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Lo más importante, ¿los ritos o las personas?

 CastilloNo obstante la crisis religiosa, que estamos viviendo, son bastantes los cristianos que se ponen nerviosas si se les habla de innovaciones o cambios en la liturgia de la misa y demás sacramentos.

Esta postura es comprensible. Lo que seguramente no saben quienes defienden esta posición –y la defienden no sólo con energía sino incluso con indignación– es que, sin darse cuenta, quienes adoptan tal postura de forma intolerante, en el fondo, lo que hacen es aceptar y –sin saberlo– reafirmar una de las ideas típicas de Sigmund Freud. Así lo explica un autor tan documentado como es Gerd Theissen, comentando un texto importante del volumen 7º de las “Gesammelte Werke” (p. 129-131) de Freud. El rito se constituye en un fin en sí, que se contrapone al caos, que es lo más opuesto al orden. Por eso los ritos sirven para defenderse del caos. O, en otras palabras, los ritos sirven para defenderse del miedo, que precipita al individuo en un caos psíquico. Estas ideas han sido desarrolladas por Víctor Turner y Rolf Gehelen.

De ahí que, para no pocas personas, cambiarles los ritos y, sobre todo, quitar el ritual o su lenguaje (por ejemplo, el latín) es quitarles un factor fundamental de su seguridad en la vida o en su relación con Dios.

Pero, es claro, las personas que se meten de lleno en este proceso y, por eso, se aferran a la exacta observancia de los ritos, aparte del miedo inconsciente que eso entraña, tiene una consecuencia religiosa y social que nos aleja del Evangelio más de lo que imaginamos. ¿Por qué Jesús tuvo tantos conflictos con los maestros de la Ley, con los fariseos y con los sacerdotes? Siempre la misma historia: porque no observaba el sábado, no ayunaba, no cumplía los rituales de pureza cultual, andaba con malas compañías (pecadores, publicanos), tenía amistades peligrosas…

Y todo esto, ¿por qué? La respuesta más clara y más directa la dio Jesús cuando explicó lo que será verdaderamente decisivo en el juicio final. No será la observancia de los “ritos” religiosos, sino la relación que cada cual tiene con la felicidad o el sufrimiento de las “personas” (Mt 25, 31-46). Cuando el Señor de la Gloria venga a pedir cuentas a cada cual, a nadie le va a preguntar si dijo la misa en latín o en otra lengua, si cumplió con las normas litúrgicas al pie de la letra, si ayunó o dejó de ayunar, etc. O el Evangelio es mentira o la liturgia le preocupa a Dios bastante menos que al clero y sus más fieles adeptos. Lo que al Dios de Jesús le interesa no es la fiel observancia de los ritos, sino que tengamos sensibilidad para dar de comer al que pasa hambre, para estar con el enfermo, para acoger al extranjero, para interesarse por los que están en la cárcel.

Muchas veces me pregunto por qué en el Vaticano hay una Sagrada Congregación que vigila la observancia de los ritos. Y por qué no hay otra Congregación Sagrada que se preocupe por los millones de criaturas que sufren más de lo que humanamente se puede soportar.

Comprendo que todo esto ponga nerviosos y hasta indigne a algunos cristianos. Pero quienes se ponen nerviosos, al leer esto, ¿no se preguntan por qué hay tantas personas en la Iglesia que no tolerarían ver las parroquias y los templos sucios, descuidados, desordenados, abandonados, misas que no las dice el cura, sino el sacristán; o misas que el cura dice en mangas de camisa…, pero resulta que esas mismas personas no pierden el sueño sabiendo que cada día se mueren de hambre más de 30.000 personas? ¿No será verdad que nuestra exactitud en la observancia y en el cumplimiento de los ritos sagrados nos sirve de “calmante espiritual” que tranquiliza nuestra conciencia?

29 comentarios

  • M.Luisa

    Sí pero entonces, Santiago,  parece como  que se da por hecho  que  a la fe ya  se le conoce su verdadero objeto y que por eso, como dice Castillo,

    “son bastantes los cristianos que se ponen nerviosos si se les habla de innovaciones o cambios en la liturgia de la misa y demás sacramentos”

    ¿No te parece que esta actitud  está en plena sintonía  con quienes creen tener bien agarrado el verdadero objeto de la fe?

    Pero yo me pregunto, ¿se trata del verdadero objeto o del objeto verdadero?

    Ante esta disyuntiva lo primero que me viene a la cabeza es que en la primera consideración   la realidad de la fe se cierra a ser mero objeto. En cambio en la segunda consideración el término  no da pie a que se le  atribuya a la fe  objeto alguno sino que hay un elemento de obertura  hacia   la realidad de la fe,  hacia lo que sea su realidad que será en definitiva  donde resida  su verdad.

    Las posibilidades de cambios las ofrece la realidad, no la realidad objetivada

    Como por mi parte doy este dialogo por terminado, recibe

    un  cordial saludo

  • Santiago

    ES por eso que no acusé a nadie en particular, sino que solamente expresé en condicional que SI la fe se aleja cada vez mas de su verdadero OBJETO, entonces los ritos sobran. Pero estuve siempre de acuerdo en la actualización de ellos, siempre que se realice en la clave de su lectura apostólica para que no pierda el verdadero sentido que Jesús de Nazaret quiso imprimir a la vida eclesial y sacramental de la incipiente comunidad de los discípulos que El mismo inició cuando “llamó a los Doce”, infundiéndole su propio carisma en el amor del Padre. Por eso es su discípulo “amado”, Juan, el que en sus Memorias establece la teología de lo que ES el amor cristiano ya que Jesús nos amó “hasta el extremo” (Juan 13,1″

    Un saludo cordial   Santiago Hernández

  • M.Luisa

    A veces es comprensible que sin un poco de esfuerzo, el uso de  la simplicidad en determinadas cuestiones presenten cierta dificultad al entendimiento hasta el punto de llegar a cansar, claro que sí!  pero creo que es peor desviar la atención tergiversando los términos a mitad del  debate.

    ¿En dónde se lee de mis comentarios  o del artículo   mismo,  que los ritos sobran o estorban? No, no, un poco de rigor y no confundamos,  lo que aquí se dice  es que  de no ponerlos al día,   naturalmente que   pueden constituir  un impedimento para la fe.

  • Santiago

    Gracias por vuestros comentarios, incluyendo a mi amigo Iñaki de S.S. aunque discrepe de mí, pero celebro verlo bien por aquí….Agradezco también las citas a mi comentario que me hacen continuar tan interesante diálogo y estar en la palestra, además de aclarar un poco más mi pensamiento…

    Si por FE católica se entiende una creencia personal alejada cada vez mas de toda posibilidad de una Revelación explícita por medio de la PERSONA de Cristo, entonces, claro esta, los ritos, no solamente sobran, sino que estorban…Sin embargo, las ceremonias rituales son una forma de expresión de la FE que se remontan a la Iglesia visible de los discípulos de Jesús que después de la resurrección “perseveraban asiduamente en la doctrina de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones…y día por día, asiduos en asistir unánimemente al templo, partiendo el pan en sus casas, alabando a Dios y hallando favor junto con el pueblo” (Hechos 2, 42-47)…La FE católica tiene como base fundamental la Revelación personal de Jesús de Nazaret que le dio a estructura básica a los Doce sobre los que el mismo edificó “su Iglesia”…Jesús, pues, nunca estuvo solo, ni aislado. El vino a reunir a los que estaban dispersos (Juan 11:52)..Existe pues una visibilidad de la Iglesia incipiente donde existe una dinámica de unificación que converge en la PERSONA de CristoLos Doce permanecen unidos en la oración al Padre Nuestro y en la celebración de la Eucaristía que es el verdadero centro y la realización de una segunda Pascua, cuyo centro es el Cuerpo de Cristo..No es el Pueblo de Dios, la Iglesia, algo amorfo e inespecífico sino que desde el principio existe una estructura querida por Jesús y que es su legado en la unidad de su misma PERSONA….Por eso los símbolos de la liturgia cristiana se originaron en las primeras reuniones de la Iglesia primitiva histórica -según las fuentes  reconocidas como históricas- y son la forma de expresar los “signos sacramentales y eclesiales” que iniciaron los mismos cristianos ¿Cuáles otros, si no?.

    Por eso negar esta libertad, de poder expresar la FE histórica, no debe ser propio de la era moderna en que vivimos que se proclama muy flexible y tolerante en el ejercicio de cualquier actividad humana, pero lo que uno cree forma parte fundamental de “ser humano”…La Iglesia, como Pueblo de Dios, tampoco siguió el camino gnóstico, al contrario, los herederos de la FE de Jesús procedieron de una manera asequible en la forma de acceder a ella y en la praxis de su doctrina.  La gnosis es opuesta a la FE PÚBLICA de la Iglesia que fue predicada por el mismo Cristo, origen y cabeza de la Iglesia. A los cristianos nos ilumina la FE, no como exclusividad, sino para incluir a TODOS..pues todos son llamados a la FE de Cristo..y nos ilumina para que podamos aceptar con la razón lo que nos transmitió Jesús por medio de los Apóstoles a quienes les encomendó la predicación de su mensaje de salvación. Esta iluminación de la razón, no es solamente una introspección reflexiva sino que es fundamentalmente “hacia fuera”, hacia la verdad revelada por Cristo. No somos, pues, meros “iluminados” portadores de secretos al estilo gnóstico sino que los cristianos se basan en la fe como dada por una PERSONA histórica. NO es, pues, honesto, ni correcto juzgar la noticia histórica de Jesús de Nazaret, y al mismo tiempo, aceptar con certeza histórica otros escritos antiguos con mucho menos referencias y validez histórico-literaria. Esto, entonces, no es una crítica imparcial…sino destinada a disminuir el iniciador de la Iglesia para presentarlo en una nebulosa mental que termine por difuminar toda la autoridad de las fuentes donde se basan las Escrituras, que es mismo Jesús…Sin embargo, ni desde los intentos de Strauss y Baur, Renán etc desde el siglo XIX, ni los trabajos de los exégetas apriorísticos del siglo XX y XXI, ni toda la suerte de maniobras destinadas a confundir la verdad de Jesús a partir de la predicación oral y escrita de la Iglesia han conseguido, después de 21 siglos, destruir ni el Viejo ni el Nuevo Testamento. Ahí se encuentran sin que la crítica textual haya podido borrar ni una sola perícopa o versículo neotestamentario, incólumes a través del tiempo…La Escritura, particularmente el Nuevo Testamento es de los libros con mas imprenta a nivel mundial….Es un “mito” pero  que ha resistido todos los embates de los mas despiadados ataques…y parece que no va a poder ser destruído, por lo que va de siglos….

    Por otro lado, las normas no son mas que un medio para expresar las notas esenciales de la sustantividad…La liturgia ha de renovarse para poder expresar adecuadamente esa realidad sentiente del cristianismo..Existe un crecimiento de la liturgia y maduración, también declive y renovación pero en ello se percibe la continuidad de lo que nos viene dado por Jesús mismo y por toda la tradición oral y escrita del sensus fidelium de la Iglesia. Es esta conciencia la que debe predominar en los que “creen en la Iglesia de Jesús de Nazaret”, es mi opinión..

    Un saludo cordial   Santiago Hernández

  • George R Porta

    Con respecto a mi comentario sobre la invitación a ser fanático o fundamentalista o no. Primero, gracias, Isidoro, por tu comentario respecto al mío.

    No veo cómo puede ser mejor que no haya autonomía personal en la medida y de la forma que cada persona la ejerza. El propósito de la educación y la justificación del aprendizaje es precisamente que cada persona alcance un grado suficiente de autonomía y de sentido crítico para que pueda discernir cuando está actuando cegado por sus apasionamientos, miedos, ambiciones, pulsiones y cuando no.

    Al afirmar que quien desee ser fundamentalista debe poder serlo en modo alguno impliqué el ser violentamente fanático o agresivo o terrorista. Con todo no asumo que lo que escribo que quizás no sea interesante o importante o avalado por ninguna clase de autoridad y es generalmente largo y mal redactado, deba o tenga que ser leído. Eso sí, más de una vez, he dicho y repito ahora, si alguna duda surge, antes de juzgar, es mejor pedir una aclaración y, al menos, en mi caso, la ofreceré con gusto.

    Me parece que a estas alturas quien, a pesar de que lo que yo escriba nunca sea importante o meritorio de ser leído, si alguien lo ha leído antes aquí en Atrio debiera saber que posiblemente, muy probablemente, yo no defienda el fanatismo terrorista o agresor, o peligroso, o dañino y con bastante seguridad esa no fuera mi intención o mi mensaje implícito.

    Es curioso, sin embargo, esta asociación libre que me atribuye esa posibilidad intencional tan alejada de mí. Como toda otra asociación libre revela más de quien la hace que de ninguna otra persona.

    Nadie tiene el derecho, por capaz que se sienta o crea en cualquier rama del conocimiento, de imponer sus creencias o seguridades intelectuales, cognitivas en otras personas. Luego si alguien es fanático de un filósofo, de un científico o de cualquier otra persona que sostiene ideas o conductas debe tener oportunidad de serlo y cuando actúe de modo ilegal o perjudicial para otras personas o la sociedad, pues debe experimentar el peso de la ley.

  • Isidoro García

    (Ahora que la he entendido, aprovecho para contestar a M. Luisa, porque cuando quiere, la entendemos los no filósofos). (Me fastidia que pienses M.Luisa que algunos no queremos contestarte y en mi caso, reitero en que no te puedo seguir, la mayoría de las veces).

    Yo creo, que cuando George decía que el que quiera ser fundamentalista, que lo sea, no está animando a nadie a serlo. Es una expresión que podría significar: el que no pueda dejar de ser fundamentalista, ¡mala suerte, qué vamos a hacer!.

    De todas formas ser fundamentalista, no es lo mismo que ser fanático, aunque psicológicamente, el creer injustificadamente que uno posee la verdad, puede favorecer el sectarismo o el fanatismo.

    Pero estas “características” son más propias del carácter personal de cada uno, y hay personas, por ejemplo Santiago, que no pueden ser catalogados de fanáticos, solo pueden resultar un poco “pesados”, como también lo soy yo, y lo somos todos cuando repetimos la cantinela personal de nuestras creencias, que TODOS creemos son las verdaderas. (Porque si no fuera así, tendríamos otras).

    Lo que es fanatismo o sectarismo es considerar las opiniones de los demás, delirios, comeduras de coco de la prensa capitalista o marxista, cuando no “tonterías”, o similares. Y todos tendemos a hacerlo de una u otra manera. (Pero algunos lo reconocemos y otros se creen con derecho a ello).

    Los fundamentalismos son errores cognitivos, de los que nadie estamos libres. Por ello, es algo humano, muy humano.

    Y si las Iglesias, (sus dirigentes) cometen esos errores, seguro que lo hacen pensando en que están haciendo algo bueno. La buena voluntad no es garantía de nada.

  • M.Luisa

    …sigo con mi reflexión anterior. Por qué la iglesia se resiste a actualizar los ritos?  porque con ello logra, a quienes les sigue con fe ciega, sensibilizar la inteligencia que ya de por sí es algo aberrante dada la irreductibilidad de ésta sobre aquella,  creando la patología que luego analiza la psicología. La inteligencia así, no alcanza su objeto formal sino que éste queda  sensibilizado, encerrado, en un “gustar” más que en un “saber” de sabiduría el  que le es propio a la inteligencia….

  • M.Luisa

    Sí, muy bien todas  estas explicaciones que se están añadiendo tras mi comentario de ayer noche  pueden ser más o menos conocidas, por mi parte estoy al corriente,  pero lo extraño es que con tan malas consecuencias se invite  al fanatismo como un asunto a elegir…la verdad no lo entiendo!

  • Isidoro García

     “El caos es un orden sin descifrar”. (Saramago)

     

    El reciente comentario de George, me parece muy oportuno, pues nos da una visión de la psicología sobre el tema del fundamentalismo y su relación con los ritos.

    Y a mí me ha suscitado unos pensamientos adicionales, para intentar entender mejor nuestros comportamientos personales.

     

    Es muy oportuna la cita inicial de George, sobre la definición del caos, porque posiblemente, todo provenga de las distintas reacciones de las personas ante una situación caótica.

    Una situación caótica es aquella en la que no percibimos bien su línea de comportamiento interno, o porque no la hay, por existir múltiples y complejos factores, (caos objetivo), o por desconocer nosotros, la existencia o el curso de algunos de ellos, (caos subjetivo).

    Todos los fundamentalismos, (porque hay fundamentalismos conservadores y progresistas), provienen quizás de nuestra reacción ante la ansiedad o angustia que nos generan esas situaciones caóticas.

    En el blog del psiquiatra Rojo Moreno se dice sobre el tema:

      “El  neurobiólogo David Linden señala que la presencia de la religión en todas las culturas convierte a ésta en un universal cultural. No existe cultura alguna que carezca de prácticas o ideas religiosas.

         Y la conclusión a la que llega Linden es que el cerebro ha necesitado adaptarse mediante la creación de “historias coherentes, sin lagunas” y que esta propensión a la creación de relatos forma parte de lo que predispone a los seres humanos al pensamiento religioso. 

           Explica como en el caso de amnesias que se rellenan con fabulaciones o en el caso de personas con los hemisferios cerebrales desconectados uno del otro, el cerebro ante “el vacío” construye un relato o narración que sea coherente con lo que se le pregunta o vivencia.

         Llega a la conclusión que ante la realidad subconsciente que tenemos, aunque no la conozcamos, cargada de símbolos, falta de lógica, y sin causalidad, e incluso ante una realidad consciente que no siempre es causal, la corteza del hemisferio izquierdo patentiza la predisposición como especie al pensamiento religioso, dado el caos irrazonable y a-cognitivo de la herencia evolutiva que compartimos como seres humanos.

         “Nuestro cerebro ha evolucionado para hacernos creer” y de esta manera “el amor, la predisposición al pensamiento religioso son el resultado de una aglomeración particular de soluciones ad hoc que se han ido amontonando a lo largo de millones de años de historia evolutiva”.

    El mundo es tan complejo, y todo es mucho más complicado de lo que parece, que necesitamos hacer un by-pass mental, para poder seguir tirando. La ciencia intenta iluminar el camino, pero cuanto más ilumina, más complicado es todo.

    Dice Enrique Prochazka: “La ciencia contemporánea nos informa de lo turbulento de las fronteras entre el orden y el caos: el desorden de esas líneas infinitamente sinuosas que separan lo platónico de lo real. No la diferencia, sino la interminable confusión de las diferencias”.

    O sea que realizamos automáticamente, para evitarnos angustia e inseguridad, un reduccionismo de la realidad, hasta hacerla comprensible para nosotros.

    Y los fundamentalismos, no son más que reduccionismos que operamos por pereza mental o por limitación cultural, para dotarnos de una seguridad psicológica que precisamos neuróticamente. Nos proporciona una sensación de control de la situación, de superioridad moral e intelectual, de “estar en la pomada”, sentimientos mucho más necesarios cuanta más inseguridad subconsciente tenemos.

    Como dice Sloterdijk: “En realidad, no son los dioses los que nos faltan, ellos no son más que grandes simplificadores; lo que falta es un arte del pensar que sirva para orientarnos en un mundo dotado de complejidad. Lo que falta es una lógica que fuera suficientemente poderosa y dúctil para empezar a acoger la complejidad, la ausencia de definición última y la inmersión”.

    Pero quiero señalar, que este análisis vale lo mismo, para los que ponen toda su confianza en las palabras de un texto que les ha llegado o en la predicación del párroco de su iglesia de toda la vida, como en aquellos que reducen la interpretación del evangelio en el amor a los pobres y necesitados y en nada más.

    ¿Estamos todos locos, unos de una forma y otros de otra?. No. Pero todos tenemos nuestras limitaciones: todos somos del mismo barro, aunque unos son orinal y otros tarro. Y cada uno de nosotros nos creemos el tarro. Yo, el primero.

     

    Friedrich Nietzsche: “El hombre debe tener el caos en sí mismo para poder alumbrar una estrella”. 

     

  • M.Luisa

    Antes de responder a cualquier comentario, si es que hubiera alguno que se refiriese a mí que no lo sé puesto que me hallo escribiendo fuera del ordenador, vamos! en un escritorio como los de antes…y a las cuatro de la madrugada, pues bien, me detendré en una cuestión que si en otros momentos la he tocado de pasada, ahora lo haré de forma pormenorizada al cosiderarla de gran importancia.

    Ayer al tocar el tema del logos en el problema del conocimiento era con la intención de hacer caer en la cuenta del equívoco que se arrastra desde antaño en la construcción de la teoría sobre la inteligencia.

    La inteligencia se ha estudiado como potencia o facultad, también como sujeto de actos, pero, sobre todo, a partir de mediados del siglo XIX también como mero “acto”,  acto de intelección. De manera que si ayer hablé de “factum” de la realidad, en intercesión ese acto  le es correlativo, son dos momentos de un sólo acto, el acto intelectivo humano por excelencia. Esto es lo primario y primordial.

    Qué hay de novedad en ello? pues que a la complementariedad de las cosas que la inteligencia afirma vistas como un conjunto (visión aristotélica) los datos científicos proporcionados, como decía, a mediados del siglo XIX, por la termodinámica y el electromagnetismo, empiezan a poner a punto una teoría alternativa, según la cual la realidad se percibe no como un conjunto de cosas sino como “campo” de vectores en cuyos nudos de intercesión aparecen eso que llamamos cosas.

    Tras este somero análisis del acto intelectivo, el logos que afirma queda en segundo lugar. Que las cosas se complementen puede ser cierto pero antes de afirmarlo las cosas ya “estan” entre ellas interrelacionadas  respectivamente. Y como el acto de intelección humana es formalmente sentiente resulta que también lo son los últimos dos momento del conocimiento, el del logos y el de la razón.
    Para terminar, resalto algo que me parece de gran importancia. Pienso que la distinción  entre sensible y sentiente puede darnos pistas en la averiguación de cómo surgen los fundamentalismos y es que por la vía de lo sensible la inteligencia  puede muy bien no encontrar final en la construcción de su objeto. En cambio por vía de lo sentiente, la inteligencia formaliza su objeto no por la cualidad sentida (subjetivismo) sino por el “modo” en que esta cualidad se deja sentir en nosotros los humanos.

  • George R Porta

    Esta definición de «caos» que ofrece el DRAE puede ser un referente: «Caos: Del latín, chaos, y este del griego, χάος (cháos); propiamente ‘abertura’, ‘agujero’. 1. nombre masculino. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos. 2. nombre masculino. Confusión, desorden. 3. nombre masculino. Física y Matemática. Comportamiento aparentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos deterministas con gran sensibilidad a las condiciones iniciales.

    Aceptando esta definición anterior: El rito se contrapone al caos cuando la contraposición tendiente a dejar intacto el caos, pero aún en presencia del mismo, permitirá sobrevivir con el mínimo de angustia y a falta de alternativa es imprescindible. Cuando esto ocurre ya muy probablemente se está en el contexto de la enfermedad psíquica. 

    Lo normal es poder lidiar con el caos o desorden, confusión y discernir en ella lo válido de lo que no lo es. Se comprende que cuando el caos es catastrófico una persona sana puede perder temporalmente su estabilidad, entrar en shock, etc., y desarrollar síntomas, conductas patológicas y por sí sola o con ayuda profesional recuperar su estabilidad. 

    La vida en gran medida consiste en lidiar con lo caótico, lo desconocido, lo completamente nuevo, lo que parecía una cosa y resulta otra y al ser descubierto como tal perturba y descentra o desestabiliza o aquello a lo que estaba habituado y de repente se revela diferente, desconocido: La infidelidad de un cónyuge puesta de repente al descubierto; la noticia de que se padezca una enfermedad física o psíquica  irremediable, cuando se ha estado bajo la impresión de que no se estuviese tan enfermo/a, etc.

    Los ritos dejan de ser «medios» para convertirse en «fines» cuando la alienación de la persona comienza a ser irreversible; cuando la persona comienza a sentirse en peligro de volverse incapaz de modificar su circunstancia, de mantener el mínimo control de la realidad que necesita y, en esa circunstancia, necesita preservar lo caótico para sobrevivir.

    Desde luego, cuando el miedo es tan paralizante y tan profundo y la persona que lo sufre sea psíquicamente demasiado vulnerable, es aconsejable no confrontar abiertamente el miedo o la fobia y dejar que el ritual permanezca si no se convierte en peligroso para la misma persona o las demás.

    Hay especialistas que consideran que la enfermedad obsesivo compulsiva sea como una especie de «tapa» que permite la ebullición de lo psicótico para que no se manifieste abiertamente y sea posible mantener un cierto grado de funcionalidad efectiva. 

    El integrismo o el fundamentalismo no pueden ser consideradas en la psiquiatría como conductas saludables, sino lo contrario, como conductas que como mínimo sugieren un estado profundo de ansiedad o angustia.

    Se suele decir que la necesidad de ser extremista de cualquier converso o neófito (religioso, ideológico, etc.) emerge precisamente de su inseguridad o angustia al examinar su conducta previa, la que abandonó al convertirse, a la luz de un conocimiento que no domina suficientemente o al encontrarse interpretando la realidad utilizando un paradigma que le es demasiado desconocido, aunque le atraiga, vale decir que aún le pareciera caótico si no lo percibiese rígidamente estructurado. 

    Me refiero a algo que lo «sacrificial-mágico» para calmar la ira de los dioses que la historia conoce tan bien, aún en tiempos actuales, representa muy bien.

    Tanto en la tradición budista como en la cristiana, la repetición de sonidos o palabras y hasta de oraciones puede tener un efecto «calmante» o reductor de la angustia en una situación caótica o de crisis. Eso creo que es conocimiento común o general. El balanceo de un/a bebito/a para que se adormezca se parece mucho al de un paciente psicótico y no debe estar muy distante, en su valor mágico o simbólico, del que se observa en algunos orantes de diversas tradiciones religiosas. Es el rito, la repetición en función.

  • M.Luisa

    Me sorprende enormemente que desde la psiquiatría se haga una invitación tan alegre al fanatismo y al integrismo ignorando que cuando esto ocurre y toma cuerpo en alguien no es precisamente  cosa que se  reserve en la intimidad sino que soberbiamente se revierte toda la perversidad de sus efectos hacia el entorno más inmediato  despreciando a quienes no piensan como ellos y bajo la dirección de la más radical clerecía.

    A lo mejor quienes  creen tan inocuo este fenómeno  piensan que todo el estudio, el trabajo y el esfuerzo para combatirlo se lleva a cabo   por puro divertimento.

  • Tal como yo lo veo, diría que los ritos, al día de hoy, impiden a demasiada gente el acceso a unos templos en los que, el Jesús de Nazaret de la predicación,  está desaparecido. De estar en algún sitio, dentro del complejo parroquial, sería en la oficinita de Caritas, (si la hay), en la  que se trata de atender a personas necesitadas.

    Trato de entender a santiago, pero estoy mucho más cerca de M. Luisa y George.

  • George R Porta

    Aquello que Jesús mandó hacer, dijo o hizo lo sabemos solo a través de los que se autodeclararon en posesión exclusiva de los servicios que Jesús mandó, pero no de testimonio personal y directo de él. Por eso es posible cuestionar la exclusividad del mandato y la absoluta autenticidad de las palabras y hechos que se le atribuyen. Si además los que sostienen que ese cuerpo escriturístico sea la única e incuestionable verdad acerca de Jesús pero viven de su autoproclamada autoridad y viven bien al punto de contradecir la compasión y la misericordia que predican y aconsejan o demandan de otros, pues razón de más para preguntar por la legitimidad de su pretendida autoridad exclusiva.

    Desconfiar no es negar y quienes están al mando de la Iglesia, de las Iglesias Cristianas no son impecables, y han mentido, y han faltado públicamente contra sus prédicas y por lo tanto han puesto la autenticiad, la legitimidad y la veracidad que se autoatribuyen en entredicho.

    Eso no impide que quiendesee creer a pie juntillas lo que dichas autoridades predican, lo hagan; y si desean interpretar integralmente, porque son integristas, o literalmente los textos bíblicos, pues que lo hagan. Nada prohibe o nadie prohibe a quien desee ser y pensar en términos integristas o fundamentalistas que lo haga.

    Ya las autoridades eclesiásticas no pueden llevar a la hoguera o al potro de los tormentos a quien dude o les acuse de farsantes. Tampoco quiere decir que lo sean, solo porque se les acuse, pero el derecho a desconfiar y a cuestionar es válido y nadie debiera reclamar el derecho de pontificar infaliblemente, el Papa tampoco.

    Los sacramentos son signos y por lo tanto son solo señales de camino que apuntan a otra realidad pero ellos mismos no pueden ser materialmente otra cosa que eso. Esa otra cosa a la que apuntan y que puede ser trascendente de los rituales y los “sacramentales” solo puede ser objeto de la esperanza confiada.

    Desde luego si alguien quiere pensar en términos concretos y creer sin más, sin preguntar y en sola referencia a la palabra de los predicadores, católicos o no, cristianos o no, pues nadie se los debe impedir pero a su vez, esos creyentes debieran abstenerse de pontificar y de pretender que son únicos depositarios y custodios de la más absoluta verdad solo porque así se lo creen o necesitan creerlo.

  • M.Luisa

    No existe nada en contra de que una disciplina, una doctrina, una organización o cualquier disciplina se actualice y desarrolle…”

    Pero, Santiago, con respecto a qué se ha de actualizar? porque si se parte con respecto a  la predicación qué es lo que se actualiza? lo que entonces se actualizará será lo dicho en ella, pero no en lo que se funda el  decir de la predicación. La actualización si acaso, vendrá dada porque lo que se dice se podrá decir  de otra manera sin importar a lo que apunte,  con lo cual ello prueba de que es el “logos” y el logos racionalista el que tiene la última palabra.

    Y ya que haces referencia a la ciencia, ella es a propósito  la que nos puede dar la clave de lo que hay que actualizar, porque no se trata sólo de irla nombrando para quedar bien, sino de atenernos a sus cambios y sobre todo, para lo que aquí nos interesa fijarnos en el cambio que ha experimentado la idea de realidad física en ella.

    Los resultados que dio la ciencia en el pasado no son los mismos de los actuales, y no se arreglan tan sólo cambiando el modo de explicar la realidad observada sino contemplarla en una concepción distinta que a la postre nos dará un distinto resultado.

    Pero no te equivoques la realidad no cambia, lo que ocurre es que entonces el logos racionalista no tiene la preeminencia. Es lo que ha sucedido con el típico logos tradicional que, en el fondo es lo que tu defiendes expresándolo de ese moso:

    “El problema reside de que manera podemos conservar el propósito y el fin que tienen como objeto estas entidades sin perder su esencia fundamental, y sin llegar a tergiversar totalmente su doctrina, de manera que puedan reconocerse y definirse como tal…porque si no, pues, se esfumarían y pasarían a ser “otra cosa” con otra perspectiva, en otra clave y modelo y con otro fin…” por tanto añades…para no perder esa identidad…”

    Y mi réplica es la siguiente:

    No, no, nada de eso, el problema reside, o mejor, ese temor de pérdida de identidad viene produciéndose por el hecho, como dice Zubiri, de haber entificado la realidad como   consecuencia de haber previamente logificado la inteligencia.

    Se ha confundido consciente o inconscientemente  “realidad” por “ente” y el ente es un producto de la razón considerada como “razón pura” y la razón pura no existe. En cambio la realidad como “factum” es decir, como hecho, no nos la da una razón pura sino una razón sentiente, empero no sensible porque de ser así,  de aludir a una razón sensible, esteríamos ante un apaño que desembocaría  no ya a un racionalismo sino a un idealismo.

    Con todo, sigues diciendo: “Por tanto para no perder esa identidad la interpretación de semejantes entes han de tener normas que regulen sus aperturas y sus reducciones, sus ampliaciones y limitaciones a fin de preservar su sustancia…” 

    Ya salió aquí el témino de sustancia, no será porque desde hace tiempo vengo repitiendo que ni sustancia ni causa se sostienen en el paradígma científico actual.

    Que se aluda ahora a la sustancia prueba lo que acabo de decir porque precisamente las normas regulan los entes de razón. Toda norma es por naturaleza cerrada y lo que preserva como tú muy bien dices, es la sustancia, es decir, la realidad conceptuada como sustancia, lo cual  si considerásemos  la realidad  en su estructura propia y abierta de ningún modo se dejaría regular por ninguna norma.

    Para terminar señalo esto que dices: En el caso de la Iglesia, tanto los ritos como las personas  son importantes…pues  los ritos han surgido para facilitar a las personas el acceso a la FE…  

    Ateniéndome a lo que llevo dicho yo diría que más bien la han impedido

     

     

  • Santiago

    NO EXISTE nada en contra de que una disciplina, una doctrina, una organización o que cualquier  disciplina, se actualice y se desarrolle…De hecho, la ciencia en general ha ido ampliando su perspectiva y posibilidades a través de los siglos de una manera asombrosa…El problema reside de que manera podemos conservar el propósito y el fin que tienen como objeto estas entidades sin perder su esencia fundamental, y sin llegar a tergiversar totalmente su doctrina, de manera que  puedan reconocerse y definirse como tal…Porque si no , pues, se esfumarían y pasarían a ser “otra cosa” con otra perspectiva, en otra clave y modelo, y con otro fin…

    Por tanto, para no perder esa identidad la interpretación de semejantes entes han de tener normas que regulen sus aperturas y sus reducciones, sus ampliaciones y limitaciones a fin de preservar su sustancia….En el caso de la Iglesia, tanto los ritos como las personas son importantes…pues los ritos han surgido para facilitar a las personas el acceso de la FE…Desde tiempo inmemorial, la Didajé (70-90 DC) nos habla de como los cristianos convivían los domingos: “En el mismo Día del Señor, se reunían en comunidad para celebrar la fracción del pan y dar gracias; pero antes, primero, confesaban sus pecados para que el sacrificio sea puro”..Y Justino Mártir hacia el 150 nos dice que “en el día llamado Domingo todos los que viven en las ciudades o en el campo se reúnen en un lugar, y se leen las Memorias de los Apóstoles y los escritos de los profetas, si el tiempo lo permite” (Justino Mártir, 1ra Apología, 67, 56:71)  Y después describe la celebración del sacrificio de la Misa que es fundamentalmente como la celebramos en la actualidad…Y en el Catecismo de la Iglesia Católica, publicado por Juan Pablo II en 1992 se encuentra resumida la base de la FE…Por otra parte, el Concilio Vaticano II actualizó la doctrina de la Iglesia para el mundo moderno, sin romper con la enseñanza apostólica…Su interpretación ha de ser hecha, pues, a la luz de la doctrina del Nuevo Testamento, y dentro de la Iglesia, para que esta apertura sea verdaderamente moderna y no se pierda la identidad de la FE en el Cristo, el Jesús de Nazaret del Evangelio…y no otro “reconstruido”, adaptado a nuestras necesidades y particularidades personales psico-somáticas y sociales…Por eso la predicación de LA PALABRA debe ser constructiva, desarrollada y actualizada, sin deformaciones…para que tenga su verdadero sentido cristiano…

    Un saludo cordial   Santiago Hernández

  • M.Luisa

    Otra vez se repite aquella situación en la que  la conversación llega en un punto en el cual se intenta   cerrar el paso a todo aquello que se mueva. Nos retorna  con ironía al mismo punto de salida!

    Aquí no se mueve nadie! ( ojo! no es una  ofensa directa, es sólo un modo de expresión) Ahora, con esta actitud,  quizá se nos muestre    como aquella  consecuencia de lo que el otro día me referí  al tomar prestado el concepto filosófico “Metafísica de la Presencia” y entender mejor  lo que me remitió  a darle  salida.

    Porque, lo verdaderamente  cierto, según dice  Santiago, es la predicación? Entonces ¿ de dónde sale la predicación?  Pues , a mi modo de ver,  de lo predicable que resulta la Presencia que al ser, precisamente, predicada  coloca toda su posible experiencia   en un lugar secundario.

    Aquí se percibe  el sentido real  de   la de-construcción, porque, entendámonos, no se destruye la presencia sino su construcción falsa que nos impide vislumbrarla.

    La  pretensión no ha de ser predicarla  sino  actualizarla  y recuperar  el modo cómo en todos los tiempos ha estado y estará presente a los seres humanos.

  • Santiago

    LO VERDADERAMENTE cierto para los fieles que siguen, o tratan de seguir al Jesús evangélico ES que Jesús después de resucitado mandó a sus discípulos más cercanos a predicar, a bautizar, a confirmar en el Espíritu Santo, a celebrar la eucaristía en Su memoria, estableció el perdón de los pecados,el ministerio sacerdotal, y la unción de los enfermos y elevó el contrato matrimonial a Sacramento. Este carácter especial e individual de estos diferentes modos como Cristo  nos infunde su gracia es lo que le da a su Iglesia el carácter SACRAMENTAL y la distingue de cualquier otra definición, ya que esta identidad está ya incoada en el Concilio Vaticano II cuando en el primer capítulo de Lumen Gentium dice que la Iglesia misma “es como un sacramento”.

    Siendo Jesus quién crea los sacramentos en su sustancia, entonces lo importante es como cada persona cristiana accede a ellos. De hecho corresponde a la Iglesia, NO crear ni alterar la sustancia de la gracia de los sacramentos, sino buscar la manera de EXPRESARLOS de la forma más adecuada para el beneficio de los fieles. De ahí los diferentes RITOS. DE hecho existen 6 RITOS básicos en la Iglesia Católica, cada uno de ellos con varias subdivisiones: Alejandrino, Antiqueno, Armenio, Bizantino, Caldeo y Romano. Todos los sacramentos son válidos en cualquiera de los RITOS. Por eso es una pena que no conozcamos esta formas de expresar el amor de Jesús de tan variados y ricos matices porque lo que importa es el SIGNIFICADO de la liturgia y nuestra participación en el misterio que se desarrolla dentro de ella. El que la LITURGIA católica se exprese en rito mozárabe en Toledo o que la misa se celebre según la manera de los africanos, de los cartujos, de los tridentinos o del rito latino aprobado por la reforma del Vaticano II de Paulo VI carece en realidad de importancia pues UNO es el espíritu del Evangelio y UNA es la FE De la Iglesia que se expresa mejor en la diversidad.

    Con saludos cordiales.  Santiago Hernández

  • George R Porta

     
    Leo: «Muchas veces me pregunto por qué en el Vaticano hay una Sagrada Congregación que vigila la observancia de los ritos. Y por qué no hay otra Congregación Sagrada que se preocupe por los millones de criaturas que sufren más de lo que humanamente se puede soportar.»

    1.    Una proporción mayoritaria del trabajo misionero sobre todo de las mujeres de votos de vida religiosa en los países pobres está a dirigido a aliviar el sufrimiento de los pobres. La vida religiosa ya tiene un Dicasterio vaticano que se dedica a ella y por lo tanto imagino que se ocupa de lo que hace.
    2.    Aunque seguramente habrá otros estudios más recientes o mejores, me viene a la memoria el de J. M. R. Tillard, OP, El proyecto de vida de los religiosos. Madrid, Instituto Teológico de Vida Religiosa, Madrid, 1974 sobre la crisis de la vida religiosa y su lugar en la vida moderna incluyendo el mundo obrero.
    3.    Históricamente la alienación más fácil ha sido refugiarse en los ritos; la antigua obsesión que Jesús, el Galileo, según atribuyen los Evangelios, criticó tan directamente entre la observancia escrupulosa de Ley y la vida en el servicio y el amor; la praxis y la palabra; etc.
    4.    La dispensación de los sacramentos y el “culto” son la función pastoral que por siglos los propios sacerdotes prefirieron, en cierto modo, el rol del “brujo de la tribu” lo cual sustancialmente redujo al presbiterado su contacto con la cristiandad de a pie y la vida de cada día.
    5.    La tragedia enorme de la desaparición precipitada y errónea del “sacerdocio obrero” es otro ejemplo de la actuación de la iglesia jerárquica en el sentido de alienar a los curas de la vida real y el contacto directo con las necesidades de los más pobres. En lugar de perseverar y dejar que el movimiento de curas obreros progresara y cobrara forma desde dentro, lo suprimió.
    6.    Karl Rahner, en «Lo Dinámico en la Iglesia” revisó con gran intuición teológica y claridad la «tensión» entre carisma y ministerio y señaló como el segundo corría el riesgo constante de asfixiar al primero y en mucha menos proporción el riesgo del segundo a llegar a ser ´ «rebelde» en sentido negativo.»

  • oscar varela

    UN RITO: 14 de febrero – día de San Valentín.

    Sacrificios, sexo salvaje y depravación, en la antigua Roma: el atroz origen de San Valentín

    http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/sacrificios-sexo-salvaje-y-depravacion-en-la-antigua-roma-el-atro

    Ni amor, ni pequeños angelitos capaces de volar y de lanzar flechas para entrelazar el destino de dos tortolitos.

    El origen del Día de San Valentín poco tiene que ver con lo que, a día de hoy, se celebra el 14 de febrero.

    Por el contrario, esta fiesta en honor a los enamorados se basa en las Lupercales, un festival de depravación y sexo salvaje que se llevaba a cabo en la antigua Roma con varios objetivos. Entre ellos, lograr que los jóvenes se iniciaran en la sexualidad y perdieran el miedo a mantener relaciones entre sí.

    La celebración era tan bárbara e imposible de erradicar que la Iglesia se vio obligada a sustituirla por el actual día de los enamorados en el siglo V.

    (y sigue)

  • M.Luisa

    Me ha interesado en gran medida  el comentario de Olga,  aunque,   estando de acuerdo en  que en toda construcción humana hay que contar con el factor emocional sin embargo,  la emoción  manipulada  es de lo que se ha servido  la iglesia  para construir su “metafísica de la presencia”  y en consecuencia la consiguiente cuestión  de la pregunta ¿“ritos o personas”?.

    De estos dos componentes que forman la disyunción, como ya señalé en días pasados, los ritos van directamente a la Presencia sin tener  en cuenta que la Presencia no nos está dada en nuestra subjetividad y por tanto es una construcción falsa de raíz.

    Es de esto, pienso,  de lo que se esta dando cuenta el señor Castillo. Si en el lugar preferencial ponemos no a los ritos sino a las personas, la metafísica de la presencia se desvanece (momento de producirse  su de-construcción)y entonces es la subjetividad humana  la que se moldea  según el modo  de estarle presente la Presencia en su sentir. Y entonces ya no es mera emoción sino sentimiento de realidad.  Lo fundamental no es la presencia sino el modo cómo esta presencia  “nos está” presente. Por tanto, vista así la cuestión, en ese orden, los ritos dejan de ser  fijos y rígidos y se convierten en puro agradecimiento.  Somos nosotro/as quienes  creamos los ritos no ellos a nosotros!

    Deseo que te encuentres bien de salud, Olga, un abrazo.

  • George R Porta

    Aunque no precisamente en la onda del articulista, permítaseme observar el consensus entre los especialistas clínicos y los antropólogos de la psiquiatría de que, en la conducta obsesivo-compulsiva, las repeticiones o conductas rituales tienen por objeto reducir la ansiedad.

    Por ejemplo, regresar a la puerta de entrada para comprobar que se ha cerrado en firme o habiendo pasado la llave de seguridad, quita la insoportable duda de no haberlo hecho.

    En la conducta psicótica llegar a esa interpretación es un poco más complejo. Con todo es relativamente frecuente y fácil observar que, en los estados psicóticos o de alteración de la consciencia, las repeticiones se aceleran o aumentan de frecuencia cuando la ansiedad aumenta y suelen conducir a o ser sucedidos por un período de calma, de reducción de ansiedad.

    Los rituales son como la vuelta de la mula al trigo, en sentido literal, si la mula no sintiera hambre no volviera. Si no hubiera ansiedad no ocurrieran las repeticiones, según la lógica clínica.

    En religión, los rituales han sido observados e interpretados de modo parecido. Más aún, parece haber una interdependencia interpretativa entre la clínica y la antropología al respecto.

    En los evangelios y en las cartas y después en la práctica pastoral la repetición frecuente es recomendada con respecto a los sacramentos, los rituales litúrgicos no sacramentales, la oración, las penitencias, etc.

    La conexión entre ritual, repetición, y culpabilidad (pensamiento) sobre la anticipación de embarazo o bochorno no está tan clara pero pudiera ser establecida y algunos estudiosos lo hacen.

    Uno de los problemas de Lutero, aunque no solo de él entre los reformados y posteriormente los evangélicos, es la inutilidad de los ritos si no hay una «determinada determinación» que diría Teresa en otro sentido, con respecto a enmendar la mala conducta.

    La misma experiencia de que sea necesario repetir los ejercicios físicos o cognitivos para adquirir fuerza y forma muscular o pericia en cualquier campo del conocimiento, apunta en la misma dirección: Disminuir la ansiedad con respecto a la impotencia física o muscular o la ignorancia y todo lo que cada una implica de desventaja y vulnerabilidad: Miedo o ansiedad.

  • olga larrazabal

    Me parece que en toda construcción humana, sea física o cultural existe algo que que apela al sentido estético que es equivalente al medio para llegar al fin y que es muy importante porque despierta emociones.  Sin poner en duda que lo que queremos es llegar al fin, en el caso del cristianismo a la “mirada de Jesús” nuestra condicion de humanos nos hace  apreciar los ritos y la seguridad que da un camino conocido, sea este verdadero o no.

    Como ser la Música Religiosa puede ser una gloria o un desastre. El Templo puede ser atractivo o repelente.  Y con todo lo frívolo que esto pueda sonar, la religión no solo entra por los altos ideales sino también por la vista y el oído, como cualquier otra idea.

    Por supuesto que glorificar la belleza, la limpieza y el orden convirtiéndolos en un fin en sí, es una distorsión en la escala de valores, pero hay sectas poderosísimas dentro del cristianismo que han caído en ese modo de práctica de la religión.

    Un señor judío al que conocí casualmente, me comentó que no iba el fin de semana a su casa en la costa, porque tenía que ir a la Sinagoga.  Le pregunté si era ortodoxo, ya que no usaba los atuendos de esta corriente; No, me dijo, no creo en Dios.  ¿¿?? Es que yo amo la Tradición y los Ritos.  El canto en el Templo, la emoción de las invocaciones y bendiciones y por nada del mundo dejo de asistir los Sábados para formar el Minyan.

     

  • M.Luisa

    Ah! Eloy, amigo, se me olvidó! quería terminar mi comentario, el que acabo de enviar, agradeciéndote tu consideración y tu amabilidad conmigo.Gracias de veras.

  • M.Luisa

    Ojalá la alternativa de la disyuntiva  ¿los ritos o las personas? Que presenta  el enunciado  del artículo, la obtuviéramos   por  vía del Evangelio, pues  parece que sería lo normal y lo esperable. Pero me temo que emprender el asunto por esta vía  no resuelve absolutamente nada incluso puede complicarlo más.

    Es de sobras  conocido aquí que no todo cristiano hace una misma lectura del  Evangelio,  ésta  cambia dependiendo de si   la forma  de comprender a Jesús es de interpretación teísta o no. Sin salvar esta distancia en la que  campa y discurre el  fanatismo a sus anchas,   resulta del todo insuficiente ampararse en el Evangélico. Entiendo que  para ello es necesario trascender toda el aura mítica y supersticiosa con la que durante siglos rodearon los Evangelios.

  • oscar varela

    DIALOGO CON EL ZORRO – Cap. 21 de El Principito

    …………………………….

    Apareció entonces el zorro;

    -Buenos días -saludó el zorro.

    -Buenos días -contestó amablemente el principito que al darse vuelta en dirección a la voz no vio a nadie.

    -Si me buscas, aquí estoy -aclaró el zorro- debajo del manzano…

    -Pero…, ¿quién eres tú? -preguntó el principito- Eres muy hermoso…

    -Soy un zorro -dijo el zorro.

    -Acércate…, ven a jugar conmigo -propuso el principito- Estoy tan triste!…

    -¿Jugar contigo? No…, no puedo -dijo el zorro- Aún no estoy domesticado.

    -Ah! Perdón -se excusó el principito.

    ………………..
    Interrogó, luego de meditar un instante:

    -¿Has dicho “domesticar”? ¿Qué significa “domesticar”?

    -Tú no eres de aquí -afirmó el zorro- ¿Puedes decirme qué es lo que buscas?

    -Busco a los hombres-respondió el principito- Dime, ¿qué significa “domesticar”?

    -Los hombres-intentó explicar el zorro- poseen fusiles y cazan. Eso es bien molesto. Crían también gallinas; es su único interés. ¿Tú buscas gallinas, verdad?

    -No- dijo el principito- Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?

    -Ah!…, es una cosa muy olvidada -respondió el zorro- Significa “crear lazos”.

    -¿Crear lazos? -preguntó el principito.

    -Así es -confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para ti más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas…, sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo…

    -Creo que empiezo a entender -dijo el principito- Hay una flor… Creo que me ha domesticado.

    -Es probable -contestó el zorro- En este planeta, en la Tierra, pueden ocurrir todo tipo de cosas…!

    -¡Oh! No es en la Tierra -se apresuró a decir el principito.

    ……………………………

    El zorro se quedó no menos que intrigado.

    -¿Acaso en otro planeta?

    -Sí.

    -¿Puedes decirme si hay cazadores en ese planeta?

    -¡Oh, no! No los hay.

    -Me está resultando muy interesante, ¿Hay gallinas?

    -No.

    -No existe nada que sea perfecto -dijo el zorro suspirando.

    ………………………

    Luego prosiguió:

    -Mi vida es algo aburrida. Cazo gallinas y los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen como también los hombres se parecen entre sí. Francamente me aburro un poco. Estoy seguro que…, si me domesticas mi vida se verá envuelta por un gran sol. Podré conocer un ruido de pasos que será bien diferente a todos los demás. Los otros pasos, me hacen correr y esconder bajo la tierra. Pero el tuyo sin embargo, me llamará fuera de la madriguera, como una música. ¡Mira! ¿Puedes ver allá a lo lejos los campos de trigo? Yo no como pan, por lo que para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo nada me recuerdan. ¡Es triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas por fin domesticado, el trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el sonido del viento en el trigo…

    …………………………..

    El zorro en silencio, miró por un gran rato al principito.

    -¡Por favor… domestícame! -suplicó.

    -Lo haría, pero… no dispongo de mucho tiempo -contestó el principito. Quisiera encontrar amigos y conocer muchas cosas.

    -¿Sabes…? Sólo se conocen las cosas que se domestican -afirmó el zorro. Los hombres carecen ya de tiempo. Compran a los mercaderes cosas ya hechas. Y… como no existen mercaderes de amigos, es muy simple, los hombres ya no tienen amigos. Si realmente deseas un amigo, ¡domestícame!

    -Y… ¿qué es lo que debo hacer? -preguntó el principito.

    -Debes tener suficiente paciencia -respondió el zorro. En un principio, te sentarás a cierta distancia, algo lejos de mí sobre la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra suele ser fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca.

    …………………………..

    Al otro día el principito volvió:

    -Lo mejor es venir siempre a la misma hora -dijo el zorro. Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; ¡comenzaré a descubrir el precio de la felicidad! En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.

    -¿Qué son los ritos? -preguntó el principito.

    -Se trata también de algo bastante olvidado -contestó el zorro. Es aquello que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un maravilloso día, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.

    ……………………………

    Fue así como el principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:

    -¡Ah! -dijo el zorro. Voy a llorar.

    -No es mi culpa -repuso el principito. Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño…

    -Sí, yo quise que me domesticaras -dijo el zorro.

    -¡Pero dices que llorarás!

    -Sí -confirmó el zorro.

    -¿Ganas algo entonces? -preguntó el principito.

    -Gano -aseguró el zorro- por el color del trigo.

    ………………………………

    Luego sugirió al principito:

    -Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.

    …………………………….

    Se dirigió el principito nuevamente a la rosas:

    -En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo.

    ……………………………….

    Las rosas se mostraron ciertamente molestas.

    -Sois bellas, pero aún estáis vacías -agregó- Nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa…

    …………………………………

    Regresó hacia donde estaba el zorro:

    -Adiós -dijo.

    -Adiós -dijo el zorro. Mi secreto es muy simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.

    -Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito a fin de acordarse.

    -El tiempo que dedicaste por tu rosa, es lo que hace que ella sea tan importante para ti.

    -El tiempo que dediqué por mi rosa…-repitió el principito para no olvidar.

    -Los hombres ya no recuerdan esta verdad -dijo el zorro. En cambio tú, por favor… no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…

    -Soy responsable de mi rosa…-dijo en voz alta el principito a fin de recordar…

    …………………………

  • Inmaculada Sans Tache

    En el Antiguo Testamento y luego también en el Nuevo, adoptado y repetido por Jesús, se dice “…menos doctrinarismo y más misericordia…”, ” …misericordia quiero que no sacrificios…”, “…éste es el culto que agrada a Dios: proteger a la viuda y al huérfano…”. ¿ Se necesita alguna aclaración?. ¿ No tiene una validez universal, por encima de cualquier formalismo religioso?.

     

  • ELOY

    Gracias M. Luisa por tu comentario aclaratorio.

    Comentario y acalaración  que supone, como muchas veces en tus comentarios, un acercarnos un poco más a la filosofía de Zubiri.

  • M.Luisa

    Diría que en el fondo, no ya sólo de este articulo sino de muchos de los que trata el señor Castillo, en su claridad expresiva subyace tacitamente la  crítica  de lo que Jacques Derrida, el padre de la deconstrucción, en versión actual, llamó “la filosofía de la presencia” cuya tesis se basa en  que toda determinación dice más de lo que puede decir y ese más es el origen de la “metafísica de  la presencia”.

    Los ritos van directamente a la presencia como si la presencia nos estuviera dada. Esto es a lo que la ciencia  ha llamado constructivismo. Un constructivismo   resultado de  una falsa   construcción,  de ahí la necesidad de deconstruirla. Pero claro, la deconstrucción es complicada y en extremo cruenta  haciendo  que el suelo, como decía Ortega en “Ideas y creencias” se nos mueva bajo los pies.

    El propio Castillo  expresa  la idea con estas palabras   “De ahí que, para no pocas personas, cambiarles los ritos y, sobre todo, quitar el ritual o su lenguaje (por ejemplo, el latín) es quitarles un factor fundamental de su seguridad en la vida o en su relación con Dios”.

    Ahora bien, ¿la deconstrucción se lo lleva todo? Pudiendo  entonces hablar sin temor de relativismo o de arrealísmo? Creo que no.

    Leo en el último libre de Diego Gracia “El poder de lo real. Leyendo a Zubiri” que  Derrida, en “Deconstrucción y pragmatismo” dice:

    “Puede haber aquí y ahora sin presencia”

    Y luego a esto, D.Gracia añade, pag. 364 :No es que esta expresión sea un prodigio de claridad, pero parece obvio que hay “algo”, digamos “realidad” entendida como formalidad y por tanto “de suyo” sin “presencia”.

    Como nota final y habiendo hecho esta referencia,  para quienes no interpretan adecuadamente al pensador vasco una última consideración para hacerle justicia.

    Qué deconstruyó Zubiri al elaborar su pensamiento filosófico? Pues precisamente  la idea de realidad tradicional tanto la antigua e ingenua como la moderna e idealista.  Por eso su filosofía más que ser una filosofía del “ser” de la “presencia” es una filosofía del  “estar”, es decir, de cómo esta presencia nos  “está” presente.