Repaso las actuaciones publicadas de los distintos responsables de Podemos e Izquierda Unida a partir del 20 de diciembre de 2015 y pese a que no olvido que “hacer predicciones es difícil, especialmente sobre el futuro” como enseñó Niels Bohr, todo me lleva a concluir que esta izquierda chorra nunca tendrá el poder político para transformar España en beneficio de los aplastados y desahuciados económicos y laborales que padecen el cambio social de los últimos cincuenta años.
La aparición del amado líder acompañado de una cohorte pretoriana reclamando al PSOE vicepresidencias y ministerios de fuerza armada, espionajes y lindezas similares antes de haber cazado al oso, ya dio el tono del concertino que se nos venía encima. El listón de salida era imposible de cruzar para los socialistas.
Consecuencia necesaria: la derecha conservadora al poder, que ya tenía. “Pero Mendo, ¿qué las das?”, diría don Pedro Muñoz Seca desde su tumba madrileña. Mendo, trasmutado en Iglesias y Podemos, les había dado el poder a los conservadores al impedir gobernar a la izquierda parlamentaria. Luego Monedero y otros petimetres de barba rala y chaleco de plastrón elucubrarían en la perentoria justificación del prestigiado líder besador en hemiciclo televisivo coram populo et coram hominibus, ya que todo recurso, aún erótico, sirve a la conquista de la Moncloa.
El error de entregar el poder a la derecha para quedarse como hegemónico señor de la izquierda laminando a los socialistas, ha traído estos lodos. Don Pablo Manuel Iglesias ya tuvo ocasión de enseñar, hace años, que “cuando en política no tienes poder, no tienes nada” pues “no cuentan las razones, cuenta el poder”.
Y como no tiene poder, ni él ni Podemos, no tienen nada, sólo peleas intestinas con razones que no cuentan ya que lo que cuenta es el poder. Dado que no hay poder del BOE, que es el permite transformar la sociedad desde arriba, pues se trata de conseguir poder dentro del propio espacio de partido. Podercito, pero poder sobre otros que es de lo que se trata.
Al cada día menos amado líder y a sus confalonieros que le custodian desde añorados y juveniles espacios políticos, ¡ay, ya idos!, les está ocurriendo lo que contaba hace unos días Gustavo Martín Granizo recordando los cuentos cómicos de Poe. Un joven que era demasiado presumido para llevar gafas, se casó por accidente con su abuela. Podemos, con Iglesias sin gafas, por accidente, se casó con el PP al que permitieron alzarse con el santo y la limosna.
Asistimos ahora al inicio de la descomposición tras el rictus mortis de saberse perdedores en el Congreso y en las calles. Descomposición de estatutos para ganar, de empujones para mandar, de elementos indeseables acumulando puestos orgánicos y representativos, de indescifrables verborreas de sectas ya estudiadas por Umberto Eco quien avisó de que solo son inteligibles para los miembros de la casta sectaria que juegan a la play station que proporciona la propia y única organización que tiene la verdad.
En tanto la cobertura de los parados desciende a matacaballo, las pensiones no contributivas impiden vivir con cierta esperanza, se corta la luz a los pobres cuya única energía es la eléctrica, la pobreza infantil se atrinchera en las barriadas miserables y se oculta en los lugares de poder desde donde instrumentar correctivos eficaces, las administraciones públicas, las socialistas andaluzas, denuncian en vía penal a quienes ocupan viviendas públicas, los dependientes tardan tres y cinco años en recibir prestaciones, las cáritas y los bancos de alimentos sostienen a quienes no tienen para comer. ¿Habéis oído ustedes analizar estas situaciones y hacer propuestas correctoras a los responsables que preparan Vistaalegre II? A los otros no se les oye, a éstos tampoco.
“Abre bien los ojos y mira el mundo que te rodea” escribió Julio Verne en Miguel Strogoff. Ahora que se ha lanzado al ruedo mediático el término posverdad, me parece que una parte importante de los responsables políticos de izquierdas, practican lo que tal concepto significó para su creador: una sociedad que prefiere dar la espalda a las malas noticias, a la realidad, y vivir en una urna de cristal.
Lo malo, lo políticamente incorrecto, es que los que padecen las malas noticias, soportan la realidad y viven fuera de la urna de cristal, siente el frío y la summa divisio.
A ver, Román, lo de democracia avanzada que según dices alcanzamos aquí con la Transición, mejor le quitaríamos lo de avanzada. Un país en el que sobrevivió el colega de Mussolini y de Hitler 40 años, donde unos 1500 fusilados en el campo republicano están en los altares y los muertos del lado de Franco están sobre mármol escritos en la fachada de las iglesias, donde cientos de miles del otro lado están todavía en las cunetas, un país cuyo gobierno se cisca en la ley de la Memoria histórica, donde las leyes las dicta más bien la Banca todopoderosa,, me resisto a admitir que disfruta de una democracia avanzada.
Leo una noticia significativa de los chimpancés, que se puede extender a los humanos, http://elpais.com/elpais/2016/12/27/ciencia/1482843235_772600.html.
Los chimpancés inmersos en una guerra con bandas rivales, tienen en la orina niveles muy altos de oxitocina, que es la denominada hormona del amor, que fortalece extraordinariamente los lazos de pareja, los de madre-bebé, así como los lazos internos del grupo, y promueve que apenas se abandone la unidad del grupo en comparación con otros momentos en los que reina la paz y cada chimpancé se mueve con más libertad.
Porque curiosamente, por el contrario, fortalece y exacerba el odio y el comportamiento xenófobo con los de fuera.
Se contrapone así lo que es la camaradería entre integrantes de un grupo familiar o ideológico, que indefectiblemente favorece y promueve el odio y el frentismos frente a los otros.
Saber o conseguir vencer es contradicción interna, esa dualidad de opuestos, (una más de otros muchas), es una más de la conjunción de opuestos que caracteriza la sabiduría humana o la autorealización personal.
(Quizás este hilo no se tan ajeno al tema de esta noticia, como quizás pareciera ).
Cuando ciertos hechos se suceden de manera recurrente y admiten una misma lectura política que despeja las posibilidades de otros planteamientos, entonces podemos decir sin equivocarnos que tales hechos marcan tendencia. Este análisis, como el de Serralaitz, digamos que cumple con tales requisitos.
No quiero aventurarme aquí a definir qué es el centro político y el papel que juegan las diversas fuerzas del Parlamento con respecto a él, porque el centro admite una serie de definiciones ambiguas que se acomodan a las premisas que se hayan establecido (centro político, centro social, centralidad de los votantes, el centro como ideología etc). Ni tampoco el papel al que se empeñan a jugar los diferentes partidos “para ganarse al electorado de centro”.
Conviene, sin embargo, hacer algunas precisiones sobre qué es lo convenido respecto a la “oposición parlamentaria”, teniendo en cuenta su regulación y al papel que se le asigna en la vida parlamentaria.
Nuestra democracia del 78 nació como una democracia avanzada, y no la democracia perdida en España en el período de entreguerras europeas del 14 al 40. Otra distinta.
Tras la II Guerra nació en la Europa liberada nació como un nuevo proyecto, era la democracia avanzada que debía empezar a funcionar en la Europa de la inmediata posguerra. La lucha contra el fascismo generó una gran ansia de libertad y de progreso social. En España, tras la muerte del dictador, se quiso enterrar también el facismo de su régimen con los mismos deseos de conquista de las libertades y los derechos sociales.
Pues, bien, en nuestra democracia avanzada hicimos de la oposición parlamentaria una participación de gobierno y se crearon los mecanismos conducentes a esta participación de la oposición en sus tareas La oposición es una figura política y participativa y no de confrontación, como algunas instancias se ofrecen a explicar. Haciendo una misma lectura, como lo que vengo explicando no se puede afirmar que el PSOE está dejando en manos de los grupos parlamentarios de Podemos la labor institucional de Oposición.No podemos afirmar que se esté produciendo “de hecho”, la gran coalición de los tres partidos constitucionalistas (PP. PSOE. C`s). Al menos, todavía no, porque esa es una de las incógnitas que tienen que resolver los socialistas en breve, el período de descuento no se podrá prolongar más.La gestora no se puede institucionalizar, algo que atenta a su carácter provisional,extremadamente circunstancial.
Como puede ser pesado leerlo transcribo los datos de Garzón:el 22% de los desempleados vota al PP y a C,s;el 11,5% al PSOE;el 18,5% no vota y el 13,5% a Unidos Podemos.El 20 de los votantes de C,s carecen de todo tipo de ingresos.Está en un párrafo del artículo.
http://www.eldiario.es/tribunaabierta/Digamos-adios-izquierda-pija_6_579602050.html En este artículo ya Garzón abordaba lo que plantea Jose Ignacio.Nada menos que el 22 por ciento de la gente desempleada vota al PP y C’s…(los porcentajes los tenéis ahí).Dos matices a lo de José Ignacio:1.Creo que el lumpen no vota.2.El problema de Tsipras es de legitimidad.El convocó un referendúm y se lo pasó por el forro de los cojones.
No se trata de hacer política-ficción, pero sí de aventurar, como hipótesis de trabajo, el mapa político que podría estar abriéndose con los primeros pasos del nuevo-viejo gobierno de Rajoy, ese camaleón que cambia de color pero sigue siendo siempre el mismo.
Sobre el papel juegan en el escenario de las Cortes cuatro partidos estatales, más los de las nacionalidades históricas. También sobre el papel, subsiste la clásica dicotomía entre derecha e izquierda.
¿Y el centro, dónde está el centro? ¿O quizá nadie acepta el papel del centro? ¿O quizá el centro es ese C´s que tiene firmados unos acuerdos con el PP?
El juego dentro y fuera del Congreso, los conciertos y encuentros bilaterales entre C´s y PP, entre PSOE y PP, al parecer, están dejando fuera de juego a los “naranjitos” del C´s. Todo indica que el PP de Rajoy se siente más cómodo trenzando acuerdos con el PSOE, madurados con la clásica fórmula de “ni lo tuyo, ni lo mío, sino un poco de lo tuyo, y otro poco de lo mío”.
Por esos caminos discurren los temas de salario mínimo, reforma de la educación, reforma laboral, etc. etc. Y en lontananza, como final de trayecto y de inauguración de una nueva etapa política, el acuerdo o cimiento de los presupuestos para el nuevo año.
Y como aviso a navegantes, del PP al PSOE, el fantasma de la duración del nuevo gobierno, la espada de Damocles que nos cuelga a todos: o nos dotamos de un presupuesto consensuado entre PP y PSOE, o habrá que convocar nuevas elecciones…No, no es el caos, es simplemente el miedo que tienen unos y otros, más el PSOE que el PP, a salir perjudicados con una nueva convocatoria electoral…
Este juego de dos tenores, Pavarotti, Plácido Domingo, PP y PSOE, margina al catalán José Carreras, C´s.
¿Y qué pasa con Unidos-Podemos?¿Acaso no hay oposición, no hay un tercero en discordia? Unidos-Podemos parece estar más a la izquierda que PSOE;, el PP, por su condición de derecha, se conjura para neutralizarlo, y el PSOE, porque querría mantener su puesto tradicional de oposición a la derecha, se empeña en dejarlo también relegarlo a una minoría casi casi “extraparlamentaria”l.
Total, desaparecido C´s, en conversaciones PP y PSOE, el primero hace funciones de derecha en el gobierno, el segundo ejerce realmente de centro, y los dos reconocen a Unidos-Podemos el papel de oposición. Una oposición que se ha nutrido con viejos roqueros de extrema izquierda purificados en el fuego del 15M, el liderazgo de Pablo Iglesias, Errejón y Alberto Garzón, y recogiendo a todos los tránsfugas del PSOE de antes de Pedro Sánchez, que han renegado de este otro PSOE su gestora, de Susana Díaz,y de Felipe González.
¿Y los partidos de las nacionalidades históricas? Habrá que ver cómo se posicionan en el debate madre de todos los debates, los presupuestos de 2017. De momento, parece ser que las derechas nacionalistas de esas nacionalidades tienen una cierta querencia hacia el PP, y que el PP se les acerca zalamero y conciliador. Y tal vez las izquierdas de esas nacionalidades podrían sumarse a la oposición estatal de Podemos…
Tiempo al tiempo, señores espectadores. Y que dios reparta suerte, como dicen los toreros.
Feliz año a todos y una palabra al leer este hilo sobre la izquierda, Podemos, y demás sujetos en discusión. En general, nunca pretendo decir la verdad de algo, sino una perspectiva necesaria para acotar mejor su territorio en el ámbito que sea. En el político, que de eso va el hilo, yo creo que tenemos que ser justos con mucha gente del pueblo, la más frágil, que arriesga mucho en cada lucha y que, por eso mismo, toma a menudo opciones políticas que a otros sectores populares, (casi siempre) mejor situados, decepcionan.
Antes de responder fácilmente en términos de “cobardía o manipulación” sobre lo que distintos sectores populares eligen, por acción u omisión, en tal o cual momento histórico de un país, es importante atender a qué y cuánto riesgo corre cada uno. Desde luego, si están en juego derechos humanos fundamentales de las víctimas, nada que añadir; no hay opción estratégica y táctica válida contra ellas o sin ellas; pero si se trata de cómo avanzar en una democracia, a remolque de mil defectos, es importante juzgar a las personas y los grupos populares por lo que arriesgan y quieren evitar para ellos y sus hijos.
Es decir, por ejemplo, Varoufakis tiene más razón que Tsipras en cuanto a qué debió hacer el pueblo griego, llevando la presión contra la troika hasta el final, caiga quien que caiga, pero él, y lo tomo como prototipo de una manera legítima de ser de izquierdas, ¿arriesgaba como otra gente que me rodea y que, de fracasar la financiación de su empresa o Estado, pasa al paro sin renta alguna y tres niños en casa? No estoy diciendo que esto ha de paralizar a la gente, sino que hay que ponerse siempre en la piel de esa gente para entender el proceso de riesgo político limitado que, a veces, sigue en sus votos, antes de suponerla manipulada o vendida al primer postor neoliberal. Y al contrario, para evaluar justamente nuestra coherencia política.
Iglesias, lo tomo de nuevo como prototipo de una estrategia de lucha de la izquierda, ¿qué arriesga si fracasa políticamente, o, mejor aún, si en una estrategia de máximos provoca una crisis mayor -coyunturalmente quizá, pero duradera-, en su gobierno del Estado al alcanzarlo? Mucho, pero nada que ver con la gente más frágil del pueblo. Volvería a su cátedra y el Estado es el penúltimo sueldo que dejaría de pagar. (Ya sé que después de Rajoy, pocas cosas pueden ser peores, si alguna, pero eso no lo dice sin más y a la primera esa gente al límite de los cero euros al mes y con familia; o lo dice, sí, pero sin arriesgarlo todo políticamente a una sola opción de izquierdas, la más radical, como podría esperarlo Iglesias o Garzón; por ¿cobardía? Por cobardía, ¿de quién, si arriesgan mucho más que yo?).
No son más que prototipos de una parte del movimiento popular que tiene que ser paciente en la forma como otros sectores también del pueblo lo van reconociendo, y no sólo porque estos últimos sean cobardes o vendidos, sino también porque arriesgan lo poco que tienen, si las cosas salen mal; y arriesgan no por ellos solos, sino por críos que no pueden esperar unos años a ver qué pasa. En los años ochenta, los primeros de la actual democracia española, yo vivía también entre gente muy sencilla, era de ellos, y muchos luchadores de la política me superaban con facilidad en proclamas y presencias, pero no pocos estaban mucho más a cubierto que mis padres y que yo en el trabajo público y privado que tenían. De hecho, terminaron muchos en las instituciones públicas, partidos y sindicatos reconocidos. (Muchos, no todos).
Con los años, yo sigo donde estaba o casi, y otra vez aparece una izquierda que dice que hay que arriesgarlo todo, pero no pocos de ellos, no arriesgan tanto como dicen; lo hacen desde la administración pública, en cualquiera de sus formas, la clase dirigente al menos, y por mal que vengan dadas, los derechos adquiridos seguirán ahí. Otra gente, no sé cuántos, está colgada de un hilo y con niños a su cargo; si algo falla en su lucha social, el paso siguiente es la nada. Lógico que calculen bien el ritmo de su estrategia de lucha de la izquierda y los pactos provisionales que les pueden convenir.
En fin, es por lo que apelo a no despachar lo de ser de izquierdas sólo en términos de cómo echaríamos ya y sin contemplaciones el viejo sistema social en su conjunto a la basura, sin haber respondido a la cuestión de cómo quedo yo, mejor aún, cómo quedo en comparación con la gente más frágil y sus hijos, si la estrategia elegida fracasa por precipitada y falta de un cálculo serio frente a sus adversarios. Y no vale decir, “así no nos movemos nunca”. Lo entiendo, pero la cuestión no es quien suelta tesis más críticas; la cuestión es cómo nos movilizamos políticamente la inmensa mayoría del pueblo, arriesgando con inteligencia justa y proporción en la estrategia, y dando el tiempo imprescindible para que el acopio de fuerzas sea respetuoso con la situación de muchos en una situación claramente más frágil y amenazada que la propia. Algo así quería reivindicar. Lo aprendí en casa en la transición democrática española y lo palpo a diario en chicos y chicas que son para mí como hijos en cuanto a su futuro.
Tampoco ser de izquierdas es exigir arriesgarlo todo y ya contra el sistema, sin valorar públicamente cómo de a cubierto quedo yo y mis hijos en caso de fracaso, y el derecho a la prudencia política que tiene esta gente-pueblo al borde de la nada. O por lo menos yo, se lo reconozco como un derecho a decirme: tira más, o espera un poco, o cuidado, o a fondo. Evidentemente, su voz no es única, pues es igual de firme y prioritaria, la de quienes ya lo tienen perdido todo, los excluidos y descartados. Pero precisamente éstos suelen ser los que, por no tener, no tienen ni capacidad de presión con un podemos propio. La izquierda sí que tiene aquí su medida ética y política. Ciertas corrientes del cristianismo así lo creemos. En ello confío.
UN POSIBLE REMEDIO
“La Gacetilla de santiago del 1 de Marzo de 1873, ante la novedad de la República, instaurada el 11 de Febrero, y algunos síntomas de disolución social, alertaba de dos peligros que el diario denomina “anarquías”: la “demagogia” y “la reacción”.
Con esperanza, mantenía haber remedio a tal situación: no poner por delante los intereses de partido y el medro personal. Decía:
“Dos grandes anarquías nos amenazan, la de la demagogia y la de la reacción, la situación es pues complicada y difícil pero se salvará si antes que las miras de partido y el medro personal se atiende a la salud de la patria y hay en todos decisión y anegación en obrar”
¿Seremos capaces de armarnos con tan sencillas herramientas para poder ver el futuro político inmediato con razonables dosis de confianza e ilusión, ante el año 2017?
Honorio aquí no hay ningún fuego amigo contra Podemos por lo menos por mi parte.Podemos es un “instrumento”-Errejón dixit- y si no sirve,se debe crear otro.¿O es que va a tener que gobernar eternamente el PP por la gracia del PSOE y de Pablete?.El ridículo lo han hecho los podemitas ellos solitos,últimamente.
Con permiso, y deseando aprender de quienes saben más que yo de historia obrera, me tomo la libertad de sugerir unas líneas de reflexión sobre la historia del PSOE con cuyos éxitos a veces se nos llena la boca. Entiendo que el socialismo del primer Pablo Iglesias no hacía distinción de la línea de acción parlamentaria y la otra, la de raíz más marxista, es decir que ambas cabían en el PSOE de Pablo Iglesias.
Incluso cabía una línea mucho más tibia como la de aquel PSOE que se acomodó a la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que ya es acomodarse…
Luego, en la Segunda República, cuando el Partido Comunista empezaba a aparecer en toda Europa y en España, tras la Revolución de octubre y el triunfo de Lenin, el PSOE español acogió en su seno dos líneas de acción y dos ideologías un tanto contrapuestas, capitaneadas por un Indalecio Prieto, socialdemócrata a tope, y un Largo Caballero, al que muchos aclamaban como el Lenin español.
Luego, durante el franquismo, el PSOE se refugió en sus cuarteles de invierno con sus exiliados de Méjico y su Llopis afincado en Toulouse, dejando al PCE que se dedicase a sus maquis y guerra de guerrillas, y luego a la lucha clandestina en fábricas, universidades y otros medios populares.
Y más luego, cuando el PCE preparó el terreno para la Transición que llegaría con la muerte de Franco, el PSOE hizo acto de presencia dentro de España, superados los riesgos de represalias y fusilamientos que le había tocado sufrir al PCE.
Y como a Europa y a USA, que prefirieron la continuidad de Franco a la vuelta de la República, en la Transición le resultaba más soportable y “civilizado” un partido de izquierdas tipo PSOE y Felipe González que una izquierda liderada por el PCE, pues esa Europa de Billy Brandt y sus adjuntos prefirió apostar por Felipe González y aislar y condenar a la marginalidad al PCE.
Y el último capítulo lo han puesto Pedro Sánchez y la Gestora que se han sacado de la manga, y la retirada del “no es no” a la abstención, que ha dejado libre el camino hacia cuatro años más de gobierno a la derecha, ¿o mejor diríamos a la derechona?
En resumen, puestos a hablar de la historia del PSOE, creo que es más correcto que hablemos de luces y sombras, y que cada uno valore hasta qué punto han prevalecido las luces y los éxitos y hasta qué otro punto han oscurecido las sombras a las glorias.
Olvera lee Atrio, y ha recogido críticas a Podemos surgidas de plumas de las nuestras, las de atrieros que no creo que seamos muy peperos, sino más bien lo contrario. Y le resulta extraño todo ese tiroteo contra Podemos, ese “fuego amigo”. Y creo que a Grcía Caselles le pasa lo mismo.
Desde esta perspectiva, comprendo que lo de Olvera de la “rosa envenenada” y alguna otra expresión nos suena raro a nuestros oídos tan europeos y fisnos. Ya sabemos que el lenguaje castellano del otro lado del Charco es como más suelto, más extremoso, más fantástico. Rodrigo Olvera ha demostrado conocer la problemática del sudeste asiático, de China, de muchos otros lugares, y acaba de darse un paseo por nuestra Piel de toro. A mí me parece que no solo sabe de su país, que para él su país es el mundo entero. O sea que, Rodrigo, no te cortes, que ya sabemos lo que quieres decir…Y gracias por todo.
Todo partido clásico o convencional tiene su base social, y es su interlocutor valido en nuestra democracia occidental con su carácter representativo. Sin esa base social que lo sustente y que se manifiesta en una masa de votantes en elecciones no tiene ninguna viabilidad. competirc con otras fuerzas llamadas progresistas y otras veces nacionalistas por un mismo espacio electoral ha sido lo que llevó al PCE y luego a Izquierda Unida a una posición subalterna en el reparto del poder político. Podemos entró y no inventó nada, sino que simplemente como una cuña que se introduce para romper la madera necesitó de Izquierda Unida, falto de cuadros, como estaba en Vistalegre, igual que necesitó cubrirse con la bandera de los nacionalismos para acariciar poder en nuestra España periférica.
Vistalegre no se ejecutó para establecer, conformar y proponer, un espacio electoral a sus posibles votantes ( teóricamente el movimiento del 15 M) sino para “tomar el cielo por asalto”, o sea, la conquista del poder político representativo. Ha sido la instrumentalización de la política con todas las rancias maneras de la vieja política. Esa vieja izquierda ya tiene preestablecido su modelo de sociedad que nada tiene que ver con la crisis, ni con la involución democrática de los gobiernos del Partido Popular. No es el restablecimiento del orden social del 78, sino la instauración del orden social de sus manuales, aunque ello signifique el riesgo de “pactar” la desmembración de España, algo que el PCE había hecho renuncia en la Transición.
Esa vieja izquierda se alimentaba de la aspiración en la caída del capitalismo por sus contradicciones, en la instauración a largo plazo del socialismo debido a su superioridad moral. Podemos aprovechó de forma oportunista el desencanto de todas esas izquierdas que pivotaban en Izquierda Unidad como los restos de un naufragio ante la constatación de que el poder para cambiar las cosas no se había podido alcanzar mediante la subida al poder a través de mecanismos parlamentarios. Esa izquierda desilusionada se arrojó en las manos del asaltante de los cielos.
Cuando yo escribía ¿Poder para qué? ya ponía sobreaviso de los riesgos que estaban corriendo las ilusiones de mucha gente.
Estando lo de la transeversalidad en el origen de Podemos;se observa ahora que los pablistas reniegan de ella porque creo que quieren ser una “izquierda unida ampliada”,consolidar sus posiciones.Creo sinceramente ,que yo que no creo en la transeversalidad ,que no se debe renunciar a echar al PP del poder.A Pablo Manuel se le ve que se lleva muy bien con Rajoy.Al PP le conviene alguien que de miedo….
totalmente de acuerdo con tu tesis, pero, debes sopesar todos los factores en su conjunto para sacar conclusiones ponderables.
Las ventajas de vivir “dentro”, como un problema propio y envolvente es muy importante aunque no siempre determinante, lo cual obliga a quienes tienen sus visiones “desde fuera” a ser sumamente respetuosos en la elección y formulaciones de sus argumentos. El testimonio prevale sobre la retórica, y a veces también sobre la abstracción de la lógica. Y digo que a veces deja de ser determinante, porque somos prisioneros de nuestras ideologías que convierte en excluyentes incluso hasta otras experiencias diferentes, haciendo regla de las excepciones. Luego está el apasionamiento que nos conduce incluso a la ceguera.
En cuanto a lo que dices de la transversalidad, y que atribuyes a Errejón en exclusiva, no es tanto así, porque nació de los manuales de sociologia política del “think tank” de la autónoma que parió a Podemos, y que está en los discursos programáticos de Vistalegre ( el anterior, el fundacional)
Errejón acierta cuando dice que o Podemos es un “instrumento” para echar al PP…La teoría de Pablo Iglesias de acumular fuerzas en la calle y en las luchas callejeras queda desacreditada desde el mismo momento que sabemos que las manifestaciones poderosísimas contra la guerra no echaron al PP,sino la utilización por el PP del 11M que indignó al votante de izdas.Además esa movilización permanente es absurda desde el momento que el PP gobierna con el PSOE.Las tesis pablistas son conservadoras,conservadoras de su status y del de sus posiciones.
Es difícil seguir la política de cualquier país si no vives en él.Creo que imposible salvo que te dediques profesionalmente a ello.De todas maneras su comentario me parece absurdo y propio de un “forofo” de Podemos.Mis comentarios son “errejonistas”-si los quieres calificar,Román- y,como sabrás Izquierda Unida es pablista,en el sentido de que Unidos Podemos es un “instrumento” y si no logra desbancar al PP hay que inventar otro ajeno a IU o Podemos.Yo,sin embargo,no creo en la transversalidad que postula Errejón,creo que sociológicamente es imposible porque el lumpen no vota.Pero si creo que la clave es que haya una alternativa al PP y no ser unos eternos perdedores como acertadamente criticó Podemos a IU.Lo de Olvera no era tanto por mexicano porque precisamente por ser mexicano bebe de la “imagen internacional” de Podemos,como había una “imagen latinoamericana” de Felipito.Creo sinceramente que es imposible conocer la política de un país en profundidad sin vivir en él.Ver sus tertulias televisivas políticas,sus programas de humor políticos,leer su prensa diariamente….Imposible.
querido _Javier.
tu descalificación de Rodrigo Olvera como interlocutor válido en estos asuntos “por su condición de mejicano” es muy racial y obedece a lo más rancio de nuestra españolidad. Sus aciertos o desaciertos en estos puntos son iguales de acertados o inacertados como los de otras intervenciones en este hilo. Sabes que podemos vivir en España y estar profundamente desinformados, máxime, cuando a veces no es cuestión del manejo de los datos sino de la ideología que configura nuestros pensares y decires.
por otra parte, tu comentario, que carga las tintas sobre “Unidos-Podemos” se hace eco de los agrios debates que surgieron en Izquierda Unida en torno a la política a seguir y el liderazgo de Garzón, quien siendo una promesa y habiendo tenido una carrera, breve pero muy brillante en el Congreso se dejó seducir por los cantos de sirena del pablismo. No podemos ser muy severos…lo mismo le pasó a Sánchez…
El anterior comentario lo hice sin leer el de las 13:42 de ayer.
Cuando dije “lo peor” me refería obviamente al PSOE…
Olvera no debería comentar la política española porque yo creo que no la conoce,como yo no conozco la mejicana y como demuestra en su comentario.El espectáculo del PSOE,al que yo nunca he votado tampoco,es lamentable; pero el de Podemos,al que yo he votado,ha sido patético.No se trata de las críticas que les hayan hecho-normales en cualquier democracia sobre todo si llamas a los demàs casta y te autopostulas como la nueva política-es que ellos mismos se retratan.Creo sinceramente que si esto era la nueva política,apaga y vámonos…Para nuestra suerte Rajoy se va a tirar 4 años en su propio “nirvana”,la absoluta inactividad.Por lo menos nos vamos a librar de nefastos Reales Decretos Leyes de recortes…No se trata de elegir entre lo malo-Podemos-y lo peor-Unidos Podemos-,como dice Olvera,se trata de que haya una alternativa al PP…Y si estos no son capaces de hacerla habrá que inventar otro partido…
He podido comprobar que en los últimos días del año, en Atrio le hemos prestado una gran extensión a la política española con algunos artículos que marcan la decepción por lo que a nivel de gobierno central haya podido alcanzar la izquierda parlamentaria.
Algunas personas culpan a la formación de Podemos señalando sus responsabilidades, y otras, muy en su línea, mantienen el mantra de los palos puestos en las ruedas de “la izquierda” por lo otros, incluso “la casta”, incluyendo en la formulación ideológica de la derecha a los votantes y parlamentarios del PSOE.
Todo ello arroja el saldo de una incomprensión no ya del momento o la coyuntura, un 2016 a punto de fenecer preñado de elecciones y de ofertas de gobiernos de distintos signos, sino que este aparente desconocimiento proviene de un erróneo análisis de algunos hecho históricos, pero que “la ideología” mantiene firmes para el momento presente.
Es rigurosamente cierto que el diputado en Cortes Pablo Iglesias ( ahora nos atrevemos a decir que no Podemos, su conjunto de cargos electos y sus votantes) dio muestras de debilidad política, y que iba de farol con sus agresivas intervenciones en sus primeras intervenciones parlamentarias y con el chiste de reservarle a los socialistas “una plaza de presidencia honorífica” a su gabinete podemista.
Igualmente Pedro Sánchez, cuando ya era el defenestrado secretario general del PSOE se hizo el harakiri político frente a las cámaras de una cadena de televisión (La Sexta) tratando de explicar los causas de su defenestración. También le pasó lo mismo: no acertó a explicar las causas primeras que habían hecho inviable su tancredismo con su “no es no”, y que son anteriores al bochornoso espectáculo protagonizado por los socialistas en octubre.
Conviene entonces lanzar una pregunta; ¿Estamos hablando de la crisis de la izquierda, o de la falta de liderazgo de la misma?
Y aquí es donde se pierden todos los comentarios con que hemos estado adornando las páginas de Atrio durante varios días.
Tengo la impresión de que algunos de nosotros no hemos votado nunca al PSOE.Perdónenme, pero yo me apunto más al comentario de García Caselles, y me siento muy cerca de mi gran amigo Rodrigo Olvera.
Junto a los problemas de Podemos, en la izquierda española están tan vivos o más los problemas en el PSOE. Atrio está abierto a iniciar una discusión sobre las tendencias y posibles fracciones o suturas en el PSOE que navega hacia un difícil Congreso. Pero no estamos de acuerdo en relacionar las dos crisis de la forma en que lo hace en el anterior comentario Rodrigo Olvera.
Todo partido con una historia de más de cien años como es el PSOE y al que muchos de nosotros hemos votado muchas veces y cuyos problemas y posibles desvíos políticos hemos sufrido como propios, no merece ser tratado con la ligereza de un fácil chiste sobre su acrónimo. Ni atribuirle a la intención de tapar sus propias vergüenzas el que se hayan acentuado las críticas a Podemos. No es verdad que el PSOE hay divulgado más que otros en la opinión pública las divergencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. En este caso han sido los mismos de Podemos quienes han utilizado las redes, eligiendo twits para comunicarse, para aventar sus deficiencias. Y medios como eldiario.es han igualado al menos la importancia dada a la polémica por otros medios, como elperiodico.es que podrían (?) estar dirigidos pos el PSOE.
Creo que en ATRIO podríamos hacer el ejercicio -y distinguirnos en eso- de expresar con libertad las propias preferencias y no hablar de política en abstracto o como desde un imposible neutralismo. Pero esto debe ser compatible con un respeto al adversario. Y si desde la misma dirección o moderación de Atrio tratamos sarcástica o injustamente a partidos, movimientos o personas con las que no coincidimos, llámesenos la atención oportunamente, que estamos dispuestos a rectificar si nos hemos pasado en ridiculizar en vez de criticar con razones.
A mi lo que más me impresiona es que aún si fueran ciertas todas las críticas a PODEMOS, seguiría siendo peor el Partido del Sometimiento Obrero al Empresariado. Ahora, de las críticas notoriamente falsas, las peores no han venido del entorno del PP sino justamente del entorno PSOE y eso llama mucho la atención. Parece que criticar a PODEMOS es la mejor forma de evadir la incapacidad de autocrítica de la rosa envenenada.
En cuanto a que no se escuchen propuestas correctivas en PODEMOS, bueno no hay peor ciego que el que no quiere ver. Ahí están no sólo propuestas sino iniciativas legislativas, algunas de ellas bloqueadas con el voto del PSOE.
Aunque la memoria me falla ya bastante, no puedo por menos de recordar como era la izquierda en los años inmediatamente anteriores y los subsiguientes a la muerte de horrendo dictador. Pues bien, la izquierda sigue como siempre con sus luchas por el poder (cosa que comparte con la derecha, como es lógico) y sus perpetuas desuniones. Aún así, me parece que esta de ahora va mejorando (especialmente en realismo), lo que es de agradecer.
Simplificando mucho, ya lo sé, a la derecha la cohesiona el dinero y el beneficio (nos vamos a forrar) que son cosas coherentes y fácilmente asimilables. En cambio, a la izquierda la descohesiona la ideología que es cosa volátil y en buena medida subconsciente, por lo que siempre se encuentra contaminada por el poder. El poder aparece en el discurso de izquierdas como el instrumento necesario e imprescindible para defender los intereses de las clases necesitadas, en lo que parecen estar todos de acuerdo, y por eso es difícil condenar a tanto liderillo del rojerío.
En resumen, ni tanto ni tan calvo. La izquierda es la que es porque somos de la sociedad que somos (somos todos los que les votamos) y, entre otras cosas, depende de los poderes reales, entre los que destaca el poder de los medios de comunicación, que pertenecen a quien pertenecen y defienden unos determinados intereses, por lo que magnifican o destruyen, según los casos, a unos y otros, según vaya la coyuntura económica. Todo esto sin mencionar lo de la necesaria financiación y el ominoso poder de dar o no el crédito.
Desgraciadamente estamos ante un diagnóstico que me parece muy realista, el que presenta Alberto Revuelta.
Y lo peor de todo es que al calificar sistemáticamente de izquierdas (sin más matizaciones) a Podemos, cuando en lugar de ocuparse de, en la medida de sus posibilidades de los problemas de los ciudadanos, se ocupa, a lo que parece, de la “toma del poder” excluyente con un líder supremo al frente.
Digo que al hacer esa calificación inapelable de “izquierdas” a Podemos, se excluye una verdadera “izquierda” de acción realista , si espectáculos inútiles, que lucha día a día , en la medida de sus posibilidades por resolver los problemas de los ciudadanos.
Es verdad y seguro que muchos seguidores de Podemos forman parte de esa valerosa izquierda realista que tiende a resolver problemas y no a crear espectáculo y ocupar el poder excluyente.
Por eso es importante discernir dentro de Podemos , lo que es espectáculo y poder personalista (que no es izquierda) de lo que es verdadera y realista y esforzada izquierda, que intenta ser eficaz y actuar en la mejora de los problemas de los ciudadanos y especialmente de los más vulnerables sin “mesianismos”.
Gracias Alberto.
Ya dijo el roto: “la derecha contra la izquierda y la izquierda contra la izquierda”.
La izquierda española no tiene remedio, luchas entre ellos, no luchan por lo demás, parecen una caja de grillos que ni se escuchan entre ellos, ni saben para que están ahí.
La derecha, al revés, se ponen de espectadores y… a esperar, servido el poder en bandeja.
Qué tristeza y qué pena.
Es evidente que la izda no tiene remedio…Espectáculo lamentable:el del PSOE y el de Unidos Podemos.Y esto evidentemente afianza el PP sin que Rajoy haya hecho nada;no “nada relevante”,sino “nada de nada “.Afianza al PP porque ahora tiene la espada de Damocles de las elecciones anticipadas,catastróficas para la izda y para Ciudadanos.En esto quedo la nueva política…