Es un hecho que, en la Iglesia, hay gente muy religiosa, sobre todo entre el clero, que no está de acuerdo con el papa que tenemos. No pienso analizar aquí este complicado asunto. Lo que pretendo, en este breve escrito, es simplemente indicar por qué cada día veo más claro que, ¡por fin!, tenemos en la Iglesia un papa que cree en el Evangelio de Jesús. No digo, en modo alguno, que los papas anteriores no hayan creído en el Evangelio. Por supuesto, que han creído. Lo que pasa es que, cuando hablamos del Evangelio, no es lo mismo creer en él, que vivir como el Evangelio nos dice que tenemos que vivir. Aquí tocamos el nudo del problema. Y en esto está la clave de todo este asunto.
He leído – y releído – el discurso que el papa pronunció, en Roma, ante más de 3.000 participantes de 60 países, que representaban a los movimientos populares de todo el mundo. Pues bien, lo que más me ha llamado la atención, al leer este discurso papal, es que en él no se habla de Teología, ni de Exégesis Bíblica, ni de Doctrina Social de la Iglesia, ni de Ciencias Políticas o Sociales, ni de las enseñanzas del Magisterio Eclesiástico, ni de la Soteriología, ni de la Escatología, ni de la Cristología o la Eclesiología, ni de la Modernidad o la Posmodernidad, ni de ninguna de esas cosas con las que se calientan la cabeza, a diario, los más sesudos pensadores del saber cristiano. Nada de eso, por lo visto, le interesa al papa Francisco.
Entonces, ¿qué es lo que le interesa a este papa cuando se ve delante de quienes representan a las gentes más necesitadas de este mundo? Pues, o yo estoy ciego (o me ciega no sé qué extraña pasión), o lo que al papa le preocupa y le angustia es exactamente, ni más ni menos, que lo mismo que le preocupó y le apasionó a Jesús de Nazaret. ¿De qué se trata? ¿Qué es esto?
Si algo hay claro, en los evangelios, es que el centro de las preocupaciones de Jesús fue Dios. Pero el problema, que plantean los evangelios, no está en eso. El problema está en cómo tenemos que buscar y encontrar a Dios. Ahora bien, si algo hay claro en el Evangelio, es que a Dios no lo encontramos primordialmente en la “observancia de la Religión”, sino en la “lucha contra el sufrimiento humano”. Por eso el papa habló, con tanta fuerza, no de los grandes temas teológicos y morales de los que venían hablando los papas, desde León XIII hasta Benedicto XVI. Nada de eso. Lo que Francisco hizo, en su discurso, fue irse derechamente a lo mismo que hizo Jesús. En cuanto se puso a anunciar el Reino de Dios, ¿qué hizo? Ponerse a curar enfermos, aliviar penas, acoger a gentes desamparadas, comer con los hambrientos…, sin tener en cuenta para nada si aquellas curaciones y aquellas comidas, con gentes de mala vida y mala fama, estaban permitidas o prohibidas por la religión.
Sin duda alguna, la Iglesia tiene que cambiar. Pero, ¿tenemos claro en qué tiene que cambiar? El problema no está en cambiar los cargos y dicasterios (oficinas) de la Curia Vaticana. Ni siquiera el problema está en que el Vaticano afirme la importancia capital del Evangelio, cosa que ya ha hecho tantas veces. Todo eso puede quedarse en mera palabrería. El problema central y decisivo de la Iglesia está en que ponga el motor de su vida y su presencia en la sociedad en vivir como vivió Jesús.
La fórmula determinante quedó formulada por Francisco con brevedad y precisión: “hablamos de la necesidad de un cambio para que la vida sea digna”. La “dignidad de la vida”. En esto está el centro de la religiosidad por la que tiene que afanarse y luchar la Iglesia. Y sobre este proyecto se tiene que re-hacer la Teología. Una Teología menos interesada por problemas tales como el pecado o la salvación eterna. Y centrada, sobre todo, en: 1. Poner la economía al servicio de los pueblos. 2. Construir la paz y la justicia. 3. Defender la Madre Tierra. Sólo así podremos tener obispos menos preocupados por los problemas relacionados con la sexualidad y la homosexualidad. Obispos que, ante tantos escándalos de abusos de clérigos a seres inocentes, se ponen a mirar para otro sitio. Y tendremos obispos más interesados y afanados por enfrentarse, si es preciso, a gobernantes que favorecen a los ricos, al tiempo que esos gobernantes tan “piadosos” dictan leyes que aumentan la distancia entre los potentados y los débiles. Y, sobre todo, si esto se toma en serio y con todas sus consecuencias, tendremos una Iglesia, no para el pueblo, sino del pueblo. No para los pobres, sino de los pobres. Y a la que se apuntarán los ricos, si es que tienen coraje para compartir su vida con la de los pobres.
No olvidando jamás una cuestión que es decisiva. Sólo una Iglesia así, estará capacitada para conocer la Cristología y, por tanto, para enterarse de quién es Jesús, cómo se vive cristianamente y cómo se anuncia el Evangelio. ¿Por qué? Esta pregunta se responde afrontando otra cuestión, que es la que más miedo nos da: ¿Cómo conocieron los primeros discípulos a Jesús? No lo conocieron estudiando Cristología, sino viviendo con ÉL y como ËL. De este asunto tan decisivo, la Iglesia, los seminarios, los teólogos, los obispos y los papas, no nos hemos enterado.
El día que esto se afronte de veras, ese día la Iglesia empezará a ter sentido y a dar sentido a la vida de la gente. Y esto, justamente esto, es lo que ha puesto en marcha, con sus “llamadas” ocurrencias y originalidades, el actual papa Francisco. Por eso podemos decir que tenemos un papa que cree en el Evangelio”.
Sigo… insistiendo
Dice la noticia :
“Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”, subraya el Papa en su carta “Misericordia et misera”, en la que, pese a constatar que “el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”, subraya que “no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre”.
¿De qué obstáculo se trata?
Qué obstáculo puede interponerse entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios que no haya sido precisamente la intromisión del sacerdote?
No me negarán que en este decir “de ahora en adelante” habrá habido “un mientras tanto” y en él, almas necesitadas de reconciliación y del perdón de Dios, y acaso no lo habrían obtenido? No se habrían sentido perdonadas?
En este punto convendría reflexionar sobre el orden prioritario que en términos filosóficos deberíamos establecer entre los conceptos de “relación-relatividad” el cual depende del hombre o el del carácter respectivo que tienen las realidades y de entre ellas las personas.
El perdón sacerdotal sólo es posible porque se funda en el perdón de Dios y no a la inversa!
A que viene ahora, pues, esta concesión?. La facultad que tienen los sacerdotes de perdonar los pecados les viene de Dios o del hombre?
Me sorprende también el empleo de eufemismos como el que ahora digan en lugar de “cometer” el pecado de aborto “procurado” el pecado de aborto”
Y todo ello sin entrar en la cuestión científica del problema.
Acaba de salir esta noticia referente al papa Francisco y la he recogido para quien quiera agudizar el ingenio puede servirse de ella como ilustración para interpretar de modo adecuado mi último comentario.
Dice la noticia :
“Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”, subraya el Papa en su carta “Misericordia et misera”, en la que, pese a constatar que “el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”, subraya que “no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre”.
Si es necesario o surge alguna objeción procuraré encontrar tiempo para estenderme más…
Mi último comentario se lee con alguna dificultad por los elementos extraños que se han colado, pero en fin no lo voy a repetir, sólo añado alguna opinión que me ha sugerido al leer después el de Jorje.
Vamos a ver si se entiende con lo que ahora he leído de él. Ciertamente la relatividad de Einstein se circunscribe en el ámbito de la ciencia y por tanto las cosas en el cosmos guardan una cierta relación. Pero estas cosas cósmicas son también mundanas y son las mismas a las que le interesa también la filosofía y en este sentido lo que para la ciencia es relación para la filosofía que busca la realidad de las cosas éstas, antes de estar en relación, son constitutivamente respectivas, es decir, la relación es una consecuencia de ello…
Gracias Oscar por entrar en Atrio el comentario que envié a tu correo. Espero que entre éste. Si no fuese posible pues debo pensar que en mi ordenador ha entrado un “virus” que me lo impide o algo parecido.
Isidoro, la Ciencia es puñetera y de cuando en cuando echa por tierra concepciones, opiniones, creencias… muy arraigadas no sólo en la sociedad sino sobre todo en las élites intelectuales. En Ciencia no existe eso de progresismo y conservadurismo porque no se trata de opiniones sino de hechos probados que no exige fe ni adhesión ni estar en sintonía con Leyes y Teorías… que permiten hacer predicciones y son coherentes con los hechos observados. Estas simplemente se imponen sobre nuestras concepciones personales y son válidas en cualquier cultura, valen lo mismo en la India, China o en Pernambuco y también en la galaxia Andrómeda, por lo que hasta ahora al menos sabemos.
El finalismo no es posterior a Darwin sino muy muy anterior a él, y si algunos quieren aún retornar a él es por su oposición frontal a la Teoría de la Evolución científica, no porque puedan probar error en la teoría científica sino porque les desmonta sus creencias. Tenemos algunas Universidades de EEUU que prohíben la Teoría de la Evolución porque son confesionales, metodistas, mormones,…., ya que se han dado cuenta de que la Teoría de la Evolución es un mazazo en la base de sus creencias. Hoy la Teoría de la Evolución parte de Darwin pero no hablamos de Darwin como un “profeta” defensor de una “verdad”. Hoy hablamos de la Teoría Sintética de la Evolución, que agrupa no solo la darwiniana selección natural, sino además la recombinación de genes, las mutaciones, la genética de poblaciones,… Es que trabajar en los laboratorios aplicando la Teoría Sintética de la Evolución da buenos resultados sobre todo en Microbiología, por la alta tasa de reproducción de los microorganismos. Pero es que tiene aplicaciones casi en todos los ámbitos de la Biología.
El finalismo, el vitalismo, el creacionismo, el diseño inteligente, el pensamiento noosférico, …, no son teorías científicas. No existe prueba alguna que puedan confirmarlas, ni siquiera se pueden someter a prueba alguna, ni pueden aplicarse en los laboratorios, centros o institutos de investigación para obtener resultados. Escapan del rigor científico, no son predictivas. Es que lo que tratan estas teorías son de cosmovisiones, interpretaciones de la Naturaleza o del Cosmos, que exigen fe para poder asumirlas y esto nada tiene que ver con la Ciencia. A Einstein tampoco le gustó la teoría cuántica y se empeñó durante años en desmontarla proponiendo variadas alternativas sustentadas en complejas matemáticas. El problema entre otros era que no quería admitir que se produce intercambio información instantánea entre dos partículas de spin contrario, independiente de la distancia que les separara. No lo consiguió y el limbo cuántico contradictorio y fuera del sentido común sigue aplicándose en la investigación científico-tecnológica con resultados formidables.
Para refutar una Teoría Científica no es suficiente formular otra teoría alternativa con coherencia interna, razonable o creíble, sino mostrar fenómenos comprobados y reproducibles que la contradigan, y además que la teoría alternativa pueda predecir un fenómeno observable y comprobable. La teoría de Einstein de la Relatividad General no fue admitida hasta que predijo la desviación de la luz por efecto de la deformación del espacio-tiempo a causa de la masa de una estrella, desviación comprobada con exactitud en un eclipse. Hoy usamos la Teoría de la Relatividad General para ajustar el tiempo en el sistema de satélites de los que dependen los GPS que usamos en los móviles.
Sobre S. Kauffman (entre muchos otros) puedes deducir de lo dicho mi opinión.
Dejé abierto en mi último comentario el tema de la <em>complementariedad</em> referida al acceso por igual tanto por parte de la persona como de Dios a ésta.
Debida a esta interpretación, algunos veían en ella la posibilidad de intercambiar al final del camino la expresión de “<strong>vivir lo humano</strong>” por la de “<strong>vivir lo divino</strong>” como entonces mostré mi discrepancia haré ahora una reflexión resumida del problema.
Una advertencia previa: El concepto Dios no lo voy a utilizar. En su lugar me referiré a la realidad de Él, la cual desde aquí abajo podemos llamarla, por experiencia, realidad absolutamente absoluta.
Nuestra necesidad de realizarnos como personas la llevamos a cabo, como espero que se entendió en días pasados, a través de la realidad de las cosas con las que hacemos nuestra vida, pero entiéndase bien, no en cuanto meras cosas sino en tanto reales pues el poder que ellas tienen sobre mí les viene por el hecho de ser reales y es así como con nosotros los humanos están en remisión respectiva y por tanto, son ellas las que en su realidad nos remiten a la realidad absolutamente absoluta.
Entonces, entre nuestra realidad relativamente absoluta (lo humano) y la realidad absolutamente absoluta(lo divino) existe, en efecto, una vertiente complementaria pero al ser nuestro absoluto relativo algo cobrado, no puede haber con la realidad absolutamente absoluta estricta complementariedad que nos permita arrogarnos, al final del camino, el poder hablar de “<strong>vivir lo divino</strong>” porque lo divino como lo trascendental, por ejemplo, apuntan a conceptos que tradicionalmente han estado desprovistos de toda realidad física y por tanto, en ese empeño, acabar siendo susceptibles en cambiar lo humanamente vivido experiencialmente, por lo religiosamente vivido conceptualmente.
Sigo aquí ya que el ordenador me jugó una mala pasada y como decía SI cité la frase “Dios se encuentra mas allá del ser” NO fue con ánimo de polemizar, ni de rebatir ningun argumento SINO porque la frase me parece acertada, ya que Dios si está por encima nuestro de una forma que nos trasciende totalmente. Hablé en general para aclarar porque hay muchos actualmente que se basan, precisamente, en este concepto para negar toda posibilidad de comunicación con lo divino y dejar solamente a Dios “en abstracto”, no immanente a lo creado, alejado de nosotros, panteísticamente cruel e inhumano y que nuestro destino, pues, es del naufragio y total anhilación,
Pero el Dios de Abraham, el Dios de Jesus es TODO lo contrario ya que EL ES EL QUE ES, y EL QUE ESTÁ, el que crea, el que sostiene, el dador de la vida y el que nos salva, el Dios de la misericordia infinita.
El es le que siempre nos ha precedido y El que informa hasta la “sopa primigenia” ya que tambien las “partículas elementales” necesitaron “ser informadas” primero para venir a ser, para sostenerse en el ser, y para evolucionar en el ser.
Un saludo cordial. Santiago Hernández
SI cité la frase “Dios se encuentra m
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Hola!
Recibo de Jorge el siguiente Correo:
“Desde ayer tarde intento bajar una contestación a tus dos últimos comentarios y no me lo deja hacer. Así que te lo envío Oscar por correo y si quieres lo continuamos aquí.
Con tu primer comentario Oscar estoy en amplia sintonía. Yo he tenido en Atrio y en mi libro “necesidad” de filosofar. Porque la fe que recibí (religiosa) tenía necesariamente que darle la vuelta si quería mantener mis esperanzas. Y sí, mi opción por la Plenitud Humana es la menos mala, entre las que he recibido, desde fuentes diversas, cogida al vuelo creo que en principio de K.Rahner, también de Gonzalez Fauss entre otros muchos, reelaborada a mis condicionamientos mentales y circunstancias. Con todo, no creo haber llegado a la panacea, a un sistema completo y coherente, y menos a verdades seguras. Es una propuesta sujeta a duda e incertidumbre y si llega a ser algo más que una propuesta personal mía, pues no tengo “casi” dudas en que será desestructurada, deconstruida, con un mazazo en su base. Como “casi” todo cuanto se propone incluida la Ciencia es provisional y sujeto a nuevos entornos históricos. Sin embargo, por ahora me sirve, me sirve para vivir con esperanza.
Con respecto a tu segundo comentario tienes razón soy un fiel discípulo de Lampedusa. En lo que difiero es en tu análisis de lo que tenemos con marcado acento negativo. ¿De verdad crees que no hay salida? ¿Por qué? Si le das tanta importancia a los “peligros” reales y posibles en contra de la humanidad, estás seleccionando hechos y posibles que te lo confirmen. Pero yo veo justo lo contrario y también claro está selecciono los hechos en este sentido. Jamás en toda la historia, la humanidad ha vivido en el nivel de bienestar, de salud, de conocimiento, de atención a los que pasan necesidad,…, como ahora. ¿Por qué razón todo esto lo vamos a perder y retornar a los tiempos oscuros y de sufrimientos de épocas anteriores? Por supuesto que hay mucho que arreglar, que la plenitud aún está muy lejos, que se cometen toda clase de atropellos e injusticias, …., pero esto no nos puede llevar a desentendernos de lo que nos puede llevar a la Plenitud final con nuestro esfuerzo aquí y ahora.”
(Hasta aquí el Texto del Correo de Jorge)
Añadido.
Y este proceso maravilloso que está empezando a culminar aquí en este planeta, con nuestra especie, puede haberse desarrollado en miles de planetas con miles de especies evolutivas distintas, pero cuya evolución particular, culmina al final en lo mismo: en Inteligencia.
Y ese “Hijo de Dios” que el Universo está gestando y pariendo, aquí en la Tierra, somos nosotros. Y ese es quizás el sentido de que somos de verdad “Hijos de Dios”, y Jesús, lo es al igual que todos nosotros, pero solo que él es un adelanto, una muestra, un ejemplo, en cuanto que en él ya se ha culminado el proceso evolutivo. Y los demás estamos en el camino: Esa sería la Plenitud.
Y por ello el Universo podría estar repleto de miles de especies inteligentes “Hijos de Dios”, (que serían como los órganos del cuerpo), cuya conjunción final sería el Hijo de Dios de nuestro Universo.
Suena a teilhardiano, ¿verdad?.
Jorge: Mi tesis es que la evolución es finalista, y que está determinada en cuanto a la dirección, aunque en los detalles concretos en cada fase del proceso el proceso sea aleatorio.
Esto es tan Ciencia, o de Filosofía de la Ciencia, como la tesis contraria, que es la más tradicional de que la evolución es ciega. La Ciencia avanza por consensos sucesivos que se van sucediendo y cambiando con el tiempo, hasta llegar a un consenso generalizado. Pero el tema de la evolución, lleva ya 150 años en el candelero, pero todavía colea muy fresco, y en él está aún muy lejos de darse ese consenso.
Es verdad que como en cada momento histórico, se dan unas mayorías y unas minorías, y hoy día todavía es mayoritaria la postura tradicional de Darwin. Pero es que estamos en momentos de grandes cambios, de grandes avances en todo, de descubrimientos asombrosos. Darwin fue un genio, que intuyó una gran ley general del Universo, sin saber genética, (o con conceptos primitivos de ella), estudiando una pequeña parcelita: la evolución animal. Pero hay que superar a Darwin, cuando sea necesario: él mismo nos lo pediría.
La Ciencia, no puede convertirse en una Iglesia, con sus ortodoxos y su réprobos anticientíficos excomulgados. Toda la gente seria cabe en ella.
Yo, naturalmente, se muy poquito de lo que se publica, pero lo que digo no es una cosa que se me acaba de ocurrir. Viene de lectura de referencias de gente que se supone seria, (Universidades americanas), por ejemplo Stuart Kaufman, https://es.wikipedia.org/wiki/Stuart_Alan_Kauffman
que hace tiempo te recomendé leer, tú que eres especialista e interesado en el tema. (No se que opinas de Kauffman).
Yo no he leído nada de él directamente, solo algún articulillo y referencias. Unas favorables y otras no. Hay muchas referencias a él en artículos de Tendencias 21. http://www.tendencias21.net/Mas-alla-del-reduccionismo-Stuart-Kauffman-reinventa-la-sacralidad_a1893.html
Te puede gustar o no. Pero es un científico y de prestigio. A mí me atrajeron sus nuevos planteamientos, pues son muy propicios para la síntesis entre ciencia y espiritualidad, en el sentido de que apuntan hacia un diseño originario en el momento cero del Universo, en el que estaba latente, todo el desarrollo posterior, al que hemos llegado.
Y este desarrollo nos da pistas, sobre el posible futuro que aguarda a la Humanidad, si no hay una catástrofe antes.
(Y es válido aunque haya una catástrofe. Pues si las Leyes del Universo, determinan que al final, de la sopa primigenia, surja Autoconciencia e Inteligencia, y que esta esté determinada a ir creciendo y desarrollándose sucesivamente, ese proceso se culminará, aunque haya que intentarlo 100 veces).
Todo indicaría, que la “Creación”, es un proceso de embarazo y parto de algo que podríamos llamar como “Dios”, que se inicia de una forma simple, una simple célula, (una sopa informe de quarks), y a través de un tiempo de gestación, (ya vamos por casi 14.000 millones de años), da a luz, una ingente e hipercompleja Inteligencia: ¿Dios? ¿Un alter ego de Dios? ¿Un “Hijo” de Dios?. Vete tú a saber.
¿Qué papel ocupamos nosotros?. Pues el mismo de los de una de los miles de millones de células, que se van produciendo y desapareciendo en el proceso.
Los detalles concretos de desarrollo de mi hipótesis personal, los he desarrollado aquí, ampliamente estos dos últimos años, y no quiero ser pesado repitiéndolos, pero si tienes interés por algún detalle, me lo dices y vuelvo a comentarlo, sujeto a crítica y diálogo.
Hola!
Leo de Jorge charlando con Isidoro:
– “En las nuevas condiciones de aceleración ¿perdurará lo humano?
– Mi esperanza es que sí, que la meta de la Plenitud seguirá viva y
– no me queda otra que implicar a Dios en el proceso”-
………………………….
1 – no me queda otra que implicar a Dios en el proceso”-
¡Puro “camuflaje-gatopárdico”!
2- – Mi esperanza es que sí, que la meta de la Plenitud seguirá viva”-
¡No tiene en cuenta que:
· Hilary sigue viva,
· Trump viene a “trompear”
· Putin juega al Ajedrez
· A China le va a quedar chico el mundo
· La energía atómica está en unos “botoncitos” tentadores.
3- – “En las nuevas condiciones de aceleración ¿perdurará lo humano?
¡Preguntémosle a Pancho (que tiene razón en implorar “misericordia”)!
……………………..
¿Qué le vamos a hacer, no? – Óscar.
Hola Jorge!
1- Dices: -“Me invitas a filosofar”-
Todo tu Curso-Taller (y en poco tiempito más: Tu Libro con atrieros) es un “filosofar”.
No es, por lo tanto una “invitación” mía.
A “filosofar” quien se “invita” es uno a uno mismo por “necesidad”,
cuando el hambre de Verdad con uno mismo muestra su cara de Hereje.
………………
La Filosofía es una “necesidad” a la que se llega (desarmado y con bronca) cuando uno está podrido de que las cosas no sean como uno cree que tienen que ser;
y entonces uno se resuelve a tomar de los cuernos (dos) al toro de la Duda o In-Certidumbre.
……………..
La Filosofía es el ertsatz ortopédico de una Creencia fracturada;
Al fin y al cabo: una Ortopedia que buscará ser la-menos-mala; porque “buena” no la hay. Nada en “lo-que- hay” es BUENO (esto ya lo hube señalado varias veces).
………………
2- El último Capítulo de tu Manuscrito inicial lo titulabas: “Una alternativa Metafísica”
No sé si has caído en la cuenta las vueltas-y-vueltas que le has dado a ese Capítulo, hasta el punto de decidir –por momentos- ¡suprimirlo!
Y, en efecto, tenías razón. Tu lógica desembarcaba en que lo que estabas haciendo en ese Capítulo:
· NO era una ALTERNATIVA, sino
· SÍ era un RESUMEN (“más de lo mismo, pero “en-chiquito”)
…………………..
3- Las épocas de Creencia Social son épocas de felicidad;
pero cuando llega la hora de la Duda vital-histórica (en esa estamos):
andamos como unos parias “infelices” por las calles de este mundo.
Y entonces hurgueteamos entre la “opciones” menos malas.
……………………
4- Tu Libro testimonia una de ellas: LA PLENITUD HUMANA.
¿No te parece?
¡Sigamos todavía! – Óscar.
P.S.: ¡Gracias M.Luisa!
No entiendo las elucubraciones mentales de Isidoro Garcia (Nov.18)..”lo divino si puede ser una realidad desconocida, ni en su naturaleza real y ni siquiera sobre su existencia real……cuando metemos lo infinito-eterno en las cuestiones limitadas del universo toda la logica se tergiversa…pues nuestra mente no puede comprender de verdad esos conceptos”. Pero que es lo divino? es distinto de lo infinito-eterno Es superior o inferior. Si la logica no puede (o no sabe) hablar de lo infinito eterno como puede hablar de lo divino?. Lo divino del cristianismo surge de la concepcion “extrahumana” de Cristo. Es la introduccion de lo ” ” “divino Xto en la contextura humana.Divino=Deus. Que es lo divino fuera del cristianismo? Que tiene que ver con las Peak experiences de Maslov y con las experiencias cumbres de las religiones orientales?
Isidoro, me dices que “el camino hacia la plenitud es un proceso natural que debemos recorer nosotros solos al igual que la evolución de las distintas especies no ha exigido la acción directa de ninguna divinidad, solo la aplicación de las Leyes del Universo…”. De acuerdo en todo con la segunda parte, pero en absoluto lo estoy con la primera. No existe Ley alguna en el Universo que permita describir el camino hacia la plenitud. Esto no es Ciencia de ningún modo. Es filosofía, quizás con ciertos apoyos muy insuficientes en ciertos hechos seleccionados con toda intención en apoyo a un sistema particular de pensamiento, “noosférico”. Las Leyes científicas de la Evolución son incapaces de predecir cómo serán las especies que comparten con nosotros la Biosfera, en un plazo corto de tiempo, si tomamos como unidad de medida de la historia de la vida en la Tierra el millón de años. ¿Hay alguien capaz de predecir qué especies habrán sobrevivido, tan solo una unidad de medida, dentro de un millón de años? Si esto es imposible de hacer peor aún es predecir cómo serán aquellas que sobrevivan incluidos nosotros. ¿De qué estás hablando cuando dices que la evolución natural de nuestra especie conduce a la plenitud? Esta evolución natural la incluyes en una cosmovisión que se aparta sensiblemente de la Ciencia. En el mejor de los casos se trata de especulación cientificista.
Lo que yo veo detrás de todo ello es una entronización de la Naturaleza como si ésta tuviese conocimiento de hacia dónde se dirige, y lo que es peor que nos arrastrará a todos lo queramos o no. Esto se relaciona muy mucho con la filosofía estoica, la de someternos a las Leyes de la Naturaleza o naturales, ponernos en conformidad con el Orden Cósmico. En mi opinión, la Plenitud Humana, en el contenido que le doy, nada tiene que ver con ello. El centro de la Plenitud Humana es el amor, el amor en justicia y libertad, y de esto nada hay en el Orden Cósmico, más bien lo contrario.
Dicho esto es verdad que podemos proyectar hacia el futuro lo que la Ciencia está descubriendo hoy y sus consecuencias revolucionarias, pues parece que nuestra vida personal y colectiva cambiará drásticamente en muy corto tiempo. La evolución natural y biológica es demasiado lenta para asumir las trasformaciones que tenemos encima. Esto no lo hará la evolución natural sino el desarrollo tecnológico. Para mí la cosmovisión noosferica ha quedado desplazada y obsoleta. Nuestro ritmo de desarrollo la ha desbordado por completo.
Pero lo que me preocupa es que toda esa aceleración ¿a dónde nos conduce? ¿Mantendremos los valores humanos o también quedarán superados y obsoletos? En las nuevas condiciones de aceleración ¿perdurará lo humano? Mi esperanza es que sí, que la meta de la Plenitud seguirá viva y para ello no me queda otra que implicar a Dios en el proceso.
Me invitas Oscar a filosofar, vale.
Dices la Duda es una fe, la de los escépticos. Sin objeciones. Pero entiendo que los escépticos tienen esa fe porque la han elegido. Nada les obliga por necesidad a tenerla tanto o igual a la mía, pues a mí tampoco nada hay que me obligue a tener fe en la Plenitud Humana y en Dios implicado en ella. Simplemente me decido y “apuesto” por ella por considerarla en mi opinión mejor, mejor para mi vivir presente y para mi entorno natural y humano.
Es verdad que la fe siempre se ha propuesto como principio, como un primer movimiento de evidencia, que se nos impone “casi” sin racionalizar ni justificar. En su origen hay como un deslumbramiento, en toda fe sea religiosa o no. Pero como todo deslumbramiento es pasajero, y si dejamos de prestarle atención al cabo de un tiempo desaparece. Para que la fe perdure es necesario prestarle atención. Y en esta atención va implicada necesariamente nuestra libertad y capacidad de decisión. Es esta decisión por mantener una fe lo importante, pues es lo que le da continuidad, y permite racionalizarla y justificarla. Es por la decisión continuada de mantenerla y profundizar en ella por lo que incluso puede surgir sin el deslumbramiento previo. Y si la fe depende de una decisión continuada en el tiempo, pues como toda decisión puede estar llena de duda e incertidumbre.
Pavonearse de una fe segura y evidente, pues probablemente sea un error de bulto, pues se conforma con asumir “a ciegas” lo que se le da como evidencia, sin someterla a un juicio crítico. Revela un carácter que necesita de Verdades, seguras y firmes, donde agarrarse a la vida. Esta fe ciega e irracional no la comparto y desde luego nada tiene que ver con mi fe.
OK,OK, para Oscar!!
Hola!
Leo de Jorge:
– “decisión de fe”-
¿Qué es eso?
La Fe no es ninguna “decisión“, sino un “ya decidido“.
Toda “decisión” exige-incluye la “dualidad” o “duda” sobre lo que uno “decidirá”.
La Fe no duda.
Aunque, ciertamente, n/tiempo consiste en:
* no “tener” dudas
sino en
* “estar” en ellas
Resumiendo:
La Fe no admite la Duda;
pero no obsta que
La Duda sea una Fe
(en la que desde hace un siglo nos encontramos instalados).
¡Voy todavía! – Óscar.
Respecto al comentario de Jorge, los últimos descubrimientos de la psicología, (tema en el que soy mero aficionadillo), nos hablan de que la naturaleza humana, tiene un potencial natural de desarrollo, y de autoevolución, hacia la auto-realización, (Maslow), siendo este proceso de maduración, el motor principal del proceso evolutivo del hombre hacia ese estado de plenitud, o nueva especie mas evolucionada, (y que no es más que un episodio más del proceso general evolutivo del Universo desde hace casi catorce mil millones de años).
En los procesos de la evolución de la Conciencia de Gebser, del que hablaba hace poco, parece ser que estamos en el momento histórico de adquirir, la conciencia integral, con una percepción del Universo desde todas las perspectivas al mismo tiempo, (aperspectiva), sintética, y superadora de todas las polaridades y contradicciones que las diversas perspectivas individuales, nos ocasionan.
Y para ello no precisamos para nada de la ayuda directa de Dios. Todo este proceso, estaba latente y encriptado en la maravilla de la Creación del Universo, sea Creación o autoCreación.
Yo que creo en la acción el Espíritu, en la “influencia espiritual”, creo que esta se limita a animar y quizás a ayudar en la sombra e indirectamente. Pero el camino de la plenitud, es un proceso natural que debemos recorrer nosotros solos, al igual que la evolución de las distintas especies, no ha exigido la acción directa de ninguna divinidad: sólo la aplicación de las Leyes del Universo, selladas en el Momento cero.
“El retorno al clericalismo, solo puede ser un acto de desesperación, que únicamente puede lograrse a costa de la honestidad intelectual.
Y nosotros no podemos ser honestos sin reconocer, que hemos de vivir en el mundo “incluso si Dios no existiera”.
Dios nos hace saber, que hemos de vivir como hombres que logran vivir sin Dios. ¡El Dios que está con nosotros, es el Dios que nos abandona!. Ante Dios, y con Dios, vivimos sin Dios”. (Bonhoeffer)
Leo, de Santiago:
“Lo divino y lo humano NO tienen por que excluirse mutuamente sino que, como se decía ya por aquí, son complementarios. El hecho que “Dios se encuentre mas allá del ser” no implica que debamos alejarnos de El con el pretexto de que es Misterio (…)”
Si esta frase “Dios se encuentra más allá del ser” contenida en el párrafo que he seleccionado de Santiago se refiere a la escrita por mí tomándola como punto de partida para desarrollar su contra argumentación, no puedo dejar de hacer algunas importantes precisiones.
En primer lugar esta frase en mi comentario está al final del mismo a modo de conclusión y por tanto está en coherencia con lo anteriormente expuesto en él. En cambio, Santiago la sitúa al principio como punto de partida de “su” exposición, con lo cual y por los términos que en ella emplea, como por ejemplo el de exclusión, complementariedad, alejamiento, no sólo deforman el sentido argumental del que me valí, sino que denota claramente la indiferencia que le ocasiona el mismo para sus fines. Sólo le interesa encaminar la frase por patrones establecidos y esquemáticamente tradicionales.
Veamos, dije en algún lugar que debamos alejarnos de Dios con el pretexto de que es Misterio? O, lo que dije fue que su realidad puede ser experienciada a través de la realidad de las cosas con las que hacemos nuestra vida en el mundo? Precisamente con la idea de Misterio históricamente se ha vetado esta posibilidad de experiencia real.
Hablé en algún lugar de exclusión? O me esforcé en hacer notar, como anterior a cualquier inclusión, el carácter respectivo que existe entre el ser relativamente absoluto y el ser absolutamente absoluto?
Hablé en algún lugar de incomplementariedad entre la realidad humana y la realidad de Dios? O bien por lo que llevo dicho esta complementariedad se sobreentiende?
Claro con una pequeña distinción. Se trata de una complementación en tensión…aquí me llevaría más tiempo del cual ahora no dispongo, aunque tal vez pienso que si se trabajase, se podría encontrar en ese punto, el meollo del asunto que discutimos…veré si puedo más adelante…
Yo no he dicho que el Dios-Trascendente, no exista. En ese tema soy más bien agnóstico, y al tiempo, en el caso de que sí exista, soy deísta: parece razonable pensar que ese Dios no es el que interviene en nuestra historia.
Lo que digo, es que cuando algo nos supera, no merece la pena hablar mucho de ello, pues inevitablemente, vamos a equivocarnos. Cuando uno está en un campo de minas, lo mejor, es no mover ni un dedo, de donde estamos.
Y los temas de infinito y eternidad, aunque creemos entenderlos, no los captamos de verdad. Un ejemplo.
Si el Hijo procede del Padre, y este es eterno, no parece lógico que el Hijo también sea eterno, si tiene un principio, un origen, una procedencia. No digo que no pueda ser así, sino que eso nunca lo comprenderemos, con la lógica que rige el Universo.
Pero, claro está, que la realidad será la que sea, no la que nosotros especulemos o intuyamos, pues si a veces el conocimiento no es verdadero, en el caso de las intuiciones y de las especulaciones el riesgo de error es mucho mayor.
Y claro es, que el que nosotros no entendamos bien una cosa, no quiere decir que no exista. El Universo, es ya algo tan complejo y maravilloso, que se necesitará un cabezón como una plaza de toros, para entenderlo de verdad. Con nuestra cabecita actual, milagro es ya lo poco que hemos aprendido.
Pero lo que esté fuera del Universo, con una lógica distinta y desconocida por nosotros, es totalmente incomprensible para nosotros. Sería como que un niño de cinco años describiera un reactor nuclear.
Por eso digo yo, que mejor es intentar comprender lo comprensible, que ya es difícil, y luego, confiar en la promesa de “Tomasito”:
5. Jesús dijo: «Reconoced lo que tenéis a la vista y lo que está oculto de vosotros se os aclarará”.
Y respecto a la fe y la duda, lo que quiero decir es que la fe es muy respetable, siempre que no perdamos el pie de la tierra, y reconozcamos, que son ideas no confirmadas y por ello sujetas a la duda. La extrema seguridad, en los contenidos de la fe, es un recurso natural de la mente, para minimizar la ansiedad natural de la duda y de la inseguridad.
Decía Manuel Durán que “un rompecabezas no resuelto es irritante”. Y el cerebro humano está programado evolutivamente, no para adquirir la verdad, sino para obtener seguridad. La duda, corroe, gasta, irrita, y nos muestra nuestra impotencia. Por eso la fe, es una virtud, porque cuesta.
En este diálogo que llevamos no estoy buscando controversia, que es lo que me gusta hacer con “espíritu” crítico, sino un cierto apoyo razonable de atrieros que situados en la horizontalidad humana de “vivir lo humano” en plenitud, y sin salirse de ella podamos también “vivir lo divino” en nuestra condición humana, sin remontar al ámbito divino hablando de Dios como si pudiésemos conocerlo. Es que hacer esto es en mi opinión imposible, a pesar de los múltiples y diversos intentos que han hecho las teologías durante siglos.
El problema que veo es que si tratamos de “vivir lo humano” en la dirección hacia la Plenitud, si no contamos con la implicación de Dios en ello, esta perspectiva y expectativa humana no pasa de ser una fantástica utopía, que da lugar a la mejor clase de seres humanos de un alto nivel ético, pero sin Dios es en realidad un pensamiento ilusorio, una utopía irrealizable.
Entiendo entonces que “vivir lo humano” hacia la Plenitud, si no queremos apostar por una utopía irrealizable, tenemos necesariamente que implicar a Dios. De aquí que vivir lo humano hacia la vida en plenitud sea lo necesario, pero no suficiente. Si esto es así, entonces tendríamos que hacernos cada vez más conscientes de la implicación de Dios en el proceso de la plenificación humana, tanto a nivel personal como colectivo. Y es en esto en lo que traduce el “vivir lo divino”: tomar conciencia de la implicación de Dios en nuestras vidas, en la de los demás y en conjunto de la humanidad, en su proceso de plenificación. Y esto está en relación con la presencia de Dios y la actitud religiosa orante.
Por supuesto, para hacer esto se requiere una decisión de fe, fe en el triunfo final del bien, en que la Plenitud será realizada, y que no es una ilusión utópica, porque Dios está con nosotros para llevarla a su culminación a lo largo de la historia.
PERO si “nuestra mente humana no puede comprender” ciertos “conceptos”, ESTE hecho no anula la existencia de lo divino…sino, más bien, la imposibilidad de ésa, nuestra mente, de abarcar esa verdad propuesta……. En efecto, la mente humana solamente puede ver una parte de la realidad total…la realidad absoluta escapa nuestra comprensión en esta vida…solo vemos aquí como en un espejo porque no podemos penetrar en la profundidad de esta realidad mientras vivimos la vida de la tierra…Por tanto, podemos tranquilamente explorar el misterio de la divinidad,…. como también los profundos misterios del Cósmos donde aparecen procesos inteligentes, que NO han sido capaces de ser programados algorítmicamente por ninguna decisión de la materia-energía, viva o inerte, ni tampoco tiene explicación el sin número de misterios de la vida en si y comenzando con la aparición de la conciencia que es capaz de trascender y poder pensar en abstracto, además del poder, único en el ser humano, de la formulación de conceptos…que van mas allá de su misma naturaleza…
Si la misma Ciencia ha dicho que es imposible la formación del programa “inscrito” en la célula en algoritmos perfectos ya que la secuencia de los aminoácidos tuvo que ser organizada complejamente y “escrita” en un software por una decisión inteligente formulada extrínsecamente a la materia viva….entonces también existe la posibilidad de la existencia de lo divino…de un Dios creador que se encuentra “mas allá” de todos nuestros pensamientos y definiciones..No es una mera hipótesis negativa de lo que no se debe ni siquiera hablar….Silenciar esta posibilidad en el momento actual del conocimiento humano, con tanta predicación de modernidad, tolerancia y flexibilidad me parece inapropiado, anticientífico, y poco racional-humano…Por tanto, negar siquiera la posibilidad de la existencia de “lo divino” que ES lo que trasciende al mundo, “a priori”, ignorando inclusive los últimos descubrimientos científicos me parece que cae dentro de la inflexibilidad y del dogmatismo que ciertos sectores académicos y seculares han combatido desde siempre…y las acusaciones sine materia que se ha venido formulando a los que han intentado defender esta tesis….No es que la Ciencia pueda probar la existencia de Dios….sino que su conocimiento NO excluye la posibilidad de su existencia….ya que Dios no puede ser sujeto -en sí mismo- a ningún experimento científico debido a su misma naturaleza ontológica….
Con tantos datos como la Ciencia ha acumulado en los últimos años sobre los complejos procesos del Cósmos NO es posible cerrar el paso a la investigación de la trascendencia.., es decir, a lo que puede existir por encima de nuestra propia naturaleza….El conocimiento humano NO se puede reducir, y de hecho no se reduce, a lo simplemente visible…Existen cosas que no vemos y sabemos que existen…Las misma Ciencia muchas veces llega al conocimiento de una teoría a través de un lento proceso de discernimiento y de posibilidades…Es muy poco en realidad lo que sabemos..aún a pesar del avance de la técnica e informática moderna de los últimos tiempos…Por ejemplo, sólo conocemos unos cuantos elementos del Cósmos…y falta un apreciable número de estos materiales elementales para tener una idea real de la composición del Universo, solamente como un ejemplo del insondable abismos del Misterio…No hay duda que en el año 6,OOO, si sobrevivimos a la auto-destrucción humana debida al progresivo desorden que parece imperar en nuestro planeta,….. habrá mas respuestas a las preguntas sobre el Universo, particularmente del mundo en que vivimos, PERO también hay que suponer que el conocimiento del Dios trascendente habrá aumentando. Este conocimiento no se reduce solamente a la evidencia de Dios en el Cósmos y por tanto a la correcta deducción universal de la necesaria existencia de un Creador….El conocimiento humano no es simplemente deducción sino que también es intuición…y también es experimental….es, por otro lado, especulación y también pragmatismo..Somos seres complejos..No compuestos físico-químicos…No somos meras máquinas humana de la especie Homo Sapiens, sino que “ser humano” es “ser algo más” que implica una dignidad especial que supera per se a todas las demás especies y las trasciende a todas, sin discriminación alguna por nuestra parte….Podemos manipular lo ya creado hasta cierto punto, sin negar nuestra realidad, ni nuestra propia naturaleza.
Por eso, no se trata de “sordera” a lo que escribimos en este bloque..sino meras opiniones…con las que podemos disentir o coincidir, parcial o totalmente…Esa es la libertad de los que escribimos en ATRIO, que podemos, hasta ahora, expresar libremente nuestros comentarios…que sólo son opiniones…Reconozco que, a veces, cuesta un poco exponer públicamente la realidad de lo que creemos…Sin embargo, podemos hacer un diálogo constructivo de nuestra conexión intra-bloque con nuestros amigos de ATRIO…Sin intención de “ganar”, podemos trasformar saludablemente el intercambio de comentarios en un aprendizaje fructífero y al mismo tiempo, saber como yo puedo justificar mis opiniones…Es un ejercicio solamente para algunos..Por lo demás, mis comentarios, sólo son eso, meras opiniones…sin intención alguna de ofensa personal..
Con mucho respeto y con mis mejores deseos….Un cordial saludo de
Santiago Hernández
Hola!
Para “creer en el Eu-Angelio”
Se ha de creer con igual intensidad en el “Kako-Angelio”
¿Capisce?
Sino: leamos los Diarios, veamos la TV o vayamos al Super!
Óscar.
Hola!
He aquí un casi máximo ejemplo de la Torre de Babel:
– “reivindico la fe,
* no como una seguridad, que siempre será falsa,
* sino como algo dudoso, y por ello sujeto a la duda.
* Si no hay duda no hay fe, hay autoengaño infantiloide”-
………………….
Como esta vez Isidoro no cita quién se “auto-enquilomba” así,
habría que suponer que semejante barrabasada es del Cumpa “citador”;
sin embargo me cabe la duda de que nos está engrupiendo.
(“engrupir” (Arg.-Chile-Urug.) “Hacer creer una mentira”).
¡No puede ser tan ignorante quien nos ilustra de contínuo!)
Un rodeo al asombro y ¡Sigamos todavía! – Óscar.
Respecto al comentario de Angel Ordás, yo creo que lo “divino”, sí que puede ser un “locus”, una realidad desconocida, ni en su naturaleza real y ni siquiera sobre su existencia real.
Es más bien una apuesta, una hipótesis personal de que esa relalidad existe, intuída, (o no), mediante una corazonada gratuita, o por indicios subjetivos, como lo era la existencia de América, para muchos navegantes de la época predescubrimiento, que habían observado indicios, como restos flotantes, o pájaros en vuelo, etc., o a los que la lógica les decía que la Tierra debería ser redonda.
Quiero señalar, que un hombre moderno, tiene derecho perfectamente a incorporar a su cosmovisión, elementos como corazonadas o intuiciones no probadas, como la existencia de los ovnis, o que el fin del mundo está próximo, o que mañana va a llover o que el gordo va a caer en 4. Reivindico el derecho a no ser racionalista a ultranza, siempre y cuando no nos extralimitemos y lo afirmemos como cosa segura, y no tan solo como hipótesis.
Por eso reivindico la fe, no como una seguridad, que siempre será falsa, sino como algo dudoso, y por ello sujeto a la duda. Si no hay duda no hay fe, hay autoengaño infantiloide.
Naturalmente no me refiero en este comentario al hipotético Dios-Creador-Incógnito e incognoscible, del que es mejor no hablar. Sino al Dios de las Religiones, que sería un (o varios) “Dios del Universo” = una creatura del Universo, como nosotros, que era a quien se referirían los escritos antiguos.
Leo recientemente, en Piñero, que realmente el Dios de la Biblia, para los judíos inicialmente, era este Dios-demiurgo, o Dios-segundo, y que en realidad los judíos no eran férreamente monoteístas, sino binitarios, (dos Dioses, uno subordinado al otro), y que fue a partir de la helenificación de la zona en el siglo III a.C., cuando se introdujo el Dios intelectual de Platón, como sumun de todo, e infinito.
Y ya todo se lió, porque cuando metemos lo infinito o lo eterno, en las cuestiones limitadas del Universo, toda la lógica se tergiversa, y surgen todo tipo de contradicciones, pues nuestra mente no puede comprender de verdad esos conceptos.
Hola!
Siguiendo la “onda” (buena y acertada según entiendo) tienen razón:
1- las “CHICAS” cuando dicen de los “MUCHACHOS” que son unos “¡divinos!”
2- los “MUCHACHOS” cuando dicen de las “CHICAS” que son unas “¡divinas!“.
…………….
Lo que parece no quedar claro es porqué acá se insiste en el “masculino” (divino), sin nombrar siquiera el “femenino” (divina).
Pero, en fin, son cosas que la decana “Ana” se encargará de ilustrarnos ¿no?
¡Voy todavía! – Óscar.
………………
PS. en caso que lo dicho no sirva para nada, puede ser utilizado para mandar “mensajitos” con el´”órgano” corpóreo-huamano más utlizado en esta etapa “noosférica” de la Evolución; me refiero a los “dedos-pulgares” (telefonito mediante).
Lo divino y lo humano NO tienen por que excluirse mutuamente sino que, como se decía ya por aquí, son complementariios. El hecho que “Dios se encuentre mas allá del ser” no implica que debamos alejarnos de El con el pretexto de que es Misterio como no queremos alejarnos de nuestra madre aunque nunca la hayamos visto o conocido porque sabemos que existe y como tampoco huímos de los misterios cósmicos que nos rodean, por el contrario, tratamos de entenderlos aunque sea parcialmente.
El set humano no puede alejarse totalmente de su último y verdadero fin que cabalmente está en Dios, objeto verdadero de la felicidad completa. Puedo ir hacia mi último fin ASCENDENTEMENTE o no, pero al final la plenitud desemboca en la trascendencia divina. No porque “vea” el valor divino de lo humano dejo de vivir mi humanidad plenamente. El hecho que la introducción voluntaria del mal en el mundo haya dislocado y rebelado al ser humano, y obnubilado su razon en relacion a su último fin no consiguen cancelar la inmanencia y la misericordia de Dios hacia nosotros que es eterna e infinita per se.
Un saludo cordial. Santiago Hernández
Lo “divino” no existe como entidad en si, como una parcela (locus) distinta de lo humano. Todo lo que el ser humano ejecuta o realiza, aun en la esfera intelectual, es humano y no puede ser de otra n manera. Lo que llamamos “divino” es un modo, una proyección intelectiva aprendida y aprehendida socialmente a través de la cultura de las religiones.
Por los comentarios en general me parece ver que todos más o menos entendemos bien lo que significa el Proyecto de Vida en la dirección de Jesús hacia la plenitud de vida humana. Quizás Isidoro me parece que plantea que la cosa no es tan sencilla por las complejidades de la psique humana. ¿Por qué no hacemos lo que debemos hacer? Las sombras que bloqueamos, los autoengaños y el pensamiento ilusorio,…. ¿Sobrevaloramos la libertad? Bueno, si no queremos ver o simplemente eliminamos todos nuestros condicionamientos, capacidades, circunstancias,…., sino que vamos de superhéroes por la vida justificando nuestra identidad moral como sobresaliente, de lo que deducimos licencia ética para marcar a los demás lo que deben hacer o no, pues es evidente, al menos para mí, el error en el contenido de la libertad. Pero teniendo en cuenta las complejidades psicológicas de cada persona, creo que siempre, o “casi” siempre para no generalizar, hay margen suficiente para la libertad y para sumir las responsabilidades como consecuencias de nuestras decisiones. Y esto tiene para mí la máxima importancia, pues la libertad bien entendida, ocupa en mi jerarquía de valores el primero, pues sin libertad ni hay amor ni hay justicia.
Vivir lo humano hacia la plenitud no presenta dificultades en general, incluso situando lo divino en el límite de lo humano. Pero mi propuesta de “vivir lo divino” situando en su límite lo humano en plenitud, el límite de la confluencia, no parece que sea generalmente aceptada. ¿Qué significa “vivir lo divino”? Por supuesto no significa cambiar la perspectiva de la vida humana hacia la plenitud, sustituyéndola por la divina. Van juntas y con el mismo acento o fuerza. Pero hay una diferencia, en mi opinión, no es posible “vivir lo divino” prescindiendo del ser humano tal cual es. Vivir lo humano hacia su plenitud es condición necesaria (aunque en mi opinión no suficiente) para vivir lo divino. Sin embargo, esto no funciona al revés, como han pretendido las religiones, pues de vivir lo divino con una intensa relación con Dios, oraciones, sacramentos etc., no resulta una vida humana dirigida hacia la plenitud. De aquí el “escándalo” de personas que se esfuerzan en una asidua práctica religiosa y manifiestan una calidad humana deplorable.
Por esto en mi práctica religiosa siempre estoy pendiente de que vaya en dirección hacia la plenitud humana, y no se desvíe por otros derroteros, (p. ej. místicos autocomplacientes).
Parecería que para “vivir lo divino” tendríamos que hablar de Dios y es verdad que hablar hoy de Dios con todo lo que arrastra tras de sí en nuestra cultura e historia se hace difícil, “casi” imposible. A mi Dios, el contenido que le doy a Dios, lo he vaciado de todo ese lastre, quedándome sólo con una idea: Dios tiene la clave del acceso a lo Absoluto-Trascendente, y esta clave se encuentra en la Plenitud Humana cuando haya “culminado”, aún no. Creo que se dará una convergencia de lo divino con lo humano y lo humano con lo divino, justo en el tiempo en el que la Plenitud Humana sea realizada.
Nota: Gracias M.Pilar un saludo entrañable para ti. He estado muy ocupado en la publicación de mi libro “Inclinar la Balanza” que lleva como editor Antonio Duato. Correcciones y más correcciones me han llevado mucho tiempo y esfuerzo. No podía hacer nada más, al menos ya creo haberlo acabado. Parece que pronto estará en las librerías. Estoy muy satisfecho por publicarlo y agradecido a todos los atrieros que han colaborado en la racionalización más ajustada de mis ideas.
Ayer noche pude leer con mayor detenimiento los comentarios de esta sección sobre todo y puesto que ya anteriormente me había pronunciado, me interesó adentrarme en las distintas opiniones que se daban respecto a la posibilidad de “vivir” lo divino y en coherencia con mi opinión ya expresada coincido con el punto de vista de Oscar.
No dudo que para muchas personas pueda ser válido vivir en intimidad esta convicción pero para un gran número de ellas vivir lo divino se convierte en tal obsesión que se olvidan de vivir lo humano degradándolo incluso .
En cualquier caso Dios no está en el mismo nivel que el mundo, aunque su realidad puede ser experienciada en el mundo a través de la realidad de las cosas con las que hacemos nuestra vida, pues en tanto les otorgamos realidad a las cosas le son respectivas a la absoluta realidad de Dios, pero esta condición no se da en sentido inverso. El mundo y lo humano precisamente para poder ser guarda respectividad para con Dios, pero Dios está más allá del ser.
Leyendo todos los comentarios de un hilo como este, podría parecer que es un diálogo de sordos, exponiendo cada uno sus ideas, sin dialogar con los demás.
Pero no se trata de eso. En resumidas cuentas, no hay que entender nuestras respectivas y plurales ideas, de todos, como intentos de solución a un acertijo o a un problema matemático.
Sino como las diversas soluciones personales para integrar en nuestros esquemas mentales, nuestras cosmovisiones, un problema como puede ser la existencia o no de un Dios personal, la naturaleza de ese supuesto Dios personal, y su relación en el cumplimiento de nuestros respectivos ideales éticos.
A mí me da un cierto pudor, (alguna vez ya lo he comentado aquí), el exponer mi sistema de creencias, que es algo muy íntimo, del que yo mismo tengo muchas dudas personales, (me imagino que como todos), y que al fin y al cabo no me compete más que a mí.
En algunas ocasiones he constatado que ese sistema de ideas irrita a los demás, lo mismo que me pasa a mí con los suyos, pues cuando uno no cree en la coherencia de una idea, le chirría en su interior, y en cambio, nuestras propias ideas, en nuestra subjetividad, nos resultan tan coherentes y tan claras, que nos llenan de mucha satisfacción personal.
Así estamos hechos, a todos nos molestan los malos olores de los demás, y sin embargo los nuestros hasta nos huelen bien.
Por eso en estos temas de creencias, que para lo único que sirven es para afianzar la coherencia ética de nuestro comportamiento personal, vale el dicho, de que bien está lo que bien acaba. Si nos sirven está bien, y si no nos sirven, también.
Porque hay que admitir que en realidad el comportamiento humano es mucho más complejo que la visión reduccionista clásica del hombre-libre, que hace lo que él dispone.
La libertad humana está muy sobrevalorada, porque como todas las ideas simples, y sencillas, tienen el plus de la claridad y se pueden hacer muchos razonamientos sobre ella. Pero si resulta que no responde a la realidad de nuestra naturaleza, entonces esa “belleza” de la idea es una preciosa manzana envenenada: luego las cosas no resultan como hemos teorizado, y nos vienen los conflictos morales: ¿Por qué no hacemos lo que deberíamos hacer? ¿Cómo hacemos para hacer lo que deberíamos hacer?.
El problema base de la moral es ¿hacemos lo que queremos o hacemos lo que otros quieren que hagamos?.
El otro día releí una frase de una entrevista a la psicóloga junguiana Helen Luke que me hizo pensar. Decía: “No se trata de que la sombra, consista solo en los elementos oscuros que nosotros pensamos que son malos, porque uno puede también reprimir las capacidades positivas, si no quiere tomar la responsabilidad de vivirlas”.
La sombra junguiana es el conjunto de ideas y cursos de acción o tendencias de comportamiento, que nosotros, mediante nuestra cosmovisión personal adquirida en nuestro aprendizaje, consideramos incompatible con nuestro ideal ético, (que es un componente de dicha cosmovisión personal).
Y entonces la mente consciente, las reprime y bloquea en nuestro subconsciente, de donde a veces se escapan y afloran, en situaciones patológicas o de debilidad de la barrera represora, (sueño, drogas), o en casos de fuertes y dolorosos conflictos, en los que “sacamos lo peor de nosotros mismos”.
Pero no solo reprimimos conductas “inmorales” para nosotros, sino también como dice Luke, “capacidades positivas que no queremos tomar la responsabilidad de vivirlas”.
¿Quién no ha pensado alguna vez, adoptar a cinco huerfanitos abandonados, o irse a Africa a ayudar con nuestros conocimientos técnicos personales, o donar el 50 % de nuestro sueldo a los pobres?. Son cursos de acción posibles, que consideramos incompatibles con otros cursos de acción, trabajo, familia, etc., y por eso los “aparcamos” indefinidamente en nuestra mente, e incluso nos causan remordimientos cuando vemos situaciones de necesidad extrema.
Hablaba ayer en otro hilo del pensamiento ilusorio, que es el proceso de pensamiento, deducción, conclusión y toma de decisiones basadas en lo que sería más placentero de imaginar en lugar de comprobar dichas decisiones y fundamentarlas en la evidencia o racionalidad. De esta forma el pensamiento ilusorio se apoya directamente en las emociones.
Los conflictos morales internos, las contradicciones entre nuestro ideal ético adquirido culturalmente, y el conjunto de valores, (cosas deseables), con su escala u ordenación personal, nos generan tanta ansiedad y angustia, que instintivamente, nos libramos de esos conflictos, de la forma que sea. Igual que cuando tocamos una plancha caliente, apartamos la mano automáticamente, en cualquier dirección posible.
Y para ello tenemos una capacidad infinita de autoengañarnos. Y de ahí lo del pensamiento ilusorio guiado por las emociones y los sentimientos.
Como ejemplo la siguiente noticia:
“Kendall J. Eskine, profesor adjunto en el departamento de Psicología Social y Ciencias de la Personalidad en la Loyola University New Orleans, dice que comer alimentos de origen orgánico contribuye a minar los valores éticos de las personas.
Esta es la sorprendente conclusión de un estudio publicado en la revista Social Psychology & Personality Science, cuyos resultados muestran cómo las transgresiones morales y el egoísmo son actitudes más habituales entre las personas que consumen alimentos etiquetados con publicidad ‘ecológica’ que entre el resto de la población.
Lo que buscarían estas personas es darse una palmadita en la espalda a sí mismas y demostrar a los demás que ya han cumplido su parte con la sociedad, por lo que sentirían cubiertas sus responsabilidades sociales.
Explica el fenómeno como una especie de ‘inyección de altruismo por cada ración de comida orgánica’. El consumidor de estos productos se siente con una superioridad moral sobre los demás por el simple hecho de comprar estos alimentos y haber hecho su ‘buena acción del día’.
De este modo, piensa que su compartimiento privado ya es lo suficientemente ejemplar y solidario, una baza que utilizaría para autojustificarse a la hora de escatimar tiempo de ayuda a los demás.
“Las personas se sienten con licencia para actuar con menos ética cuando su identidad moral es supuestamente sobresaliente”, apunta el investigador.
El reclamo publicitario de los alimentos ecológicos se basa en reafirmar los valores éticos y en cubrir las necesidades de autoafirmación moral. La decisión de la gente que está dispuesta a pagar más por un producto ecológico se basaría en un “impulso moral que los hace sentirse mejores personas”.
Esa es la complejidad del alma humana.
Estoy con lo de Jorge de “vivir lo divino”, recordando un libro que leí hace mucho tiempo titulado “El valor divino de lo humano” que en tiempos de mi juventud me causó un gran impacto, y, también estoy de acurdo en que ambas cosas no tienen que “confundirse”…ni fundirse, pues todo es gracia y todo lo que es realmente humano, también participa de lo divino…
Es en el AMOR que el sinergismo presente entre Dios y el ser humano alcanza su perfección. Este “modo de amor” es el espejo en que Dios y la persona humana se reflejan en un mismo modo de existencia. Ambas son modelos uno del otro: Dios y nosotros. Por otro lado, Cristo es el prototipo de esta comunión a través del sufrimiento aceptado voluntariamente por El por nosotros que imprimió, primero en El mismo, el AMOR, pero solamente para dárnoslo entonces a nosotros como el don de la gracia.
Cristo, pues, es el molde. la forma original de la imagen divina, y el ser humano ES, a su vez, su imagen creada y llamada a existir. En esta vida encarnada, podemos nosotros mismo participar en este modo particular de existir en Jesús, en su humanidad. No es esto más que la divinización del ser humano que consiste en formar parte de la vida divina y lo contrario también se correlaciona como cierto que existe la “humanización de la divinidad”. Por tanto, tanto Dios, como el ser humano, se comprometen a un intercambio maravilloso que no destruye la estructura específica de la naturaleza humana sino que, por el contrario, la conduce a completarse y complementarse totalmente.
Porque Cristo imprimió en la naturaleza humana el mismo amor que le une a El, el Hijo, con el Padre y el Espíritu Santo ya que Jesús dice que “es menester que el mundo conozca que amo al Padre y que como me lo mandó el Padre, así lo hago” y “como me amó el Padre también Yo os he amado. Permaneced en mi amor” (Juan 14, 31; 15, 9)..Es por eso que Cristo tuvo que romper las paredes del egoísmo que encadenaban al ser humano en un círculo vicioso de deseos y de odio, de obsesiones y del impulso de huír a toda costa del dolor. Esta es la pared que impide empezar a adquirir la verdadera felicidad y el gozo para lo que el ser humano fue creado. Cristo derrotó, pues, la fuente y el origen de la oposición entre el ser humano y Dios, la rebelión humana ante su creación por Dios en el amor. Por eso, Dios mismo, por amor, se convirtió en humano. Sin cambiarse, tomó en si la debilidad humana para salvarnos y darnos a nosotros la imagen ideal de lo que es la virtud como un ícono viviente de amor y buena voluntad hacia Dios y hacia los demás, un ícono con la capacidad y el poder de provocar una debida respuesta en nosotros mismo….
Toda la teología cristiana se basa en el AMOR de Dios que se hizo visible en Jesus de Nazaret.
Un cordial saludo Santiago Hernández
Y qué es creer en el Evangelio? Hay seguramente infinidad de respuestas. Esta puede ser una de ellas.
Vivir y confiar en el hombre y la mujer, en la persona, en quien todo se le es dado para su despliegue en y desde lo más íntimo y humano que hay en ella: Un sin limite en humanidad compasiva, abierta y amorosa a la vez que es capaz de asombrarse de la capacidad y riqueza creativa del otro, y aún en la más absoluta situación de pobreza, con humildad y gratitud, reconociéndose en todo en él, en el ser humano que hay en lo profundo del tú y del yo, sin poner de por medio fronteras, al confíar en la plenitud de lo humano y en lo humanamente sencillo de todo lo real, cuando el ego se sumerge desapareciendo, dejando que sea lo que brota de su fondo.
Muchas gracias por vuestros comentarios. Me han gustado mucho.
Querida Mª Pilar me temo que te has confundido sobre quien ha escrito el párrafo que seleccionas pues no soy yo quien afirma lo que allí se dice.
Ahora, al entrar he sabido que pertenece a Jorge y precisamente lo que hago en mi comentario es objetarle y si te fijas ya verás que para nada hablo de lo divino ¡todo lo contrario!
Aprovecho para enviarte un abrazo!
Copio de Mª Luisa:
“…también tendríamos que añadir que consiste en “vivir” lo divino en una intensa relación religiosa con Dios, para alcanzar lo humano en plenitud.”
Y pregunto con sencillez:
¿Quien es Dios, qué es lo divino?
¿Lo que escuchamos en las enseñanzas de una gran parte de los poderes de las iglesias, de sus ritos, dogmas, etc?
Alguien dijo una vez con gran dolor:
“Si hoy volviera Jesús, y se paseara por el Vaticano y otros muchos centros de la iglesia…”
¡Lo volverían a matar!
Todas las personas, que han intentado en muchas partes del mundo vivir su Mensaje… el propio poder de la iglesia los a defenestrado.
Vuelvo apreguntar:
¿Qué entendemos por Dios- por divinidad o divino?
mª pilar
Estoy feliz de que Jorge, esté de nuevo entre nosotros.
Y comento un pequeño detalle en el comentario que responde a Oscar.
¿Por qué lo religioso, da como una fuerza mayor a las personas que buscan y anhelan vivir dese el proyecto de Vida de Jesús?
Mi experiencia es, que mientras no se cambie el lenguaje, las formas, los ritos… y tantas otras cuestiones.
Muchas personas siguirán trabajando en si mismas y en sus entornos, haciendo (o al menos intentando) vida el Mensaje sugerente, intenso, que consigue que los seres humanos se levanten de toda esclavitud y cambien sus vidas, sin estar pegados a los ritos, palabras muchas veces totalmente enfrentadas a las de aquel caminante incansable, que no estaba precisamente dentro de los templos, precisamente, según sus palabras:
“Porque no habían entendido nada”
Pues tristemente hoy como pocas veces, lo estamos viviendo.
Están preocupados por sus fastuosos vestidos, mesas a las que acuden, amistades que nada tiene que ver con el Mensaje del Galileo, que se han levantado en contra del papa Francisco, porque ven peligrar los honores conseguidos.
Para mí, lo fundamental es, intentar cada día vivir consecuentemente con su Proyecto de Vida… ¡Humana! lo divino… dejemos que la misma vida nos lleve a donde esté nuestro final humano… lo demás… será lo que tenga que ser.
Toda persona, en cualquier parte de este planeta, si vive en camino de plenitud humana… Está haciendo que la ¡Vida! humana pueda llegar a que ese camino de plenitud…
¡¡¡Sea posible!!!
A pesar de todas las dificultades que las personas poderosas nos pongan en el camino.
“El mal, como el bien, es una posibilidad en cada ser nacido…”
Depende, hacia que lado se incline cada cual; y el mal tiene aun fuerza feroz, porque siempre va disfrazado de forma muy sugerente para quien decida servirle y atarse a sus exigencias.
mª pilar
He leído en alguna parte (no recuerdo ahora quien lo comenta, pues escribo sin estar conectada) lo siguiente: “ Si decimos que seguir a Jesús consiste en “vivir” el Proyecto de vida humana evangélico que conduce a la plenitud de vida hasta el límite de alcanzar lo divino, también tendríamos que añadir que consiste en “vivir” lo divino en una intensa relación religiosa con Dios, para alcanzar lo humano en plenitud.”
En esta doble direccionalidad estaría, pienso, la clave del problema. Porque, qué se quiere decir cuando en el camino de vuelta una vez alcanzado lo divino, se dice, que también en él tendríamos, para alcanzar la plenitud, añadir a nuestro vivir, lo divino?
Antes de adelantar mi reflexión algo discrepante al respecto, diré que esta añadidura se la arrogaron las religiones y es por eso, que ahora, precisamente, llora la criatura.
Dejando, por el momento, este problema a parte me fijo ahora en la referencia que se hace a lo “divino”. Porque hablar de lo divino es mucho hablar, ya que la vida como proyecto no la podemos llevar a cabo sin cosas y las cosas no son divinas sino como mucho a los humanos se nos presentan como reales.
Jesús que no fundó ninguna religión, sin embargo, por sus hechos se sentía religado a las cosas, por esto mostraba respecto a ellas su singular modo de tratarlas. No las trataba como objetos a los que entre ellas bien hubiera podido incluir la “cosa religiosa” sino que al contemplarlas en su realidad las consideraba no como meras cosas sino como cosas-reales, en ello estriba su poder religante. Por tanto, este es, a mi modo de ver, el planteamiento básico y primordial del cual se ha de partir y sobre el mismo, entiendo habla la primera premisa de la frase selecciona que dice: “Si decimos que seguir a Jesús consiste en “vivir” el Proyecto de vida humana evangélico que conduce a la plenitud de vida” Quitémosle si acaso para, el efecto que me propongo, el aspecto condicional de la frase y entonces a lo que ésta nos lleva es al reconocimiento de que como el proyecto de vida anunciado por Jesús está orientado al Reino de Dios como ultimidad a realizar, y como además lo primero según lo dicho, ante nosotros seres con inteligencia, están las cosas, éstas, con respecto a esta facultad que caracteriza lo humano, no pueden dejar de ser reales pues la realidad de las cosas es lo que precisamente faculta la inteligencia en su plenitud.
Aquí ya se ve que no la facultan los conceptos ni las ideas, esto se daría en segunda instancia pues sin realidad no podrían haber ni conceptos ni ideas sobre las cosas. Entonces si esto es así para qué luego se alude a la necesidad de añadir a este logro, vivir lo divino en una intensa relación religiosa con Dios, para alcanzar lo humano en plenitud?
Si queremos del Evangelio hacer algo universal tenemos suficiente con la primera parte de la frase, optar por la segunda es algo que cae de lleno en el terreno individual y tristemente por extensión de lo que, en forma entrometida, para sobrevivir se han valido las religiones.
“Entre lo humano y lo divino está lo cristiano”. Justo lo veo así, Isidoro. Y aunque es cierto que es mucho decir que Jesús es Dios, yo lo afirmo porque me parece que es consecuencia de llevar al límite máximo ambas cosas a la vez, en la confluencia de lo humano con lo divino y lo divino con lo humano. Si para nuestras mentes esto resulta demasiado me parece que se debe al contenido de Dios que tenemos y que hemos heredado desde siglos. Pero si el contenido de Dios hace referencia al esfuerzo humano en la historia para encontrar un modo de acceso al Misterio Trascendente Incognoscible, Dios como clave de acceso a lo Absoluto, entonces en realidad no cruzamos el abismo que separa lo humano de lo divino trascendente, no nos apropiamos del Misterio, no hacemos de lo Incognoscible cognoscible, sino que nos damos un tiempo para conocer la clave, cuando alcancemos el tiempo de Plenitud.
Insistes en el grupo de “sabios” que impulsan la humanidad hacia la Plenitud, el Reino anunciado por Jesús. Jesús eligió un grupo de íntimos para propagar su mensaje, su Proyecto de Vida para todo el mundo. Dijo de ellos que eran la levadura, la luz y la sal de la Tierra. Yo también creo que no estamos solos en el esfuerzo de alcanzar la Plenitud. No solo ese grupo de elegidos (admitiendo en él a los sabios que citas, entre otros muchos), sino que también y sobre todo Dios está con nosotros, los que tratamos de ir en esa dirección. Pero, siempre hay un pero, lo esencial no es el conocimiento aunque sea muy importante, sino el nivel ético y la calidad humana que vamos adquiriendo personal y colectivamente. Es que en mi opinión, sin ética el conocimiento se puede revolver contra lo humano.
Hola Oscar
No me gusta Oscar la idea que expones aquí de Dios: no vive, le falta mundo, no entiende las cosas de la vida, puro azar, suerte,… Yo “casi” me posiciono en términos contrarios. No lo hago porque NO sé nada de Dios, Dios como Misterio Trascendente, lo Otro Incognoscible. Ni siquiera puedo decir de Él o Ella o Ello, que sea Creador, origen y sostén de todo cuanto existe, tampoco del ser humano. Creo “saber” o “intuir” o “percibir”, o…, que el Misterio lo envuelve todo, y de ahí mi asombro, perplejidad, incertidumbre,… ¿Suerte? quizás sí por mi sentido de dependencia, pero de ninguna forma entendida como lotería, ni tampoco como una suerte de causa-efecto, por lo que si me porto bien soy premiado, o si le doy ofrendas o promesas me devuelve bienes. Nada de todo esto y muchas otras por el estilo tienen nada que ver en mi opinión, con “vivir” una relación religiosa con Dios o lo divino.
“Vivir lo divino” en mi opinión nada tiene de absurdo. Situar lo divino como horizonte de la vida humana y su entorno, (sin cambiar en nada lo que dice la Ciencia y más allá de ella en un materialismo radical, sin milagros, espíritus, magias,…), permite ampliar las perspectivas humanas, aviva la esperanza personal y colectiva hacia el futuro, hacia el triunfo final del bien. Yo elijo vivir con esta esperanza aquí y ahora, que considero una alternativa mucho mejor que no tenerla, en un mundo que acaba en extinción y muerte, con la destrucción de todo lo importante. Es de vivir de lo que tú hablas con especial incidencia, pues yo elijo vivir con esperanza y a esto es a lo que se refiere el “vivir lo divino” religiosamente.
Vivir lo divino religiosamente entiendo que se expresa en la oración y el culto. Seguir a Jesús significa unir lo humano con lo divino, pero sin confundirlos ni mezclarlos. Hay divinización de lo humano, “cuanto más humano más divino”, pero también humanización de lo divino (encarnación), que lo hace posible, pues es evidente que aún no somos dioses. En el límite confluirán, pero no estamos en el límite, no estamos en la Plenitud, solo en proceso.
NO HAY DUDA alguna que la llamada a vivir el Evangelio es Universal….Esta llamada NO va exclusivamente dirigida al clero sino a todos los seres humanos sin exclusión de ninguno…Tanto el Papa como el último ciudadano del mundo está sujeto al mandato de Cristo….Por eso Jesus llamó a los Doce, no solamente para que se santifiquen “en la verdad” ya que la palabra del Padre es la verdad, (Juan 17, 17-19) sino que Jesús los envió al mundo a predicar el Evangelio.. a toda criatura, “bautizándolas en el nombre el Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todas cuantas cosas os ordené, Y sabed que estoy con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos” (Mateo 28, 19,20)
Es por eso que la Iglesia de Cristo que ha de durar hasta el final de los tiempos, tiene como tarea fundamental proclamar la identidad de Cristo y su mensaje evangélico…La santificación personal de sus miembros es, sin duda, algo muy importante, como un ejemplo y testimonio de vivencia real de La Palabra…Pero siempre ha habido testimonios de este tipo en la Iglesia de Cristo, ahí están los mártires y santos, canonizados o anónimos, en millares, que con su sangre sellaron la verdad del Evangelio porque vivieron el ejemplo de Cristo…Por supuesto, ha habido y hay malos ejemplos, como también existen en otros segmentos de la población mundial…El conocer el Evangelio no inmuniza contra el poder del mal y de la tentación…sino hay que vivir y practicar esta palabra…PERO el Evangelio es Universal….porque Dios quiere la salvación de todos los seres humanos….no sólo de un grupo exclusivo del clero…De ahí, la principal tarea de la Iglesia de predicar ministerialmente..Es lo ha hecho la Iglesia “desde el principio”…Cualquiera que lo desea puede santificarse en la práctica del Evangelio y de los sacramentos que la Iglesia preservó, y predica y administra actualmente
Por eso, cuando el joven rico preguntó a Cristo cual era el camino hacia la vida eterna…equivalente a como se puede entrar en el Reino que Jesús mismo predicaba, El le contestó escuetamente “Guarda los mandamientos” Y se los enumeró uno por uno….porque Jesús no vino a anular ni la Ley de Dios ni a los profetas, “ni siquiera a cambiar una sola letra de la Ley”, sino que vino a darle su perfecto cumplimiento y su correcto sentido, en el amor del Padre…
Los discípulos de Cristo, los mas cercanos, conocieron a Jesús muy imperfectamente al principio del ministerio público de Jesús, a pesar de la cercanía a El…Solamente cuando recibieron la gracia de la venida del Espíritu Santo, enviado al Colegio de los Apóstoles el día de Pentecostés, recibieron ellos la gracia de discernir la verdad sobre la predicación y en lo que consistía realmente la santidad de Jesús…y esto fué lo que los mantuvo en la FE…hasta el martirio…Y ellos aceptaron este destino glorioso de morir por Jesucristo…
Por tanto, la Iglesia,que desde entonces, viene predicando sin cesar la Palabra de Cristo, no se reduce estrictamente al clero, sino a todos los fieles..Por tanto, si los clérigos incluyendo obispos, sacerdotes y diáconos, han de cambiar y dar buen ejemplo y vivir el Evangelio, también nos pertenece a los laicos cambiar radicalmente y santificarnos en esa verdad del Evangelio, la única capaz de salvar al mundo del dominio progresivo del mal….Si queremos cambiar la Iglesia, debemos empezar con nuestro ejemplo y ayudar a los clérigos a santificarse también ellos, practicando el bien…siguiendo, paso por paso, la vida de Jesus de Nazaret, que es el único modelo que va a permanecer hasta el final..para nosotros, los que queremos llamarnos cristianos…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Añadido de escorzo, aprovechando la ocasión:
“El Sutra de la Guirnalda o Sutra Avatamsaka, es un voluminoso texto budista Mahāyāna, que algunos consideran como la más sublime revelación de las enseñanzas de Buda.
Trata sobre las acciones del Buda y la resultante valía de éstas, que prosperaron como una guirnalda de flores. También describe (la existencia de) una congregación en el Palacio de Indra, donde Buda enseña que todos los seres vivos tienen la naturaleza búdica”. (Wikipedia)
Este “Palacio” o Red de Indra, Alan Wats lo transcribe así del texto: “Imagina una telaraña multidimensional en la mañana temprano, cubierta con gotas de rocío. Y cada gota de rocío contiene el reflejo de todas las otras gotas de rocío.
Y, en cada gota reflejada, el reflejo de todas las otras gotas de rocío en ese reflejo. Y así hasta el infinito. Esa es la concepción Budista del universo en una imagen”.
Esta imagen “fractalista”, se puede asimilar muy bien con la doctrina paulina del Cuerpo místico de “Cristo”. ¿Coincidencia?. Quizás, o quizás no.
Entre lo humano y lo divino, está lo cristiano.
Hay tres alternativas: Jesús era Dios, “cuasi” coetáneo del Dios-Creador-Incógnito e incognoscible. Y eso es mucho decir. Demasiado para nuestras cortas mentes, y por ello fuente de constantes contradicciones..
Está la alternativa del Jesús-Sabio, a lo Sócrates, Platón, Epícteto, Zenón, Buda, Pitágoras, Lao Tse, Maimónides, Spinoza, Kant, Whitman, Gandhi, Einstein, Mandela, etc. Es una alternativa muy válida. Yo respeto mucho a los sabios, y los cito muy a menudo. Y me hubiera gustado acercarme a ellos un poquitito nada más. Y creo que son los Pilares de la Tierra, o mejor aún, los generales del ejército de los pilares de la Tierra, los “144.000 “santos” simbólicos.
Pero no se me ocurre decirme einstenista, o mandelista o pitagorista. Se supone, (es objeto de fe y no tenemos seguridad alguna), que Jesús, es el superior de ese grupo de hombres extraordinarios. Y que por eso, ha sido designado como Director, Cabeza, Superior, Presidente, o como queramos llamarlo de ese extraordinario Colegio Humano de Grandes hombres: el “Cristo”.
También cabe la posibilidad de que esa Dirección de la humanidad, sea colegiada y plural, y que esa dirección sea honoraria, y rotatoria. No lo sabemos. Si creemos que se está creando un gran Cuerpo místico, o Supermente humana, en la que todos estamos interconectados, (para risa y cachondeo de Oscar), todos los “grandes” serán el centro y la circunferencia al mismo tiempo.
Pero al tema a que va el artículo, esta “cristificación” de Jesús, no quita el hecho fundamental de que todos debemos trabajar nosotros solos, por la evolución de la especie = creación del Reino.
Para los creyentes, lo único que cambia, (¡que no es poco!), es que creemos que en este duro y desanimador proceso, no estamos solos del todo, sino que contamos con la inspiración oculta pero muy real, (con el nombre de “Espíritu Santo”), de ese gran Colegio de mentes privilegiadas que han prestigiado y prestigian hoy día a la Humanidad, dirigidos por Alguien, (que los cristianos creemos que es Jesús).
Es mi mera opinión personal.
Hola!
Leo de Jorge:
– “vivir” lo divino–
Lo cual es un “absurdo” (contradicción en los términos usados)
…………….
Porque el “dios” (referente de lo “divino”; e.d., “religioso”) NO VIVE.
1- (le ha faltado, le falta y le faltará MUNDO)
2- (no ha entendido, ni entiende, ni entenderá las cosas de la vida)
3- (es el puro Azar –descarado– de la vida humana)
4- (es la “buena y/o mala” estrella desde que nacemos)
5- (es la “Lotería”, “mala y/o buena” Suerte o Fortuna)
Etc.
¡Voy todavía! – Óscar.
…………………
NOTA (sugerente, según Jorge):
¿No han notado que los “Hierarcas-religiosos” suelen dar la sensación de que “no-viven” como la Gente (para lo cual se han “camuflado” en un Mundo propio; porque sin “algún-mundito” hasta es imposible camuflarse?
Francisco es un papa humano, rebosa humanidad que me recuerda a Juan XXIII. Pone el acento en lo humano, en “vivir el Evangelio” como dice JM Castillo, disminuyendo el interés por teologías, escatologías, doctrinas, …., quizás por lo que dice Oscar “para no dejar flanco abierto a los inquisidores”. Esto es necesario y urgente en la Iglesia. Necesitamos una Iglesia más humana, más acogedora, llena de misericordia… Pero sí sería ilógico, incongruente, irresponsable,…, si el papa dejase de ocuparse de lo sagrado, de lo religioso, de la oración, de lo divino,…, para ocuparse con exclusividad de lo humano, como me parece que propone JM Castillo y quizás también Oscar (aunque no lo sé por su estilo conciso y sugerente).
Lo correcto no me parece que sea el pensamiento excluyente, que busca una única solución para problemas complejos, eliminando todo lo demás sin ambigüedades ni incertidumbres. Ni la Ciencia hoy avanza con estos presupuestos. Y el problema aquí es afirmar lo humano sin excluir lo divino y afirmar lo divino sin excluir lo humano. Pero esto no se refiere solo a una afirmación teológica o doctrinal o dogmática,…, sino sobre todo a la praxis. Si decimos que seguir a Jesús consiste en “vivir” el Proyecto de vida humana evangélico que conduce a la plenitud de vida hasta el límite de alcanzar lo divino, también tendríamos que añadir que consiste en “vivir” lo divino en una intensa relación religiosa con Dios, para alcanzar lo humano en plenitud.
Sin duda que este nuevo articulo de J.M. Castillo habrá de tomarse, como una reflexión de continuidad al que anteriormente tituló “Creo en lo humano” de la semana pasada. Porque si bien en aquel escrito destacaba la diferencia entre lo sagrado y lo profano, entre lo divino y lo humano, entre la preferencia eclesial de hablar más de lo religioso que de vivir el evangelio, y, ahora en este nos dice que al hablar del Evangelio hemos de diferenciar entre creer en él o vivirlo, alguna correlación coyuntural, me pregunto, habrá entre estas diferencias.
Brevemente expondré lo que pienso al respecto. Si allí se resaltaba la predilección por parte de los clérigos a hablar no de Jesús sino de Cristo, de Jesucristo, del Señor, etc., etc., entonces es obvio que todos estos títulos caen de lleno dentro del terreno de la predicación que es en donde en definitiva se circunscriben las creencias como término intencional de la predicación misma. Es decir, el término de una predicación recae siempre en una creencia y toda creencia, por tanto, cae dentro del ámbito de los conceptos y no de la realidad que los envuelve y que además los sobrepasa.
Se lleva a cabo así un consciente reduccionismo en el que queda eliminado el aspecto físico y sensible de la realidad. Otra prueba más ahí del drama no superado del dualismo.
No es posible vivir una realidad sentida llevando nuestra inteligencia por la vía exclusiva de una intelectualidad meramente teórica, conceptual y dogmática.
Ahora bien, no por ello así escindida la realidad no pueda, sin embargo, dejar de ser “algo formalmente sentido” en el ámbito de las vivencias, con lo cual, en ellas, se recupera o se restablece, por así decir, la unidad intrínseca que la constituye.
No se necesita de abstracción alguna, decía, para llegar a ella, pero sí que resulta imprescindible, y más en ese punto, interpretar en positivo el concepto de limitación en lo humano en el que ya me entretuve anteriormente… entonces que se quiere decir con la expresión “algo formalmente sentido”? Sin entrar en demasiadas complicaciones, diré que se trata de que la realidad se percibe como algo que acontece en el sentir humano y por tanto es algo abierto a la formalidad propia de la cosa sentida en dimensión temporal y espacial. Para que se entienda mejor, ya que el contexto evangélico en el que nos ha situado Castillo lo permite, puedo identificar el concepto filosófico de formalidad como algo que en su término queda realizado en una cierta forma, en su forma propia de ser, con el Reino anunciado por Jesús como proyecto, y por tanto un proyecto que se ha de realizar formalmente y físicamente no ideológicamente.
Con todo, he leído en algún sitio que existen dudas sobre si puede haber compatibilidad de acción entre la praxis evangélica y nuestra acción actual contemporánea. A esto que no deja de ser un problema filosófico, diría que lo que se ha de tener claro es que lo que cambia en el tiempo y en el espacio es el ser de las cosas en su existencia, es decir el contenido de ellas pero no el modo de ser humano en su intelección con ellas.
(sigo)
Por otra parte, que no hubiera retaguardia de textos referenciales- sería:
– no solo “ilógico” e “incongruente”,
– sino una estupidez dejar el flanco abierto a los “inquisidores”.
Bergoglio no es ningún papanatas!
¡Sigamos yendo todavía! – Óscar.
Hola!
Leo:
– “He leído – y releído – el discurso que el papa pronunció, en Roma, ante más de 3.000 participantes de 60 países, que representaban a los movimientos populares de todo el mundo. Pues bien, lo que más me ha llamado la atención, al leer este discurso papal, es que en él no se habla de Teología, ni de Exégesis Bíblica, ni de Doctrina Social de la Iglesia, ni de Ciencias Políticas o Sociales, ni de las enseñanzas del Magisterio Eclesiástico, ni de la Soteriología, ni de la Escatología, ni de la Cristología o la Eclesiología, ni de la Modernidad o la Posmodernidad, ni de ninguna de esas cosas con las que se calientan la cabeza, a diario, los más sesudos pensadores del saber cristiano. Nada de eso, por lo visto, le interesa al papa Francisco.”-
…………………
Me parece que don Pepe tendrá que leerlo otra vez;
a no ser que haya un versión distinta para los españoles.
Voy todavía! – Óscar.
Al leer los dos últimos comentarios de J.Mª Castillo me encuentro con una marcada incoherencia interna de su discurso. Afirma que la principal preocupación de Jesús fue Dios, pero todo su discurso se centra en lo humano. Afirma de Jesús “verdadero Dios, verdadero Hombre”, pero disminuye expresamente lo de “verdadero Dios” hasta hacerlo desaparecer, incluida toda religión, porque cree que lo divino se encuentra en lo humano. Es frase de JM Castillo “cuanto más humano más divino”. Esto podría ser cierto pero sólo expresa una parte, lo humano. Para completar el discurso habría que decir “por lo humano alcanzamos lo divino y por lo divino lo humano”. Poner el acento en uno u otro lado de la conjunción es algo que se ha hecho a lo largo de la historia de la teología repetidamente y siempre la Iglesia ha salido al paso, para afirmar la igualdad de ambas proposiciones.
Denuncia JM Castillo con razón el fuerte acento que la Iglesia ha puesto desde siglos en lo divino y en la religión, descuidando lo humano como algo marginal, “obras de caridad”, sin colocar lo humano en el centro de la fe, tanto e igual como lo divino.
Claro que hablar de lo divino en nuestro contexto científico-tecnológico resulta algo muy complejo, una vez que Dios ha sido desalojado del piso de arriba, del alma del ser humano y del mundo, (espíritus y milagros), por la Ciencia. Pero la solución o las respuestas, en mi opinión, no pueden buscarse eliminando una de las proposiciones o subordinando una a la otra, como entiendo que pretende hacer JMCastillo, sino dar a las dos el mismo acento o fuerza e igualdad, con la máxima precisión posible.
Entre muchas intervenciones de los medios se está construyendo una imagen de Francisco que por un lado parece que abona el mito y por otro produce un profundo rechazo, tal cosa refleja una proyección de nuestras inquietudes, una broma pesada de nuestras subjetividades o el deseo profundo de una reforma radical de nuestra sociedad ( el mundo o la Iglesia Católica quizás ambas)
Sacamos dos conclusiones previas; su atractiva personalidad y que resulta tarea harto difícil encasillarla, y una constatación; ante la horfandad mundial de personas de relieve cuando las personas más mediocres, espiritual y éticamente, asumen cargos de liderazgo mundial, contamos con un Francisco o con un Pepe Mujica a quienes revestimos de autoridad moral, como hasta hace poco fue un Mandela.
José María Castillo se cuenta entre los entusiastas y se queda a medio camino en su particular interpretación de los evangelios escritos que proyectan “El Evangelio de Jesús”. Ya ha descubierto que la teología (las teologías) cultivadas de las cuales algunas, no todas, habían sido oficializadas por la Iglesia, tienen el común denominador de haberse alejado progresivamente del “Evangelio de Jesús” Se contaminaron con otras fuentes.
Pero, aparentemente parece olvidar que el Evangelio de Jesús no buscaba simplemente la perfección humana, la culminación del primer acto Creador de Dios, su Padre, sino que nos consiguió la perfección divina haciéndonos que nos volviesemos hacia Dios, nuestro Padre, por la conversión, mediante Su Evangelio de Arrepentimiento. Cierto que aquel joven rico que buscaba tener en herencia vida eterna, un eco del sermón del monte, recibió como respuesta el cumplimiento de los mandamientos sociales: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre…”, algo que hemos olvidado sistemáticamente las personas muy piadosas o religiosas.
Ser bienaventurado es algo más globalizante que un estado de felicidad o de dicha, el tener o haber contribuido a tener cubiertas todas nuestras necesidades. El “ven y sígueme” de Jesús con la renuncia a todo para anunciar las buenas nuevas del Reino presupone la apertura de los cielos, la reconciliación con el Padre de todas las misericordias (Lucas 15), la perfección completa.
No me voy a poner a jalear a Francisco, ni a criticarle, por sus “llamadas” ocurrencias y originalidades. Hace lo que puede, que no es mucho, dadas las ataduras doctrinales históricas que le envuelven y que asfixian a la Organización.
Creo que si queremos ser de alguna utilidad, no ya a la Iglesia, que no deja de ser un peón prescindible en este juego, (el Espíritu sopla en muchas partes), sino a la Humanidad, en su terrible situación, agobiada de problemas, deberíamos intentar hacer un análisis serio y real, de las cosas.
Y el amigo Castillo, (del que mi ignorancia desconoce su trayectoria pasada, aunque la supongo fecunda), me da la impresión, que habla más en plan sermón, que en plan análisis medianamente serio.
Es posible que uno de los efectos secundarios de la aparición de Francisco, sea que muchos análisis que se hicieron en el pasado, y que tuvieron poco y mal eco en la Iglesia, ahora, con el viento Francisco a favor, se vuelven a soltar, como reivindicación personal: ¡veis como no estaba equivocado!
Pero han pasado cincuenta años o más, y ahora las cosas son mucho más complejas aún que antes, y no se pueden soltar diseños de hace cincuenta años, sino que hay que esforzarse por botar diseños actuales, útiles, para ahora. (Lo que pasa es que la edad no perdona). (Es opinión de lego, no me hagáis mucho caso).
“Hay que vivir como vivió Jesús”. Pero es que el problema es que Jesús vivió en su época histórica, con sus circunstancias concretas, tanto religiosas y políticas, como socioeconómicas y culturales. Y estas son muy difícil de traducir a los momentos actuales.
Porque claro si se empieza a decir que Jesús, en su época, “en cuanto se puso a anunciar el Reino de Dios, se puso a curar enfermos, aliviar penas, acoger a gentes desamparadas, comer con los hambrientos…”, ya se ve que el análisis siquiera de lo escrito en los evangelios, zozobra en la ideología barata, que fuerza la realidad, cuando nos interesa.
Jesús fue curador, tuvo ese don, como mucha otra gente lo tiene y lo ha tenido. Y curó. Pero de sus “milagros” hay que desconfiar un poco, debido a las hagiografías de los evangelistas. Ni siquiera puso un dispensario para necesitados.
Y “comió con los hambrientos”. Hombre es estirar un poco el argumento. Se supone que yendo a comer, él y los otros comensales estarían hambrientos antes de sentarse a la mesa. Pero de eso a querer apuntar que daba de comer él a los hambrientos, ya es harina de otro costal.
No lo sabemos, pero de los evangelios, se deduce, que él tenía una serie de benefactores que le sufragaban los gastos, y una serie de señoras que les apañaban la logística al grupo. Y lo mismo lo de acoger a gente desamparada, (que suena a muy oportunista de la situación actual). En resumen, suena todo a sermón, y ya se sabe que nunca dejes que se te estropee un buen sermón por una mentirijilla más o menos.
En lo que si tiene razón Castillo es en su cita de Francisco: “hablamos de la necesidad de un cambio para que la vida sea digna”. Eso sí que es todo un avance. Un avance sobre la defensa de la vida, a ultranza.
Si una madre de familia sin recursos o con escasos recursos, tiene ya dos hijos, un tercer hijo les va a condenar a todos a una vida menos digna, de necesidad, de carencia de lo más imprescindible, comida, educación, y de condena a la durísima emigración futura de todos. Parecería responsable una política de control de natalidad, (ligaduras de trompas, al tener el 2º hijo en el hospital, por ejemplo), que facilite cierta dignidad a los hijos que ya viven, e impida esas situaciones de vida poco digna.
Ese sí que sería “un buen cambio para que la vida sea digna”. Ayudaría a mucha gente, una posibilidad que ahora sus dirigentes religiosos y sus políticos, (obligados por los religiosos en muchos países), no les conceden.
No debería ser el único cambio, pero bien podría Francisco empezar por ahí, si quiere ser coherente y no convertirse en otros sermoneador al que al cabo de la novedad, ya se le oye como se oye llover. (Y luego la culpa será nuestra). (¡Qué suerte tener las llaves del cielo!). (¡Anda que si al final han cambiado la cerradura!).