Ha fallecido a los 91 años el politólogo y científico social polaco Zygmunt Bauman, uno de los pensadores más lúcidos e influyentes de nuestro tiempo. Es autor de numerosos libros entre los que cabe citar:
- (2001), La sociedad individualizada, Cátedra, Madrid;
- (2002), La cultura como praxis, Paidós, Barcelona; (2003), Modernidad líquida, FCE, México DF.;
- (2004), La sociedad sitiada, FCE, Buenos Aires;
- (2005), Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, FCE, México DF.;
- (2005), Archipiélago de excepciones, Katz, Barcelona;
- (2006), Vida líquida, Paidós, Barcelona;
- (2007), Vida de consumo, FCE, Buenos Aires;
- (2007), Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores, Paidós, Barcelona;
- (2011), Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global, Fondo de Cultura Económica;
- (2012) La utopía activa. Nueva Visión, Buenos Aires;
- (2013), La cultura en el mundo de la modernidad líquida. FCE, Buenos Aires;
- (2014), ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?. Paidós, Barcelona;
- (2015), Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida. Paidós. Barcelona.
“Líquido” es una de las categorías centrales y de gran riqueza analítica de su pensamiento. Su tesis es que en la sociedad actual todo es líquido, inconsistente, evanescente: la modernidad, los miedos, los temores, el amor, la vida. Las condiciones de vida y de acción y las estrategias de respuesta se modifican con tal celeridad que no pueden consolidarse ni traducirse en hábitos y costumbres.
Nuestro mundo avanza a un ritmo vertiginoso, pero sin rumbo, cambia compulsivamente, pero sin consistencia. No hay tiempo para que las cosas echen raíces. La precariedad es el signo –y el sino- de nuestro tiempo. Siempre hay que estar empezando y terminando. Pareciera que el imperativo categórico fuera estar poniéndose al día constantemente. Las cosas se adquieren y se desechen con una celeridad compulsiva. Las capacidades se tornan discapacidades en un abrir y cerrar de ojos. La apelación a la experiencia es signo de decrepitud. Se impone la velocidad frente a la duración, la aceleración frente a la eternidad, la novedad frente a la tradición, el consumismo frente a la ciudadanía. “El consumidor –afirma- es enemigo del ciudadano” (Vida líquida, 166). Hemos pasado del miedo al cambio al miedo al estancamiento.
La vida líquida se caracteriza, según Bauman, por ser una “cultura del desenganche, de la discontinuidad, del olvido”; una cultura que no educa en la reflexión en profundidad, ni en la actitud de búsqueda, sino en la ojeada fugaz, en dejá vu. No hay convicciones firmes, sólo opiniones diletantes que pueden cambiar de un día para otro, tanto en la política como en el debate intelectual. Cada vez hay menos personas dispuestas a dar su vida por algo o por alguien. Se ha pasado de la figura del mártir a la del héroe como camino más rápido para conseguir celebridad (Bauman, 2006, 57ss).
El martirio, para él, significa solidarizarse con “un colectivo al que la mayoría discrimina, humilla, ridiculiza, odia y persigue”. El mártir “pone la lealtad a la verdad por encima de cualquier otro cálculo de ganancia o beneficios mundanos (materiales, tangibles, racionales y pragmáticos)” (Bauman, 2006, 60). Aquí radica precisamente la diferencia entre los mártires y los héroes modernos. Estos hacen cálculos sobre las pérdidas y las ganancias de sus acciones y esperan obtener beneficios de su sacrificio. Mientras que la muerte de los mártires es “inútil”, no se entiende que pueda existir un “heroísmo inútil”. Aquí convendría recordar la reflexión de Ernst Bloch sobre el héroe rojos en las prisiones nazi-fascistas, coincidente con el análisis de Bauman (Ernst Bloch, El principio esperanza, III, Trotta, Madrid, 2007).
La democracia ha sufrido un golpe de Estado por mor del neoliberalismo, cuyo objetivo es privatizar la esfera pública y eliminar la utopía social. La utopía de la modernidad, dice Bauman, se ha convertido “en blanco y presa de llaneros, cazadores y tramposos solitarios: uno de los muchos trofeos de la conquista y la anexión de lo público a lo privado” (Bauman, 2006, 200). Calificar hoy a una persona, a un colectivo o a un proyecto de utópicos no es precisamente un piropo. Constituye una descalificación en toda regla. La utopía sufre hoy un largo destierro y un maltrato semántico. Se identifica con quimera, fantasmagorería, ilusión, sueño irrealizable, evasión de la realidad, renuncia a las responsabilidades del presente.
Sin embargo, la utopía, liberada de toda mitología, es una categoría mayor de la filosofía de la esperanza y tiene un sentido positivo en tanto proyecto de un mundo justo, que implica la crítica del presente. Es necesaria como imagen movilizadora de las energías humanas, horizonte que orienta y guía la praxis, instancia crítica de la realidad y, en definitiva, motor de la historia (Juan José Tamayo, Invitación a la Utopía. Estudio histórico para tiempos de crisis, Trotta, Madrid, 2012, 147 y 260).
El individuo vive en permanente asedio. Cuanto más se empeña en afirmar su individualidad, más asediado se ve por la sociedad. “La individualidad –dice Bauman- es tarea que la propia sociedad de individuos fija para sus miembros (Bauman, 2006, 31). El auge de la individualidad supuso el debilitamiento progreso de los lazos sociales. ¿En qué consiste entonces el viaje de autodescubrimiento? En una mera feria global de comercio al por mayor de recetas de individualidad. Los elementos auténticamente individuales de cada persona terminan por convertirse en moneda de uso común, en estándares sin valor. Aquí convendría recordar a Antonio Machado para quien es de necios confundir valor y precio.
Vivimos un proceso de fragmentación y de segmentación, de diversidad individual y social. Lo que exige como objetivos políticos y sociales importantes, escribe el intelectual polaco citando a Dominique Simone Rychen, el fortalecimiento de la cohesión social, el desarrollo de un sentido de conciencia y responsabilidad sociales, la interacción con otras personas, el diálogo, la comprensión mutua, la gestión y resolución de los conflictos (Bauman, 2006, 166).
Siguiendo a Hannah Arendt y a Bertold Brecht, llama a nuestra época “tiempos de oscuridad”, en los que se degrada toda verdad a una trivialidad sin sentido y el distanciamiento de la política y de lo público se ha convertido en la “actitud básica del individuo moderno, quien, alienado del mundo, sólo puede revelarse verdaderamente en privado y en la intimidad de los encuentros cara a cara” (Bauman, 2006, 172).
Bauman se pregunta por la posibilidad de convertir el espacio público en lugar de participación duradera, de diálogo permanente, de debate y de confrontación entre el consenso y el disenso, en vez de ámbito de encuentros fugaces y casuales. Su respuesta es que esa conversión sólo es posible creando un espacio público nuevo y global, que se traduzca en una política planetaria adecuada, un escenario igualmente planetario, un análisis global de los problemas provocados a escala global y una responsabilidad realmente planetaria. Ello exige reformar el tejido de las interdependencias e interacciones globales.
Las reflexiones de Bauman no dejan a nadie indiferente. Se compartan o no, dan que pensar. Llevan siempre por veredas inexploradas, no por los caminos del éxito seguro en los negocios. Provocan insatisfacción como punto de partida para cambiar la realidad. Invitan a construir relaciones simétricas, cálidas, duraderas, auténticas, profundas, no mediadas crematísticamente. Los pensamientos de Bauman no acaban en desencanto y apatía. Todo lo contrario. Su libro Vida líquida termina con una llamada a la esperanza entendida como encuentro entre la imaginación y el sentido moral.
La esperanza se resiste, y con razón, a reconocer la jurisdicción “de lo que es” y a someterse al dictamen de la realidad. Es esta, más bien, la que tiene que explicar por qué no siguió el criterio marcado por la esperanza. Y junto a la esperanza, la apelación a la utopía, a partir de la consideración del ser humano como criatura esperanzada según Bloch y de la idea de la ética como filosofía primera según Lévinas. El mundo exterior tiene que demostrar su inocencia ante el tribunal de la ética, no viceversa. Y por el momento no le va a ser posible demostrarla, porque dicho tribunal está sometido al asedio del mercado, que es el mejor ejemplo de inmoralidad.
Intervengo de nuevo en este hilo sólo con el deseo de subsanar cualquier escollo que a partir de mi objeción hecha a Isidoro en días pasados sobre el reduccionismo hubiera podido serle motivo de confusión.
Veamos, es desde la propia fenomenología en donde Zubiri, el pensador vasco, rehace la desprestigiada metafísica de los siglos XIX y XX y lo hace a partir de un análisis distinto de aquel en el cual Husserl analiza los dos polos del conocimiento que como ya señalé en mi comentario anterior son el “nous” como inteligencia y “noema” como realidad.
Es por esta dualidad que Husserl se ve en la necesidad de establecer el reduccionismo en cada uno de estos dos extremos. Pero es porque la inteligencia la toma como facultad y la realidad como el “en sí” de la cosa. Sin embargo esto cambia en la llamada posmodernidad.
Veamos, pues, en qué consiste este nuevo análisis metafísico que Zubiri introduce desde dentro de la propia fenomenología.
La distinción recae sobre estos dos mismos elementos, el nous y el noema, pero ni el primero es facultad ni el segundo realidad “en sí”. El nous, la inteligencia, consiste en ser mera “actualidad” del noema, y por tanto no actúa operativamente como facultad sobre él, sino que en ella, en la inteligencia es donde éste se actualiza. Y en esto consiste el nous, en ser mera actualidad y en esta actualidad concurren los dos elementos, el nous y el noema. Es la aprehensión que antecede a la percepción.
Ahora bien, ni que decir tiene que esto requiere la comprensión de lo que significa el concepto zubiriano de Inteligencia Sentiente en contraposición al de inteligencia concipiente que según él ha sido aquella inteligencia cuyo modo asignado es el meramente conciencial e intencional, el cual era el clásico que venía operando en filosofía desde antiguo tanto en el idealismo como en el racionalismo.
Cogiendo, si se quiere ahora el tema en profundidad bien podría decirse que el concepto tan abarcador que tiene el término “Liquido” en Bouman tiene que ver en gran parte por el hecho de haber dejado en el aire aún sin resolver esta grave problemática que tan someramente acabo de dejar sobre el atril
¡Disculpas… se me escapó la v… B!
mª pilar
¡Gracias Oscar por el “Amor líquido en You.tuve!
pli-mª pilar
Me alegro, estimado amigo Isidoro, que pienses como yo que la responsabilidad de nuestros actos humanos es importante como señal de madurez del individuo y por ende para su repercusión en el orden moral y social de nuestra sociedad..Por eso, como tu mismo señalas, el estudiar la manera de como equivocarnos menos es señal que tomamos muy en serie esta responsabilidad que no es mas que una consecuencia de la ética, ya que sin ella la sociedad se convertiría en un caos…como está pasando actualmente en gran parte del mundo.
Por eso, si tomamos en serio nuestra vida y hacemos examen de ella, y pensamos que no hacemos todas las cosas correctamente ES porque tenemos un sentido ético-moral de nuestra vida…y por tanto ponemos los medios para lograr, con nuestra experiencia y con nuestro conocimiento, ser mejores cada día evitando dañarnos a nosotros y a los demás ¿NO es esto la aplicación de la ética? Porque no sólo nos equivocamos en una ecuación matemática, sino también, y con mucha mas consecuencias, cuando faltamos al respeto que nos debemos a nosotros y a los demás…que podemos quebrantar de muchas maneras diferentes…
Aún los “pastores borrachos” pueden evitar la borrachera ya sea física, psíquica o anímica…pues si evito el peligro…evitaré la caída…Por eso si el borracho habitual, aún sin tuviera la prediposición genética al alcoholismo, si se deshace y hace imposible el acceso a la “botella” no puede emborracharse ni causar los problemas que conlleva la embriaguez, ya sea ésta de una clase o de la otra…Por eso, desde que yo prevengo en el pensamiento o en el deseo “la causa” de mi desorden….ya mi intención está desapareciendo del objeto que me va a producir tantas desgracias en mi vida personal y en la de otros..Para eso tengo que poner los medios adecuados….
Y no cabe duda, Isidoro, que necesitamos de una “guía firme”…y como tu citas, Giegerich tiene razón que es necesario dar una “respuesta real” a lo que es la verdad…Por eso, digo yo, que es necesario que yo acepte un “anclaje” firme que me proporcione un convencimiento íntimo de que mi camino es hacia lo que es correcto…objetiva y subjetivamente…No siempre los “anclajes religiosos” son poco fiables, como dices tu, cuando éstos tienen una buena base y poseen una ética y moral que han salvado de la desesperación a millones de seres humanos a través de los siglo..pues las experiencias son múltiples…y lo que es común a muchos, como positivo, ofrece bastante fiabilidad y probabilidad…Nuestra certeza “humana” y prudencial se basa en “lo que es más probable”…El termino “ética mundial” hasta ahora no se puede definir bien y no ofrece unas normas concretas a seguir..Pero los humanos necesitamos de “principios válidos” que nos ofrezcan “la parte mas segura” por la que debemos caminar..En esta caótica vida, con decisiones humanas cada vez mas difíciles, necesitamos estudiar cual es el camino que nos ofrece la mayor probabilidad de ser útiles y lleva una vida digna y honesta que no represente una carga onerosa para la comunidad….
La Ciencia, no hay duda, que puede ayudar a la Ética y a la Moral, para lograr una vida mas digna para todos…Pero la Ciencia no puede por si sola resolver los grandes problemas existenciales del ser humano…como el psicoanálisis freudiano no ha conseguido eliminar el sufrimiento que vive nuestra especie…Es por eso que el mismo psicoanálisis que inició Freud y la psiquiatría moderna han huído de la frialdad de la mera introspección psíquica pues el ser humano no es simplemente un cuerpo, un intelecto ni una psique, sino que en nosotros existe la capacidad de amar y sufrir…y un propósito que no responde a una mirada impersonal y distante de mis problemas….no basta el análisis intelectual por el que entendemos nuestro desorden…sino que existe una dimensión mucho mas profunda y real que se encuentra en lo mas hondo de nuestro ser humano que es el fundamento de nuestra persona que es fundamentalmente espiritual…que es donde la raíz del desorden reside…Yo puedo tomar tranquilizantes y psicotrópicos, y sin embargo, aunque mi comportamiento puede mejorar, sin embargo, mi problema existencial que es de otra índole persiste…Puedo aliviarme del sufrimiento, pero mi equilibrio interior no se mejora…Es por eso, que la psiquiatría evolucionó un poco mas hacia lo espiritual…y así la psiquiatría moderna tiende mas a la curación por el espíritu que lo simplemente analítico…Tenemos desde Carl Jung, psiquiatras y cientificos que han desarrollado este forma mas apropiada a nuestra estructura humana..como Raymond Moody, Elizabeth Kübler-Ross, Karlis Osis, Sir William Fletcher, Victor Frankl etc. La curación se encuentra en el alma pero es la fe la que nos salva…
Un abrazo Santiago Hernández
Gracias por el enlace, Oscar!
Hombre, Iñaki!! Estupendo! este verano me leí este libro que dices de Zubiri es el último que se ha publicado y hace sólo unas días que he recibido de la Fundación un esplendido libro escrito por Diego Gracia, biólogo y discípulo de Zubiri en el que se propone una revisión actual del pensamiento de Zubiri profunda y detallada.
Lo que sí te diría es que no decaigas en el intento de interpretarlo adecuadamente pues no es fácil su lectura pero con paciencia se extraen verdaderos frutos…ánimo amigo!
amor líquido
https://www.youtube.com/watch?v=t5Kci_NLmyI
Considerando primeras lecciones las recibidas de M. Luisa, Isidoro y demás atrieros, he decidido enfrentarme más directamente con Bauman y Zubiri. No se si voy a empezar la casa por el tejado, pero el caso es que han caido en mis manos “La ceguera Moral” de Z.B. y “Estructura de la Metafísica” de X.Z. Van a ser un buen test a mi capacidad de comprensión. Si me estrello, pediré sopitas.
No es que hayan, con respecto a la realidad , dos tipos de reduccionismos clasificándolos en uno bueno y el otro malo, sino que un reduccionismo versa sobre el sujeto y el otro sobre el objeto, es decir, aquella reducción que Husserl aplicaba al “nous” (inteligencia) y al “noema” (realidad).
Sobre el reduccionismo, hay que decir que es inevitable en cualquier modelo de la realidad que nos hagamos: el mapa siempre es menor que el territorio. Pero como en el colesterol, hay, dos reduccionismos, el bueno y el malo.
El reduccionismo bueno, es el que está hecho a perfecta escala de la realidad, (sería el ideal), como una maqueta realista de la realidad. El malo es el que es parcial, y que aunque proporciona cierta información, deforma la visión de dicha realidad. La pata de un animal, nos da una información muy parcial de las características totales del animal.
Por otra parte, amigo Santiago, el problema ético mundial, yo creo que no es la aceptación de la responsabilidad de nuestros actos, que yo creo, que la tenemos, sin ninguna duda cada uno, si queremos ser unos individuos mínimamente maduros.
El gran problema ético mundial, o personal, es cómo conseguimos, equivocarnos cada vez menos y no cada vez más. Me recuerda una frase ya citada, que decía, que la sabiduría, es equivocarse, y equivocarse y equivocarse. Pero cada vez menos, y menos y menos.
Lo que Bauman dibuja, es una sociedad de individuos adolescentes e inmaduros en general. Pero ese no es el gran problema. El gran problema que atacaba Bauman es que los dirigentes culturales de esa sociedad, al perder pie y anclaje en nada firme, serían como pastores borrachos. El rebaño necesitará siempre una guía de alguien que sepa donde va. Si el pastor no lo sabe, el rebaño, anda “descangallado”, sin norte, dando tumbos.
Si nos desprendemos de anclajes religiosos, por poco fiables, y tampoco acudimos a la Ciencia, solo nos queda intentar crearnos arbitrariamente de una “Ética Mundial”, que nos guíe. Pero como decía Giegerich, “la ética no sirve de nada si no está respaldada y autorizada por una respuesta real a la cuestión de la verdad”.
Y esta respuesta no puede basarse solo en convenciones buenistas sobre unos autoconcedidos derechos humanos, creados “ex nihilo”, sin ningún apoyo estable de la Ciencia, (en este caso de la ciencia del comportamiento = la Psicología).
El rápido crecimiento de la psicología que es una ciencia que ha nacido y crecido en solo los últimos 150 años, y que con el apoyo de la neurobiología moderna, se está poco a poco cimentando, explica, esta ignorancia de la Ciencia en estos temas “morales”.
Pero si de algo cada vez sabemos más y mejor es de comportamiento humano, y habría que tenerlo en cuenta. Por eso yo creo que psicólogos y terapeutas son los gurúes del futuro. Los mejores “filósofos del siglo XX, han sido psicólogos o han ejercido como tales.
Pondré un ejemplo puntual del asunto tratado. En mi opinión uno de los grandes problemas de la humanidad está en la superpoblación mundial, que está detrás de muchos de los problemas económicos, migratorios y de crecimiento de la desigualdad, por el efecto de la oferta y la demanda en el mercado de trabajo, (sobre todo en el de las personas de menos formación).
Pues la humanidad contempla este problema paralizada, sin hacer ni decir absolutamente nada, por las reticencias hacia el control de la natalidad, porque en su momento se estableció que tener todos los hijos que se quiera, es un derecho humano.
Hoy día con los conocimientos que tenemos de los perversos efectos psicológicos y de todo tipo del crecimiento de un niño en ambientes de gran miseria y carencias, sabemos que hay unos derechos del niño, que se contraponen con los supuestos derechos humanos de los padres.
Hay razones científicas para fundamentar y urgir, (por el bienestar de los niños nacidos), el control coercitivo a la natalidad por parte de la sociedad, (que es la responsable subsidiaria del bienestar del niño), y no solo el control de natalidad voluntario de los padres.
Es un ejemplo más (y muy importante), de que mientras no caminemos apoyándose en los conocimientos de la Ciencia, los esfuerzos morales de la sociedad, están construídos sobre cimientos “líquidos”, sin estabilidad, sólo apoyados en “la buena voluntad” y las buenas intenciones, con los que sabemos está empedrado el camino del infierno.
Hace algunas semanas, el amigo Iñaki S. S., me hizo una petición indirecta, (que yo por las circunstancias o por estar en otro temas desatendí), cuando insinuaba que no acababa de entender en qué podía influir o favorecer, la comprensión del proceso evolutivo en que está embarcada la humanidad, en la favorable resolución de tantas situaciones injustas y desgraciadas que suceden en la actualidad.
Una alusión reciente al tema del proceso evolucionario, del mismo Iñaki, (en el hilo de los sacerdotes casados), me ha recordado mi deuda. Y querría señalar el mensaje de esperanza que la comprensión de este proceso, nos puede aportar.
Y esta esperanza es por dos motivos. El primer motivo es de tipo general, casi metodológico. Cuanto mejor conozcamos una realidad, y el modelo de ella que tengamos sea más ajustado y realista, luego, tenemos mucha más facilidad para resolver los problemas que se puedan presentar en esa realidad. Un mal diagnóstico, entraña malas estrategias y peores tácticas: desastre asegurado.
Y el segundo motivo es más directo, y proviene de las características del proceso en que estamos embarcados, que al ser un proceso dinámico, y perfeccionador en sí mismo, nos ayuda en la esperanza.
En vez de pensar, con una visión estática de la situación, que la humanidad, es un pozo de imperfecciones, de errores, de vicios, de miserias, etc., y que por tanto como decía Kant, “con el tronco torcido de la humanidad, es difícil hacer algo recto”, lo que contemplamos, es que estamos embarcados en un proceso evolutivo de la especie, (dentro del proceso general del Universo), superador de todas esas miserias y defectos, en el que transcurso del cual, poco a poco, iremos cambiando los humanos, y con ello cambiará la organización de la sociedad.
Es una magnífica noticia, un buen “evangelio”. Y de hecho yo creo que es la misma buena noticia que anunció Jesús: que en esta humanidad llena de miserias, estaba en marcha un proceso de creación del “Reino de Dios”, (“el Reino ya está en medio de vosotros”), y que al principio era diminuto como una pequeña semillita, pero que se iría expandiendo hasta convertirse en un árbol frondoso, en el que se posarían los pájaros del cielo.
A mí en particular, el que la Ciencia, venga a confirmar, algo que predicó Jesús hace 2.000 años, me supone un indicio muy fuerte de verosimilitud, y de que no es un mero espejismo del deseo. Que no es eso de que el hambriento con pan sueña. ¡Oj-Alá!.
Gracias Isidoro….pero, por supuesto, que podemos verlo todo en la clave que queramos…Ver nuestra realidad en clave informática, computerizada, de ordenador…o simplemente zoológica, biológica, físico-química, científica, política, filosófica, religiosa..etc…..Pero nosotros no somos solamente una amalgama de material organizado, ni un simple software, ni somos departamentos, ni máquinas, ni probetas de laboratorio, ni animales primates, ni un conjunto de órganos accidentales, ni puro pensamiento, ni siquiera ángeles,… sino que somos plenamente diferentes..por tanto, somos humanos y esto implica un eclecticismo y una complejidad original y singular…Seguiremos siendo con Agustín de Hipona una incógnita…la incógnita del ser humano…
Al mismo tiempo, debemos ir huyendo del reduccionismo para hacernos cada vez mas eclécticos para evolucionar mejor buscando una apertura a todo conocimiento que nos permita ver un poco más de nuestra realidad, la que nunca podremos abarcar totalmente en esta vida terrestre, por mas que lo intentemos con los esfuerzos de la ciencia del conocimiento en general. Sigo a María Corbí cuando nos dice “¡Cuánto nos queda por conocer y sentir…!.” Pero no creo que es tarde para nosotros…ni específicamente tarde para mí…En realidad para los que buscamos la verdad, con tu cita, “el sol esta conmigo”….tenemos todavía mucho trecho por andar…y sufrir muchos altibajos para poder entendernos un poquito más…Mi profesor de psicoanálisis en la Facultad nos decía que después de estar él mas de 20 años en la enseñanza y de práctica sólo en ese tiempo empezaba a entender algo de los mecanismos inconscientes y conscientes que componen nuestra psique…Por supuesto, aquéllo no era oír algo halagador…pero entonces pensábamos que también nosotros algún día podríamos adquirir algo de su sabiduría docente y aplicada…Esto fué hace ya bastante tiempo…y ahora tengo que analizarme bien para calibrar que grado de conocimiento de mi mismo y de mi realidad externa he adquirido en los avatares de la vida que me ha tocado vivir hasta el día de hoy…como les pasa a todos los humanos que ya no somos jóvenes…
Por otro lado, Isidoro, el problema ético mundial actual es la aceptación de la responsabilidad de nuestros actos , sean buenos, malos, indiferentes, o indeterminados…ya que no es posible soslayar mi inherente compromiso conmigo mismo y con los seres humanos que me rodean por mi obligada interacción social…..Alguien tiene que aceptar la realidad de una actuación que tuvo consecuencias…o la sociedad se vuelve cada vez menos humana, mas irracional y caótica…¿No es el panorama actual que estamos presenciando? y lo que, precisamente, coincide con el pensamiento de Bauman…Sin embargo, yo dije que era optimista o lo sigo siendo…si empezamos por la raíz, yendo, pues, al origen de la causa…
Un saludo cordial Santiago Hernández
Parece atractivo el uso metafórico del concepto físico de liquidez aplicado al amor, a la vida, al miedo… Es posible que, en su origen, tenga su puntito místico. No lo sé, tendría que leer al autor directamente, sin que intermedien recensiones.
Sí me gustaría llamar la atención acerca de la necesidad de la deconstrucción de las ideas, de los prejuicios (supongo que el concepto de “liquidez” implica el concepto de deconstrucción). Gracias a ella, la sociedad cambia. Por ejemplo, gracias a la deconstrucción del patriarcado, las mujeres están en el camino de conseguir la igualdad. O gracias a la deconstrucción de un dogma previo, el CVII aceptó la posibilidad de la salvación fuera de la iglesia. Etc.
Quiero llegar a que, a pesar de los nuevos problemas problemas que plantea nuestra sociedad actual, tiene muchas cosas buenas: nunca antes había habido tantos países con democracia -al menos democracia formal-, nunca se habían estimado tanto los derechos humanos o las libertades civiles. Nunca las mujeres habían alcanzado el grado de igualdad que ya hay en estos momentos (y sigue aumentando la igualdad) o nunca los homosexuales habían visto reconocidos sus derechos. La separación de las iglesias y los estados, al menos en Europa, nunca había sido tan patente como en la actualidad. Nunca como hasta ahora la mayor parte de la población puede, si lo desea, estar razonablemente bien informada de lo que pasa en su país y en el mundo, pues con solo encender el ordenador puede acceder a una cantidad impresionante de información.
En fin, que el mundo actual es difícil de gestionar, pero yo no creo que sea peor que cualquier mundo del pasado.
Hola!
Por lo que vengo lecto-informándome de lo de don Sigmund, voy teniendo el parecer de que:
1- este señor funciona como un “ventrílocuo” de nosotros, porque:
a) se da cuenta de lo-que-nos-pasa, y
b) dice lo que nostros no sabíamos decir.
Por eso es que al leer-escuchar-lo nos resulta tan fácil comprender-lo (porque en ello nos-comprendemos)
……………..
2- el “decir” de Bauman tiene “estilo” dramático-descriptivo porque es “lo que le pasa y hace la Gente-protagónica. Y esto es “se vende como pan calentito”.
……………..
3- el “decir” de Bauman es, además, “sistemático”: tiene “principios” (sencillos y vitales), y “órdenes”, que los encuentra actuantes en los variados ámbitos en que nos encontramos viviendo.
……………..
4- En cuanto a que deja un potencial “quantum” de Esperanza pienso que hay algo de eso. Porque un buen Diagnóstico es imprescindible.
Pero la Esperanza para ser valedera tiene, además, que proveer
a) las “Ganas” (palabra tan vaga como decir “Energía” ¡que queda tan bien!), y
b) la “Disciplina” capaz de estructurar las fluencias líquidas por nuevos mapeados-cauces.
Y estas a estas dos “pre- y pro-visiones no veo que el tipo se haya animado a adelantanos mucho, aunque sí un “deseo” enorme: pero del “deseo” al “querer” median esas dos condiciones.
…………………
¿Tal vez, no?
¡Voy todavía! – Óscar.
Isidoro, este último comentario todavía no lo he leído pero los dos que le anteceden y que le envías directamente a Santiago estoy completamente de acuerdo contigo
Wolfgang Giegerich, (La Vida Lógica del Alma):
“En esta era es precisamente la psicología la que tiene la tarea de proporcionar un asilo para una presencia real de la noción de ver-dad.
Todo lo demás parece haber abandonado la verdad: las ciencias por supuesto y por definición, pero también la teología, la psicología personalista, el esoterismo New Age, el posmodernismo, el fundamentalismo, incluso el arte y la filosofía, cada uno de modos y aspectos muy diferentes.
Debido a que en nuestro mundo se siente dolorosamente la desintegración de todos los valores y la disminución de cohesión social, parece no haber mejor respuesta a esta desintegración que hacer una de dos:
1. o bien refugiarse en posiciones fundamentalistas reaccionarias, sosteniendo estos o aquéllos dogmas muertos cuya previa verdad viviente se sustituye con el propio fanatismo subjetivo, o
2. se intenta revitalizar la disciplina filosófica de la ética, y crear todo tipo de nuevos institutos para la investigación ética, sin advertir que la ética no sirve de nada si no está respaldada y autorizada por una respuesta real a la cuestión de la verdad. (Entiendo yo, que apoyándose en la Ciencia = búsqueda del conocimiento de la realidad) I.G.
Pero esta era no quiere la verdad. Aparte de la ganancia rápida, quiere una avalancha de información, imágenes, estímulos, sentimientos, acontecimientos y por supuesto procesos automatizados.
Nuestra era disfruta “deconstruyendo” sistemáticamente toda nuestra tradición metafísica (“logocéntrica”) y nuestra herencia cultural a medida que se desplaza felizmente hacia la “realidad virtual”, que es una realidad que está absolutamente vallada, porque es absolutamente libre de toda verdad”.
Amigo Santiago: Yo creo que la diferencia entre la enfermedad psíquica y la malicia, estriba en que la enfermedad mental, es un mal funcionamiento del sistema operativo general, (p.e. Windows).
Mientras que la malicia, supone que los programas de datos con los que operamos, contienen datos erróneos, y/o mal ordenados en nuestra escala personal, por mal discernimiento de su importancia, t todo ello por un defectuoso conocimiento de la realidad.
Mariá Corbí, (El camino interior): “¡Cuánto queda por conocer y sentir, y qué tarde es! Delante de mí está desplegada una maravilla sin fin. Se me ha ido la vida apartando los obstáculos a la visión que la cultura y la religión han ido acumulando.
Este viejo desbrozador, ¿tendrá tiempo para ver y sentir algo de lo mucho que hay? ¿Es ya tarde para mí?.
Dice Rûmî: ‘cuando el sol está conmigo, ¿qué es tarde?’”.
Gracias amigo Isidoro por citarme y por tu comentario. En el lado positivo estoy contigo en el optimismo pues yo también lo soy, no solamente en deseo sino en la acción. Pero el hecho de ver la realidad actual mundial no me hace necesariamente, ni a mi ni a otros, moralista. Es obvio que la conducta humana puede ser, y es, muchas veces, errónea, producto, no de una una enfermedad involuntaria, sino de una decisión equivocada pero deliberada de la voluntad. Sin esta conciencia de que hacemos mal no seríamos responsables de nuestra acciones pero la conciencia universal ha reconocido desde tiempo inmemorial que hay ciertas faltas donde la justicia requiere una reparación y una enmienda que el bien comun requiere para el orden social. Y cuando fui, por un tiempo médico “en rotación” por psiquiatría mi jefe distinguía entre la enfermedad mental y la malicia responsable de ciertos crímenes, puesto que ambas pueden coexistir.Por eso, muchas veces se llama a un psiquiatra a un juicio legal para establecer la competencia, o sea, el grado de responsabilidad del acusado, presunto enfermo mental.
Por otro lado, estoy contra la nicotina solo porque considero que es un peligro para la salud, y, por supuesto,contra conducir en estado de embriaguez y mucho mas si la intoxicación es por marijuana!!! Esto toca con la salud y atenta contra la sociedad primariamente, pero sería un problema moral si no trato de evitar las consecuencias…Por eso, el hecho de fumar, actualmente, no es tan simple como parecería a simple vista…
De otra manera también coincido contigo en que es necesario madurar con el tiempo. La vida en si es la gran Maestra que nos enseña a ser pacientes, humildes y a esperar. La esperanza es una característica de la fe cristiana. Es esta verdad la que nos libera de toda nuestra angustia vital y nos abre de par en par a esperar en un mundo mejor. Y es esta verdad la que nos libera de las ataduras del mal y nos conduce por el camino del bien hasta llegar a la felicidad trascendental donde, por fin descansaremos de los avatares de esta vida. Solo existen 2 caminos a escoger.
Un saludo cordial. Santiago Hernández
Amigo Santiago: Planteas la visión clásica y tradicional de la situación actual de la humanidad. Y curiosamente esa visión coincide casi al 100 %, con la visión más ultraprogresista, que en el fondo es igual de clásica y tradicional.
Porque ambas perspectivas parten de la idea “moralista”: los problemas vienen de que el hombre se porta mal y cae en el individualismo, el egoísmo, el consumismo, el relativismo, el solipsismo,… (¡y encima muchos de ellos… fuman!).
Dices: “Sin esta iluminación de la fe que se recibe desde fuera, el ser humano es abandonado a sus propios recursos y, a pesar de que esto implica inmensas posibilidades, perderá su orientación fundamental inscrita en su ser…”.
La fe, admito que es una iluminación. Lo malo es que viene envuelta en toda una serie de amalgama de condicionantes culturales, muchos de ellos erróneos y otros banales, que hace falta ser un “superhombre”, (un “santo autorrealizado”), para seguir una religión sin quedar amarrado y paralizado por la ganga adherida de cada espiritualidad o religión.
La reacción del hombre en su proceso evolutivo cultural, fue desembarazarse de dichas ataduras, y optar por la autonomía propia. Y entonces se nos abre toda una panoplia de posibilidades de elección, que realmente nos abruman y nos emborrachan y alienan.
En dicho proceso evolutivo de niños a seres maduros, pasamos por ese estadio odioso, (que todos los padres temen), que es la adolescencia, esa terrible “edad del pavo”, en la que hacemos todas las tonterías y rebeldías que podemos y más.
No sabemos casi nada y creemos que lo sabemos todo. Todo está a nuestro alcance, pero desaprovechamos las oportunidades por falta de conocimiento. No somos malos, somos ignorantes.
Nos pasa como en esos chistes de que te encuentras una botella con un genio dentro, que te concede tres deseos. Nos quedamos tan asombrados por la situación, que al final, ninguno de los deseos que pedimos vale para nada, y encima quedamos como unos imbéciles.
Bauman lo dice así: “Hoy la cultura no consiste en prohibiciones sino en ofertas, no consiste en normas sino en propuestas. Tal como señaló antes Bourdieu, la cultura hoy se ocupa de ofrecer tentaciones y establecer atracciones, con seducción y señuelos en lugar de reglamentos, con relaciones públicas en lugar de supervisión policial: produciendo, sembrando y plantando nuevos deseos y necesidades en lugar de imponer el deber”.
Hay quien se queda encasquillado en una eterna edad del pavo, constantemente enojado con el mundo, extrañados y enfadados de que el mundo no les obedezca, y de lo malo que es casi todo el mundo, menos él. Pero yo quiero ser optimista, y espero que la madurez nos vaya acogiendo, sin saber cómo, poco a poco, con la ayuda del tiempo, y de ese instinto natural universal, que nos desarrolla, sin saber y casi sin querer, y hace que una mínima semilla se convierta en un gran y frondoso árbol.
Zygmunt Bauman: la crítica como llamado al cambio
Es muy actual el artículo de J.J. Tamayo exponiendo la realidad que estamos viviendo en el mundo de hoy…Es como si la sociedad de los últimos siglos haya contrapuesto el enorme avance tecnológico sometido al “asedio del mercado”,…al retroceso de la ética como “filosofía primera”, del humanismo y del personalismo…Por eso no sólo se ha dicho que son “tiempos de oscuridades” los presentes, sino que ésta es una “sociedad a la deriva” con plena falta de referencias sólidas, de valores absolutos, abierta a un hedonismo desenfrenado junto con un consumismo injusto, y en un relativismo que reduce toda normal “al antojo” del individuo…
Por supuesto, no ha sido cosa de un día…En los últimos siglos se quiso abandonar la filosofía realista para embarcarnos en el idealismo donde la razón se ha dirigido hacia sí misma, haciéndose cautiva dentro de sus propios límites donde sólo es posible encontrar las ideas que genera para su capacidad de preguntar existencialmente, encerrándose ella misma dentro de nuestro ser que le priva de su objeto principal…Pero no todo puede estar supeditado a la pura razón…porque entonces ya no conocerá límites…querrá controlarlo todo, abarcarlo todo y rechazará como inútil o contraria a su libertad toda referencia ético-moral…No habrá nadie que pueda enseñarle algo para mejorar el ser….o frenar sus desviaciones…
A partir del siglo XVIII la razón intenta independizarse de la fe…Sin esta iluminación de la fe que se recibe desde fuera, el ser humano es abandonado a sus propios recursos y, a pesar de que esto implica inmensas posibilidades, perderá su orientación fundamental inscrita en su ser y se creerá a si mismo un “semi-dios”, si no, un “dios” completo…. PERO si yo soy un dios, ¿para qué necesito de que alguien o algo me enseñe un conocimiento o una norma?…Como dios que soy en mi deificación progresiva, cósmica y universal, puedo llegar a saberlo todo y llegar a la perfección suma. He aquí una falacia que desconociendo la constitución fundamental del ser humano, nos conduce a la concepción materialista del mundo prescindiendo del papel preponderante de nuestro espíritu..
Por eso no podemos extrañarnos que el mundo haya perdido la brújula que lo debe orientar…Nos hemos convertidos en deidades…rechazando la Deidad primaria…y ni siquiera nos damos cuenta del mal que hacemos, ni siquiera del Holocausto de los nazis, ni las atrocidades,ni los genocidios de los últimos tiempos…Nos sumimos en las tinieblas sin ninguna referencia a algo que está fuera de “nosotros mismos”, en un acto centrípeto en el que nos buscamos constantemente….Por eso, en las “tinieblas de la mentira” ni siquiera podemos constatar que podemos hacer mal, y que de hecho lo hacemos…con todas las consecuencias que vemos en los medios de información diarios….sin que ya nadie se sorprenda mucho…
Sin embargo, concuerdo con el Papa Francisco, y con Antonio, que a pesar de todo, estamos aquí en nuestro “hoy”, no en el eterno presente divino, sino en nuestra humanidad viviente y doliente…y que a pesar de que esta vida “líquida” y loca parece que se nos escapa, es una esperanza que todavía podamos mantenernos existiendo en nuestra realidad…Como Bloch señala somos “criaturas esperanzadas” y que nuestro futuro también depende de este presente…en una escatología puramente cristiana…No rechacemos ésto, y por el contrario, aprovechémonos de todos los enormes avances de la ciencia y de la informática para recorrer paso a paso el camino del conocimiento general y aplicado, que nos permita también incorporar y abrirnos a una fe informada en el amor con el sello indeleble de la ética evangélica cristiana..
Un saludo cordial Santiago Hernández
Muchas gracias por este artículo a su autor y a Atrio por hacerlo posible. Os comento por mi parte.
Ha habido y sigue habiendo cada vez más confusión entre el atractivo que se nos ofrece acerca de la individualidad, pero como perversión y alienación del individuo, vía consumo imparable y acaparamiento de bienes y conocimientos líquidos e inconsistentes en busca de su heroicidad existencial, y la riqueza del conocerse uno mismo para estar abierto a los otros con plena autonomía, responsabilidad y consciencia, haciendo y dejando que seamos todos Uno, parte y todo, en la diversidad.
Por otra parte, quiero recordar algunas frases del pasaje evangélico de hoy, Mc 2, 1-12, bueno ya ayer, que me dice mucho más cada día:
-¿Qué es más fácil, (pregunta Jesús) decirle al paralítico: “tus pecados quedan perdonados” o decirle “levántate, toma la camilla y echa a andar”?
Esta ruptura incomprensible e inimaginable en tiempos de Jesús, trastoca y derrumba con extrema sencillez, pero con firmeza, a la autoridad y a la vacuidad de la Ley. En aquellos tiempos la observación y la experiencia en la vida diaria bastaba, para ver las incoherencias, la inteligencia daba convencimiento y generaba sabiduría y fuerza para la responsabilidad y la compasión amorosa.
Hoy día la inteligencia y la información privilegiada hace su marcha, desgraciadamente, por otros caminos que va diseñando con antelación. Se adelanta poniendo zancadillas, creando discordias, distracción y vacío de sentido para la dependencia y compulsión. Afortunadamente hay quiénes saben ver a través de tanta vorágine de intereses, porque prima en esas personas lo que experimentan por ellas mismas y en ellas mismas, la atención que observa la vida, mucho más que el bombardeo interesado exterior.
Ya hemos comprobado y seguimos comprobando que cuando la ley se absolutiza para proveerse más y más poder sin restricción, de unos pocos sobre la mayoría, se vuelve ciega parapetándose más y más. Entonces, ni el conocimiento ni la práctica de la ética vale, se presente como se presente, – ya que se la ve desde fuera y tras la barrera, por la fuerte tendencia, que teje la ley a separar y desechar lo no propio e interesado del poder, sea éste el que sea- al provenir aquella de un convencimiento profundo, íntimo e incondicional y sostenerse en una cosmovisión mucho más amplia y abierta, realidad no líquida ni calculada, que de fondo sostiene al ser humano, atento a lo que es y a quién es, y sin ella no sería el que es, hoy y siempre: anhelo de esperanza que confía en el regalo continuo de la vida.
Buenas noches.
Dice Castillo, que Bauman dice, (yo no lo he leído), que “nuestro mundo avanza a un ritmo vertiginoso, pero sin rumbo”, y yo creo que esa idea es el gran error de Bauman, y con él, el gran pecado de la postmodernidad.
Nuestro mundo avanza a un ritmo vertiginoso y con un rumbo, que es el que hay que descubrir. El historicismo es la “ciencia” que intenta explicar el sentido de la historia, los factores que influyen en su trayectoria.
Es verdad que el historicismo es muy discutido entre los humanistas, y muchas veces con razón, pues en las especulaciones filosóficas y antropológicas, hay mucha arbitrariedad y mucho sesgo ideológico, sin indicios suficientemente claros.
Y por ello, los que no caen esas especulaciones historicistas, caen naturalmente en la desesperanza, en la jeremiada, y en un lloriqueo contínuo, al constatar lo mal que va todo, y lo poco que sabemos de por qué.
Nos da la impresión de que la historia es una sucesión de cuadros y hechos, que se van sucediendo como en una película muda. En ellas entre escena y escena se ponía un letrero en el que se explicaban las situaciones, y así se encontraba un sentido al discurso-relato. Pero en la historia no hay letreros explicativos.
Para intentar vislumbrar ese relato soñado, que nos explique cómo hemos llegado desde nuestros inicios hace unos 200.000 años, hasta aquí, explicando las fuerzas y tendencias que han intervenido en la historia, solo tenemos dos ejes, o hilos de Ariadna: o la mitología religiosa, o la Ciencia antropológica.
El gran problema de la inmensa cantidad de humanistas, es que no conocen los suficientemente bien, las Ciencia, y más aún, la filosofía de dicha Ciencia. La hiperespecialización de los eruditos, ha producido una fragmentación del conocimiento que “amenaza con devenir hegemónica. Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio”, (en palabras de Bauman).
De esta forma, todos los pensadores de hoy día se ven enfrentados con “una maraña de dilemas que causan más confusión que pistas ofrecen…”, (Bauman), dilemas, contradicciones o aporías, que es preciso conjuntar, realizando una “conjunción de opuestos”, para lo que hay que conocer bien la situación presente y las leyes que la dirigen, y enfrentarse al escalón superior, con sus nuevas dificultades.
“Si no existe una buena solución para un dilema, si ninguna de las actitudes sensatas y efectivas nos acercan a la solución, las personas tienden a comportarse irracionalmente, haciendo más complejo el problema y tornando su resolución menos plausible”, dice Bauman.
En resumen, se necesita un relato científico, que nos haga comprender las fuerzas que nos han traído hasta aquí, y así poder enfrentarnos con un buen plan, a las dificultades presentes y futuras.
¿Cuál es ese relato científico?. Yo particularmente creo, que el evolucionario, que está muy teñido de determinismo tecnológico. Las tecnologías que utilizamos influyen en nuestra manera de pensar, y esto a su vez, influye en nuestra organización social.
El mismo Bauman, explica muchos de nuestros males presentes, con las nuevas tecnologías de la información, que por una parte facilitan mucho el conocimiento, pero por otro pueden ser una trampa mortal.
“Es estéril y peligroso creer que uno domina el mundo entero gracias a Internet cuando no se tiene la cultura suficiente que permite filtrar la información buena de la mala para el consumo, y todas ellas en competencia por la atención insoportablemente fugaz y distraída de los potenciales clientes”, (cada vez mas reducida con los nuevos medios).
¡Gracias por este art.!
Creo que a pesar de los pesares:
¡Hay que avivar la Esperanza, en un mundo enfermo y vacío de valores!
mª pilar
Hola!
ELOY, en su interesante Comentario, nos dice:
1) -“Zygmunt Bauman, comienza estableciendo una cautela sobre el ámbito de aplicación de su reflexión, pues comienza diciendo: ‘Al menos en la parte “desarrollada” del planeta …’”-
Para más luego preguntarse:
2) -“¿Quizá tenemos mucho que aprender de la parte “no desarrollada del planeta”?-
……………………
Es ahora, entonces, que vuelvo a reclamarle al Cumpa Juanjo (luego de sus des-cataratamientos oculares) que amplíe la honestidad de sus planteamientos.
Nótese que lo de Ortega (anterior) se refería a Europa (‘Al menos en la parte “desarrollada” del planeta …’)
Pero Juanjo hace tiempo que se ha recorrido lo que ELOY plantea: la parte “no desarrollada del planeta. Me refiero a América latina.
Quedo a la escucha, si es que ya está mejorado del súper-resfriado ataque.
¡Vamos todavía! – Óscar.
Hace ¡93 años!
……………….
EPÍLOGO SOBRE EL ALMA DESILUSIONADA
(OC3,228-30) (agregado al Artículo “El ocaso de las revoluciones” –1923-)
(1- ¡CHAU REVOLUCIÓN!)
El tema de este ensayo se reducía a intentar una definición del espíritu revolucionario y anunciar su fenecimiento en Europa.
* Pero he dicho al comienzo que ese espíritu es tan sólo un estadio de la órbita que recorre todo gran ciclo histórico.
* Le precede un alma tradicionalista,
* le sigue un alma mística, más exactamente, supersticiosa.
* Tal vez el lector sienta alguna curiosidad por conocer qué sea ese alma supersticiosa en que desemboca el período de las revoluciones.
…………………
(2- EL ALMA TRADICIONALISTA)
El alma tradicionalista es un mecanismo de confianza,
* porque toda su actividad consiste en apoyarse sobre la sabiduría indubitada del pretérito.
* El alma racionalista rompe esos cimientos de confianza con el imperio de otra nueva: la fe en la energía individual, de que es la razón momento sumo.
* Pero el racionalismo es un ensayo excesivo, aspira a lo imposible.
* El propósito de suplantar la realidad con la idea es bello por lo que tiene de eléctrica ilusión, pero está condenado siempre al fracaso.
* Empresa tan desmedida deja tras de sí transformada la historia en un área de desilusión.
………………….
(3- DESMORALIZACIÓN = LIQUIDEZ)
Después de la derrota que sufre en su audaz intento idealista,
* el hombre queda completamente desmoralizado.
* Pierde toda fe espontánea, no cree en nada que sea una fuerza clara y disciplinada.
* Ni en la tradición ni en la razón, ni en la colectividad ni en el individuo.
* Sus resortes vitales se aflojan, porque, en definitiva, son las creencias que abriguemos quienes los mantienen tensos.
* No conserva esfuerzo suficiente para sostener una actitud digna ante el misterio de la vida y el universo.
* Física y mentalmente degenera.
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(4- LICUACIÓN del VERTEBRADO)
En estas épocas queda agostada la cosecha humana, la nación se despuebla.
* No tanto por hambre, peste u otros reveses, cuanto porque disminuye el poder genesíaco del hombre.
* Con él mengua el coraje viril.
* Comienza el reinado de la cobardía
* —un fenómeno extraño que se produce lo mismo en Grecia que en Roma, y aún no ha sido justamente subrayado.
* En tiempos de salud goza el hombre medio de la dosis de valor personal que basta para afrontar honestamente los casos de la vida.
* En estas edades de consunción, el valor se convierte en una cualidad insólita que sólo algunos poseen.
* La valentía se torna profesión, y sus profesionales componen la soldadesca que se alza contra todo el poder público y oprime estúpidamente el resto del cuerpo social.
* Esta general cobardía germina en los más delicados e íntimos intersticios del alma.
* Se es cobarde para todo.
* El rayo y el trueno vuelven a espantar como en los tiempos más primitivos.
* Nadie confía en triunfar de las dificultades por medio del propio vigor.
* Se siente la vida como un terrible azar en que el hombre depende de voluntades misteriosas, latentes, que operan según los más pueriles caprichos.
* El alma envilecida no es capaz de ofrecer resistencia al destino,
* y busca en las prácticas supersticiosas los medios para sobornar esas voluntades ocultas.
* Los ritos más absurdos atraen la adhesión de las masas.
* En Roma se instalan pujantes todas las monstruosas divinidades del Asia que dos siglos antes hubieran sido dignamente desdeñadas.
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(5- CAMBALACHE: VERSE en el ESPEJO de la VIDRIERA)
En suma:
* incapaz el espíritu de mantenerse por sí mismo en pie, busca una tabla donde salvarse del naufragio y escruta en torno, con humilde mirada de can, alguien que le ampare.
* El alma supersticiosa es, en efecto, el can que busca un amo.
* Ya nadie recuerda siquiera los gestos nobles del orgullo, y el imperativo de libertad, que resonó durante centurias, no hallaría la menor comprensión.
* Al contrario, el hombre siente un increíble afán de servidumbre.
* Quiere servir ante todo:
– a otro hombre,
– a un emperador,
– a un brujo,
– a un ídolo.
– Cualquier cosa,
* antes que sentir el terror de afrontar solitario,
* con el propio pecho, los embates de la existencia.
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Tal vez el nombre que mejor cuadra al espíritu que se inicia tras el ocaso de las revoluciones sea el de espíritu servil.
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Cada vez sabemos más cosas, y podemos acceder a casi todo. Una simple consulta en Google, ahorra muchísimo tiempo que antes se utilizaba en consultas a Enciclopedias, y búsqueda dificultosa en bibliotecas. Aún teniendo los libros en casa, se necesitaba mucho tiempo y esfuerzo encontrar muchas cosas.
Pero quizás estamos llegando a nuestro nivel de incompetencia, que el amigo Peter, estableció en su implacable Ley. Nos advierte el fallecido Zygmunt Bauman: “Cuando una cantidad cada vez más grande de información se distribuye a una velocidad cada vez más alta, la creación de secuencias narrativas, ordenadas y progresivas, se hace paulatinamente (más larga y) más dificultosa.
La fragmentación amenaza con devenir hegemónica. Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio”.
Estamos entrando en una carrera del ratón y el gato. La tecnología nos facilita, con esa tecnología crecemos, pero se nos han quedado los pantalones cortos y rotos, y necesitamos que la tecnología nos proporcione unos nuevos.
¡Magnífico artículo de Juanjo y magníficos comentarios!
Esta mañana me he encontrado con una palabras muy interesantes de papa Francisco en su homilía de ayer en Santa Marta: os invito a leerlas en VaticanInsider.
En resumidas cuentas lo que dice Francisco es que la vida se reduce al hoy. Y que éste hay que vivirlo responsablemente orientándose por el corazón.
¿Será excesiva franciscofilia la que me lleva a relacionar esta insistencia de Francisco en la sucesión de momentos concretos de la vida y de la historia con la cultura, bien asimilada, de la sociedad líquida? Yo creo que con su mensaje Francisco está invitando a los católicos a vivir con misericordia el tiempo y la circunstancia concreta, dejando aparte la rigidez de principios fundamentales.
Estoy todavía impresionado por la visión ayer mismo de Silencio de Scorsese. Y de la noticia de que la Orden de Malta rechaza la autoridad del papa y se ofrece por tanto a ofrecer una posible plataforma a un cisma que dejaría chiquito el de Lefebvre. Podéis leer en un servicio de Cameron Doody, un interesante periodista religioso que habrá que seguir.
Mi agradecimiento también a J.J Tamayo por estas lúcidas pinceladas sobre el pensamiento de Z.Bauman.
Pensamiento que a pesar de su expreso pesimismo conceptual, es un pesimismo esperanzado que deja en abierto el valor de lo humano. Un valor que no puede desplegarse en un mundo constituido por lo meramente emocional de una sociedad líquida, la cual no puede simplemente con ello mostrar toda su capacidad y por tanto no es posible que dicha conceptuación nos haya venido aquí para quedarse.
Ciertamente está aquí pero no es posible que lo humano pase a ser sólo objeto de producción y consumo pues dada nuestra realidad, lo estable, lo sólido, lo propio de ella, inexorablemente, habrá de avanzar abriéndose paso hasta alcanzar su plena capacidad. Creo que con esta esperanza se nos fue este gran pensador.
Hola!
Cuando perciba que su vida se va opareciendo a un “VIDEOCLIP“:
¡Cambie de Canal!
El ser humano rinde el máximum de su capacidad cuando adquiere la plena conciencia de sus circunstancias.
* Por ellas comunica con el universo.
……………….
¡La circunstancia! ¡Circum-stantia!
* ¡Las cosas mudas que están en nuestro próximo derredor!
* Muy cerca, muy cerca de nosotros levantan sus tácitas fisonomías con un gesto de humildad y de anhelo, como menesterosas de que aceptemos su ofrenda y a la par avergonzadas por la simplicidad aparente de su donativo.
* Y marchamos entre ellas ciegos para ellas, fija la mirada en remotas empresas, proyectados hacia la conquista de lejanas ciudades esquemáticas.
……………….
* Pocas lecturas mueven tanto como esas historias donde el héroe avanza raudo y, recto, como un dardo, hacia una meta gloriosa, sin parar mientes que va a su vera, con rostro humilde y suplicante, la doncella anónima que le ama en secreto, llevando en su blanco cuerpo un corazón que arde por él, ascua amarilla y roja donde en su honor se queman aromas.
* Quisiéramos hacer al héroe una señal para que inclinara un momento su mirada hacia aquella flor encendida de pasión que se alza a sus pies.
* Todos, en varia medida, somos héroes, y todos suscitamos en torno humildes amores.
……………….
Hemos de buscar para nuestra circunstancia, tal y como ella es, precisamente en lo que tiene de limitación, de peculiaridad, el lugar acertado en la inmensa perspectiva del mundo.
* No detenernos perpetuamente en éxtasis ante los valores hieráticos, sino conquistar a nuestra vida individual el puesto oportuno entre ellos.
* En suma: la reabsorción de la circunstancia es el destino concreto del ser humano.
……………….
DALE, CHÉ
Dale! dale que llego tarde
¿que llego tarde a donde?
no se pero no me importa
si lo importante es correr
¿Dónde vas, amigo tan apurado?
¿no ves que ya estas cansado?
y eso no te hace bien
Dale! ¿no ves en esta ciudad
lo poco que dura el recreo?
y los chicos que se vuelven grandes
en veinte parpadeos.
¿Dónde vas, amigo tan apurado?
¿no ves que ya estas cansado?
y eso no te hace bien
Cinco minutos me retrasé
y ¡dale que el tiempo es oro!
andaba gritando un loro
en Callao y Santa fe
¿Dónde vas, amigo tan apurado?
¿no ves que ya estas cansado?
y eso no te hace bien
¿Por qué si nadie disfruta el camino
y todo va tan veloz
algunos después se preguntan
“doctor porque soy precoz”?
¿Dónde vas, amigo tan apurado?
¿no ves que ya estas cansado?
y eso no te hace bien
……………….
En la Introducción (“Con Coraje hacia el foco de las incertidumbres”) de “Tiempos Líquidos” (Tusquets, 4ª edición. 2013) Zygmunt Bauman, comienza estableciendo una cautela sobre el ámbito de aplicación de su reflexión, pues comienza diciendo:
<< Al menos en la parte “desarrollada” del planeta se han dado, o están dándose ahora, una serie de novedades no carentes de consecuencias y estrechamente interrelacionadas que crean un escenario nuevo sin precedentes para las elecciones individuales, y que presentan una serie de retos antes nunca vistos>>.
Y a continuación relaciona 5 novedades, que son las siguientes:
1ª) << El paso de la fase “solida” de la modernidad a la “líquida” ; es decir a una condición en que las formas sociales (las estructuras que limitan las elecciones individuales, las instituciones que salvaguardan la continuidad de los hábitos , los modelos de comportamiento aceptables) ya no pueden (no se espera que puedan) mantener su forma por más tiempo , porque se descomponen y se derriten antes de que se cuente con el tiempo necesario parar asumirlas y, una vez asumidas, ocupar el lugar que se les ha asignado (…) >>
2º) << La separación y el inminente divorcio entre poder y política (…) Gran parte del poder requerido (…) ahora se está desplazando al políticamente incontrolable espacio global (…)>>
3º) << La gradual pero sistemática supresión o reducción de los seguros públicos, garantizados por el Estado, que cubrían el fracaso y la mala fortuna individual (…) socaba los fundamentos de la solidaridad social. (…) La exposición de los individuos a los caprichos del mercado laboral (…) >>
4º) << El colapso del pensamiento, de la planificación y de la acción a largo plazo (…) reducen la historia política y las vidas individuales a una serie de de proyectos de corto alcance (…) >>
5º) << La responsabilidad de aclarar las dudas generadas por circunstancias insoportablemente volátiles y siempre cambiantes recae sobre las espaldas de los individuos, de quienes se espera ahora que sean “electores libres” y que soporten las consecuencias de sus elecciones. Los riesgos implícitos en cada elección pueden ser causados por fuerzas que trascienden la comprensión y la capacidad individual parar actuar, pero es el sino del individuo pagar su precio (…)
El planteamiento que a continuación hace Bauman, no es el de como “frenar” o “contrarrestar estas “novedades” que como losas impertérritas e “ineludibles” están cayendo sobre nosotros. No; pues lo que seguidamente plantea es saber “como modifican estas novedades la variedad de desafíos que tienen ante sí hombres y mujeres en su vida diaria; como de manera transversal influyen en el modo en el que tienden a vivir sus vidas. Eso es todo lo que se propone este libro. (…)
Así pues estas son las novedades que , al menos, “en la parte desarrollada del planeta“ se están dando. Cabría preguntarse, en primer lugar, si esto es así también en la parte “no desarrollada” del planeta y porqué.
¿Quizá tenemos mucho que aprender de la parte “no desarrollada del planeta”?
Hoy mismo escuché a Esperanza Aguirre en una televisión vino a decir que su afán o ideal era alcanzar la implantación de los principios liberales. Pues yo opino que lo que traen algunas de esas novedades (en su vertiente dañina) que señala Bauman, son precisamente los principios liberales (capitalismo “puro”).
Pues como bien dice Bauman.
<<Ahora, con el progresivo desmantelamiento de las defensas contra los temores existenciales, construidas y financiadas por el Estado, con la creciente deslegitimación de los sistemas de defensa colectiva (como los sindicatos y otros instrumentos de e negociación colectiva), sometidos a la presión de un mercado competitivo que erosiona la solidaridad de los más débiles, se ha dejado en manos de los individuos la búsqueda , la detección, y la práctica de las soluciones (…) >> (citado pág. 25)
Todos estos, son males que conocemos muy bien en España, porque han sido ejes de la acción del anterior Gobierno del PP.
Contra tales males traídos o permitidos por tales políticas hay que luchar…. (no solo describirlos) cambiando las políticas, fomentando la solidaridad, la acción colectiva , los organismos internacionales etc.
Gracias a JJ Tamayo por ofrecernos un resumen tan completo del pensamiento y la obra de Bauman. Cuya muerte sugiere a Joaquín Estefanía esta pregunta, “¿Por qué se hizo viral la muerte del pensador Zygmunt Bauman?” y cuya respuesta entraría dentro de la filosofía de propio Bauman.
Mientras leía este magnífico artículo de Tamayo, tenía la sensación ver la sociedad desde un tren a toda velocidad intuyendo lo que debe haber en las entrañas de esos paisajes sin posibilidad observarlos en su fondo, en sus detalles y en su esencia. Es quizá la metáfora de lo que Bauman ha visto, pero no desde el tren, sino que nos ha visto en el tren, ha visto la velocidad que atropella nuestras capacidades a la que nos vemos sometidos en un mundo en trepidante movimiento, en un tsunami que nos lleva sin apenas control individual y ni siquiera colectivo.
Como dice Tamayo, las reflexiones de Bauman dan que pensar, provocan insatisfacción como punto de partida para cambiar la realidad. Lo que nos llevaría a una conclusión bastante pesimista ante la impotencia de la avalancha de lo efímero de la realidad que se nos ha echado encima.
Menos mal que el autor de este post nos refiere la no menos importante actitud de que “la esperanza se resiste, y con razón, a reconocer la jurisdicción “de lo que es” y a someterse al dictamen de la realidad. Es esta, más bien, la que tiene que explicar por qué no siguió el criterio marcado por la esperanza.”
Si bien solamente esta actitud no cambia las cosas, y a pesar de ello, yo sigo pensando que la tendencia hecha realidad de una sociedad que marca época, no es fácil que cambie de dirección. Más bien creo que tendremos que buscar estrategias de supervivencia ante la “realidad líquida” que nos invade. Desconozco cuáles y cómo.
No tengo fama o autoridad para que mi opinión sobre lo que ha escrito el Prof. Tamayo sea importante, pero me parece que a pesar de lo difícil que es cubrir en poco espacio una vida tan productiva como la de Bauman, el Prof. Tamayo logra una excelente síntesis que agradezco.
Me alegra especialmente que mencione las conexiones del pensamiento de Bauman con Hanna Arendt, Berthold Brecht, Emmanuele Lévinas y Ernst Bloch, que tan poco frecuentemente se escucha mencionar y tan importantes contribuciones han hecho.
magnifico articulo.pensemos mas,