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La religión como amenaza: lo ‘divino’ a costa de lo ‘humano’

Castillo         El miedo a los atentados terroristas de origen religioso (o reivindicados en nombre de la religión) va en aumento. Porque raro es el día que no tenemos noticias de nuevas y atroces matanzas de seres inocentes, ejecutados de forma criminal en nombre de la religión.

         Obviamente, cuando se piensa en estas brutalidades, lo primero que a cualquiera le viene a la cabeza es el peligro que entraña el “hecho religioso”. Y la explicación de semejante peligro radica, según el criterio más generalizado, en que la “condición humana” nos empuja al odio, a la venganza, al egoísmo, la ambición y a todas las perversiones morales que convierten al “hombre en lobo para el hombre”.

Esto es verdad. Pero, con reconocer que la condición humana es así, no resolvemos nada. Ni aclaramos lo que realmente nos está pasando. Por otra parte, no quiero meterme aquí a analizar lo que ocurre en otras religiones, por ejemplo, en el islam. Entre otras razones, porque no lo conozco a fondo. Y es peligroso ponerse a dictaminar lo que el vecino debe hacer en su casa, para tenerla limpia, cuando tú tienes la tuya que da pena verla. Por eso, vamos a centrarnos en nuestra propia confesión religiosa, el cristianismo. ¿No será verdad que también la “religión cristiana” ha sido, y sigue siendo, una amenaza, un asunto peligroso, incluso (a veces) muy peligroso?

         No voy a echar mano – una vez más – del tan manoseado asunto de las Cruzadas, la Inquisición, la condena de Galileo y, menos aún, de casos recientes, ocurridos en España hace sólo unas décadas. Vamos a ir más al fondo del asunto.

         El cristianismo es una religión que pone el centro de sus creencias, no solo en “lo divino”, sino igualmente en “lo humano”. Porque el Dios de nuestra fe se nos dio a conocer en Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Y esto – precisamente esto – es el gran problema, que tuvo que afrontar la Iglesia desde los primeros años de su existencia. Pero – es claro – cuando se afronta este problema entre gentes, que tienen creencias “religiosas”, inevitablemente, la religión “como tal” pesa tanto, que, en la persona religiosa, “lo divino” termina siendo más determinante que “lo humano”. Y esto, ni más ni menos, es lo que le ha ocurrido, y le sigue ocurriendo, a la Iglesia.

         Efectivamente, en su Teología, en su Liturgia, en su Derecho, en las convicciones más profundas de los gobernantes eclesiásticos, en la mentalidad de la mayoría de los fieles, verdaderamente fieles a la Iglesia, no sólo es que “lo divino” pesa más que “lo humano”. El problema principal está en que “lo humano” se tiene que someter a “lo divino”. Por eso, los primeros cuatro concilios ecuménicos, que celebró y aprobó la Iglesia, Nicea (325), Constantinopla (381), Éfeso (430) y Calcedonia (451), se centraron en una preocupación fundamental: afirmar como dogma de fe la “divinidad” de Jesucristo. Es verdad que el concilio de Calcedonia defendió “la naturaleza humana” de Jesús: “perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad” (DH 301). Pero precisando, a continuación, que, en Jesucristo, las dos “naturalezas”, la divina y la humana, “confluyen en una sola persona”, que es la divina (DH 302). En última instancia, por tanto, en Jesús, “lo divino” quedó superpuesto a “lo humano”.

         Es evidente que los textos de aquellos primeros concilios, distantes de nosotros en casi 1.500 años (o más), para ser entendidos correctamente, necesitan ser “interpretados” como necesita ser “interpretado” cualquier texto de la Biblia. Porque el lenguaje, y el contenido del lenguaje – el de entonces y el de ahora – ya no son lo mismo. Pero lo más importante, en todo este asunto, es que, en la historia de los siglos posteriores, la cultura ha ido evolucionando de manera que, en la mentalidad de la gran mayoría de la población de los países más desarrollados, “lo humano” ha cobrado más fuerza y tiene más presencia que “lo divino”. Mientras que, por el contrario, la Iglesia ha gestionado todo esto de manera que ha defendido y ponderado con más pasión y celo “lo divino” que “lo humano”. Y por supuesto, más “lo sagrado” que “lo profano”.

         Ahora bien, si aplicamos esta manera de pensar a la Liturgia, a la Espiritualidad, al Derecho, a la Moral, a la “forma de vivir” y a las “costumbres”, ya tenemos clara y patente la explicación de por qué esta Iglesia nuestra sigue atascada en la mentalidad, no digo ya de la Edad Media, sino incluso en la manera de plantear y resolver tantos y tantos problemas que afectan muy seriamente a lo que hacen y dicen no pocos curas, bastantes obispos, algunos cardenales…. Y hasta la crispación que produce, en ambientes de sacristía, el comportamiento y las enseñanzas del papa Francisco. Por la sencilla razón de que, para esta Iglesia, es más importante evitar el pecado que aliviar el sufrimiento.

         Termino asegurando que el día que nos preocupe más el problema del sufrimiento humano que la creencia en el pecado (¿contra lo divino?), ese día daremos el paso decisivo para que la Iglesia se haga más amable, más creíble y, por supuesto, más acogedora. Leyendo los evangelios, lo más claro que se encuentra en ellos es que a Jesús le interesó más el sufrimiento de la gente que la vida poco ejemplar que veía aquella gente en los amigos de Jesús, los pecadores (Mc 2, 14-17; Mt 9, 9-13; Lc 5, 27-32; 15, 1-2). ¿Por qué será que Jesús andaba con malas compañías y tenía constantes conflictos con los hombres de la religión?

54 comentarios

  • Isidoro García

    Amigo Angel, sobre la cuestionabilidad de la existencia de inteligencias vecinas, (versión exobiológica), o de “dioses” secundarios pertenecientes al Universo, (versión religiones), escribí un artículo que se puede leer en Atrio, (así como sus comentarios). http://www.atrio.org/2015/12/probabilidades-de-la-existencia-de-inteligencias-fuera-de-la-tierra/

    Hoy día se pueden dar como casi segura, la existencia muy numerosa de hábitats donde se puede radicar la vida. (Incluso en hábitats en que difícilmente prosperaría autónomamente la vida superior, la técnica inteligente permitiría crear microclimas de colonización, para crear estaciones logísticas o de comunicación).

    Y los últimas investigaciones, dan como casi segura la existencia de vida, fuera de la Tierra. (Muchos hablan de este año, como el de la prueba definitiva).

    Y respecto al surgimiento de vida inteligente, los nuevos descubrimientos de la emergencia en sistemas inestables, de sistemas cada vez más complejos, (Kauffman), dan como muy razonable pensar, que la inteligencia no ha surgido aquí por casualidad, sino por necesidad, por aplicación de las leyes del Universo, hacia una evolución biológica constante hacia una mayor complejidad.

    Y el argumento de que una inteligencia que podría haber surgido  100.000 años luz de aquí, tiene una distancia imposible de viajar, es un argumento del mismo tipo del que pensamos como un hombre primitivo en Africa, puede llegar andando a la punta extrema de Siberia, o de Europa, (España). Con tiempo suficiente, andando 1 km. al año, en 10.000 años lo han conseguido.

    Sin tener que acudir a viajes a velocidades cercanas a la luz, toda inteligencia es curiosa, viajera y colonizadora. Y puntos intermedios que colonizar, vemos que no faltan en el Universo. A saltos de 5 – 10 años luz, /cada 100 años, se tardaría un millón de años en recorrer 100.000 años luz. Aunque fueran 10 millones de años, sabemos que eso no es algo disparatado en tiempos cósmicos.

    Respecto a la no intervención hasta ahora, se podría razonablemente achacar al respeto por una civilización ajena de seres inteligentes evolucionados.

    Y respecto a la hipotética intervención en caso de peligro catastrófico y ecológico, el intervenir en un hipotético conflicto interno de unos vecinos molestos, que disponen de bombas termonucleares, creo yo que tampoco es irrazonable. ¿Qué haríamos nosotros, si nos enteramos que unos vecinos molestos y medio locos, almacenan grandes cantidades de productos explosivos y de combustibles en su piso de nuestro edificio?

    Todas estas especulaciones, son eso, especulaciones, pero según vamos avanzando en nuestros conocimientos, son cada vez más “razonables”. Y además coinciden y son plenamente compatibles, con muchas de las profecías y escritos “mitológicos”, de casi todas las religiones del Universo. ¿Casualidad?. Quizás,… o no.

  • George R Porta

     
    Leo al Equipo de Atrio con rostro:
     
    “Es evidente que los textos de aquellos primeros concilios, distantes de nosotros en casi 1.500 años (o más), para ser entendidos correctamente, necesitan ser ‘interpretados’ como necesita ser ‘interpretado’ cualquier texto de la Biblia.
     
    Esta es una expresión de la hermenéutica de la continuidad a que se refirió Benedicto (discurso de 22 de diciembre de 2005) y que propone que la autoridad de la Iglesia deba ser necesaria y al menos en ciertos casos infalible. Pero el Equipo de Atrio sabe que la Iglesia no está reducida a la jerarquía y que, aún en la laicidad de la familia, los progenitores tienen análoga autoridad (no que sea infalible excepto si favorece inculcar en su prole el catolicismo).  
     
    Pero esta fuera la hermenéutica que necesita cualquier poder autocrático, como el de la jerarquía eclesiástica que afirma “el origen divino” de su autoridad y por lo tanto necesariamente histórica aunque no pocas veces la haya deshonrado y aún lo hace.
     
    En Mateo 5, 17-18, énfasis mío): “¡No penséis que he venido a echar abajo la Ley ni Los profetas! No he venido a echar abajo sino a dar cumplimiento; porque os aseguro, que antes que desaparezcan el cielo y la tierra, ni una como ni una letra ni una coma desaparecerá de la Escritura antes que todo se realice.”  Jesús se refería a la Ley que le precedía (unos seis o siete siglos) y no a la legalidad imperial romana, la otra ley existente. Según esta atribución evangélicas mateana que cito, utilizaba una hermenéutica de la ruptura para poder proponer y afirmar una hermenéutica de la conversión, de la reforma, de la re-humanización y de la afirmación de la esperanza (Cf.
     
    Benedicto en el discurso navideño de 2005 no contrapuso antagónicamente una hermenéutica y otra, como en efecto no se pueden contraponer por muy escolástica que sea la imaginación. Aunque hablaba de los textos del Concilio y no de la Biblia, parece que opinara (no hablaba ex cátedra, explícitamente al menos) aplicando la hermenéutica bíblica católica a los textos del Concilio.
     
    Para oponer estas dos maneras de interpretar textos pasados es necesario proponerse mantener la situación desde la que se interpretan, obviamente desde afuera de ellos, como si los textos fueran textos muertos y embalsamados desde hace 2600 o 1500 años según se hable de la Biblia o de los Concilios antiguos. (Digo 2500 porque los textos  más antiguos del AT tuvieran esa edad y son los textos de muchas profecías y de la Ley a la que al menos en parte se refería el evangelista en el texto atribuido a Jesús.)
     
    “Porque el lenguaje, y el contenido del lenguaje – el de entonces y el de ahora – ya no son lo mismo.”
     
    Si esta afirmación es válida entonces exige actuar en consecuencia, porque el lenguaje antiguo ya no existe —formalmente al menos— como existía entonces, sino que ha adquirido una forma nueva, ha venido adquiriendo formas nuevas hasta llegar al de hoy día, del que nadie vacila en catalogar como Biblia litúrgica, Biblia pastoral, Biblia latinoamericana, Nueva Versión Internacional (NVI). Nueva Versión Autorizada (NVA), etc.  

  • Angel ordas

    Isidoro camina en una linea de gol aceptable dados los resultados actuales de la ciencia =evolucion cosmica imparable. Pero no son tan aceptables los regates y pases que utiliza antes de tirar a puerta.

    Por ejemplo, admitir una “trascendencia no humana” ( yo la llamaria cosmica) donde entran en juego muchos imaginarios pobladores. Tengo enormes reservas con su expresion..”  .si en realidad existe una “trascendencia (Dios o inteligencias vecinas) y pensaran intervenir decididamente en algun momento en nuestra historia…necesariamente esta intervencion estara proxima”.

    La existencia de estos pobladores( Dios+inteligencias vecinas) como su intervencion son altamente cuestionables.

  • Isidoro García

    “¿Cabe aferrarse al convencimiento de estar insertos en un proceso evolutivo común a la humanidad, para desviar de algún modo la presión, inquietud o remordimiento que generan, en nuestra propia conciencia, las calamidades padecidas por esta buena gente?”, nos interpela a todos, Iñaki.

    Pues sí y no. Es verdad que como dice T. S. Eliot, la humanidad no puede soportar tanta realidad, y por ello, la tentación de escapismo, como forma de conseguir un mínimo de equilibrio emocional, es evidente.

    Pero por otra parte, justo cuando más piensas y crees conocer la realidad presente, es cuando más se convence uno de la necesidad de una cambio de modelo en nuestras mentes sobre la naturaleza del hombre y sobre su real situación en el cosmos, que no otra cosa es el darse cuenta de la “trascendencia” de hombre.

    Los problemas actuales, claramente van a ir resolviéndose mediante la tecnología que se asoma ya en la historia. Pero van a surgir otros problemas mucho más graves que pueden acabar con la humanidad, e incluso con la capacidad del planeta de ser una buena sede de vida inteligente.

    La situación que se presenta en los próximos cincuenta años, va muchos más allá de las muertes injustas que se producen en la actualidad por muchos motivos.

     

    Hasta ahora, la humanidad se enfrentaba con una situación de gran desigualdad en riqueza de una parte, respecto a la otra. Pero dentro de cincuenta años, (quizás menos), se va a enfrentar con una crisis mucho más grave: la constatación de una alta probabilidad de la coexistencia de dos especies humanas distintas, con muy diferentes características, capacidades y cualidades.

    Va a surgir ya, una hombre nuevo, cuasi inmortal, con altísima inteligencia y conocimientos, con capacidades psicológicas que podríamos denominar como “paranormales”, gracias a su mucha edad y a sus implantes psicotrónicos, junto con una mayoría de “homo sapiens” actuales, claramente inferiores y supeditados a los primeros.

    Y esa es una situación “geopolítica”, demasiado inestable y peligrosa, porque todo indica que conducirá a la extinción violenta de la raza inferior.

    La situación es tan grave, que yo pienso que si en realidad existe una “trascendencia” no humana, (“Dios”, o inteligencias vecinas), y pensaran en intervenir decididamente en algún momento en nuestra historia, (“Segunda venida del Cristo”, “Mesías judaico”, Ishvara hindú, 1º contacto extraterrestre, etc.), necesariamente esa intervención estará próxima.

     

    Dada esta situación, esa concienciación del proceso evolutivo en el que estamos insertos, es fundamental para comprender los problemas a que el mismo nos expone, además de los muchas ventanas de esperanza que nos abre a la humanidad.

    Porque muchas veces los problemas, si no sabemos reconocer su naturaleza y su origen, son mucho más complicados de lo que son. Lo primero para curarse de una infección es conocer el bichito que nos ha infectado.

    Por ejemplo, la crisis económica actual, podemos contemplarla como el agravamiento del modelo pasado. O como el inicio de un nuevo modelo muy esperanzador, lleno de robots que hacen el trabajo por nosotros, pero que nos está produciendo una crisis de adaptación terrible.

    Existe la tentación “ludita” de luchar contra el progreso tecnológico. Pero esa es una batalla perdida. No se puede frenar la avalancha de un río, solo se puede intentar reconducirla, para evitar los mayores males posibles.

    Saber que este grave problema al que ya estamos abocados, tiene unas causas evolutivas cósmicas, (que es una consecuencia más de la ley de la evolución del Universo), primero nos sitúa en el verdadero campo de actuación.

    Y segundo, prepara nuestra mente, para vernos, no como un conjunto de países dispersos y en contínua disputa unos contra otros, (banal polémica “confucianos-modernos occidentales”), sino como una especie de humanos inteligentes, que queremos sobrevivir y al tiempo ascender de categoría.

    Estamos en el borde del futuro. Eso es así siempre, por definición. Pero en este caso es que estamos en el inicio de una etapa crítica final del antiguo hombre, que se podría fechar simbólicamente en el inicio del III Milenio. Y que nos promete grandes esperanzas, pero a cambio hay que llegar a puerto, y queda en medio una gran tormenta.

    ¿Vamos a morir ahogados a cien metros de la playa?. Todo esto no es para nosotros, los viejos. Esto es para nuestros hijos y nietos.

    Dirá alguno, que esto es escapismo del presente. Pero lo que es, es escapismo del pasado, que nos amenaza como a la mujer de Lot, en convertirnos en estatuas inmóviles, amargados, cínicos, y jurando en arameo por lo mal que está todo.

  • Santiago

    Yo también me gustaría seguir el consejo de Honorio y simplificar mis comentarios…Sin embargo, como a muchos, me pasa que sentimos que tenemos mucho que decir…y que muchas veces no podemos hacernos mas simples y breves…Pero al menos, podemos tratar esto como un nuevo propósito para el Año Nuevo..

    Por lo demás, Iñaki, S.S., me alegra verte de nuevo por aquí y te agradezco tus comentarios, centrados en la humanidad que todos estamos viviendo a diario…con nuestros “pies en la tierra”…Es lamentable que esos funerales que presenciaste para honrar la memoria de los difuntos y de sus familiares, no estuvieran mas inspirados del espíritu cristiano verdadero…Recuerdo que hace ya bastantes años, el funeral de mi padre mi hizo apreciar mucho más a mis semejantes ya que muchos de ellos tuvieron que recorrer  un largo camino para poder acompañarnos en aquellos momentos de profundo dolor…Desde entonces, como muchos de mis amigos, suelo ir a todos los funerales de los que han estado en vida cerca de mí…antes, me costaba bastante vestirme para asistir…

    En ese funeral mi estado emocional era desastroso, como era de esperarse…Sin embargo, afortunadamente para entonces el evangelio de la misa de difuntos era el de la resurrección de Lázaro…Fue ese episodio de la contemplación de un Jesús, con corazón humano que lloró ante la tumba de su amigo y que consoló a sus hermanas Marta y María, lo que me sacó de mi profunda conmoción interior y el shock se convirtió en esperanza y me dio la fortaleza para acompañar al cuerpo de mi padre hasta su última morada en esta tierra……No solo fue esperanza para mi padre…sino para todos los presentes y para todo el mundo, cuando Jesús le dice resueltamente a Marta: “Resucitará tu hermano”,-y añade: “Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en Mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en Mí, no morirá para siempre” y Jesús añade midiendo sus palabras – “¿Crees esto?” (Juan 11, 23-26)…Cristo quiso darle seguridad a Marta sobre el poder de Dios sobre la vida y la muerte, antes de la resurrección corporal de Lázaro…ya que la más importante y lo verdaderamente trascendente es nuestra resurrección final, que es la base de la fe y la esperanza cristiana…¿Qué ser humano podría haber formulado semejante pregunta y tamaña afirmación, sino el que tenía pleno dominio sobre la vida misma?

    Un abrazo    Feliz Año 2017    Santiago Hernández

  • Dentro de mi capacidad de comprensión, si que sigo con interés a Isidoro y las matizaciones que suelen seguir de M. Luisa. La realidad es que algo revuelven en mi interior y me surgen preguntas. Por ejemplo:

    ¿Cómo trascender, desde nuestra privilegiada situación, algo tan real como las decenas de personas que se han muerto de frío, en el corazón de Europa?. ¿Y el riesgo de que sigan sus pasos centenares o millares más?.

    ¿Cabe aferrarse al convencimiento de estar insertos en un proceso evolutivo común a la humanidad, para desviar de algún modo la presión, inquietud o remordimiento que generan, en nuestra propia conciencia, las calamidades padecidas por esta buena gente?.

    ¡Cómo es posible que estando inmersos en la noosfera, la tecnosfera y no sé cuantas cosas mas, con tanta inteligencia y tenología de por medio, no seamos capaces de arreglar estos problemas tan reales como la vida misma?.

  • M.Luisa

    No sabía, amigo Honorio, que este año ibas  tu a moderar  el coloquio… ya ves  el efecto de tu ruego se ha cumplido  tajantemente… pero a menos que el comentario de ayer del amigo   Iñaki lo expresara  con este  mismo tono irónico  que empleo en el mío (que no lo creo)  nos dejas en  una difícil disyuntiva que no sé si podremos respetar.  ¿Hablamos sólo de sociología o nos esforzamos un poco para poder  seguir  también  con  esas otras tres disciplinas que te incomodan?

  • h.cadarso

    Señoras y señores míos: Yo me pierdo en tantos y tan difusos discursos e ideologías. Si comparamos todo esto que aquí se dice con lo que este 7 de enero se comenta sobre Matteo Ricci y los asuntos económicosde los cardenales de Estados Unidos del último post, parecee que pertenecemos a dos planetas diferentes, y que no nos interrelacionamos…

    ¿Puedo rogar a ustedes que sean más breves y concisos en sus intervenciones?

    Lamento, eso sí, no haberme enterado de los problemas de mi paisana Olga Larrazabal. Y te deseo que rejuvenezcas con una nueva juventud. Nos falló aquel intento de traerte a Euskadi y presentarte en nuestra televisión. En cambio tuvimos el gran placer de llevar a Rodrigo Olvera por Bilbao, Durango, y otros lugares de Euskalherria.

    Seguiremos intentándolo, Olguita, y por supuesto intentarmos traer también a Oscar…

  • M.Luisa

    Voy a seguir un poco el comentario del amigo Isidoro que dejé a medias, y me referiré solamente a este párrafo que selecciono a continuación

    Pero quiero añadir, que estar insertos en un proceso evolutivo común de la humanidad, dota a nuestra existencia de una especie de “trascendencia” laica, (como decía Angel Ordás), muy favorable a la sabiduría humanista, (nos otorga un sentido “científico” de realidad, en contraposición al buenismo moralista tradicional, bienintencionado pero que se ve que no funciona en la humanidad). (A los hechos me remito).

    Si bien lo miras Isidoro ya se está en este deseo tuyo de trascendencia laica y se está  precisamente porque el sentido de trascendencia nos viene o nos lo configura las mismas cosas y no mediante una información  conceptuada por una  metafísica tradicional y de altura.  Sólo nos hace falta, como convenimos ayer,  caer en la cuenta de ello,    porque en un horizonte   el cual ya no es una limitación sino un abarcamiento de toda  realidad incluyendo,  naturalmente,  la nuestra propia,  hace que  las cosas en él, sean a la vez cósmicas y mundanales,  es decir , cosas reales. Cosas cósmicas pero reales mundanalmente.

    Son cosas en su talidad cósmica con lo cual  empiezan por ser sentidas,  sin embargo dada nuestra inteligencia a la vez son  reales porque   necesariamente son pensadas para construir el mundo en el cual nos movemos y vivimos.

    Por tanto, no hay a primera instancia para la inteligencia ni objetos, ni  conceptos sino realidad primariamente sentida. Digo primariamente  porqué el proceso intelectivo no hace sino empezar ahí.

    Sin embargo en él una cosa  determinada en su talidad, en su concreción nos ha dado el primer momento posible  de trascenderla. Y en este punto es donde entra esta parte del asunto que tu le otorgas un sentido “científico”.  Por qué, nos podemos preguntar,  pues porque desprovistos de una explicación metafísica sensiblera, al igual que la ciencia busca su objeto, las cosas nos dejan en la misma  situación de búsqueda la cual nos empuja necesariamente a tener que buscar sus razones, no las nuestras.

    Entiéndaseme bien,  califico de sensiblera a la  metafísica tradicional porque su  deriva nos ha llevado a ese moralismo  buenista que tu mismo mencionas.

  • Fantástico curso de humanismo, filosofía, teología o como quiera llamársele, para quienes no nos cansamos de aprender. Ánimo Antonio D. y a seguir el la pelea, haciendo llegar el mensaje hasta donde se pueda….. y lo permitan la política, la economía y el fútbol.

    Del post me quedé con una frase referida a la Iglesia Cátólica….”lo divino termina siendo más determinante que lo humano” . Me trajo a la memoria los discursos escuchados en el par de funerales a los que me ha tocado asistir el pasado otoño. Fueron como un par de paseos por el túnel de tiempo, hacia los años cincuenta del siglo pasado. Y claro, conociendo a los difuntos y a la mayoría de los asistentes, el estilo sonaba a disparatado. ¿No hemos de ser los humanos la ayuda y el consuelo real para quienes les está tocando sufrir?. ¿Cómo entender la exagerada personalización de una presencia divina que, queramos o no, está siempre envuelta en el misterio?.   ¿Cómo hacer, amigo Santiago, para dar sentido a unos funerales católicos convertido en un mero acto social?.

  • Santiago

    Gracias a ti, Isidoro, por el “matiz”…Y además coincido contigo en que las críticas, tanto las positivas como las negativas, me estimulan para ser mas honesto en la búsqueda de la verdad que es uno de los propósitos de nuestra vida…

    Pero no existe miedo alguno en la Iglesia a la libertad de conciencia o interpretación…De hecho desde el siglo I hasta ahora no ha habido organización en el mundo que se haya autocriticado más que la misma Iglesia..Ahí están las legiones de científicos, filósofos, sociólogos,teólogos etc. etc. que en el devenir de los siglos han realizado con plena libertad de conciencia críticas de todas clases no sólo a la doctrina sino a la praxis de Ella…Tampoco hay esa exclusividad sobre el Espíritu que tu atribuyes a la misma Iglesia de Jesucristo…El mensaje de Jesús es y siempre ha sido universal…y nadie puede tener la arrogancia de creerse en posesión para manipular el Espíritu santificador de Dios…

    Sin embargo, Cristo es la Revelación divina que venía al mundo como Palabra para darnos el mensaje divino…..El quiso llamar a Doce con objeto de garantizar que su mensaje salvífico no fuera a desaparecer, ni a relativizarse con el paso de los siglos…ya que entonces, sin ésta garantía, no tendríamos ningún vestigio histórico, ni doctrinal del mismo….La Iglesia dejaría, entonces, de ser visible, para ser parte de una entidad invisible, sin forma, acéfala, e inespecífica…Sin embargo, la Iglesia es un organismo visible con una enseñanza viva, con Cuerpo y Cabeza que persistirá siempre…Esto, por supuesto, no es una invención o constructo humano exclusivo, como muchos quieren definirla…La Iglesia primitiva, que nosotros los católicos heredamos, afortunadamente recogió fidelísimamente, por medio de testigos, y, por tanto, en el sensus fidei y el sensus fidelium, ….el verdadero sentido de ese mensaje cristiano trascendente…

    Por eso, esa misma Iglesia primitiva ha seguido el mismo mandato que nos transcribieron Las Memorias de los Apóstoles como se llamaban a la catequesis de Pedro, Pablo, y Juan por medio de Marcos, Lucas, Mateo y Juan que no son mas que el reflejo testifical de la Palabra “hecha carne”..Es por eso que el mismo Apóstol Juan en la memoria apostólca de su primera Carta testimonia que: “Lo que era desde el principio lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestro ojos, lo que contemplamos y nuestras manos tocaron acerca del Verbo de la vida—y la vida se manifestó, y la hemos visto, y damos testimonio, y os anunciamos la vida eterna, la que estaba cabe el Padre, y se manifestó a nosotros-,los que hemos visto y oído os lo anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros” (1 Juan 1-3)…Juan es uno de los Doce y testigo presencial del Cristo Resucitado…

    Por otro lado, resulta una imposibilidad, digamos “socio-religiosa”  de la época que los Apóstoles junto con la Iglesia primitiva se concentren en bautizar en nombre de la Trinidad, confirmar en el Espíritu Santo, en blasfemar perdonando los pecados y además comiendo “la carne” y “bebiendo la sangre” del Hijo del Hombre, restaurando la indisolubilidad del matrimonio y practicando el supersticioso rito de la unción de los enfermos….máxime cuando muchas de ésta prácticas estaban condenadas por la teocracia del poder judío imperante…además del conflicto con la Roma imperial…PERO la Iglesia seguía, no mero mandato inventado por “seres humanos”, sino el de Cristo que LES dijo solo a ellos: “Id pues y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28,16-20)…No existe ningún argumento válido, ni cabida para la “invención” de semejante mandato.

    También es por eso que Benedicto cita las palabras de Juan XXIII como la clave para la imposibilidad de relativizar la doctrina de Jesús de Nazaret que es la misma que la que recibimos por medio de los Apóstoles en la Iglesia de Cristo cuando Juan dice en la apertura del Concilio Vaticano II “El Concilio quiere transmitir la doctrina en su pureza e integridad, sin atenuaciones, ni deformaciones”…Se puede, claro está, expresar esta doctrina sagrada usando una forma moderna, de nuestra época, pero sin vaciarla de su verdadero sentido original, del contenido apostólico de lo que recibieron en integridad la misma PALABRA. No es honesto, ni sincero leer el Evangelio en clave existencialista, o racista o política o fascista o marxista etc..porque perdería claramente toda su relevancia..Todas estos intentos de reconstrucciones acomodadas a nuestra lógica y comodidad humana han fracasado y fracasarán…de la misma manera que yo no puedo leer medicina de otra manera si no me sitúo en los parámetros y el contexto propio de la ciencia y del arte que propone el alivio del sufrimiento humano en la enfermedad..pues tanto Hipócrates como Marañón no se salieron de esta tradición  y de los principios donde se basa el arte propio de curar…

    Dios juzga las conciencias de acuerdo con la iluminación que hemos recibido y la sinceridad mostrada por nosotros en la búsqueda de la verdad y del bien..Solamente El puede conocer nuestra propia realidad interna……PERO El no quiso permanecer oculto por mas tiempo…y se nos reveló, no sólo en el Cosmos, sino en nuestra vida cotidiana y en la historia, en el tiempo, por medio de Jesús de Nazaret..Consciente o inconscientemente podemos llegar a encontrarle…

    Un saludo cordial       Santiago Hernández.

     

  • Isidoro García

    Añadido:

    Faltan cabos y muchos serán erróneos. Comprended que yo voy poniendo aquí mis pensamientos del día a día, no cosas que yo sepa o piense ya. Por eso, y lo digo con toda sinceridad, os agradezco mucho más de lo que creeríais, vuestras críticas y hasta los desplantes, (que tambien los hay). Porque saque lo que saque, es fruto del estímulo que me proporcionan vuestros escritos. Todos absolutamente, los buenos y los malos. (He probado a pensar aislado y no me sale nada).

    Y es que la razón es dialéctica, se piensa, hablando.

     

  • Isidoro García

    M.Luisa: Yo creo que decimos lo mismo. Lo qu pasa es que no lo he expresado bien.

    El último párrafo debería ir así:

    Estamos insertos, (lo sepamos o no, lo reconozcamos o no), en un proceso de evolución de la humanidad, y (el conocimiento y la aceptación de) ese proceso nos sirve de giroscopio estabilizador ante las desgracias existenciales, y actúa en nosotros como el mecanismo de los gatos, que siempre caen de pie.

    (El paréntesis y la negrita, es lo que faltaban). Es ese conocimiento y esa aceptación, la que nos hacen contemplar y entender la realidad de nuestra existencia de una manera más favorable a la “buena digestión” de los grandes problemas de nuestra vida.

    Pero quiero añadir, que estar insertos en un proceso evolutivo común de la humanidad, dota a nuestra existencia de una especie de “trascendencia” laica, (como decía Angel Ordás), muy favorable a la sabiduría humanista, (nos otorga un sentido “científico” de realidad, en contraposición al buenismo moralista tradicional, bienintencionado pero que se ve que no funciona en la humanidad). (A los hechos me remito).

    Y además esta conciencia de nuestra realidad cosmoteándrica, es una ventana que favorece el acceso, (aunque no de forma necesaria), a las espiritualidades modernas y científicas, que lejos de ser una superstición inútil o un escapismo psicológico, pueden ser un potente motor y movilizador hacia la auto realización personal y la búsqueda de la sabiduría humana.

    La mayor cantidad de las críticas a la espiritualidad se ceban (con razón), en las espiritualidades obsoletas (greco-romanas), y da la impresión de que no se acaba de comprender el nuevo paradigma del futuro en el que estamos entrando.

  • M.Luisa

    No, amigo Isidoro, permíteme una pequeña corrección en lo que dices.

    Empiezo la frase  por ti seleccionada “no se trata de insertarnos…etc,etc, precisamente en contraposición de la tuya expresada ayer en tu comentario de las 9:85. Pues   por el carácter condicional que tu le diste a la frase  me daba   pie a mí a la disensión.

    Lo expresabas así    “lo conseguiríamos más fácilmente si estamos insertos en un modelo cosmo-te-ándrico del que hablaba Raimon Panikkar, que en el modelo existencialista, en el que estamos solos y abandonados de cara a todos los peligros”.

    Entonces, por favor,  entiéndeme, porque  desde el horizonte filosófico de mi pensamiento  y desde mi autoreconocida pesadez,  no me canso en repetir que en donde, por nuestra inteligencia,  “estamos” los humanos es en la realidad. Por eso en mi réplica hablo no de insertarnos en la realidad  sino de reencontrarnos en ella. Es lo mismo que cuando Oscar se refiere “al darnos cuenta” es decir, ya estábamos ahí pero sin darnos cuenta…Lo entiendes?  es un darnos cuenta, y no a que de repente nosotros “elijamos” insertarnos en un modelo cosmoteándrico que nos convence.

    La inteligencia más que int-elegir por libre,  su genuina función es  inteleccionar  con la realidad en un acto único.

    Hay más cosas que te diría pero ya irán saliendo…quiero que sepas amigo que  me gusta mucho lo que dices pero lo veo como algo necesitado   de aunar algún que otro cabo que anda todavía por ahí suelto.

  • Isidoro García

    Si Panikkar sólo intuyó el ámbito cosmo-te-andrico de la realidad, y no lo definió explicitando sus detalles, (lo que yo no puedo asegurar porque no conozco a fondo toda su obra), eso no quiere decir que otros detrás de él, no avancen unos pasos más adelante y propongan hipótesis de esa explicitación. Eso pasa con todos los grandes intuitivos: marcan el camino a seguir a los demás.

    Yo lo hago así, apoyado sobre todo en el modelo científico de evolución universal que rige en el Cosmos, que nos incluye a nosotros.

    No estamos aislados en el Universo. Pertenecemos a todo un complejo sistema  de relaciones universal, y eso sin duda se tiene que reflejar en nuestra visión de nuestra realidad existencial y nuestro destino.

    Dices M. Luisa: “no se trata de insertarnos en un modelo cosmo-te-ándrico  como si esta posibilidad fuese a elección nuestra…”.  No es que nos insertemos, es ya estamos insertados, y no solo a nivel conceptual, intelectual, sino a nivel real y existencial. Nuestra vida se ve afectada por todas las leyes que rigen el marco en el que se desenvuelve: las leyes universales del Cosmos, con todas sus variantes específicas.

    Y de esa inserción depende mucho nuestra reacción ante los avatares de nuestra vida.

    Es como en el cuento de la caperucita Roja. La niña va por el bosque y tiene un primer encuentro con el lobo. Si solo iba caminando por allí sin rumbo fijo, (viviendo el aquí y el ahora), ese encuentro puede trastornar su vida de forma desconocida.

    Pero no. La niña tenía un objetivo en su caminar: iba a llevar comida a su abuelita, y sin más, prosigue su camino. La diferencia de vivir la vida al albur, o ser conscientes de tener un objetivo clave en la vida es muy importante existencialmente.

    Si el único sentido de la vida es ser feliz, aquí y ahora, ¿qué sentido tiene la vida para la inmensa cantidad de personas que no consiguen ser felices, o por crisis existenciales graves, (que le suceden a cada individuo al menos una vez en su vida), o por la misma dinámica general de la vida?. ¿Nos tenemos que conformar con  esa maldición existencial?.

    Sin embargo la dinámica evolutiva del Universo, de la que la especie humana forma parte, (por lo que rige igualmente para nuestra especie), nos indica, lo mismo que toda la filosofía perenne de todas las espiritualidades: que el ser humano está inserto en un proceso evolutivo, hacia un estado mejor, en el que el humano del futuro, al fin podrá ser feliz.

    Alguno podría argüir: ¿y qué nos importan a nosotros, nuestros descendientes, que serán los que disfrutarían el premio de nuestro esfuerzo y sufrimiento actuales?. Pero esa actitud no sería más que algo demostrativo del nivel de egoísmo individualista al que la desesperación a que la filosofía existencialista conduce al ser humano, abrumado ante la falta de sentido de una vida en la que por unas razones u otras es imposible alcanzar la felicidad soñada.

    Estamos insertos, (lo sepamos o no, lo reconozcamos o no), en un proceso de evolución de la humanidad, y ese proceso nos sirve de giroscopio estabilizador ante las desgracias existenciales, y actúa en nosotros como el mecanismo de los gatos, que siempre caen de pie.

  • M.Luisa

    Poco a poco, por lo que leo,  me estoy poniendo al día y lo primero que de ello he de decir es que me alegro de saber que todo ha ido bien para Olguita después de la intervención a la que se sometió, creo que fue alrededor de la Navidad.

    También he leído más abajo  algo que paso ahora a comentar.

    Pienso que no se trata de saber qué es la realidad, siempre me ha sorprendido notar que cuando se le nombra  de ello se espera bien que se la defina, bien que se la signifique conceptualmente, sin embargo no es posible ni lo uno ni lo otro porque la realidad no se deja constreñir. Puede servirnos de punto de partida para un determinado pensamiento filosófico  que vaya más allá   del meramente  existencial  como puede ser  el de  la intuición cosmo-te-ándrica de la realidad de Raimon Panikkar, que leo que se le cita, pero con esta intuición tridimensional no se la define, al contrario, con ello se sólo se expresa de la realidad su estructura abierta desde su interior en proyección hacia su exterior. Es el horizonte que le es propio a la  inteligencia. Es una superación que deja fuera cualquier albur de ímpetu existencial.

    Pienso, por lo demás, que no se trata de insertarnos en un modelo cosmo-te-ándrico  como si esta posibilidad fuese a elección nuestra  después de ciertos fracasos vividos, sino de reencontrarnos sintiéndonos  inmersos en él y entonces es cuando, como dije ayer, al interactuar con las cosas no lo hacemos meramente como tales cosas  sino como cosas reales, es decir, nos sale al encuentro la realidad de las cosas en su trato del día a día con ellas en la  vida.

    Si ahora vuelvo al “hecho religioso” al cual ayer me refería este “hecho”   es un acto más   dentro de esta interacción humana con las cosas.

  • oscar varela

    Olguita fue a “control” en Santiago (ayer)

    Todo ok según previsto.

    Gracias George!

  • oscar varela

    Entendido George!

    Tus reflexiones ¡me valen!

    Gracias – Óscar.

  • George R Porta

    Con Oscar de nuevo: Después de mi última entrada volví a releer lo que había escrito y me parece que al omitir un título para marcar donde comenzaba mi comentario a lo leído en el párrafo quito, línea 4 del artículo, parece que lo escrito en “negrita” es parte de lo leído en el artículo de este hilo.

    Lamento la confusión. Aquello que está enumerado son mis respuestas a las líneas del artículo pero todo debió estar en el mismo tipo regular de “fuente” o caracteres y por descuido no lo cambié. Mi intención era dejar en negritas solo lo que deseaba comentar del artículo del hilo.

    Gracias por la pregunta. Un abrazo cordial.

  • George R Porta

     
    ¡Hola, Oscar! Un abrazo x 2. Deseo que Olguita vaya bien con su marcapasos.
     
    No sé si entiendo tu pregunta: Lo que comenté en mi entrada de las 8:54 AM de hoy está en las últimas 4 líneas del quinto párrafo del artículo del hilo. ¿Es eso lo que quieres saber?
     

  • Javier Pelaez

    Este post me recuerda lo que Federico Trillo le dice a los familiares de las víctimas del Yak 42  “el perdón es bueno”.Siendo Camino mi libro de cabecera como es,me acuerdo del punto 309 sobre la penitencia:”en los juicios humanos se condena al que confiesa su culpa,en los divinos se perdona” y luego dice,hablo de memoria,”¡qué grande es la penitencia¡”.Es la doctrina del político católico pepero:”oigan señores yo ya me he confesado de este asunto con mi director espiritual y de penitencia me han puesto sesentaydos rosarios¡”.

  • oscar varela

    Hola!

    Dos cosas:

    1- Lo de George:

    a) felicitaciones por el “estilo” escrito.

    b) ¿dónde  (o de quién) “lees” lo que dices leer?

    2- Lo de Isidoro, donde leo:

    – “No estoy diciendo cuál es la realidad real:

    * no lo sé,

    * ni nadie lo sabe“-

    Pienso que “SÍ” la “sabes”.

    Tal vez no hayas “caído en la cuenta” (y no te la puedas “contar”).

    La “realidad real” es: “el Cuento substancial que uno se va contando a sí mismo”; una Novela de Ad-Ventura (re-absorbiendo lo que al ir viviendo llega a nuestro encuentro).

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Siguiendo la línea de uno de mis comentarios de ayer, pienso que quizás, uno de los grandes problemas que el hombre tiene para proseguir normalmente su evolución y maduración psicológica, que le lleva automáticamente a su auto-realización, sea la gestión de las crisis vitales.

    Hablaba yo de la grave crisis que podían haber sufrido un porcentaje de personas que habían interiorizado muy intensamente la formación infantil en categorías religiosas muy anticuadas, y que habían entrado en una fuerte crisis personal, cuando al empezar a madurar, entraban en contacto con el mundo, individualmente.

    Y pensaba que esta fuerte crisis, de tener que realizar un gran y brusco cambio en su imaginario vital y en su cosmovisión podía ser bien digerida o no. Y en ese caso, quedaban efectos psicológicos permanentes que llevaban a conductas neuróticas irracionales, con reacciones emocionales que no deberían ser normales.

    Y pensaba yo, que este, (en caso de ser cierto), no sería ni mucho menos, el único tipo de crisis existencial, que el hombre suele sufrir a lo largo de su biografía.

    Hay gente que no solo se ha visto defraudado por la malformación religiosa infantil, sino que ha tenido un fuerte encontronazo con la Iglesia, como los clérigos y monjes/as que la han abandonado, por muy diversas circunstancias. Eso lógicamente les ha supuesto un auténtico terremoto existencial.

    Pero avatares biográficos, como acontecimientos desgraciados como, muertes de cónyuges, o hijos, abandonos sentimentales, enfermedades graves, propias o de seres cercanos, drogadicciones, gravísimas crisis económicas y laborales, fracasos de todo tipo en nuestras iniciativas personales o profesionales, etc., nos suponen un auténtico terremoto en nuestra forma de contemplar el mundo.

    Todo esto deberíamos superarlo, recomponiendo nuestra cosmovisión, adaptándola a la nueva situación, y haciendo un análisis lúcido y sereno de responsabilidades propias y ajenas, comprendiendo la situación y aprendiendo de ella. Este proceso nos llenaría de sabiduría humana, y de comprensión, autoperdón y perdón a los demás. En este caso es cuando se cumple aquello de que las desgracias personales enriquecen y que el dolor es la fuente de la sabiduría, (frase que siempre me ha parecido demasiado idealista).

    Pero desgraciadamente, ese proceso no se produce casi nunca. Lo que se produce es que el dolor y la frustración, nos “enloquecen”, nos alienan, (como se decía antes), nos desequilibran psicológicamente, y nos queda dentro un cuadro de fobias y filias neuróticas, y de malestar y descontento con el mundo entero, y empezamos a hacer unos análisis de la situación totalmente erróneos, que van produciendo sucesivamente más y más dolor y desequilibrio personal.

    Entramos en una especie de cuesta abajo emocional, que nos lleva a grandes sufrimientos propios y ajenos.

    ¿Cuál es la solución?. Muy difícil. Porque cuando más necesitamos ayuda, menos dispuestos estamos a reconocer que la necesitamos. Cuando más serenidad necesitamos en nuestros análisis, más desequilibrados estamos. Y lo sé por experiencia personal.

    Aquí cabría hacer una pequeña comparación filosófica.

    La filosofía existencial materialista, que en resumen, es la que señala que estamos solos ante el mundo, y que nuestro devenir consiste en vivir lo más feliz aquí y ahora, pues esto es lo único que hay, no sé si es la que refleja la verdadera realidad o no, pero claramente consiste en poner todos los huevos en una cesta: nuestra vida personal. Si a esta vida la asola alguna desgracia, el tarantantán emocional sufrido afecta a toda nuestra existencia y su efecto psicológico es enorme.

    Si en nuestra filosofía personal, nuestra cosmovisión, nuestra existencia estuviera ligada a una realidad mucho más amplia que nuestra propia existencia, si estuviéramos anclados en una realidad cósmica, en una humanidad global, (no por simple humanitarismo buenista, sino por una realidad existencial antropológica).

    Y si estuviésemos ligados conjuntamente en un proyecto global, paralelo al de nuestra vida personal individual, tendríamos la estabilidad necesaria para soportar mejor los embates del azar y las desgracias en nuestra vida personal. Tendríamos ese soñado centro de gravedad permanente.

    Todo eso es lo que debería aportar la religión, o la espiritualidad o la sabiduría humana simplemente. Entonces nos daríamos cuenta, que en nuestro legítimo deseo de ser felices personalmente, lo conseguiríamos más fácilmente si estamos insertos en un modelo cosmo-te-ándrico del que hablaba Raimon Panikkar, que en el modelo existencialista, en el que estamos solos y abandonados de cara a todos los peligros.

    No estoy diciendo cual es la realidad real: no lo sé, ni nadie lo sabe. Solo digo, lo que es más favorable para la felicidad de nuestra vida. El existencialismo, no conduce más que a dolores y resentimientos neuróticos, en el que estamos en guerra perpetua todos contra todos, cabreados con el mundo, hasta la catástrofe final.

    Cada uno que elija el camino mejor.

  • George R Porta

    Leo: “Pero – es claro – cuando se afronta este problema entre gentes, que tienen creencias “religiosas”, inevitablemente, la religión “como tal” pesa tanto, que, en la persona religiosa, “lo divino” termina siendo más determinante que “lo humano”. Y esto, ni más ni menos, es lo que le ha ocurrido, y le sigue ocurriendo, a la Iglesia.”

     
    1.    Lo divino pesa tanto porque lo humano no pesa más y por eso no llega a ser determinante.
     
    El énfasis no es puesto sobre lo humano arbitrariamente por cada creyente, sino que lo religioso es enseñado o comunicado y aprendido incluyendo esta noción de que de alguna forma lo humano tiene que ser redimido. Humano es equivalente a defectuoso o imperfecto o potencialmente malo. En realidad la incompletitud moral o lo defectuoso es el espacio de la solidaridad y la solidaridad la verdadera esencia de lo humano y entonces lo religioso se realiza en esto en lugar de abrirse a la posibilidad de convertirse en “bandera” de agresión y violencia o inspiración para la guerra, la opresión y el ataque.
     
     
     
    2.    Siglos de desprecio del cuerpo y de promover la idea de que es el cuerpo, lo físico, lo equivalente o representativo de lo humano, algo de lo que a la larga hay que defenderse como para que pueda lo “no físico” el alma liberarse y entrar o acercarse a la esfera de lo divino.
     
    Es cierto que lo único real es el cuerpo y no menos cierto que si la idea religiosa de la creación del cuerpo, es el cuerpo el que debió ser considerado “lenguaje artístico de Dios que lo crea” y por lo tanto venerado y tratado con respeto. Ha sido reconocido como “templo del Espíritu Santo” demasiado tardíamente y por lo tanto el horror de causar la destrucción del cuerpo propio o ajeno no ha sido una prédica cristiana o católica hasta hace muy poco. Es una vergüenza que haya que discutir la cuestión del aborto y crear leyes para castigarlo cuando, previo al del aborto está sin resolver el de la dignidad de la mujer no ya como cuerpo sino como persona, como humana. Si lo humano, en ambos mujer y hombre, fuese reconocido en igualdad no hubiera vergüenza o culpa en engendrar porque no se ha cumplido un trámite legal sino que éste fuera un derecho porque se engendra y entonces destruir lo engendrado fuera un atentado contra el derecho a hacerlo. La mediación sacerdotal que es el origen del legalismo y la idea de pecado porque es la fuente de la enseñanza sobre el mismo es la que debe cambiar para que la percepción del cuerpo y de la mujer y del cuerpo de la mujer y del hombre pueda ser visto no como lugar de pecado sino como encarnación del amor creativo de la divinidad. El título de “amor humano, amor de Dios enamorado” independientemente de la calidad del ensayo mismo que es cuestión de apreciación personal, es un título muy feliz. El cristianismo está a años luz de percibir al amor humano o al aspecto físico de la sexualidad como una encarnación del amor de Dios y por lo tanto de detener cualquier forma de destrucción física, guerra, esclavitud, violencia doméstica, etc.
     
    3.    Desprecio por la mujer como agente de la maldad que causó la situación de división interna en la que el ser humano se encuentra, por la que lo humano y lo divino se hayan opuestos.
     
    Si el hombre o lo masculino no fuera presentado como víctima de la debilidad maligna de la mujer, noción que es la base de la antropología cristiana 101 y enseñada justo en el momento en el que se acaba de decir que la divinidad ha creado por amor y misericordia pero utilitariamente para dar compañía al hombre en lugar de decir que la creado porque en sí misma la mujer merece ser creada y entrambos satisfacer los deseos que de paso  dicha satisfacción es “lugar” de la encarnación del amor mutuo; si esto ocurriera en la antropo-teología cristiana la percepción maternal de que el cuerpo merece ser protegido en lugar de destruido fuera el mejor antídoto contra la tentación de la violencia y la agresión de inspiración religiosa.
     
    4.    Lo religioso como solución del hecho del mal y lo humano como lugar donde este hecho ocurre.
     
    De lo anterior se deduce o puede deducir que es el menosprecio de lo humano y el fatídico sueño narcisista de ser como dioses, de acabar de alcanzar la inmortalidad a cualquier precio, lo que hace del hecho religioso un lugar proclive a la violencia: Muerto el perro se acabó la rabia; eliminado el religioso, se acabó su religión.
     
    Este de la violencia y la agresión religiosa es en gran medida si no directa y exclusivamente el fruto de una antropología viciada en el comienzo y viciada por la noción, que yace a su pie, de que lo humano solo puede ser divinizado mediatamente como si lo humano no fuera ya una expresión de lo divino.
     
    La dualidad de naturalezas de Calcedonia es solo fruto de la miopía filosófica de la época pero ahora la sostenida defensa de la tradición ha convertido lo dogmático no en algo en desarrollo en busca de expansión sino algo que como la semilla del árbol lo contiene en potencia, el dogma contiene en potencia el resto de la comprensión de aquello que propone. Una discusión de este tipo es la que inició pero malogró Benedicto en 2005 al dirigirse a la curia en el 40 aniversario del C V II y mencionar las dos hermenéuticas posibles de la discontinuidad y la de la reforma. En realidad no son dos hermenéuticas diferentes, sino complementarias y necesarias la segunda para completar o realizar la primera. Es preciso romper con la interpretación ya fermentada y vieja, exhausta para poder reformarla, reformularla, renovarla. Esa es la situación de la contemplación de lo humano como objeto e instrumento o arma de la violencia y la agresión religiosa. Antes de dejar de serlo tiene que ser redescubierto como “palabra de amor encarnada”.  
     

  • M.Luisa

    Sigo…Precisamente  si a la religión  se le concibe desde el “hecho”  y no desde “lo religioso” (lo divino) del mismo, entonces el problema aquel  según el cual, la condición humana es tal que   “lo humano” se ha de  someter a “lo divino” desaparece ¿Por qué? Naturalmente  porque  el hecho al cual me refiero es aquel que por ser humano  surge al interactuar con las cosas con las que  la persona habrá  de hacer su vida. Son las cosas en su realidad las que nos abre a la nuestra propia y por tanto nos deja en otra  condición distinta de aquella cerrada a la que tendemos siempre a referirnos cuando decimos aquello de que “claro ya se sabe es la condición humana” que  condiciona al odio, a la venganza, al egoísmo, la ambición y a todas las perversiones morales que convierten al “hombre en lobo para el hombre”.

    ¿Pero esto es lo primero que se ha de decir de la condición humana?

    Si ahora vemos el asunto a la inversa, es decir, concebimos la religión no desde el “hecho”  sino desde la religiosidad del mismo, entonces toda esta anterior perspectiva queda totalmente trastocada.  Por qué?  porque a cualquier hecho le podemos atribuir intención religiosa y  la intención deslindada de la realidad  puede llegar a ser perversa y de esto, históricamente,  ni la religión cristiana se ha salvado.

  • Santiago

    Mientras vivamos en este mundo estaremos rodeados de misterios indescifrables, de una multitud de problemas personales y de preguntas sin respuestas…La vida en este mundo es breve y compuesta de “altos y bajos”, de alegrías y tristezas, de triunfos y fracasos…No todo es blanco o negro, sino muchas veces gris..La razón humana no es siempre clara, a veces se confunde, interpreta mal, necesita ayuda…..Por eso nuestra tendencia consiste en creer, en tener confianza….porque tendemos a creer a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestros profesores, lo que leemos en la literatura…y hasta en lo que aparece en la  prensa y en los medios informativos…No necesito tener una certeza absoluta, de hecho muchas veces dudo y con razón…pero, al fin y al cabo, para sobrevivir en este mundo necesitamos fe…necesitamos confiar en algo o en alguien…de otra manera la vida es difícil vivirla a cabalidad y con cierta estabilidad…..

    Por eso, suscribo a Isidoro cuando escribe que “el afán de conocer la Realidad, es algo constitutivo del hombre inteligente y autorealizado” porque “la creatividad y el afán del conocimiento es el motor de lo humano…Y más aún es el único motivo de esperanza que tenemos ante la magnitud de los problemas que nos asolan”…Yo diría que el ansia de saber es una poderosa motivación para superarnos en abrirnos a nuevas maneras de conocer y gozar ..desde la cuestiones científicas hasta las metafísicas…pero no es lo único que nos mueve a esta acción, sino también nos estimula como persona, la contemplación y percepción  de la belleza, del arte plástico,de la música, de la bondad, del bien…

    Es por eso que la fe como confianza es sostenida también por la esperanza…esperanza de un futuro mejor…de una oportunidad, de un encuentro que nos saque de nosotros mismos…y en la crisis existencial que vivimos en el mundo actual también resulta válida su propuesta de acercarnos “de nuevo a los temas espirituales y religiosos, con el corazón sanado, sin rencores por el pasado, comprendiendo y perdonando, pero con una mirada nueva y moderna, que nos llevará hasta donde nos lleve a cada uno”…No importan,pues ya, los errores de como fuimos enseñados…No podemos culpar a los muchos que con buena intención o sin ella, nos causaron profundas heridas..de las que hoy en día quedan cicatrices…A nuestra  ya madura edad todo queda en la historia, debemos superar todo lo puramente infantil…Sólo tenemos, en nosotros, el cada día y la incertidumbre del futuro…Pero cada vida es sagrada y contiene en si misma  una misión, un propósito, y un destino.

    Saludos cordiales   Santiago Hernández

     

  • George R Porta

    Amigo Isidoro: Lamento haberte causado confusión a juzgar por lo que me reprochas? Yo no busco evidencias de nada de ello eres tú más bien quien al escribir afirmas cosas como ciertas cuando en realidad son solo hipotéticas y en el mejor de los casos, datos asumidos como ciertos para discutir o analizar posibilidades.

    Yo no te demando nada. Tu me comentaste personalmente y como cortesías yo te propuse preguntas para oponerme a tus afirmaciones dirigidas a mí. Si te fijas te respondí una por una de las frases que me dirigiste.

    Mi estilo terapéutico es existencial (me gusta mucho la escuela de Yalom) pero mi psicoterapia la definen mis pacientes o clientes. Mi función como clínico es proveerles alternativas, tratar de ampliar el armamentarium o arsenal de recursos que tengan para examinar y comprender lo que identifiquen como problemas. Mi clientela es lo que suele describirse técnicamente como “de funcionamiento intelectual por encima de la media” (high functioning) y por lo tanto más que ellos adaptarse a mi modo de ver y pensar, mi weltanschauung, soy yo quien trata de adaptarse al de ellos y si no puedo los refiero a otro.

    No te pido que lo apruebes ni espero que lo comprendas porque no es tu campo y tampoco deseo discutirlo con ninguna otra persona aunque sea profesional clínico o no. Hay incluso diferencias culturales que juegan un rol en todo esto y un rol importante. Si llevo casi 40 años en este trabajo en muy variados contextos no debo ser ni tan incapaz ni tan inútil.

    De nuevo, te ruego que aceptes mi pesar por inducir cualquier confusión a ti o a cualquiera otra persona y te agradezco que me hayas dado atención personal, pero te garantizo que no me interesa argüir y si te formulé preguntas también te ofrecí mis respetos por hacerlo.

    Un abrazo cordial.

  • Isidoro García

    Amigo George: Me extraña que tú siendo terapeuta, exijas evidencias determinantes, respecto a los modelos de funcionamiento de la mente. Todo son hipótesis, que vamos comprobando subjetivamente. Si tú exiges evidencias, ¿qué les aconsejas a tus pacientes?. Tendrás que proponerles un modelo que consideras adecuado. ¿Y tienes evidencia de que la mente funciona así, como crees?. La psicología funciona con modelos subjetivos.

    Te puedo asegurar que nunca he estado más cerca de tener experiencias “paramilagrosas”, que cuando de repente se me ocurría en el tranvía, la solución a algún problema matemático, camino de las clases particulares que daba, cuando había estado todo el día anterior buscándolo infructuosamente, y temía que iba a quedar mal con los alumnos. (Y me sucedió varias veces).

    El inconsciente es la parte de la mente que tiene una actividad autónoma, fuera del control del circuito neuronal de la conciencia personal. Llámalo como quieras. Y tú  mismo das muchos detalles de la naturaleza de su actividad. Mucha de la terapia consiste en eso, en cambiar esos circuitos neurológicos de la parte inconsciente de nuestra mente, que tanto cuesta modificar voluntariamente, (como explicas tú en tu comentario).

    Respecto a lo de que el objetivo ideal del hombre es resolver todos los misterios, me refiero al hombre en general, no a uno en particular. Todos somos todos. Todos sabemos casi todo entre todos, y acabaremos sabiéndolo todo.

    El avance del conocimiento es una actividad colectiva, realizada por una minoría, una élite, (ya sé que a algunos no les gusta ningún tipo de elitismo), pero la realidad es que a la humanidad la mueven los héroes, los santos laicos, los autorrealizados, los sabios, los budas, los crísticos, que son todas ellas, denominaciones de lo mismo.

    Son los 144.000 santos del Apocalipsis, los pilares de la Tierra, los que consciente o inconscientemente han sufrido las etapas del Viaje del héroe, de Campbell, los autorrealizados de Maslow, los que buscan la perfección personal, aunque siempre se queden en el camino, porque nadie llega del todo a encarnar ese mito.

    Y cada uno lo será de distinta manera. Unos investigando bien, otros juzgando bien, otros enseñando bien, pero en general lo serán esforzándose y cansándose en el trabajo, no solo disfrutando de los derechos adquiridos. (La vigente filosofía existencialista, como no cree en casi nada, lo único que puede reivindicar es más sueldo y menos trabajo). Hasta ahí de bajo ha degenerado la izquierda meramente materialista, donde ya la comunidad da lo mismo, y lo único que importa es vivir bien, (que no digo yo que haya que vivir mal).

    A nuestros hijos y nietos, deberíamos inculcarlos menos igualitarismo a la baja, que al final nos transforma en “masa”, y más elitismo personal del bueno. El que tiene posibilidades y no lo intenta, está insultando a la gran cantidad de personas, que desgraciadamente no tienen esa posibilidad. (Todo estos consejos, que yo no he llevado a cabo, y bien que me pesa, se los digo a los jóvenes o personas aún con vida por delante, que nos puedan estar leyendo).

    Si en verdad no crees que el hombre no llegará a alcanzar ese nivel de autoevolución, eres presa del pesimismo vital. Nosotros, ya nos da casi lo mismo, pero los jóvenes necesitan que se les infunda optimismo. Pero un optimismo serio, no demagógico. El más grave peligro de la utopía, es el espejismo de una solución fácil y sin esfuerzo.

    Perdona George, que aprovechando la ocasión de contestarte, haya introducido mensajes, no dirigidos a tí, sino a la juventud, que es nuestro futuro.

  • Javier Pelaez

    Como colofón y corrigiéndome a lo anterior si tengo una teoría moral general sobre el uso de la violencia en la acción colectiva:el uso de la violencia debe ser una medida ultimísima y cuando digo ultimísima,digo ultimísima ,visto la aficción que el ser humano tiene por usarla.Hay que agotar todas las posibilidades antes de la violencia.Máxime los cristianos que nuestro líder/Dios prefirió el ir al matadero sufriendo un notable atropello como narran los evangelios.

  • Javier Pelaez

    De todas maneras convendréis conmigo que si hay una religión en que su líder/Dios es más pacífico es la cristiana.Resulta difícilisimo en nombre del cristianismo justificar cualquier violencia vista la vida de Jesús que fue un hombre/Dios que fue directamente al matadero.Yo no tengo una “teoría moral general sobre la violencia”-creo de hecho que es imposible elaborarla-,pese a que en conciencia soy objetor de conciencia,pero esta Navidad estoy leyendo un libro de Las batallas de la guerra civil-buen libro de historia militar-y no sabéis la profunda desazón que me producen determinadas cosas que leo.Reconozco que no se pueden hacer lecturas “ahistóricas” de los fenómenos históricos-entiendo lo que es la lucha contra el fascismo para algunos y los tintes épicos que de hecho tiene esa lucha-,pero por poner un ejemplo:que en la batalla del Jarama murieran 3000 personas para controlar una loma estratégica que dominaba la comunicación del eje Madrid-Valencia-esencial para el gobierno de la República-,creo recordar que se llamaba el Pingarrón,me produce…Qué suerte tenemos de no tener que debatirnos ante semejantes dilemas morales¡.Nosotros claro,hay seres humanos que siguen debatiéndose en ellos.No se puede olvidar que estos del camión o este disfrazado de Papa Noel se sienten en medio de una guerra internacional.Desde esta perspectiva las soluciones militares realmente no arreglan mucho la verdad.Las occidentales me refiero.

  • Román Díaz Ayala

    El misterio es una verdad luminosa.

    Dice el refrán castellano que la curiosidad mató al gato. La mujer samaritana, sentada junto al pozo de Jacob junto a Jesús tuvo esa misma experiencia. “Contestó la mujer: “Señor, el pozo es hondo y no tienes con qué sacarla; ¿cómo es que tienes esa agua viva?

    A veces tanta curiosidad lejos de ser una mala costumbre resulta ser la búsqueda ansiosa de una verdad que nos llene el alma. Sólo los naúfragos carecen de algo donde buscar… así no los caminantes.

    Jesús hablaba del misterio  haciéndolo del Reino de Dios de una manera que hacía entender a “los pequeños”, a su reducido grupo y que ocultaba a quienes llamaba los sabios con clara referencia a los fariseos y los doctores. “Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa. (Mateo 10,42)”

    Los discípulos, aquel grupo de hombres y mujeres,  adquirían así una nueva percepción de la realidad de Dios en la captación del misterio. Igual que el Job bíblico: “Solo de oídas te conocía, pero ahora te han visto mis ojos.” (Job 42,5)

  • M.Luisa

    Pienso que es desde el “hecho” que ha de verse lo religioso  y no el hecho desde “lo religioso”.  La inversión de este  orden fue lo que dio origen  a que ahora   la religión  más que historia de aquel hecho   sea    fuente de peligros y amenazas… Me extraña, pues, que  Castillo no haga esta diferenciación esencial que está en el fondo de la cuestión  y  limita remitir   estas  atrocidades que se cometen en nombre de la religión al “hecho religioso”.

    Aprovecho la ocasión para desearos a todo/as un ¡Feliz Año Nuevo!

  • oscar varela

    Hola!

    “Afán de Conocer” ¡Ok!

    Es lo que en mi Barrio distingue a las Vecinas que salen a barrer la vereda (limpia): Un Afán de Conocer in-con-mensurable.

    La raíz de todo ello está en el étymon “CUR”: CURIOSIDAD.

    Las Vecinas señaladas son CURIOSAS: “meten la nariz donde no les importa”. Meten la “opinión” sin “hacerse cargo” del Asunto. Estamos en pleno CHISME.

    ………………

    Lo que distingue, en cambio, al ser humano cabal:

    – NO ES el “Afán de Conocer”

    sino

    – el “Afan de Comprender” los Asuntos que le “im-portan” (que lo llevan a él) a andar por la vida como dios manda.

    ……………..

    Yapa: el CONOCER muchas cosas siempre está a un tris de “ocultar” PENSAR sobre ellas.

    PENSAR es todo aquello que el ser humano HACE

    (haga lo que haga: Magia, Mito, Religión, Sabiduría, Ciencia)

    para salir de la DUDA.

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Adicional

    Muchas gracias por tu contestación George. Tocas temas muy interesantes. Esta tarde la abordaré, y las de Santiago y Román. Es que ahora tengo un poco de prisa.

     

  • Isidoro García

    Vamos a ver si reconducimos este diálogo a varias bandas sobre el “misterio”. Recordaremos que yo sacaba lo del misterio y su posibilidad de conocerlo, a raíz del artículo de Castillo sobre una de los elementos clave del cristianismo: la dualidad de naturalezas de Jesús.

    A muchos hoy día eso les parece algo ilógico y por tanto imposible, y por eso determinan que es una aseveración falsa por imposible, y que por ello, todo el cristianismo es una filfa.

    Y yo aducía, que (independientemente de que sea así o no, que no lo sabemos a ciencia cierta, y de que será lo que sea, independientemente de lo que nosotros pensemos), quizás nos precipitamos en rechazar ese mensaje del cristianismo, pues puede ser un mensaje simbólico, expresado en unas categorías anticuadas, que se podrían y deberían reinterpretar y retraducir en categorías modernas, aptas para el hombre moderno.

    Y también aducía, que a algunos su imaginación no les proporciona interpretaciones alternativas válidas. Pero la mayoría autolimiten voluntariamente su creatividad e imaginación, porque en el fondo han perdido la fe que un día tuvieron, y no desean volver a encontrar indicios que les vuelva a ella, (lo que me parece una opción personal, muy válida y respetable, porque la fe es una intuición que se siente o no se siente, y tampoco garantiza la verdad. Es una opción-hipótesis más).

    Y yo lo atribuyo a que el problema de muchos, es que estamos tan avergonzados, por haber sido engañados de niños, con una catequesis vil y abusiva, aprovechándose de nuestra mente infantil, y nos han hecho rezar tantos rosarios y flores a María, (¡qué culpa tendrá María-Sofía, la sede de la sabiduría!), que ya no queremos oír nada más sobre el tema: el gato escaldado del agua fría huye.

    Hasta muchos sienten alergia hacia el tema, porque en el fondo, (sin mala intención por parte de los causantes, que no eran más que unos miembros de una cadena), hemos sido “abusados” intelectualmente en nuestra tierna infancia.

    (Perdón, si parece un poco exagerado. Pero imaginaros, si en las escuelas en las décadas de los 50 y los 60, se hubiera explicado la geografía, la ciencia, la historia y todo el saber de la época de los romanos, habríamos pensado que los maestros nos habían deformado la mente, y luego al salir de la escuela hubiésemos tenido que reamueblar enteramente todo nuestra cosmovisión para poder vivir en el mundo actual. Pues eso pasó con las categorías religiosas).

    Y yo lo que propongo, es que el que quiera, (los que no, harán lo que quieran), nos podemos acercar de nuevo a los temas espirituales y religiosos, con el corazón sanado, sin rencores por el pasado, comprendiendo y perdonando, pero con una mirada nueva y moderna, que nos llevará hasta donde nos lleve a cada uno.

    El acercamiento al conocimiento de lo “misterioso”, es un afán que tanto abarca para las cuestiones más puramente científicas, como para las más “metacientíficas” o “metafísicas”: es el afán de conocer.

    Y ese afán de conocer la Realidad, es algo constitutivo del hombre inteligente, y autorealizado. La creatividad y el afán del conocimiento es el motor de lo “humano”, especialmente de lo mejor de dicho humano. Negar ese afán de saber lo máximo posible, es escupir al cielo. Gracias a eso hemos pasado de las ramas de los árboles a los salones del Nobel.

    Y más aún es el único motivo de esperanza que tenemos ante la magnitud de los problemas que nos asolan. O cultivamos la esperanza, o estamos rezongando amargamente de lo mal que está todo y lo mala que es alguna gente, (nosotros no).

    Alguno dirá que si tanto hemos avanzado ¿porqué tenemos tantos problemas?. Hemos resuelto muchos problemas y aparecen nuevos problemas: es el camino ascendente hasta que lleguemos a una buena cima, (que no será la final).

    O pensamos como salir del atolladero, o pensamos, si merece la pena suicidarse o no. Yo desde luego, no me pienso suicidar hasta que el Real Madrid, gane su 15ª Champions League. (Por ahora va por la 11ª).

  • George R Porta

     
    GP: Gracias, Isidoro por dedicarme un poco de tu tiempo. Un abrazo cordial, agradecido por ello. Te respondo entre tus líneas.
     
    I: A George: Un “misterio” es como un problema de matemáticas, que tiene solución, si sabes encontrarla, o si te llega la intuición “milagrosa” que surge de repente del subconsciente.
     
    GP: Perdona que te responda inicialmente con una pregunta: ¿Qué evidencia tienes a tu disposición de que la solución de un problema matemático pueda “surgir” de repente del subconsciente? Más aún ¿cuándo dejó de ser la existencia del subconsciente una hipótesis de trabajo para ser algo demostrado?
     
    Más bien parece que el cerebro tenga su propia actividad pensante y que el sueño no la interrumpa. No puedo ofrecerte ahora mismo la evidencia documental de ello, pero la buscaré esta semana y con gusto te la enviaré. Los pacientes obsesivo compulsivos pueden transformar la estructura neurológica funcionalmente y liberarse de algunas obsesiones y fobias. Lo que dificulta el tratamiento es precisamente lo horriblemente laborioso que es hacer que el cerebro cambie sus “modos” o maneras.
     
    En el caso de los niveles de consciencia la expresión es poco lograda porque no se trata de capas, sino de parches, como de piezas de un rompecabezas. Si pasa suficiente tiempo la persona puede “crear” las partes que le faltan de lo que solo recordaba parcialmente pero no más “profundamente” una topografía del pensamiento que sirvió a Freud por un tiempo pero que nadie ha demostrado.
     
    Por ejemplo en la ejecución de una pieza nueva al piano el pianista puede tener consciencia de que lo que ejecuta no sea exactamente lo que debe porque lo sospecha de leer la pauta y si persiste en ejecutarlo llegará a producir lo que falta por la secuencia lógica de las reglas de composición, porque los compases y las claves dependen en la realidad  no de lo escrito sino de la finura del oído y la familiaridad del ejecutante con el ángel del compositor, con su estilo, con su sentir y pensar en la medida que haya podido aprenderlo a pesar de la distancia y el tiempo.
     
    Al romper la tierra, donde el suelo es muy duro puede que la punta del arado no penetre, pero dejará una marca y si se sigue tratando poco a poco penetrará, no porque la tierra se engrose sino porque el filo del arado abre el surco.  
     
    I: Un “misterio”-problema matemático, es una incógnita que no entiendes, hasta que la consigues resolver. Y no es algo valioso digno de coleccionar, sino algo a eliminar, (si pudiéramos), resolviéndolos todos. Y el destino del hombre es resolverlos todos, y llegar a ampliar el conocimiento de la realidad, al máximo posible.
     
    GP: ¿Cuál puede ser la necesidad de que una persona aclare todos los misterios como si de antemano supiera cuántos misterios puede haber? Me da la impresión que sabes que la posibilidad de combinar una vez que se sale de un campo de número para entrar en otro, se convierte en exponencial y cada una de esas posibilidades abre un universo de otras, ¿Cuántas son las arenas del mar? Primero dime de qué tamaño de considerar la unidad arenosa, porque a medida que hago fuerza sobre una se me vuelve polvo más fino aún y se multiplican. El infinito es un número, pero es un misterio porque como la profundidad de la noche no es posible medirla. Si te comprendo bien tu consideras que el misterio tenga una magnitud desconocida, pero entonces ya eso, si es cierto, no es misterio para ti. Por otra parte, muy probablemente empíricamente nunca podrás demostrarlo. Y comprenderlo tu solo te convertiría en el hombre más solo posible. ¿Para qué hay que resolver todos los misterios? Estoy seguro de que algunos son bellos precisamente como son. Por ejemplo, las diferencias de tonalidad de un color según quién lo percibe. O la distancia al horizonte según el poder resolutivo de los ojos de quien lo mira. ¿Para qué hubiera que resolver esas diferencias?
     
    I: De hecho, en la Biblia se habla de que al final de los tiempos el hombre descubrirá todos los secretos del Universo. Y san Pablo, igual.
     
    GP: Pero eso no es prueba de que ocurrirá, es más bien la articulación de una esperanza confiada porque a los seres humanos nos molesta lo desconocido. Para qué he de conocer todo y sobre todo ¿qué será más necesario que la divinidad me reconozca o que yo la conozca? No tengo respuesta para esas preguntas, pero si me las he podido formular al conversar contigo obviamente pudieran tener respuestas, aunque no hay ninguna evidencia de que así sea. Por ejemplo, ¿qué puede ser “nada”? Obviamente lo puedo preguntar, pero no lo puedo responder excepto si lo hago en función de lo que es, lo cual solo puede ser como cualquier función un aproximado.
     
    I: El mito-arquetipo de la esfinge, nos expresa la idea de que tenemos por delante un enorme y difícil reto, que si lo resolvemos nos hará “reyes”, y si no, moriremos.
     
    GP: En efecto así pudiera ser, pero para qué tendré que preservarme yo específica y personalmente yo, si tú, por ejemplo, tienes la curiosidad científica y yo solo sueño con la contemplación de la mayor belleza, sin tocarla, sin poseerla, sin apropiármela.
     
    I: Y claro que este desciframiento exige vocación, esfuerzo, estudio, y suerte. Para cualquiera, un problema de derivadas, si no sabes derivadas, es un misterio indescifrable.
     
    GP: En mi caso sé un poco y quizás pudiera entenderlo, pero antes de tu planteármelo no había vuelto a pensar en derivadas, integrales, etc. En mi campo de la clínica me intriga lo que lleva a una persona a suicidarse o a matar, el mismo fenómeno dirigido hacia adentro o hacia afuera de la persona. Por qué alguien puede tener necesidad de anticipar su final y que evidencia tengo yo de que lo anticipa. Cuando Sartre propone que la única expresión de la libertad sea la necesidad precisamente está indicando que el suicida no hubiera podido o debido vivir más tiempo. Eso no se diferencia de que el vaso de Möser que se rompió no debió haberse roto, pero lo real es que, en efecto, se rompió y no tiene por qué no haber sido así.
     
     
     
    I: Por eso hay dos problemas: el problema en sí, y luego el conseguir o tener la suerte de atisbar la solución del mismo. ¿O es que acaso todo lo que uno no conoce, es porque es incognoscible? Muchos otros lo sabrán, y si no lo saben hoy, lo sabrán mañana.
     
    GP: Tienes el derecho de pensar eso e hipotetizar de esa forma, pero yo en cambio creo que pueda haber cosas que no sean conocibles. Por ejemplo, el famoso problema de la posición actual de un electrón que se proponía en el Principio de Incertidumbre de Heisemberg. Claro que el electrón en su recorrido pasó por muchas posiciones, pero todas las que se escaparon a la luz no podrán ser conocidas. Lo que no es conocible aún puede ser real. ¿O no? ¿No era ese el caso de lo que hablabas antes de la Biblia y Pablo? Ellos imaginaron que fuera necesario que todo llegara a conocerse. ¿Qué tal si alguien no siente la misma necesidad y por lo tanto no se inquieta como ellos?
     
     
     
    GP: Gracias. Sabes que aprecio tu constancia y la brillantez con la que argumentas de lo cual aprendo.

  • Santiago

    Admiro mucho todos vuestros ordenados comentarios a este interesante tema y además alabo el respeto a la libertad de expresión…Por eso me atrevo a formular mis propias opiniones desde mi perspectiva personal…porque creo que nos reducimos bastante cuando no queremos penetrar en el Misterio y sin embargo estudiamos todos los que tenemos cerca, ya  estamos rodeados de misterios por todas partes, particularmente cuando penetramos en el campo científico…

    Si hablamos del papel de Jesús en la salvación no podemos creer que ésta se concreta a algo puramente material…No somos, pues, sólo una reacción físico-química, no un mero producto mas de la biología…sino que somos algo mas…nuestra humanidad sobrepasa todas las expectaciones naturales del Cosmos…Éste, junto con nuestra propia existencia, constituyen la pregunta existencial obligada, sobre nuestro origen y nuestro destino final..pero nuestro destino final va marcado desde el principio con nuestro deseo insaciable de felicidad que no se encuentra en ninguno de los bienes externos o internos en relación a nuestro mismo ser…Por eso ni honores, ni fama, ni gloria, ni salud, ni belleza, ni fuerza, , ni ciencia, ni virtud…llegan a saciarnos plenamente en esta vida…porque estamos siempre buscando “algo más”…Somos seres no conformistas….en una lucha y desafío constante en busca de una felicidad que nunca podemos encontrar plenamente…

    Es por eso que la salvación ofrecida por Jesús tiene un fin trascendente…y una naturaleza distinta, espiritual como es nuestro íntimo ser….Por eso, “el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos” (Mt. 20,28)…El sacrificio de Jesús fue uno y se realizó en el tiempo. La entrada del mal en el mundo incapacitó a la humanidad para rescatarse a si misma…Al dotar al ser humano de libertad existió el riesgo de un mal tan profundo que podía ser capaz de lograrse una destrucción total de esa misma humanidad creada…De la adicción al mal, de la perseverancia en el mal, de la transformación en el mal, de la impiedad total, del hundimiento en el mal quiso Jesús ofrecerse voluntariamente para rescatarnos…y es son sus méritos la única causa por la que todavía existimos y podemos salvarnos…Se puede objetar que millones de personas dan la espalda a Jesús y al bien, y las consecuencias de sus actos son visibles…pero existen y han existido millones de personas que abandonaron el camino del mal moral y transformaron y transforman sus vidas en el bien para ellos y para sus semejantes…Solamente en el bien y por tanto en Jesús de Nazaret podemos vivir “la plenitud de la vida”…La nuestra es una vida trascendente…en cuanto está dirigida a algo que se encuentra por encima de nosotros…y que nos es difícil abarcar…pero no podemos renunciar a esa vida…la llevamos dentro…y nuestra conciencia es la que nos dice constantemente que nuestro último fin va mas allá de los confines de la vida de la tierra…nuestros deseos son infinitos…son insaciables…

    Por otro lado, nuestro conocimiento es racional…y coincido que debe ser razonable lo que acepta nuestro intelecto…para que podamos creer…pero este mismo conocimiento no es absolutamente deductivo puesto que también es intuitivo, es inductivo, es empírico o basado en la experiencia etc…Tanto como existen muchas moradas en la casa del Padre, también existen muchos métodos para llegar al conocimiento de la verdad…por eso la fe, además de un don, es intuición personal de la verdad…. y al mismo tiempo es fe revelada para nuestra propia salvación…A ella podemos llegar siempre….o gradualmente o súbitamente, tal y como la experiencia nos enseña..

    Un cordial saludo   de Santiago Hernández

  • Román Díaz Ayala

    La vida tiene muchas interrogantes, y como son preguntas que nos hacemos sin obtener muchas veces respuestas satisfactorias las ciframos en el misterio, y decimos: “los misterios de la vida”. Los misterios de las ciencias están revestido de provisionalidad dado el optimismo moderno en nuestra capacidad para llegar a comprender las cosas más ocultas.

    En la teología católica se hace un uso del misterio que es ajeno al pensamiento bíblico y que se desprende de la definición canónica del dogma, a saber; “Aquellas verdades reveladas definidas solemnemente por el Magisterio extraordinario”. De lo mismo se desprende que si existe una doctrina dogmática que no alcanzo a comprender y que por lo tanto para mí es un misterio, debo aceptarla intelectualemente como verdad existente por la Autoridad de la Iglesia. No importa que sea el contenido de verdad, o su formulación, pues ambas cosas son distintas.

    Sin embargo, el uso que se hace en Las Escrituras sobre el misterio es bastante diferente, pue se trata de “verdades” que nos son reveladas por Dios y que pueden ser objeto de nuestra reflexión, o para nuestra reflexión. El téxto clasico está en Mateo 11,25 “Por aquel entonces, tomó Jesús la palabra y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a gentes sencillas”. El texto paralelo está en Lucas 10,22. Jesus hablaba frecuentemente de los misterios del Reino de Dios “A vosotros se os ha dado que conocer los misterios del reino de los cielos”, y le explicaba el sentido de las parábolas a sus discípulos.

     

  • Angel Ordas

    Siento gran afinidad con la ideologia de Isidoro pero creo que deberia reformular su teoria porque su planteamiento asemeja un emparedado cristiano-agnostico donde es dificil discernir las bases cientificas de las bases utopicas

  • George R Porta

    Es buenísimo esto de asomarse a la ventana de Atrio porque se aprende muchísimo. Os agradezco a todos vuestras explicaciones, pero sigo atascado (sed pacientes, por favor) en la cuestión de que las cosas que ignoro no es que no las comprendo, es que no las sé y si las supiera entonces pudiera comprenderlas o no, explicarlas o no y al hacerlo fuera susceptible de errar y creer que entiendo lo que en realidad no entiendo. Hast ahí estoy, yo creo, claro pero obviamente pudiera no estarlo.

    Por lo demás, en Ciencias no me ha parecido hasta ahora que lo desconocido se pueda siquiera imaginar porque si se le imagina ya se le conoce un poco, aunque sea poquísimo. La intuición, por ejemplo, es un grado inicial de conocimiento aunque no implique mucha comprensión, por eso se puede atisbar lo que era misterio hasta hace un momento, cuando en el curso de una investigación aparecen preguntas nuevas, inesperadas y que no tienen respuesta, que además quizás no la tendrán porque de inicio son preguntas mal formuladas precisamente por la falta de mayor conocimiento en la materia.

    Conclusión, que me imagino que el misterio es algo así como la profundidad de la noche pero no la profundidad del océano; La magnitud del amor o del mal pero no del bien o del daño; y por ese camino pues casi que es un misterio la distancia a la que pudiera llegar citando ejemplos.

    Ya sabéis que sea verboso o parlanchín y sin quererlo pero no expresamente conteniéndome, me extiendo. Eso no es un misterio pero me confío a vuestra paciencia que cada vez descubro más grande al menos conmigo. Un abrazo cordial.

     

  • George R Porta

    Como ya no sé muy bien que lengua utilizo viviendo en esta encrucijada de tantas y tan mal habladas, me atengo a las confusiones que me causa el DRAE que a menudo son productivas. He aquí lo que el mismo dice al respecto de MISTERIO: Del lat. mysterĭum, y este del gr. μυστήριον mystḗrion. 1. m. Cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar. 2. m. Negocio muy reservado. 3. m. Arcano o cosa secreta en cualquier religión. 4. m. Cualquier paso o misterio de la vida, pasión y muerte de Jesucristo o de la Sagrada Escritura, cuando se representan con imágenes. 5. m. Rel. En la religión cristiana, cosa inaccesible a la razón y que debe ser objeto de fe. 6. m. Rel. Cada uno de los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, cuando se consideran por separado. 7. m. T. lit. Pieza dramática propia de la Edad Media, típica especialmente de Francia y de la corona de Aragón, referida a un episodio bíblico. 8. m. pl. Rel. Ceremonias del culto sagrado. 9. m. pl. Rel. En algunas religiones antiguas, ceremonias secretas del culto de algunas divinidades. hablar con, o de, misterio, o hacer misterio, 1. locs. verbs. Hablar cautelosa y reservadamente, o con afectada oscuridad para sugerir un sentido oculto. no ser algo sin misterio
    1. loc. verb. desus. No haber sido hecho por casualidad y sin premeditación, sino con motivos justificados y reservados. que canta, o que tiembla, el misterio 1. exprs. coloqs. que canta el credo.

  • Isidoro García

    A George: Un “misterio” es como un problema de matemáticas, que tiene solución, si sabes encontrarla, o si te llega la intuición “milagrosa” que surge de repente del subconsciente.

    Un “misterio”-problema matemático, es una incógnita que no entiendes, hasta que la consigues resolver. Y no es algo valioso digno de coleccionar, sino algo a eliminar, (si pudiéramos), resolviéndolos todos. Y el destino del hombre es resolverlos todos, y llegar a ampliar el conocimiento de la realidad, al máximo posible.

    De hecho en la Biblia se habla de que al final de los tiempos el hombre descubrirá todos los secretos del Universo. Y san Pablo, igual.

    El mito-arquetipo de la esfinge, nos expresa la idea de que tenemos por delante un enorme y difícil reto, que si lo resolvemos nos hará “reyes”, y si no, moriremos.

    Y claro que este desciframiento exige vocación, esfuerzo, estudio, y suerte. Para cualquiera, un problema de derivadas, si no sabes derivadas, es un misterio indescifrable.

    Por eso hay dos problemas: el problema en sí, y luego el conseguir o tener la suerte de atisbar la solución del mismo. ¿O es que acaso todo lo que uno no conoce, es porque es incognoscible?. Muchos otros lo sabrán, y si no lo saben hoy, lo sabrán mañana.

     

    A Oscar: Ya sabemos que los problemas del hombre son muy reales, concretos y perentorios. Pero eso no excluye que se pueda dedicar tiempo, (el que quiera y le apetezca), a reflexionar sobre temas filosóficos y más abstractos.

    La obsesión por el cortoplacismo, puede comprenderse, especialmente en las personas que están en una situación vital angustiosa, en situaciones de emergencia vital. Y nuestra preocupación y empatía por ellas es muy meritoria y razonable. Pero eso no descalifica la actividad del día a día.

    Con motivo del Holocausto judío, se dijeron frases, muy emotivas, pero injustas e irrazonables: “¿Cabe hacer filosofía o poesía o arte o reflexión, después del holocausto?”.

    Pues desgraciadamente, sí. La vida sigue su curso. Y además el hombre ha progresado y saldrá de sus problemas pasados y actuales, justo, abstrayéndose un poco de los problemas perentorios, e investigando y reflexionando con tranquilidad.

    Y además eso es la ayuda más eficiente. Han salvado muchas más vidas, unos miles de científicos en sus cómodos laboratorios médico-farmacéuticos suizos, americanos o rusos, que los millones de muy abnegadas enfermeras y misioneros que atienden las enfermedades en los hospitales a pie del enfermo y sus sufrimientos.

    Los que somos miopes, y además tenemos presbicia, tenemos dos pares de gafas, que vamos alternando según miramos a lo lejos o de cerca. Si miramos todas las cosas solo con un par, habrá una parte de cosas que no veremos bien, (y que suele coincidir con las cosas que despreciamos). Obsesionarse por lo concreto, lo el contacto con la tierra, es tan negativo como lo contrario, el escapismo de lo abstracto que nos hace perder perspectiva. (Otra mas de las contradicciones y contrarios que hay que unificar).

    (Otra cosa es que cada uno tenemos un carisma personal que nos inclina más por una u otra actitud. Todos somos necesarios, pero sin pensar, que los demás no lo son).

    (Por cierto, me alegro que lo de Olga haya ido bien. El día de su operación mandé un comentario en el que estaba con el pensamiento con ella, pero no me entró por problemas del sistema).

     

    A Angel: A mí no me gusta eso de “presentar lo humano como trascendente en si mismo. Un humanismo-trascendente que tiene en si mismo el germen de superación y trascendencia”.

    Decía Oscar también de mi comentario, que “reduce las cosas de la vida humana a ese acotado Campo de comprensión (lógica – Ciencia – Conocimiento)”.

    Y lleva toda la razón. El gran desafío del hombre, (del humanismo), está en ir conquistando paulatinamente el conocimiento del Universo, con el cual resolveremos todos nuestros problemas que tanto le urgen. Y ese aumento del conocimiento es lo que yo denomino “divinización” del hombre, pero que solo es una palabra, una forma de expresarse.

    Lo de la “trascendencia” del hombre, es otra forma de expresar lo mismo, y también es solo una palabra, que significa lo mismo, pero que también cada uno la interpreta como quiere.

    En el fondo es la visión evolutiva-evolucionaria del hombre, que está ascendiendo penosamente un alto monte, “con las orejas grapadas a un piano de cola”, como decían en una serie de televisión.

    Y llevaremos el p… piano hasta arriba.

  • oscar varela

    Hola!

    El MISTERIO tiene dos acepciones:

    UNA: cuando NO SÉ algo que alguien que sabe más “ya lo sabe”. P.e. que 2+3=5.

    DOS: cuando NO SÉ qué será de mí.

    ……………..

    La UNA se aprende con la “razón-lógico-matemática” (ab-stracta)

    La DOS se afirma-espera con la “razón-histórico-biográfica” (con-creta).

    …………..

    Referido al Asunto “religioso” esta distinción la explicó “ad nauseam” Jean Danilou analizando el MISTERIO cristiano ya hace medio siglo.

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Reducir el conflicto sde nuestras dos civilizaciones a lo estrictamente religioso, globalizándolo, tiene grandes inconvenientes pues sobrecarga en la multitud de las personas que lo integran responsabilidades a título gratuito. Sufrimos una confrontación ideológica, política y social, y hasta económica, de crisis humanitaria, que sólo en su conjunto puede ser estudiada y analizada. En caso contrario, la religión suele ser la gran perdedora.

    La razón es muy simple, porque  hemos hecho de nuestros sentimientos religiosos un uso instrumental y al servicio del poder.

    Y lo mismo digo, cuando nos analizamos a nosotros mismos y nuestras herencias históricas comparando sin diferenciación como si pudiera haberla.

    Concluir de ahí que hemos hecho  una abstracción de lo divino y nos hemos sometido a ella para relativizar lo humano sigue pareciéndome una extrapolación, una contaminación del pensamiento que intenta sustituir a la anterior.

    La divinización a la hemos estado sometidos por doctrina específica del Catolicismo Romano ha sido un producto de nuestra mentalidad nacida de nuestro origen cultural de la parte latina europea, y contra la cual ( cambio de esta mentalidad) no hemos luchado, sino que hemos construido nuevas premisas doctrinales.

    No me extraña, pues que digamos, como más arriba que prefiramos vivir en la certeza de la incertidumbre, lo cual sólo refleja un hecho, porque si adquiriésemos nuevas certezas estas incertidumbres desaparecerían.

  • Angel ordas

    Me parece ver dos planteamientos diferentes del tema divino-humano;

    .El primero, tradicional = Dios se hace hombre= Encarnacion= dos naturalezas y una persona=nacimiento de Jesus de una Virgen lo que supone un Dios trascendente que inyecta en lo humano un  germen de superacion (ascesis) donde lo humano es mas humano en cuanto se hace (deviene) mas divino.

    El segundo planteamiento (Isidoro) tiende a presentar lo humano como trascendente en si mismo. Un humanismo-trascendente que tiene en si mismo el germen de superacion y trascendencia. Este segundo planteamiento, a pesar de lo dificil e intricado, es mas coherente con los avances de la investigacion actual.

    Un tema dificil pero fecundo y generador

  • George R Porta

    Leo: “Un “misterio” es una supuesta realidad que no entendemos, porque aparentemente no sigue las reglas de la lógica.”

    Y mi dificultad radica en que si puedo explicar qué sea un misterio no sé como simultáneamente afirmar que no lo entienda. Claro siempre queda aquello de que, en mi caso, es la ignorancia lo que me crea el problema y no el problema que desde ella trato de resolver.

  • ana rodrigo

     
    Tanto el post de Castillo como los comentarios de Santiago e Isidoro, nos obligan a poner sobre la mesa de debate conceptos clásicos, que no por repetidos millones de veces, añaden o quitan raciocinio.
     
    El tema de “antropormizar” a Dios da más verosimilitud a ese dicho de que “el hombre ha creado a Dios”, a los dioses. Si, por un lado, afirmamos que a Dios nadie lo ha visto y por otro se habla de palabra de Dios, de la voluntad de Dios, de que Dios permite, se enfada, perdona, es omnipotente y misericordioso a la vez, nos salva, nos redime de los pecados, etc. etc., y esto lo aplicamos a la lógica o a la capacidad del ser humano de razonar, algo rechina en nuestras neuronas ante un Dios tan hecho a nuestra imagen y semejanza.
     
    Viene a este planeta un hombre, del que se ha hecho un relato, los evangelios, de su nacimiento y de su vida en condiciones tan diferentes a la de cualquier ser humano: el portal de Belén, el frío (sin saber en qué mes nació) el calor de los animales (con lo bueno que es el calor de la madre), los ángeles, los pastores, los reyes de Oriente, y un sinfín de maravillas extrañas, que se leen, se creen y se celebran con la mayor naturalidad como si eso hubiese ocurrido literalmente así.
     
    Si, además, este Jesús hace cosas prodigiosas, y muere por nuestros pecados para salvar al mundo, ¿Su muerte salvó al mundo? ¿De qué? ¿No se siguen cometiendo injusticias, atropellos, guerras y miseria como siempre a lo largo de la historia humana?
     
    Y aquí se bifurca el camino: o crees que Jesús fue como fue porque era Dios, o crees que su mensaje humano fue tan potente que ha servido, a pesar de la religión judeo-cristiana y de la Iglesia, que puede servirnos a vivir la vida en plenitud.
     
     construyendo un proyecto personal y social sobre valores que den sentido a la vida.
     
    Las creencias son otra cosa, y todas respetables al igual que cada persona debe ser respetada en todos los aspectos de vida siempre que no interfieran en el camino del bien. Pero no debemos tener miedo a la razón, a desescombrar determinadas creencias que llamamos fe.
     
    Y perdón por mi heterodoxia. Prefiero vivir en la racionalidad de la incertidumbre que en el dogmatismo absurdo e ilógico.
    Feliz año 2017
     

  • oscar varela

    Hola!

    Leo:

    – “No voy a echar mano – una vez más – del tan manoseado asunto de las Cruzadas, la Inquisición, la condena de Galileo y, menos aún, de casos recientes, ocurridos en España hace sólo unas décadas.

    Vamos a ir más al fondo del asunto.”-

    Pero lo que sigue es ¡lamentable!: Pura problemática de “lógica formal” (Ciencia); lo cual dio, con razón, a las “variaciones-lógicas” de Isidoro, quien (de entrada nomás en su Comentario) “reduce las cosas de la vida humana a ese acotado Campo de comprensión (lógica – Ciencia – Conocimiento)

    ¡No señores! El FONDO de los ASUNTOS son las cosas que nos pasan y que hacemos, entre las cuales se encuentran las que el Autor se deja a la espalda: las Cruzadas, la Inquisición, la condena de Galileo y los casos recientes, ocurridos en España hace sólo unas décadas.

    …………………

    En cuanto al Papa, pienso que su “lógica-concreta” (que la hay tan cerca nuestro que no la ven los obnubilados por la “lógica-abstracta”) va en buen sentido. También el Relato en que se apoya (Acta et Passa Christi). Pero su “fundamentación-Teo-lógica” distorciona (chirría a la racionabilidad). ¡Ojalá sea solo un modo pro-pedéutico!

    ¿Qué le vamos a hacer, no?

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Un “misterio” es una supuesta realidad que no entendemos, porque aparentemente no sigue las reglas de la lógica. La lógica es universal, y debe funcionar, ser coherente, aquí y en Estambul: Dos más tres, deben ser cinco siempre.

    Ahora bien, si no conocemos bien la realidad, o nuestra expresión de dicha realidad, (el lenguaje), es imperfecta, por ejemplo con dobles y triples sentidos de una palabra, etc., entonces todo se complica.

    La fe es aceptar con humildad, la no comprensibilidad y la ilógica de la expresión de un “misterio”. No consiste en negar esa no comprensibilidad y esa ilógica, repitiendo literalmente el catecismo como “normal”, lo que en pura lógica, no lo es.

    Esa no es buena defensa de ese “misterio”, pues con esa actitud, se espanta a todo el que no acepte que 2 + 3 = 7. (Espanto que adviene a todo el que es consciente del tema).

    Si un naturalista publica que un espécimen que ha descubierto, al tiempo es una cabra y un águila, (no que tiene algo de ellos, o que recuerda, o que se parece, sino que verdaderamente es una cabra y un águila al tiempo), entonces o lo aceptas acríticamente sin más, (dimitiendo de tu capacidad de raciocinio), o no te crees la noticia, o tienes que pensar, que es muy posible, que el naturalista, tiene unos conceptos de “cabra” y de “águila”, que no son los conceptos que todos tenemos.

    Si “alguien” es al mismo tiempo, “Dios” y “humano”, conceptos que en principio parecen antitéticos, o pertenecientes a conjuntos disjuntos, tiene que ser porque algo falla en el significado que le damos a esos términos.

    Todos sabemos lo que es un aparato mecánico, (p. e. un reloj), y todos sabemos lo que es una rata o un ratón. Y si alguien nos dice que tiene un “ratón”, enchufado con un cable al ordenador, a nadie se le ocurre pensar que eso es normal. Ahí, tendríamos un “misterio”.

    A no ser que hayamos variado el significado del término “ratón”, y signifique algo distinto al de rata pequeña. Con un significado nuevo, el “misterio”, deja de ser misterio y es algo lógico y comprensible.

    En resumen, que ante un “misterio”, o sea la expresión no lógica de una supuesta realidad, (que se puede creer o no), además del rechazo o de la repetición literal acrítica, cabe una tercera vía que es la de reflexionar sobre los significados de las palabras, y darles un significado que haga “razonable”, lo que en principio no lo es.

    La Ciencia entera, se esfuerza en explicar las características de la naturaleza del “humano”. Eso no lo podemos variar tan sencillamente, pues la Ciencia nos dice lo que el humano “es”.

    Sin embargo la teología, sí que puede variar el significado del término “Dios”, pues en el fondo no sabemos casi nada de ello. Sólo se le absolutiza, con conceptos como infinito o eterno, que en el fondo nunca llegamos a comprender de verdad.

    En esos términos, el “Dios” infinito, en pura lógica, nunca puede ser al mismo tiempo, algo limitado y finito.

    Pero si relativizamos el concepto, añadiendo, (que no sustituyendo), un nuevo concepto, (polisemia), al término “Dios”, entonces, todo se puede comprender más lógicamente, (aunque de todos modos, se puede creer o no creer en esta nueva formulación del “misterio”, por lo que se precisa igualmente de fe religiosa).

    (Sin excluir al supuesto “Dios” Absoluto e incognoscible, que dejaríamos aparcado), si pensáramos que la “Divinidad” es un concepto paralelo y similar al de “Inteligencia”, y definiéramos como “Dios” a todo ser inteligente en un nivel determinado mínimo, entonces los conjuntos de “Humanos” y de “Dios”, podrían tener elementos en común: todo humano que alcance ese nivel determinado de “inteligencia”, alcanzaría la naturaleza “divina”. (Hay que partir de un concepto dinámico y evolutivo, de  los términos “humano” y “humanidad”, y no estático).

    En resumen, que todo depende del significado que le demos a las palabras. Como en el chiste, si tú llamas Federico a un señor que se llama Federico, está bien, pero si tú vas al “Federico” a buscar una cerveza fría, entonces eso no va bien.

    Si una persona no cree porque una cosa no es lógica, está dando una explicación falsa a la cuestión. Todo puede ser lógico, con los significados adecuados. Si uno no lo quiere hacer así, es porque no tiene esa fe o intuición religiosa. (Lo que es muy digno de respeto).

    La fe es intuir una realidad desconocida, aceptando un marco conceptual distinto al habitual, un nuevo “lenguaje”, con unos significados algo distintos. Por eso, el diálogo entre creyente y no creyente, es un diálogo babélico entre un chino y un turco, que solo conocen su idioma propio.

    Lo que yo defiendo es que ese lenguaje religioso, no exige los significados sobrenaturales y “maravillosistas”, y se puede hablar religiosamente en términos científicos y modernos, con unos pocos y ligeros nuevos significados de algunos términos.

    Muchos que han perdido una fe que tuvieron, (muy posiblemente porque era una fe inmadura e infantil), intentan justificarse con problemas de irrazonabilidad.

    Pero es que no tienen que justificarse en absoluto, la fe se tiene o no se tiene, se siente o no se siente, y no por ello hay que intentar quitar la fe de los demás, para autojustificarse uno mismo, cuando no se tiene por qué. (Porque si no tienes hambre no le tienes que echar la culpa al cocinero o al guiso, o criticar a los que si lo comen).

    Frente a lo de Tertuliano “creo porque es absurdo”, la fe moderna del futuro, debe ser “creo porque lo siento así, y porque además he variado ciertos significados de ciertas palabras de mi cosmovisión, que me hacen razonable mi fe”.

  • Santiago

    LA RAZÓN  por la que Jesús “comía con los pecadores” y aceptaba su compañía obviamente era para llamarlos a una conversión de corazón al amor del Padre…La hipóstasis de Jesús era claramente entendible tanto cuando la formularon los primeros Concilios de la Iglesia como ahora para los que vivimos en el siglo XXI….pues existe en Jesús solamente una persona divina con 2 naturalezas…No se puede “interpretar” de diferente manera, aún usando el lenguaje moderno, excepto si vaciamos esta verdad definida de su verdadero sentido que es la unión de lo “divino con lo humano”…La locura del amor de Dios es una mutua interacción de estas naturalezas, de la que nosotros también participamos…Jesús pues ES el que vino “a quitar el pecado del mundo”

    Por tanto, la venida de Cristo al mundo fue primordialmente para “la remisión de los pecados”…ofreciéndose como rescate para nuestra salvación…Vino a aliviar el sufrimiento, no sólo el de la enfermedad física…sino el de la “enfermedad del espíritu” que es el que nos imposibilita para vivir la vida a la que Dios nos ha destinado desde toda la eternidad…Por eso, Jesús combate denodadamente el mal moral..que es el pecado y lo primero que le dice “al joven rico” si quiere entrar en “la vida”: GUARDA LOS MANDAMIENTOS…los que están escritos en el Decálogo…y los enumeró..

    Por eso, invita a Zaqueo, acaudalado publicano, para “hospedarse en su casa”…Zaqueo, pues, promete enmendarse y dar la mitad de su fortuna a los pobres…Jesús salva a la adúltera de una lapidación segura…pero le pide a ella: “no vuelvas a pecar”….Y al paralítico que “bajan” abriendo un hueco en el techo, lo primero que le dice es “Hijo, tus pecados te son perdonados”…pues seguramente sabía que su verdadera enfermedad no era la parálisis de su cuerpo…sino “la de su espíritu”….Le hacía mas falta el perdón de Dios..

    Y a “cierto fariseo” que invita a Jesús a comer le dice, ni me has dado un beso de salutación, ni me has lavado los pies, ni me has ungido la cabeza con óleo” pero esta pecadora ha mostrado su arrepentimiento mostrándome su amor…y por eso es perdonada de sus pecados…Jesús fustiga el mal…expulsa a los vendedores del Templo….nos recomienda no juzgar a nadie…que entremos por la “puerta estrecha”…amenaza a las ciudades impenitentes (Mt. 11,20-29)….Condena la impenitencia del pecado contra el Espíritu Santo (Mt. 12,31-32)..Habla de las “malas obras de los fariseos”, de la hipocresía, del número de los que se salvan…Jesús condena a los que escandalizan “a los pequeños” (Mt. 18,6-9)..Menciona el castigo de los fariseos  (Mt. 23,33-36)..Habla del juicio final (Mt. 25,31-46) y que no todos estamos “limpios” (Juan 13,10)

    Jesus habla de “un tesoro en el cielo” y que “buscad primero el Reino de Dios y su Justicia” y que mejor es que entremos en “la vida” con un solo ojo, que ser arrojado con los 2 a la “gehenna”….y que existe un premio y un castigo eterno (Mt. 25, 31-46)

    Por eso, Jesús nos llama a la trascendencia….nos exige una “conversión”, un arrepentimiento para que podamos participar en Su amor misericordioso…El lo ofrece…pero nosotros tenemos que cooperar a ese amor evitando convertirnos al mal….y transformarnos en El…La vida terrestre se acaba…pero para los fieles a Jesús ella se transforma y se adquiere una morada permanente en la “otra”…ES el mismo Jesús el que nos dice que “en la vida tendréis tribulaciones, pero confiad, Yo he vencido al mundo” (Juan 16, 28-33)

    Un saludo cordial y Feliz Año 2017    de Santiago Hernández