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Cuatro dificultades del dogma cristiano

carlosblanco2

Muchos os acordaréis de aquel adolescente, casi un niño, que salía en la tele hablando con una impresionante información bien asimilada de historia o filosofía. También desde hace tiempo Carlos Blanco, con varias carreras y cotizado conferenciante, está interesado por ATRIO y nos ha ofrecido publicar este artículo para ser comentado aquí. Esperamos, si encaja el diálogo en Atrio, tenerle pronto como autor habitual. ¡Bienvenido Carlos! AD.

Considero que existen cuatro grandes fallas dogmáticas en las formulaciones más extendidas del cristianismo, tanto católicas como ortodoxas y protestantes:

1) El problema del mal: ni las más intrincadas disquisiciones teológicas, ni los escritos más brillantes de San Agustín y Leibniz, han logrado compatibilizar la omnipotencia de un Dios bueno, enamorado del hombre, con el mal que inunda del mundo, y que sólo hemos comenzado a erradicar gracias al ingente esfuerzo humano por amar y conocer.

2) La evolución de la vida: si el hombre ha surgido por procesos evolutivos que no apuntaban inexorablemente hacia él, ¿de qué manera puede afirmarse que Dios ha creado al hombre y le ha impreso la sagrada huella de una vocación inalterable? ¿Por qué debería el hombre ser el centro de la evolución? ¿Acaso se detiene en el hombre la gigantesca y monstruosa maquinaria de las transformaciones biológicas? Si existieran otras formas de vida inteligencia en regiones inadvertidas del universo, ¿habrían sido también agraciadas con la luz de la Redención? ¿Habrían gozado de su propio Jesucristo, de su propio Dios encarnado?

3) La existencia de otras religiones: el cristianismo, ¿puede seriamente proclamarse la única religión verdadera? ¿Por qué no se reveló el Dios encarnado a los mayas, o a los incas, o a los sumerios, a los pueblos de Asia oriental? Si se replica que no lo hizo porque aún no se hallaban lo suficientemente preparados como para recibir adecuadamente su mensaje, deberemos entonces preguntarnos si, más que a una revelación, no asistimos a un desarrollo gradual de la conciencia humana, que progresivamente adquiere mayores cotas de sofisticación y profundad en la comprensión de las verdades lógicas, científicas y éticas. Además, ¿por qué florecen incontables religiones, muchas condenadas a morir y a ser suplantadas por otros credos? ¿Cuál es su valor? ¿Constituyen caminos salvíficos o se hallan ineluctablemente subordinadas a la verdad del mensaje cristiano y a Cristo como palabra única del Padre a la humanidad? ¿No resulta innegable que en otras religiones, como el budismo, reverberan verdades tanto o más vigorosas, hondas y aleccionadoras como las que sostienen los pilares más firmes del cristianismo? ¿Puede alguien sostener que toda verdad auténticamente importante para la salvación del hombre fue declamada en la Palestina del siglo I, sin que el mensaje de Buda, de Confucio, de Sócrates, de Spinoza o de Gandhi pueda añadir elementos que lo perfeccionen y amplíen? ¿No se han producido avances esenciales para la humanidad que, en muchos casos –como la abolición de la esclavitud y la liberación de la mujer-, se han efectuado con independencia de las religiones o incluso en contra de los baluartes más acérrimos del dogma?

4) El valor de la historia: si el acontecimiento-Cristo representa el eje de la historia y en torno a él gravitan los siglos pasados y las centurias venideras, ¿para qué continuar embarcados en la epopeya de la historia? ¿Por qué no se ha suspendido su curso, si la palabra más profunda y abarcadora nos fue revelada en tiempos de Poncio Pilato? El devenir histórico, ¿no incorpora nada verdaderamente novedoso? ¿No ha sondeado la humanidad escenarios que jamás habría presagiado? ¿No ha expandido admirablemente el alcance de su imaginación y el radio de su inteligencia? ¿No ha desentrañado verdades esenciales para la comprensión del universo y de la propia especie humana? ¿No ha realizado en la fragilidad del mundo histórico multitud de valores éticos, y no ha aprendido de las atroces experiencias de maldad y dolor que surcan el océano de los siglos?

Pero la dificultad más profunda que encara el cristianismo no es otra que la de su necesidad filosófica. Si desprendemos esta religión de oropeles históricos y de revestimientos mitológicos, ¿por qué ser cristiano y no únicamente humano? Tal y como atestiguan las investigaciones exegéticas más acreditadas, el mensaje de Cristo se limitó a proclamar la inminente venida del Reino de Dios. Pero en realidad no especificó en qué consistiría semejante reino (¿una realidad escatológica?; ¿un reino de naturaleza ética, gobernado por el ideal del amor entre Dios y los hombres?). De la centralidad del Reino, cuya importancia excede incluso la del Mesías, que ante todo anunció la cercanía de ese dominio divino y su efecto sobre el alma humana y el devenir del universo, se hizo eco el paleontólogo jesuita Teilhard de Chardin cuando vislumbró una convergencia escatológica de todas las religiones. En ese futuro profetizado acontecería una unificación mística de todos los credos, una confluencia universal de religiones, donde Cristo no se restringiría a evocar una figura mesiánica de una determinada tradición religiosa, sino que simbolizaría la unidad plena entre todos los hombres, entre todas las conciencias, entre materia y espíritu, armoniosamente fusionados en el Reino: “la plenitud escatológica del reino de Dios es la consumación final común del cristianismo y de las otras religiones” (J. Dupuis,Hacia una Teología Cristiana del Pluralismo Religioso, 572).

Es el amor, no la doctrina, el epicentro del anuncio de Jesús. La doctrina le corresponde a la investigación racional del mundo y de la vida humana. El auténtico cristianismo no reside en templos, libros y catecismos, sino en cada acto de bondad que enaltece al hombre, en cada lágrima ante el dolor ajeno, en cada palabra de misericordia proferida por nuestros labios, en cada anhelo de búsqueda de una verdad a la que tendemos asintóticamente, pero en cuya búsqueda hemos de afanarnos con pasión. Es la entraña de toda gran mística, de toda gran religión y de toda gran manifestación de altruismo y magnanimidad. Es la rúbrica de que el hombre debe superarse a sí mismo y trascenderse mediante la bondad, la inteligencia y la belleza.

El filósofo ha de rescatar el cristianismo de sí mismo, de sus enquistamientos dogmáticos y de su excesiva dependencia de simbolismos obsolescentes. En el cristianismo, el filósofo tiene que descubrir una esencia válida para todos los hombres, una llamada a crecer, a encontrar en el amor la senda hacia ese reino divino, que no es otra cosa que la vocación humana de crear, de alzarse como nuevos dioses que inunden el universo de amor, sabiduría y belleza.

27 comentarios

  • Santiago

    Gracias, Cumpa Oscar por tomarme n serio y tener el trabajo  de contesttarme…Siento mucho que te molesten mis sermones pero a mi los tuyos no me molestan, al contrario, me producen curiosidad y admiracion por tu tenacidad y estoy muy de acuerdo con el Cumpa Isiidoro de que son dificiles de descifrar!

    Por lo demas,  si por sermon  se refiere a pre’dica, entonces, todo el mundo por aqui predica lo que cree incluyendote a ti ya que lo que predicas  no  es siempre cri’ptico sino a veces mas extenso que mi pre’dica misma aunque no hay que extranarse pues aqui hay libertad de estilos y cada cual usa el que  cree que es mas apropiado. Y cada uno es tambien libre de escoger lo que leemos o pasarlo por alto.

    Mi referencia anterior era para recalcar la importancia de la misericordia que no puede separarse de la justicia.

    Un abrazo.   Santiago Hernandez

  • Isidoro García

    Para evitar malos entendidos, la frase del comentario anterior, vista en Twiter, no es ninguna alusión personal a nadie.
     

        Es una idea que nos puede venir muy bien a todos los que ya somos mayorcitos, entre los que me incluyo yo el primero. A mí me ha interpelado directamente, y me ha hecho reflexionar.

  • Isidoro García

    Grisel Nieves @GriselNieve
     
    No confundas los años con sabiduría.  Corres el riesgo de convertirte en un viejo pelotudo. Proverbio  chino

  • oscar varela

    Hola Isidoro!

    Comprendo que tu cosmovisión te satisfaga;

    Y que la mía te resulte dificil (o in-comprensible).

    En cambio, la tuya me resulta comprensible

    pero in-satisfactoria para comprender lo que está pasando en el mundo, que no es solo, ni mucho menos, el “mundo científico”.

    Y aun el “científico” no se agota en la Física-Quimica-matemáticas; sino una de las Ciencias más retrógradas hoy son las “jurídicas” por las que los poderosos pueden hacer lo que se les dé las ganas sin que les tiren de la oreja a esos hi de puta usando la lengua cervantina.

    ¿Qué le vamos a hacer, no?

    Seguiré yendo todavía! – Abrazo – Óscar.

  • Isidoro García

    Amigo Oscar: Contestarte siempre es difícil, (porque no se sabe nunca muy bien del todo tu opinión), pero esta vez lo es mas que nunca, porque no te he entendido nada. Te rogaría fueses menos críptico, y me aclarases tu postura.

         Lo primero dices: la naturaleza es buena o mala según la facilidad o dificultad que encuentre para ser. ¿Qué dificultades tiene la naturaleza para ser?. Tengo curiosidad.

         Dices: La naturaleza simplemente NO ES sino que está tratando de SER (evoluciona). Su SER no es un mero ESTAR “INDIFERENTE”. Lo que es, es evolucionaria, que es la aplicación de las Leyes del Universo, y esa es su forma de ser.

          Dices que las leyes se han cargado ya cuatro universos. ¿Cuáles? ¿O te refieres a lo de la mitología hindú del tiemplo cíclico?. ¿Ahora vamos a hacer caso de la cosmología hindú?.

         Y las leyes del Universo se están estabilizando y se van a inventar unas nuevas Leyes del Universo. Cuando hablamos de Leyes del Universo, ¿tú a qué te refieres?. Yo me refiero a las que se establecieron en la materia, en el momento cero.

        Y la peculiaridad del ser humano, es fabricar Universos. ¿¿¿¿????.

        Y respecto a lo del gatopardismo, perdona que te diga, pero es un argumento retórico de filosofia barata, que vale lo mismo para un barrido que para un fregado. Y por eso lo utiliza todo político en la oposición. Propongas lo que propongas, siempre podrás decir que es gatopardesco: cambiar para que nada cambie. Sirve lo mismo, desde la derecha para descalificar a la izquierda, y desde la izquierda para la derecha.
        En el caso de que yo llevara razón, (lo que es discutible), y solo fuera un “mostrar” el Universo, ¿te parece poco mostrar la realidad?. Lo que es ocultar la realidad es hacerse un cambalache de ideas, sin ton ni son, que distorsionen toda acción posible.
     

         Lo primero y fundamental para estar “alertas” y poder actuar convenientemente, es tener un modelo adecuado del mundo y de todo, y eso se consigue “oliendo” las líneas y tendencias, en las que el Universo, se despliega, en lo referente a todo. Y mi idea personal es que partir de que todo es cuestión de buenos y malos, no es un análisis, muy potente, sino mas bien algo muy primitivo y elemental. Desgraciadamente las cosas son muy complicadas.

  • oscar varela

    Hola!

    Leo en el Comentario del Cumpa Isidoro:

    a)      La naturaleza no es ni buena, ni mala: simplemente es.

    b)      Es el resultado de la acción de las leyes del Universo, que lo rigen todo.

    c)       el hombre no es mas que un integrante mas del Universo.

    A lo que me cabe decir:

    Ad a-1) la naturaleza es buena o mala según la facilidad o dificultad que encuentre para ser.

    Ad a-2) la naturaleza simplemente NO ES sino que está tratando de SER (evoluciona). Su SER no es un mero ESTAR “INDIFERENTE” (en cuanto te descuidás un segundo florece la rosa o te la mea el perro.

    Ad b) La Naturaleza como “resultado de las leyes del Universo” ya caotizó varios Universos (creo que cuatro) y parece que no está conforme con el de ahora y en cualquier momento se manda una plaguita que dejará turulatos a unos cuantos millones de otros bichos y humanos. Es posible pensar que algunas Leyes han logrado (más o menos) estabilizarse, al menos estadísticamente, pero también es muy probable (porque ya lo ha hecho en lo que va de la “historia” natural) que se esté rascando la oreja para inventar otras Leyes qué ¡vaya uno a saber para qué servirán: a qué o a quién!

    Ad 3) el ser humano no solo es un bicho más del Universo, sino que su peculiaridad –escapada de ser bicho- consiste en fabricar Universos.

    ……………………..

    POR LO TANTO:

    Los tres axiomas del Cumpa Isidoro no escapan de un “mostrar”;

    * un mostrar que “oculta” la Realidad de las cosas con las que nos toca vivir en estado de ¡ALERTA-VIGILANTE!, que no de SOMNOLENCIA INDIFERENTE (globalizada, según acierta Pancho).

    * Y a esto he llamado “gatopardismo”; aunque en este caso del Cumpa pueda ser “im-pensado”.

    …………………….

    NOTA para el ATRIO-religioso: Mateo 25, 1-13.

    ¡Voy todavía! – Óscar.

  • Isidoro García

          La naturaleza no es ni buena, ni mala: simplemente es. Es el resultado de la acción de las leyes del Universo, que lo rigen todo, desde el segundo 1. Y lo mismo sucede, en principio con el hombre, que no es mas que un integrante mas del Universo, como un pez, una estrella o un nogal.

         La “virtud”, (The), es la aplicación concreta en el hombre del Tao, (las Leyes generales del Universo). (Libro del Tao y el The = Tao The King)

         Y es ese adaptar nuestra “virtud” a esas Leyes generales, o sea conseguir no apartarse de ellas, sin desviarse, lo que constituye que el comportamiento del hombre sea adecuado, (bueno), o inadecuado (malo).

           Al igual que la degradación de la Política, (la Ciencia de la buena organización social),  es la “politiquilla” de medio pelo y mínimo alcance, la degradación de la “Moral”, es la moralinitilla, que suele ser un subproducto degenerado de una serie de circuitos neurológicos que tenemos con toda nuestra basura psicológica, (la “sombra” junguiana), que reprimimos avergonzados y doloridos, cuando podemos, pero que no podemos controlar siempre suficientemente.

         Un ejemplo de estos mecanismos subconscientes que actúan implacablemente en todos nosotros, está en la existencia general en todos, (y cuando digo todos, digo TODOS),  de la “maldad desinteresada”, de la que hablaba Baroja. Yo creo que es una sensación de descanso y alivio, cuando vemos el mal ajeno, no por dicho mal en sí, sino por la suerte de que no nos haya tocado a nosotros. No es insolidaridad, sino pura sensación de liberación del miedo y la ansiedad. (Es lo que sentirá una cebra cuando ve que los leones, por esta vez, han pillado a otra).

           Y ante este placer involuntario y desagradable con un mínimo de sensibilidad personal, ante la desgracia ajena, entra en funcionamiento el mecanismo psicológico del morbo, que es esa sensación desagradable e irresistible de sentir atracción ante algo que pensamos que no nos debía agradar. Y como reacción compensatoria, lanzamos proclamas moralistas exageradas en contra y nos radicalizamos ante tanto “desalmado” y tanto “sinvergüenza”. Es un simple mecanismo compensatorio y liberalizador de la ansiedad personal.

    —Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era un fariseo; el otro un publicano. El fariseo, de pie, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.”
    »El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.”
    »Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido. (Lucas 18, 9-14)
     
     

  • mª pilar

    Con tu permiso Oscar, voy a cambiar la frase de Francisco:

    Él dijo: ¡No se olviden de los pobres!

    Yo digo: ¡No hagan pobres!

    No vale la misericordia, dando un poco de lo que se ha robado descaradamente primero, arruinando la vida de aquellas personas que … ¡por qué les da la gana!

    …dicen que no tienen derecho a la vida y los explotan de manera inmisericorde para que ese pequeño grupo de este mundo vendido al dinero… posea hoy, lo mismos que los millones de personas restantes.

    Toda riqueza extrema, desmesurada, se ha conseguido a costa de la vida de los sin nombre…

    Su usura, les ha llevado a sentarse por encima del mal y del bien, y solo cuenta… todo aquello que pasa por la caja que engorda su poder.

    La caridad debería ser el mayor de los pecados.

    La justicia debería ser el mayor mandamiento para legar a la plenitud humana…

    ¡Aquí y ahora hasta el final de los tiempos!

    Los sermones cierto Oscar… ¡Ya no sirven!

    Bueno siguen adormilando conciencias y agrandando cada día más la injusticia.

    ¡Recen, recen!

    Cuando todas las personas con poder digan..:

    ¡Hagan, compartan, no excluyan, no esclavicen, no dividan, no roben!

    Quizá… solo quizá, empiece la posibilidad de un nuevo amanecer.

    Y para eso… hay que bajarse de tronos (de cualquier clase)  dominaciones, verdades únicas, categorías, clases, castas… Y todo lo que huela a separación, humillación, quebrantacción de los DD.HH.

    mª pilar

  • oscar varela

    Hola!

    Este Artículo de Carlos Blanco, por su sesudo entramado, tal vez sea algo perteneciente a un conjunto mayor, quizá un Libro.

    Yo me he detenido un poco a considerar la primera dificultad que Carlos percibe en el Dogma cristiano: 1) El problema del mal. Asunto clave también para el Cumpa Jorge que sigue debatiéndolo sin parar en el Taller-Atrio.

    ……………………

    Pienso que tanto Carlos como Jorge aciertan en su “postura” de “apostar” por el BIEN-ERRADICADOR-DEL-MAL (se lee:erradicar gracias al ingente esfuerzo humano por amar y conocer”).

    Pero me entran serias dudas de gatopardismo cuando también leo la premisa de esa apuesta: -“compatibilizar la omnipotencia de un Dios bueno, enamorado del hombre, con el mal que inunda del mundo”-

    …………………….

    Ese sub-puesto DIOS=BUENO a rajatabla (o “LA BONDAD POR ANTONOMASIA”) no terminamos de absorberla cuando le echamos un vistazo a otro valor divino: su OMNIPOTENCIA. Quedamos “viscos” y las religiones nos invitan a refugiarnos en una “misericordia” (para mí dudosa de eficacia vitalizante).

    Nos hemos habituado a que la Naturaleza es BUENA (cosa que no niego)

    Pero con la condición de que aceptemos que la Naturaleza es MALA.

    (FILOSÓFICAMENTE):

    ·         Que el SER ES BUENO

    ·         Que el SER ES MALO

    Ya dije que esto último es in-audito para la ontología vigente aristotélico-tomista y, por secuencia, para el pensamiento “cristiano”.

    ………………….

    Mientras no se construya una “hermenéutica comprensiva de la Realidad” que atienda con igual valor de BIEN y de MAL la llamada Naturaleza, Creación, Mundo o Circunstancia, auguro un destino “gatopardista”, e.d.: ANESTESIANTE para encarar “realmente” los problemas de la Vida y sus cosas.

    ……………….

    NOTA para un ATRIO “cristiano”: ¿podría insinuarse, entonces, una comprensión diferente a la habitual (que nunca se ha llegado a entender ¿por qué hay que ser estúpido sino como una manera de pusilanimidad de incapaces?) del texto de Lucas 16,8 “los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz

    …………………..

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • oscar varela

    Hola Santiago!

    Te leo:

    “no todo lo misericordioso es insuficiente”

    ¡Ok! ¡De acuerdo! y ¡Ahí está el problema!

    Cuando lo “insuficiente” entorpece la visión y adormece la búsqueda de lo que sería “suficiente”.

    Eso es el “gatopardismo”.

    Te pongo un ejemplo anti-gatopardo:

    La militante popular argentina, Milagro Sala, está presa por “protestar”.

    Una notera de TN en directo a un “acampante” de la Tupac Amaru en la plaza de Jujuy:

    Periodista: ¿Usted por qué milita con Milagro Sala y está acampando en esta plaza?

    Entrevistado: (coya, quechua, para mas datos) “Estoy con la Milagro porque no quiero que mi hija termine siendo sirvienta suya señorita”.-

    Fin de la Entrevista.

    ……………………

    Un ejemplo de gatopardismo:

    Pancho a los reunidos en Davos:

    – “¡No se olviden de los pobres!”

    ……………………

    Señalo que la sola “misericordia” es “gatopardismo”

    Eso es lo que señalé, y no le veo mucho sentido al sermón que me das.

    El primer deber “misericordioso” es comprender lo que el otro está diciendo; y si hay dudas de comprensión: preguntar.

    Los “sermones” están fuera de época.

    ¿No te parece?

    ¿Seguimos todavía? – Óscar.

  • Santiago

    Oscar, no todo lo misericordioso es insuficiente…Donde existe misericordia con recta intención del corazón, existe el amor y es suficiente, por lo menos en el presente, para el que la da…y para el que  recibe la misericordia..Por otro, lado no lo podremos alcanzar TODO aquí…es imposible..Pero no todo es Theilardismo, ni Capitalismo, ni por supuesto, Marxismo…Existe una gama de aproximaciones a la verdad….que podrán ser válidas si realmente nos acercan a ella, aunque no nos demos ni cuenta de ello y…a pesar del relativismo y del escepticismo que estamos viviendo en el mundo de hoy..

    Un saludo cordial de Santiago Hernández.

  • oscar varela

    Hola!

    Tal vez convenga estar atentos y evitar el riesgo de caer en la tesis gatopardista del Conde de Lampedusa: Que todo cambie para que todo siga igual

    ……………………….

    Desde el tiempo de Leibniz (s.XVII) al nuestro (s.XX) pasaron muchas aguas torrentosas por la inestable vida humana, buscadora infatigable de estar-bien frente a un continuo mal-estar.

    Una de esas aguas se fue “llevando puesto” al Dios creador que Descartes y Leibniz aceptaban fiduciariamente, e.d. “a ciegas”.

    Esta gente genial estaba inaugurando otra enceguecida fiducia: “la realidad es una cosa que se transparenta con otra cosa diluyente infinitamente más sutil co-agitando en la mente ideas elementales (claras y distintas)”.

    Esta gente asistía a una como Aurora deslumbrante de la Razón lógico-instrumental-científica.

    En tres siglos fueron creciendo formidablemente los bíceps de mente y manos (ciencia y técnica).

    Este gigantesco esfuerzo y sus cada vez más avanzados logros fue decantando en la experiencia eu-fórica de una orgía progresista.

    El Progreso fue para el s.XIX la borrachera de “todo es posible, solo hay que esperar, porque ya tenemos la vaca atada con ideales cadenas”.

    Mientras tanto ya a Dios lo habían momificado y archivado en el Pasado religioso de “un Dios Atrás y allá Arriba;

    Ahora, en el s.XIX, la Promesa y Convicción era el Futuro, que aseguraba un Progreso indefinido.

    El teilhardianismo y el capitalismo son frutos de ese ambiente y estado de cosas:

    * Teilhard escapaba hacia un futuro cósmico de lo divino;

    * el Capital ponía la “producción” por sobre y antes que las necesidades y recursos.

    ………………..

    Parece claro lo del Gatopardo:

    “Todo había cambiado”:

    * antes, la realidad, estaba asegurada por un Dios-creador-providente

    * ahora, la misma realidad, se la dice estar asegurada en una prometida Humanidad-plenaria.

    “para que todo siga igual”:

    * la realidad-real andando en la in-seguridad de auto-sostenerse a sí misma.

    ¿ok? – ¡Que la vida te sostenga en la palma de TU mano!

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

    ……………………….

    NOTA para el ATRIO-religioso: Frases como la empleada por Pancho: “La Verdad siempre triunfa” se corresponde con un gatopardismo del que es muy difícil salir, pero es “misericordiosa” (y por lo tanto, para mí: insuficiente).

  • Santiago

    Nuestra vocacion a crear no nos convierte en dioses. Esta pregunta….,quien como Dios?  suscitada al comienzo de la Creacion ha persistido hasta nuestros dias…ya que es inmedible la distancia de lo finito a lo infinito, de lo temporal a lo eterno, de lo material a lo espiritual…sin embargo, por nuestra condicion humana de adopcion somos herederos de esta vocacion…porque somos “imagen y semejanza” de El y poseemos , claro que si, la tendencia creadora dentro de nosotros.

    Esto no  excluye que nuestra accion y actividad dentro del planeta tierra sea relevante…y aunque solo trabajemos con material pre-existente, no creado, sino recibido  ya que llevamos dentro la infusion transformante de la trascendencia..

    Por otro lado , si la estructura basica de la Creacion es libertad, entonces las preguntas  NO resultan tan dificiles de responder ya que la libertad implica pluralidad  y diversidad en eleccion..Dios pudo escoger..El mismo es uno y trino, es singular  y universal, general y particular, inmanente e intimo, inmenso e infinito, imposible de ser  aprehendido sensorialmente..

    Por eso Dios pudo escoger crear libremente y revelarse a TODOS en un momento de la historia y a traves solo de un pequeno grupo semita y en determinadas circunstancias porque su mensaje fundamental de amor iba a ser UNIVERSAL donde la FE en la PERSONA seria la base fundamental para acceder a la salvacion.  No es pues el mensaje sino la PERSONA la base del cristianismo…es en el Hijo donde se revela el amor del Padre hacia nosotros los seres humanos…es el Hijo el que proclama ese amor umico..es el Hijo el que asume  nuestra naturaleza para siempre y en el que converge TODA la historia humana. El es el que voluntariamente acepta el tormento de la Cruz y derrota finalmente el mal mismo con su resurreccion…El es el centro de la historia…porque EL mismo es la VERDAD completa que el cristianismo proclama en Jesus, el Cristo…donde total o parcialmente todos estamos en via…con mayor o menor luz, a llegar a encontrar, al final, nuestro ultimo destino..adonde TODOS estamos llamados desde el comienzo de nuestra existencia humana.

    Un saludo cordial

    de Santiago Hernandez

     

  • oscar varela

    Hola y gracias, Carlos,

    a) por tu consideración en torno al pensamiento de Leibniz;

    b) por exponer tu idea del mal.

    …………………….

    Ad a) Leibniz: dices

    “¿Dónde está entonces la libertad divina … si:

    * tanto la lógica del pensamiento

    * como la evidencia del universo me proporcionan ya una certeza?”-

    Te respondo:

    La libertad divina está en que “elige” entre crear o no crear.

    Es una determinación volitiva (bondad – amor), no de necesidad lógica (verdad – intelección).

    Lo creado no es, entonces una “necesidad absoluta”, sino “contingente”.

    ………….

    Ad b) acerca de tu idea del Mal

    Estamos habituado a que La creación (contingente) –tarde o temprano- logrará “ser”.

    ¿Por qué no ensayar la tesis de que el tal “logro” es un intento y para nada de “seguridad-lógica”?

    ¿Que lo creado puede no-lograrse, e.d. “malograse”, ya que lo creado-real incluye necesariamente perspectivas éticas contradictorias (lobo y cordero)?

    Lo cual me hace coincidir contigo en tu decir:

    -“ el hombre es la exhortación a crear, a imaginar y construir un mundo donde no exista el mal.”-

    ————

    El aceptar la in-audita tesis de que el Ser puede no ser “logro” (Bueno) sería poner patas arriba toda la ontología tradicional ¿qué le vamos a hacer, no?; y sin embargo es lo que más se va pareciendo a la vida humana de los que andamos por este mundo ¿o no?

    ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Jorge

    Gracias Carlos Blanco por entrar en Atrio e intervenir en los diálogos. Por ahora me voy a ceñir a tu respuesta a mi comentario anterior, aunque tengo cosas que decir de las respuestas a los demás contertulios. Ya lo iremos viendo si se tercia.
     
    No es extraño que no conocieras mi libro pues no se ha publicado. Es que yo no he publicado nada, eran sólo apuntes para mi uso personal. Se los mandé a Antonio Duato por e-mail y él propuso adaptarlo a Atrio con los magníficos resúmenes de Oscar Varela. Estoy encantado y agradecido que lo hicieran. Ahora me ocupo de contestar a todos los que lo comentan y disfruto haciéndolo.
     
    La expresión “gigantescas y monstruosas” que empleas para la evolución, que calificas de sendero arduo, doloroso y dilatado, pregunto: ¿un sendero? ¿hacia dónde? En la creencia que expresas está la respuesta, pues dices que hay una tendencia a la complejidad evolutiva, al perfeccionamiento, al incremento de la sensibilidad y la inteligencia. Tengo que decirte que esto científicamente es falso. No existe en la evolución ni planificación, ni diseño, ni finalidad alguna. No es un proceso tendente a la conciencia. Es precisamente por pensarlo o creerlo en esta forma como tu mismo dices que resulta complicado yo diría que “casi” imposible, (por no absolutizar), percibir ese diseño ante tanto sufrimiento, muerte,  extinción, crisis biológicas masivas en cada cambio de periodo geológico,…
     
    Resulta que a pesar de lo que dijiste en el texto de entrada con la serie de preguntas, ahora  colocas al ser humano en el centro y como finalidad de la evolución, en este comentario que a mí me parece contradice el primero.
     
    Pienso que para decir que el ser humano no es sólo fruto del azar, no es necesario converger todo el proceso evolutivo hacia él, ni colocarlo como finalidad en un intento digamos metafísico de explicarla, a modo de punto omega de T. Chardin, incluyéndola en un marco de evolución cósmica. La cosa es pienso más simple. Dejemos la evolución en su proceso aleatorio de supervivencia, sin planificación ni diseño, y añadamos sin alterarlo una especie de principio antrópico, que protege la línea evolutiva humana de su extinción y facilitando las causas que llevaron al origen de nuestra especie, usando la propia aleatoriedad del proceso. Con esto es suficiente para decir que el hombre no es sólo fruto del azar. Esta protección no es exclusiva de nuestra especie, pues también actuaría sosteniendo el mundo y a la vida, en su desarrollo autónomo.
     
    Si Dios hubiese planificado y ejecutado tanto horror como sucede en la evolución, ¿de qué Dios estaríamos hablando? No es lo mismo proteger la línea humana en la aleatoriedad evolutiva, que la de ser el autor responsable de todo cuanto sucede en ella.
     
     
    Saludos cordiales

  • Buenos días:

     

    Agradezco enormemente los comentarios, sin duda eruditos y pertinentes. Trataré de responder a algunos de ellos:

     

    1)En lo que respecta a Leibniz, he de confesar mi admiración infinita por este gran sabio, una de las mayores mentes de la humanidad. Pero, en lo que concierne a su teodicea, pienso que su concepto de Dios convierte al ser supremo en esclavo de la necesidad lógica, por lo que el auténtico ser divino es la necesidad, lógica y metafísica, que disipa cualquier atisbo de contingencia en el seno del universo. En el fondo, su omnipotencia es la omnipotencia de la lógica y la impotencia del ser supremo, que sólo podía crear este mundo, inexorablemente el mejor de los posibles. ¿Dónde está entonces la libertad divina, si es que existe, y para qué necesito a Dios si tanto la lógica del pensamiento como la evidencia del universo me proporcionan ya una certeza? El mal, más que una necesidad, lo contemplo como la imperfección de cualquier sistema incompleto, no culminado, y en el caso de un ser consciente como el hombre, es la exhortación a crear, a imaginar y construir un mundo donde no exista el mal.

     

    2)A Gonzalo Haya: totalmente de acuerdo con lo que dice. En efecto, estos cuatro vectores de reflexión teológica resumen la obra de algunos de los mejores pensadores cristianos de las últimas décadas (Rahner, Schillebeeckx, Küng, Haight…). El cristianismo es un humanismo, pero yo creo que también es un transhumanismo, una exhortación a superar las constricciones de la condición humana para elevarnos a la categoría de Dios, en esa construcción del inacabado templo del espíritu, en esa catedral que vincule la Tierra con el cielo.

    3) A Isidoro García: Sólo puedo agradecerle sus palabras. Y, en efecto, sigo pensando que el conocimiento es lo divino en el hombre. Así lo he intentado exponer en mi último libro, “La belleza del conocimiento”. El conocimiento nos rescata de las particularidades y los condicionamientos y nos enaltece hasta el plano de lo universal.

     

    4) A Jorge: no conocía el libro, así que gracias por la referencia. Con la expresión “gigantescas y monstruosas” me refiero a lo increíblemente arduo, doloroso y dilatado que ha sido el sendero de la evolución. Si pensamos en la ingente cantidad de especies extintas, de sufrimiento, de muerte y destrucción, de explosiones cámbricas y desapariciones masivas, de horrores indescriptibles, nos resultará enormemente complicado percibir ese diseño. Yo creo -aunque no puedo demostrarlo- que el hombre no es el fruto del azar, sino que en la evolución existe una tendencia a la complejidad evolutiva, al perfeccionamiento (concepto siempre relativo, claro) y al incremento de la sensibilidad y de la inteligencia. Pero es una hipótesis. No puedo pensar que millones de años de extinciones e inenarrables padecimientos lleven a nada. Quiero pensar que la evolución es un proceso tendente a la conciencia. El libro de Kurzweil, “Cómo crear una mente”, apunta a ello y yo estoy de acuerdo con él.

     

    5) A José Ignacio Calleja: tengo el honor de conocer al Prof. Torres Queiruga, probablemente el mejor teólogo sistemático de España. Aprecio mucho su libro sobre la revelación, editado en Trotta. Y, en efecto, creo que la teología cristiana no tiene por qué someterse a un paradigma filosófico obsoleto, como pueda ser el aristotélico-tomista. En el ámbito español, Javier Monserrat ha aportado bastante a este respecto. Muchos teólogos tachados en su momento de heterodoxos acabaron abriendo nuevos horizontes para la reflexión cristiana. Pienso en Teilhard de Chardin, o en la “Nouvelle Théologie”. Los creadores casi siempre se topan con incomprensión entre mentes mucho menos innovadoras, poco dispuestas a abandonar su zona de confort.

     

    6) A Josela: me encanta la metáfora de la “nube del no-saber”. Y me alegra tener conciencia de que el saber nunca se completará, por lo que siempre podrá el hombre ampliar su mente y extender su pensamiento hacia territorios inexplorados. Si nos fijamos en lo mucho que ha avanzado el pensamiento desde el siglo XIX, con ideas que parecían absurdas o imposibles (geometrías no euclídeas, transfinitos cantorianos, nubes de probabilidades cuánticas…) sólo cabe preguntarse qué nueva provincia insospechadas de la inteligencia será descubierta en el futuro.

     

  • Jorge

    José Ignacio Calleja, ¿me permites traer a esta línea sobre el problema del mal, algo que comentas en la de Carlos Blanco? Dices:  (sobre el mal) “aunque Torres Queiruga en la teología católica la haya llevado muy lejos; todas las teologías la han respondido en su fundamento filosófico, creo, de manera insuficiente; a mí no me han convencido, así que camino con un vacío de sentido último en el tema, en su razonamiento filosófico; o de otro modo dicho, todavía un silencio de fondo por un no entender, que sobrellevo por “la confianza” en la Vida (Dios); una opción que hago porque sus consecuencias me sostienen internamente mejor que otras; pero es una opción muy personal”.  
     
    ¿Has leído mi propuesta? ¿Tampoco te convence? ¿Me puedes apuntar tus inconvenientes, motivos o razones para ello? Es que quisiera saber si mi propuesta apunta a una solución o por el contrario nada resuelve o sólo a medias. Y si esto fuese así tendría que repensarme las cosas.
     
    Desde el respeto, me he permitido hacer algo que tú no has hecho, comentar en esta línea el problema del mal. Te pido perdón por mi atrevimiento, pero te invito a un diálogo abierto sobre  el tema. Quizás descubra fallos en mis planteamientos que no he visto y me ayude a mejorarlos. Es que no sé si he encontrado algo que valga la pena o por el contrario es una pura especulación sin valor ninguno. A mí me sirve pero me pregunto ¿habrá alguien más que también le sirva?
     
     
     Por otro lado, ¿podrías explicarme en pocas palabras cuál es la posición de Torres Queiruga y por qué no te convence?

  • Justiniano Liebl

    No Oscar, la referencia mía es a un artículo de unas 25 páginas publicado en el “inglés” del Flamenco Padre Roger Lenaers S.J. por la revista «HORIZONTE»  de PUC-Minas, Belo Horizonte, Brasil. Traducción al castellano de Francesca Toffano
    Y seguimos andando,
    Justiniano de Managua

  • josela

    Tanto  el articulo como los comentarios, se me hacen, bien hechos y en buena pista de lanzamiento. Luego adelante,…. aunque, a lo mejor convenga con las” lámparas siempre un poco apagadas”…porque la nube del “no saber” continuará, se me hace, con la necesidad de  tener que decir, al fina:…apesar de todo….”Sagrado Corazón de Jesús, confianza y abandono”..sin terminar de saber ¿porqué? “S.Corazón de Jesús”..y ¿porqué” “confianza”..y “porqué” abandono.Y ¿porqué”? a pesar de todo…

  • oscar varela

    Hola Justiniano!

    El Cumpa chileno Manuel Ossa, que hubo traducido “Otro cristianismo es posible” de Lenaers, también tradujo al español (hace unos 2 añitos) otro Libro “Vivir en Dios sin dios” –Aunque no haya un dios ahí arriba.

    El Libro contiene un Prólogo, 15 Capítulos y un Epílogo ¿Será éste o utro nuevo al que tú te refieres?

    Te comento que en su momento de aparición hubo escarceos (JMVigil y Atrio) para “destilarlo” con miras a tallerizarlo. Pero ahí quedó la cosa: en el pasado de no haber pasado.

    Abrzo y ¡Vamos todavía! – Óscar.

  • Justiniano Liebl

    Acordándome del alborear de «atrio.org»,  hace unos días recibí del Padre José María Vigil de «Servicios koinonía» la chambita de “embellecer la traducción a inglés conversacional” a la nueva obra “¿Pueden cristianismo y modernidad caminar juntos?” por Roger LENAERS sj. 
    Mucho me gustó la lectura y con este artículo por Carlos Blanco me hace la pregunta: ¿Otro “taller digital” por atrio?  
    Justiniano de Managua

  • José Ignacio Calleja

    Están muy bien recogidas las cuestiones; la primera es la más difícil de librar, aunque Torres Queiruga en la teología católica la haya llevado muy lejos; todas las teologías la han respondido en su fundamento filosófico, creo, de manera insuficiente; a mí no me han convencido, así que camino con un vacío de sentido último en el tema, en su razonamiento filosófico; o de otro modo dicho, todavía un silencio de fondo por un no enteder, que sobrellevo por “la confianza” en la Vida (Dios); una opción que hago porque sus consecuencias me sotienen internamente mejor que otras; pero es una opción muy personal. Las otras cuestiones (2, 3 y 4), en la fe no tienen tanta dificultad; es cuestión de seguir una teología que no se desarrolle sometida a las posibilidades de la dogmática en su interpretación ontologista o greco-latina; tomar esta por un molde histórico, para atrapar un contenido que supera al molde, hoy y siempre; luego el camino teológico está en indagar en ese nuevo molde para acoger esas preguntas y sus respuestas coherentes. No es tan fácil, ni las preguntas son menores, pero ya hay ensayos convincentes de teología, con buena base filosófica. Eso sí, a sus autores los ponen en cuarentena eclesial por su heterodoxia supuesta.

     

    Como teorización del tema, me ha gustado la entrada.

     

    La respuesta de Daniel a Oscar Varela, muy prepotente; como para dejar de seguirlo. Todos tenemos un mal momento, pero esto no es Crónicas Marcianas.

     

  • Jorge

    Si Carlos Blanco está interesado en Atrio me gustaría que interviniera en los comentarios, en las diversas líneas que se presentan, y dialogar con él, (le invito a que participe en las que se van abriendo con mi libro “Inclinar la Balanza”, por ejemplo en el problema del mal), en particular en los comentarios que vayan surgiendo en esta línea que presenta.
     
    Como el pensador cristiano y católico confeso que trato de ser, tengo algunas objeciones que hacerle. Me sorprende que califique de gigantescas y monstruosas las transformaciones de la maquinaria biológica evolutiva. Si bien es cierto que hay cierta teología que afirma que el hombre es el centro de la evolución y que se detiene en él, este presupuesto o proposición ni es central en la Teología ni tampoco necesario, simplemente hoy debería suprimirse sin merma alguna para la Teología.
     
    Se puede decir que Dios ha creado el hombre, junto con todo lo demás, si tomamos la creación de modo continuo, sin planificación ni diseño con el significado del “hágase”, ejecutando una de las alternativas que el mundo y el ser humano le ofrecen de forma autónoma, según el dicho “el hombre propone y Dios dispone”.
     
    Proponer otros Cristos o Redención en otros mundos de seres inteligentes o quizás compartiendo con nosotros lo humano, es mera especulación. Y la contestación es simple no lo sé y nadie puede saberlo. Pero pienso que lo que se da en un mundo depende necesariamente de su historia, no hay canguros en África ni elefantes en Australia. Por tanto lo más improbable es que en ese otro mundo se hubiese repetido tal cual nuestra historia. Y la pregunta sería ¿requerirían redención? ¿otro Cristo? ¿por qué?
     
    ¿Dios ha impreso en el hombre su sagrada huella de una vocación inexorable? Es que esto simplemente es falso. La realidad lo contradice ampliamente. Y además esa afirmación no es necesaria para hacer Teología.
     
     
    Estas objeciones corresponden todas al punto 2. Del primero “el problema del mal” ya lo estoy comentando en la otra línea. Si el autor del texto entra en los comentarios pues seguiré encantado su discurso, si quiere dialogamos y si se tercia continuaré mis objeciones en los puntos que restan.
     

  • Isidoro García

    Este artículo es un análisis perfecto de todas las cuestiones, que el mundo de las religiones y concretamente el del cristianismo plantea a un hombre moderno de hoy. Pero es solo el primer paso en el proceso de avance. El siguiente paso debe ser intentar dar respuestas a todo ese conglomerado de preguntas.

         Como dice Blanco en una entrevista, “el conocimiento es uno de los mayores tesoros que poseemos, pero que no acaba nunca de saciarnos. Siempre podríamos saber más, y cuanto más sabemos o aprendemos, más sabemos que ignoramos”. Todo proceso de acopio de conocimiento, debe desembocar algún día, (y no hay que caer en la tentación de aplazarlo sine die), en la construcción de un edificio global donde encaje todo.

         De hecho así es como aprehendemos lo conocido, colocando cada cosa en su “cajoncito de ferretero”, pues si no, el aprendizaje se vuelve caótico y se autodestruye, (por eso hay tanta gente que ha leído tantos libros, y se ve que ha sacado muy poco provecho de ellos: siguen en sus trece de siempre. Si una persona lee bastante y sigue pensando casi igual que hace diez años, mal asunto: mi mera opinión personal).

         Pero en ese proceso de construcción, hay momentos-clave, “experiencias-cumbre” los llama Maslow, en que sentimos la fuerte intuición de que hay que tirar paredes maestras de nuestro antiguo edificio, y demoler para construir encima: como las serpientes mudan de piel. Si no lo hacemos así, quedamos asfixiados, y muertos en vida.

         Y como se trata de un tema global, (en el fondo, se trata de obtener un conocimiento mucho mas fiel de la realidad del mundo, el hombre, y de todo), esta respuesta global tiene que venir en forma de un nuevo “gran relato de todo”, que reúna, entretejiéndolos, todos los conocimientos científicos que hoy ya sabemos, (tanto en las ciencias físicas, como sobre todo en la psicología del comportamiento humano), junto con las intuiciones que nos suscite el trabajoso estudio de los relatos históricos de la experiencias religiosas habidas a lo largo de la historia, y especialmente, nosotros, el cristianismo.

          Si ese esfuerzo de “síntesis de todo”, lo realizan personas de alto grado de conocimientos, (como es el caso de Blanco), hay muchas mas posibilidades de que las intuiciones conseguidas, sean de gran riqueza y lucidez. Y si además creemos en que de una misteriosa forma o de otra, estamos dentro de los planes de “Algo” cercano a nosotros, mejor que mejor, pues nos otorgará la seguridad y la intrepidez, necesarias para dicha “aventura”. Salga bien o salga mal, “Dios escribe derecho con líneas torcidas”.

         Las personas con prestigio intelectual, no deben tener miedo a arriesgarlo, en pos de la investigación de avanzada, y mas en unos momentos en que la Humanidad, (la Iglesia global), se encuentra tan carente de guías que miren al futuro, y no solo avancen mirando hacia atrás por el espejo retrovisor. Nos faltan líderes que sepan hacia dónde vamos, y no solo que estén ocupados a tiempo completo en tapar las goteras y ruinas del tejado de su choza, (o del Palacio).

       El autor de este artículo, Carlos Blanco, en una entrevista habla sobre las personas que son faros de la humanidad. Dice: “Son aquéllas que han sabido mirar más allá de la óptica que predominaba en su tiempo. Han sido mentes inconformistas, críticas y con ansias de superación”.

         Son lo que yo llamaba el otro día, los “santos modernos”, los autorrealizados, los pilares de la Tierra, los 144.000 santos del Apocalipsis, (número simbólico). Los necesitamos, pues en contra del cuento, necesitamos gente de prestigio que nos diga, cuando el rey está desnudo, pues a los niños, no les hacemos caso.
     
     
      

  • Gonzalo Haya

    Creo que estos cuatro puntos resumen los temas del pensamiento cristiano actual.

    Respecto al problema del mal, ya hemos hablado mucho en la última entrega del Equilibrio de la balanza.

    En cuanto al proceso evolutivo, creo que apunta hacia una estructura de la energía cada vez más enriquecida. Por ahora parece que lo más conseguido está en el hombre -dignidad, ética, amor…- pero está por ver si se consigue algo mejor. Por lo pronto esperamos que mejore en cuanto a justicia, igualdad, y fraternidad.

    Sobre el tercer punto, la teología actual defiende cada vez más el pluralismo religioso, aunque la teología tradicional se aferra a la única religión verdadera o, como máximo, al inclusivismo de las demás religiones en la cristiana. Creo que una de las mejores interpretaciones del Reino de Dios está en el lema de la Revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad.

    En el cuarto punto alude a varios temas. Quizás el principal sea que el cristianismo es una forma de humanismo. Personalmente me he planteado ese tema varias veces. Pepe Castillo ha tratado muy bien el tema en su libro “La humanización de Dios”. Creo que el cristianismo es un humanismo, pero un humanismo que llega a lo más profundo del ser humano. Choca sin embargo con un humanismo que podríamos considerar como más epidérmico; y eso se muestra en las paradojas del evangelio: bienaventurados los pobres, los que lloran…, la aparente  “injusticia” con los jornaleros que habían trabajado desde la primera hora, con el hermano mayor de la parábola del hijo pródigo, con el fariseo que cumple toda la Ley frente al publicano que no va a dejar de cobrar los impuestos para Roma… Creo que el cristianismo puede considerarse como un humanismo, pero como un humanismo que rebasa la lógica y la justicia humanas porque se enraíza en la mejor cualidad humana que el amor de generosa entrega.

     

  • Daniel

    hay que leer unos cuantos libros más y esas preguntas decimonónicas se curan

  • oscar varela

    Hola Carlos!

    Buena propuesta y buen escrito.

    Dos cosas:

    Ad 1.- ¿Por qué no te convence la propuesta de Leibniz registrada bajo el concepto de lo ÓPTIMO (“lo MEJOR de”) trabajado sobre consideraciones de lo POSIBLE (donde se encuentra la llamada OMNI-POTENCIA (que todo lo PUEDE).

    Sobre la tarea del filósofo “RESCATADOR” del Cristianismo. Lina idea!

    ¡Voy todavía! – Óscar.