Blesa, un omnipotente en su tiempo, se ha sentado en un banquillo ante un tribunal. Jiménez, un arzobispo con poderes de atar y desatar, se ha sentado cuarenta y cinco minutos ante un juez, investigado por presuntamente cometer un delito de invadir la intimidad personal. Borbón y Grecia, una infanta de España, en línea de sucesión a la Corona constitucional, se ha sentado en un banquillo acusada de varios delitos. Blesa ha sido condenado. Jiménez ha prestado declaración en la fase primera de un procedimiento de instrucción penal. Borbón y Grecia ha sido absuelta pero ha tenido que devolver el dinero del que se había beneficiado ilícitamente.
La Banca, la Iglesia, la Monarquia ante el poder judicial en esta democracia imperfecta en que vivimos, actuamos, proyectamos el futuro. Amen de dos antiguos presidentes autonómicos andaluces, un exvicepresidente del Gobierno central, y decenas de responsables políticos de diverso grado y rango.
Las disfunciones del sistema político español, incluida Cataluña les guste o no a Más, Puigdemont, Colau, Homs y compañeros mártires, son patentes y corrosivas para la moral ciudadana. Pero funciona ya que es la primera vez desde antes de Chindasvinto en que un banquero, un arzobispo y una infanta han sido citados por un togado ante su tribunal, se han sentado en el banquillo y han ceñido su cerviz a la horma de la norma penal. Con abogados caros, con ventajas procedimentales de triquiñuelas leguleyas , pero humillada la cerviz.
Quienes desde Viriato han obligado a los españoles a inclinarse a su paso, a doblar la rodilla, a besar manos y anillos, están viendo venir un mundo que les lleva a poder sentarse en el banquillo y a estar en la picota. Dios es grande en el Sinaí.
Esta mañana, dos gitanos, ella una niña y él casi un hombre, me dicen: “Mus han dado un indurto… aquí está el papel”. Leo. Era una citación ante un juez de instrucción acusados de hurto. Para declarar como Blesa, como Jiménez, como Borbón y Grecia. Dentro de unos días nos veremos “indurtaos”.
Bien está que se sienten en el banquillo (si su actuación lo merece) los que se sienten identificados con los que “han obligado a los españoles a inclinarse a su paso”…etc.
Confío que las “disfunciones del sistema político español” no permitan ningún “indurto” a los que, parece ser, ignoraban que su actuación fuera ilícita.
Bravo, Alberto. Se me ocurre que si nos avisas con tiempo del contenido del “indurto” ese, podriamos recoger firmas pidiendo el “indurto” para nuestros hermanos gitanos. A ver si la justicia o el Jefe del Gobierno los “indurtan”. Ahora que viene la Semana Santa y se hacen indurtos en las Procesiones…Creo que un hermano de no sé qué cofradía de la Semana Santa de Cartagena, ministro de defensa para más señas, y miembro del Opus Dei, se “autoindurtó” del desastre de aquel avión que venía de Afganistán con muchos militares que murieron casi todos. A lo mejor él mismo podría intervenir en favor de nuestros hermanos gitanos.
indurto
¿ind-hurto? (inducida a chorear)
Meditación profunda la de Alberto que parece ser conforme con la opinión de más del 95 por ciento de los españoles (según encuesta de la Sexta): “La justicia no es igual para todos”.