“El dia triste” de Brasil: el golpe parlamentario
Y sucedió que en aquellos días sicarios se travistieron de senadores, en gran número, no todos, y decidieron atacar a una dama honrada e incorruptible que les cortaba el atajo para llegar al poder de Estado. Desde el Estado iban a hacer lo que siempre habían hecho: aprovecharse de los bienes públicos para autoenriquecerse, escapar desesperadamente del brazo de la justicia y llevar adelante su situación de privilegio, a costa siempre del pueblo que quieren mantener lejos, en las periferias, un ejército de reserva útil para sus servicios, casi como esclavos.
Se ensañaron con la dama incorruptible y honrada bajo el pretexto de que algunas de sus prácticas fiscales habían sido delito, cosa que negaron los mayores especialistas en derecho y economía así como instancias. Crearon una farsa y rompieron la otras constitución. Revocar a una presidenta sin crimen comprobado es un golpe. Golpe parlamentario, esta es la palabra justa que debemos usar.
Ellos se mostraban petulantes, diciendo farisaicamente que se sentían mal, pero hablando de inaugurar una “era, una nueva primavera, el comienzo de un nuevo Brasil próspero y justo.” Mentira.
El plan “Un Puente para el Futuro”, es en realidad un puente para el atraso porque intenta desmontar los avances que los trabajadores, las mujeres, los negros, los pueblos indígenas, la población LGBT, los pobres e invisibles alcanzaron por primera vez en nuestra historia en el ámbito de la inclusión social, de los salarios, de la salud, de la educación, de las leyes laborales, de las jubilaciones y del acceso a la enseñanza técnica y superior. Y lo más grave: quieren mantenerlos en el analfabetismo porque así quedan silenciados e incapaces de reclamar derechos y dignidad.
Ahora lo que cuenta es el Mercado. Quien quiera salud, que vaya al Mercado y pague. Quien quiera estudiar en la universidad que vaya al Mercado y pague. Todas las cosas se volverán mercancía para ser vendidas y compradas. ¿Se compra dignidad? ¿Se compra solidaridad? ¿Se paga por el amor? No importa. Son cosas que para ellos no entran en la contabilidad. ¿Pero alguien puede vivir y ser feliz sin todo eso?
Hubo en los inicios de la conquista y dominación de México en 1520 “la noche triste”, cuando gran parte del ejército español fue destruido. Hoy en 2016 tenemos “el día triste” en el cual una presidenta fue injustamente apeada del poder conquistado en las urnas.
Por los espacios del Senado y en los corredores hay sangre derramada. Una “noche política triste” ha caido sobre Brasil, quitando la esperanza a los que salieron de la miseria, que corren el peligro de caer nuevamente en ella.
Y todos los que lucharon para que se consolidase la democracia de cuño social y para que se respetase la voluntad popular, expresada en las urnas, fueron nuevamente traicionados. Este es el día de los “puñales largos” que se alzaron contra la dama honrada e hirieron gravemente la soberania popular.
Hoy, 31 de agosto, es el día de la tristeza. Los que montaron ese teatro y los senadores-sicarios llevarán la mancha de golpistas y farsantes durante toda la vida. La conciencia los perseguirá y su memoria será pulverizada. La voluntad de condenar no sustituye a la razón que se orienta por la verdad. Ellos atropellaron la verdad bajo el manto de la injusticia. Estarán en una siniestra compañía, la de aquellos que hace años asaltaron el Estado, oprimieron al pueblo, torturaron a muchos como a la presidenta Dilma y asesinaron a otros que buscaban la restauración de la democracia.
Y, al atardecer de la vida, se enfrentarán a un Juez mayor que desvelará toda la injusticia que conscientemente cometieron.
Leonardo Boff, profesor emérito de ética de la UERJ y escritor.
Traducción de Mª José Gavito Milano
Oscar de verdad:
Deseo que esta mirada sea un preludio de cambio real, pero los gobernantes de ahora, no tienen escrúpulo alguno para conseguir lo que están ansiando.
La esperanza nunca debe perderse… aunque cuesta mantenerla en pie.
pili-mª pilar
El escenario regional después de Dilma – Raúl Zibechi
http://www.jornada.unam.mx/2016/09/02/opinion/020a2pol
La destitución de Dilma Rousseff por el Senado más conservador desde 1964 (año del golpe de Estado contra João Goulart) cierra el ciclo progresista que se inició con la asunción de Luiz Inacio Lula da Silva el primero de enero de 2003. Siendo Brasil el país más importante de la región y el que marca tendencias, estamos ante una inflexión irreversible en el corto plazo, donde las derechas conservadores imponen su agenda.
El panorama regional sudamericano aparece claramente dominado por la alianza entre el capital financiero, Estados Unidos y las derechas locales, que muestran un dinamismo difícil de acotar a corto plazo. Hay que remontarse a principios de la década de 1990 para encontrar un momento similar, pautado por el triunfo del Consenso de Washington, el auge del neoliberalismo y el derrumbe del bloque socialista.
Sin embargo, sería equivocado pensar que estamos volviendo al pasado, por más que algunos analistas crean que se están perdiendo conquistas. La realidad indica que la región camina hacia adelante pero, en lo inmediato, lo que tenemos enfrente no es la sociedad igualitaria y justa con la que soñamos, sino un inminente choque de trenes entre los de arriba y los de abajo, y luchas entre clases, razas, géneros y generaciones. Hacia ese desenlace va la humanidad, y ese es el futuro a mediano plazo que se avizora en la región.
En rigor, este panorama ya se venía perfilando desde hace varios años, cuando aún gobernaban los progresistas, por la creciente alianza de hecho entre las clases medias (viejas y nuevas) y los más ricos, en gran medida por el triunfo de la cultura consumista, despolitizadora y conservadora que impulsaron esos mismos gobiernos. Pero lo que importa, mirando hacia adelante, es el mentado choque de trenes.
Una nueva derecha se ha impuesto en la región. Una derecha que no tiene escrúpulos legalistas, que no está dispuesta a respetar los modos de las democracias, que pretende arrasar los sistemas educativo y de salud tal como los conocimos. En Brasil la nueva derecha ha puesto en pie el movimiento Escola Sem Partido, que ataca la educación pública, vapulea el legado de Paulo Freire y pretende controlar estrictamente a los docentes.
Habrá que volver con más detalle sobre este movimiento, que promueve la disociación entre educar (responsabilidad de la familia y la Iglesia) e instruir (transmisión de conocimiento, que es la tarea de los profesores). Si los proyectos de ley que ingresaron al parlamento fueran aprobados, una porción de los docentes podría ser sancionada por adoctrinamiento ideológico, por hablar de la realidad del país, ya que en las aulas, pregonan, no debe existir la libertad de expresión. En esa realidad no sólo entra lo político, sino incluso la violencia contra las mujeres. Apenas una muestra de lo que viene.
Para comprender por dónde va la nueva derecha no hay que mirar atrás, o sea, el periodo de las dictaduras, sino a personajes como la primera ministra británica, Theresa May, quien asegura estar dispuesta a usar armas nucleares aunque le cuesten la vida a inocentes (The Guardian, 18/7/16). O como Hillary Clinton, que considera a Vladimir Putin el nuevo Hitler. No son declaraciones aisladas o fuera de contexto, es el estado de ánimo de las nuevas derechas, guerreristas, dispuestas a arrasar naciones enteras, como ya hicieron con media docena de países en Asia y Medio Oriente.
Para que haya choque de trenes tiene haber dos fuerzas antagónicas en disputa. Eso es lo que se viene perfilando en la región. Hemos recorrido las nuevas luchas estudiantiles y populares en Brasil (goo.gl/Bz9OBD), los movimientos que ganan protagonismo en Colombia (goo.gl/DfboIk) y las nuevas resistencias negras (goo.gl/GTQPzQ), entre otras.
A ellas deben sumarse la renovada fuerza del movimiento campesino en Paraguay; la resistencia al modelo soyero-minero en Argentina, y, en los últimos meses, al ajuste del gobierno de Macri; las importantes movilizaciones de las mujeres contra la violencia machista, como la realizada en Perú en agosto; la persistencia de los movimientos indígenas en Ecuador y Bolivia.
Se abren nuevas e imprevistas resistencias. En agosto hubo enormes movilizaciones en Chile, dos grandes marchas de más de un millón de personas contra el sistema privado de pensiones (Afp), y un cacerolazo, que anuncian el comienzo del fin de un sistema que fue la clave de la acumulación de capital en el régimen pospinochetista. Nueve de cada 10 jubilaciones son menores de 220 dólares, o sea, menos de 60 por ciento del salario mínimo, por lo que la población reclama el fin del sistema privado.
Lentamente se va abriendo paso entre los sectores populares la convicción de que la corrupción es sistémica, como el narco y los feminicidios, y que no importa si gobierna la derecha o la izquierda, porque las cosas seguirán más o menos igual. La prometida reforma educativa en Chile, que el Partido Comunista utilizó como argumento para abandonar la calle e ingresar al gobierno de Michelle Bachelet, se diluyó en las negociaciones con el empresariado y se sigue priorizando la enseñanza privada, como denuncia la nueva ofensiva estudiantil.
En esta etapa, el sistema no puede realizar reformas en favor de los pueblos, porque no tiene margen económico ni político. La economía funciona como una máquina que extrae, expropia y concentra los bienes comunes. La política se reduce a fuegos de artificio y deja paso, cada día con mayor evidencia, a la policía para dirimir los conflictos. La principal diferencia entre los colores que gobiernan es de velocidades en la aplicación de un modelo que no deja otra alternativa que la resistencia.
La destitución de Rousseff por un Senado infestado de corruptos podría ser la ocasión para reflexionar sobre la inconveniencia de seguir confiando en los mal llamados representantes, que están allí para devolver favores al capital, y apostar con mayor energía a la organización. Nadie lo hará por nosotros.
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Hola!Triste, muy triste está Leonardo. Es comprensible el tono “elegíaco” de sus Artículos. NOTA: La elegía es un subgénero de la poesía lírica que designa por lo general a todo poema de lamento. La actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el tiempo, un ser querido, un sentimiento, etc. Pero ese camino no es bueno prolongarlo. Habrá que volver a “tomar el toro por las astas”. Eso es la Historia de la Vida: Ensayo y Error http://elmuertoquehabla.blogspot.cl/2016/09/zabalza-las-barbas-en-remojo.html ¡Vamos todavía! – Óscar.