Francisco fijado en un mosaico

Nos gusta recoger todo lo que nos envían los atrieros de siempre, como esto que nos envía Justiniano. Y hoy mismo añado otra cosa enviada desde México. AD.

PAPA FRANCISCO “Die Zeit” de Hamburgo — 13.12.2013

Traducción desde el alemán por Justiniano Liebl

Ahora con incredulidad los creyentes leen que, para su Papa, una Iglesia que ha sido maltratada, violada y profanada por haber “salido a la calle“, es más iglesia, que una que estuviera enferma debida a su reticencia y comodidad. Para Francisco, su Iglesia se ha convertido en algo sin alegría y sin amor. Ahora es el tiempo para una “renovación urgente“ dice él. Desde el mandamiento básico de la caridad, el Papa dirige revolucionarias máximas sociales como: “¡NO a la inercia del corazón!“ Por encima de todo, él declara la guerra contra la dureza del corazón – comenzando “en casa“. 

Aquí algunos cardenales empiezan con sus murmullos: “¡Este papa está arruinando la iglesia!“ Achaca a los clérigos más pecados que al mundo secular. ¡Se adorna la iglesia con ramitas secas! “El quiere fortalecer por medio de debilidad.“ En el Vaticano, “el Kremlin Católico“, se oye el nombre “Francisco“ y “Gorbachov“ más y más a menudo en la misma conversación.

La revolución comienza en el desayuno – en la Casa de Huéspedes de Santa María, donde vive el papa. En la sala común, el Papa no tiene una mesa fija; él trae su propia comida y se sienta al lado de los demás. Solamente para trabajar, entra Francisco al Palacio Apostólico – el Secretariado del Estado – donde se encuentran los grandes frescos – mapas del viejo mundo que dan la impresión de ser los “manda-más“ del Planeta Tierra, — “todo ahí arriba“. No obstante, Francisco se interesa por – “todo aquí abajo“.

Muchos Católicos, cuya vida había pasado con muy poco que ver con lo que “algún anciano en Roma“ tenia para decir, ahora casi no pueden creerlo: finalmente hay un Papa interesado en saber algo de sus vidas. Por fin alguien sentado en aquel “trono de terciopelo dice que “el excluir“, “el marginar“, “el denunciar“ y “el instilar miedo“ NO son virtudes Cristianas. Por fin se está rompiendo el sistema de castigar a los disidentes y recompensar a los de un seguimiento ciego. Francisco NO pone restricciones sobre enseñar, escribir ni siquiera pensar.

Todavía hay mucho escrito pero muy poco “manos a la obra“. Además, años de escuchar un “NO NO“ continuo ha sido suficiente para que muchos clérigos vieran a la Iglesia “como un entierro“ – para decirlo eufónicamente. Irónicamente, en lugar de la “Buena Nueva“ todavía hay mucho “pesimismo cultural“. “Quejones-píos viviendo en su “Valle de Lágrimas“ pusieron obstáculos en el camino“, dice el Papa. Irónicamente, ahora Papa Francisco “el hombre que manda sobre todo“ está prescribiendo una anárquica risa liberadora.

Cesare Bella encuentra que la sonrisa en sus ojos es lo más difícil de Francisco. Bella es el Maestro en el “Estudio Mosaico“, un taller de piedra al lado de la Casa de Huéspedes de Santa Marta. Bella y Francisco son vecinos, pero su relación todavía no está claro: mientras el Papa mira hacia el futuro le toca a Bella defender la tradición. Su trabajo consiste en hacer un mosaico del nuevo Papa – como ha sido la costumbre desde hace 500 años. La imagen está casi terminada, y Bella se pregunta: “Será posible que a este “Demoledor de la Tradición le caerá verdaderamente bien?“

En el Estudio Mosaico se encuentran trabajando ocho artistas especializados. Sus predecesores habían adornado con gigantes mosaicos de los santos y los ángeles arriba en los gigantescos muros y la cúpula de San Pedro. “Grandes Lecciones“ dadas por medio de pequeños pedacitos de piedra. El estudio huele a polvo y a viejos fragmentos de baldosas, que se mantienen encajonados en filas interminables.

Siempre cuando se elije un nuevo papa, el Estudio Mosaico levanta al caballete una pesada losa redonda de 136 centímetros en diámetro. Para empezar, uno de los artistas trabaja el fondo de oro. Luego se trabaja el rojo, “velo humeral“ papal. Por último, uno de los maestro-artistas se hace cargo de la cara. Para la piel de Francisco, Bella ha utilizado piezas de mate mosaica con doscientos años de antigüedad y de casi un millar de matices. Para sólo las pupilas ha utilizado 70 colores. Como plantilla tenía solamente una foto borrosa. Este papa – que no quiere nada del “culto de la personalidad“ – y que acaba de haber sido solicitado para esto, solamente a regañadientes se permitió ser fotografiado. Él había concedido dos citas con los fotógrafos del Vaticano y cada vez después de unos minutos decía: “ya es suficiente.“

Los artistas del Estudio del Mosaico dicen que les gusta su “nuevo vecino“ especialmente por la acogida positiva que el proyecta. Francisco da la bienvenida a los Guardias Suizos con un apretón de manos; charla con la policía; no permite que le traigan café sino él mismo lo saca de la máquina. Esta semana el Papa echará un vistazo a su retrato antes que se sea insertado al final de la serie de sus 265 predecesores en el San Pablo – un friso de las cabezas el pasado y se perfila hacia el presente. “Precisamente por qué representar a este Papa con esos ojos sonrientes?”.

Esa misma pregunta capciosa se hace el Cardenal Gerhard Ludwig Müller – pero sin sonreírse. Este Alemán Baviera viene de la diócesis de Regensburgo – es el segundo hombre más poderoso en la Iglesia Católica – y el opositor más obstinado de Francisco.