor Movellán, preocupado por estos temas, no sepa que a los curas de las parroquias les pagan sus feligreses y, cuando la parroquia no tiene suficientes recursos, un fondo diocesano nutrido por parroquias económicamente más solventes?
Pero no es de esto de lo que quería hablar sino de algo más concreto. Con motivo de la campaña del IRPF Europa Laica ha difundido un folleto en que se hacen proclamas como la siguiente: “Todos los impuestos para lo que es común a todos”.
Salvo los transportes, la sanidad y acaso la educación, nada en la sociedad es común a todos. Ni el cine ni el teatro ni la literatura ni la música ni las artes plásticas ni el deporte ni las fiestas populares o de uno o de otro tipo… son comunes a todos.
De modo que para Europa Laica no hay que subvencionar al cine, ni sostener la Orquesta Nacional ni organizar la Vuelta ciclista a España ni mantener la escuela de deportistas de élite, ni conceder el premio Cervantes ni apoyar los carnavales ni el día del orgullo gay… Ni un céntimo a ninguna de esas cosas. Los ciegos, los sordos, quienes no se interesan en el deporte, los millones de jóvenes que no leen, los heterosexuales y tantos otros no tienen por qué pagar con sus impuestos realidades y acontecimientos que no les interesan ni les importan.
Pero en el mismo folleto, en otro apartado, se propugna: “Las confesiones religiosas deben autofinanciarse y pagar impuestos”. ¡Acabáramos! Es esta frase la que justifica la anterior. De lo que se trata es de que las confesiones religiosas –y en especial al Iglesia católica– no perciban ni un euro del dinero público. Y ¿por qué no? Porque lo dice Europa Laica.
Sí pueden recibirlo los sindicatos, aunque son agrupaciones de trabajadores que se asocian en su propio beneficio. O los partidos políticos. O los deportistas de élite…
No quiero ahora tratar el tema de los impuestos, que requiere muchas matizaciones. Mi intención es denunciar las actitudes sectarias de Europa Laica.
Según se dice, estamos en una sociedad poscristiana y pos secular y claramente pluricultural y multirreligiosa. En ella deberían convivir en paz ideologías, mentalidades y sensibilidades distintas, sin que ninguna se imponga a las otras y todas trabajen para construir una convivencia en paz. En eso consiste la verdadera laicidad, fruto de acuerdos y de un diálogo permanente. Por el contrario, desplegar todas las armas –incluso la de la mentira– para eliminar a quien no nos satisface es, aunque sea duro decirlo, pretender implantar la Inquisición. Eso sí, esta vez laica.
Estimado Carlos F. Barberá un bloguero vigues llamado Elentir ha denunciado numerosas veces las falsedades de Europa Laica : El Estado no da a la Iglesia 11.000 millones: desmontando un nuevo bulo de Europa Laica http://www.outono.net/elentir/2016/04/24/el-estado-no-da-a-la-iglesia-11-000-millones-desmontando-un-nuevo-bulo-de-europa-laica/ vía @ElentirVigo
Podemos recurre a un bulo internetero para su nueva ofensiva anticatólica en el Congreso http://www.outono.net/elentir/2017/01/18/podemos-recurre-a-un-bulo-internetero-para-su-nueva-ofensiva-anticatolica-en-el-congreso/ vía @ElentirVigo
Carlos dice Siempre me ha resultado desazonador que personas serias hagan afirmaciones públicas falsas o carentes de matices
Entonces debería sentir una enorme desazón con su propio escrito, al insinuar que Europa Laica pretende eliminar a quienes no le satisfacen.
“Denunciamos las informaciones falsas e interesadas sobre que la Iglesia católica, a través del IRPF, también realiza labores caritativas y de asistencia social puesto que la práctica totalidad de lo que recauda por la casilla de la Iglesia se utiliza para pagar los sueldos y seguros sociales de curas y obispos, universidades eclesiásticas, la propaganda episcopal y los gastos generales de su funcionamiento”. Esto es verdad. Unos 250 millones de euros.
“No es de recibo que el conjunto de la Corporación católica, amparada en unos Acuerdos preconstitucionales con el Estado, succione por distintas vías del erario público más de 11.600 millones de euros anuales”, esto es de trazo grueso y suma todo sin criterio ni prueba. Al no diferenciar y mostrar de qué van los distintos conceptos, y cuáles presumiblemente van a subsistir por años en cualquier Estado democrático de Europa, termina perdiendo la razón. Cuando tienes razón en todo porque sí, no la tienes en nada si no te esmeras en mostrarlo.
Se lo he dicho a Europa Laica varias veces para que afinen en la afirmación y muestren cada supuesto hasta los 11.600 millones. Es fácil y se vería en qué tienen en razón y en qué no, en qué conceptos hay acuerdo casi general de que son legítimos y en qué otros hay motivos para discutirlos a fondo. No quieren hacer este esfuerzo. Y se lo vuelvo a reclamar. Conceptos, razones, cantidades, destinos… y todo sería claro. Es fácil, pero no quieren. Nada y punto. Dicen, el Estado se ocupará de todo. Sí, sí,… debería, pero no lo hace, ni lo va a hacer a ese precio, ni es obvio en la laicidad que en ciertos servicios no pueda participar la iniciativa social con control democrático. ¿Por qué no, si el control por la ley común es cierto y el acceso al servicio, universal según esa ley común?
Yo podría mostrar todos los conceptos de esos 11.600 millones y sus diferencias abismales en legitimidad. No quiero. Deseo que lo hagan ellos. Encerrados en su concepto de laicidad -significado que respeto pero que debemos discutir-, lo convierten en un absoluto evidente para cualquier demócrata y así no hay más que hablar; ni por tanto, aclarar.
Pues nada, así no avanzamos demasiado en afinar sobre la justicia social y sus sujetos responsables. Saludos cordiales.
Lo del mal uso y abuso de los recursos públicos en beneficio de bancos, empresas y corruptos por parte del gobierno de turno está muy generalizado. y en ese abuso y explotación del erario público en beneficio por parte de la Iglesia católica también.
El Estado debe impedir ese abuso y repartir equitativamente. Y los que nos consideremos creyentes y miembros de la Iglesia católica tenemos los primeros la obligación de exigir a nuestra Iglesia que rectifique y practique la pobreza que nos enseñó Jesús de Nazaret. En ello estamos.
Muchos conciudadanos nuestros fueron fusilados y padecen persecución por defender los derechos de los pobres y de los pensionistas y combatir los privilegios y robos de los poderosos. Todos ellos, en mi opinión, forman parte de la comunidad del Crucificado del monte Calvario, más que el Rouco y todos los que siguen sus pasos.
Que Europa Laica hace esa campaña en el tiempo de la declaración de la renta está claro y está en su derecho de hacerla. Lo que lamento y ha provocado mi artículo es que lo haga con argumentos falaces que he procurado desmontar, creo que con razón.
Argumentos falaces los tuyos Carlos F. Barberá.
Me remito a lo expuesto mas abajo por todos los comentaristas. En especial Honorio Cadarso y Ana Rodrigo. Personas que sienten con el sentir del pueblo. No con el sentir correoso y sucio del Vaticano.
“con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”.
Personalmente, se algo, de como actúa un cura de la vieja viejisima escuela…, Y sabes porque lo digo…
Los curas de la viejisima escuela, estáis vaciando los templos católicos.
Señor Troyano, no empieeeeece.
Besos
Y yo estoy contigo Carlos. En que no se pueden esgrimir argumentos de principios democráticos, exigir la universalidad de los derechos sociales, o una renta mínima para toda la población y negárselo a un determinado colectivo por razones no confesas de prejuicios contra el sentimiento religioso.
Los protestantes españoles, antes perseguidos y después olvidados, entre ellos un creeciente número de hermanitos y hermanitas del pueblo gitano, y supongo que también nuestra parte musulmana y hasta judía, que siempre ha existido en España, tienen los mismos derechos y reclaman un trato de reciprocidad. A todo eso me apunto.
Pero tampoco podemos olvidar que España está dentro de un proceso con graves problemas de convivencia, y la Iglesia Española constituye también parte de esos problemas que la sociedad civil tiene que afrontar con valentía.
EUROPA LAICA PRESENTA SU CAMPAÑA ANUAL DEL IRPF PARA QUE NO SE MARQUE NINGUNA DE LAS DOS CASILLAS DE LA DECLARACIÓN DE LA RENTA – IRPF, NI A LA IGLESIA CATÓLICA NI A FINES SOCIALES
Un año más Europa Laica, coincidiendo con el arranque oficial del periodo de Declaración de la Renta, pone en marcha su campaña cívica y democrática para que NO SE MARQUE NINGUNA DE LAS DOS CASILLAS DEL IRPF NI LA CASILLA DE LA IGLESIA CATÓLICA NI LA DE FINES SOCIALES.
Cívica porque informamos a la ciudadanía de que no es de recibo detraer los recursos públicos procedentes de los impuestos, que son de todos y para todos, para financiar fines particulares, como son los religiosos, perjudicando los intereses generales. Más aun cuando la Iglesia católica tiene el compromiso de autofinanciarse, claramente incumplido. Democrática porque marcar la casilla de fines de interés social supone asignar recursos públicos a organizaciones de todo tipo, sin control alguno, cuando, por el contrario, los derechos sociales básicos, exigibles a los poderes públicos por la Constitución, deben formar parte de una política y decisión de los poderes públicos, Gobierno y Parlamento, no pudiendo depender de la arbitrariedad.
Un año más Europa Laica informará por toda la geografía española de estos temas en mesas informativas, repartiendo folletos y realizando charlas divulgativas.
Denunciamos las informaciones falsas e interesadassobre que la Iglesia católica, a través del IRPF, también realiza labores caritativas y de asistencia social puesto que la práctica totalidad de lo que recauda por la casilla de la Iglesia se utiliza para pagar los sueldos y seguros sociales de curas y obispos, universidades eclesiásticas, la propaganda episcopal y los gastos generales de su funcionamiento.
En la Declaración del IRPF del ejercicio pasado, el número de contribuyentes que no marcaron ni la casilla de la Iglesia ni la de fines sociales aumentó en 600.000, descendiendo igualmente el número de declaraciones a favor de la Iglesia en los tramos de renta de menor poder adquisitivo. En todo caso, en un clima de grave deterioro económico y social de la última década, con recortes multimillonarios en educación, sanidad y servicios sociales, no es de recibo que el conjunto de la Corporación católica, amparada en unos Acuerdos preconstitucionales con el Estado, succione por distintas vías del erario público más de 11.600 millones de euros anuales.
Europa Laica considera necesario e inexcusable la derogación de los Acuerdos con la Santa Sede y con otras confesiones religiosas.
Quiero recordar que mi artículo no trata del dinero en la Iglesia – que podría ser objeto de una reflexión a partir de datos reales- sino del hecho de que, cuando hay un debate sobre la España laica -no todo lo público y participado que podría ser- algunas organizaciones como Europa Laica pretendan porque sí que las asociaciones religiosas, por el hecho de ser tales, no tengan derecho a recibir ni un euro del dinero público.
Otra cuestión es qué dinero, en qué condiciones, para qué fines pero esas son ctemas que en una que en una democracia avanzada debería debatirse con seriedad y sin sectarismos. Y sobre todo sin que nadie se erija por su cuenta en árbitro de problemas que conciernen a todos los ciudadanos.
…Y sobre todo sin que nadie se erija por su cuenta en árbitro de problemas que conciernen a todos los ciudadanos…
Si hasta ahora en estos asuntos no hay árbitro ni testigo que valga, al no considerar que concierne al ciudadano, al Pueblo Español, lo que se decide entre la Iglesia y el Estado, dudo de la sinceridad y franqueza de tal afirmación.
También puede ser un despiste. No entiendo este despiste.
La Iglesia Institución debe, y no digo debería, tomar la iniciativa de replantearse los privilegios, y en hechos, lo antes posible, renunciar a ellos. Reestructurarse, transformarse. Ser ejemplo de sencillez, humildad, de gratitud.
Y seguro que otra Iglesia, la de Jesús de Nazaret, es creíble, al hacerla posible de modo abierto, real.
Pero vuelvo a ser Carmen o no?
España se ha constituido en un Estado Social Democrático de Derecho desde 1978. Esto significa que nuestra “Constitución se ajusta al esquema de la democracia moderna, o sea, inseparable del pluralismo y de la aconfesionalidad en que consiste la laicidad”· (Gregorio Peces-Barbas, La España Civil)
Si nos atenemos a estos valores y principios constituidos, por respeto al “pluralismo” y al igual que otras democracias occidentales de corte liberal, las iglesias, como entidades de derecho privado gozan de ciertas prerrogativas sustanciadas en subvenciones públicas,beneficios sociales, exenciones de impuestos etc en igualdad de condiciones que otras mismas iglesias o instituciones sociales.
Por otro lado, instituciones como “Europa Laica”., mencionada por el articulista no tienen que estar exentas o contagiadas del anticlericalismo militante, muy propio y recurrente en las naciones del sur de Europa, principalmente. Nos puede doler por lo que tenga de incisivo que más que por injusto falto de verdad o rigor histórico, pero tiene su etiología que no podemos desestimar.
Hay razones de herencia histórica y otras de oportunidad política.
La dictadura de la que venimos tras la Transición Política, era un sistema político confesional, que hacía de la Iglesia Católica Española uno de los poderes del Estado. Aquel anticlericalismo venía cargado de ideología política antes que religiosa.
En la Transición, los tiempos del Cardenal Tarancón como Jefe de la Iglesia Española, ésta tenía la tentación de perpetuarse como uno de los brazos del Estado, con la Monarquía recién restaurada, también la de convertirse en un poder fáctico, como la Banca o el Capital, por ejemplo. Las luces del Concilio orientaban a la libertad religiosa con clara separación entre la Iglesia y el Estado de la mano del Cardenal entonces presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Sin embargo, un nuevo acuerdo con la Santa Sede del Gobierno de España, elaborado y afirmado antes de la Consticuón fue finalmente ratificado en las Nuevas Cortes constituidas, Para algunos preconstitucional, para otros anticostitucional, pero nunca revisado.
Se llegaron a acuerdos con el Gobierno de Suárez, como la promesa de la Iglesia de autofinanciarse en un plazo breve de tiempo.
Cambió Tarancón, llegaron los Rouco Varela con su portavoz el entonces P. Camino, s.j. en la Conferencia Episcopal, un gobierno de derecha. Las legislaturas de José María Aznar desde 1996 a 2004, y la Iglesia retornó por sus caminos confesionales.
La Crispación más aguda, fue la que sufrió el gobierno de Rodríguez Zapatero (PSOE) en los años 2004a 2006. El vocero de la COPE elevó sus decibelios. La Radio y la Televisión de la Iglesia al servicio del Partido Popular.
Y el Cardenal Rouco Varela, príncipe de la Iglesia, se preparó la rehabilitación de un inmueble de 400 metros cuadrados en lo mejor de Madrid para su jubilación al estilo de sus colegas del Vaticano.
Pues que la Iglesia se equipare a la mayor parte de asociaciones o ámbitos culturales y sociales renunciando a sus privilegios y pagando impuestos, y, entonces, que se les done igual que a los demás. (Y de paso que revisen e inspecciones a dónde va tanto dinero público como la fundación Franco, o Faes o tantísimas corruptelas escandalosas que ni sabemos)
Además de lo que Honorio y Troyano mencionan, no hay que olvidar el inmenso patrimonio inmobiliario que tienen obispados y órdenes religiosas, que dicen vivir voto de pobreza pero viven mejor que muchísima gente de a pie.
No recuerdo el nombre de aquella empresa de inversión lucrativa, claro,que fracasó hace ya unos cuantos años, a raíz de lo cual salieron a conocimiento público la cantidad de millones que obispados y órdenes religiosas tenían invertidos en dicha empresa y que perdieron. Y no hablemos del banco vaticano y sus chanchullos, algunos de los cuales conocemos, pero sospecho que queda mucho por conocer.
Así que equiparación en todo, en cuyo caso yo firmo que perciban las ayudas sociales que le correspondan.
Nota: supongo que dentro del clero habrá quienes vivan la pobreza voluntaria o forzosamente, o que lleven una vida digna sin necesidad de ser pobres. Pero no hablamos de personas individuales, sino estructuras de alto estanding económico y antievangélicas.
Ana te digo igual que a Honorio chapeau. Un articulo como el que comentamos. No debería (en mi opinión)tener cabida en ATRIO, no va con su pretendida linea.
Porque o se sigue una linea, o todo vale, lo progresista y lo antiprogresista, a este paso. ¿Por que no que escriba aquí gente del Opus?
Es fácil, no entrar en ATRIO. Que con su pan se lo coma. De momento sigo entrando en esta ventana al catolicismo ¿progresista?. Mas bien catolicismo a secas…
Hola, Luis Troyano, siento discrepar de lo que acabas de escribir, puesto que, en un tema tan importante atrio nos da la oportunidad de exponer nuestra opinión. Pienso que no hay que tener miedo a la hora de afrontar determinados temas aunque discrepemos, es la mejor manera de aclarar cuestiones que si no se remueven siguen anquilosadas.
Hola Luis!
Pareciera que en ATRIO, sin embargo,
se puede comentar hasta
¡”el momento en que te vas a dormir”!,
según leo en tu reciente comentario en el Editorial.
El único SOL se lo ve, necesariamente,
desde muchos lugares diferentes.
La única solución de intentar mejorar todo esto es precisamente hablando. A mí tampoco me gustan muchas cosas que leo, pero no encuentro otra salida para que las personas acerquemos posturas.
Estoy dudando si irme o no a la playa, no hace buen día y a lo mejor cuando llegue no puedo ver al único sol. VIsto desde mi playa es precioso, sobre todo al atardecer. También soy de los que de vez en cuando digo cosas de estas, no sé, a ver si le damos un poquito más de , no encuentro la palabra, no quiero que nadie se enfade, a este foro.
Y porque soy un desastre y no sé mandar vídeos y emoticonos, que si supiera verían… le diré a algún hijo mío que me enseñe.
Buen día a todos.
Pues a mí me parece que esto merece un comentario, Carmen. Porque he sido clérigo y luego laico, ciudadano de a pie, y veo las cosas desde dentro y dede fuera del tinglado eclesial.
¿Acaso la Iglesia no goza de exenciones fiscales por sus propiedades y por sus ingresos extra como las entradas a las catedrales y edificios? ¿Acaso desde Aznar no ha podido apropiarse de todos los locales y terrenos que hasta entonces eran considerados como propiedad del pueblo, gracias a las facilidades que le dieron los gobiernos?
¿Acaso los clérigos no cobran varios sueldos como profesores de centros educativos y otros, además del sueldo que perciben como clérigos?
¿Acaso los centros educativos gestionados por curas, monjas y Opus Dei no constituyen una red potente y mayoritaria de la enseñanza en España, y se saltan a la torera los normas mínimas señaladas por el Estado, y gozan de ayudas del Erario Público?
Mientras la mayoría de jubilados viven con ingresos miserables del Estado en viviendas igual de miserables, los jubilados del clero disponen de residencias muy bien dotadas e ingresos más que suficientes.
Los ingresos que la Iglesia percibe por donaciones del personal, visitas turísticas a “sus” edificios artísticos, como la Mezquita de Córdoba, la mayoría de las catedrales, etc. etc. etc. tampoco cotizan a Hacienda…
Como colaboradora en el golpe militar de 1936, la Iglesia goza de un trato descarado de favor por parte del Estado. A su Fundador lo mataron entre el poder civil y religioso de Palestina, porque se mostró crítico e insobornable con sus abusos…Aquí la alianza de 1936 se mantiene casi igual que entonces. Porque el que paga exige, y el que recibe otorga…
Muy bien expuesto Honorio. Y con mas razón que un Santo.
“No quiero ahora tratar el tema de los impuestos, que requiere muchas matizaciones.”
No hay peor mentira que una falaz media verdad.
¿Acaso la Iglesia Católica no está escandalosamente favorecida por el Estado español?
Si no es así. Se podría empezar por ejemplo. Con devolver la mezquita de Córdoba al pueblo. A todos, no solo para los católicos. ¿Lo que recauda el clero por el turismo, para quien es?.
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