Mientras están votando los militantes del PSOE, sin saber aún cuál va a ser el resultado, nos parece muy importante este texto de quien disputó a Pedro Sánchez la secretaría del PSOE en las elecciones de 2014 y ahora está en su equipo. Se le achaca a Sánchez haber conseguido los peores resultados históricos del PSOE. Pero Pérez Tapias, profesor de filosofía y representante de la corriente izquierda socialista desde hace muchos años, pone el dedo en la llaga señalando a los auténticos responsables. Coincide con mi opinión privada, aunque en ATRIO se han presentado y se podrán presentar otras opiniones. Sirva esta entrada para comentar los resultados que se conocerán hoy mismo. AD.
Por José Antonio Pérez Tapias en| CTXT | 20 mayo 2017
Desde una perspectiva nietzscheana podríamos hablar del crepúsculo de los ídolos. Ha sido tal, que en la noche oscura del alma socialista se confirma que Felipe González hace mucho que dejó de salvar al PSOE. Pero ahí sigue, como gurú convocando a los que permanecen atentos a cualquier palabra que salga de su boca. Pero su reiterativo mensaje deja a sus seguidores en estado de melancolía. Buena parte de la militancia socialista dejó de reconocerle al otrora líder indiscutible la autoridad que antes tenía y que ha ido perdiendo hasta buscar refugio en la sombra de sí mismo.
La crítica situación a la que ha venido a parar el PSOE no tiene como exclusiva causa los avatares de Felipe González. Pero su figura ha marcado la historia del Partido Socialista en las últimas décadas. Y eso, teniendo que ver con los éxitos del PSOE, también está en la raíz de todo lo que le afecta últimamente. El Partido Socialista entró desde finales de los 70 del siglo anterior en una dinámica marcada por el peso de un liderazgo muy fuerte –al principio, contrabalanceado por el papel de Alfonso Guerra–, que empezó a funcionar como el vértice de la pirámide en un proceso de fuerte oligarquización interna, la cual implicaba al mismo tiempo tal jerarquización en los modos de funcionar que la base militante cada vez quedaba más lejos de la cúspide del poder. Con un personalismo mesiánico, el gran líder quedó como figura incuestionable, siendo punto de inflexión el momento en que dimitió de secretario general para volver después en loor de multitudes con un partido rendido a sus pies.
La homologación con la socialdemocracia europea –alemana para más señas– impuso el abandono del marxismo bajo la fórmula “hay que ser socialistas antes que marxistas”. Pero, abandonado el marxismo, tras ello no hubo nada. Quedó el partido a expensas de un pragmatismo político que, si bien estaba atareado con la tardía construcción de un Estado de bienestar que no existía, miraba a la modernización de España en los términos admisibles por los poderes dominantes, con cuidado de no sacar los pies del plato del régimen que se pactó con la Constitución para dejar atrás la dictadura.
QUEDÓ EL PARTIDO A EXPENSAS DE UN PRAGMATISMO POLÍTICO QUE, SI BIEN ESTABA ATAREADO CON LA CONSTRUCCIÓN DE UN ESTADO DE BIENESTAR QUE NO EXISTÍA, MIRABA A LA MODERNIZACIÓN DE ESPAÑA EN LOS TÉRMINOS ADMISIBLES POR LOS PODERES DOMINANTES
El pragmatismo político condujo al PSOE a articularse como potente maquinaria electoral, con las miras puestas en mayorías absolutas, pero descuidando la inserción en el tejido social, en parte por la unilateral dedicación de muchos de sus efectivos en puestos institucionales. El alejamiento de la base social, que además iría cambiando notablemente, quedó reforzado por el papel mediático de un líder al que querían las cámaras de televisión. Hasta que se rompió el hilo.
Aparecieron casos de corrupción y, aunque eran menores al lado de lo que la sociedad española vería después, jugaron un papel en el alejamiento de sectores urbanos distanciados de un PSOE incapaz de renovar su proyecto político y actualizar su discurso. El PSOE fue cayendo en lo que los laboristas británicos teorizaron e hicieron: echarse en manos del neoliberalismo al pretender seguir con políticas sociales, pero dejando a su libre despliegue el ámbito del mercado. La economía le iría comiendo el terreno a la política. Mientras las vacas fueron gordas no se notaba tanto la rendición de la socialdemocracia, tal como se fue dando en Europa sin que España fuera una excepción. Pero vino la época de las vacas flacas.
Llegó la grave crisis de 2008, la que obligó a un duro ajuste a partir de mayo de 2010 por parte del Gobierno socialista de Zapatero. El entonces presidente se ofreció en sacrificio ante el altar de los poderes económicos –por la salvación (evitar rescate) de España–, con el “cueste lo que (me) cueste” como factura para todo el Partido. Los logros en derechos civiles y avances sociales, más el encauzamiento de las cosas hacia el final de ETA, no evitaron la hecatombe. El PSOE empezó a perder votos cual hemorragia incontenible. Su electorado menguaba dada la pérdida de credibilidad de un partido metido en una fuerte autocontradicción y al que sus mismas estructuras impedían responder con agilidad a los hechos. Llevado por la vorágine sufrida por un poder político sometido a los poderes económicos y con una grave crisis de la representación política, el naufragio del socialismo español empezó a producirse. Para colmo, la actitud timorata ante la grave crisis del Estado español, al no atreverse a plantear con claridad la alternativa de un federalismo plurinacional, metía al PSOE, atando al PSC a su rueda de molino, en una paranoia política donde todo es verse atemorizado por el acoso del españolismo, ante el cual no se deja de sucumbir.
LA ACTITUD TIMORATA ANTE LA CRISIS DEL ESTADO ESPAÑOL, METÍA AL PSOE EN UNA PARANOIA POLÍTICA DONDE TODO ES VERSE ATEMORIZADO POR EL ACOSO DEL ESPAÑOLISMO, ANTE EL CUAL NO SE DEJA DE SUCUMBIR
Estando en ésas, unos resultados electorales a la baja, más la incapacidad de abrir vías de diálogo con los nuevos sujetos políticos aparecidos en el panorama español, provocan tales tensiones internas en el PSOE que producen simultáneamente el derrocamiento de quien era su secretario general, Pedro Sánchez, y la entrega del Gobierno de España al PP de la corrupción mediante abstención mayoritaria del grupo socialista del Congreso, la cual invalidaba al PSOE como alternativa política. El largo ciclo que se abrió con Felipe González en la Secretaria General del PSOE se cierra cuando, como chivo expiatorio, llevaron a Pedro Sánchez al borde del abismo y lo empujaron hacia el fondo. Los ídolos crepusculares no contaron con que allí, en lo hondo, estaba la militancia de a pie, la que quedaba que, al ver caer al defenestrado secretario general investido como mártir y héroe, lo catapultó de nuevo a la candidatura para el cargo del que fue arrojado. Galileo, con su teoría de los graves, podría ayudar a completar el diagnóstico: también en el planeta político hay cosas que caen por su propio peso, como es un partido en estado de decrepitud. Queda pendiente el pronóstico. Quizá haya un Galileo redivivo que pueda retomar las palabras del renacentista: “Eppur si muove”.
Es miembro del Comité Federal del PSOE y profesor decano de Filosofía en la Universidad de Granada. Es autor de Invitación al federalismo. España y las razones para un Estado plurinacional. (Madrid, Trotta, 2013)
Gracias por la aclaración, M Luisa.
Es interesante esto que cuenta Jesús Maraña:
Después del 26-J y antes de irse de vacaciones, Sánchez transmitió a varios interlocutores políticos y a su propio equipo su disposición a abstenerse en segunda votación para evitar unas terceras elecciones. A mediados de agosto convocó a su núcleo de confianza y argumentó su apuesta por el no a Rajoy: “Lo que quieren Susana y compañía es que yo me coma el marrón de la abstención y después liquidarme”*. Es obvio que en esa fecha su prioridad es mantener el liderazgo del partido, no tanto ser coherente con el “no es no” comprometido ante los electores y las bases.
Nota1. Jesús Maraña no tiene nada que ver con El País.
Nota 2. El asterisco remite a una cita del libro del mismo autor “Al fondo a la izquierda”
Nota3. Las negrita de la última frase es mía. La que cita a Pedro es del autor
Buenas noches a todos. Pienso que Antonio ha traído comentarios, para mi, muy acertados. Me gusta el comentario de Jose Ignacio. Solamente quisiera apuntar un par de cosas. El problema del PsoE es que abandonó el socialismo, la socialdemocracia y la izquierda, si por todos estos conceptos queremos referirnos a la lucha por la igualdad y reducción de la pobreza. ¿Acaso son lo mismo los socialdemócratas que los neoliberales? Ahí, pienso yo, está la piedra de toque del fracaso de PsoE. O recupera los principios socialistas o se queda sin su verdadero objetivo. No es cierto que la única solución a los problemas de nuestro país y de la humanidad vaya a venir del capitalismo y menos del capitalismo financiero salvaje. Este mata. Lo dice Francisco y actúa en consecuencia con el Evangelio. Por otra parte no es ninguna novedad. Teníamos la doctrina social de la Iglesa, a la que no le hemos hecho mucho caso votando a partidos que la ignoran y contradicen, en este momento con el apoyo inadmisible de la corrupción.
¿Quien se equivocó en el diagnóstico de la situación y de las alianzas? Si no acertamos en el diagnóstico el siguiente vídeo, que compartí en mi Facebook, nos da una idea bastante fiel de lo sucedido: https://www.facebook.com/1605076873119733/videos/1698273270466759/?pnref=story . Tres intervenciones breves dejan muy claro lo que no hizo bien el PsoE, quien presionó a Pedro Sánchez y la supuesta victoria que la protagonista de C´s se atribuye descaradamente. Margarita Robles carga las culpas de todo lo que se ha movido a Podemos. Pedro S. reconoce que los que le defenestraron no querían que gobernase la izquierda y la de C´s afirma que fueron ellos los que consiguieron que no gobernase la izquierda.
Visto lo visto, parece evidente que la salida no va a venir del neoliberalismo, ni machacando a las izquierdas. El PSOE ha perdido su espacio (desde hace mucho tiempo), lo abandonó y las izquierdas lo van recuperando el espacio que ha ido dejando el PSOE. El problema está en que los medios los tienen los de siempre, aunque su alternativa no sea la mejor para las mayorías y menos aún para los más necesitados. Y aquí es donde se posiciona Francismo y debemos comprometernos los que nos declaramos seguidores del Evangelio.
En mi anterior comentario casi me aparto de mis intenciones que no eran otras que hacer una glosa al comentario de Ana Rodrigo quien señalaba lo alejada que está la ciudadanía de la clase política. No todos los vicios de nuestra convivencia nacieron durante la dictadura, unos son tan viejos como el nacimiento de España en el siglo XV, y otros nos han sobrevenido durante el breve período democrático.
Señalé la “política realista”, que lleva a la clase política a una especie de pragmatismo sepultador de los principios para obtener ventajas en las urnas, la corrupción que se hace cada vez más visible, así como sus actores. Pero existen otras formas que se nos han colado con aquello que llamábamos en la década de los 90 y que fue hábilmente ensayado por el nuevo Partido popular de José María Aznar con el nombre de la crispación y que volvió a tener un punto álgido en los años 2004 y 2005 contra el gobierno de Rodríguez Zapatero. Se institucionalizaba la dialéctica del odio, el juego sucio del “todo vale”, la falta de respeto hacia las personas y las instituciones, la manipulación y los excesos. Durante la legislatura de Mariano Rajoy y de la actual coalición de Cataluña que se impone con la “autodeterminación”, coreada por otras formaciones ” “de izquierda” de ámbito nacional, presenciamos el asalto y el control de otros poderes del Estado. Sucede en el Parlament y vemos las maniobras del Gobierno en el estamento judicial denunciadas por la prensa.
Los segmentos de votantes, de acuerdo con sus ideologías no es que voten de forma entusiasta, sino que se conforman con el mal menor.¿Es tal cosa un mecanismo de defensa, o una prueba de madurez política?
Ana nos ha planteado antes,más abajo, un tema que no es baladí aunque esté algo manoseado por los medios sólo en elsentido de cuán alejados están los políticos de la realidad social y sus votantes.
Esa aparente indiferencia que parece arrojar cada vez más el resultado de las urnas cuando no se cumplen nuestras expectativas puede tener varias causas anteriores a buscar culpabilidades personales.
Una de ellas tiene herencia de la dictadura, dos generaciones españolas que se ensimismaron, primero por miedo a las crueles y generalizadas represalias mientras no había otra regla moral que la supervivencia y luego, más tarde, en el tardofranquismo el acomodo de vida a la fuerte coacción del Estado y la Iglesia. El Estado en la vida civil y la Iglesia en la vida familiar, personal e íntima, conformante de una mentalidad. Nos acostumbramos a vislumbrar que no teníamos más responsabilidades que con nuestras familias que hacían de sostén y refugio.
Un recién llegado a España como yo a principio de los años 60 veía con extrañeza cómo los hogares familiares brillaban de puro limpios como los chorros del oro, mientras las aceras y lugares públicos, especialmente bares eran utilizados como vertederos de basura.
La democracia se asentó sobre dos principios; el de la libertad y el de la igualdad.Lo de la libertad aparentemente lo entendimos sobradamente bien, porque era un anhelo largamente guardado en el corazón.
¡Pero eso de la igualdad!… Teníamos que reconstruir la sociedad civil, como algo que nos robaron la guerra civil y la dictadura.
Conseguidos los objetivos,superada la transición política, los partidos todos fueron abandonando la movilización social dirigiendo toda su acción en el campo institucional.Se alejaron progresivamente de sus masas de votantes. La soledad de Rodríguez Zapatero aquel verano de 2010 adquiría tintes dramáticos. Nunca se había hecho tan evidente la soledad del poder.
Porque, lo que había ocurrido en aquellos días del 11 al 14 de marzo de2004, no había sido la soledad del poder,sino el ejercicio más cínico del pragmatismo político, utilizando la tragedia del atentado terrorista para sacar rédito político en las entonces inminentes elecciones.
Pepe, estimado amigo! Que no, que yo no dije nada de tu “mala disposición”, lo he vuelto a mirar por si estaba equivocada al recordarlo y no! yo hablé entonces de la “buena” disposición en el sentido de que a veces frente a un determinado tema no estamos tan dispuest@s, interesad@s, que sí ,en cambio, lo podemos estar en otros porque nos interesan o porque nos gustan más, porque los preferimos en definitiva.
Sirva esto de excusa para expresarte mis mejores deseos para que tu madre pronto se recupere.
Un saludo muy, muy cordial!!!
Gracias, Román, por tu comentario. Me alegra que estés abierto a la discusión (en su sentido científico de “análisis”). Volveré con calma sobre los problemas que planteas. Estos días tengo a mi nonagenaria madre convaleciente de un reciente achuchón, lo que me absorbe tiempo y energía. Y los problemas que planteas, requieren bastante concentración, que ahora mismo no tengo.
El partido socialista, PSOE (con el PSC y las otras fuerzas afines) ha sido un protagonista esencial en la vida pública española en lo político y en lo social desde las tiempos de resistencia clandestina contra la dictadura, en la transición política a la democracia y luego en el período democrático hasta hoy. Otras fuerzas han desaparecido, El UCD de Adolfo Suárez, el PCE diluido en IU y luego en Podemos, o se han transformado, la Alianza Popular de Manuel Fraga dió paso al Partido popular, y han surgido otros partidos con vocación de cubrir todas las naciones y los territorios de España, como la formación de Rosa Díez, Ciudadanos, y podemos, compitiendo o haciendo alianzas con partidos regionales o nacionalistas. Oros partidos también surgidos de la clandestinidad de la dictadura han seguido sus trayectorias, tales como el PNV o Esquerra Republicana de Cataluña y otros.
Esa rica realidad plural española ha estado reconocida y amparada por nuestro ordenamento jurídico y el sistema electoral por lo que desde el punto de vista de la ciudadanía no existe violencia ni jurídica ni política ha la hora de que se opte por una pluralidad de partidos para formar gobiernos en las distintas cc.aa. y en las Cortes españolas. No hay ningún clonflicto en formar gobiernos salidos del parlamento mediante el acuerdo de varias fuerzas políticas. Así ha sido, a pesar del casi aparente bipartidismo, y podrá darse el caso de futuros gobiernos de coalición.
Entonces tenemos que deducir que tan sólo hemos pasado de una anterior cultura política a otra nueva ya prevista en el ordenamiento.¿ Es el actual panorama en realidad una nueva cultura o el resultado de un enfrentamiento producto de las rupturas sucesivas del consenso que nos dimos y que ahora cada grupo o facción se pone en actitud ventajista?
¿Por dónde se juntan las fuerzas para producir gobiernos estables? Si fuese lo primero, un nuevo cambio de mentalidad, una elección de nuevas opciones, lo que ahora se llama “alternativa”, la cuestión sería casi de mero trámite. Pero siendo lo segundo, se nos exige la búsqueda de un nuevo consenso ciudadano que pasa por la política suprapartidista. El perfil necesario del nuevo líder político en cualesquiera de los partidos en liza, sería la de una personalidad de consenso. Elegir una personalidad así, es labor de todos los partidos, pero tales figuras quedaron relegadas a un segundo plano en las izquierdas. Un Íñigo Errejón, un Patxi López…
Añado que el fenómeno del 15M fue apoyado (yo estuve en la plaza de mi ciudad) por izquierdas, derechas y juventud inquieta. ¿En qué ha quedado ese aparente despertar ante tanto descontento? Creo que el partido político que salió de ese movimiento, Podemos, ha decepcionado a mucha gente, le ha faltado madurez y/o sensatez para afrontar la posibilidad de acceder al poder gobernar. Los veo bastante a la deriva.
El GOBIERNO de cualquier país democrático, en concreto, España, es el que los y las votantes eligen. Por eso insisto que en que los partidos aspirantes a gobernar deben cuidar muchísimo al votante, deben transmitir mensajes creíbles y posibles. Qué piensa, qué espera, qué necesita la sociedad votante. Qué valoran en el PP para que sigan votándolo prioritariamente, Cuánto suman las fuerzas de izquierda, qué aporta Ciudadanos y quizá la pregunta más intrigante: ¿Qué aporta Rajoy con su actitud jocosa, aparentemente tranquila y aparentemente eficaz y sagaz?
Como dice Román, en España tenemos un panorama muy complejo. Pienso que casi no importan las ideologías clásicas (lo de Macron, es cierto lo que dices, Pepe), la gente quiere ver y disfrutar de cosas que les lleguen a sus personas, a su familia. Y la sociedad española es muy conformista y muy conservadora, si cada cual se apaña con 700 euros, ¿para qué complicarse la vida y perder hasta eso? ¿Las minorías que lo pasan realmente mal? ¡Sálvese quien pueda! Qué triste.
Pienso, y lamento, que los grandes ideales de solidaridad que quiso representar el sindicalismo, la lucha por la justicia social, no sólo la propia, las huelgas (sólo las hacen quienes pueden: los pilotos, los estibadores…), las protestas, los movimientos sociales diversos y revolucionarios, etc. todo eso ha pasado a la historia. Estamos en otra historia “ande yo caliente…” , una sociedad más individualista, más “conservadora”, más conformista. Ante este tipo de sociedad ¿qué tiene que hacer el socialismo-PSOE-izquierdas varias?
Quizá sea por esto por lo que insisto en que los partidos políticos se miran demasiado el ombligo y, en momentos de crisis interna, además organizan los saraos que organizan, mientras que debieran mirar más a la sociedad (no en teoría, como hemos escuchado repetir insistente en estos días), sino fomentando valores a través de un sistema educativo en el que las Humanidades debieran ser prioritarias.
Pepe, yo no creo que hasta ahora se haya respondido argumentalmente a tu análisis, y creo que ya va siendo hora de que nos pongamos manos a la obra.
Primero no me negarás que la situación es tremendamente compleja y que hay muchos segmentos de esta sociedad, empezando por la clase mediática (independientemente de que para cuál medio trabajan) lo simplifica y lo esquematiza todo. Resulta más tractivo, y hasta rentable periodísticamente apelar a las pasiones o los sentimientos mostrando todo lo que tiene de lucha de personalismos y de lucha sólo por el poder.
Tu argumento de fondo es muy válido. Estamos en el clímax de lo que también se daba con mucha virulencia durante el año 2015 (elecciones andaluzas etc) y que era una dura competencia en aquel momento en el centro-izquierda. Las definiciones programáticas de Ciudadanos y de Podemos así lo apuntaban ( ¿Te acuerdas de aquello de la transversalidad?) Entonces también Ciudadanos se definía como “socialdemócrata”
Tienes razones fundadas para dudar si el Partido-Programa liderado por Pedro Sánchez establece las base para ese electorado amplio que garantiza las posibilidades de gobernabilidad, o seguirá compitiendo con Unidos-Podemos por un aparente vacío espacio de izquierda, pero que ya está ocupado.
pero tenemos que entrar ya sin más demora en el debate ideológico que entre otras cosas debe contener el programa.
1.-Modelo del Estado del Bienestar
2.-Cómo acabar con la lacra de la corrupción instalada en el Partido Popular, y en otros partidos redivivos
3.-Modelo de integración en España, cuestión territorial que no sólo afecta a Cataluña
4.- Papel de España en la Unión Europea.
Ya, ya sé, Maurcio, que sigo sin enterarme, además de ser burro, estar desinformado, tener mala disposición, bla, bla, bla, bla…. Me habéis dicho o insinuado tantas cosas feas en los últimos tiempos que ya he creado una satinada coraza por la que resbalan muy bien todos vuestros escupitajos.
Ana, no tiro la toalla. Simplemente me la llevo a otro sitio. Nunca hay que perder el contacto con la realidad. Y la realidad es que más de la mitad de la militancia del PSOE ha apostado por un modelo de partido, por un modelo de estado y por un modelo de oposición que no es que no me gusten, es que me suscitan un profundo rechazo. Como nunca he estado ni estoy afiliado al PSOE, no le debo ningún tipo de lealtad a la decisión de la mayoría de sus militantes. Me voy con la música (es decir, con mi voto) a otra parte y ya está, no pasa nada. Es una de las grandezas de la democracia.
Pero sí pienso que que Pedro Sánchez acabará de hundir el partido. Y me temo que es algo más que una simple impresión personal. Según el CIS, más de la mitad de los españoles se ubican ideológicamente en el centro izquierda. Si el 1 fuera la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha, algo más del 50% de la gente se ubica entre el 4 y el 5. Por eso, y porque Pedro Sánchez transmite la idea del desplazamiento del PSOE hacia el 3, por eso es altamente probable que lo hunda.
Es lamentable lo que han revelado las primarias: que el aparato del PSOE estaba desconectado de sus militantes. Pero aún será más lamentable que se confirme que los militantes están desconectados de sus votantes. Militantes el PSOE tiene menos de 200.000. Votantes, ha llegado a tener hasta 11.000.000. Muchos ya se han pasado a Podemos. Muchos, en ausencia de una propuesta socialdemócrata seria, nos pasaremos a la opción menos mala fuera de la socialdemocracia, el liberalismo progresista que en España está asumido por Ciudadanos.
Por cierto, Ana, no es cierto que Macron no tenga ideología. Claro que la tiene. Es la típica del socioliberalismo o liberalismo progresista que, por cierto, no es ninguna novedad, pues tiene más de un siglo de vida, pero parece que se está poniendo de moda otra vez como tercera vía y con características específicas que tienen que ver con el momento actual europeo.
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Epílogo.
Añoro aquellos tiempos en que a los comentaristas de Atrio se nos exigía comentar los artículos desda la razón. Desde hace algún tiempo, mi percepción es que, se hable de Francisco, de Podemos o de Pedro Sánchez, en Atrio abundan más las emociones que las razones. Y no es que las emociones sean malas, es que no valen para debatir. Las emociones no se pueden argumentar ni rebatir. Están ahí y ya está. Atrio es un territorio amplio y una zona cada vez mayor de él, cada día parece menos un espacio de debate y más un diario intimista de un cierto colectivo. Esa es mi percepción y así la cuento.
Antes de que otras noticia arrinconen del todo las elecciones a secretario general del PSOE quiero invitaros a leer dos artículos de senos periodistas que otras veces ya he traído a ATRIO:
Suso del Toro analiza por qué pasó olo que pasó en La derrota de la soberbia. Hay partido
Olga Rodríguez hace las preguntas claves sobre el futuro en Qué piensa hacer Pedro Sánchez
Ambos escriben en eldiario.es y es interesante seguir algunos de los comentarios tras el artículo, puestos por orden de valoración, un sistema que nos gustaría introducir en ATRIO. ¿Os parecería ver?
vistas las torpezas con que se han ido manejando las autoridades de la Unión Europea, y los gobernantes de nuestro continente casi desde inmediatamente después de arrancar este siglo XXI y sus desconciertos ante la crisis financiera que aquí se empezó a sentir en el 2.008, las personas bien informadas y las creadoras de opinión empezaron a dignosticar que el mundo estaba sufriendo una crisis de gobernanza y de representación. Las viejas glorias, gobernantes de otro momento histórico inmediatamente anterior que ocuparon puestos de mucha relevancia hasta final de siglo,y que habían pasado el relevo achacaban las causas a unas nuevas promociones de políticos que se comportaban más como funcionarios, cortos de mira o faltos de hondura de pensamiento.
Sin embargo, la crisis de Europa ha sido principalmente la crisis de la izquierda que se evidenció en la década de los 80 a los 90. Tales “diagnosticadores” arrastraban consigo los virus que veían en los demás.Las izquierdas variadas y muy plural, capitanas del avance social en la economía y en el pensamiento, en la ampliación de espacios de libertad y en la reivindicación de derechos (lo que ahora se quiere reducir al socioliberalismo) dejaron paso franco al neoliberalismo, pero antes había sentado las bases cuando los partidos se habían quedado reducido a máquinas para ganar elecciones y se crearon estructuras para el servicio de un líder, candidato al gobiern, exponente máximo de la conquista del poder.Se alejaron de las movilizaciones sociales y la acción política quedó reducida a las instituciones.
En tal sentido la sociedad no ha cambiado, sino que ha vuelto por sus fueros.
Un poco de política pura y dura viene bien. Desde el día de la presentación de avales, tenía la corazonada de que Sánchez iba a ganar y bien. Si me hubiera equivocado no pasa nada, no es mi oficio, pero he acertado. Es lo que pensaba. Hoy mucha gente está contra las élites en cualquier vieja institución y, si puede, lo manifiesta sin ambages. Susana Díaz es para la mayoría de los ciudadanos una desconocida (relativa) y, si la respaldaba la vieja guardia de todos los medios y poderes del Estado, y de su partido, una candidata bajo sospecha. Si Sánchez salió como salió, y ella en el centro, lo tenía muy difícil fuera de su feudo contra “la militancia”.
La segunda reflexión tampoco es para un premio, pero la escribo. No lo tiene fácil el PSOE tampoco con Sánchez. Lo tiene muy difícil a la hora de unas elecciones a corto-medio plazo. No habrá desplazamiento de voto de izquierdas desde los votantes de Podemos hacia el PSOE. Y tendrá dificultad para conservar el voto más moderado y más técnico, el que deriva menos de una ideología socialista que de un cálculo de realismo político (“lo que me conviene o los informados dicen que nos conviene”). ¿Cuánto supone esta parte del electorado? No lo sé, pero crecer en voto real muy difícil -pienso- y mermar, seguramente. De Podemos, ya he dicho, nadie; de IU, tampoco; de Ciudadanos, no; del PP, ni pensarlo. Queda la gente de la abstención y no creo que se vaya a movilizar por Sánchez o por Díaz, y, en todo, en proporción a los resultados conocidos de los distintos grupos. Es más fácil que crezca Podemos desde el PSOE, a pesar de Sánchez, que lo contrario. La renovación del PSOE como izquierda ha comenzado, pero creo que el sitio ya está ocupado, y una vez más la gente preferirá el original. Creo que es Ana Rodrigo la que insinúa algo parecido. Veremos.
Eppur si muove. No se atrevió a escribirlo, pero me da la impresión de que , nuestro amigo J.A. Pérez Tapia, creía en la ilusionante posibilidad de un triunfo rotundo e Pedro Sanchez. Pues bien, a celebrarlo y a prepararse para hacer frente a la reacción de quienes, siendo una minoría siempre asustadiza, manejan el dinero y las clóacas del poder. Esta gente nunca se rinde y dará la batalla. Su eslogan: España va bien y no me la toqueis.
Hace unos días escribía yo en el artículo de A. Zugasti: “Lo que yo no tengo claro es si el PSOE y el socialismo europeo en general, han hecho un análisis profundo de que es la sociedad, que son sus votantes, los que han cambiado. De nada sirve despotricar contra Podemos si no nos paramos a pensar porqué lo vota tanta gente.
Pienso, y es posible que esté equivocada, que la crisis del PSOE salió de no haberse adelantado a Podemos en aquello que esos millones de votantes demandaban en el fondo (no en las formas, según mi criterio). Opino que si quienes buscan encauzar el partido no se detienen en este aspecto, (sin contar las lamentables peleas y enfrentamientos personales), el problema de fondo seguirá intacto”.
Si, como nos recuerda Eloy, Pedro Sánchez ha sido capaz de ser reelegido por afiliados socialistas teniendo todo lo demás en contra, es que algo se mueve en las bases, (lo que se mueve en la cresta de la ola, ya lo estamos viendo). Quizá la gente de base se haga menos elucubraciones mentales para caer en la cuenta de que volver el PSOE hacia la izquierda sea lo que la sociedad esté necesitando. ¿Será esto de lo que habla Tapias de que el PSOE en un momento determinad de su historia reciente “fue incapaz de renovar su proyecto político y actualizar su discurso”.?
Ánimo Pepe Blanco, no tires la toalla, hay que salvar el PSOE sea con Sánchez o sin Sánchez. Este país necesita una izquierda madura, realista, adaptada a los tiempos presentes.
Hace ya mucho tiempo que El País ha tomado posiciones muy conservadorasde derecha.
no es que El País haya sido alguna vez de izquierda, pero Polanco hizo escuela con su talante abierto en los años del progresismo, que desgraciadamente han quedado muy atrás.
La guerra empresarial de los medios, y el posicionamiento ideológico de las nuevas promociones del periodismo,estrenando medios y novedosos soportes han encontrado/encuentran en la situación actual del PSOE un gran filón. Tenemos que hacer una segunda y hasta una tercera lectura en cada momento informativo. Hace ya tiempo que la profesión de periodista/comunicador sea sólo la de informar, por eso personajes como Iñaki Gabilondo brillan con luz propia.
Hola Román Leo en el diario digital PÚBLICO:
“Pedro Sánchez, secretario general del PSOE: “Madre mía, el editorial de El País”: la reacción en las redes a la opinión del diario de Prisa”
Madre mía el editorial de El País”. Esta frase podría resumir la sensación con la que han recibido muchos tuiteros la opinión del diario de Prisa tras la clara victoria de Pedro Sánchez en las primarias socialistas.
El diario al que el flamante secretario general de los socialistas acusó de presiones en una entrevista con el periodista Jordi Évole, se ha despachado con un duro texto titulado “El ‘Brexit’ del PSOE”. En él, critica la elección de los militantes socialistas, compara la victoria de Sánchez con la de Donald Trump y saca a relucir el comodín tan de moda: el populismo. “España ha sufrido también su momento populista”, llega a asegurar el editorialista.
Uno de los que se han sumado a las críticas ha sido Jordi Évole, que sin llegar a citarlo, ha comentado el polémico editorial; “Editorialistas que han decidido no entregar las armas”
http://www.publico.es/tremending/2017/05/22/pedro-sanchez-secretario-general-del-psoe-madre-mia-el-editorial-de-el-pais-la-reaccion-en-las-redes-a-la-opinion-del-diario-de-prisa/
Así que parece, que a muchas otras personas les ha escandalizado el Editorial de El País.
Pero como dije , creo que no vale la pena perderse en los ataques que pueda sufrir Sánchez,.
Sino plantear la realidad de que es Secretario General (llegue a ser o no candidato a la Moncloa), y desde esa posición puede hacer que mejoren muchas cosas.
Un cordial saludo Román.
Siento disentir de Antonio y de Eloy con respecto al Editorial de El País.
No juzgo si ha sido redactado con mala leche, si se sitúa en su línea argumental buscando “lo negativo” para caer en aquello de “Qué error, qué craso error”.
pero lo asuntos a los que alude, primero que se ha estado considerando en la campaña, y segundo, que no es el programa de candidatura de Sánchez quien lo resuelva, cambiándolo por el de Patxi o el de Susana, como se intercambiasen cromos ( “estampitas”) sino el necesario debate del próximo Congreso.
Le estáis dando valoración de triunfo definitivo ( una candidatura) a lo que no más que un primer paso, que está exigiendo más que nunca una integración. Sólo hemos elegído con qué aguja cosemos, ahora falta el hilo.
La amenaza persiste…
Yo he ojeado el comentario Editorial de EL PAÏS , pero pronto me di cuenta que no me interesaba.
Me pregunto como se elaboran ese tipo de editoriales, si están presentes varios periodistas de la redacción o se hacen sólo por una persona, siguiendo o no determinadas directrices.
Así que Antonio pienso que hay que ir a lo positivo, animar al PSOE a levantarse y a cumplir una función útil para los ciudadanos y así me he expresado en los comentarios anteriores en este “hilo”.
Es muy significativo el editorial que publica hoy EL PAÍS El ‘Brexit’ del PSOE . No tengo tragaderas para reproducirlo aquí por si alguien cree que estoy de acuerdo con él, pero sería bueno que los preocupados por la gran política aquí y ahora lo leáis y os deis cuenta hasta qué punto la gran prensa ligada al gran capital (por el rápido desarrollo de la matriz PRISA que se endeudó hasta las cejas y que solo deja un poco de libertad a la SER y a su maestro Gabilondo) interpreta sectariamente lo que pasó ayer con los militantes del PSOE.
Los de El País creen que la ola de populismo, de dejarse llevar por falacias demagógicas y no por reflexión sobre hechos comprobados, ha hecho posible este gran error que significa la muerte de un partido serio que es necesario para España en momentos como este. Leed, leed a ver si es que yo no he sabido leer bien lo que dicen. Y decidme lo que opináis….
Pepe Blanco sigues sin enterarte.
Se ve con expectación – quizá algunos con tibieza o temor y otros con esperanza – la nueva irrupción de Pedro Sánchez en la política tras haber recuperado su puesto de Secretario General del PSOE gracias al voto de los militantes.
Aunque Pedro S. no es parlamentario, ya se han producido cambios en el Congreso con la dimisión del que hasta ahora era portavoz de su partido. Veremos pues caras nuevas del PSOE enfrentándose a Rajoy. Se rumoreaba ayer que podría ser una mujer, pero nada se sabe con certeza.
Los llamados “barones” del PSOE , incluida Susana Díaz, tienen el reto de colaborar fielmente no ya con el nuevo Secretario General, sino también con el sentir mayoritario de la militancia que se expresó, al votar a Sánchez, por un nuevo “saber hacer” dentro de la organización y por un replanteamiento de las políticas “pro activas” parar mejorar la situación de los ciudadanos.
Nadie podrá decir que todo ello va a ser un camino de rosas, pero precisamente por ello, es preciso el aliento, la comprensión , y la ayuda en lo que corresponda de la ciudadanía en general, porque mucho nos tememos, visto lo visto, que gran parte de los medios de comunicación intentarán poner “sordina” a lo sucedido y tenderán a presentar a Sánchez como el “lobo” que se quiere comer a “caperucita”.
La elección de Pedro Sánchez no es sólo un asunto domestico, como pudiera pensarse, puede suponer un punto de inflexión en los planteamiento socialdemócratas en Europa a los que quizá debieran mirar también con interés los pueblos de Hispanoamérica.
Las próximas encuestas de opinión podrán darnos información de hasta que punto la elección de Sánchez abre de nuevo las puertas al PSOE para optar con opciones a iniciar un camino lento pero seguro hacia la Moncloa.
Para ello es preciso que los ciudadanos podamos percibir, más pronto que tarde, que el PSOE se pone a la cabeza de una pacífica y no por ello menos implacable reivindicación de soluciones para los problemas sociales y políticos de España.
Lo mismo que en su día, ante la reunión de Podemos en Vista Alegre le pudimos decir a susu militantes “¡os necesitamos! “, también tendremos que decir a los militantes del PSOE “¡os necesitamos y pronto querríamos ver vuestros logros en las páginas del Boletín Oficial del Estado y en la mejora de la vida cotidiana de todos los ciudadanos y especialmente de los más necesitados! “
La democracia se construye poco a poco, porque no es un simple acto formal, sino una convicción vital, que respetando a las minorías, da el valor adecuado a las mayorías.
La democracia se construye poco a poco porque requiere un proceso de educación personal y comunitaria que debe tener traducción práctica en la vida cotidiana, más allá, como dije, del simple acto formal de votar.
El voto mayoritario a Pedro Sánchez otorgado por los militantes de su Partido, dignifica al PSOE en primer lugar por el ejemplo de democracia interna que supone. Es un ejemplo a seguir por todos los demás partidos si quieren contribuir a la regeneración de la democracia en España.
Además, y en segundo lugar, ese voto mayoritario, superior al cincuenta por ciento, supone un camino cierto, aun que no resulte fácil, parar lograr la unidad de acción en el PSOE y convertirse en una herramienta política útil parar mejorar la vida de los ciudadanos.
Finalmente, como dije en otro “hilo” en ATRIO, procede felicitar a Pedro Sánchez que , contra viento y marea de los medios más importantes de comunicación y del propio apartado de su partido, ha obtenido la confianza de la mayoría de los militantes del PSOE.
Es de esperar que el nuevo secretario General y su equipo acierten a “construir con paciencia, con generosidad, con inteligencia, y con la urgencia que los problemas demandan, una alternativa viable y exitosa a los problemas no tanto del PSOE, que también, sino de todos los ciudadanos y especialmente de los más necesitados y vulnerables.”
Hoy ha sido una noche de esperanza en un futuro mejor.
Felicidades al PSOE, del que no soy actualmente afiliado.
Leyendo este artículo, entiendo por qué Pérez Tapias nunca tuvo mucha ascendencia en el PSOE.
By, by, PSOE. Fue bonito mientras duró.