Este artículo está pensado como continuación de Presencia del mal
Últimamente se observa en los escritos de determinados medios hacer una mención al Proyecto de Jesús, señalando tal cosa como una iniciativa de carácter autónomo con pocas conexiones con la religión de Israel a la que se le califica de “la religión del Templo” englobando en ella como antítesis la religiosidad popular. Consecuentemente, aunque en rigor, no tendría por qué ser lo mismo, también con muchos puntos de desencuentros con las expectativas desarrolladas en la historia de Israel e igualmente señaladas en Las Escrituras. De esta manera se busca revestir el mensaje y la vida de Jesús de cierto rasgo de originalidad y sorpresa., de ruptura con el pasado y con la religión oficial. Algo muy al gusto de alguna corriente actual de pensamiento, presentando a Jesús como un hombre de su tiempo y ligado a su momento histórico.
Pero he aquí que Jesús no fue nada autónomo ni original, sino que se esforzaba muy mucho en legitimar su obra y su misión, en dar cumplimiento a lo prescrito en la Ley y en los Profetas, y, sobretodo, en obediencia a Dios. Sumiso a Dios hasta la muerte y muerte de Cruz. El Espíritu Santo le había preparado desde el momento del anuncio de su concepción en el vientre de María para realizar la encomienda doble de Mesías Prometido y Siervo sufriente.
La teología se ocupa de explicar a Dios como Padre o como Madre, principio engendrador o figura protectora. En realidad el Dios de Israel se nos revela en los mismos orígenes como una familia, una unidad indivisible en una comunidad de personas.
Génesis 1,26 y 27: “Dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra”
“Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.”
Así somos, entonces, la imagen de Dios, de forma más cabal y completa. La pareja es el proyecto divino antes que la individualidad de los sexos.
Génesis se repite hablando de Adán (5,3) De Adán dice que engendró un hijo a su semejanza y según su imagen.
Entonces, la obra creadora de Dios fue “un alumbramiento”. Todo ser humano es un hijo de Dios, la imagen que debe reflejar los caracteres naturales de su progenitor. Lucas, el evangelista gentil hace terminar la genealogía de Jesús de esta manera: “…hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios” a Jesús le llegó ser hijo de Dios a través de Adán. Uno como nosotros. Dios hizo la pareja humana en la tierra para que fuera parte de su familia celestial.
¿Por qué, entonces, los hechos parecen desmentirnos y no se ve que seamos un reflejo, la imagen, de la justicia y la santidad de Dios?
Mediante unos relatos recogidos de la anterior tradición oral, Dios nos lo explica. Ha habido una irrupción del mal moral en el mundo por razones de una desobediencia que se había fraguado en el cielo y que arrastró contaminando a la familia humana.
La caída del ser humano con la pérdida de su protagonismo en la Creación motivó lo que hemos venido a llamar “el protoevangelio” (Génesis 3,15) que empezó siendo un anuncio previo de la superioridad y la victoria final de la humanidad sobre fuerzas espirituales enemistadas contra Dios en su abierta rebeldía. Dios no pierde la iniciativa creadora, se hace cargo del problema como hace un padre con sus hijos ofreciéndose para pagar la deuda contraída.
Jesús fue la simiente de la mujer.
La muerte biológica alcanzaba un alto valor teológico de imagen y figura de la muerte espiritual que representaba la huida humana de fuera del ámbito de la voluntad divina. Cuando entró el pecado también entró la muerte; pero cuando la simiente de la mujer, haría su presencia el Cristo de Dios, con El entraría la vida y la salvación para todos los seres humanos.
Mientras tanto, se establecía un derecho legal sobre el ser humano a causa del pecado lo cual ponía en evidencia el régimen o economía de la Ley que hacía prohibición del pecado, pues el Decálogo promulgado era más que nada una prohibición, que nos sentenciaba a muerte.
Aquí interviene el Proyecto de Dios para todo ser nacido de mujer y Dios resolvió el problema de la supresión de la sentencia condenatoria mediante el pago de la deuda que realizara Jesús en la Cruz. La sentencia fue efectivamente ejecutada en la persona de su Hijo, siendo humano, convertido en pecado sin ser pecador, cumpliendo las exigencias de la Ley, sumiso a la Ley, y hecho un maldito por ella. Colosense 2,14
Jesús es el puente entre el cielo y la tierra, la reconciliación de la familia terrena con la celestial. Nos hace el ofrecimiento de que vivamos en la casa de Dios como un hijo, una hija, con su Padre. Juan 14,2. Lucas 15,18
En Jesús, incorporados a Jesús, simiente de la mujer, volvemos a entrar en la familia de Dios como había sido establecido en el principio. Efesios 2,19: “Así, pues, ya no sois extraños. Ni forasteros, sino ciudadanos de los santos y familiares de Dios”
Y nosotros ahora andamos con los enredos y los problemas de la ética y de la moral porque carecemos y estamos en la necesidad de una nueva comprensión de las cosas.
Cosas tales como una mejor comprensión del plan de Dios, la presentación del Proyecto de Dios que nos formula Jesús y que tomó como propio (“las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí”.)
Y si es así, necesitamos también un mejor entendimiento del mensaje de Dios, porque nuestras estimaciones y conjeturas teológicas no se están correspondiendo con la voz de Dios.
Y, entonces, también, tenemos que dudar de que hayamos comprendido bien el mensaje y mandamiento de Jesús sobre el amor si no alcanzamos a ver el amor de Dios fuente y principio de todo amor humano.
Y, finalmente, siendo esto así, seguimos en la necesidad de una nueva experiencia, pero con ese Dios todo poderoso. Debemos buscarla, desear ardientemente tener una nueva experiencia con Dios.
Así, por ejemplo superaremos esa concepción tan extendida de que la creación del Reino de Dios sea el resultado del esfuerzo humano desde el impulso divino inicial desplegado en el acto Creador en Adán, un Dios que se ha alejado de nuestras vidas y de nuestras existencias a la espera de unos éxitos inciertos. ¡Terrible visión de un ser humano arrojado a la existencia por un dios indiferente! Podemos hacer de nuestra muerte un cierre definitivo o aceptar la voz de Dios que nos habla de un sueño del cual Él, amoroso, nos va a despertar.
Dios con su pedagogía divina nos muestra la Tierra y el Cosmos entero llamados a hacer del ser humano muy en particular y el Universo en general un templo para habitación de su Espíritu con un propósito, como dice Isaías: “a los que son llamados por mi nombre, a los que para mi gloria creé, a los que plasmé y formé”.(43,7)
Estamos inmersos en el Reino de Dios, formamos parte de él haciendo que nuestras vidas sean reflejo de la gloria de Dios.
Pepe, primero quiero disculparme, porque olvido casi siempre que hemos sido educados en el catecismo católico (que es la teología escolástica muy resumida) y poco en Las Escrituras.
Quien haya leido con detenimiento a San Pablo habría deducido que estaba citando muy libremente su pensamiento, casi de forma compendiada y destilada, y así su estilo personal de argumentación a un tú imaginario.Pablo entiende que las personas no judías también son beneficiadas cuando de forma natural “conocen a Dios”, aunque no hayan gozado de los beneficios de la Ley del Sinaí ( el Decálogo), por lo que por respuesta también le alaban y le dan gracias (Romanos 1,21) Al negarse a inquirir y ahondar en el verdadero conocimiento de Dios, por ese mal uso de la razón religiosa reciben el ofuscamiento del juicio moral ( 1,28) Pero lo importante de este pasaje está en la conclusión del 2,14 “En efecto, cuando los gentiles, aunque no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, para sí mismo son ley” Es decir que Pablo pone por encima de las prescripciones de la Ley Judía, el testimonio de la conciencia individual. La Ley Judía (nuestros mandamientos cristianos) sólo es una guía y no principio de salvación.¿Por qué Ley nos debemos conducir? – Por la ley de la conciencia grabada en nuestros corazones-
Pablo en su discurso ante el procurador romano: (Hechos 24,16) “Por eso, yo también me esfuerzo por tener constantemente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres”.
En la persona cristiana esa conciencia debe estar guiada por Dios: (Romanos 9,1) “Cristo es testigo de que digo la verdad, y de que no miento – además me lo dice mi conciencia, guiada por el Espíritu Santo-”
lo que explicas sobre el hilo de Carlos Barberá no carece de enjundia, tanto fe, espiritualidad o religiosidad tiene las tres sus universos propios.
Hola Román,
Concluyes la respuesta que me diriges felicitándome: ” ¡Enhorabuena, los asuntos de la fe no deben importarte!. Si no estás sujeto a la Ley, eres libre de la Ley.”
El caso es que los asuntos de la fe me interesan, como he ido poniendo de manifiesto en numerosos comentarios a lo largo de los últimos diez años. El que no afirme las proposicions cristianas que tu defiendes, no quiere decir que no sea capaz de verbalizar de alguna manera mi personal espiritualidad (y aquí enlazo con el artículo de Barberá) Por sorprendente que te parezca, yo creo. Lo que pasa es que mi espiritualidad es íntima y no proselitista. No siento ninguna necesidad de predicarla, aunque algunas veces -muy pocas- he escrito algo sobre ella. Pienso que esa intimidad y la ausencia de deseo proselitista, invalidan la argumentación de Barberá en su nuevo artículo, que tal vez valga para hablar sobre determinadas sectas. Sí, ya sé que Barberá me podría decir que, en realidad, lo que defiendo es una secta unipersonal, o algo por el estilo. Bueno, eso es posible.
En resumen, para que se me entiendas fácilmente: el que no tenga tu fe cristiana ni una fe musulmana ni hinduista ni etc., etc., no quiere decir que no tenga fe. Sí tengo, la mía.
Gracias Román!
Mi Comentario atendía a tu frase:
– “¡Terrible visión de un ser humano arrojado a la existencia por un dios indiferente!“-
Agregando:
(es confesión de un extremista religioso)
………………
La Religión fue la “TABLA DE SALVACIÓN” fabricada laboriosa-paciente-larguísimamente, por grupos humanos que no podían soportar, precisamente, al DIOS INDIFERENTE: Azar – Suerte – Fortuna etc.
Ese “dios” no ha caducado; es la CARA que nos ponen las CIRCUNSTANCIAS. A veces FAVORABLE; otras DES-FAVORABLE a nuestra Pre-tensión. (el dios básico es un ¡DES-CARADO!)
(recuerda que el vocablo PER-SONA es esa CARA en el Drama del vivir)
………………..
Lo que te digo es que la SOLUCIÓN (salvación) “religiosa” es algo que nos vale solo como que ya nos pasó. Pero insuficiente para lo-que-nos-pasa.
Te agrego que la “CIENCIA” o “CONOCIMIENTO” es –para mí- algo que también ya nos pasó (en cuanto a esperar de ella la SOLUCIÓN (salvación).
Tal vez estamos aprendiendo ahora algo muy simple, que es lo que hacemos siempre: fabricar el “mañana” lo mejor que podemos (también ¡cagando a los que nos quieren cagar encima!).
Los cuentitos a la hora de dormir a mi hijo cuando era chiquito terminaban con: “¡Mañana sigue!”
Algo parecido al ¡Vamos todavía! – Óscar.
Querido Oscar,
he dejado para el final contestar a tu comentario, el más incisivo y revelador de todos. Sólo un alma tan grande como la tuya consigue con el texto tal acto de desnudez intelectual de manera casi icónica.Nunca me canso de apreciarlo en tí.
Te informaré que el conjunto que Atrio inserta en dos apartados (La presencia del mal y éste) en principio no iba destinado para ser publicado sino que era la respuesta que me había ofrecido entregar a Jorge Felip a su contribución en ¿Transhumanismo? de Blas Lara (ver comentario del 4/07/2016 10.07 am) A la dirección de Atrio le plació hacerlo.
Respondía, por tanto a estas cuestiones planteadas por Jorge.
1- Deducía que un comentario mío anterior que en lugar de venir Jesús a salvarnos nos hundía más en el pecado, en el sentimiento de culpa.
2- no era para él de recibo resaltar dentro del seguimiento de Jesús su explicación de la maldad humana.
3- El mensaje de Jesús era liberador del pecado y de la culpa a las que estaban atado el pueblo judío, porque eran esclavos de la Ley del Pentateuco.
4.- El Proyecto de Jesús no hacía listado de pecados.
5.- La llamada al arrepentimiento ya la conversión era más bien propio sólo del Bautista, no de Jesús
6.- Esto es un tema marginal en el mensaje de Jesús, pues “su vida” da comienzo cuando abandonamos el pecado (su redención es esa liberación del pecado)
7.- No implica que no vayamos a pecar más, sino que nos pone en camino en la búsqueda de la plenitud del amor
8.- Permaneciendo en la lucha contra el pecado entonces no hemos iniciado el camino de seguimiento de Jesús.
Observarás que Jorge planteaba un problema ético de primer orden, ajeno a la libertad que gozas liberado “del yugo” de la religión.
Desde la Palabra
Hemos llegado hasta aquí, en nuestro Catolicismo puesto a discusión, con una revisión sobre dos supuestos.
La valoración actual y las consideraciones sobre los escritos bíblicos, ambas cosas vistas con ojos profanos en busca de neutralidad, en nombre de las ciencias, que han dejado caer muchas concepciones teológicas elaboradas, deducidas o interpretadas a partir de sus textos.También han caído puntos doctrinales expresos mediante el método de buscarles otras valoraciones a los testigos (hechos, dichos y autores).
De segundas, también hemos extendido la mirada hacia el estadio de nuestra evolución cultural deseando aceptar nuestra sensibilidad actual como algo determinante para la criba, descriminación, rechazo o aceptación de determinadas doctrinas o asertos teológicos. El método queda establecido mediante el juicio previo de que hemos llegado a un tal nivel de desarrollo cultural, apoyándonos en los avances científicos, que se aconseja esta labor de purificación
Sin embargo, la predicación apostólica, el kerigma, se hacía desde la Palabra. Con el transcurso de los siglos se perdió esta predicación desde la Palabra de Dios siendo progresivamente sustituida para hacerse desde la teología o el magisterio.
A quien le oí explicar mejor este punto del kerigma ha sido al P. Jesús Villarroel, O.P. Tales cosas que parecen aparentemente buenas por lo bien preparadas en su presentación tienen el inconveniente de no dejar espacio para que el Espíritu Santo nos hable al corazón.
Es decir, que el inconveniente que yo descubro en la anteriormente dicho consiste en que “el Espíritu se encuentra mucho más a gusto en su propia palabra, en la que él inspiró directamente a sus apóstoles y profetas”.
Pepe, tanto tú como Oscar tenéis derecho a darle la vuelta del revés al calcetín de la religión cristiana demostrando que muchas concepciones religiosas son proyecciones humanas sobre Dios ( el Dio de Jesús, el Dios de la Biblia, el Dios del Catecismo, el Dios de las teologías) Al fin y al cabo todo cuerpo de doctrinas es un conjunto de creencias más o menos armonizadas entre sí. Esto es válido para la religión, para la política y para toda ideosincracia cultural.
Hoy en día para conjurar el problema se recurre a lo previo consistente es lo más actual y convenido, es decir, en lo que llamamos la mentalidad moderna, la humanidad actual, el ser humano postmoderno y anclado en la seguridad de su autonomía. Y yo digo; se conjura el problema; se deconstruyen las proyecciones. Y donde de Dios sólo había una imagen, no queda nada. ¡Buen trabajo! Que cada cual cargue con las responsabilidades de su vivir. Al fin y al cabo se ha actuado con la honestidad intelectual de que el asunto no trataba de llegar a entender mejor a Dios, sino de prescindir de mitos heredados. ¡Para ser personas más libres! ¡Enhorabuena, los asuntos de la fe no deben importarte!. Si no estás sujeto a la Ley, eres libre de la Ley.
Gonzalo, tu mirada hacia aspectos importantes de nuestra fe que me resulta tan cercana aunque no totalmente coincidente me anima a intervenir para ir poco a poco aclarando conceptos. Me dosificaré dejando para cada intervención un único comentario.
Tras Jesús y nó que precisamente a causa de Jesús existió pocas décadas después un cambio tan profundo en el judaísmo, que ese cambio tan radical constituyó el inicio de un nuevo paradigma histórico.
El judaísmo salido del exilio de Babilonia ( años 586 a 538) conocido como el postexílico y sinagogal sobrevivió incluso sin Estado medante la religión y su creencia en el único Dios.
Los acontecimientos históricos determinantes para ese cambio de paradigma despues de Jesús fueron la destrucción del Templo ( año 70) y luego la de Jerusalén ( año 135) Fue precisamente la secta de los fariseos la actora de ese nuevo paradigma y salvadora del judaísmo, pues la crisis político religiosa del judaísmo se agravó escalonadaaamente en las décadas posteriores a la de los años 30. Los fariseos sobrevivieron salvando el rabinato, la sinagoga y la Ley.
La neutralidad farisea durante los trágicos acontecimientos permitió la apertura de una escuela en Yabne que sustituía al Sanedrín de Jerusalén. Abrazasdos al principio de la no violencia se convirtieron en el judaísmo normativo. Allí nació el canon de la Biblia Hebrea. El lugar del altar lo ocupa La Biblia, en el complelmento de los tres elementos defnitorios: Rabino-Sinagoga-Biblia.
Desde el punto de vista de la historia política la ejecución de Jesús en la víspera de la Pascua del año 31 fue uno de tantos signos de advertencia y de escarmiento de que las autoridades romanas no permitirían levantamientos y que estos de ocurrir no tendrían posibilidad alguna de triunfo)
sin embargo, el cristianismo con el tiempo se convirtió también en otra religión del Imperio habiendo nacido precisamente en Pentecostés del 31, habiendo sido una nueva secta judía que sobrevivía profundamente transformadora del judaísmo y creándose con ella un paradigma paralelo.
Así, que yo también puedo decir igualmente que Jesús realizó un cambio radical respecto al judaísmo de su época sin desmentirme de lo que arriba tengo escrito.
Hola Román,
Siguiendo mi línea de pensamiento, manifestada en numerosos comentarios a lo largo de los últimos diez años, yo hablaría del proyecto del ser humano para Dios. Afirmación que solamente tiene sentido si se acepta que no fue Dios el que hizo al ser humano a su imagen y semejanza sino exactamente al revés: el ser humano hace continuamente a Dios a su imagen y semejanza.
Por ejemplo, el proyecto de Juan Pablo II para Dios parecía un proyecto elitista: Dios tenía que estar al servicio de los ricos y poderosos, del Opus dei, de los Legionarios, etc. Por contra, el proyecto de Francisco para Dios, parece un proyecto más guay: ahora, se le dice a Dios que esté al servicio de los pobres, de los descartados, de los ecologistas, etc.
Todo lo cual me suscita una curiosa pregunta: ¿será Dios obediente a los proyectos que le imponen los seres humanos?
Román, yo me encuentro entre los piensan que Jesús realizó un cambio radical respecto al judaísmo; me refiero al judaísmo con la rémora de sus tradiciones, no a la esencia del judaísmo (que no difiere mucho de la esencia d otras religiones): “al principio no fue así” (respecto al divorcio”, y aquello de exigir el diezmo del comino mientras que se tragaban el camello, y la excusa de la ofrenda del corbán para no socorrer a los padres, y lo del sábado…
Todos podemos encontrar en la Biblia frases para cualquier tesis que se nos ocurra. La Biblia es una antología de textos históricos (más o menos, y yo diría que menos que más), jurídicos y de sabiduría, redactados en situaciones muy diversas y con objetivos distintos (generalmente para mantener al pueblo unido por el nacionalismo).
Te refieres a la redención como superación del mal en pago a una deuda con Dios. Para ello podrías citar numerosos textos, incluso bajo la autoridad de Pablo, de Santos Padres y de Concilios. Sin embargo la sensibilidad actual no admite que Dios se quiera cobrar la deuda de nuestras ofensas mediante el asesinato de su hijo. Jesús fue ajusticiado por proclamar una sociedad diferente, en lo religioso y en lo civil. Como dice Torres Queiruga, la revelación es progresiva, y se adapta al desarrollo cultural de los pueblos. “Quidquid recipitur ad modum recipientis recipitur”.
Me parece muy interesante tu observación de que Lucas presenta a Jesús como hijo de Adán, e hijo de Dios; y de ello sacas las consecuencias de que todo hombre es hijo de Dios. Por ahí creo que va la evolución de la teología; no se necesita la muerte de Jesús, ni el bautismo, para ser hijo de Dios. Esa es la síntesis del mensaje actual de un cristiano: todos somos hijos de Dios y debemos tratarnos como iguales y hermanos, sin distinción de razas, credos, o posibilidades económicas.
Hola Román!
Te leo:
– “¡Terrible visión de un ser humano arrojado a la existencia por un dios indiferente!“-
(es confesión de un extremista religioso)
Comentaré tu escrito como ya sabes que lo comentaré_
1- como “Catequesis de tu Fe” (ya que sueles esquivar lo de “creencia”)
VALE un ¡AMÉN!
2 – como “Proyecto humano”
VALE un ¡NO TIENE SENTIDO!
(salvo que yo -para tu pensamiento- no sea humano. Pero ¡lo soy! ¿qué le vamos a hacer, no?)
¿Ok?
¡Voy todavía! – Óscar.