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Superar el clericalismo

Un comentario al artículo anterior

Un artículo sobre otro artículo de redes

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara, Redes Cristianas

Con fecha de 8 de Enero ha salido en el portal Redes un artículo que me ha parecido muy interesante, sobre el que quiero hacer un comentario, dejando bien claro desde ya que mi opinión sobre el escrito es muy favorable, y que pienso de manera muy parecida. El artículo se titula “Por una iglesia sin curas”, y su autor es José Ramón Pérez Perea, quien tiene una extensa lista de publicaciones de contenido histórico, sobre la Iglesia española, así como teológico-social.

La tesis central del artículo es bien razonable, y de no difícil argumentación: si durante muchos años, por lo menos hasta la mitad del siglo segundo, la organización de la Iglesia no era clerical, ni poseía la liturgia sacramental que hoy la caracteriza, no es descabellado imaginar la posibilidad de la vuelta a esa situación de mayor desclerización. Como he escrito muchas veces en este blog, (“El Guardián del Areópago”, en la revista 21rs), este fue uno de los principales objetivos del Vaticano II, si bien no lo pretendiera con la fuerza con la que respondió a ese supuesto una buena parte del clero.

No fueron coincidencias algunos de los fenómenos que vivieron, o vivimos, los curas del inmediato pos-concilio, como las salidas de la vida clerical, el abandono de los signos externos clericales, como ropa talar, sotanas, hábitos, o la tendencia a dejar los sobrios y austeros muros monacales, o simplemente religiosos, a la busca vivir entre la gente, en medio del mundo, en pisos, de modo más laical, etc. Estos fenómenos pueden parecer a algunos inconsistentes, de poca entidad y significación. Para mí la Historia de trazos gruesos es el resultado de esas pequeñas cosas de la vida cotidiana. Como aprendimos de historiadores como Johan Huizinga, en obras como “El ocaso de la Edad Media”, y otros historiadores que limpiaron la Historiografía de los oropeles y ropajes de los personajes, hechos, situaciones y anecdotario imponentes y solemnes de reyes, papas, gobernantes y grandes batallas, para describir cómo la gente compraba o comía, o se lavaba, o se divertía.

Insisto: no quitemos importancia a los pequeños gestos anticlericales, que mucha gente interpretaba como suicidas, ya que los curas que vivimos esa época la veíamos como una aurora luminosa, anunciadora de tiempos de libertad y creatividad. Me tocó estudiar Teología en los años gloriosos, contemporáneos, o inmediatamente posteriores, a la gran Asamblea conciliar. Y fue con la luz que rápidamente comenzó a irradiar el Concilio cuando descubrí lo que he llamado, en este blog, “la gran traición”, y la gran tragedia, de cómo, cuando el autor del artículo que comento, en los mismos años, la Iglesia comienza a olvidar el Evangelio y se “religiosiza”, hasta llegar a imitar uno de los elementos más característicos de las religiones paganas: la necesidad de un estamento burocrático clerical.

Y la organización jerárquica de la Iglesia, más dedicada al poder que al servicio, comete, como ya he escrito varias veces, la suprema traición: aceptar, contra toda la enseñanza del Nuevo Testamento, (NT), la denominación de sacerdotes para los diferentes ministerios, más entendidos en la Iglesia de los dos primeros siglos como carismas para el servicio que como sacerdotes, o intermediarios, como en las religiones paganas, entre Dios, y los hombres. Y nunca lo podía entender así la Iglesia por una razón poderosa, que después ha sido relegada al olvido y al desprecio: porque el único que en la comunidad de los seguidores de Jesús, Éste es el único que puede ejercer ese ministerio eterno y único.

Ni Jesús, ni Pedro, ni Pablo, ni Lucas, ni Timoteo, ni Tito, ni Mateo, ni Juan, ni ninguno de los “servidores” de la comunidad como epíscopos o presbíteros, denominados y en la forma latina, fueron nunca curas, ni se sintieron parte de una casta clerical y sacerdotal, al modo de la tribu hebrea dedicada a ese ministerio, o de las organizaciones de las religiones paganas. Y si en la época más auténtica y evangélica de la Iglesia ésta se pudo mantener sin curas, -¡y cómo!, hasta admirar y convertir a las gentes del Imperio-, la Iglesia actual podrá prevalecer también, del mismo modo. Cambiando, eso sí, todo el sentido de la eclesiología, y, sobre todo, del espíritu Canónico actual. Y este último es el verdadero problema, más que las trabas teológicas o bíblicas, que son, o inexistentes, o actuarían a favor de ese cambio.

45 comentarios

  • M.Luisa

    Bien, Isidoro, no entiendes nada, porque la perspectiva histórica de la cual se parte no es aquí la del sentido sino la de la realidad. He transcrito este párrafo de la “Realidad histórica” de Ellacuría, porque   he interpretado que tu discrepancia con Ortega se debía a este cambio direccional de perspectivas.

  • Isidoro García

    M.Luisa: ¡Qué injusta es la gente!.  ¡Con la de cosas malas que se dicen de los filósofos!. ¡Demasiado poco, para lo que se merecen!.
     
     (No me he enterado de nada).

  • M.Luisa

    Incluyo mi aportación personal, esta vez de la mano de I.Ellacuría

    Ellacuría definió “la historia como actualización de posibilidades”, concluyendo que:

    En la praxis histórica es el hombre entero quien toma sobre sus hombros el hacerse cargo de la realidad, una realidad deveniente, que hasta la aparición del primer animal inteligente se movía exclusivamente a golpe de fuerzas físicas y estímulos biológicos. La praxis histórica es una praxis real sobre la realidad, y éste debe ser el criterio último que libere de toda posible mistificación: […] de una espiritualización que no tiene en cuenta la materialidad de la realidad y… de una materialización que tampoco tiene en cuenta su dimensión trascendental. La consideración unitaria de todos los dinamismos que intervienen en la historia muestra a las claras la complejidad de la praxis histórica y los supuestos requeridos para que sea plenamente praxis histórica. En definitiva, la realidad histórica, dinámica y concretamente considerada, tiene un carácter de praxis que, junto a otros criterios, lleva a la verdad de la realidad y también a la verdad de la interpretación de la realidad[…] La realidad histórica es, además, la realidad abierta e innovadora por antonomasia. Si hay una apertura viva a la trascendencia es la de la historia… Se dirá que esta apertura es propia de la persona. Y así es. Pero ninguna persona puede, desde sí misma, dar cuenta de toda la apertura de la realidad.

    Filosofía de la realidad histórica

    Dios no queda excluido del objeto de la Filosofía de la realidad histórica. Pero no cabe sino partir de la realidad y volver a la realidad compleja, dinámica y abierta. Y es esa realidad histórica la que es objeto de la Filosofía, filosofía que tiene una función liberadora respecto de la cultura establecida opresora y respecto de las estructuras injustas

  • Isidoro García

        Me ha extrañado lo del “sentido histórico”, concepto que ya había salido
    hace tiempo, y que es una expresión equívoca, (como todas), a la que cada uno
    le puede dar un sentido diferente.
     
      Yo creía tener un excesivo sentido histórico, porque mi planteamiento es plenamente evolucionista, con un ojo en el pasado y otro en el futuro, y para eso hay que tener constantemente a la vista la historia del pasado y la previsible historia del futuro.
     
       Pero el “sentido histórico” a que se refiere Oscar, que es el de Ortega, justo lo
    que mira es el presente, y por eso se debería llamar mejor “sentido del
    presente histórico” o “sentido generacional”, y eso explica también el interés
    de Oscar, en las generaciones como conjuntos de personas coetáneas y homogéneas culturalmente hablando.
     

    Reflexionando un poco, (después de haberme enterado un poquito del
    “sentido histórico” de Ortega), estoy de acuerdo de que yo no escribo desde ese
    “sentido histórico”, pues intento liberarme de todas las trampas y
    complicaciones del presente, y contemplar todo “como si estuviese dentro de
    cincuenta años”.
     

    Naturalmente para criticar cuestiones concretas, pierdes mucho detalle,
    pero es ideal para obtener una perspectiva lo más clara posible de la visión de
    conjunto. (Para tirar de una carreta, es mejor tirar desde una cuerda de cinco
    o diez metros, que tirar atado a la carreta, porque cuando ésta esté en un
    atasco o una irregularidad, tú estarás liberado de ello, y tirarás mejor).
     

    Buscando, (picado por la curiosidad, pues yo no he leído a Ortega), he
    encontrado un artículo, del psiquiatra Juan Rojo Moreno de Valencia, https://juanrojomoreno.wordpress.com/2015/04/18/sentido-historico/ sobre el tema, para mí muy clarificador, pues sigue a Ortega, y lo actualiza con los cambios sociales ocurridos en estos noventa años transcurridos.
        (Aconsejo su lectura, pues es corto y claro, pero hago alguna cita).
     
       Y su lectura me ha confirmado en lo idónea de mi posición no presentista, pues Rojo señala, lo que es obvio, que en la actualidad, hay todo un caos y un
    guirigay de posiciones e ideas personales, y lo que no hay ya es una creencia
    generacional mínimamente homogénea, y significativa.
     
         “El sentido histórico, según Ortega, no es solo conocer que la manera de entender las cosas es diferente en distintas culturas,
    “sino que el aparato mismo espiritual es muy otro. El sentido histórico… es la conciencia de la variabilidad del tipo de hombre. Las categorías de la mente humana no han sido siempre las mismas””.
      
     
         “Pero la multicultura es un hecho absoluto, tardemos más o menos en reconocerlo, y lo que denomina la “variabilidad” del
    tipo de hombre la tenemos en nuestra sociedad deshomogeneizada”.

     

    “Vivimos en occidente cada vez más en un relativismo cultural y que lo que buscamos es sobre todo que las normas, según nuestra cultura, se flexibilicen permitiendo una convivencia multicultural, sin que se disuelva del todo nuestro esqueleto referencial, nuestro sentido histórico”.         

     
         “El sentido histórico emana del fondo creencial. Las creencias, dice Ortega, no se presentan como ideas no se discuten. La creencia, precisamente porque no es una mera opinión, una idea o una teoría, es normalmente un hecho colectivo. No se cree normalmente por cuenta propia sino junto con los demás: La creencia actúa como “vigencia colectiva”.
     
         “Las creencias, sigue Ortega, fueron primero ideas pero lentamente llegaron a ser absorbidas por las multitudes perdiendo su carácter de ideas para consolidarse en “realidades incuestionables”.
     
        Ya no existe ese “sentido histórico” de Ortega, pues ya no hay un conjunto claro y generalizado de creencias comunales o generacionales.
     
          Señalaba en el comentario anterior, como hace no muchos años, la poca movilidad e intercomunicación entre los pueblos y dentro de los pueblos, añadido a la relativa estabilidad de los conocimientos, hacía que la gente de un lugar, tuviera un acerbo cultural común, lo que los filósofos llamaban el espíritu o el alma del lugar, y Ortega llama “sentido histórico”.
     
       Además, seamos realistas. El nivel cultural general en la época de Ortega, era muy escaso. Y por eso las personas incorporaban acríticamente el saber popular y de la nación. “Donde nadie se sabe la letra, todos cantan a coro”, como nosotros el himno nacional: chunda, chunda… (El himno de España no tiene letra).
     
        El aumento del nivel cultural medio, y la explosión en cuanto a la información recibida por medios audiovisuales, ha hecho florecer la variabilidad y la dispersión de ideas personales. Hoy cada uno tiene sus propias ideas, o al menos sus ocurrencias. Sabemos más, aunque no lo suficiente.
     
          Ahora muchos acusan de que en general las personas saben mucho más de lo que su nivel de discernimiento es capaz de digerir y de asimilar. Y vienen las indigestiones.
     
        Y de ahí viene la sensación generalizada de caos, de perplejidad, de falta de criterio. Es como el ejemplo del reloj. Si tienes un reloj o dos, tienes hora, (aunque este atrasado o adelantado), pero en el escaparate de un relojero, (si no los ha puesto a todos en hora), tienes cincuenta relojes marcando cada uno la suya.
     
        Por eso para pensar la época hay que distanciarse, y sobre todo acogerse a un sistema de referencias, (de coordenadas x,y,z), que nos sitúen relativamente a todos con todo).
     
     
         Y estas coordenadas, no pueden ser más que las que aporta la ciencia, (y especialmente la que aporta una historia razonable del hombre: la evolución), o en su defecto la creencia en un mundo religioso mitológico, tomado acríticamente y acientíficamente.

  • Asun Poudereux

     
    Gracias, Oscar, por tu acogida a las frases que expones,  sin duda,  tienen mucha miga, que cuesta de ingerir y asimilar, y que agudizas con tu resuelta ironía.
     
    Isidoro, nos sigues ilustrando con tus acertadas citas para llegar a donde pones el intento. Gracias.
     
    Creo que se trata de comprender, no tanto con la mente, sino con la experiencia de vida que somos parte integrante de ella y está por ver,  si  los seres,  que llamamos no inteligentes, realmente lo son más que nosotros al haber aprendido, tras millones de años, e ir por delante, según parece,  a adaptarse a la vida,  alineándose a  lo que conlleva en sus cambios continuos y constantes.
     
     Lo que equivale a dejarse llevar por ella, sin tener que sufrir inútilmente yendo a la contra de su misterio, sino siendo parte de él. Pero los humanos nos situamos a priori en la mente,  identificándonos totalmente con ella, olvidando que ella lo es,  gracias al dinamismo evolutivo de la consciencia que hace brotar la vida misma, lo que ignoramos en la práctica diaria, como no cesamos de hacer los que nos creemos inteligentes. Y lo que es peor,  además le implantamos  nuestras propias normas y leyes desgajándonos de ella, la vida y la realidad de la que emerge, como si eso fuera posible.
     
    Pues algo así se ha hecho con el representar y creerse más que aquello a lo que en su raíz y fondo es lo más humano de la persona, pero sobre todo envolviéndolo, magnificándolo, y cíclicamente, aferrarse contundentemente a ello.  
     

  • oscar varela

    Hola Isidoro!

    Te leo:

    – “la unidad debe ser unidad de distintos“-

    Ok! De eso se trata.

    En “las cosas humanas” (no solo en “las del ser humano”, que es lo evolutivo) le a acontecido a las Ciencias de lo humano en el siglo XX descubrir la aparición de un “nuevo sentido de percepción”: el “SENTIDO HISTÓRICO“, que “da razón” de la diversidad de “mundos humanos” distintos.

    Ese “SENTIDO HISTÓRICO“, es el que yo echo de menos en tus para mí muy interesantes aportes.

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

    Los comentarios anteriores de M.Luisa, Asun y Oscar, apuntan a un punto: el peligro de la actuación de toda autoridad, o jerarquía de una organización, (la que sea), en cuanto necesariamente se producen en todas, dos tendencias naturales:
     
      Una decantación ideológica hacia una dirección determinada, (la mayoritaria, si hay suerte), y por otra parte una tendencia atávica y ancestral a actuar grupalmente, defendiendo “nuestras” ideas, “nuestro” jefe, “nuestro” grupo o partido, y al final “nuestro” pan y el de nuestros hijos.
     
       Toda organización nace infectada con el virus del sectarismo. Nuestras tendencias grupales y las necesidades profundas de “integración” y de “pertenencia”, que han sido el motor principal de nuestro progreso, y nos han traído hasta aquí, tienen ese duro precio a pagar.

         La dinámica principal del humano en estos tiempos, es el de la disyunción entre el individualismo creativo, o el del espíritu grupal. Ambos son necesarios, y por otra parte son antitéticos: una contradicción más en nuestra vida.

        Existe una lógica tradicional dualista: esto o lo otro. Es la dialéctica fiscal acusador- abogado defensor. Y en los clubs de debates, se ejercitan defendiendo primero una postura y posteriormente la contraria. Pero en muchos temas sobre todo los humanísticos, debemos hacer el esfuerzo de la síntesis: ESTO Y LO OTRO. Eso exige un cambio de perspectiva mental, y hay que tener la mente ágil para saltar de plano de perspectiva.

          Dice Thomas Merton: “Hay veces que agotamos nuestras mentes al aferrarnos tercamente a una visión muy parcial de las cosas, negándonos a ver el profundo acuerdo existente entre algo y su opuesto complementario”.

         En las filosofías sapienciales se habla de la necesidad de llegar a conseguir una “coincidentia oppositorum”, para liberarnos del torrente de paradojas y de contradicciones que siembran nuestra vida. Y uno a veces se pregunta la razón del porqué todas las cosas que rodean la vida humana parecen diseñadas en una forma tan dialéctica y tan controversial.

       Y quizás el origen de todo ello sea la naturaleza fronteriza del homo sapiens. Por una parte somos seres vivos del Universo, pertenecientes por ello a la gran clase de la Vida, con sus leyes correspondientes.

         Y por otra parte, nuestro desarrollo cerebral nos ha conseguido una inteligencia tal, que una vez iniciado el proceso de desarrollo de nuestra inteligencia individual, yoica, autoreflexiva, y dejado atrás el nivel de mera inteligencia animal, nos ha situado con una pierna dentro de la gran clase de la Inteligencia, con sus propias leyes que la rigen.

        Y esa naturaleza dual, es fuente de muchas, (si no de todas las) contradicciones. Cuando se dice que el mundo deja mucho que desear, se está diciendo media verdad. El hombre como ser vivo, vive en un mundo con sus leyes, y que funciona muy bien. De hecho es una auténtica maravilla.

         Ahora bien, el hombre como ser inteligente, querría disponer de las características propias de dicha clase del Universo, que no son las mismas que rigen para los seres vivos no inteligentes.
     
       Pero esta armonización de contrarios no se puede quedar en una simple declaración de intenciones y en un buenismo estéril. Exige el esfuerzo de crear trabajosamente una tercera vía conciliadora. Y esta pasa siempre necesariamente, por un cambio radical de la perspectiva actual: La salida de un callejón sin salida, siempre está saltando el muro.

       Yo creo que en este dilema jerarquía-fraternidad, la solución pasa por un nuevo concepto de unidad. Dada la pluralidad que caracteriza nuestra naturaleza, hay que aceptar, que la unidad debe ser unidad de distintos, no solo de distintas ideas, sino de distintas organizaciones.
     
      Buda, explicó su parábola de la barca. Cruzas el río con una barca, y una vez llegado a la otra orilla, dejas la barca que ya no te es útil. Cada uno debe seguir su camino, en una organización en la que se sienta cómodo, con un mínimo de homogeneidad ideológica, donde dar rienda suelta a su potencial creativo y experiencial.

         Pero para eso lo primero, es rechazar todo sectarismo: la verdad es dudosa. “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas”. (José Ortega y Gasset). Y por otra parte el Espíritu está en todos los sitios y no solo en nuestra capillita.

       Y hay que tener la valentía de cambiar. Si uno es libre para casarse, es libre para divorciarse.

       La relación de conocimientos y creencias personales, para que haya una coherencia mínima entre ellos, exige la consideración del movimiento y evolución contínua y acelerada de dichos conocimientos. Se trata de un equilibrio inestable porque los conocimientos están en contínuo movimiento.
     
        Hace no muchos años, para mucha gente el mundo era su pueblo y el círculo de diez kilómetros alrededor. Y en la mili, iban a la capital de la provincia. Ese era su mundo. Hoy somos ciudadanos del mundo entero.

          Churchill, que en su vida cambió dos veces de partido político, se justificó así: “Algunos cambian de principios para defender su partido; y otros de partido para defender sus principios”.
     

        La frase de Churchill, religiosamente se podría parafrasear, así: “Algunos cambian de concepto de Dios y de estatus religioso, para ser coherentes con sus conocimientos; otros prefieren ser fieles al barco, y no cambian de conocimientos para seguir siendo coherentes con su “chiringuito”. Y luego todo es rezongar, protestar, discrepar y hasta… odiar a los pérfidos contrarios. 

  • oscar varela

    Hola Asun P. (e Isidoro a quien fue dirigido tu Comentario)!

    Te leo: – “la universalidad y profunda sencillez del proyecto de vida de Jesús

    1.- se fue quedando alejado y enmarañado

    2.- en la voluminosas, largas y controvertidas interpretaciones

    3.- imponiéndose el dominio de unos pocos”-

    ………………..

    Ok!

    Es ese empoderado grupete que se las da de bataclán.

    Pero ya en varias ocasiones históricas (y la nuestra parece ser muy férrea en esto) le han levantado el hábito-sotana a la zota.

    Mientras tanto: – “la universalidad y profunda sencillez del proyecto de vida de Jesús”- sigue alentando a las mayorías de las Gentes, esas que no andan diariamente por Templos ni sus Atrios, sino por la Veredas de la Vida.

    ¿No te parece?

    ¡Vamos todavía, entonces! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    Nuestro compañero comentarista Santiago Hernández hizo un comentario con fecha 14 de febrero, (  el de las 1:47 AM) que, al parecer, ha pasado desapercibido, siendo así que quería centrar “teológicamente” el tema que nos trae el autor de “superar el clericalismo” en nuestra Iglesia.

    Y para lo mismo yo he registrado hasta seis afirmaciones que en sí mísmas ofrece como doctrinas católico-romanas:

    1.- El verdadero sacerdote es Cristo, porque es Él quien ofrece un Sacrificio.

    2.- Sin embargo, consta por la historia de los testigos-mártires de la fe que Cristo quiso hacer a sus apóstoles partícipes de su sacrificio eterno

    3.-El sacerdote no actúa solo sino en persona Christi

    4.- Su sacerdocio es real porque es participación del de Cristo

    5.- Los apóstoles lo hicieron por mandato de Jesús

    6.- Asimismo los apóstoles lo hacían en su memorio, realizando “un memorial” de su Pasión de la manera enseñanada por Cristo.

    En cuanto al punto nº 1 debemos señalar que siendo cierto que Jesús es el verdadero sacerdote, también es único en cuanto a la realización “histórica” de su sacrificio. Un solo y único sacrificio que sustituyó a la multitud de sacrificios ofrecidos en la Ley.Eliminando toda posibilidad, su necesidad, de ofrecer más sacrificios.

    La epístola a Los Hebreos deja bien claro (léase capítulos 9 y 10) “Y penetró en el Santuario una vez y para siempre…su propia sangre” (9,12) en un único sacrificio de la Nueva Alianza.

    En Hebreos 10,12: Todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios,que nunca pueden borrar pecado. Él, por el contrario, tras haber ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre. Y siendo definitiva su misión de sacrificio, pues “se ha sentado”, no ha lugar para que se repita ni por él mismo, ni por sus sacerdotes.

    Jesús está ejerciendo su eterno sacerdocio sobre  quienes nos acercamos a Él intercediendo ante Dios

    “Acerquémonos, por tanto confiadamente al trono de  gracia, al fin de alcanzar misericordia y encontrar el favor de un auxilio oportuno.” (Hebreos 4,16)

    “Tenemos, pues, hermanos, plena confianza para entrar en el santuario gracias a la sangre de Jesús, siguiendo este camino nuevo y vivo que él inauguró para nosotros a través de la cortina, es decir, de su cuerpo.”(Hebreos 10,19)

    Si tenemos alguna dificultad en comprender nuestro sacerdocio común, el de toda persona cristiana, inmersa en Cristo :

    “Por medio de él, ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.” (Hebreos 13,15)

  • Asun Poudereux

     
    Primeramente deseo dar las gracias a Isidoro. Tus palabras y citas, generalmente,  envueltas en un todo, atisban una realidad abierta reacia a quedarse para siempre atrapada y delimitada por la mente.
     
    Sin embargo, no puedo concordar en la necesidad de jerarquía para que haya fraternidad.   Hasta ahora, que sepamos,  por ser testigos de ello, la jerarquía no ha sabido situarse fuera del poder que una sociedad estratificada le otorga. Su discurso es incapaz de envolverse, de implicarse en la práctica junto a los otros. 
     
    Donde  hay fraternidad se ha dado una profunda transformación de lo que conocemos por sociedad, al comprenderse ella misma como el producto de nuestras  acciones en beneficio de todos.
     
    Por lo que,  aun estando de acuerdo en apuntar a  lo necesario de la autoridad, que subrayo,  para que no haya confusión, no equivale  a  jerarquía, sino a la repercusión que  aquella ejerce en humanidad de los unos con los otros, por la coherencia  implícita en la que se expresa  y actúa, sin crear barreras que privilegien a unos sobre otros, ni sus “ verdades” sobre las  de otros.
     
    Aun cuando aquí se hable de superar el clericalismo, es de todos claro, que las palabras y buenos deseos  están muy lejos de empapar siquiera lo suficiente, para que lo que aquí se ve necesario y nuclear se comprenda y pueda iniciar su trascendencia  sin temor  y sin complejos.
     
    Francamente y sin pesimismo a lo que es, llama la atención que la universalidad y profunda sencillez del proyecto de vida de Jesús se haya quedado, con el tiempo, tan alejado  y enmarañado en la voluminosas,  largas y controvertidas  interpretaciones  que se han venido plasmando en la historia del cristianismo, imponiéndose el dominio de unos pocos.
     

  • M.Luisa

    Hola Isidoro, gracias por tu comentario.  Ahora, después de leerlo y releer también el otro que me indicas, yo preguntaría ¿Donde surgen los abusos,  en un orden jerárquico en el cual su dirección va de arriba abajo o en la reciprocidad de la relación fraterna? Lo que en lo primero son  posible  los abusos, en lo segundo no, lo cual quiere decir que la necesidad de establecer, en vistas a organizar una sociedad  de futuro como tú  dices, la jerarquía entonces se ha de fundamentar en la fraternidad y no a la inversa, es decir en un modo de funcionar diferente de tal manera  que la dominancia recaiga sobre la relación de fraternidad, sólo así, pienso, pueden ser compatibles. Dices, la jerarquía no es algo malo, pero es en donde pueden darse  todo tipo de abusos, precisamente, por su dirección verticalista.   Lo que es esencial no es la jerarquía sino  la fraternidad  como principio.

  • Isidoro García

    M.Luisa: Me da la impresión de que sigues excluyendo: su función ahora no es jerárquica sino fraternal”. La nueva situación del futuro tiene que hacer compatible lo jerárquico con lo fraternal.

       Y no es un tema baladí, de adivinar cómo será el futuro, sino que es esta humanidad quien tiene que organizar ese futuro, rediseñando sus organizaciones productivas y representativas.

        Mi comentario en este hilo del 12 febrero 2016 at 14:18 pm, iba en esa dirección. Ahí hacía un breve ejercicio de imaginación de cómo se podría organizar una sociedad del futuro, donde la jerarquía y la fraternidad sean compatibles.

       La jerarquía no es algo en sí malo. Más aún, creo que es algo esencial. Y la democracia lo demuestra. La democracia consiste en que la dirección sea consensuada y consultada, pero no que no haya dirección. Eso sería el anarquismo infantiloide.  
     

      Hay que partir de la base de que el hombre mientras sea humano y no robótico, será plural, y quizás eso es lo que nos caracteriza como especie inteligente: la creatividad inevitablemente plural.

  • M.Luisa

    Me voy a permitir, aunque sea para hacer honor al calificativo de puntillosa  que tiempo atrás el amigo Isidoro me asigno,  a volver sobre el asunto   concerniente al modo de concebir cómo se produce el desarrollo y evolución  en un sistema estructural. Con ello expreso que tal calificativo no me lo tomo a mal todo lo contrario pienso que puntualizar, detallar y precisar las cosas es importante  para llegar a algún acuerdo.

    Bien, pues, para ir al grano prescindo de la primera puntualización con la que me encuentro  porque no es lo mismo desarrollo que evolución, pero en fin, dejemos este asunto y atengámonos a lo que dijo anteriormente Isidoro:

    El desarrollo y evolución no se producen linealmente, bipolarmente, esto o lo otro, sino circularmente, con el sistema esto y lo otro.

    A mi modo de ver  ni lo uno ni lo otro (aunque suene un poco a juego de palabras)  porque no se trata ni de una alternativa ni de una suma de niveles.

    La consideración triúnica del cerebro propuesta por P. Maclean que el pasado día tomé como ejemplo, es de carácter estructural y como tal hay que tomarla  con su funcionalidad propia de estructura  y no de estratificación a modo de asignación de niveles desde fuera.

    Entonces, de los tres  señalados que eran: el reptiliano, el límbico y el neo-cortex, pues bien en el primer nivel, como se sabe,  es donde se alojan las funciones básicas que garantizan la supervivencia   y es donde se halla el tronco cervical.

    Entre estas pulsiones o instintos, digámoslo como queramos,   los cinco grandes son : alimento,  sexo,  agresividad,  territorialidad  y  jerarquía.   Esto en el mundo animal es algo imprescindible, si falla uno de estas  pulsiones  falla también la supervivencia  del individuo. Pues bien,  todo esto no queda anulado en la evolución hacia lo humano sino subsumido cada uno de los niveles por el superior. Por ejemplo, lo sensitivo adopta carácter de sentimiento y  el sentimiento  queda subsumido en la razón  a nivel neocortical. Entonces,  no es que haya desaparecido aquel nivel imprescindible para la vida animal como el jerárquico en el caso que nos ocupaba,   sino que éste ha  adoptado una transformación   en su   razón de ser evolutiva  que ya no tiene sentido ahí manejar el concepto arcaico de jerarquía, porque  como dije, su función ahora  no es jerárquica sino fraternal.

    No, si yo no tengo inconveniente, Isidoro,  en decir que en todos estos retazos de autores que transcribes, generalmente estoy de acuerdo con ellos  pero lo que se impone al leerlos  sería   contemplarlos sobre el substrato filosófico que los sostiene y los alumbra.

  • mª pilar

    Me gusta escuchar … como Jesús …

    glorifica a su Abba diciendo:

    “¡Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla! Sí, Padre, bendito seas por haberte parecido eso bien. Lc. 10, 21. Mt. 11, 25..

    Cuando escucho su Palabra … siempre, siempre, se ensancha mi corazón, se abre mi mente, intentando desde la posibilidad de mis fuerzas … ¡hacerlo vida!

    mª pilar

  • Isidoro García

    (Comentario muy basado en “Las culturas fracasadas” de José A. Marina).
     
        Siempre he pensado que la fe del  carbonero, es muy válida para el carbonero. Lo que ya es menos de recibo, es que no seamos carboneros y tengamos ese tipo de fe.
     
        No queremos reconocer que “todo lo que le hombre hace, lo hace sin comprender lo que hace”, (Giambattista Vico). Y luego posteriormente intenta racionalizar y justificar a posteriori esas creencias.
     
       Somos hijos de nuestra cultura, cada cultura genera su propia racionalidad. “Por si nuestro determinismo genético no fuera bastante, habría que admitir un determinismo cultural. Al parecer estamos presos de nuestra herencia biológica  y de nuestra herencia social”, (J. A. Marina).
     
       “A través de la educación, la sociedad transmite a sus niños un kit de herramientas mentales, elaborado durante toda su evolución cultural”. (Bruner).  El tema religioso culturalmente se transmite desde niños, dentro del proceso general de transmisión de la cultura, (el sistema de ideas) de cada sociedad. Es un proceso de manipulación mental que todos realizamos con nuestros hijos y permitimos que lo hagan los maestros y catequistas.
     
       Ese conjunto de enseñanzas recibidas por el niño, se convierten en él en un sistema de evidencias subjetivas, que se acaban convirtiendo en la realidad percibida por cada uno.
     
      Decía Montaigne que “no tenemos otro patrón de la verdad y la razón, que los ejemplos e ideas de las opiniones y costumbres que diariamente oímos y vemos a nuestro alrededor”.
     
       Y esa cultura recibida por el niño le tergiversa la percepción. Decía Santo Tomás de Aquino (según Marina), que las cosas que se aprenden desde niños, se confunden con la experiencia, y eso sucede con todo.
     
       Luego durante el proceso de maduración, el adolescente y luego joven, tiene que discernir críticamente qué cosas de las enseñanzas recibidas son válidas y cuáles no. Pero para eso se necesita desarrollar un cierto nivel de espíritu crítico, que lógicamente es saboteado y castrado por las organizaciones beneficiarias de la manipulación mental de los niños.
     
        Por eso  intentan que la gente no piense por sí mismo, acusando de soberbia, hibrys, indisciplina, desobediencia de la ley de Dios, etc., acusando la autonomía del hombre como de desafío a Dios, cuando Dios nos quiere “humanos” o sea inteligentes y maduros.
     
        Y por eso todas las organizaciones sectarias, prefieren disponer de los niños, para manipularlos, indoctrinarlos y comerles el tarro.
        (Wikipedia: El adoctrinamiento a diferencia de la educación no siempre pretende convertir al sujeto en un individuo autónomo, con sus propios elementos de juicio, sino que frecuentemente el adoctrinamiento se caracteriza por la fe ciega y la ausencia de pensamiento crítico. En casos extremos el adoctrinamiento incluso puede ir acompañado de técnicas de lavado de cerebro).     
     
          Muchos en el proceso de maduración se rebelan y generan anticuerpos contra algunas de las ideas recibidas.
       Otros, gente inteligente y buenos profesionales, siguen otro camino y acaban viendo lo que quieren ver. La infancia inconscientemente se asocia a los padres y al primigenio núcleo familiar y a su primer núcleo social, (la escuela), lo que a muchos les aportó una gran seguridad vital en esa fase del desarrollo. Y junto con ellos se asocian los mensajes culturales recibidos de ellos.
     
        Toda idea que conduzca hacia la deconstrucción de ese soporte familiar profundo e inconsciente, genera una fuerte angustia, y por eso cuando se comprueba experiencialmente que seguir ciertos comportamientos y mantener ciertas creencias disparatadas son la única manera de librarse de la angustia, se siguen a conciencia, y de forma racional se actúa irracionalmente.
     
        Para “autojustificar” dicha actitud, impropia de personas inteligentes y educadas, se “disfraza” como una especie de sacrificio a su “Dios” de la infancia, de una parte de su inteligencia, como prueba de obediencia y sumisión debidas a Él.
     
          Y se buscan y encuentran, pruebas y  justificaciones a su fe infantil, que muchas veces se encuentran, mediante razonamientos predelirantes, colando mosquitos y tragando elefantes. (“El delirio” es un error cognitivo necesario para intentar alcanzar un equilibrio interno imposible, y subsanar contradicciones irreparables y dolorosas).
     
        Lo que pasa es que este autoengaño, a veces no acaba de funcionar a la larga, pues la mente inconsciente se rebela y no es cómplice de las artimañas y autoengaños de la mente consciente.  Y ese difícil y falso equilibrio inestable, a veces explota en crisis profundas, depresiones y todo tipo de neurosis más o menos graves.
     

    “Todo lo que insistes en ignorar de tí mismo, (incluídas las contradicciones internas mal cerradas), tarde o temprano te hará la vida imposible. (Alejandro Jodorowsky).

     
    (Con esto no quiero desmontar la fe, sino la fe infantil. El creyente maduro, debe sustituir esa fe infantil, por una fe madura, basada en la ciencia y la filosofía. Y en ese proceso posiblemente permanecerá la esencia básica de todo, y se eliminarán muchas accidentalidades).
     
     

  • M.Luisa

    Ah! y me olvidaba una cosa, comprendo que se aluda a las circunstancias   de quienes no pueden evolucionar  y se les  condicione, por tanto, a mantenerse en una  religiosidad sincera y sencilla, porque  si así es, como he manifestado anteriormente, no hay nada que decir,  pero  entonces yo me pregunto   ¿por qué quiénes salvan estas mismas  circunstancias opresoras   y  se abren camino para  evolucionar,  se malpiensa de ell@s como que  su intento  no es otro que  el  de  desmontar estructuras  eclesiales y no en cambio de  un intento de reconstrucción y transformación?

    Por qué esta diferencia de trato? por qué no se piensa bien en los dos sentidos? yo creía que todas estas menudencias habían quedado claras después de tanto tiempo que llevamos debatiéndolas y que ahora era cuestión de tocar más de fondo,  en definitiva de profundizar más las cosas, exprimirlas, en fin hallar resultados…

  • M.Luisa

    Me cuesta de entender  que después de tantos años  de reacciones  insalvables en contra  de todo intento  de puesta al día en los asuntos tocantes a la religión, todavía  no se pueda asimilar  el nombre que las define.   Aquí ha habido artículos   cuyos autores, hayan sido teólogos o sacerdotes,  no han tenido empacho alguno en reconocer  que hay fanatismo dentro de la iglesia.

    Claro que entre los fieles y los curas hay gente sana de religiosidad sincera y sencilla  cuyos efectos, naturalmente, no producen daño alguno,  pero no siempre sucede así. Una cosa es clara, si lo que debe progresar no progresa se atrofia  y es aquí donde entonces  los efectos pueden ser dañinos  y hacer que otros los padezcan como consecuencia de ello. En fin, a modo de daños colaterales, como se dice.

    Ahora  bien, yo no veo que  por el hecho de reconocer esta realidad  se tenga que ser necesariamente irrespetuoso con ella.

  • m. pilar

    Jesúsde Nazret … El Galileo …:

    !No fue sacerdote, ni confirmo a sus amigos como tales!

    Ese “estado sacerdotal” es una acción  nacida del sentido que los judios (los amigos de Jesús lo eran … a su manera) tenian de la autoridad  religiosa … y política.

    Como tampoco fundo una iglesia … no era su estilo, el nos presento y dejó en nuestras manos, un hermoso:

    !!!Proyecto de Vida!!!

    Una empresa mucho más impirtante, más real, más crucial para la vida en este mundo.

    Pero el poder… lo hecho ha perder con tanta prafernalia, que nos ha llevado hasta donde estamos.

    !Separados, deshunidos, en lucha constante para seguir en el poder que la “iglesia” de a pié denuncia cada día con más intensidad sin ningún resultado y con raves injusticias.

    m* pilar

  • Santiago

    SI por sacerdocio se entiende el que ofrece un sacrificio, …entonces como dice el Autor de este articulo, el verdadero sacerdote es Cristo, sacerdote Eterno de la Nueva Alianza, que es al mismo tiempo sacerdote y victima para la remision de nuestros pecados.Sin embargo, consta por la historia de los testigos-martires de la fe que Cristo quiso hacer a sus Apostoles PARTICIPES de su sacrificio eterno….y es por ESO que el sacerdote nunca actua solo….sino EN PERSONA CHRISTI, ya que su sacerdocio aunque REAL es participado…

    Los Appstoles que siguieron el mandato de Jesus haciendo ESTO en  Su memoria, realizando el Memorial de su Pasion de la manera ensenada por Cristo…Ellos entendieron perfectamente su sagrado significado y asi los Hechos de los Apostoles describe como poco despues de la miierte de Cristo los primeros  cristianos se reunian en el  Templo para participar “en la oracion y en la fraccion del pan” que era una clara referencia al sacrificio Eucaristico y la Didaje escrito hacia el 70 AD distingue al sacerdote como el celebrante de la Eucaristia que describe con detalle, incluendo las condiciones para recibir la comunion..S Justino  Martir ya en el siglo II descrbe esencialmente los elementos de la Misa, tal y como la celebramos en este siglo XXI.

    Si se denominan clerigos o curas a los sacerdotes es accidental, si solo se entiende un estado “social”…lo importante ES que el sacerdocio participado tuvo origen en el mismo Jesus de Nazaret , porque el quiso llamar a 12 para su mision redentora y salvifica.

    un saludo cordial.    de Santiago Hermandez

  • h.cadarso

    Quiero recordar del evangelio que Jesús, con ser tan opuesto al “clericalismo” de los escribas, doctores de la ley y líderes religiosos de Israel, se mantuvo fiel a las prácticas religiosas de su pueblo. Es decir, intentó humanizar la religión judía desde dentro.

    Entre los fieles y los curas hay gente sana, con una vivencia de la religiosidad sincera y sencilla, pero condicionados todos por unas circunstancias que les ponen muy difícil evolucionar. Pero como todo ser humano son capces de evolucionar.

    Lo de “fanatizados” me parece totalmente injusto, con perdón de los que puedan pensar o hablar así…Respeto a los que prefieran desmontar la estructura clerical de la iglesia desde fuera, pero creo que en todo caso debemos actuar con un sagrado respeto y una infinita comprensión hacia los que se mantienen dentro de la iglesia…Acuérdense de aquello: “no apaguéis la llama que humea…no quebréis la caña que está a punto de romperse…” o algo parecido. Y de aquello otro; “mira antes la viga en tu ojo que la paja en el ojo del vecino” o algo parecido.

    Más o menos, todos tenemos alguna obsesión fanática por esto o por aquello. Procuremos librarnos de ella, y ayudemos a los demás a hacer lo mismo.

  • olga larrazabal

    Querido Honorio:  No creo que los curas  que dicen Misa o los que asisten a Misa sean  tarados.  El rito es una parte muy importante y respetable en la psicología humana y de su cultura.  El problema reside en que quienes manejen el rito, debido a su formación o personalidad, se sientan distintos y superiores y formen una casta aparte, y la institución que los cobija, lo avale, formando una casta de poder impenetrable .

    Cuando recién explotaron los problemas de abusos en USA, me acuerdo que un psiquiatra contratado por la Iglesia, hablaba un poco sobre la formación de los curas, especialmente aquellos que entraban temprano al Seminario, y no habían vivido la sexualidad en su forma sana ni la relación de amistad y conocimiento del sexo opuesto, que es el 50% de las personas. Y no es que el sexo lo cure todo, es que la sexualidad sana, y la sana relación con el sexo opuesto, permiten la formación de una personalidad adulta más equilibrada.  Sobre todo si vas a ser consejero espiritual de una comunidad y vas a opinar sobre los problemas del mundo investido con un aura de sabiduría, que sabemos que no necesariamente es tal.

    Y la gracia como energía positiva e iluminadora, no dudo que exista.  Pero debe encontrar el instrumento adecuado y afinado para tocar bien la música. Y para tocar una buena música, necesitas que el instrumento sea construido y afinado con los mejores materiales y métodos que el estado del arte tenga a mano.

    Y si aún y así hay algo que falla en la música, habrá que modificar la partitura.

    Y entre tanto ¡Aurrera Mutillak! que equivale al ¡Vamos todavía! de Oscar.

     

  • M.Luisa

    Hola  Isidoro, por suerte puedo adelantar el comentario que te debía pero recuerda que yo me comprometí a extenderme un poco más en lo concerniente al carácter emergente de  la estructura cerebral y el cómo de su funcionalidad ya que me dio la impresión de que confundías estructura con estratificación, pero no me comprometí en explayarme en las posibles relaciones que pudiera tener el tema sobre otras cuestiones, y no porque en ellas no  haya tal relación  sino porque  la aplico   tácitamente.
    Veamos pues,  como te decía al comienzo, no se trata de estratificación como si fueran niveles independientes de estratos psíquicos sino niveles de actividad donde ésta va adquiriendo caracteres superiores y cada vez más va abriéndose a otra clase de patrón vital. Es decir, no es verdad que se anulen las características de los niveles anteriores sino que el anterior queda subsumido al nuevo nivel sin desaparecer.

    Ahora bien, si esto por un lado es muy positivo,  sobre todo para evitar interpretaciones como la de Honorio que acabo ahora mismo de leer,  tiene también su parte negativa y es que al permanecer los estadios inferiores en estado sumiso, cualquier obstáculo  puede impedir el proceso.

    En nuestras conductas, por ejemplo, utilizamos  el sentimiento que es la evolución de la emoción en versión humanizada, es decir dialogada con el mundo del raciocinio. Por eso te decía ayer que si la jerarquía era algo imprescindible en los animales para vivir, en los humanos lo especifico es la fraternidad.

  • h.cadarso

    Ustedes perdonen, pero yo no considero que los que v an a misa y dicen misa sean unos mongolitos…Son personas e hijos de Dios, un respeto. Eso de los complejos de superioridad es una tentación demasiado fácil…Y por supuesto mantengo y sostengo que si no se conjuga la acción con la mirada a nuestro alrededor y la reflexión, nuestro pensamiento y nuestras conclusiones pueden quedar un tanto equivocadas…

  • Isidoro García

        Un añadido. La Iglesia Católica para que todo su sistema teórico cuadre, hace una lectura excesiva de la “gracia”. Se hace creer que la “gracia” cura, y no es verdad, y hasta que no reconozcan esa triste realidad, (fruto de los planes insondables de “Dios”), todo el sistema está corrompido. La autosugestión hace “milagros”, pero no tantos.

         En este tema se repite diariamente, con todos los creyentes, el triste espectáculo de los trenes de enfermos de Lourdes o Fátima. Todo son muy buenas caras a la ida, y un silencio terrible y ominoso a la vuelta.
     

        La gracia no cura, lo que cura es el psicoterapeuta. No pidamos a Dios mas de lo que ha determinado dar.

  • Isidoro García

         A la espera de que M.Luisa tenga tiempo, y entre en otros temas, querría tocar un tema que Olga, ha tocado, que para mí tiene mucha importancia.

          Dices Olga: “Y como para entrar de cura no hacen exámenes psicológicos, más de alguno se cree el cuento de que es superior”. Este problema es general, y no atañe solo a la I.C.

         Ken Wilber, habla del peligro “del “bypass espiritual”, según el cual, se supone que cuando uno encuentre el Espíritu, o su Yo superior, todo lo demás le será dado mágicamente, por añadidura, como si en tal caso, el trabajo, las relaciones, la familia, la comunidad, el dinero, la comida, y el sexo dejaran de ser un problema.
    El simple hecho de conectarse con un estadio superior (de la conciencia), no resuelve necesariamente los problemas existentes en los niveles inferiores”.

          El hombre maduro, auto-realizado, tiene dos grandes frentes de lucha o mejoramiento. Por una parte está el de la ampliación de la Conciencia, que es aumentar el conocimiento de sí mismo y de su entorno, no solo acumulando conocimientos, sino transformándolos en sabiduría, mediante la perspectiva adecuada. Para ello tiene dos armas, el estudio y la reflexión, que le dé conocimientos y la meditación o contemplación, que le renueve e interiorice una nueva perspectiva de todo.

        Pero el segundo campo de batalla es el del saneamiento psicológico de todas las neuras, complejos, inseguridades y malos rollos, que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra biografía.

         No hacerlo, nos impide disponer de unas intuiciones lúcidas, pues no olvidemos que nuestras intuiciones están condicionadas y sesgadas por nuestras emociones. Nuestra fuente interior, (nuestro “espíritu”, o maestro interior”, o “ángel de la guarda”, o nuestro “Testigo” que conecta con “Un solo sabor” como dice Wilber), nos suministra agua pura y serena, pero si al pasar por nuestra mente inconsciente se mezcla con toda nuestra “basura interior”, o “sombra junguiana”, sale el agua turbia.

         Y eso nos impide avanzar en la ampliación de la Conciencia, o en el aumento de nuestra sabiduría personal, porque seguiremos siempre prisioneros de nuestras emociones perturbadoras de nuestra lucidez, y ello nos hará cometer error tras error, y nos ensuciará nuestra gafas de ver la Realidad.

       “Los mensajes más sanos, se escuchan mucho mejor que los neuróticos”, dice Wilber, y eso vale tanto para la escucha de los demás como para la de nosotros mismos. Si no hemos trabajado adecuadamente los vehículos inferiores a través de los cuales debe transitar la intuición originaria para su debida comprensión e interiorización por la mente consciente (Conciencia), esta la capta incorrectamente.

        Si no trabajamos la segunda pierna, que es la del equilibrio psicológico, mediante las psicoterapias necesarias, y mediante un esfuerzo de reequilibrio personal, (muy difícil de realizar y completar), andaremos cojos, y daremos muchos tumbos y caídas de las que habrá que levantarse.

       Esto sucede en todos los grupos de espiritualidad, de todas las religiones y de todos los tipos. Por eso la religión del futuro, exigirá psicologizarse. La Iglesia Católica, y todas cambiarán, no cuando dejen a los curas casarse u ordenen mujeres, y todo eso, que también, sino cuando los seminaristas estudien a Freud, Jung, Maslow, Rogers, y todos esos, mucho más que a Santo Tomás de Aquino o San Agustín. Y haya en los seminarios mas psiquiatras y psicólogos que teólogos.

     
    .

  • M.Luisa

    Estupendo! parece que ya he provocado a alguien, a D.Isidoro, lo sabía!!

    Coincido contigo en que al entorno de este tema surgen muchos otros, pero ahora no tengo tiempo  ni  a lo largo del fin de semana tampoco, sin embargo intentaré responderte en cuanto pueda de cómo, desde mi punto de vista, se resuelve el problema de los niveles  dentro de la estructura.

  • olga larrazabal

    En algún tiempo prehistórico, el rol de curandero, de observador de la naturaleza y sus ciclos, de creador de explicaciones tanto naturales como sobrenaturales de los avatares de la existencia por ser viejo sabio, estuvieron concentrados en una persona:  el Chamán.  Para tranquilizar a su clientela, el Chamán concibió el Rito, observando que a través de éste el clan recobraba algo de la seguridad para seguir viviendo en medio de un mundo cambiante.

    Con el tiempo estas funciones dieron origen al Médico, al Sabio y al Sacerdote.  Las religiones organizadas se quedaron con el Sabio que acumulaba experiencia sobre la vida humana y como mejorarla, y el Sacerdote que administraba ritos.

    Jesús era más bien sabio. Y las religiones o filosofías orientales aspiran más a la sabiiduría, que a la magia ritual.  El catolicismo enfatizó el rito, y el poder del que administra el rito mágico, los sacramentos, por los cuales tranquiliza a su clientela.  Y en vez de sabiduría, inventó un manual de reglas fijas e inmutables.

    Y eso trae grandes problemas, ya que como administrador de ritos, pero sin la sabiduría de la reflexión y la libertad para reflexionar, puede llegar a ser fácilmente un dogmático narcisista, desvinculado de la realidad.  Y como para entrar de cura no hacen exámenes psicológicos, más de alguno se cree el cuento de que es superior y diferente porque con sus manitas es capaz de tener a Dios encarnado en el acto mágico de la consagración.  Y si el tipo tiene problemas de personalidad, como Maciel, puede llegar a ser un peligro público.

  • Isidoro García

         M. Luisa ha tocado en este tema del clericalismo, un asunto que sirve para otros temas realcioandos, especialmente, de interés cuando uno se interesa, sobre cómo debería estar organizado, el mundo futuro, el “Reino de Dios”, diríamos los cristianos, o la sociedad perfecta de los no cristianos.
     
         ¿Jerárquico o igualitario? Fijaos si es importante que por una parte todas las escuelas de negocios, estudian distintos estilos y modelos de organización y mando de las estructura productivas, para maximizar su eficacia. Y por otra parte la democracia, está constantemente en vías de reforma para mejorar su funcionamiento y representatividad.

       Todas las noticias recientes, sobre la posibilidad de consulta a militantes mediante medios informáticos, y sobre el tema de los “círculos” y asambleas deliberativos y decisorios, están en ese tema. La moderna tecnología abre unas posibilidades que antes eran impensables.

          Y por eso, la regla clásica de la democracia, “una persona, un voto”, aplicada cada cuatro o cinco años, para nombrar unos representantes,  que son los que verdaderamente van a decidir, es algo del pasado. Es la democracia.1, pero ya está aquí llegando la democracia.2.

        La idea de M.Luisa de que el tercer cerebro de los humanos, impone la fraternidad, olvidando la jerarquía, propia del cerebro reptiliano, es discutible, pues siempre que se asciende a un nuevo nivel de desarrollo, no se anulan las características de los niveles anteriores, sino que se asumen y trascienden todos en el nuevo nivel.

       El desarrollo y evolución no se producen linealmente, bipolarmente, esto o lo otro, sino circularmente, con el sistema esto y lo otro.

       Yo he pensado esto en lo referente a lo del “Reino de Dios”, pero es extensible a la organización de la Iglesia, en cuanto que se supone que es una especie de organización-símbolo de dicho Reino. (Como es arriba, es abajo).
     
      Y he pensado mucho en lo del tema de la Cabeza del Reino, que el cristianismo clásico, atribuye a Jesús, como el Cristo, el único Jefe y hasta el Rey. Estas categorías eran naturales y perfectamente comprensibles en las épocas antiguas, pero en los iempso actuales chirrían bastante. No tiene sentido que si las pesonas no acepten fácilmente, que haya un Rey en su organización civil, acepten luego que lo haya en su Iglesia que se supone que está modelada como debería ser el “Reino de Dios”.
     
         El “Reino de Dios”, tiene un  sentido, en cuanto Dios no es humano, sino Alguien/Algo de una categoría muy superior. Pero si consideramos el “Reino de Dios”, como una organización plenamente humana, (la Humanidad organizada y funcionando), incluídos sus dirigentes, entonces las reglas de nombramiento de dicha jerarquía, (los mejores de entre nosotros), deberían ser nombrados por nosotros mismos, como en toda democracia.

        Esto exigirá una organización, una maquinaria informática y decisoria, con unos algoritmos capaces de consensuar unas decisiones siempre plurales, dada nuestra naturaleza mental diversa. Un algoritmo, que pueda evaluar el peso relativo de cada opinión en función del grado de conocimiento de cada uno sobre el tema propuesto.
     
         Y un sistema democrático, de encuadramiento de todos y cada uno, en una serie de pirámide de comunidades,  con unas de base, (de 1º nivel), comunidades de 2º nivel, de 3º nvel, etc. hasta la cumbre. En las que el coordinador de una comunidad de un nivel, sea miembro de la comunidad del nivel inmediatamente superior, y así sucesivamente.

       Esta idea haría que la Jerarquía superior, pudiese ser considerada colectiva en vez de individual. Por ello toda la controversia sobre si Jesús sería el Cristo o no, perdería mucho de su virulencia, pues se podría considerar que Jesús, siendo un humano “normal” mas, sin necesidad de “preexistir”, dadas sus cualidades humanas, fué designado para incorporarse al Colectivo dirigente de la Humanidad, al igual que otros posibles miembros, como el Buda Sakiamuni, Sócrates, Pitágoras, Lao Tzu y Chuang Tzu, Francisco de Asís, Mahoma, Moisés, Confucio, y muchos mahatmas y bodisatvas hindúes y budistas.

       Una idea como esta, es importante para comprender la futura religión ecuménica universal, en la que no será necesario dejar de ser cristiano, budista, etc. pues habrá múltiples “negociados”, dirigidos todos por un Cristo, Jefe, o miembro de la jerarquía. (Que luego entre ellos elegirán una cabeza representativa, que puede ser rotatoria, o elegida por un periodo).

        Esta debe ser la línea del diálogo ecuménico entre las religiones. No una línea de respeto y tolerancia, sino mucho más: una línea de sentirse todos hijos del mismo Dios, y hermanos de verdad.
     
     
     

  • M.Luisa

    NO, no se trata de democratizar el clericalismo,  al menos el titulo no habla de eso sino de superarlo.  Por tanto,  como de momento  y después de tantos siglos  esto no ha sucedido,  creo pues  que ya es hora, y la ciencia nos lo pone bastante fácil, de ir  a la raíz misma del problema. Trabajar desde dentro es imposible en ambientes fanatizados.

  • h.cadarso

    Nos subimos a la parra con demasiada facilidad….Hay una pedagogía típicamente jocista que conjuga sabiamente tres momentos en la reflexión humana: VER, JUZGAR, ACTUAR…

    O sea que vemos muy bien el problema del clericalismo, y lo juzgamos de maravilla. Pero si no lo atacamos con una acción eficaz y un compromiso comprometido, ni lo vemos ni lo juzgamos correctameente.

    Yo para mí uso un método de acción; “poco a poco hila la vieja el copo”. Siempre que puedo me meto en las actividades del equipo parroquial, con la obsesión de estimular la toma de posiciones de los seglares y criticar cualquier abuso de poder y autoridad de los clérigos. Tengo para mí que este mal de la falta de sentido democrático dentro de la iglesia hay que combatirla TAMBIEN desde dentro, desde la base. A andar se aprende andando. Y andando uno se da cuenta de lo costoso que es desarraigar hábitos de comportamiento de siglos y milenios.

     

     

  • M.Luisa

    Qué quise decir ayer  en mi lacónico comentario?

    Superar el clericalismo para mí significa  abandonar el  orden jerárquico  anterior  al jurídico que proviene de los animales.

    Pensé que   provocaría suspicacia  a quienes se interesan tanto por los hallazgos  de la neurociencia en la evolución cerebral de los seres vivos.

    Si cogemos, por ejemplo, el modelo  cerebral de Paul Maclean  (mediados del siglo pasado) en el que su consideración triúnica  del cerebro distingue como tres sedimentos o sistemas : El reptiliano, el límbico y el neo-cortex. Pues bien, en el reptiliano que es donde se halla el tronco cervical que regula todos los elementos básicos  de supervivencia,  uno de ellos es el de la estructura jerárquica   como criterio de subordinación animal en el sentido de que sin ella no sería posible  su especie.

    Con todo,  esto significa que en la evolución   ya no digo centrada en el sistema límbico en el que ya se imbrican las emociones, sino dando el salto hacia el  nivel cortical   ya no tiene sentido ahí  manejar el concepto arcaico de jerarquía,   sino  otro muy distinto de carácter,  paradoxalmente, laico  como el de fraternidad.

    Creo  que con  estas pocas pinceladas al menos  no se me malinterpretará.

  • Rodrigo Olvera

    Siempre está la opción de código abierto, como Linux y otros.

    saludos

  • oscar varela

    Hola Luis!

    Si alguna vez tuviste el Windows 8 ¡cagaste!

    Pero lo que señalás es cierto: vamos hacia lo de G. Orwell.

    Sin embargo ¡hay que resistir todavía y siempre!

    Óscar.

  • Hola Oscar.
    De momento con mi ordenador. “Vamos todavía……”. Lo que nos van a obligar a todos es a pasarnos al Windows 10. Porque así nos controlan mejor. Como borreguitos nos ponen cercados……

    Este enlace es muy interesante. Cuidado cuidado…..

  • M.Luisa

    Superar el clericalismo para mí significa  abandonar el  orden jerárquico  anterior  al jurídico que proviene de los animales.

  • Román Díaz Ayala

    Para que se pueda entender mejor lo dico en mi comentario anterior, me tomo la libertad de citar la encíclica Vehementer nos de 11 de febrero de 1906 (hace exactamente 110 años) del papa Pío X:

    La Escritura nos enseña y la tradición de los padres lo confirma que la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo […] En el seno de la cual hay jefes que tienen plenos y perfectos poderes para gobernar, para enseñar y para juzgar. De lo cual resulta que esta sociedad es desigual por esencia, es decir, es una sociedad que comprende dos categorías de personas: los pastores y el rebaño, los que ocupan un rango en los distintos grados de la jerarquía y la mltitud de los fieles. Y de tal modo son distintos entre sí que sólo en el cuerpo de los pastores reside la autoridad y el derecho necesario para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de la sociedad. En cuanto a la multitud, ella no tiene otro deber que el de dejarse conducir y, rebaño dócil, seguir a sus pastores. (Fragmento citado por Gregorio Peces-Barba en La España civil – Galaxia Gutenberg -2005)

    En esos años 2004-2005 la Conferencia Episcopal Española se mostró muy activa contra la política del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en nombre de su moral superior. Movilizaba a una multitud de católicos que adoctrinados  durante los años de restauración posconciliar se dejaban conducir como rebaño dócil.

    Me interesa enfatizar en esta cita su trasfondo ideológico que hace pasar como doctrina salida de la Escritura la separación entre pueblo  y altar, de pastores y rebaño.El regreso al  escenario tradicional después del paréntesis taranconiano.

  • Román Díaz Ayala

    El clericalismo resulta ser el nombre que se le da a la influencia excesiva que ejercen las instituciones eclesiásticas, y en particular el clero, en los asuntos políticos, sociales, culturales, o en cualesquiera otro que no son de su incumbencia (de los diccionarios)

    El clericalismo visto así viene a ser “una enfermedad” del clero, pues al clero lo entendemos en sentido restringido como la clase sacerdotal de la Iglesia Católica. A veces llamamos  clero por extensión también al conjunto de sacerdotes u oficiantes de otras religiones, a sus representantes o administradores.

    Pero a raíz del Concilio Vaticano II el tema empezó a er entendido en “sentido teológico”. Si existe un sacerdocio general de todo el el pueblo cristiano conformante de la Iglesia de Dios, ¿qué valor le damos al servicio ministerial, el presbiterado? Tropezamos inmediatamente con la doctrina sacramental, y con su administración.

    Pero he aquí que había existido una visión teológica de la Iglesia que hacía separación entre el pueblo y el altar, y toda una doctrina junto a una compresión histórica de su Jerarquía que se había elaborado con una  concepción jurídica, su sistema jerárquico.

  • oscar varela

    Hola Luis!

    Te leo:

    – “(No no me he equivocado. Este comentario era para “una Iglesia sin curas”. Estoy probando, porque mi ordenador tiene anomalias.)

    ¿No será que tu ordenador “no tiene cura”?

    Te van a hacer comprar uno de última “de-generación” ¡ya lo vas a ver!

    Abrazo – Óscar.

  • Lo he dicho muchas veces, por activa y por pasiva. Los evangelios creo que el modo de leerlos es anteponiendo el propio criterio, el libre albedrio, del que los lee. Siendo críticos con lo que leemos y a partir de lo que cada cual sepa. Que haga suyo o no lo que lee. Sin imposiciones de “autoridad” o de “fe”.
     
    Personalmente, a partir de lo que se. Creo que el cristianismo no tiene de consistente más que los sinceros creyentes. Pero lamentablemente creen en una farsa, a partir de unas palabras de sabiduria, que no son las pronunciadas por Jesús. Si partimos de que Jesús es un mito solar. Se pongan como se pongan los organizadores del “cotarro”. Todo es falso. Y los evangelios todos, contienen sabiduría, porque son copias de la espiritualidad egipcia.
     
    Los sinceros creyentes, se merecen que se les de buena mercancía, y que no se “queden” con ellos. Hay una posibilidad cristiana legítima y autentica, no falaz ni falsa. Por el bien de los sinceros creyentes, vale la pena denunciar lo falso, y abrir la puerta a lo autentico. Limpiar las fuentes de la espiritualidad cristiana, para que el sincero creyente sacie su sed de trascendencia. Lo que tiene ahora es un sucedáneo perverso, un “quita miedos”. Las fuentes a que me refiero son las del cristianismo gnóstico, y a nuestra relación con el Sol. Dejar la hostia en el sagrario. Que no es el Sol, y salir del templo para admirar astro rey.
     
    Se analiza “al microscopio” unas palabras escritas, la de los evangelios. Pero no son las únicas que se han escrito, con igual o más sabiduría.
     
    ¿Qué hay de los más de setenta evangelios conocidos hasta ahora y a dia de hoy precisamente, según el estudioso de la Biblia Antonio Piñero.
     
    ¿Qué hay de los evangelios de Nag Hammamdi?. ¿No contienen sabiduría?

     
     
    El papa León X dicen que dijo “Qué buenos beneficios nos tiene dado esa fábula que trajo a Cristo”.

    No. No valen “medias tintas”. Si el cristianismo ha de perdurar como marca. ni Vaticano II ni …….
    Refundación a partir de los autenticos primeros cristianos, los gnosticos.
    El Vaticano II fue algo muy timido, y ademas despues ninguneado. lo que digo. Refundación.

  • “La Eucaristía, como presencia física, de Jesús en las hostias consagradas por los sacerdotes por el mero hecho de la pronunciación de unas palabras míticas, que transforman “milagrosamente” el pan y vino en la persona de Jesús, tantas veces como se quiera y que se guardan por centenares en miles de sagrarios por todo el mundo, no resiste – hoy día – a un mínimo análisis racional.”
     
    Ni hoy día ni nunca. Siempre ha habido gente racional capaz de cuestionar esta “magia”.
    Muy oportuno el autor del articulo (¿gatopardismo?), ahora que la Iglesia se queda sin curas……
    Pero se queda corto en el cuestionamiento. ¿Qué pasa con la figura de Jesús?. Fue un hombre, o es un mito?. Para mi queda claro que mito. Un dios solar mas, el ultimo.
     
    Como nos han tenido de engañados por Dios.
    (No no me he equivocado. Este comentario era para “una Iglesia sin curas”. Estoy probando, porque mi ordenador tiene anomalias.)

  • mª pilar

    El mayor problema … según mi experiencia es:

    Que los clérigos se han sentido y se sienten “personas especiales” y eso nos ha acarreado muchos sinsabores.

    Admito totalmente el deseo de servicio exclusivo a un proyecto … pero dentro de ese servicio a la comunidad ¡nada más! … y … nada menos.

    Al no sentirse ni ser diferentes al resto de los miembros de la comunidad, todo es posible, bueno, deseable.

    Ni consagrados, ni especiales, ni con poderes extras al resto de los seres vivientes.

    Lo diferente tiene que estar … en como lo vivimos.

    Por esa razón, nunca he comprendido el deseo de los curas ·casados-o fuera del compromiso sacerdotal” quieran volver a tener peso específico en la iglesia de hoy.

    mª pilar

  • ELOY

    Este artículo rezuma convicción y es de agradecer.

    Creo que se puede constatar que, de forma similar a lo que aquí se expone,  muchos “clérigos” y “laicos” tuvieron esa creencia y esa vivencia en la década de 1960

     

  • oscar varela

    Hola!

    Ok! Comprendido!

    A mí me suena a “Añoranzas de viejo rejuvenecido“.

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Román Díaz Ayala

    El clericalismo, como problema, adquirió altos índices de preocupación dentro de los círculos parroquiales promovido por los graves conflictos dentro de la pastoral. En España el Concilio llegó con un calendario más tardío. Yo viví sus prolegómenos siendo estudiante en Cuba y Puerto Rico ( años 60 al 63) en un ambiente de entusiasmo y renovación.

    Sin embargo, ya en España en 1963, nos teníamos que enterar por las noticias y sólo ciertos círculos, vivían el día al día de las sesiones.El clero parecía indiferente, como algo que venía “de afuera”, y luego como “algo impuesto por Roma”, cuando se iniciaba la reforma que principiaba por la Liturgia y otros aspectos que parecían formales.

    Pero yo insisto: ese clero muy consciente y muy implicado en la pastoral recibió el Concilio como una ayuda, y los intentos de adaptación a nuestras particulares situaciones sociales del nuevo espíritu fue un camino lleno de dificultades.

    En los ambientes más reducido donde se cultivaba el ecumenismo interconfesional entonces sí se planteaban estas cuestiones sobre la función del clero y su naturaleza novotestamentaria. El movimiento carismático seguía una línea más tradicional, pues querían acentuar su “caracter” católico romano.

  • Gabriel Ferrer Llabrés

    El articulo es   muy ilustrativo pero veo un gran peligro en el hecho de que nuestra sociedad es cada dia más descreída. Quedará algo de fe dentro de unos pocos años?