Jacques Hamel sabía que tenía, que teníamos, que tenemos, que estar preparado pues no conocía ni el día ni la hora. Y el señor del predio se presentó a media mañana sin avisar, pero lo encontró vigilante, con alba y estola, vestido para el banquete de bodas al que llevaba cincuenta y ocho años invitando, sin mucho éxito pues sólo dos monjas y dos convencidos estaban con él, a los paseantes por los cruces de los caminos, a los que compraban yuntas y campos o tenían que partir una herencia y enterrar a sus padres.
No estaba al acecho Herodías, ni ha bailado Salomé haciendo latirles los pulsos a los invitados, ni nadie ha cambiado su cabeza por medio reino de Francia. Un anciano de ochenta y seis años, vestido de blanco en un templo perdido de la alta Normandía no le importa ni a las hetarias, ni a los califas, ni a los tetrarcas. En realidad no le importa de verdad a nadie. Solo al amo del predio que se ha presentado sin avisar y le ha dicho “Jacques sígueme”. Ahora sí, sin volver la vista atrás pues el arado lleva un surco infinito como destino.
Jacques Hamel, de 84 años, celebrando su Misa, como todos los días.
Parece que los intermediarios de la llamada han gritado Allhau akbar , cosa cierta si las hay pues grande es el Señor, y terrible con brazo extenso y poderoso, que no hace acepción de personas. Ya se lo advirtieron a Pedro, “cuando seas viejo otro te ceñirá y te llevará donde tú no quieres ni sabes”. Todo eso lo sabía Jacques Hamel esta mañana al ponerse el alba.
En Normandía ha parado para recogerlo la caravana de los que vestidos de blanco y manchados con la sangre de un cordero que no acaba nunca de morir caminan alegres, libres de las manos de sus enemigos, sin temor, en la esperanza que viene de oriente de que la vida es más fuerte, mucho más fuerte que la muerte.
ESPIRITUALIDAD MUSULMANA
Frei Betto
Los excesos de algunas facciones del islamismo no deben confundirse con la religión que profesan, así como tampoco las Cruzadas ni la Inquisición expresan la esencia del Cristianismo, sino todo lo contrario.
Islam significa “sumisión” a Dios (Alá). Abraham fue el primer sumiso (muslim = musulmán) y después fueron seguidores de su espiritualidad (Islam) José, los profetas del Antiguo Testamento y Jesús.
Ese monoteísmo abrahámico habría sido corrompido por los hebreos y los cristianos. Por ello en el siglo VII el profeta Mahoma lo restituyó a su pureza original tras haber sido recibido de Alá, por medio del ángel Gabriel, el Corán (que significa “libro por excelencia”).
Se trata de un hermoso poema, todo en dialecto árabe, armonioso en sus rimas y asonancias, cuyas traducciones no expresan su musicalidad. Al contrario de la Biblia, la que judíos y cristianos consideran inspirada por Dios, el Corán habría sido dictado. Para los musulmanes equivale a lo que el Evangelio para los cristianos.
Los discípulos de Mahoma se dividen, básicamente, en sunitas, la mayoría, que se consideran fieles al fundador del islamismo, y chiitas, seguidores de Alí, pues consideran a este primo y yerno del Profeta como el que mejor vivió lo que el suegro vislumbró. Contrario a lo que se piensa, hoy día los que abrazan el fundamentalismo en la política son precisamente los sunitas y no los chiitas.
La religión musulmana atrae a tantos fieles gracias a su simplicidad. No tiene jerarquías, no habla de culpa y exige obediencia incuestionable a sus preceptos. Su espiritualidad se apoya en cinco pilares: creer que no hay otro Dios más que el que envió a Mahoma, orar cinco veces al día, dar limosnas, ayunar durante el mes del Ramadán (noveno mes del calendario islámico), y hacer la peregrinación a La Meca.
Los musulmanes tienen fe en Dios, en los profetas, en las Sagradas Escrituras (incluyendo el Evangelio), en la predestinación (no en el fatalismo), en la resurrección y en el juicio final.
La Jihad, que literalmente significa “empeño en el camino de Dios” y no guerra santa, implica defender la religión y los territorios musulmanes. Los terroristas, a pesar de todo, alardean de ella para justificar su interpretación fundamentalista, aunque el adjetivo “muslim” (= musulmán) signifique “pacífico”.
La espiritualidad islámica es rica en tradiciones místicas, como los sufistas. “El sufí es un ebrio sin vino; un saciado sin comida; un enloquecido sin alimento ni sueño; un rey con manto humilde; un tesoro entre ruinas; no está hecho de aire, tierra o fuego; es un mar sin límites” (Rumi 1207-1273). Los poemas de Rumi son de una profunda densidad espiritual, lo cual da que pensar que quizás hayan sido leídos por místicos cristianos como el Maestro Eckhart y Juan de la Cruz. Fomentar el prejuicio contra los musulmanes es ceder al juego maniqueista del terrorismo y rechazar una tradición rica en sabiduría y espiritualidad. Hay que separar el trigo de la paja. Y conviene recordar que fue el Occidente “cristiano” el que exterminó a los indígenas de América Latina, quien promovió la esclavitud, expandió el colonialismo, desencadenó dos grandes guerras y que hoy idolatra el capital por encima de los derechos humanos.
(FIN del ARTÏCULO)
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“Buenudamete chirle” el Artículito ¿no?
“Ustedes los cristianos nos oprimen”
Esto dijeron los terroristas que mataron al cura en Normandía
https://actualidad.rt.com/actualidad/214351-hermana-danielle-palabras-terroristas-iglesia-normandia
Me conmovió la noticia, sentía un fuerte estremecimiento, y de pronto todo me parecía que confirmaba su sentido más pleno. Las luchas civiles son la envoltura de una guerra espiritual a la que nadie parece prestar atención. Se habla de geopolítica, de choque de civilizaciones, de aperturas o de cierres de fronteras, de acogida o expulsión, de ghettos en las entrañas de Europas y de exclusiones sociales…pero nadie parece prestar atención a los hechos que transcurren en la intimidad de nuestras conciencias, nuestras implicaciones, nuestro nivel de compromiso…y confirmaciones de lo que se nos tiene dicho en Su Palabra.
Turquía se asomó a la Unión Europea, y ahora se aleja. Se restauran los modelos de “democracias autoritarias” que competían con las Democracias Liberales . Ahora se las llama democracias “presidencialistas” con presidentes que buscan perpetuarse hasta hacerse vitalicios en nombre de “una revolución”. Y encajan bien dentro del actual sistema, porque la seguridad prima sobre las libertades.
Sobre esas bases se empieza a clamar por un gobierno mundial en algunos foros.
Gracias Alberto por el homenaje que rindes aquí al cura Jacques Hamel, fiel a la celebración eucarística, todavía a sus 84 años de edad. En el se cumple la visión del Apóstol Juan, como tu dices, ya que “ha parado la caravana de los vestidos de blanco y manchados con la sangre de un cordero”……porque el relato dice textualmente:
“Estos que andan vestidos de ropas blancas ¿Quiénes son y de dónde vinieron? Y le dije: Señor mío, Tu lo sabes?. Y me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y lavaron sus vestiduras y las blanquearon con la sangre del Cordero. Por eso se encuentran delante del trono de Dios, y le rinden culto día y noche en su templo, y el que está sentado sobre el trono tenderá su tienda sobre ellos. No tendrán más hambre, ni más sed, ni caerá sobre ellos el sol, ni ardor alguno, porque el Cordero que está en medio, ante el trono, los pastoreará y guiará a las fuentes de las aguas de la vida; y enjugará Dios toda lágrima de sus ojos” (Rev. 7, 13-17)
El P. Hamel parece haber venido de esta gran tribulación profética que estamos viviendo actualmente…Sin embargo, para el todo ha pasado ya…porque ha recibido el premio…y ahora el se mira “mas blanco que la nieve”..y “bebiendo de balde de la fuente del agua de la Vida” (Idem 21, 6)
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Me alegra que la redacción de Atrio haya añadido una nueva etiqueta al listado de temas: yihadismo. Me temo que en el futuro habrá unos cuantos artículos con ella.