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 Miopia politica

Blas LaraEl marco actual

Las noticias de estos días después de Niza están dominadas por los atentados yihadistas.

Notemos que no se trata un episodio del momento. La universalidad de la Yihad apunta más bien a una lucha secular diferida hasta el triunfo final del Islam.

En el desierto moral provocado por nuestra sociedad del instante, y del «yo y para mí», se ha abierto un inmenso agujero social en el que se ha podido instalar el islamismo.

Y no tenemos una mística que oponer a Daesh.

¿Cómo responde Occidente? ¿Qué posibilidades de triunfo tienen los drones contra los kamikazes en esta guerra asimétrica de cuchillos contra aviones? Frente a nuestra impotencia para creer en algo, avanza la guerra mística de los creyentes.

Los hombres grandes de la historia estaban animados por una fe en una Idea que trasciende las teorías militares que no ganan las batallas de manera definitiva.

Frente al desafío de Daesh, la Europa de hoy no es más que un ectoplasma. Europa no tiene diseño de futuro. Los dirigentes sin visión cuando gobiernan, no hacen gobierno sino mezquinas contabilidades.

¿Estamos realmente embarcados en una lucha de civilizaciones? ¿Quién puede responder a la pregunta de qué relación mantener a largo plazo con el mundo árabe?

Nuestra política está embarrada en el corto plazo, en la improvisación, mientras que estamos quizás viviendo una guerra que dura mil años.

¿Nuestros dirigentes son capaces de darle sentido de profundidad a la historia?

Nuestros dirigentes inspirados por el pensamiento lineal y cortoplacista del « business is business » no parecen ser capaces de detectar las « señales de los tiempos », ni de darse cuenta de que hay « vueltas cíclicas de la historia », vueltas a otras formas de lo religioso, vueltas a la barbarie desintegradora del cada uno para sí, enterradas todas en los subsuelos de siglos pasados. No llegan a adivinar bajo las capas superiores y aparentes de nuestra cultura actual, las convulsiones y las crisis que nos han ido enseñando a vivir juntos.

No estamos al nivel de nuestros mayores viviendo como vivimos sin profundidad ni perspectiva, en el contexto de lo inmediato, de lo mediático.

En la circunstancia que vivimos, particularmente frente a las elecciones, no podemos sino constatar la miopía ramplona de los dirigentes, los viejos rencores, el egoísmo de las castas y las ridículas ambiciones de personajillos de teatro.

Un mirar hacia atrás se impone. Para conducir sin peligro hay que estar atentos al retrovisor.

Saber de dónde se viene, para saber a dónde se va. Lo que Baudrel llama las tendencias largas de la Historia.

Pequeños yos

El desarrollo personal ha sustituido a los grandes sueños colectivos. Las altas visiones se esfumaron y al mismo tiempo las ambiciones nacionales murieron exangües y hasta menospreciadas como ridículas. Incluso los grandes ideales del sindicalismo están en decrepitud.

Ahora no quedan más ideologías que las del éxito inmediato personal.

¿Qué pensar de la reserva moral del cristianismo ?

Mantengo la tesis de que subyacen presupuestos teológicos a toda filosofía de la historia. (Kant, Hegel, Marx).

En nuestros tiempos, no se ha llegado a romper totalmente el molde cristiano del que queda a penas otra cosa que la envoltura pagana de los ritos.

Si todo se reduce al propio interés y a la satisfacción inmediata, ¿por qué no aplastar al vecino que nos incomoda ? Freud hablaba de represión de las pulsiones. Si esta « represión » de la moral cristiana o simplemente cívica desaparece, solamente queda la jungla del cada uno para sí mismo.

¿Qué se puede esperar de los dogmas progresistas?

Romper con el cristianismo ha sido la ambición de muchos revolucionarios violentos y también de los movimientos progresistas « evolucionarios » más civilizados. A pesar de que el progresismo examinado en profundidad no es sino un cristianismo laico, contrariamente a lo que muchos piensan. De hecho, esas filosofías de la historia son herejías cristianas mal orientadas.

El progresismo por ejemplo es una especie de milenarismo laico.

Sin embargo, no se puede vivir juntos si no hay una realidad que nos trascienda.

¿Podríamos inventar una civilización poscristiana?

Asomarnos a la Historia

Aunque nunca se es consciente de nuestro presente, somos un pueblo que tiene obligaciones respecto al pasado.

Resucitar la Historia es hoy una tarea esencial para nuestro país. Tenemos unos ancestros que nos han dejado una herencia de respuestas a problemas seculares ligados a nuestra particular idiosincrasia. Hay que recuperar esa herencia. Recuperar altura de miras. Recuperar espíritu de servicio. Los ha habido en momentos brillantes de nuestra Historia.

Los acontecimientos de estas últimas semanas (el yihadismo, Turquía, Europa tambaleante) nos revelan los grandes movimientos tectónicos que tienen su origen en los subsuelos de la Historia. Los hechos presentes debieran transportarnos a escenarios internacionales y a amplias perspectivas históricas.

Entretanto asistimos en nuestro país al triste espectáculo de luchas propias de patios de colegio entre enanos políticos miopes y ambiciosos.

 

22 comentarios

  • oscar varela

    Mejor nos organicemos para construir una nueva casa, es decir una nueva sociedad

    Mejor nos organicemos para construir una nueva casa, es decir una nueva sociedad

  • oscar varela

    Máscaras trágicas  Por E. Raúl Zaffaroni

    Los cruzados de la guerra al terrorismo no parecen advertir que esa guerra es imposible, porque el terrorismo es un recurso violento perverso, pero no un enemigo concreto. El enemigo podría ser quien lo emplea, pero no el recurso mismo: no puede haber una guerra contra las minas antipersona, por perverso que sea su uso.

    Esta guerra imposible hace del terrorismo un difuso concepto mediático abstracto, pero si la criminología quiere hacer algo para prevenirlo, no tiene otra opción que considerar los hechos concretos, donde identificar la diversidad de los fenómenos.

    Por un lado, hay un grupo político que, con pretexto religioso, emplea métodos aberrantes y criminales, lo que no tiene nada de nuevo, porque han existido otros muchos a lo largo de la historia.

    Por otro lado, es evidente que se manipula el concepto abstracto, para considerar terroristas a todos los que no gustan a algún poder. Esto tampoco es nuevo; hace un siglo eran anarquistas, ácratas, etc.

    Pero entre los hechos concretos que cabe observar, llama la atención que en Europa aparezcan solitarios que cometen atrocidades en nombre de un movimiento al que no están vinculados y de una religión que no profesan, que nacieron y crecieron en el mismo suelo que sus víctimas y que se expresan en su misma lengua. En Estados Unidos se reiteran fenómenos parecidos, que no pueden explicarse sólo por el fácil acceso a armas.

    Respecto de estos casos, seguramente se sostendrá que se trata de algo nunca antes visto. Pero si bien la particularidad de todo fenómeno es irrepetible, la base común que permite acercarse a su criminodinámica no es nada novedosa.

    Los cruzados de la famosa guerra suelen repetir que el terrorista desconoce la condición de persona de sus víctimas. Si bien esta es una notoria obviedad, es la punta del hilo desde la cual desenredar la madeja que envuelve la aparición del solitario.

    La Declaración Universal de 1948 prescribe que todo ser humano es una persona. No obstante, en la realidad social, este deber ser sólo un objetivo a conseguir, por el cual debemos luchar continuamente, pero que está lejos de ser alcanzado.

    La palabra persona evoca la máscara del antiguo teatro griego. ¿Significa esto que en la vida real carecen de toda máscara los que son considerados como no-personas? No es cierto, porque desde el interaccionismo sabemos que todos llevamos alguna máscara en esta dramaturgia mundial.

    Esto se explica porque para no considerar persona al otro, es también necesario colocarle una máscara diferente: la de enemigo, real o potencial. La máscara de enemigo oculta el rostro del ser humano satanizado (se puede inventar el neologismo enemizado, porque Satán en hebreo significa enemigo).

    La máscara de enemigo oculta el rostro del ser humano, lo que explica que el satanizador (enemizador) pase a ver en el pacífico y simpático vecino de ayer, sólo a un otro enemigo como mero integrante de un colectivo diabólico que debe destruirse o neutralizarse por cualquier medio, incluso la muerte.

    Pero dejemos al satanizado y pasemos a observar al satanizador. ¿Qué lo impulsa a repartir máscaras de enemigo? No es otra cosa que su propia debilidad subjetiva: necesita saber quién es. Al enmascarar al otro siente que supera su propia fragilidad como sujeto, definiéndose por exclusión: No soy el otro, el negro, el salvaje, el gay, el indio, etc. Soy lo que no soy.

    Toda discriminación creadora de enemigos es una semilla de genocidio. Si observamos cómo opera este juego de máscaras en Europa, podremos acercarnos un poco a la criminodinámica de los casos que se consideran nuevos.

    La Europa colonialista puso millones de máscaras de potenciales enemigos peligrosos en todos sus colonizados. Cometió crímenes de increíble crueldad, en particular en África. No hubiese podido cometerlos sin el previo enmascaramiento de sus colonizados. Con el curso del tiempo llevó a muchos a su propio territorio, donde su población no crecía al ritmo que necesitaba su aparato productivo.

    Pero no los incorporó culturalmente, ni a los inmigrados ni a sus descendientes, porque la máscara del salvaje colonizado había sido asimilada por sus sociedades. Se produce un doble juego de máscaras : el portador de la máscara salvaje adquiere una subjetividad en extremo frágil, siente el peso de ésta en el rechazo social, pero tampoco la asume, porque ya no pertenece a la cultura salvaje.

    No necesitamos aventurarnos en el campo de la patología para verificar que, en algunos sujetos, la debilidad subjetiva es tan extrema que les provoca una angustia insoportable, de la que quieren escapar mediante un generalizado enmascaramiento de colonizador, contra toda la sociedad que no acaba de incorporarlo. La fragilidad subjetiva extrema le lleva a responder al ¿Quién soy? con un No soy el enemigo colonizador.

    Por otro lado, los crímenes masivos atroces que estos sujetos cometen, provocan una reacción xenófoba que refuerza estereotipos discriminadores, reafirmando el reparto de máscaras de no persona. No es difícil prever que esta reacción agudice la muy marcada fragilidad subjetiva de otros, derivando en nuevos desastres.

    En síntesis: el doble juego de máscaras de enemigo no es inocuo, al menos cuando opera sobre personas que, por razones individuales, llegan al extremo de la fragilidad subjetiva y lo vivencian con tal intensidad insoportable, que estallan en brotes de destrucción masiva y, en el fondo, en un suicidio triangular.

    En los Estados Unidos operan razones en parte diferentes para producir subjetividades frágiles. El caso europeo parece extremo y más claro. Pero cabe preguntarse si el mundo globalizado (antes llamado occidental), en este momento de transición de paradigmas –al decir de Boaventura de Souza Santos– no está debilitando las culturas con el resultado de reproducción de subjetividades frágiles.

    De toda forma, se impone poner especial atención en el reparto de las máscaras, porque se trata de un juego que acaba en un carnaval demasiado trágico, que tiene por escenario un mundo que no logra dotar de la máscara de persona a más de la mitad de los habitantes del planeta.

  • ana rodrigo

    Efectivamente, Pepe, no reconocer los logros humanos que hemos conseguido, sería un absurdo. Es una parte de la realidad que hay que defender y avanzar.

    Pero cuando miramos otros aspectos negativos que están prosperando en una época en la que, no sólo con los logros de los que acabo de hablar, sino con los medios materiales y técnicos de los que disponemos, parece que con voluntad de los grandes organismos mundiales se podrían controlar, evitar o mejorar.

    Y es posible, y si no, ahí tenemos al voluntariado o las ONGs que con escasos medios están realizando una labor inmensa. Imaginémonos que, en vez de voluntariado, se constituyese un sistema mundial  con objetivos, voluntad y todos los medios de los que se disponen, el mundo sería un poco más humano.

    Un ejemplo concreto; si en el desierto de Almería se ha conseguido una altísima productividad agrícola con la nueva agricultura, ¿qué no se conseguiría en tantas regiones del mundo iguales e incluso con mejores recursos naturales? ¿Qué pasaría si el presupuesto armamentístico de cada país se dedicara al desarrollo de esos países a los que se les vende las armas?

     

  • Asun Poudereux

     
    En primer lugar, gracias Oscar, por tus informaciones y puestas al día tan inmediatas, otras perennes acompañadas de música.
     
    Tras leer a Pepe B., (comentario del 27 de julio) me he visto obligada a releer el artículo de Blas. Y puesto que la propia vida va modelando las cosmovisiones, si es que no nos parapetamos en verdades absolutas, puedo comprender una y otra visión personal. también la de otros y otras.
     
    En cuanto a la que me mueve a escribir esto:
     
    A lo largo de la Historia, sí, siempre ha habido voces que clamaban un cambio de visión y comportamiento humanos, para una convivencia entre diferentes, excluyéndose los medios violentos para conseguirlo. Lo que me indica que la naturaleza humana cae con facilidad  e inercia y ha caído y está cayendo de continuo, inducida, en la defensa de lo que cree sus derechos y no de otros,  y en la búsqueda de sus seguridades (en realidad miedos), a costa de lo que sea.
     
    La clave y al mismo tiempo la confusión está en donde se sitúa y desde dónde ve “sus seguridades”, porque si se trata de reforzar su egocentrismo, con el subsiguiente narcisismo,  crearán las personas “sus seguridades” provocando  separación, derechos excluyentes, además de confrontaciones, violencia y muertes, aplastando a los demás seres humanos. Unos más próximos y otros más lejanos. Subliminalmente a aquellos y solemnemente a éstos.
     
    Cuando las ideologías, las creencias  y los intereses se colocan por encima de las personas, hay exclusión y violencia,  haciendo imposible una visión que priorice a la persona, favoreciéndola y aportándola todo lo que le hace ser más humana, más abierta, más generosa, menos coraza opresora.
     
    Esto tan simple y sencillo sobre el papel, parece que no lo es en el mundo en que vivimos, no está en el centro, ni en el fondo ni en lo más alto de las prioridades. Concretamente la educación y formación para la liberación y mejora de la Humanidad, se descuidan, y especialmente en tiempos de crisis, nos damos cuenta que en realidad es algo subalterno, para salir del paso,  acuciados como estamos en el tener y retener, en el éxito individual, también estatal y global,  a costa de lo que sea.
     
    Al descuidarse en la vida familiar y social,  con intención o sin ella, por falta de una visión más profunda e incluyente, la “tierra y las raíces” que fortalecen y hacen crecer al ser humano en interrelación recíproca, participando y colaborando en lo mejor de uno/a,  la política que se desprende de esta grave negligencia y gran error, se orienta y se sigue orientando a políticas de “niveles superficiales”, para asegurarse  los apoyos, el poder, y el control de más largo recorrido, pero incapaz de partir, repartir y compartir lo que de fondo somos y nos une a todos, seamos amigos o no, occidentales y orientales, de un signo o de otro, creamos o no creamos.
     
    Es el problema o cáncer si se prefiere, de siempre, latente en la naturaleza humana, que brota y rebrota,  al enquistarse, sin descanso, al no poner los cuidados previos, que hacen surgir, sin cortapisas y sobre todo  sin miedos, de su fondo de consciencia, las capacidades y potencialidades de la persona,  que la bondad y la unidad en la diferencia, saben ver como riquezas a compartir,  como un bien común de todos a disfrutar, y que, como persona política,   sabe y busca evitar en su propio sistema y en las estructuras, los privilegios excluyentes y corruptos, desde la raíz y desde lo alto,  con mecanismos directos de control ciudadana, de denuncia,  de acción rápida y ejecución de la justicia.
    Como se puede deducir, no me va con el simple “quítate tú para que me ponga yo”, sea hombre o mujer.
     

  • pepe blanco

    Hola Ana Rodrigo,

    Yo prefiero ver el vaso medio lleno. Es posible que sean actitudes genéticamente condicionadas. O no, no lo sé. Pero lo que veo es que, actualmente, hay casi 20 países gobernados por mujeres (sí, ya sé que son pocos, pero es que hace 50 años no había casi ninguno). Algunos de ellos, de los “importantes”, como Reino Unido y Alemania (en el Reino Unido, ya es la segunda mujer en gobernarlo). Algo más de la cuarta parte de los países de la UE (8 de 28) están actualmente gobernados por mujeres. Quizás la próxima presidenta de los USA también sea una mujer. Por no hablar del extraordinario avance en el reconocimiento de los derechos de los homosexuales en los últimos 10 años. Etcétera.

  • Román Díaz Ayala

    Política miope, política partidista, politica reduccionista, de bajo calibre… en fin, que un  fenómeno está ocurriendo que la está convirtiendo en algo no deseable. Asociamos la idea de una persona dedicada a la política o con un cargo electo con la manipulación cuando no con la corrupción. No nos importa que tengamos asumido que esa lacra en forma de corrupción y de diversas corruptelas baña todo el cuerpo social,y no sólo a quienes elegimos de representantes públicos, o que a tenor de cómo vota la gente en los diversos comicios existen diversos valores morales y para diversos colectivos es elemento a tener en cuenta para elegir o no a quienes nos representen y para otros colectivos, tal cosa debe o puede quedar supeditada a otros intereses. Y así vuelven a salir elegidas personas señaladas como corruptas o con diversos procesos judiciales abiertos.

    Además también está faltando eso que se llama “pedagogía social”, y que tanto se mencionaba hasta hace apenas veinte años aquí en España, exigible no sólo a la clase política sino también a los comunicadores públicos.

    Sin ir más lejos, y ejemplos a montones no me faltan, hace apenas dos días lá Líder de Compromís y Vicepresidenta de la Generalitat Valenciana a una pregunta de la entrevistadora respondía que el Rey Felipe VI no debe meterse en política, pues su papel es el de no hacer política, lo cual corresponde sólo a los partidos. Para quienes no estén tan familiarizados con la realidad española, informo que Mónica Oltra  nació en 1969, en Alemamnia, hija de la emigración y en 1984, cuando apenas tenía quince años, la familia regresó a Valencia. Se afilió al Partido Comunista del País Valenciano. Estudió y se graduó de Derecho. Compromís que preside es una coalición que une sensibilidades de izquierda con nacionalistas.

    Con este argumento hemos reducido la función política a la pragmática de los partidos políticos. No podemos decir que Mónica Oltra sea un reducto de la mentalidad de la dictadura, cuando Franco el dictador afirmába que nadie debía meterse en política.(“Haga como yo, no se meta en política”)  Lo más grave consiste en ignorar  a la sociedad civil, ente político  por antonomasia, “la España Civil”, que entre mucha gente la están haciendo pedazos.

    Que no existiese sociedad civil en tiempos de dictadura es una obviedad, pues no podíamos ejercer de ciudadanos y ciudadanas libres, pero que se la esté negando sistemáticamente desde 1978 por razones de oportunismo ideológico es una desviación mostruosa, resto de éticas públicas dogmáticas que esconden viejos totalitarismos.

  • oscar varela

    Hola!

    Al MIOPE le cuesta ver lo lejano.

    Al PRESBÍTERO le cuesta ver lo cercano.

    …………..

    El MIO-BÍTERO se abre camino a las patadas.

    El PRES-BIOPE sale poco.

    …………..

    Noto que cada vez me voy quedando más en casa.

    Pero ¡Voy todavía! – Óscar.

  • ana rodrigo

     
    Pepe Blanco, tienes tanta razón como quien se sitúa mirando a un horizonte en el que por el este se ve una nube negra amenazante de destrozos enormes, mientras si miras al oeste, ves un cielo azul, radiante, tranquilizador. Así es la realidad. Tenemos que valorar y mantener vivos los logros que la humanidad ha conseguido, que son muchos y muy importantes, pero ¿cómo evitar no pensar en las consecuencias de esos nubarrones capaces tanta destrucción y daño?
     
    Y aquí es donde entra la política y la alta política. Las desigualdades entre países, el comercio injusto, la tolerancia interesada con determinados gobiernos, la explotación secular de las materias primas en esos países ahora empobrecidos, las migraciones, el comercio de armas, el terrorismo, sí el terrorismo sea en nombre del dios que sea y sea en el lugar que sea. Lo que ocurre en Palestina cada día, en países africanos con el Boko Haram, la privación de derechos de las mujeres y de los homosexuales en tantos países con los que se tienen relaciones comerciales y diplomáticas como si no pasase nada y ahora el yihadismo, cruel, escurridizo, amenazante.
     
    La política está para conservar por un lado y avanzar por otro en derechos y bienestar para toda la humanidad, pero sobre todo está para prevenir, evitar, corregir y luchar contra esta nube de destrucción, destrucción de vidas humanas y destrucción de logros humanos conseguidos. Y aquí es donde la inoperancia, la miopía (mientras no vengan a por mí) ha fallado desde que se inició la globalización y la facilidad de movimiento de todo: ideas, información, dinero, armas, etc. etc.
     
    Ya dije en mi comentario en este post que yo suelo ser optimista, pero el momento histórico actual invita a mirar la nube además de mirar al cielo azul.
     

  • oscar varela

    Hola!

    Leo de pepe:

    – “¿Es que es necesario afirmar la creencia en

    ‘no-se-sabe-muy-bien-qué-clase-de-dios’

    para creer en nosotros mismos?”-

    ¡Muy bueno!

    ………………

    El que

    ‘no-cree-en-sí-mismo’

    (y sigue viviendo, e.d.: no se suicida)

    ¡se está camaleónicamente camuflando!

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Pepe, razonas así, porque te has afianzado en los valores profundamente democráticos que nos trajo la Transición Politica, y que es  fruto entre otras cosas del fracaso del anterior período republicano y sobre todo de la catharsis colectiva de ese exilio republicano disperso por el mundo. Quienes estuvimos fuera y dentro de España desde los últmos años de la dictadura pudimos percibirlos, aunque no siempre asimilar tales valores.

    Das en el clavo en cuanto a mis enjuciamientos del llamado “progresismo cristiano laico”, que hace de la caridad una mera pantalla para unos fundamentos de mera justicia distributiva ·(la que ampara el Derecho) Sin el concepto de “pecado”, el amor queda disminuido, encerrado en la solidaridad, jamás en la entrega  total.Tal progresismo es otra forma velada de sacralización, encierra comportamientos de salvación, y se fabrica una apocalíptica.

  • pepe blanco

    Igual es cosa mía, pero este artículo de Blas, como otros de su autoría, me hablan de una actitud esencialmente pesimista ante la vida. Un pesimismo profundo que es como una niebla que lo desdibuja todo, que todo lo enfría y humedece.

    …………………………………………………………….

    Dice Blas que no tenemos una mística que oponer a Daesh. ¿Acaso ellos matan en nombre de alguna mísitica? No lo creo.  Quizás afirmen matar en nombre de su Dios o de su profeta. Pero matar matan por una única razón comprensible: porque quieren matar, porque esa es su decisión destructiva, con los demás y, probablemente, consigo mismos.

    No necesitamos una mística para oponer a Daesh. ¿Acaso a alguien le parece un ideal pequeño la defensa de los derechos humanos, por ejemplo de la igualdad de las mujeres y de los hombres o de los derechos de las minorías de cualquier tipo? ¿Acaso a alguien le parece insuficiente la defensa de las libertades civiles? ¿Es que es necesario afirmar la creencia en no sesabemuybienquéclasededios para creer en nosotros mismos y en la defensa de nuestros ideales y de nuestra forma de vida?

    Si el islamismo se ha colado en nuestra sociedad no ha sido por habernos instalado en un desierto moral, como asegura Blas, sino porque en nuestro mundo, a diferencia de lo que sucede en el de ellos, la libertad religiosa, de conciencia y de culto están garantizada por la ley. Sí, en ese y en muchísimos ostros aspectos, somos muy superiores a ellos. Me entristecería saber que algunos se avergüenzan de nuestra defensa de los derechos humanos y de las libertades civiles. A mí me parecen una moralidad necesaria y suficiente. Un desierto, geográfico y moral, es el territorio donde está instalado Daesh, pues no disfrutan ni de agua, ni de vida, ni de derechos, ni de libertades. Solamente tienen un poco de petróleo.

    ………………………………………………………

    Tampoco creo que el progresismo sea cristianismo laico. Según yo lo veo, el cristianismo está basado en la caridad, mientras que el progresismo está basado en el derecho. Caridad y derecho son cosas muy diferentes.

     

  • oscar varela

    Hola!

    “Ojo por, ojo …”

    “Tokhar, Manbij, por Niza”

    http://www.telesurtv.net/news/Francia-asesina-a-164-civiles-en-Siria-en-represalia-por-Niza-20160725-0025.html

    …………….

    ¿Habrá más “ojos” y “dientes”?

    ¡Todavía no sabemos , por el cura degollado!

  • oscar varela

    Hola!

    El Artículo comienza así:

    – El marco actual

    Las noticias de estos días …-

    …………..

    Quiero ”re-marcar” lo deLas noticias de estos días” preguntando:

    1- por el “Fabricante” de eso: “LAS NOTICIAS DE ESTOS DÍAS”.

    2- por el “Distribuidor” de eso: “LAS NOTICIAS DE ESTOS DÍAS”.

    3- por el “Comerciante” de eso: “LAS NOTICIAS DE ESTOS DÍAS”.

    4- por el “Consumidor” de eso: “LAS NOTICIAS DE ESTOS DÍAS”.

    5- por el “Financiero” de eso: “LAS NOTICIAS DE ESTOS DÍAS”.

    …………………..

    Porque:

    – “para hacer un buen ‘pase’ hay que ‘para la pelota’ y ‘leer la cancha’-

    Entonces “leo”:

    * ¡SON ‘LOS MEDIOS’, ESTÚPIDO!

    …………………

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • mª pilar

    ¡¡¡Gracias Oscar… como siempre genial!!!

    Gracias.

    pili-mª pilar

  • Blas F. Lara

    Formidable Oscar

  • oscar varela

    Hola!

    Leo:

    * no tenemos una mística que oponer a Daesh

    * Nuestra política está embarrada

    * Nuestros dirigentes no detectan las «señales de los tiempos»

    * constatar la miopía ramplona de los dirigentes

    * etc.

    Entonces surge el tanguito imprescindible: Cuesta Abajo

    Si arrastré por este mundo

    la vergüenza de haber sido

    y el dolor de ya no ser.

     

    Bajo el ala del sombrero

    cuantas veces, embozada,

    una lágrima asomada

    yo no pude contener.

     

    Si crucé por los caminos

    como un paria que el destino

    se empeña en deshacer.

    Si fui flojo, si fui ciego,

    sólo quiero que comprendas

    el valor que representa

    el coraje de querer.

     
    Era para mí la vida entera
    como un sol de primavera

    mi esperanza y mi pasión.

    Sabí­a que en el mundo no cabí­a

    toda mi humilde alegría

    de mi pobre corazón.

     

    Ahora, cuesta abajo en mi rodada

    las ilusiones pasadas

    no me las puedo arrancar.

    Sueño con el pasado que añoro,

    el tiempo viejo que lloro

    y que nunca volverá.

     
    Por seguir tras de su huella
    yo bebí incansablemente

    en mi copa de dolor.

    Pero nadie comprendía

    que si todo yo lo daba

    en cada vuelta dejaba

    pedazos de corazón.

     

    Ahora, triste en la pendiente,

    solitario y ya vencido,

    yo me quiero confesar.

    Si aquella boca mentía

    el amor que me ofrecía,

    por aquellos ojos brujos

    yo habría dado siempre más.

  • oscar varela

    Hola!

    Vamos a ponerle la dramática musiquita que le corresponde aprovechando el tanguito imprescindible:

  • oscar varela

    Hola!

    Tal vez “un pasado histórico” un tanto más anterior:

    ……………..

    En rigor, el europeo no entiende bien más historia que la que va movida por la idea del progreso, la que consiste en el servicio de una cultura creciente.

    La civilización es la ciudad, y la ciudad es la riqueza, la abun­dancia, la vida superflua, lujo y lujuria.

    …………

    Se lee en Abenjaldún:

    * «La familia que llega a reinar sufre el influjo del tiempo, pierde su vigor y cae en corrupción.

    * Los cuidados que se ve obligado a dar al imperio quebrantan sus fuerzas; llega a ser juguete de la fortuna, porque se ha enervado en los placeres y agotado sus fuerzas en el goce del lujo.

    * He aquí cómo termina su dominación política y su progreso en la civiliza­ción o urbanidad de la vida sedentaria, modo éste de existencia natu­ral a la especie humana, como es natural al gusano hilar su capullo a fin de morir dentro de él»

    ……..

    – El nomadismo áspero bajo las estrellas, soto los vientos, bajo el sol, es la fuente perenne de vida histórica, porque es la vida reducida a lo necesario.

    – La civilización de la ciudad es la muerte histórica; muerte siempre entre delicias.

    – La ciudad es la euthanasia.

    …………

    * Un gran movimiento de la península arábiga ha sido la formación del reino de Nedjd, por Aben-Saud, un hombre casi genial.

    * La región de Nedjd, riñón de la Arabia, es puramente beduina.

    * Aben-Saud la ha organizado, y con sus ásperos y rudos camelleros ha caído luego sobre la Meca.

    – Todo este movimiento se ha producido siguiendo al pie de ]a letra las leyes históricas de Abenjaldún:

    * Primero se ha apoyado Aben-Saud en su familia y tribu.

    * Con su auxilio tomó la ciudadela de Nedjd.

    * Luego se ha servido de una idea religiosa—el wehabismo.

    ……………

    No se pregunte en qué consiste como doctrina el wehabismo. Tanto da.

    * Cualquiera que sea la idea religiosa derramada sobre un alma beduina se sabe a priori cuál va a ser su resultado esencial: el puritanismo.

    * El puritanismo no es nunca una religión, sino más bien la exageración fanática de una religión, no importa cuál.

    * Ya el mahometismo fue un puritanismo. Del fondo doctrinal judeocristiano espumó exclusivamente lo exagerado y agresivo. Por eso es la única religión cuyo credo se formula negativa­mente: «No hay más Dios que Dios». Es la única religión cuyo credo comienza con un no.

    * La tautología de la expresión sólo adquiere sentido cuando se entiende como trozo de un diálogo y de una disputa; en suma: cuando se advierte su sustancia polémica.

    * La eficiencia bélica que tuvo el mahometismo no fue, pues, un accidente y un azar.

    * La fe mahometana es constitutivamente polémica, guerrera.

    * Consiste, ante todo, en creer que los demás no tienen derecho a creer lo que nosotros no creemos.

    * Más bien que monoteísmo, el nombre psicológicamente exacto de esta religión sería «no-politeísmo».

    * Pero como a todo hay quien gane, dentro del mahometismo se producen periódicamente nuevas formas de archi-puritanismo.

    * Una de ellas es este wehabismo, que lleva a pegar a los niños si ríen, a prohibirles juguetes, etc.

    * En este sentido hay que entender la famosa frase de Renán: «El desierto es monoteísta».

    * El desierto lo que es, como tipo de vida humana, es agresivo y soberbio.

    * El beduino sólo se entusiasmará con una idea que le invite a devastar ciudades.

    * Y desde entonces, toda ciudad, como tal, significa para el nómada muslim antro de muchos dioses e innumerables pecados.

    * Los bedui­nos de Aben-Saud son idénticos a los almorávides, los que seguían al morabito. Y estos almorávides no eran sino nómadas aún frescos; los Lemtuna, tuar’egs velados del Sahara occidental, que cayeron sobre las ciudades marroquíes primero y las andaluzas después.

    * Aben-Saud lanzó sus hombres contra la Meca haciéndoles creer que en esta ciudad se cometen concienzudamente los cinco pecados: sensualidad, mentira, fumar y be­ber, sodomía y politeísmo.

    …………..

    Abenjaldún subraya este odio y este desprecio del beduino a cuanto sea urbe y construcción:

    * «Si los árabes —dice— tienen nece­sidad de piedras para servir de soporte a sus marmitas, arruinan las construcciones próximas a fin de procurárselas.

    * Si han menester maderas para hacer estacas en que sustentar sus tiendas, destruirán los techos de las casas para agenciárselas.

    * Por la naturaleza misma de su vida son hostiles a todo lo que signifique edificio».

    ………….

    Esta incom­patibilidad con la ciudad es observada por los viajeros.

    * Sus camelleros han permanecido alegres y decidores en medio de las penalidades del desierto;

    * pero a los pocos días de hallarse retenidos en la ciudad sienten una radical angustia:

    * les faltan las grandes lejanías, el aire odorante a ajenjo que vaga por el desierto, y les sobra todo lo urbano.

    * «Un verdadero beduino, cuando se halla en una ciudad, puede ser reconocido por los algodones que lleva en las narices, o porque se las tapa fuertemente con el pañuelo”

    * La ciudad les huele mal.

    …………………………..

  • ana rodrigo

    El presente es el resultado del pasado histórico, aunque, si se tratase de padres e hijos, diríamos que no se parecen en nada.

    El pasado nos podría enseñar a partir de sus fracasos, de sus errores y de las calamidades que otras sociedades han cometido. No es menos cierto que la enseñanza principal ha sido caminar hacia adelante en cantidad de conquistas políticas, culturales, técnicas y humanas. Las democracias, la ciencia en general y todas sus ramas, las tecnologías, los derechos humanos, el despertar de los pueblos para no dejarse aplastar, el despertar del pueblo para poder reivindicar sus derechos….

    Ahora bien, todos estos logros ¿los hemos convertido en instrumentos de destrucción y/o de autodestrucción? ¿nos estamos planteado en serio el horizonte de lo que vamos a dejarles a nuestros descendientes? ¿No es una contradicción el uso de la globalización con el reduccionismo al que estamos sometiendo nuestros pequeño país-territorio? Nuestros intereses propios ¿no están cegando la visión hacia ese otro mundo al que hemos explotado económicamente y ahora llaman a nuestras puertas? Somos capaces de generar un inmenso comercio de armas para que hagan sus guerras a costa de grandes beneficios de los productores.

    ¿No hemos aprendido nada de que las migraciones son tan antiguas como la historia de la humanidad? ¿Para qué queremos la declaración de los Derechos Humanos si a la hora de la verdad se quedan en papel mojado?

    Nunca han existido tantos profesionales de la sociología, de la economía, del estudio de la política, de la sicología, de las religiones…, nunca hemos tenido el potencial de los medios de comunicación de los que disponemos. ¿Qué falla tan estrepitosamente para no haber podido conseguir una sociedad más HUMANA?

    A mí no me gusta adoptar esta actitud pesimista y derrotista, pero al ver que la historia no avanza hacia un mundo mejor, caigo en la tentación de ver las cosas así. Quizá generaciones futuras saquen otras conclusiones más positivas.

  • Román Díaz Ayala

    Se dice de la decadencia que es la pérdida de valores, aunque paradójicamente tal cosa sucede cuando más se cacarean los mismos.

    Aunque el amigo Blas escribe hoy en clave política, lo cual es mucho de agradecer, porque la está dignificando, tenemos que aprender varias lecciones de su reflexión.Parece que está bebiendo en fuentes que son muy poco o nada tenidas en cuentas en nuestros foros habituales, éste incluido.

    El  tránsito hacia la sociedad moderna de España y de nuestro mundo latinoamericano, política y religión incluidas, ha sido muy desigual y evidentemente insuficiente, nos hemos dejado importantes eslabones históricos por el camino.

    tenemos que volver a quienes nos iluminaron. Estoy pensando ahora en Henri Bergson, y Las dos fuentes de la moral y de la Religión  y más adelante a Karl Popper, La Sociedad abierta y sus enemigos.

    Estamos poniendo ladrillos ideológicos para una construcción falsa, para el paso de una sociedad cerrada a una sociedad de verdad abierta. Las sociedades abiertas son para el conjunto de toda la humanidad, y no sociedades creadas en torno a grupos religiosos, una Iglesia, o “una nación”, lo mismo que una  etnia, que hegemonice y de carácter excluyente. planteamientos basados en ideologías políticas y religiosas autoritarias, cuando lo social debía estar gobernada por la hegemonía de la razón (¿Qué son los hechos de conciencia, sino la iniciativa moral individual?)

     

  • mª pilar

    ¡Gracias Blas!

    ¿No será, que hemos convertido el “cristianismo” en un servicio personal (para quienes rigen) lleno de servidumbres, magias, temores, castigos, para quienes les siguen… y no recordamos (cada día menos) la esencia del Mensaje primero?

    Me encanta la paz que nos trasmites en tus artículos, y eso, deja sobresalir con más claridad… nuestras pequeñeces.

    mª pilar

     

  • Gonzalo Haya

    Nuestro colega Blas nos invita a tomar altura y ganar en perspectiva. Los árboles no nos dejan ver el bosque ni el camino para atravesarlo. El egoísmo es miope y se aferra al presente buscando seguridades. Los ideales ensanchan el horizonte, sueltan amarras y nos movilizan para seguir el ritmo de la evolución histórica. “Idealista” es un calificativo que suena como despectivo, pero cristianos o laicos -cada uno según sus creencias-  tenemos que recuperar el idealismo: igualdad y fraternidad en libertad. Y esto como programa político, pero también en la incómoda realidad de cada día.