En el corto espacio de que dispongo, caben al menos tres puntos para reflexión.
- 1.- Mujeres y hombres.
Ayer: “quiero que la niña que nace en España… reciba una educación como la mejor, que se pueda pasear por todo el mundo…, que sienta un inmenso orgullo por ser española, por pertenecer a esa nación que le habrá ofrecido las mejores oportunidades” (campaña electoral del 2011).
Hoy: si el salario de la mujer es un 20% inferior al del varón, “no nos metamos en eso; los gobernantes debemos ser muy cautos a la hora de saber cuáles son nuestras competencias y cuáles no; y desde luego no hay ninguna que sea igualar salarios” (Onda cero, enero del 2018)…
Dos consecuencias: Alemania, Islandia, Reino Unido tienen unos gobernantes incautos que han tomado medias igualatorias sobre la retribución de hombres y mujeres.
Y además: aquella niña de Rajoy dejó de ir al colegio a los 14 años: no se renovó el contrato al padre y, en su lugar, contrataron a la madre por un sueldo claramente inferior, en una empresa turística boyante. La madre decidió llevar consigo a la niña que podía hacer a escondidas algunas labores de limpieza y compensar así la diferencia de sueldos. La niña, más que orgullo de ser española, sentía dudas por algo que una vez oyó al cura en la parroquia: “mejor es ser honrado con poco, que ser malvado en la opulencia” (salmo 37,16). Y es que el empresario la enredaba con que, si posaba desnuda, ganaría mucho más. Así fue: en dos horas de fotos ganó más que en un mes de limpiezas. Pensaba cómo darlo a su madre poco a poco, cuando el empresario la violó, amenazando con enseñar las fotos a sus padres. Aquel día la niña se echó al tren a la salida del trabajo. Lo que va de ayer a hoy.
- 2.- Justicia social.
Ayer: “dedicarme a los problemas que ocupan a la gente”. Hoy: “no politicemos el tema de las pensiones”; un buen gobernante no tiene competencias “en eso de igualar salarios” (entrevista citada).
Pero ¿ni siquiera puede establecer un mínimo justo, por debajo del cual nadie puede quedar? ¿Tiene en cambio competencia para vaciar el 90% de la hucha de las pensiones y decidir luego que suban sólo un 0’25% cuando el coste de vida sube el 2%, alegando que no hay dinero para más? ¿Y abordar luego el problema catalán apelando a que “no puede tolerar desigualdades entre los españoles”? Quizá quiso decir (con el Trump que todos llevamos dentro pero con una educación que Trump no tiene) que por qué había de preocuparse él por unos “españoles de mierda”. Pero un español bien educado nunca dirá eso por más que lo piense.
- 3.- Sobre estas preguntas hay múltiples respuestas. Pero, si un gobierno apela al “humanismo cristiano” como fundamento de su política, habrá que recurrir a ver qué dice ese humanismo. Veamos pues algunos ejemplos:
“Tengan presente los ricos y los patronos que oprimir para su lucro a los necesitados y desvalidos, buscando su ganancia en la pobreza ajena, no lo permiten las leyes humanas ni las divinas. Defraudar a alguien en el salario debido es un gran crimen” (RN 20: la más conservadora de todas las encíclicas sociales de la Iglesia)…
“El trabajo ha de ser remunerado de tal modo que se den al hombre posibilidades de que él y los suyos vivan dignamente su vida material, social, cultural y espiritual” (Vaticano II, GS 67). Pero ¿es que no se puede vivir muy dignamente en la precariedad?…
“La sociedad y el estado deben asegurar unos niveles salariales adecuados al mantenimiento del trabajador y su familia incluso con una cierta capacidad de ahorro” (CA 15). “El salario justo permite el acceso a los demás bienes que están destinados al uso común” (EG 192).
Es sólo una muestra pequeña. Se objetará que esas palabras son profundamente antieconómicas, y quien intentara ponerlas en práctica no podría prosperar, ni siquiera sostenerse. Concedido. Pero entonces hay que ser coherentes y sacar la conclusión que de ahí brota: si un sistema sólo puede funcionar y mantenerse a base de injusticia, de crueldad y de inhumanidad, eso es señal clara de que tal sistema es injusto, cruel e inhumano. Es la conclusión que saca Francisco: “el sistema social y económico es injusto en su raíz” (EG 59): porque, según constatación de Juan Pablo II cada vez más patente, produce “ricos cada vez más ricos, a costa de pobres cada vez más pobres”.
Podremos mirar a otro lado: hemos ganado un campeonato de Europa, Messí es el mejor de todos los tiempos; o ¿cuál será la próxima sorpresa en esa mala partida de ajedrez entre Puigdemont y Rajoy?… Son cosas halagüeñas o entretenidas. Pero el problema es que no enjugan ni una lágrima de aquella niña, ni de sus padres, ni de tantos jóvenes sin poder independizarse y sin futuro.
Hoy, en 2018, estas palabras son sólo para cristianos: las izquierdas han preferido abandonar esa causa porque ya no se ganan elecciones con ella. No se puede servir a Dios y a la riqueza y nosotros hemos elegido lo segundo. Por eso este artículo vale sólo para creyentes. Quizá también para “querientes”. Pero de estos hablaremos en un próximo artículo.
Esta concesión a las democracias hechas por el capitalismo, después de la 2 Guerra Mundial en Europa, parece que fue un “Veranito de San Juan”.
La alegría se acabó cuando la Thatcher, haciendo lo que su nombre indicaba, (Techera) le puso techo a las ilusiones de redistribución progresiva de la riqueza y el bienestar, para comenzar a mostrar los dientes afilados del capitalismo no solo industrial y comercial, sino que financiero, en su nueva modalidad de casino y ruleta.
Y dentro de esas modalidades, está el aprovechamiento de los mecanismos de la democracia, que para funcionar necesitan de la conciencia, buena información y honestidad de las masas y de sus representantes .
Pero estas virtudes son tremendamente escasas, frágiles y sumamente corruptibles con el poder del dinero acumulado por los grandes capitalistas, que manejan los medios de comunicación de masas y por otro lado se compran los parlamentos, los poderes judiciales, los tribunales constitucionales, es decir los gobiernos completos y sus legisladores sin que las masas se enteren.
Entonces las democracias mantienen un cascarón con elecciones, en que un pueblo desinformado y confundido vota, por unos políticos comprados, que fabrican leyes que benefician a los compradores, y la distribución del ingreso comienza a ser regresiva, haciéndose los ricos cada vez más ricos e impunes, y con más poder.
En Sudamérica, donde la estructura de los sistemas de gobierno han sido la democracia republicana, desde hace 200 años, vemos actualmente como sacan presidentes elegidos por el pueblo bajo acusaciones mentirosas, y ponen corruptos y ladrones y no pasa nada.
Las elecciones en Chile fueron ganadas por la derecha, ya sea por la ineficiencia y desidia de la pseudo
izquierda, como por las campañas del terror orquestadas por los medios y el whatsapp aterrorizando a las masas poco informadas con Cuba, Venezuela y la vuelta al comunismo en el mundo. Como nadie aquí sabe que los socialismos reales de Europa del Este cayeron en 1989, creen que Stalin y la Pasionaria todavía están vivos.
Además los países donde se concentran las transnacionales, tienen un ejército de lobbistas destinado a boicotear a las frágiles repúblicas. Así ex socialistas españoles junto con ex reyes, escritores etc conocidos, se pasean por el mundo haciendo lobby al gran capital. Incluso los Congresos, en vez de dedicarse a hacer su trabajo, se dedican a hacer la función de lobbistas condenando a cualquier país que que les ponga trabas a la penetración de este tipo dañino de capitalismo.
Querida Olga:
¿Por qué me viene a la mente, el mal recuerdo del… Padrino?
Abrazos.
pili
Tenemos la mala tendencia, yo me incluyo, de mirar de arriba hacia abajo y no de abajo hacia arriba. Es decir, a los políticos los ponemos con nuestros votos y su obligación es defender nuestros derechos e incluso darnos más derechos, no machacarnos con leyes mezquinas. Hay que tener una mirada más amplia sobre lo que está sucediendo en el mundo. Y, ¿qué está sucediendo? Que estamos viviendo un nuevo orden mundial, que está empezando y no sabemos cómo va a acabar. Y la tendencia es volver a hegemonías. Los grandes poderes quieren volver a los monopolios, mientras que las principales tendencias políticas pretenden volver a dividir al mundo. Una lucha de poderes que como siempre sufre el de abajo. Por eso, esa idea de monopolizar produce pobreza. Si no hay competencias hay más pobreza. Al pueblo se domina de muchas maneras, pero una muy eficaz es el miedo. La historia se repite. Lo que hacen algunos políticos no es más que copiar lo que han hecho otros en el pasado, con la diferencia de que hoy tenemos herramientas potentes para movilizar las masas, que son las nuevas tecnologías.
El sistema político de partidos, que tenemos, que no digo demócratico, ya que no lo es, fortalece cada vez más al gobierno de turno, porque no hay un poder legislativo que emane directamente del pueblo y la nación, que somos los gobernados, con control de efecto revocativo, si hiciera falta.
Por lo que a los gobernantes, no les importa, si se desdicen y engañan, si abunda en ellos la hipocresía y reina la indiferencia, aunque sus hechos hablen. Esto es lo grave.
Con nuestro sistema de partidos, no puede haber independencia de poderes, fundamental en la democracia, por más que se sacien repitiendo lo contrario, en tanto en cuanto, los partidos sigan exigiendo y reclamando al Estado, que se les dé subvenciones y aún mayores.
¿En qué quedamos, entonces? Y ¿Qué papel jugamos los gobernados, si no nos es posible determinar y exigir una total independencia del poder legislativo y del poder ejecutivo?
¿Es esto democracia? La desmemoria de los sumisos es doble y les ciega.
Lo que más reprochó y denunció Jesús, fue precisamente, la hipocresía y la indiferencia de las personas, que tenían en sus manos los poderes e influencias para que la vida fuese plena y digna en respeto e igualdad de trato ante la ley y reconocimiento para todos, hombres y mujeres.
Pero aun se está muy lejos de ello, por más que se alardee de lo contrario. Los hechos no se los lleva el viento.
Que haya,quise decir…
Hay muchos anticapitalistas que no son creyentes.De hecho,y en esto no se me molesten,la iglesia es un poder fáctico capitalista de primera magnitud por mucho Papa Francisco que ella.El sistema capitalista es el verdadero demonio y no ese otro que dice el obispo Munilla.No tiene cuernos y rabo,pero es la maldad en estado puro.
En mi opinión tiene razón sin lugar a dudas. España sufre con más radicalidad que otros países las palabras de Francisco:“el sistema social y económico es injusto en su raíz”. Y esto produce “ricos cada vez más ricos, a costa de pobres cada vez más pobres”, según palabras de Juan Pablo II, a pesar de que su mirada se dirigía más hacia la derecha que a otras direcciones.
Todavía ayer en, una emisora, una tertuliana no dejaba de alabar el sistema capitalista que era, a su juicio, si entendí bien sus palabras, el que más progresos había traído a la humanidad.
No escuché matices socialdemócratas para atemperar tan rotunda afirmación.
Pues sí. Posiblemente tenga el autor razón.
Personalmente me indigna que se use el nombre de Jesús en vano. Sean de derechas , de izquierda, de centro o de Iglesia. Sobre todo los que son de iglesia.
En fin
Un saludo cordial
8% en tres años
Ahora M.Rajoy dice que luchará por la igualdad sin “regatear” nada.Si os digo yo que lo único que tiene éste en la cabeza es el fútbol,pero no su práctica que es mucho esfuerzo-sobre todo regatear-sino verlo por tv.Ahora sube un 8% a los funcionarios.Si esto se traslada a los presupuestos de las Comunidades,¿cuántos millones de votos de funcionarios/as son?…..