Reanudamos hoy nuestros martes de pensamiento, así tal cual, sin tener que emplear otras palabras (¿teología?) que encarcelan el pensamiento o no dicen nada. Pascual nos ofrece el primero de, al menos, tres artículos que irán alzando la mirada desde la base de lo real.
El viento llevó una semilla de la pinada cercana hasta el techo de una casa cuyos dueños habían cubierto de arlita para protegerse del frío y del calor. La semilla encontró acogedor el lugar, germinó y mostró a pequeña escala lo que estaba destinado a ser un frondoso y poderoso pino. En la dinámica evolutiva, el pino precede en muchos millones de años a la mano que lo sostiene, y es el pino el que ha hecho y sigue haciendo posible la vida humana, pues oxigena la atmósfera y aporta a la humanidad la materia orgánica que precisa y no puede elaborar.
Hay una continuidad evolutiva entre el pino y la humanidad, como la hay entre los miles de millones de años que precedieron al pino y los que van a seguir después de que la mano que lo sostiene deje de existir. Una continuidad que debemos llamar espiritual por cuanto va más allá de la energía y de sus transformaciones y más allá del espacio-tiempo, pues se manifiesta en el efímero presente uniendo al individuo y al entorno en una interacción que conforma al Ser triuno constituyente de la existencia.
Ser o no ser no es una opción válida. El Ser es eterno y universal. Lo que se concreta y cambia son los individuos, los entornos y las interacciones entre ellos. El principal entorno para un individuo es otro individuo semejante, pues la interacción entre ellos presenta, con la máxima sencillez e inmediatez, toda la gama de posibles variables, entre las que destacan tres: la egoísta, la altruista y la mutualista. Esta última es la que genera sinergia y simbiosis que son los motores de la evolución, a partir de elementos primarios como son los cuantos de energía o el electrón. Átomos, moléculas, células, organismos pluricelulares y sociales, son las principales fases materiales del espíritu evolutivo.
La mano que lo sacó de la arlita lo hizo con cariño, admiración y dolor. Cariño, porque reconocía en él a su hermano mayor, que le había precedido muchos millones de años, pero seguía allí, haciendo posible su existencia. Admiración, porque con el desarrollo alcanzado en su corta vida, ya es capaz de mostrar su deseo de vivir, su capacidad para aprovechar con sencillez y eficacia los recursos disponibles, (un poco de humedad y de polvo entre las bolas de arcilla y el aire y el sol que no falta a nadie) para construir unas raíces que penetren profundamente en el suelo, un tronco que puede sobrepasar los 20 metros, unas finas hojas que oxigenen la atmósfera y unas piñas cuyas semillas se ordenan según las reglas de la espiral y la armonía. Dolor, porque sabía que allí no podía tener continuidad para alcanzar su potencial plenitud, ni tampoco podía trasplantarla a otro lugar porque le faltaba el cepellón y no se reunían las condiciones para hacerlo con la raíz desnuda.
Tampoco el pequeño Aylán alcanzará la plenitud que potencialmente contenía su frágil cuerpo. Los dos también tienen en común el que no está en ellos la causa de su fracaso, sino en su entorno. Ningún individuo elige el entorno en el que va a iniciar su existencia, pero entre el pino y Aylán hay un largo recorrido evolutivo que ha ido buscando la forma de asegurar el entorno más adecuado para el inicio y desarrollo de cada nuevo individuo, por lo que es necesario preguntarse en que ha fallado el entorno de Aylán.
No ha fallado el entorno familiar, pues se trataba de una familia en la que todos se querían y se cuidaban mutuamente. El problema está en un entorno más amplio, en su ciudad, Kobane, o más exactamente en el entorno de la ciudad, al estar situada en la frontera de Siria con Turquía, en tierras del Kurdistán. Una zona considerada clave en el tablero geopolítico de las grandes potencias, por lo que todas quieren tenerla bajo su control y para ello utilizan su capacidad de destrucción y muerte.
De nada ha valido el gran cambio que se ha producido en la sexualidad femenina, el pasar de que el gineceo de la flor espere a que el aire o un insecto le traiga un gameto masculino y que después envíe la semilla resultante al encuentro aleatorio de un suelo fecundo, a que sea la mujer la que elija cuando y quien la fecunde, que ofrezca su vientre para ejercer de entorno del nuevo individuo en sus decisivos inicios, que cuando pase al entorno abierto le asegure el alimento con la leche de sus pechos y que para ello cuente con apoyo social y profesional.
De nada ha valido que mientras las plantas no pueden cambiar el entorno al que han quedado vinculadas por el azar, los animales si pueden hacerlo y así, las aves migratorias recorren miles de kilómetros buscando un entorno propicio. Es lo que hicieron los padres de Aylán. Huir de las bombas que caían sobre Kobane e intentar llegar a Canadá donde tenían familiares que deseaban acogerlos.
De nada ha valido que del último brote de los primates en el que surgieron a la vez el bonobo, el chimpancé y el homo, éste tomara el camino del trabajo y de la cooperación, que a los primeros oficios, el de picapedrero y el de vestal, siguieron otros y para lograr coordinarlos y transmitir a las nuevas generaciones la experiencia lograda, hicieran el enorme y temerario esfuerzo de hacer descender la laringe por debajo de la faringe para regular los sonidos emitidos y formar palabras con las que compartir las íntimas vivencias y hacer más profunda su comunión con su entorno.
De nada ha valido que la humanidad descubriera la posibilidad de cuidar de las plantas y acoger en su casa a los animales, y que se viera recompensada con la mayor disponibilidad de nutrientes, que les permitió aumentar en población y creatividad. Que esto indujo a varias tribus a unirse y formar ciudades, en las que se incrementó la división y eficacia del trabajo con la especialización artesanal, lo que produjo excedentes que propiciaron el intercambio y el comercio con otras ciudades y ampliar el ámbito de la comunidad humana.
El mural que pintaron, hace unos seis mil años, los habitantes de Çatal Huyuk, nos muestra una cosmología circular, una dinámica social matriarcal y un sentido de la vida en que prevalecen las relaciones de armonía entre todas las especies, pues todas contribuyen de alguna forma al desarrollo de la existencia.
Esta mirada global y a la vez capaz de diferenciar las necesidades singulares de cada especie vegetal y animal y buscar la forma de ayudarles a satisfacerlas, es lo que les llevó a descubrir el papel fundamental del agua en la vida y acometer la ingente tarea de transformar las inmensas llanuras de Mesopotamia en campos de cultivo mediante presas y canales, que condujeran el agua del Tigris y el Eufrates a las distintas parcelas en que habían estructurado el territorio.
Parece ser que fueron los sacerdotes, los más dedicados a la observación y reflexión comunitaria, los que desarrollaron los conocimientos de agrimensura y topografía necesarios para distribuir el agua de forma equitativa y cuando los cultivos la precisaran. Ligado a ello realizaron importantes creaciones, entre las que cabe destacar la numeración sexagesimal en base al hexágono inscrito (todavía utilizada en la actualidad) y la contabilidad para repartir lo mejor posible esfuerzos y frutos colectivos.
La prueba de la eficacia de esta actuación es la proliferación de ciudades con una cultura similar, pero cada una con su propia identidad que se personalizaba en la singularidad de su dios protector. Esa significación y cambio de género de su principal divinidad, era reflejo del pase de la sociedad matriarcal a la patriarcal además de otros cambios con relación al paradigma que mostraba Çatal Huyuk, entre los que destacan: 1) una estructura piramidal jerarquizada que sustituía a la dinámica circular y 2) La relativa proximidad de las grandes ciudades y la falta de barreras naturales que definieran los límites del territorio ligado a cada ciudad, lo que generaba conflictos entre ciudades lindantes.
Uno de esos conflictos es el que National Geographic define como “La primera guerra de la historia” que tuvo lugar hace 4.500 años, en la que intervinieron los respectivos dioses y que los vencedores inmortalizaron con la “Estela de los buitres”, pues los beneficios no se limitaron a los territorios en litigio sino que se apropiaron de la ciudad vencida, sus bienes y sus personas. El robo estructural y la esclavitud arrinconaron cualquier intento contable de distribución equitativa. La ley del más fuerte se impuso sobre la simbiosis y la sinergia que habían sido los factores fundamentales de todo el proceso evolutivo
Un proceso similar tuvo lugar en las grandes llanuras de tierras sedimentarias generadas por ríos como el Nilo y el Indo, en lo que se podría calificar de problemas de crecimiento y también de involución, pues la estructura piramidal resulta nefasta tanto por lo que se refiere a la cúspide, que con frecuencia se ocupa mediante fratricidios y parricidios, como por la base, ocupada por los esclavos de ambos géneros, diferentes edades y formas de opresión y alienación, mientras las capas intermedias, admirando e imitando a los de las capas superiores se hacen cómplices de las injustas relaciones.
A partir de entonces los intentos por cambiar el lugar que se ocupaba en la pirámide o ensanchar la base de la misma mediante conquistas y colonizaciones, con el fin de aumentar el poder de los niveles superiores, ha hecho que se sucedieran las guerras de todo tipo como claramente nos muestra la historia, hasta el punto de extenderse la creencia de que el egoísmo es la condición esencial y natural del individuo humano y, en consecuencia, tiende a explotar y oprimir a sus semejantes.
A partir de entonces individuos como Alejandro y Napoleón son admirados por la cantidad de muertes que se les pueden asignar, que filósofos de renombre, como Aristóteles, fueron capaces de establecer la siguiente relación: El amo es al esclavo, como el alma es al cuerpo, y todavía hoy la violencia y la mentira sitúan el tener por encima del saber, cuando el tener es limitado, pues en la Tierra hay lo que hay, y es excluyente, pues si doy lo que tengo, lo dejo de tener, mientras que el saber es ilimitado, pues la humanidad todavía ignora más de lo que sabe, es compartible, pues si enseño lo que sé, no dejo de saberlo, y es mutualista, socrático, pues cada vez más, los grandes sabios, lo son, porque se han especializado en una pequeña parcela del saber, y los humanistas tienen que recoger con fe sus conclusiones para unirlas en un todo coherente que pueda servir de guía a la humanidad.
Situar el tener por encima del saber ha llevado a valorar la ortopedia más fútil (ropa de moda, sea la que sea, alhajas y oropeles, etc.), a consagrar el principio “tanto tienes, tanto vales” y que sea un salvaje piel roja el que diga al civilizado Presidente de los Estados Unidos: Todo va enlazado. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ignorar esto ha traído y está trayendo mucho sufrimiento, pero ahora el poder humano de destrucción es tan grande que amenaza con hacer irreversible la degradación del planeta.
Es necesario superar la actual dinámica, cambiar la confrontación por la simbiosis generadora de sinergia, eliminar el individualismo, asumiendo plenamente que el Ser es el conjunto dinámico e indisoluble del individuo, su entorno y la interacción entre ambos. Que tanto el individuo como el entorno son finitos en el tiempo y en el espacio y que es la interacción entre ambos la que es infinita, tanto por la cantidad de variables posibles como por la capacidad de las leyes de la armonía de superponer los diferentes ritmos cubriendo toda la realidad espacio-temporal como Ser Absoluto, considerando como Seres Relativos los derivados de individuos concretos, de entornos claramente definidos y de sus respectivas interacciones, siendo la creación o destrucción de simbiosis y sinergias lo que determinan la positividad o negatividad de cada Ser Relativo.
No parece que haya problema en que cada individuo se reconozca como tal, aunque no sea plenamente consciente de la complejidad que lo constituye. El problema está en reconocer que el entorno y su mutua interacción son componentes de su Ser y que el entorno está compuesto tanto por el otro individuo que está junto a él o frente a él como el conjunto de individuos de toda especie que conforman su entorno. Si la esclavitud y el machismo han contribuido poderosamente a la negatividad del Ser Relativo desde la perspectiva del individuo, la misma negatividad se ha producido desde la perspectiva del entorno, pues los bailes de fronteras y los desplazamientos masivos a causa de las guerras, han impedido la formación de entornos en los que todos sus componentes se sintieran comprendidos y solidarios. La transformación de la actual dinámica tiene que ir pues dirigida a los tres componentes del Ser: al individuo, al entorno y a su mutua interacción.
En cuanto al individuo, hay que empezar por respetar las diferencias derivadas de la intrínseca singularidad de cada uno y el procurar que todos dispongan de los medios necesarios para desarrollar su personal potencial. Es un objetivo que cuenta con importantes antecedentes, entre los que cabe citar el cristianismo y la Declaración de los Derechos Humanos.
Parece evidente que Jesús de Nazaret defendió la igualdad esencial de todos los individuos, cualquiera que fuera su género, creencia, etnia o profesión. Por eso lo mataron, así como a sus seguidores, hasta que el emperador Constantino tuvo el sueño de que con el signo de los cristianos vencería en la batalla que iba a mantener y, como así fue, cambió radicalmente de actitud y arrastró consigo a todo el imperio, incluidos los cristianos que fueron incapaces de decirle que un dios que en una guerra, se pone de parte de un ejército y en contra de otro, no podía ser el dios de Jesús. Desde entonces los cristianos están divididos en cuanto a la consideración del otro.
En cuanto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de su plural y amplia redacción y aprobación, cabía esperar un mayor esfuerzo para hacerlos efectivos. Es patente su hipócrita utilización y su incumplimiento, incluso por parte de quienes se proclaman sus garantes.
Por lo que se refiere al entorno hay hechos que sitúan al conjunto de la Tierra como entorno común incuestionable de todos los individuos humanos:
- 1) El que los geólogos se hayan visto obligados a establecer una nueva era geológica y designarla como Antropoceno debido a la enorme incidencia del individuo humano en la litosfera y
- 2) El que dos pensamientos tan significativos como Vladimir Vernadski en el mundo soviético y Teilhard de Chardin en la iglesia católica coincidieran en situar la noosfera como continuidad del proceso evolutivo protagonizado primero por la litosfera y luego por la biosfera.
- 3) El inicio en 1957 de la carrera espacial, nos ha permitido ver a la Tierra desde fuera y que, entre otras cosas, todos podamos constatar en los telediarios que las nubes reparten su agua por los distintos continentes sin considerar naciones ni fronteras, de acuerdo con las distintas presiones atmosféricas en cuya variaciones incide la actividad humana, demostrando la verdad de las palabras del jefe indio: Todo está enlazado.
- 4) Que desde 1977 se han sucedido los informes de todo tipo, realizados por grupos de individuos de los más competentes en distintas materias, advirtiendo de los desastres globales a que nos encaminamos si no cambiamos la actitud predominante, especialmente en los aspectos políticos y económicos.
No todos los individuos tenemos la misma incidencia y responsabilidad sobre el devenir del planeta, pero todos formamos parte de la interacción individuo-entorno y debemos ser conscientes de en que medida contribuimos a su degradación o regeneración global. Para ello son necesarios varios cambios fundamentales.
Situar entre el Ser Relativo que conforma cada individuo con su entorno directo y el Ser Absoluto, el Ser Relativo Absoluto que viene determinado por un entorno tan claramente definido en sus interacciones internas que está llamado a convertirse en una efectiva y consciente individualidad, como es el caso de la Tierra que ha pasado de la litosfera a la biosfera y de ésta, debe pasar a la noosfera. Esto exige replantearse las interacciones entre los individuos humanos y entre éstos y los no humanos que conforman el planeta, de forma que la interacción global resulte armónica y sinérgica con el fin de que la Tierra adquiera la condición de individuo consciente que interactúe como tal con su entorno inmediato y natural, el Sistema Solar, y así pueda continuar la evolución en el ámbito cósmico.
Este replanteamiento exige análisis específicos que lo aborden en toda su amplitud y complejidad, pero no debemos dejar de apuntar algunas exigencias fundamentales:
- 1) Superar el concepto de nación como éste superó el de feudo, mediante una superposición de comunidades que, al tiempo que respeten las diferentes singularidades, atiendan por igual las necesidades de todos sus componentes.
- 2) Reflexionar sobre la experiencia de los europeos, que durante la primera mitad del siglo veinte se destruyeron mutuamente, durante la segunda mitad comprobaron que era mucho mejor colaborar que enfrentarse y en el siglo 21 los nacionalismos está destruyendo el Estado de Bienestar logrado, por introducirse en conflictos internacionales que debían de haber evitado.
- 3) Apostando fuerte y decididamente por la democratización de la ONU con el fin de que pueda ejercer de efectivo gobierno mundial, con el fin de que no sólo detenga la degradación del medio ambiente, sino que logre su regeneración, al tiempo que establezca los mecanismos adecuados para que el tener y el saber de la humanidad estén al servicio de todos sus miembros, sin exclusión alguna.
Pero es posible que resulte más provechoso que busquemos en los árboles el sentir del espíritu del Ser en una especial dimensión, pues si el sistema nervioso del corazón humano tiene potencia para irradiar sus sentimientos en un radio de más de dos metros, el árbol no tiene un sistema específico porque es todo él quien mantiene una profunda y sinérgica interacción con el entorno. Por eso se estremece ante el sufrimiento de una gamba que echan viva al agua hirviendo, mientras el individuo humano no lo percibe.
Esa especial sensibilidad con el entorno le viene de lejos, cuando en el proceso de formación de la célula por endosimbiosis, se produjo una bifurcación al hospedar una de ellas a unas bacterias fotosintetizadoras, guiada por una perspectiva amplia y un espíritu de servicio, pues esto le daba capacidad para suministrar materia orgánica y energía a la otra rama celular que entre sus logros figura la evolución de la dualidad femenina y la formación del individuo humano.
La evolución no es lineal y a medida que avanza se hace más compleja, pues intervienen nuevos rangos evolutivos, sin dejar de hacerlo los primeros. Los individuos de cada rango actúan según las leyes que los crearon y con las que participan en el proceso global. Ya hemos visto, aunque muy someramente, como la ambición humana ha sido capaz de convertir la evolución en involución y se desliza hacia su autodestrucción. Algo similar le ocurre a la célula, que después de su asombroso proceso de formación y de su mutua simbiosis formando individuos pluricelulares de inmensa variedad, capaces de interactuar con los entornos más diferentes, se convierte en célula cancerosa y destruye al individuo que ha generado. Todo está vinculado. Dijo el salvaje. También el cáncer celular y el social y sea el pleno y armonioso desarrollo de la noosfera, lo que pueda salvar a ambos.
Interesantes y oportunos vuestros comentarios…En realidad lo que quise expresar ES que podemos, en la búsqueda de la verdad, considerar tanto a la abstracción como a la praxis fenomenológica…Existe, mas bien, una continuidad de la filosofía desde la época helénica, pasando por la medieval y llegando a su contribución actual del pensamiento moderno…No podemos, ni debemos ser excluyentes…sino eclécticos..tomando lo mejor de cada época y de cada corriente filosófica…Tanto Platón y Aristóteles, como Tomás de Aquino, como Husserl junto con otros muchos,m han tratado de explicar la realidad desde diferentes aspectos..Por eso, la filosofía es una crítica activa de la realidad…que por supuesto, no podemos, abarcar totalmente…Esta lectura de los grandes maestros NO es una simple sucesión de “destrucciones de-construcciones” sino la oportunidad que tenemos para enriquecernos de las constantes preguntas de la filosofía para poder enfrentarnos con los problemas existenciales que estamos viviendo en el mundo de hoy…
Por eso lo propiamente intelectivo es una apertura a un mundo a través del sentimiento vital, pero para esto lo propiamente vital ha de ser comprehendido, ya que “no hay sentido sin ser”, tanto en el orden cognitivo, como en el afectivo y en el práctico…Es por la complejidad del ser humano por la que tenemos que huir de lo exclusivo…Existe pues una unidad entre el ser y el sentimiento corporal por el que podemos abrirnos al mundo hacia todas sus dimensiones y reclamos…Existe pues acción y recepción…hay crecimiento, apertura, desarrollo…Tengo y vivo en la experiencia….pero mi experiencia es doble: subjetiva y objetiva…pero siento, percibo la vida, tengo afecto..y al mismo tiempo la mente pone en orden los datos que recibe y los hace explícitos en formas y estructura lógicas y del lenguaje que implican emociones, reflexiones etc. Por tanto, es este “acto de ser” el punto obligado de partida del intelecto y de la razón de donde derivan todos los actos intencionales como el conocimiento, la afectividad, los valores y la praxis..
Es por eso que este estudio filosófico no es incompatible con el cristianismo…cuando es aplicado correctamente….Edith Stein, discípula directa de Husserl, no renunció a la fenomenología después de su conversión al catolicismo, sino que se sirvió de ellla en su ruta ascendente, permitiendo “nuevas lecturas a partir de nuevas perspectivas”. Edith exfolió al ser humano que está presidido por la libertad lo cual supone conocerse a si mismo y llegar a lo que debe ser, ya que la conciencia acompaña la vida del EGO que es el EGO en acción.
Un saludo cordial Santiago Hernández
No sé por dónde coger tu último comentario, Santiago, y mira que le he dado vueltas pero no acierto a comprender ningún punto de los que tratas.
Por ejemplo, cómo de una abstracción se puede esperar una praxis fenomenológica?… cuando, como requisito, para la abstracción lo primero que se requiere es dejar de lado, poner entre paréntesis, decía Hurssel, la experiencia. Entonces, cómo de vuelta hacia abajo hacer de esta abstracción mental, una praxis?
Claro que la teoría y la praxis pueden complementarse, como dices, pero, para ello, le será a la teoría imprescindible fundamentarse en lo fáctico, es decir, en hechos factibles. Por tanto, esta desconexión con la realidad pone de manifiesto que esto que dices de que, para el conocimiento humano, es irrelevante el orden cognoscitivo ha sido la gran falsedad que ha propiciado la deriva racionalista en Occidente.
Por otra parte, veo que, al malinterpretarlo, me has trinchado el término conceptual “lo metafísico” pues lo introduje justo porque tal concepto nos aleja radicalmente del significado metafísico tradicional y nos acerca a las cosas en su momento estructural de cambio interno.
Que por cierto, me viene bien aquí no sólo aludir a Schrödinger como lo ha hecho Isidoro, sino también relacionar metodológicamente su física del átomo en la nueva estructura de la materia con la realidad triuna de la cual, en el fondo, habla el presente artículo.
Hola!
Vuelvo a felicitar a Isidoro por el empeño de comunicar sus planteamientos.
A mí me parecen válidos.
Tal vez valdría la pena no acotarlos a los “estudios” y a lo “científico”.
Pienso que esa tarea que le propone a los estudiosos: “buscar el sentido de la vida”, es la que cotidianamente hace cada cual en su “caminar la vida” y “pateando la calle”.
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Transfiero, ahora, dos miradas en ese sentido.
Se trata de los decires de Bergoglio y de Salvador Santos.
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1- Bergoglio en la homilía de la misa del martes 25/10/2016 en Santa Marta:
* El Reino de Dios no está fijo sino en camino.
* la Ley no está solo para estudiarla, sino para “caminarla”.
* La Ley es para la vida, está para ayudar a hacer el Reino, a hacer la vida.
* el Reino de Dios no es una “estructura bien hecha, ordenada, organigramas bien hechos” y lo que “no entra ahí no es el Reino de Dios”.
* lo mismo que puede suceder con la Ley: el fijismo, la rigidez…
* el Reino de Dios ‘se hace’ todos los días. Y si no caminamos, nos hacemos rígidos
* Jesús habla en sus parábolas de “cosas de la vida cotidiana”.
* Es un problema de “camino, y en el camino sucede la transformación”.
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2- Salvador Santos: Remito a “CINCO FOTOGRAFÍAS DE LA FE” – 3 Artículos en Atrio – 1, 8 y 15 de marzo de 2011.
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Continuo mi reflexión sobre el tema, después de leer el buen comentario del amigo Santiago. Y para no alejarnos mucho del hilo original, como nos recrimina M. Luisa, recapitulo.
(En todo lo siguiente, se puede sustituir la expresión “Tradiciones religiosa”, por “Cristianismo”. Si yo no lo he hecho, es por hacer una reflexión universal, válida para todas las creencias, sin que por ello signifique que opine que todas las creencias son iguales).
El buen artículo de Pascual, nos situaba en toda la trayectoria evolucionista del humano, hasta llegar a la situación actual, con los graves problemas que enfrenta.
Y yo decía que en este caminar, el motor principal que nos ha impulsado en nuestra nueva evolución cultural, es nuestra ansia de conocimiento, plasmada en la Filosofía, y especialmente, en la Ciencia, una de las ramas que la constituyen, (Física y Metafísica).
Pero que además en esta evolución cultural pueden y deben ejercer un papel, las tradiciones religiosas, constituídas como un conjunto de relatos mitológicos y de consejos de vida, de una serie de sabios del pasado, que quizás podrían haber recibido “inspiración” y enseñanza de alguna hipotética Inteligencia exterior a la Humanidad, que en estas Tradiciones, son denominadas como “Dios”.
Y nos podemos preguntar: ¿Por qué es necesaria la conjunción de la Ciencia y de las Tradiciones religiosas, y la convergencia de sus respectivas hipótesis?.
Pues por el estado actual de la Ciencia, en la que quedan aún muchísimas cosas por conocer, (aunque muchos crean otra cosa). Y en muchos campos se precisa de nuevas hipótesis científicas que proporcionen un mejor conocimiento de la realidad del Universo, que es de lo que se trata. Y en estas nuevas hipótesis científicas que hay que imaginar, las direcciones que señalan las Tradiciones religiosas, pueden ser útiles y a estudiar.
Pero no solo se trata de un mejor conocimiento de la realidad, (con ser muy importante), sino que además es preciso que la Ciencia, contribuya a solucionar un gran problema de la humanidad: la falta de sentido de la vida para el hombre.
El hombre está lleno de dificultades y de problemas, muchos de ellos, causados por el mismo hombre. Unos simplifican la cuestión de forma moral: hay buenos y malos, y los malos son los causantes de dichos problemas.
Pero esa es una visión clerical, no científica. Si un señor se le ocurre salir a la calle con un embudo en la cabeza, claramente está trastornado. Si el noventa por ciento de la población, sale a la calle con un embudo en la cabeza, eso es que hay un factor poderoso que los impulsa a ello.
En algunos casos, nuestras actuaciones inadecuadas que ocasionan tanto dolor, pueden ser claramente patológicas.
Pero en una mayoría de personas, el factor que impele a una gran mayoría de personas “a salir a la calle con un embudo en la cabeza”, es una crisis existencial de alienación en el sentido de sus vidas, lo que da lugar a las tan mentadas “crisis de valores”.
Esa perentoria necesidad de encontrar sentido a la vida humana, es el problema-eje de la humanidad, y la Ciencia, debe además de mejorar el conocimiento del Universo, debería contribuir adecuadamente a su solución.
La Ciencia por sí sola, como desconoce aún muchas cosas, no permite disponer a los humanos de una Cosmovisión plena, redonda y cerrada. Deja muchos agujeros negros, sin explicar, y eso ocasiona una falta de coherencia interna, que limita su efectividad.
Pero además, la realidad existencial, del día a día, es que la vida del humano, como un partícipe más de la vida de todos los demás seres vivos del Universo, no nos proporciona el suficiente sentido a nuestra vida inteligente.
El ser conscientes de nuestro proceso de nacer, vivir con sufrimientos y morir, es algo que nos es claramente insatisfactorio, y genera una gran ansiedad existencial, que es la fuente de toda nuestra conducta inapropiada.
Se dirá, que eso es lo que hay, y que por ello hay que aceptarlo estoicamente, con la mejor sonrisa. Y que no por necesitar un sentido de nuestra vida, este debe existir.
Pero aquí entra una versión modernizada de la apuesta de Pascal. Aún en el caso de que al final, el sentido de la vida aportado se demostrara como falso y equivocado, su gran utilidad en el equilibrado psicológico del humano, con su buen efecto en la evolución cultural de la humanidad, bastaría para justificar a dichas Tradiciones.
Es en ese sentido, en el que las Tradiciones religiosas, juegan sus principales bazas de utilidad para el humano.
Es verdad que las Tradiciones religiosas, además de aportarnos un sentido a la vida, y una posible buena dirección en nuestro caminar en el camino del conocimiento, suelen ser una fuente de errores cognitivos y además ser un factor de inestabilidad psicológica interna en caso de flagrantes contradicciones internas muchas veces inconscientes.
Pero quizás pueden ser, como el aire a la paloma kantiana, que si es un claro freno a su avance, también son su sostén y su fuente de oxígeno.
Aquí, se precisa, una labor sabia y difícil de “depurado” de esas interpretaciones de las Tradiciones religiosas, de tal forma, que lo que ganemos por un lado, (un sentido de la vida y una cosmovisión sin agujeros), no lo perdamos por otro, y resulte así que “las gallinas que entran al corral, por las que se salen”.
Esa es la labor de una teología libre y científica, y no orgánica, (teología de parte y con el resultado prefijado antes de empezar), y del estudio de la Sabiduría perenne de las tradiciones religiosas, que pueden aportar al hombre el complemento necesario para equilibrarnos internamente y con ello ser mucho más eficientes en el esfuerzo de avance de nuestra evolución cultural y organizativa.
Gracias amigos por vuestro diálogo sincero y honesto…que resulta mas interesante cuando admite la convergencia y la divergencia….sin que nos invada el prejuicio, ni la rencilla…sino en el que se intente aprender y aprehender algo útil..
Creo que todos los filósofos, psicólogos, aun los científicos y los humanistas, solamente ven aspectos de la realidad…Y asi Freud, Adler y Jung elaboraron sendos ensayos y estudios sobre el comportamiento humano basados en realidades parciales…como el sexo, el poder, la religión..En verdad el conocimiento como tal, es ecléctico…lo holístico es quererlo abarcar todo, lo cual es una imposibilidad en este mundo…Estos psicoanalistas solamente “veían” un aspecto importante de la conducta humana pero no podían abarcar la totalidad….Es por eso que la psiquiatría tuvo que desarrollarse mucho más, para tocar partes donde el frío análisis de las profundidades de la personalidad no conseguía llegar…Sin olvidar a Freud tuvo también que tomar en cuenta la ciencia moderna para poder avanzar…
De la abstracción tomista podemos aceptar tambien la praxis fenomenológica existencial aplicada…De la teoría podemos ir a la práctica y viceversa..Necesitamos de ambas…”Lo metafísico como momento intrínseco de la cosa misma” participa también de la percepción del entendimiento…ya que no podemos abstraer y aislar la realidad humana, ni tampoco negar que su conocimiento es percibido por nosotros…El hecho es que siempre tenemos que conocer, ya que es parte de lo intrínseco de nuestra racionalidad humana y que el orden en que se verifica éste es irrelevante…Al final, pues, nos encontramos con nuestro propio entendimiento que nos lleva a la acción…Lo instintivo en nosotros no anula nuestra capacidad de decidir…Podemos dirigir aquéllo que es mas adecuado a nuestra razón…que encontramos válido para nuestro “momento intrínseco”…en una palabra, lo hacemos nuestro…
Por otro lado, ni la Teología ni la Ciencia, son extáticas…porque cada vez nos podemos abrir mucho mas al conocimiento en general…Éste se encuentra ahí…Somos nosotros los que tenemos que descubrir la verdad que encierran en sí mismos…en ésta búsqueda incesante de “lo que es verdad”…Si los “fundamentalismos teológicos y científicos” anulan nuestra libertad no son más que deformaciones de esta misma verdad…Sin embargo, si estos fundamentalismos significan la base del desarrollo de la ciencia, entonces, son parte de esta misma verdad y si intentamos “destruirlos” como inútiles estamos en realidad de-construyendo la estabilidad del edificio de la verdad….No podemos tener física moderna sin primero haber estudiado a Einstein aunque muchas de sus teorías han sido ya ampliadas y superadas…No podemos tener la medicina actual super-moderna sin tener en cuenta la grandes maestros de la Medicina Hipocrática, que sin duda, es anacrónica en si…pero que movió la medicina mágica…en la dirección de la objetividad y de la razón y de la ciencia moderna…Sin éstas bases, estamos perdidos…Sin el Jesús del Evangelio….la Iglesia como Pueblo de Dios pierde su fundamento…y se convierte en otra religión…DE ahí en la insistencia de destruir a los testigos de la Resurrección y a la Nueva Alianza del siglo I….donde quedó plasmada la identidad de Cristo…
No hay dudas que a la FE se puede ir por diferentes caminos…Este camino es objetivo y subjetivo a la vez…Es objetivo, por ejemplo, refiriéndonos a la ciencia médica…porque la Medicina como conocimiento objetivo “revela” como debemos actuar los profesionales para no caer en graves errores en el ejercicio de tan delicado acto…ya que el bien del paciente en el primer móvil a considerar…Es subjetiva…en cuento yo tengo que aplicar los conocimientos adquiridos para practicar esta ciencia-arte..y acercarme cada vez mas a la verdad en el arte de curar y aliviar el sufrimiento en la enfermedad…
Por eso la FE del Pueblo de Dios….es particularmente “revelada” objetivamente por medio de Jesús…Jesús es el objeto de esa FE…La gracia está “presente” ciertamente en mi para poder acceder a esta verdad…Sin la figura histórica de Jesus de Nazaret y sin la ayuda de la gracia presente en mi interior subjetivamente tampoco pudiera acceder a El…Ambas cosas son complementarias…Por eso razón y fe no son contrarias…sino que interaccionan…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
El premio Nobel de Física, Erwin Schrödinger, nos da pistas sobre la nueva y difícil investigación:
“El progreso, tanto en cantidad como en profundidad, de las muchas ramas del conocimiento, nos ha puesto frente a un dilema extraño.
Percibimos claramente que solo ahora se empieza a recoger material fiable para la soldadura de un todo único, la suma de todos nuestros conocimientos, pero por otro lado, se ha vuelto casi imposible que una sola mente coloque juntos, tanto conocimiento especializado.
No veo otra manera de resolver este dilema (a menos de renunciar para siempre a nuestro propósito) que no sea el que algunos de nosotros nos atrevamos a realizar a tientas una síntesis de hechos y teorías, aunque ello se haga con un conocimiento de segunda mano e incompleto de algunos aspectos de ellos, y corriendo el riesgo equivocarse”.
Aquí es donde entra la necesidad de convergencia mutua de la Ciencia y la Tradición religiosa, de las hipótesis científicas y las hipótesis religiosas.
Dicha convergencia no consiste en torcer la mano de la Ciencia, con la teología, sino, mediante una doble convergencia.
La teología, repensando y reinterpretando las tradiciones religiosas a la luz de los nuevos conocimientos de la Ciencia, y la Ciencia, en su labor de impulsar y suscitar nuevas y necesarias hipótesis, podría explorar la existencia de nuevos caminos,
Decía Santiago una frase de San Agustín, “Creo para entender, (y entiende para creer)”. Yo la interpreto en el sentido que describía arriba. Como que la tradición religiosa, (la fe = intuición personal), o mejor dicho, nuestra interpretación personal de la misma, (que no tiene porqué ser la canónica), puede servir a veces para valorar más una hipótesis científica que otra, si concuerda con nuestra intuición teológica.
En resumen, entre Teología y Ciencia, debe haber un continuo intercambio de ideas, un continuo feedback, tanto para variar nuestra interpretación de la Tradición, como para variar nuestras hipótesis científicas, siempre dentro de que concuerden con los hechos. (Los hechos comprobados siempre mandan).
Pero para eso es preciso huir de los fundamentalismos teológicos y científicos, que también los hay y muchos.
Por ese camino, Santiago, le auguro a este hilo un final como a otros tantos de este estilo en el que el asunto queda tan desfigurado que ni su propio autor lo reconoce, pero no pasa nada, se le abandona y se va a probar suerte en otros.
El uso teológico del tema lo ha encarcelado como ya se nos advertía en la introducción, lo priva de su desarrollo normal el cual no es otro que partir de lo efímero. No sé si esta palabra os recuerda algo.
Desde luego que la vida es misterio, pero esta afirmación no nos saca fuera de la dinámica evolución de la vida misma, sino que nos introduce con más profundidad en ella hasta el punto que si tu quieres, como te leí en otro lugar, bien se pudiera hallar en esa profundidad el sentido de la fe, pero lo que no se puede hacer es arrancar ya con ella a cuestas al tratarse de un estudio científico.
En un lugar de tu comentario dices: “tengo primero que poseer gracia” no crees que este requerimiento previo sitúa al ser humano en un ámbito de arbitrariedad en el que la gracia queda a un condicional albur?
Es, ciertamente, posesión pero no un acto de posesión extrínseco sino posesión de uno mismo. Poseerse al completo con lo que uno ya “tiene” por naturaleza rompiendo la dualidad propia del tener, que es cuando en posesión de esta interioridad aparece la gracia. La gracia ya estaba ahí, no hay que buscarla afuera, en ese angustioso “tengo primero que poseer la gracia”. Dices de ella también que, ES la LUZ que ilumina, ya que es cierto que “CREO para entender”… Aquí es cuando se percibe ya la deriva que de la filosofía aristotélica hizo el cristiano Tomás, la cual no fue otra que la derivación abstracta de la realidad al convertirla en “ente” el correlato del cual es el entendimiento pero ¿es el entendimiento lo primero que se pone en marcha en un acto cognoscitivo? Ya volvemos a lo mismo, ahí también me viene bien decirte que la función del entendimiento está al final no al principio.
Si dejamos a parte la metafísica de Tomás y prestamos atención a lo que nos dice el artículo habremos de preguntarnos no por la metafísica sino por “lo” metafísico. Es decir, lo metafísico como momento intrínseco de la cosa misma. Es decir aquel momento de toda cosa real que la hace, en su evolución, decantarse más a un lado que en el otro.
PERO si la vida misma es misterio y el Cosmos forma parte de el y de la vida, la FE pertenece a ese misterio vital que también es suyo. PERO no hay que olvidar que para algunos, como la filósofa fenomenóloga alemana Edith Stein, la FE es en verdad el término de un largo proceso en la búsqueda continua de la verdad. Para ella ésta se encontraba al final y en la la fe revelada. Sin embargo, continuando con el misterio, la fe también es el comienzo de TODO en un solo instante tal y como le ocurrió al ladrón en la Cruz donde la fe en la misericordia de Jesús fue el instrumento y la causa activa de su salvación eterna. Y al ateo periodista francés André Frossard que nación en una familia en la que no era posible ni siquiera mencionar la palabra religión, pero que un día en París, cansado de esperar por un amigo, entra en una iglesia y en un instante se convierte a la fe católica en la que persiste hasta el final de sus días el 2 de Febrero de 1995.
Es por eso que la fe no es una reflexión filosófica mas…ES la LUZ que ilumina, ya que es cierto que “CREO para entender”…pues primero tengo que poseer gracia para acercarme y después para poder ver mas y mas esa claridad…ya que el entiendo y creo interaccionan y se mezclan mutuamente para huir del fideísmo y del fanatismo puro, y de un existencialismo frío e intrascendente..Por eso, Tomás de Aquino, ciertamente, se basa en el pensamiento de Aristóteles, pero no para convertir la filosofía en teología…sino para darle a la razón el verdadero sentido en la vida de FE de un cristiano…que no da y ofrece su vida por un mito absurdo sino todo lo contrario, vive y muere para poder entrar mucho mas profundamente en el misterio insondable de la trascendencia…que solamente se encuentra en el amor de Dios que es, la vez, infinita y perpetua VERDAD…Por eso, para los creyentes, la filosofía explica..la teología revela…
Un saludo cordial de Santiago Hernández
A ver, Santiago no confundamos! A la fe no le hace falta buscar nada, la fe es precisamente aquel término en el que descansa el esfuerzo de la razón humana cuando ésta ya ha escudriñado todos los recovecos de la realidad. Es el abandonarse a la fe pero nunca al principio sino al final de la búsqueda. De que esto no fuera así , en la historia del cristianismo, lo ha favorecido el hecho de que ya santo Tomás convirtió en teología la filosofía primera de Aristóteles.
Por otro lado, decirle a Isidoro que es precisamente al emergentismo a lo que nos lleva esa continuidad evolutiva de la que trata el artículo.
Ah! Y otra cosa que tal vez pudiera servir de esclarecimiento para el hilo que dejamos atrás sobre la no dualidad y es que el carácter emergentista de la realidad la hace no dual.
(Antes que nada, aclaro que yo no he dicho que del artículo de Pascual se deduzca lo que digo yo. Digo en la entradilla: “Siguiendo el espíritu del buen artículo de Pascual…”, o sea que mi comentario me lo ha inspirado su lectura, (pues para eso están, para inspirar y promover el pensamiento propio del lector), lo que lógicamente incluye divergencias personales naturales y discutibles, sobre el tema).
M. Luisa, has tocado un tema que considero de importancia y por ello, digno de reflexión. El de los métodos de “investigación”. O sea, si se debe ir de abajo a arriba, empezando por la Ciencia, o de arriba abajo, empezando por la especulación metafísica-religiosa.
Yo en mi comentario no hago especulación filosófica-teológica, (que busca significados y sentidos a las cosas), sino que he partido de la investigación científica, concretamente de una hipótesis, el “emergentismo”, que aunque minoritaria aún y por ello heterodoxa, es la más moderna y contempla la complejidad.
Y he creído comprobar, (quizás erróneamente), que el desarrollo de esta hipótesis, converge y es similar al que se puede deducir de la sabiduría tradicional religiosa, siempre y cuando se lea esta con una mirada también convergente.
El otro día me enteré de un concepto, hasta entonces desconocido para mí: el “irenismo”. (Cada día, si se está al loro, se aprende una cosa más). Había oído el nombre como herejía religiosa, y por ello creía que era algo referente a San Ireneo, o a algún Ireneo. Pero resulta que viene de Irene = paz.
Consiste en el deseo, tendencia u obsesión, hacia una actitud pacificadora y reunificadora entre diversas corrientes de pensamiento. Y busca una confluencia de ideas, con un cierto relativismo y un cierto sincretismo, cogiendo de cada parte, lo más adecuado. Se le atribuyó religiosamente a Erasmo en la controversia protestante.
Partiendo de una realidad no-dual, o sea que las cosas son lo que son, las diferentes miradas o perspectivas de ellas, deberían concordar o converger en sus diferencias. De ello, se deduciría que toda actitud convergente es positiva y aproximadora al conocimiento de la realidad.
Está totalmente relacionada con la conciliación de opuestos, de la que hablamos en otro hilo. Toda conciliación de opuestos, exige una remirada convergente de ambos términos. Y por ello voluntad de salirse de nuestras posiciones tradicionales “de confort”, en la que disfrutamos de seguridades placenteras aunque muchas veces ficticias.
Esto tiene el peligro del relativismo y del sincretismo, que no son otra cosa que una convergencia mal hecha, sin la profundidad necesaria, y más cuando la complejidad es la norma en todo en el Universo.
Una convergencia o síntesis de contrarios, exige un conocimiento muy profundo, (que no siempre es fácil, ni posible), y por otra parte una libertad orgánica e institucional, que no siempre se tiene, por nuestra biografía personal, (cátedras, tiranía de lo “correcto” y “ortodoxo”), y además de una autonomía, y una flexibilidad de mente, que tampoco es fácil, y más cuando nos vamos haciendo mayores, donde sufrimos un proceso de fosilización neuronal natural.
Concretamente el puente entre Ciencia y Religión, exige dos acercamientos paralelos que convergen. Por una parte la Ciencia, debe perfeccionarse poco a poco, y de hecho ese es su proceso de avance. Los que creen que la Ciencia en todos los campos ya lo conoce todo, están muy equivocados.
Hay temas muy complejos, como la Evolución, en que todavía hay mucha controversia interna entre científicos. No en su bondad general como hipótesis, pero sí en sus detalles de funcionamiento. Sabemos bastante bien, qué hace el Universo, pero no tan bien cómo lo hace. Existen muchas escuelas evolucionistas distintas.
Yo me he apoyado en el emergentismo, hipótesis científica seria, minoritaria aún, de los científicos de la complejidad, y citaba a Kauffman, y Prigogine, http://www.tendencias21.net/Mas-alla-del-reduccionismo-Stuart-Kauffman-reinventa-la-sacralidad_a1893.html
Por el otro lado, el de la tradición religiosa, también hay que converger, y hay que releer los textos antiguos, mirándolos con unos ojos direccionados por los conocimientos de la ciencia. Y por eso es una herejía religiosa, porque reinterpreta los textos, (casi nunca los niega), sino que los relee con otra mirada.
En este proceso, duro y difícil se cometen muchos errores. Por ejemplo, Teilhard, está ampliamente superado en muchos detalles. Lo que hace de Teilhard un precursor, es la dirección tomada, ese “irenismo” implícito, que fue por lo que le negaron el pan y la sal en la Iglesia.
En resumen, que hay que ir de abajo hacia arriba, pero “sabiendo”, hacia donde debemos buscar, y eso lo da la especulación metafísica-religiosa. La búsqueda ciega, es mucho más lenta y difícil, aunque también es verdad que es más segura, y tiene menos peligros de que las ganas nos hagan ver fantasmas donde a lo peor no hay nada.
(No había visto el comentario reciente de Santiago. Gracias, amigo.
En los dos primeros párrafos explica mejor que yo, lo que acabo de poner.
El tercero es más personal, pues aunque yo creo en la revelación, creo que por motivos misteriosos, esa revelación, (como señalan muy bien los exégetas judíos), tiene varias lecturas, cada vez más profundas. Y la lectura general, exotérica, casi literal, es la del pueblo llano. Pero los estudiosos judíos, se quemaban las pestañas para encontrar en el Talmud, las interpretaciones de la Ley. Y luego está la Cábala, que era una interpretación de la Tradición mucho más esotérica y profunda
Pues con la revelación cristiana, misteriosamente pasa algo similar).
SOLAMENTE existe una REALIDAD que es a la vez PRIMERA y ULTIMA, por tanto, lo “encontrado” por la Ciencia, en cuanto ser superinteligente es el mismo que proclama la FE. La diferencia, en primer lugar, es en cuanto “a la manera” de encontrar esa VERDAD.
La Ciencia lo encuentra, utilizando la razon, desde abajo, por via ascendente. La FE lo hace eclecticamente desde arriba, descendent entente iluminando la razon para entender. La Ciencia constata el “ENCUENTRO” del hecho. La FE explica el por que de ello y su significado existencial MAS profundo. Por eso hemos dicho que es apropiado decir que la razon y FE son complementarias pues proceden del mismo origen que es la ultima realidad y no pueden contradecirse mutuamente.
PERO la FE de la Iglesia se basa en las Revelacion de Dios que es maxima en Jesucristo y El es una persona REAL no “irreal” y que por El conocemos mejor a Dios. El revelo su identidad como el Hijo del Altisimo, junto al Padre y al Espiritu Santo en el Misterio de la Trinidad. Por El conocemos el verdadero AMOR de DIOS que es UMIVERSAL y que es SALVIFICO. Por El conocemos el plan de Dios al redimirnos del mal y de la muerte eterna y a traves de esa PERSONA real nos salvamos. El mismo dijo que El era el CAMINO hacia el Padre.
un saludo cordial, para un buen fin de la semana
Santiago Hernandez
He leído este estupendo y elaborado artículo pero de él, como dice Isidoro (ya me disculparás) no creo que se pueda extraer ningún paralelismo con lo que la iglesia católica ha predicado sobre el Cuerpo de Cristo o la Comunión de los Santos, y menos que la Ciencia al final lo de por confirmado, como si ésta reconociera que su hallazgo ya hubiera estado de algún modo descubierto. No, no es posible un camino de coincidencia teniendo en cuenta que la ciencia lo ha emprendido desde abajo y la religión desde arriba.
Lo encontrado no es lo mismo. No es lo mismo una explicación partiendo de una descripción de lo real que llevando la explicación por vía especulativa. Lo encontrado son dos cosas completamente distintas. Lo que sí entonces se requerirá, (si uno quiere, ciertamente) será un volver a empezar desde abajo y así cuando en un momento dado se haya de echar mano de la fe, que sea fe de lo real y no de lo irreal.
Gracias a Pacual Pont
MUY COHERENTE con el comentario de mi amigo Isidoro, al que agradezco la cita…Pienso que por medio de la sola RAZÓN,- ya que somos fundamentalmente seres racionales,- y a través de los sentidos corporales y espirituales, podemos llegar al conocimiento del SER…no solo como idea conceptual, que es la mayor que se puede pensar…sino como ÚLTIMA REALIDAD..Nosotros, pues, aun en la evolución, no podemos ser la ÚLTIMA REALIDAD ABSOLUTA sino una realidad mediata y contingente..que no necesariamente tiene que existir… Mas bien fuimos llamados a venir a la existencia….Como no podemos “crear” nuestra propia vida, y mucho menos sostenernos en ella por nosotros mismos, ni tampoco podemos darle su objeto y destino final… ES por ende que concluímos que no que poseemos la vida “en nosotros mismos” ya que ésta solamente la tenemos como un don, y con ella también recibimos la inteligencia para para pensar, conocer la realidad y poder decidir. Sin embargo, somos meramente una imagen pálida de aquélla otra realidad que nos precede siempre y que Ella es la que posee la vida en si misma…Como somos “alguien” seguramente tambien somos imagen de ALGUIEN…pues Dios es no solamente algo…sino algo más en su Misterio Infinito…
Por otro lado, nuestro primitivismo antropológico tampoco nos impide la abstracción mas pura y la deducción correcta…Gracias a ellas hemos podido ir desvelando el Misterio del Cosmos, incluyendo el Código Genético, como clave de la vida en nuestro planeta…pero aunque evolucionemos, no solamente físicamente sino también psíquicamente, y adquiramos cada vez mayores conocimientos, nuestra parte espiritual no va a cambiar mucho a través de los siglos, ya que nuestra identidad sustancial es de naturaleza espiritual y siempre será la misma, y la pregunta del por qué de nuestro origen siempre ha de subsistir, junto con muchas otras que la Ciencia es incapaz de responder, y esto hasta el final de los siglos…Su verdadera respuesta se encuentra en el encuentro de nuestra individualidad -que no se va a diluir en un “pensamiento universal” sino que va a ser conservada como nuestra real identidad,- con la trascendencia que se encuentra mas allá de esta existencia temporal corporal y terrestre, y que por tanto ocurre en otra dimensión existencial que ha de ser permanente.
Habiendo demostrado la Ciencia que existe super-inteligencia en el Cosmos, es mucho mas probable, pues, un diseño inteligente producto de una super-inteligencia que informó la energía-materia desde el punto zero dando origen al comienzo del espacio-tiempo, ya que las leyes físico-químicas no pudieron autocrearse sino que su autonomía relativa fue dada y obedecen a parámetros fijos e inalterables para lograr un perfecto orden cósmico que sostiene inexplicablemente todo el Universo desde fuera. Por eso el autodiseño absoluto permanece actualmente como una hipótesis menos probable porque la esencia de la energía original es la misma en el punto zero como lo es ahora en el siglo XXI y no existe cambio en la leyes de la física despues del Big-Bang. Esta energía sigue siendo NO inteligente en si misma y es incapaz de decidir y actuar para dar lugar a los complejos procesos cósmico-vitales….ya que esta complejidad requiere un plan “escrito” en software desde fuera y la inteligencia no pertenece a las cosas…Este plan o prediseño original requirió y requiere para su desarrollo y mantenimiento, una super-inteligencia extrínseca a la energía para que pueda informarla constantemente….Y por eso podemos comunicarnos, en este mismo momento, por medio de la INTERNET..en un proceso informático excepcional en la vida del Cosmos
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Yo creo en el Diseño Inteligente. Pero en un Diseño Inteligente primordial, que se dio en el instante pre-Cero del Universo, en el cual se establecieron las características de la Energía primordial, y del diseño de los diferentes, modelos de “empaquetamiento” de dicha energía, en forma de número limitado de partículas elementales, y de unas fuerzas del Universo, con unas características y una cuantificación justa y precisa, para que se produjera el despliegue evolutivo posterior que en nuestro planeta, ha llegado hasta aquí.
Ahí, “se dio” la gran patada inicial al balón, que luego de forma autónoma llegó hasta la portería.
Ese diseño inicial es tan inteligente, que una de dos, o tuvo que haber una SuperInteligencia que lo realizó, o el Universo en sí, es algo tan Superinteligente, que se autodiseñó él mismo, (algo que nuestras mentes primitivas no pueden procesar y entender).
Pero es lo mismo, sea lo que sea, lo llamamos “Dios”. Lo que es claro es que no es un Anciano con barbas blancas montado en una nube. Y también está claro, que es “Algo”, (mucho más que un “Alguien”), del que no sabemos nada, ni podemos comprender y abarcar. Por eso el agnosticismo, quizás sea la postura mas razonable.
Pero ese Diseño maravilloso, incluye los mecanismos, de emergencia de todas las maravillas evolutivas posteriores.
Por eso la idea que expresa Santiago, “El plan biológico implica inteligencia con un FIN perfectamente delimitado y no pudo haber sido producido por el solo concurso de las leyes físico-químicas que rigen el Universo y que son siempre las mismas”, yo creo que es fruto del deslumbramiento ante la enorme maravilla del diseño inteligente inicial, y de sus frutos posteriores, que nos parece imposible, que estuviera prediseñado desde el instante cero.
El emergentismo, del biólogo teórico Stuart Kauffman, de la complejidad biológica, intenta ir desbrozando este misterio científico. Sus investigaciones “contradicen el marco teórico postulado por la Síntesis evolutiva moderna, según el cual, resultados tan complejos son muy improbables y sólo pueden resultar de la selección acumulativa de pequeños incrementos de complejidad en la organización biológica. Las simulaciones de Kauffman, por otro lado, sugieren que la selección natural es relativamente ineficiente cuando los elementos genéticos están fuertemente interconectados”, (Wiki).
La complejidad biológica, integra los procesos autocatalíticos y los sucesos irreversibles, junto con una aleatoriedad contínua en un mundo físico-químico caótico, con constantes choques e interacciones aleatorias, fruto de la energía que contienen las partículas, (calor), que se traduce en movimiento.
Esa irreversibilidad de muchas reacciones en un contexto de contínua aleatoriedad, da lugar a la existencia de un determinismo aleatorio, algo que parece un oximorón, (o contradicción en los términos), pero que explica todo el proceso evolutivo, y puede explicar como un proceso de funcionamiento aleatorio, en realidad es finalista.
Es como el refrán, “todos los caminos conducen a Roma”. Si yo aleatoriamente y con los ojos cerrados, estoy caminando al tuntún, por un camino al azar, mas tarde o mas temprano llegaré a Roma. Solo se necesita fuerzas para andar, (energía-entropía en el sistema), y el tiempo necesario, (catorce mil millones de años).
Por todo este conglomerado de maravillas que constituye el Universo, desde su instante cero, se da la maravilla de las maravillas, de que de la materia surja la Conciencia, la Inteligencia. (Evangelio de Tomás)
Se podría decir que al igual que en la reproducción animal un cuerpo entero o completo, (dos), dan lugar a un tercer cuerpo completo, (el hijo), pero este pasa por todo un proceso evolutivo, desde una única célula inicial del embrión, hasta un ser plenamente desarrollado, la Creación, (o autocreación) del Universo, supone la creación por parte de “Algo” Superinteligente, de otros “Algos” superinteligentes, que será el Universo, cuando culmine su evolución. (Al igual que un hijo es de la misma naturaleza que el padre)
Nosotros, somos células de ese “Algo” nuevo, (en nuestro caso “neuronas”), que posiblemente estén destinadas al final a formar parte de la nueva Gran mente de nuestro Universo.
Como se puede ver, la Ciencia confirma, que lo del Cuerpo de Cristo, la Comunión de los Santos, el Nirvana budista, la Shekinah hebraica, el Paraíso islámico, etc, no estaba muy descaminado.
ES POR ESO que en el verdadero mundo científico actual, el Dios que es el “hipotético máximo escalón evolutivo” y el gran “ausente” se convierte cada vez mas en una tesis inteligente…Nunca, por tanto, ha existido en la teología católica un rechazo a la evolución científica, ya que como obra puesta en marcha por el Creador, lleva en si misma la marca indeleble de la sabiduría divina impresa desde “el principio”…La complejidad inteligente cada vez mas evidente en el Cosmos, debido al acceso de la formidable explosión informática de los últimos siglos, ha revolucionado la Ciencia Moderna porque ella no deriva de los elementos básicos sustanciales,…… porque si la estabilidad es fundamental y sistemática, ésta parte de un “modo” y “función” que constituye su estructura esencial.
Existe pues un ordenador a nivel celular con un código en que está “escrito” el “software” necesario para que pueda funcionar. Existe, pues, además 2 abstracciones imposibles de ser producidas por si mismas naturalmente y que son: un sistema codificador algorítmico complejísimo como es el el código nuclear y el codigo mitocondrial, y ademas un conjunto de algoritmos (software) que dirigen perfectamente las funciones metabólicas, adaptativas y reproductivas. Es un plan de funcionamiento y desarrollo altamente inteligente. El viento, en verdad, puede producir notas musicales como cualquier instrumento musical, pero eso NO constituye una partitura escrita y ordenada que da lugar a una pieza musical que tiene orden y armonía ya que esto implica inteligencia que tome decisiones para elegir lo mas adecuado para la función requerida ,ya que es evidente que el simple azar no lo puede lograr, por mas que lo intente.
El plan biológico implica inteligencia con un FIN perfectamente delimitado y no pudo haber sido producido por el solo concurso de las leyes físico-químicas que rigen el Universo y que son siempre las mismas. Es por eso que el origen de la información genética es extrínseco al sistema evolutivo. Si fuera intrínseco esta misma energía-materia cósmica podría decidir y construir un plan inteligente. Pero estos planes solo pueden existir en seres capaces de pensar y decidir, y no en la pura materia energética que nunca ha tenido, por si misma y en si misma, esta capacidad, que solo existe en los seres pensantes. Esa capacidad ni siquiera la tuvo la energía en el principio de la Creación ya que la composición físico-química del Universo es igual ahora en el siglo XXI que como lo fué en el momento zero de la explosión del Big-Bang. Esta materia sólo pudo adquirir información desde fuera pues no la posee en si misma y ella no es el único SER que tiene todas las perfecciones en si…No sólo la necesitó para una explosión inexplicable que requirió una fuerza inconmesurable y cuasi infinita, sino precisamente para que esa misma energía desbordada, en el momento de la contundente explosión, se organizara inteligentemente y evolucionara en estrechos parámetros y en constantes limitadas, para dar lugar a la armonía maravillosa del Cosmos. Como esta evolución es continua, y “no es lineal sino cada vez mas compleja” segun afirma Pascual, sigue siendo una hipótesis la idea de que un día nosotros los humanos llegaríamos al resolver todos los misterios cósmicos que se nos aparecen ante nosotros cada día y que se multiplican vertiginosamente.
Un saludo cordial Santiago Hernández
Siguiendo el espíritu del buen artículo de Pascual Font, leo en Tendencias 21, un artículo de Diego Bermejo, http://www.tendencias21.net/Francisco-J-Ayala-propone-un-equilibrio-elegante-entre-ciencia-etica-y-religion_a43304.html , en el que se señala como la revolución newton-copernicana, explicó las leyes con la que se rige el mundo de la Materia inanimada, y la revolución darwiniana acabó de explicar las leyes que rigen el mundo de la Vida.
Con ambas revoluciones quedó claro que “la “hipótesis Dios” se revelaba definitivamente como científicamente innecesaria para explicar los procesos naturales y, a su vez, “Dios como hipótesis” dejaba de ser objeto de demostración científica por no pertenecer al orden de lo natural”.
Esta dos revoluciones anteriores, que nos iluminan los dos primeros reinos del Universo, (Materia inanimada, y Vida), parecen preanunciar, que en el camino del Conocimiento del Universo, es preciso “inventar”, (descubrir algo oculto), una tercera revolución científica-teológica, que explique las leyes del tercer y superior, reino del Universo, el de la Inteligencia-Consciencia, que como los otros dos, funciona mediante unas leyes específicas, que se ponen en marcha a medida que se va desarrollando evolutivamente el Universo.
Esta tercera revolución, explicará la marcha de la evolución general del Universo, en esta nueva etapa evolutiva, la de la Inteligencia.
Y se trata de una revolución científica, pues tenemos que inducir unas leyes y reglas de actuación generales, infiriéndolas a partir de los escasos conocimiento práctico de este Reino, que son las características de la naturaleza de la inteligencia humana, (como primer y único escalón evolutivo conocido por nosotros del Reino de la Inteligencia), y conociendo las características generales del proceso de desarrollo evolutivo del Universo.
(Inferir es deducir algo, sacar una consecuencia de otra cosa, conducir a un resultado desde unos pocos datos conocidos).
Pero esta tercera revolución es también de naturaleza teológica, pues mediante ella, se debe superar la contradicción que supone, un Dios-Creador que ya ha quedado demostrado en las dos revoluciones anteriores, como una hipótesis “innecesaria”, y por otra parte, un posible Dios de las Religiones, fuente y origen de una fenomenología espiritual, de la que muchas personas son testigos personales subjetivos.
Según esta tercera revolución científica-teológica del Mundo de la Inteligencia en el Universo, como toda hipótesis inferencial, debe ser de naturaleza hipotética, a expensas de una futura demostración, o falsación, cuando se alcancen los datos experimentales suficientes, en un futuro.
Esta tercera revolución científico-cultural fue iniciada, o presentida por precursores como Teilhard, Bonhoeffer y otros.
En esta tercera revolución, se deberá identificar al Dios de las Religiones, como el hipotético máximo escalón evolutivo, (hasta el momento), de la Inteligencia-Conciencia, en el Universo. Y se deberá clarificar el papel de la intervención de ese Dios-Inteligencia, en la historia humana, que debe ser mucho más “ausente”, del que tradicionalmente se ha establecido, siguiendo la línea presentida por Bonhoeffer.
Hola!
Es de agradecer que haya “pascuales” preocupados por la vida.
Ya en 1914 quedó escrito:
– “Yo
soy yo
y mi Circunstancia,
y si no la salvo a ella
no me salvo yo”-
Gracias! – Óscar.
acabo de leer, con asombro y placer, el trabajo de Pacual. He recordado una novela negra que he leído hace nada, de Rankin, “Perros salvajes” y el fondo humano que le llevó a escribirla: “El peso de las malas decisiones y lo que pasa cuando pierdes la oportunidad”. Un abrazo Pascual