Curso-taller basado en el libro TEOLOGÍAS DEL SUR – El giro descolonizador. Juan José Tamayo – Ed. Trotta, S.A., 2017. Ofrecemos una amplia información sobre el libro, incluyendo el índice completo, en esta página de ATRIO que quedará fijada en la segunda línea del menú horizontal naranja de la parte superior de la portada. AD.
TEOLOGÍAS DEL SUR. El giro descolonizador. Por Juan José Tamayo
Capítulo 5 – TEOLOGÍAS ASIÁTICAS (Segunda parte)
5. Teologías de la liberación:
- 5.6. Teología islámica de la liberación
* en torno a los siguientes ejes temáticos:
– crítica del monoteísmo intolerante (fundamentalismo);
– recuperación de los «más bellos nombres de Dios» en experiencias de
– solidaridad,
– justicia,
– compasión, etc.;
– ética como teología primera;
– recuperación del sufismo;
– lectura feminista del Corán.
* Defiende y fundamenta una reforma radical
– de la sharía al servicio de los desfavorecidos;
– que la libere del contexto feudal y fundamentalista.
* Incorpora la justicia social como camino que lleva a la fuente.
* Pone las bases para una cultura de paz y del diálogo
– inspirada en el Corán
– como superación de la violencia yihadista (perversión de la religión musulmana).
* Influenciada por diferentes tradiciones:
– teología mutazilí,
– racionalismo ismaelí,
– marxismo,
– teología cristiana de la liberación,
– pensamiento revolucionario musulmán,
– teólogos musulmanes modernistas, y
– pensamiento y práctica de la no violencia activa de Gandhi.
* Presenta al Dios del islam como
– «Dios de los oprimidos,
– de los que luchan por su libertad,
– de los mártires por la causa de la verdad y la justicia».
- 5.7. Teología hindú de la liberación
* se cultiva y desarrolla en el hinduismo.
* Tradicionalmente la salvación se entendía como
– escapar del interminable ciclo de las reencarnaciones
– hasta lograr el moksa,
– sin proyecto de transformar la realidad ni de liberación histórica.
* Pero Gandhi (2003)
– desde una experiencia religiosa radical,
– defendió la liberación integral (personal y estructural),
– fundada en un humanismo espiritual, y
– luchó por la emancipación social y política a través de
– la no violencia activa y
– el diálogo interreligioso.
* Incluye
– la lucha contra el colonialismo,
– la eliminación de la clase alta y la clase baja,
– la armonía perfecta de todas las comunidades,
– la liberación de la esclavitud y del clientelismo,
– la eliminación de la opresión cultural y social de las mujeres, y
– el reconocimiento de la igualdad de derechos de estas y de los hombres.
* El movimiento de reforma del hinduismo Arya Samaj, pretende
– recuperar los orígenes de esta religión y
– liberarla de las supersticiones y ritualismos ajenos a su esencia.
– Critica la desvirtuación de la teoría del karma
– (considerar a trabajadores y sufrientes responsables de sus miserias).
* El karma
– exhorta al compromiso por la liberación y al cambio social.
– rechaza el sistema de castas, y
– defiende una sociedad védica igualitaria.
- 5.8. Teología budista de la liberación
* Para el imaginario occidental es una religión
– pasiva,
– alejada de la realidad,
– encerrada en el mundo interior,
– ajena a los problemas,
– insensible a las injusticias,
– preocupada solo por el solaz interior
– a la espera de que llegue el nirvana.
* Este ideario lo desmiente un budismo con principios y prácticas
– de transformación de la sociedad y
– que viven una «espiritualidad socialmente comprometida».
* El dharma exige separarse del ego, no del mundo.
* La compasión
– no se reduce a un sentimiento interior inoperante,
– sino que se reformula en perspectiva crítico–pública y
– se canaliza en los diferentes movimientos de liberación.
* Preceptos del budismo, Mandamientos del judaísmo y Éticas del cristianismo
– tratan
– del amor y la compasión,
– del cuidado
– de nosotros mismos,
– de los seres vivos y
– de nuestro entorno,
– ofrecen directrices para
– transformar el sufrimiento humano en bienestar personal y colectivo, y
– contribuir a la felicidad de la familia y de la sociedad.
- 5.9. Teología confuciana de la liberación
* El confucianismo las poblaciones del este asiático
– China, Taiwán, Corea, Japón, Singapur,
– las comunidades de origen chino de Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas.
– entiende la salvación como
– liberación de las supersticiones y
– de todo poder desconocido, sea
– personificado en una deidad antropormórfica o
– personaje histórico deificado;
– y como asunción de responsabilidades del ser humano
– consigo mismo,
– con los demás seres humanos y
– con el cosmos.
– no concibe el universo
– como una estructura rígida,
– sino en permanente dinamismo
– regido por los principios antitéticos y complementarios.
– se centra en la persona en comunidad,
– cuya virtud es el yang, que se traduce por «humanidad».
– Es amar a los demás.
– El que pusiese en práctica cinco cosas sería humano:
– cortesía,
– generosidad,
– buena fe,
– diligencia y
– bondad.
* Estos aportes chocan con algunas desviaciones en su historia casi trimilenaria:
1. legitimó comportamientos opresores y absolutistas de los diferentes poderes políticos.
2. desvío de principios éticos y saberes originarios (ritos desvinculados de la vida)
3. sustitución de la autenticidad por estructuras rígidas e impersonales.
4. Casi inexistencia de movimientos de liberación en países de influencia confuciana.
5.10. Teología judía de la liberación
* Radica en algunas tradiciones
– igualitarias,
– emancipatorias y
– ecopacifistas.
* Revisa críticamente
– la imagen violenta de Dios (con frecuencia en la Biblia hebrea),
– la intolerancia de profetas hacia sacerdotes de otras religiones y
– el fundamentalismo inherente a la creencia en el Dios único y universal.
* Recupera el monoteísmo ético y la tradición del Dios
– del éxodo,
– de la esperanza y
– del futuro.
* Prioriza
– la ética sobre el culto,
– el profetismo sobre el legalismo,
– la experiencia religiosa personal sobre la institución religiosa,
– la responsabilidad individual sobre la diluida en la colectividad;
– la crítica del poder frente a la sumisión;
– el perdón sobre la venganza;
– la misericordia con los débiles sobre la indiferencia ante el sufrimiento.
* Su reflexión, experiencia religiosa y la práctica tienen dos principio:
– la esperanza (camino a la utopía de tierra y cielo nuevos), y
– la memoria subversiva de las víctimas.
* Critica
– los conceptos «pueblo elegido» y «tierra prometida» y
– su traducción política en el movimiento sionista.
* La obra emblemática Hacia una teología de la liberación (Marc H. Ellis, 1987) intenta
– recuperar las raíces emancipatorias de la tradición judía;
– hacer memoria del Holocausto judío y
– solidarizar con los que hoy sufren el holocausto (pueblo palestino);
– denunciar las alianzas perversas de algunas instituciones judías con los poderes opresores;
– con poderes políticos, económicos y militares opresores.
– liberar a la tradición profética judía del secuestro al que la han sometido las clases dirigentes;
– situar a la comunidad judía en la dialéctica de fidelidad y traición.
– fidelidad hacia los valores de sus «ancestros esclavos»
– «está íntimamente conectada con las luchas por la liberación».
– traición por alianzas de Israel y judíos de Norteamérica con poderes opresores.
– ocupación del Líbano,
– subyugación de palestinos,
– apoyo al régimen racista de Sudáfrica,
– asistencia militar a gobiernos criminales (El Salvador y Guatemala),
– ayuda a contrarrevolucionarios nicaragüenses,
– rearme de los Estados Unidos a las fuerzas militares israelíes.
– denuncia de las agresiones militares de Israel contra Gaza
- 5.11. Teología palestina de la liberación
* elaborada por el teólogo cristiano palestino Naim Stifan Ateek.
– En 1991 creó en Jerusalén el Centro de Teología de la Liberación Ecuménica de Sabeed.
– movimiento ecuménico popular entre cristianos y palestinos, y
– llama a las comunidades cristianas de todo el mundo a
– trabajar por la justicia,
– solidarizarse con el pueblo palestino y
– vincular fe cristiana y vida cotidiana de los que sufren bajo
– la ocupación,
– la violencia,
– la discriminación y
– las violaciones de derechos humanos.
* No se queda en el estudio del pasado,
– sino que lo contextualiza en la actual opresión del pueblo palestino.
* Tiene las siguientes características:
– Contextual: (opresión de Palestina por el Estado de Israel).
– De la liberación: situaciones de injusticia estructural vividas.
– De la no violencia activa: en la defensa de la justicia y la paz.
– Ecuménica: de cristianos de Palestina para una Iglesia autóctona.
– Interreligiosa: religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam
– No identificada con partido político: pero no por ello apolítica.
– Basada en la Biblia: que señala el camino hacia la justicia y la liberación.
– Profètica: que desenmascara la injusticia.
– Crítica del sionismo cristiano: usa la Biblia para violencia y racismo.
– Antiimperial: crítica a las teologías imperialistas.
– Política: critica obstáculos a reconciliación entre israelíes y palestinos.
* Cuestiona la imagen exclusivista y violenta de Dios y
– elabora una cristologia del Siervo Sufriente
– como alternativa a la del Hijo de David de carácter imperial.
* Sigue la metodología de las teologías hermanas de la liberación:
– análisis de la realidad sufriente del pueblo palestino,
– juicio ético y denuncia,
– hermenéutica crítico–liberadora de los textos bíblicos y
– estrategias de acción no violenta en el actual conflicto palestino–israelí.
– cuestionamiento de la idea de pueblo elegido.
* Rechaza la utilización sionista de la Biblia que legitima
– las discriminaciones de Israel contra la comunidad palestina y árabe, y
– su proceso de militarización y expansión.
* Recupera:
a) la relación intrínseca entre el conocimiento de Dios y la práctica de la justicia y
b) la defensa de la solidaridad con los más desfavorecidos de la sociedad.
* Recuerda los reproches de Yahvé al Israel bíblico
– por sus prácticas opresoras e injustas, y
– denuncia el actual maltrato a la comunidad palestina.
* Apela a la compasión de Yahvé ante la esclavitud del pueblo hebreo en Egipto.
* Denuncia el humillante subyugo de Israel y olvido por la mayoría de los Estados.
* Un tema central es la reconciliación entre los pueblos, basada en la justicia.
* Condena toda forma de violencia poniendo fin a las situaciones de injusticia.
* Es contraria a los suicidios islamistas (resultado de la ocupación israelí).
El otro día, al comentar el apartado anterior de este capítulo yo decía “sólo sé que no sé nada”, y me refería a la cantidad de información que me estaba aportando este libro sobre otras religiones de las que tengo una exigua y superficial idea.
Pues bien, cuando he leído lo de las teologías, aún me quedo más anonadada y siento un cierto pudor ante mi ignorancia. Sin querer justificarme (no se puede saber de todo), reconozco que el contexto del eurocentrismo en este tema y en tantos otros, nos hace perder la perspectiva de otras realidades, ya sea en temas religiosos o en otros temas de usos y costumbres varios.
Así pues, agradezco a Tamayo que nos ponga un poco al día de que no vivimos en islas inconexas empequeñeciendo el universo al reducirlo a nuestro pequeño mundo.
Otra cuestión que quiero destacar en este capítulo es cómo el autor escudriña aquella parte positiva y esperanzadora de las religiones (costumbre habitual en él), por pequeña que sea, de las otras religiones.
Da cierta esperanza el que se nos diga que en el Islam hay brotes esperanzadores de liberación, aunque sean pequeñitos. Hago hincapié en el Islam porque es de las religiones más odiadas en el mundo debido a esos movimientos sangrientos y crueles que tanto daño hacen a nuestra convivencia.
Nota: su libro ISLAM, CULTURA, RELIGIÓN Y POLÍTICA, publicado por Trotta en 2009, nos ofrece una visión alternativa a lo que se oye por aquí sobre el Islam.
Sobre esta cuestión, recuerdo a una teóloga musulmana que intervino en el Congreso de Teología Juan XXIII, que se apellidaba Andújar, y que nos contó el trabajo que grupos reducidos de teólogas estaban haciendo no sin cierta dificultad en esta línea exégetica ( a pesar de que muchos niegan que haya exégesis de forma absoluta en el Islam).
Gracias, Ana, por esto que nos compartes. Siento que muchas personas coinciden en lo mismo que confiesas.
Creo que la liberación de la que aquí se habla es volver a la fuente de espiritualidad activa éticamente justa, respetuosa y solidaria, en interrelación con todos y todo el entorno, cercano y lejano, de la que brotaron la mayoría de las religiones, enturbiándose sus aguas con el paso del tiempo. Y que desgraciadamente tanto daño han causado al convertirse y convertir lo sagrado en un instrumento de poder y control de conciencias.
El hecho mismo de tener en cuenta la dignidad de la mujer, en distintos lugares y sensibilidades abre de par en par las puertas de la esperanza confiada a un mundo más humano, entre todos, hombres y mujeres, creíble y posible.
Solo me queda decir: ¡Cuánto bien aporta esta obra de JJ Tamayo!
Más aún, que el trabajo y esfuerzo de todas estas personas, más que teólogas, sobre todo amantes de lo auténtico nos contagie más y más en descubrir unas y otros la verdad, por lo que vale la pena vivir.
Con la mejor sonrisa, un abrazo, Ana.
Es el capítulo que más me ha sorprendido y que más me ha gustado.
Porque claro, si lo piensas , la zona de Palestina está en lo que llamamos oriente. Pero jamás se me hubiese ocurrido pensar que el judaísmo fuese uns religión oriental y que el cristianismo su origen esté en una religión oriental es sorprendente, porque para mí es occidente puro.
Hay términos sorprendentes, como el de teología islámica de liberación. Es que todo es lo mismo. Es que todas las religiones tienen los mismos problemas. Lo que me hace pensar que es una crisis generalizada de las grandes religiones. Todas. Supongo que las personas que las controlan se lo estarán planteando. Si las religiones se han desvirtuado, si ya no hay respuestas salvo para los fundamentalistas que están encantados con el desencanto porque campan a sus anchas por diferentes motivos y ninguno de ellos tiene que ver con su dios original, pues es de esperar que se estén planteando qué hacer. Digo, no sé.
Así que hay el jaleo que hay. Uno creen en las estrellas, otros en las cartas, otros en los ángeles que incluso se los mandan de una casa a otra y lo sé porque me los quisieron mandar. Quita, quita, le dije, para que se me cuele algún demonio… Ya se que no fue una respuesta muy racional, pero me salió del alma.
Qué pena verdad? Es un retroceso enorme. Porque no sé si esto es espiritualidad o desconcierto .
En fin.
Un saludo cordial.