Gracias por vuestros mensajes en Atrio. Me han hecho mucho bien. Os comparto esta crónica. Arturo es reportero de Proceso, siempre comprometido con Familia Pasta de Coonchos y un buen amigo personal. Creo que vale para la columna central de ATRIO. Rodrigo Olvera.
Del sismo, la política sucia y la fe en la humanidad
ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA, Notas sin Pautas 20-9-2017
A estas alturas del desastre ¿quién sabe qué es lo políticamente correcto? Sé que las historias en el fondo son las mismas aunque en su desarrollo haya variantes y que los desastres naturales suelen mostrar los espacios más sucios de nuestras sociedades.
Y el espacio más sucio de la sociedad mexicana es el político y gubernamental. Alguien dirá que no es el momento, que es políticamente incorrecto cuestionar a un gobierno que por el desastre pide unidad nacional, solidaridad y apoyo, tan necesario para afrontar la desgracia que aun hoy no logramos dimensionar en toda su magnitud
Sin embargo, la unidad, solidaridad y apoyo existió desde los primeros instantes sin gobierno, sin clase política. En los desastres también salen los espacios de pureza, el amor a la humanidad.
Estuvo ahí, en el abrazo fraternal de hombres y mujeres que en los angustiantes momentos de sacudida permitían evitar el colapso interior, aunque nuestro entorno estuviera colapsando, en la mano solidaria de quien se tragó el miedo para ocuparse de ancianos y niños primero.
Lo vi en la determinación de quienes se lanzaron en éxodo espontáneo a buscar a los suyos, por el colapso del transporte y las vialidades y que, sin distingo socioeconómico abandonaron su marcha como diciendo: aquí sirvo. Y sirvieron, porque no había agentes de tránsito ni policía, no hubo por horas de angustia en esta ciudad gigantesca donde el franelero, la ejecutiva entaconada y el anciano de paso lento se hicieron cargo de hacer fluir el tsunami de automóviles y el torrente humano.
Anoche, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la participación ciudadana sirvió mucho al señalar los lugares dañados y eso contribuyó a una mejor respuesta de las autoridades. Quizás sea por el abismo de distancia que existe entre su entorno y la realidad, lo que le impidiera saber que durante horas, fueron los brazos de mujeres y hombres, alineados y organizados como la mejor brigada, quienes removieron los primeros escombros.
Porque en cada uno de los edificios colapsados, no había pasado ni media hora cuando de todas partes y enterados sin telecomunicaciones, llegaron con picos y palas, con agua y alimentos, con pliegos y rotafolios para integrar las listas de desaparecidos, con cubre bocas y guantes de uso rudo.
Estaban los médicos y enfermeras sin adscripción en la salud pública que, armados con su instrumental de casa, salieron a dar asistencia, lo mismo que las cuadrillas de rescatistas voluntarios tan desdeñados generalmente por las instancias gubernamentales que organizaron con sus saberes la remoción de escombros.
Gente que pensaba en todo, gratuidad de los insumos necesarios en los detalles más insospechados: una familia con garrafones de agua endulzada; panaderos con cajas repartiéndole a todos; carretilla de hielo para mantener la insulina; extensiones conductoras de electricidad para conectar a la generadoras caseras que alguien trajo; linternas y baterías para alimentarlas; y el hombre que llegó con polines cuando más hacían falta; trascabos y grúas; fondas y cafetines que se convirtieron en comedores comunitarios.
La determinación colectiva fue como siempre más fuerte que la del gobierno, peleando siempre la supremacía de competencias, tan necesitados de salir a los medios para el mensaje motivacional y el regodeo en la tragedia que se vale de todo en tiempos de sucesión presidencial.:.
Lo que están haciendo las fuerzas armadas es un delito de lesa humanidad.
http://www.laizquierdadiario.mx/Encuentran-trabajadoras-con-vida-en-La-Obrera-el-Ejercito-queria-usar-excavadoras-desde-ayer
Manipulación mediática después del sismo
La falsa Frida Sofía indigna a México
Durante horas se habló de una niña atrapada entre los escombros tras el terremoto del martes.
La nena nunca existió.
Culpan a Televisa por haber propalado la noticia de la supuesta búsqueda.
https://www.pagina12.com.ar/64299-la-falsa-frida-sofia-indigna-a-mexico
Gracias Oscar, Honorio, Pili y Asun por sus comentarios en este hilo, al igual que a Eloy, a Roman y a Santiago por los suyos en el hilo editorial.
Muchas veces he leído aquí en Atrio descalificaciones contra la juventud (materialistas, egoístas, etc.). Mi experiencia siempre ha sido muy distinta. Comparto esta reflexión que publicó en su muro de Facebook Benito Taibo (novelista mexicano, hijo de una familia asturiana exiliada tras la Guerra Civil). No solo comparto cada palabra, sino que me ha conmovido hasta las lágrimas. Si, los pueblos que habitamos México estamos en las mejores manos: las de nuestras muchachas y muchachos!
La ciudad de “los muchachos“.
Igual que en 1985, las muchachas y muchachos de ésta ciudad han vuelto a salir a la calles , en un despliegue poderoso que escucha el llamado de auxilio de la tribu, con la sangre a punto de ebullir, para rescatar de entre los escombros a sus pares, a otros ciudadanos como ellos.
Tienen algunos cascos y guantes, tapabocas, no sólo quitan piedras de los edificios derrumbados, organizan el tránsito, clasifican medicinas en un camellón, reparten comida y agua, organizan albergues, no duermen, no descansan, no paran.
Una jovencita me cuenta que nació a finales del 85 mientras carga una cubeta llena de escombros para pasarla a otras manos igual de jóvenes en una cadena interminable.
Una vez más, han tomado el control, de la ciudad, de sus vidas, de las vidas de otros; yo estoy convencido que estamos en las mejores manos del mundo, que su esfuerzo y su pasión son lo que mantiene en pie a ésta ciudad que suma una horrenda cicatriz a su memoria.
Son héroes y sin embargo no quieren ni el reconocimiento ni el aplauso, sólo encontrar a esa niña que respira entre el polvo, alimentar a esos que no han parado de trabajar toda la noche, llevar al abuelito con su perro entre los brazos a un lugar seguro, alimentar a los desalojados de ese edificio que parece colapsará de un momento a otro..
He saltado en el tiempo. Ellos son nosotros, nos veo en sus ojos.
Siempre he estado muy orgulloso de esta ciudad y de sus gentes.
Hoy, más que nunca.
Porque sé que estamos en las mejores manos del mundo, las de los muchachos…
Gracias por todos los testimonios de humanidad y solidaridad del pueblo mexicano en estos momentos tan duros de dolor y pérdidas de vidas humanas. Me uno a los sentimientos expresados por los amigos atrieros y especialmente a los que viven de cerca esta catástrofe, por diversos motivos, deseándoles mucha fuerza y mucho bien para todos sus familiares, amigos y conocidos. Os tenemos presentes.
Un abrazo inmenso lleno de cariño.
Hola!
Comparto relato de un Cumpa y su esposa, ambos mejicanos, al comunicarnos entre los federados latinoamericanos de “curas casados”.
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Con el alma agradecemos vuestras palabras de solidaridad fraterna y sobre todo vuestras oraciones.
Os informamos:
Los grupos de León, Tepic, Guadalajara, Colima y Querétaro, no hemos sido alcanzados ni con la furia de los huracanes ni la de los sismos.
En Puebla, muy cercano al D. F. y que también fue afectado por el sismo de ayer, nuestros hermanos tampoco sufrieron daños personales.
El sismo del pasado día 7 que estremeció sobre todo los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco (los 2 primeros son de los Estados más pobres de nuestra patria), afectó la zona donde sirve a 44 comunidades de la sierra de Oaxaca un hermano nuestro, Adrián Zamudio. Él y su grupo se comunicaron de inmediato con nosotros solicitando ayuda.
Nos dimos luego a la tarea de recolectar ayuda en especie.
Hoy cerramos el acopio de víveres no perecederos.
El resultado fue muy bueno, y el próximo sábado otro hermano (Luis Alberto) y un servidor, recorreremos cerca de mil kilómetros para llevarlos y entregarlos directamente a los damnificados.
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El sismo de ayer en la Cd. de México y estados aledaños, ha sido terrible.
Hoy se comenzamos otra colecta destinada a ellos.
Nuestros compatriotas han sido muy generosos y solidarios. La concluiremos a nuestro regreso de Oaxaca.
En cuanto a los compañeros de dicha Cd. de México, ayer los contactamos a todos, excepto a uno: el P. Jorge Luis, del cual hasta el momento no tenemos noticia alguna… nos angustia sobre todo porque él habita en una zona de las más afectadas: la Colonia Roma.
Seguimos orando por él y tratando de contactarlo, pero hasta el momento sin resultado alguno.
Ayer mismo otro de los hermanos pasó –y nosotros con él- por una terrible incertidumbre, pues no logró contactar a su esposa, que al momento del sismo estaba en su trabajo y, por desgracia, en otra zona igualmente azotada.
Sin embargo, gracias al Señor, a las últimas horas de la tarde ella regresó a su casa ilesa. La tardanza se debió a que la ciudad era un caos en muchos aspectos, uno de ellos la vialidad.
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Perdón por mi catártico correo. Creo que si lo releo, ni yo lo entenderé.
En este momento son veinte minutos después de la media noche.
Hace cerca de una hora regresé del Colegio donde trabajo, me encontré con vuestro correo, y me apresuré a contestároslo.
Mañana viajaré a la Cd. de México a ver a la viuda de nuestro patriarca Quintanar, Carmelita, una ancianita de 96 años. Iré para cerciorarme de su estado de salud y brindarle un poco de compañía y consuelo.
Regresaré a Querétaro mañana mismo, Dios Mediante.
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Dad un saludo a todos los hermanos, a quienes recordamos con gran cariño.
Recibid vosotros un fraterno abrazo, expresión de nuestra gratitud.
Seguid orando por nuestra patria, sobre todo por la conversión de todos aquellos compatriotas que han errado el camino.
Por desgracia, aunque son relativamente pocos, hacen mucho daño a los dignos mexicanos, que son muchos.
Fraternalmente:
Comparto este acompañar amigo Rodrigo… en cada momento.
Un gran abrazo para ti y para un país que sufre tanto.
pili-mª pilar
Amigo Rodrigo, amigos todos mexicanos. A través de un sobrino arquitecto al que cogió el terremoto en Puebla he sabido algo de la tragedia que estais viviendo. Desde este lado del Charco estoy con vosotros/as.