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Ideología de gender: la construcción de un enemigo

Recibo de Colombia este buen artículo sobre el uso episcopal (y también papal) del dragón imaginario de la ideología de género. Sobre eso hablé el otro día en la radio (ver Tablón de ATRIO) y me gustaría escribir un artículo explicando más ese embaucamiento, nacido del carca Benigno Santos, que ha contagiado a varios episcopados. Si hay una ideología de género dominante y peligrosa es la ideología patriarcalista. Pero, por ahora, coincido plenamente con la filósofa, teóloga y poeta colombiana Carmiña Navia Velasco, cuya lectura recomiendo. AD.

DEBATES SOBRE EL GÉNERO

La conceptualización teórica sobre el género no es una ideología como están afirmando algunas iglesias cristianas en Colombia y en otros países y también políticos de diversa índole. En estos días, Mara Viveros, directora del Plan de Estudios sobre Género en la Universidad Nacional de Bogotá, al referirse a esta polémica, planteaba cómo de lo que se trata es de la construcción de un enemigo.

No es posible afirmar cuál es la primera vez que esta expresión ideología de género se usa, pero sí se pueden rastrear algunas pistas. En la tradición católica, la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en su Relación final, toma el término gender del inglés y afirma que sexo y género se pueden distinguir pero no separar. Inmediatamente después, el Papa Francisco, recoge muchos de los planteamientos y propuestas de esta Asamblea, en su Exhortación Apostólica Postsinodal: La Alegría del Amor (*).

En esta Carta, en su numeral 56, el Papa afirma:

Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer.

Es claro que esta afirmación no refleja una comprensión acabada, de todo el desarrollo de la teoría de género.

En cualquier caso, la historia del concepto género a todo lo largo de su trayectoria no podemos entenderla como una corriente, propuesta o postura ideológica. Se trata por el contrario de un desarrollo conceptual al servicio de una mejor comprensión de las dinámicas de la sexualidad y la afectividad humanas. El concepto de género nos ayuda a comprender mejor cómo las diversas culturas en distintos momentos de la Historia ha vivido, orientado y normado las diferencias biológicas en torno a la sexualidad. El concepto de género no pretende atacar nada, sólo explica.

A partir de estudios realizados, que si bien están abiertos totalmente, ya han mostrado con suficiente claridad algunas de sus conclusiones, los distintos grupos humanos: de hombres, de mujeres, de gays o transexuales… los distintos grupos humanos desde sus posturas filosóficas, antropológicas o religiosas… los aceptan o discuten, los profundizan o contradicen o debaten… pero no es posible realizar condenas de hechos que las ciencias humanas han demostrado. En este sentido podríamos preguntarnos por ejemplo, por qué los cristianos a lo largo de su historia no han mantenido como obligatoria para los varones la práctica de la circuncisión, siendo esta una costumbre heredada del pueblo judío al mismo tiempo que la palabra del Primer Testamento o la primera alianza.

Desde mi punto de vista, los manuales que sobre sexualidad u otros aspectos de la convivencia elabore un Estado para los estudiantes en formación, deben ser sustentados por la ética del bien común, pero además por los conocimientos seculares en los que la dinámica social y humana avanza. A partir de ahí, las comunidades católicas o de otras corrientes religiosas, pueden -en sus espacios- debatir o proponer alternativas acorde a sus creencias. Lo que no se puede es imponer al conjunto de un país una visión propia y particular sobre la vida sexual, la organización familiar u otros temas de la convivencia.

Pero sí me parece importante enfatizar que antes de tomar posturas, aunque ellas sean privadas, hay que hacer un esfuerzo de comprensión. No se puede acusar a los estudios de género de querer acabar con la familia (¡¡¡!!!). El Papa ha realizado en su Carta una aproximación primera y ligera, antes de sacar conclusiones es imprescindible profundizar en el diálogo y la comprensión. Pero el diálogo no se puede realizar solamente con quienes refuerzan mi pensamiento. Se trata por el contrario de un diálogo con especialistas en la materia que expliquen los alcances y posibilidades de esta conceptualización y herramienta del saber.

En el mismo texto al que hago alusión, el Papa Francisco dice varias veces que la realidad tan compleja a la que se están enfrentando, requiere estudios, análisis y profundizaciones posteriores.

Carmiña Navia Velasco
Santiago de Cali, Agosto 2016

11 comentarios

  • M.Luisa

    …como siempre decir que inserto mi comentario directamente del word y es luego cuando puedo leer los últimos comentarios, en este caso el de Iñaki al cual al leerlo  su paciencia me honora…

  • M.Luisa

    …sigo un poco más. El temor eclesiástico al sexo pone de manifiesto   la identificación que se hace  entre el sentir animal y el sentir humano. Entre medio ellos ponen la moral.

    No ven que mientras los órganos de aquel le señalan la realidad, los órganos del ser humano se la abren al completo. Por esto  el sentir humano es  en sí mismo intelectivo -siente la realidad del otro-.

    Por ejemplo si nos atenemos a una realidad notificante, es decir, que nos llega mediante el sentido del oído,  el momento intelectivo no está en el escueto oír, pero como momento sensible  éste momento es aquel que nos abre   a otro  que  lo  completa   cual  es el de la escucha y este es el  momento intelectivo del cual carecen los animales. . Por eso antes decía que el amor no es mera cognición sino conocimiento que entra por los sentidos.

  • Iñaki S:S,

    Algún día las religiones, empezando por la católica, tendrán que preocuparse del poco caso que hacemos, a las normas morales que ellos marcan, sus teóricamente fieles.

    Estando de acuerdo con Ana, creo haberlo entendido mejor después de leer, un par de veces o tres, la otra manera de decirlo de M. Luisa.

  • M.Luisa

    A mí se me ocurre decirlo de otra manera, el amor que no  preocupa a la religión católica es aquel que la letra lo  ha teorizado, lo ha desencarnado, lo ha separado del sentimiento que lo engendra.

    Helénicamente lo ha idealizado.  El amor desde Pablo ya no es Buena Noticia,  porque toda  noticia, primordialmente se oye, y si esta es buena se  “escucha” la presencia de la bondad en ella, siente lo que la noticia le notifica, el amor no es “gnoto” sino que   se nota sintiendo. De ahí que, en otro lugar y en otro contexto, hace algún tiempo hablando de las influencias paulinas en  la iglesia, decía entonces que lo que en ella se hace “oír” son las nudas explicaciones de lo que sea esto que en la “escucha” sentimos como amor.

  • ana rodrigo

    Lo que les preocupa a las religiones no es el amor, es el sexo. Se han empeñado en que el sexo tiene que estar regido por las normas morales que ellos marcan, cuando el sexo es una actividad corporal más que, como cualquier otra actividad en el que intervengan otras personas, sólo requiere respeto al otro. Si a esto le añadimos que los clérigos son célibes y en todas las religiones son machistas, tendremos el cóctel para justo para complicar la vida a quienes lo único que quieren vivir es el amor.

    Ahí está el arzobispo citado por Oscar como exponente del absurdo en cuestiones de moral sexual.

  • Iñaki S:S,

    C’est qui compte c’est l’amour. Lo repetia a menudo Frère Manu, un carismático lider, allá por los años 1960, dentro de la variopinta familia de las Fraternidades de Charles de Foucauld. Su convicción, junto a su forma de vida, impresionaban y era fácil estar de acuerdo con él.

    Aplicada a la temática de este post, si la práctica demuestra, como dice Victor, que una pareja homosexual puede ser portadora de un mutuo amor auténtico,  para mi está todo dicho.

  • oscar varela

    Arzobispado de La Plata-Pcia. Bs. As.-Argentina, con un muy turbio prontuario sucesorio (desde el genocida Mons. Plaza, que el actual Mons. Aguer corrobora:* “El vicio de la fornicación se convirtió en algo trivial, común e insustancial“…………………….POLEMICA OPINION DEL ARZOBISPO DE LA PLATA, HECTOR AGUER, SOBRE “LA FORNICACION”http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-307622-2016-08-24.htmlatacó la distribución de 9 millones de profilácticos para los Juegos Olímpicos.- También hizo blanco en la comunidad Lgbti,- en el matrimonio igualitario y- sobre las mujeres……………….

  • ana rodrigo

     
    La sociedad es algo vivo, está evolucionando constantemente, tiene su propia dinámica independientemente de religiones, normas o leyes. Si nunca nadie ni nada ha conseguido detener su discurrir a lo largo de la historia, menos lo van a hacer en el momento actual en que tenemos una sociedad más madura que en otros tiempos en tantísimos aspectos, quizá el más significativo sea la conciencia sobre los derechos humanos universales.
     
    Cualquier institución que no esté atenta a los cambios que se producen desde esta madurez social y reconozca lo que de positivo hay, con el tiempo quedará convertida en una estatua inerte. Traer principios morales de épocas remotas y de sociedades y costumbres no menos remotas, es soplar contra el viento.
     
    Tienes razón, Víctor, la Iglesia, como en tantos otros temas (eso sí, siempre con mucho retraso) terminará aceptando una realidad que está ahí, que la vemos en nuestro entorno, que es una ofensa, para justificarla, decir que son buenas personas (¿por qué tendrían que ser malas?), que viven el amor con toda naturalidad al igual que lo hacen los hetero, que viven conforme a una naturaleza que les es dada, que no van contra nadie ni contra nada.
     
    Interpretar que es la voluntad de Dios el que las parejas sean de distinto sexo, pienso que es hablar en nombre de un Dios al que nadie ha visto ni oído. Las religiones las conforman una parte de la sociedad, y cada cual le atribuye a Dios lo que le parece oportuno. De ahí que la moral en las distintas religiones sea diferentes, y todas ellas se las atribuyen a alguna revelación de Dios. Ni los homosexuales, ni las lesbianas y los trans, son un invento ad hoc, es la naturaleza misma sin más aditivos que no sea el respeto al otro desde la libertad personal, igual que en cualquier relación humana.
    Bien venido a este atrio de encuentro y reflexión, Víctor.

  • M.Luisa

    Coincido totalmente con el modo de tratar, Víctor Zecchetto,  este tema sobre la ideología de género, – mal llamada así, por cierto, como dice él mismo- ,  hasta el punto de que hace pocos días  le exponía  a una persona que se me  mostraba despectiva y contraria al respecto, casi con las  mismas palabras con las que lo expresa  el señor Zecchetto.

    Yo la veo más bien como un signo de una “tendencia” de algo nuevo que hay que incorporar después de tantos siglos de opresiones machistas”

  • Víctor Zecchetto

    Estimados lectores:

    Opino que todo cambio de cultura implica la desestabilización de patrones de ideas, costumbres y estructuras. Si decimos continuamente que estamos viviendo un ‘cambio epocal’ es normal que también la mal llamada “ideología gender” cause estupor o escándalo(por decir lo menos). Yo la veo más bien como un signo de una “tendencia” de algo nuevo que hay que incorporar después de tantos siglos de opresiones machistas. Sí debemos sopesar sus aspectos positivos y negativos que trae en su mochila. A la larga sus aportes positivos habrá que asumirlos también en la moral cristiana y católica…(por ejemplo, ¿por qué desconocer que una pareja homosexual no puede ser portadora de un mutuo amor auténtico?) La práctica lo demuestra.

    Víctor Zecchetto. Buenos Aires

     

     

  • Tengo derecho a que la “otra parte” dé su opinión en este blog acerca del tema en discusión. Me llama la atención la frase “carca” dirigida al señor Benigno Santos. Es verdad que esta palabra tiene varios significados y uno de ellos significa “retrograda”.
    Bueno, en diversos artículos que he leído, se le ha acusado a la Iglesia como una institución “retrograda” por su enseñanza moral.
    Existe moral cristiana y moral pagana, mi concepto acerca del “genero” es de óptica cristiana. La moral cristiana trata la sexualidad humana, también en sus formas desviadas y pervertidas. Nuestra sociedad actual no es una sociedad homosexual, es permisiva y tolerante. No está demostrado que el cristianismo sea responsable de la extrema severidad empleada por la sociedad respecto a los homosexuales de todo género.
    Pregunto: ¿se puede sostener una amistad “intima” entre dos personas del mismo sexo sin satisfacción sexual genital? En esta amistad del mismo sexo ¿prevalece la abstinencia? Esta amistad entre el mismo sexo ¿es subliminal o erótico? ¿es antisocial el comportamiento de convivencia de personas del mismo sexo en la sociedad?
    Los diversos textos del N.T. tomados en su conjunto, dan testimonio de la lucha entablada primero por el pueblo israelita y después por la Iglesia apostólica contra las tendencias paganas, que pretendían justificar el comportamiento de personas del mismo sexo.
     
    La Iglesia no intenta emitir un juicio sobre las personas individuales, sino más bien sobre el fenómeno moral, desde la perspectiva de la solidaridad de la perdición y de salvación.