Hace algo más de tres meses ya anunciamos en ATRIO que iba a celebrarse un Congreso Internacional de curas católicos casados en Guadarrama (Madrid). Este fin de semana se ha celebrado y pulicamos hoy el Documento final. También se ha publicado con esta ocasión un buen reportaje de Juan G. Bedoya en El País: La lucha de los 90.000 curas casados de la Iglesia católica.
Un grupo de unas 100 personas, llegadas de 15 países y pertenecientes al movimiento internacional de curas católicos casados, nos hemos reunido del 29 de octubre al 1 de noviembre en Guadarrama (Madrid) para celebrar un Congreso Internacional bajo el lema “Curas en unas comunidades adultas”. Ha sido especialmente destacable haber contado con la presencia de 30 personas que, a pesar de la distancia y del coste económico, han venido a participar desde Latinoamérica. Culmina este acontecimiento un proceso ya antiguo: 7 congresos internacionales, más 7 latinoamericanos y otros muchos nacionales.
Pertenecemos a ese amplio colectivo de creyentes en Jesús de Nazaret, que decidimos hace unos cuarenta años reivindicar de palabra y de obra la opcionalidad del celibato para los curas de la Iglesia católica de Occidente.
Nuestro recorrido como colectivo ha ido ampliando la perspectiva inicial centrada en torno al celibato, para ir profundizando hacia un modelo de cura no clerical y un tipo de iglesia no asentada férreamente sobre un cura exclusivamente varón, célibe y clérigo.
Nuestro objetivo en este congreso ha sido claro: “realizar un análisis y un balance” –tras casi cuarenta años- de lo que ha supuesto nuestra andadura en las comunidades de creyentes a las que pertenecemos, tanto en el terreno personal como en el eclesial.
Para ello, hemos compartido y reflexionado sobre diversas experiencias comunitarias, algunas de las cuales han sido trabajadas y publicadas en un libro del mismo título (“Curas en unas comunidades adultas”). Hemos contado con la inestimable ayuda de dos ponentes (Silvia R. de Lima, brasileña, y Juan A. Estrada, español), de los componentes de una mesa redonda, y con el trabajo realizado en diversos talleres.
Entre nuestras conclusiones –tras esta amplia etapa- queremos destacar:
- 1ª. Estamos convencidos –y en ello coincidimos con otras comunidades de iglesia– de que el modelo de cristiandad mayoritariamente imperante está desfasado cuando no acabado; y lejos de ayudar a la implantación del Reinado de Dios, es con frecuencia un obstáculo para la vivencia de los valores evangélicos. Un nuevo tipo de iglesia es urgente para poder colaborar frente a los retos que el ser humano tiene planteados.
- 2ª. Para la renovación de la Iglesia y de las comunidades de creyentes hacia un modelo activamente comunitario de Asamblea del Pueblo de Dios, es preciso un cambio estructural; no son suficientes los meros cambios personales. Hay una inercia de siglos que actúa como un peso muerto y dificulta cualquier cambio progresivo.
- 3ª. Nuestra andadura nos ha hecho experimentar y comprender que el eje de esa transformación no está en el cura –célibe o no célibe: no es ese el reto principal- ni en la jerarquía eclesiástica, sino en las características de la comunidad: solamente las comunidades adultas, maduras, pueden llevar a cabo esa transformación estructural necesaria y urgente. La estructura actual tiende a perpetuar el inmovilismo y el cambio de formas sin ir al fondo.
- 4ª. Esas comunidades adultas –ya existentes, en ocasiones ignoradas o perseguidas, pero por incentivar– son comunidades donde sus componentes viven la igualdad, la corresponsabilidad, la fraternidad y sororidad, sin girar en torno a una figura –el cura– que ha ido reuniendo a lo largo de la historia todas las tareas y responsabilidades en su persona.
- 5ª. Esa adultez y mayoría de edad les permite adaptarse a las exigencias culturales y sociales de nuestro mundo cambiante, vivir y formular la fe de otra forma y organizarse desde dentro según sus necesidades. Son libres y ejercen la libertad. No viven desde la obediencia, sino desde la creatividad.
- 6ª. Y, finalmente, entre sus características está elegir y encomendar las tareas y servicios y ministerios a las personas que consideran más preparadas y adecuadas para cada tarea, sin distinción de sexo ni de estado. Luchan por ser comunidades abiertas, inclusivas, desde la pluralidad y el respeto.
Hemos encontrado y participamos en comunidades de este tipo. No son una quimera sino realidad a pesar de sus deficiencias. Y estamos decididos a seguir luchando para cada día sean más numerosas y auténticas.
Esta apuesta no es sencilla. Somos conscientes de la problematicidad de nuestra apuesta: en ocasiones bordeando la ilegalidad; pero no por capricho ni arbitrariamente; sino por fidelidad a valores profundamente evangélicos.
Y creemos que los retos actuales nos exigen abrir caminos en esos campos poco explorados, ser creativos, reconocer y practicar el protagonismo de las comunidades y hacer así realidad aquellas intuiciones del Vaticano II que tanta ilusión despertaron, que fueron arrinconadas como peligrosas y que hoy, con la llegada del papa Francisco, han cobrado actualidad y recuperado su carta de ciudadanía en nuestra Iglesia.
Invitamos a todos los creyentes en Jesús a ser valientes y adentrarse en estas sendas de creatividad y libertad, para hacer cada día más real el Evangelio de la misericordia y de la responsabilidad ante los seres humanos y ante nuestra Madre Tierra.
Guadarrama, 1 de noviembre de 2015.
Hola!
A modo de GACETILLA DE PRENSA.
Un día en el Congreso Internacional de Curas Católicos Casados
Rufo González
http://www.redescristianas.net/un-dia-en-el-congreso-internacional-de-curas-catolicos-casadosrufo-gonzalez/
Cuatro experiencias
Antes de la comida, en el salón de plenos, nos describieron cuatro experiencias eclesiales en las que están implicados sacerdotes casados:
1. Comunidad cristiana de Albecete: se llama “Emaús”, inspirada en el encuentro de Jesús por el camino de la vida. 15-20 personas. Conectada con otras comunidades albaceteñas similares. Su centro es el Evangelio estudiado y orado, ayuda mutua, celebración, compromiso… Diversidad de servicios, democracia, fidelidad… Tres sacerdotes casados, “uno de tantos”, sirven según les piden…
2. Experiencia del obispo sudafricano Fritz Lobinger: Ordenar líderes locales voluntarios ha sido norma en la Iglesia durante siglos. San Pablo y compañeros: “En cada comunidad ordenaban presbíteros” (He 14, 23). En cada pequeña comunidad no sólo había uno, sino varios ordenados. Ninguno era asalariado de la Iglesia, sino que todos siguieron en su trabajo secular. Durante algunos siglos, era evidente que había presbíteros no enviados a la comunidad, sino surgidos dentro de ella. En la práctica oficial de la Iglesia, lo que una vez ha sido aceptado, puede volver a ser aceptado hoy. Es un modelo muy conveniente para nuestros tiempos. Se observa un afán nuevo de los laicos para participar activamente en la Iglesia, y sufrimos una grave escasez de sacerdotes. Es imperativo, pues, para nosotros retomar esa tradición venerable eclesiales de ordenar a líderes locales probados.
3. Experiencia de Mario Mullo, presidente de Federación Latinoamericana de Curas Casados:
Este sacerdote casado nos describió las comunidades pobres de Ecuador, de la selva… Heredero de la inspiración del gran obispo Leónidas Proaño, con quien trabajó y creó muchas comunidades. No tuvieron problema en acogerle una vez casado. Son grupos de creyentes en la misma fe, esperanza, solidaridad. Ubicadas en parroquias, en barrios y pueblos. Se reúnen para reflexionar su realidad a la luz de la fe y del evangelio. Dialogan con los obispos, pero tienen vida propia, se ponen normas de vida y organización, según los diversos carismas y servicios. Los obispos las respetan y apoyan.
4. Escuela de artesanía vocacional (Artesanato Vocacional Escola- AVE)
Es una obra del Movimiento de las Familias de Sacerdotes Casados, de Ceara (Brasil). El AVE en Messejana, tiene ya 47 años de vida. Fundado y presidido por María Lourdes Brandão durante 30 años. Acualmente lo preside su esposo, sacerdote casado, Miguel Brandão. Trabajan con niños, jóvenes y mayores en Pastoral de la Salud, , Escuelas, Derechos Humanos, Catequesis y Biblia, Alimentación… Se sostiene económicamente con el salario del Padre Miguel Brandão, y la ayuda mensual del Movimiento de Familias de Curas Casados, de Ceara (MFPC- Ceará).
Vine contento, agradecido. Adquirí el libro “Curas en comunidades adultas”. Lo estoy leyendo. Veo que narran la experiencia de sus comunidades “en las que los roles de liderazgo emergen en el seno de las comunidades, y donde todas las personas son responsables en función de sus dones”. Lean, por favor, las conclusiones del “Comunicado final del Congreso” en http://www.moceop.net.
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Hola!
Sigo compartiendo a los atrieros de lo mismo – Óscar.
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POST-CONGRESO: ¿Cómo continuar?
Ante todo, queremos agradecer a todas las personas que participaron, su asistencia, su disponibilidad y su colaboración en un congreso que ha tenido un programa tan denso y tan cargado de trabajo. Y especialmente queremos hacer una mención a todo el grupo latinoamericano, que ha tenido que hacer un esfuerzo y un gasto especial para asistir.
En las reuniones que mantuvimos los representantes de cada uno de los países asistentes, aparecieron como es natural diversidad de opiniones; aunque queremos destacar la buena disposición, la capacidad de escucha y, sobre todo, la decisión de llegar a acuerdos. No cabe duda de que el Espíritu de Jesús de Nazaret ha estado presente entre nosotros y de que esa presencia nos ha ayudado a encontrarnos en profundidad: Él estaba activo en las palabras de los conferenciantes, en el trabajo de los talleres y en nuestros contactos personales.
Es claro, tras acabar esos días, que hemos realizado un congreso de la Confederación Internacional, promovido desde Europa y organizado por el grupo español. Lamentamos la ausencia de respuesta por parte de Filipinas y somos conscientes del desafío que supone la peculiaridad de África, con un solo representante. Reconocemos, pues, que no hemos podido conseguir el reto central como confederación; en cualquier caso, en Europa al menos, la importación de clero africano nos invita a interesarnos por la situación de los curas casados y sus comunidades. Sería muy de desear que, dentro de nuestras limitaciones, podamos continuar colaborando en diversas acciones y compartiendo nuestras experiencias y reflexiones.
Ha sido evidente que las dos federaciones presentes (Latinoamericana y Europea) mantenemos una unidad fundamental: el deseo de una reforma en profundidad de nuestro mundo y de nuestra iglesia, junto a una renovación en línea evangélica y de adultez de las comunidades en las que estamos integrados y de los ministerios que en ella se ejercen, incluido el presbiteral; aunque sentimos que las situaciones que vivimos y los entornos geográficos y culturales nos hacen percibir la realidad y comprometernos con ella desde esas peculiaridades inevitables y necesarias. De esta unidad y de esta diversidad es necesario partir. Son un imperativo de la vida y una riqueza.
Al mismo tiempo, ha aparecido con toda insistencia que queremos seguir caminando juntos desde la distancia, colaborando en nuestros compromisos y reflexiones; y organizando alguna acción común en coherencia con nuestros ideales y creencias. Una acción que hemos llegado a formular con cierta precisión; y que podría concretarse en una carta-comunicado-a hacer público en la misma fecha, según lo acordado en el congreso y, por tanto, con rapidez. Parece -por lo expresado en esas reuniones- que la pauta para ese comunicado pueden ser las líneas básicas del mensaje final del congreso.
Para ello, decidimos darnos unas pistas y un calendario:
Un pequeño grupo de tres personas (Pierre Collet, Julio P. Pinillos y Ramón Alario) coordinarán la preparación de ese comunicado. Se sugirieron esos nombres por la posibilidad de trabajar juntos cuanto antes, con rapidez y creemos que con eficacia.
Cada delegado de los asistentes al congreso, establecerá los contactos pertinentes con los miembros de su movimiento y/o federación…
El equipo antes aludido coordinará un trabajo de todos, con el compromiso de respetar el calendario que aparece más abajo: envío de borrador por ese trío, respuesta con correcciones y sugerencias; reenvío del borrador con las correcciones incorporadas; aceptación del documento en sus líneas básicas. Las aportaciones fuera de plazo, no se tendrán en cuenta (forma única de poder completar el calendario decidido).
Fecha de publicación: se sugirió el 6 de enero de 2016 (Epifanía). Compromiso que exige cumplir el calendario previsto con toda precisión.
Destinatarios… Cada grupo nacional será responsable de hacerlo llegar a todos aquellos grupos, comunidades y personas concretas de nuestra iglesia a quienes desee comunicar su contenido.
Calendario decidido:
+ Antes del 15 de noviembre: se enviará un borrador por los encargados.
+ Antes del 30 de noviembre: todas las personas pertenecientes al grupo de delegados del congreso deberán remitir sus aportaciones, correcciones o matices a incorporar o tener en cuenta.
+ Antes del 15 de diciembre, el grupo encargado volverá a mandar el borrador corregido.
+ Cada grupo irá preparando a quiénes y cómo hará llegar ese comunicado.
+ 6 de enero de 2016: a nivel latinoamericano y europeo se hará una publicación coincidente de este documento.
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Hola!
Comparto lo recibido hoy en torno a lo del Post. – Óscar.
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(mail) De Ramón Alario Sánchez – 14 noviembre 2915
Amigas y amigos todos.
Confío que todos quienes estuvisteis en el congreso de Guadarrama, hayáis llegado felizmente a vuestras casas.
Desde mi residencia en Guadalajara -y tras las entrevistas previas con Julio y con Pierre: más un envío del borrador a Mario, como presidente de la Federación Latinoamericana- ponemos en marcha el acuerdo que adoptamos en la sala 8 (el sótano), tras aquellas reuniones buscando cómo seguir y qué acción internacional preparar.
Os envío:
* por un lado el (1º) documento en que se plasma el proyecto y el calendario.
* por otro, (2º) el borrador de lo que podría ser ese documento a hacer público el 6 de enero.
Hemos intentado seguir las líneas del Mensaje final del congreso, que pareció responder a la aprobación mayoritaria del congreso.
Como podréis apreciar, es imprescindible en una acción como esta (en la distancia y en la diversidad), que seamos estrictamente fieles al calendario para que pueda culminar con éxito.
Lo cual significa que al cumplirse el plazo abierto hasta finales de noviembre (todas vuestras aportaciones enviádmelas al correo desde el que os escribo), desde el grupo coordinador reharemos en lo que sea necesario el borrador para volver a enviároslo…
A lo largo de diciembre haremos ese trabajo y os enviaremos el documento final resultante. Estamos convencidos de que vuestra presencia en el congreso ha sido una baza decisiva para poder seguir caminando juntos.
Por supuesto, entre Mario y Óscar quedáis encargados de hacer llegar estos documentos a los delegados de Colombia, Uruguay, Perú, Venezuela, Méjico y Guatemala: yo no tengo sus direcciones.
Un gran abrazo. Ramón
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Me he tomado la libertad, Rodrigo, de reflexionar largamente los contenidos de tu último comentario al cual no tengo nada que objetar, especialmente si tales palabras son portavocía de una sensibilidad profundamente arraigada en Atrio.
Eso me recuerda los profundos desencuentros de D. Gregorio Peces-Barbas a propósito del laicismo y la laicidad con la Jerarquía Católica Española y a la vez con su entorno amplio de la sociedad civil en su posición personal y proyección tanto política como de círculos académicos.(Él defendió siempre su libertad de conciencia y su independencia tanto en su partido político como en el catolicismo en calidad de creyente)
No tengo nada que objetar, porque si lo hiciera entrando en un debate estéril estaría traicionando los principios que defiendo para Atrio de diálogo y respetos personales.
Sigues interpretando mal Román
1.- Yo no hablé de espacio plural sino de espacio no confesional. No es lo mismo. Puede haber espacios confesionales plurales (recordemos el taller sobre pluralismo religioso); y el que un espacio se no confesional no lo hace necesariamente plural (recordemos el politburó de la URSS).
2.- Jamás he expresado que otras subjetividades sean amenazas, ni para mí ni para nadie. Eso ya no es solo mal interpretar sino mentir.
3.- Jamás he dicho ni pienso que todo sea ad hominem. Te dije un ejemplo hace más de un año y lo vuelvo a decir: cuando Pili habla de su fe, no descalifica a quien no tiene fe; no necesita descalificar para afirmar su fe. Cuando tu expresas tu fe, con frecuencia (es decir, no siempre) la expresas descalificando a quienes no la tienen. Afirmaciones textuales como “no entedemos [cierto tema] si no partimos de la fe” y tu reiterada afirmación de que las otras religiones son mera cultura e ideología pero no la tuya, que es un fenómeno cultural sino espiritual, etc.
4.- No tengo idea cual sea la corriente “teológica” que crees que defiendo. Con lo frecuente que tus interpretaciones de lo que digo no corresponden a lo que digo, no sería raro que no me vea identificado con lo que crees que defiendo. Pero a lo mejor sí.
5.- Jamás he defendido una “religiosidad profana” ni acepto quedar condicionado en mis intervenciones al tema de donde está el dios revelado por la fe cristiana. Entiendo y no tengo problema con que sea tu elemento clave, pero eso no significa que lo sea de toda persona que interviene en ATRIO.
6.- No me ofende que participes con tu carga de subjetividad. No me ofende que tengas fe y que la expreses. Me parece que ni siquiera entiendes cual es el reclamo. Va de nuevo, el que la fe sea el elemento central de tu comprensión de los temas (y de tu experiencia vital y ti forma de estar en el mundo) es completamente respetable pero no significa que toda persona deba partir de ella en su comprensión de los temas, en sus experiencias vitales y en su forma de estar en el mundo. No es mi posición que no haya espacio para participar expresando la fe propia; ni es mi posición el excluir o censurar la fe o la religiosidad. No tengo problema en que digas “para mí, desde mi fe……” (como a veces haces) pero sí que digas de una discusión “no se puede entender adecuadamente el tema porque no se parte de la fe” o que descalifiques como en este hilo una iniciativa ajena porque “no parte de la fe”.
7.- Cuando escribí “lo dejo” no estoy diciendo que me voy a substraer de ATRIO. Sólo digo que no seguiré con el tema de dos iniciativas que descalificas, y que sólo rememoré como respuesta a un comentario de Oscar sobre la posibilidad de que le interesara a la gente de ATRIO compartir buenas noticias como las que con frecuencia me llegan de la comunidad Hijos de la Luz de Montevideo y otras muchas comunidades.
Hablemos, querido Rodrigo de filosofía.
Cuando defendemos que Atrio sea un espacio plural, debemos hacerlo con todas las consecuencias, no solamente con todo aquello que conforma el caledoscopio de las realidades que vivimos y que se traduje en la multitud de trabajos y noticias que se incorporan para su análisis y reflexión, sino también en ese respetuo mutuo de cada una de las subjetividades (tú lo llamas así) que incorporamos con nuestros comentarios.
así que te ruego, ya que eres jurista, que mantengamos el respeto, el buen hacer del quid pro quo.
Tu mantienes una línea de pensamiento, y a veces con mucho ardor, que también expresa verse amenazado por “otras subjetividades”, como si todo ello fueran argumentaciones ad hominen, cuando en realidad, leída sin mucho apasionamiento, resultan ser análisis consecuentes con el hilo del mismo discurso.
Yo no sé si tu podrás estar de acuerdo conmigo que no se puede hablar de Iglesia, Jerarquía, teología o creencias sin que una persona se defina abiertamente ( aunque sólo sea desde su subjetividad) cuántos se hace complice o participe de alguna forma de fe o de creencia, que te ata o te desata a los temas asuntos o problemas tratados ( todos con mucha seriedad)
También podrás estar en conformidad conmigo en que a raíz del reciente Sínodo ( pero no todo a causa de el mismo)la Iglesia Católica está sufriendo una grave crisis qu está amenazando a su identidad misma y Atrio está en muy primera línea, y tú también eres un actor muy importante en la discusión de los problemas y las búsquedas de soluciones. Basta con leer el numero de tus últimas intervenciones.
Tu dices defender lo que para mí es otra línea que me atrevo de calificar como de”teológica” muy respetable, y que tiene mucho eco o participación en Atrio ( no cito nombre de comentarista para no ofender, ni ser injusto con quienes no cite)
Creo, u opino que es un contrasentido mantener una religiosidad profana, que no es lo mismo que la religiosidad de lo profano. La clave está en ver donde estáría situado Dios, el revelado por la fe cristiana en Jesús.
Ahora bien, si te ofende que yo participe con lo que tu consideras “mi carga de subjetividad”, pero que yo considero que es testimonial de “lo que he visto y oído”, no tengo ningún inconveniente en ser algo más discreto en mis intervenciones, con tal de que no te vuelvas a substraer de Atrio, porque te considero una pieza fundamental de nuestro ideario, no por lo que dices, sino por tu testimonio de vida tan comprometido.
Román, jamás se me ocurriría proponer en un espacio que se autodefine como no confesional (ATRIO) una iniciativa que tuviera por finalidad crear comunidades creyentes. Por tanto, no era esa la finalidad de ninguna de las dos propuestas que hice en ATRIO. De tus múltiples intervenciones me queda claro que toda persona que no comparta tu fe está mal, esta equivocada, no entiende plenamente, no conoce verdaderamente, es insuficiente… vale; ¿con éso ya estás contento? Lo dejo.
Ana. Por supuesto que hay una comunidad atriera real, con vínculos profundos. Y en la que hemos compartido muchas experiencias, cuando tus nos compartías tu vivencia de pasar a retiro, o cuando Pili nos compartió su dolor por todo lo que iba ocurriendo en Sucumbíos, cuando Antonio nos comparte algunas de sus vivencias en el seminario y ahora como esposo; cuando Pepe nos contaba recuerdos de su niñez, o cuando Román nos deja vislumbrar las vivencias que están de sustrato de sus afirmaciones de fe. Por eso es que me pareció tan sorprendente que Román me acusara de dar por supuesto que todo en ATRIO es especulación. Claro que no lo es.
Oscar, gracias por compartirnos esos mensajes. Me queda claro que en la parte del movimiento en que fuiste designado como secretario, de este lado del charco, es mucho más clara y consistente la mención siempre de las dos personas que componen cada matrimonio (Chico y Elisia, por ejemplo). Quizá por ello es que se me hizo más notable la invisibilización de las mujeres en el comunicado final.
Hola!
Comentario de un matrimonio del Grupo brasilero:
A todos os nosso irmãos e irmãs,
Fiquei muito contente quando li: “As estolas foram substituídas por uma espécie de guardanapos, e alguns homens estavam de avental, para mostrar que a Igreja deve se colocar a serviço de todos, que não devemos alimentar uma hierarquia, mas nos colocarmos como servidores uns dos outros. Cristo veio para servir e não para ser servido.” Parecia que Francisco estava lá querendo mostrar um sinal concreto de igreja de serviço aos pobres, que ele tanto comunica. Gostei também porque vi as esposas com as toalhas, mostrando que o “casal” é de serviço.
Obrigado por terem colocado isso!
Um Abraço,
Chico e Elisia
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Hola!
Edson Mariano y su esposa son los Presidentes del Movimiento de Brasil.
Ellos, junto a otros referentes directivos brasileros (p.e. Joao Tavares y su esposa Sofía) estuvieron en el Congreso.
Edson cuenta:
E-MAIL ENVIADO POR Pe EDSON:
O Congresso dos padres casados em Madrid apresentou muitos avanços, mostrando que a Europa não é mais o centro do universo, que se faz necessário mudar a estrutura da Igreja e não somente as pessoas. Uma nova eclesiologia só será possível que a Igreja se colocar no papel de servidora do Evangelho de Jesus Cristo. O Reino de Deus é muito mais amplo que as normas e leis da Igreja católica.
O encerramento do encontro aconteceu de forma partilhada, onde todos concelebraram. As estolas foram substituidas por uma espécie de guardanapos, e alguns homens estavam de avental, para mostrar que a Igreja deve se colocar a serviço de todos, que não devemos alimentar uma hierarquia, mas nos colocarmos como servidores uns dos outros. Cristo veio para servir e não para ser servido
Edson Mariano – MFPC Brasil
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Grave error, debí decir que la nota es para Pepe Blanco. Un abrazote grande.
Nota para Rodrigo: las comunidades de las que hablo son de España, y a las que pertenezco son de Granada. Vivimos a caballo entre España y Suiza.
Hola Ana!
Qué bueno lo que acabas de escribir: sacerdote (o cura, párroco, etc.) y comunidad adulta son conceptos incompatibles. Me parece muy atinado.
De todas formas, algún día os pediré que me contéis, si os apetece, en qué consiste exactamente el discreto encanto de las comunidades de base.
P.S.: Me das mucha envidia por vivir en Suiza. Un abrazo.
Respecto al título de este post, lo veo contradictorio, pues mientras haya un cura, clérigo, con poderes casi divinos o por lo menos ejerciendo de intermediario, con poder de…. perdonar, consagrar el pan, etc., que sabe más que el resto, que predica, alecciona o instruye, ahí no puede haber ni comunidad ni adultez.
No habrá comunidad porque siempre estará el que es “superior”, no puede haber adultez porque el gran problema de clero es que ha tratado a los fieles como menores de edad, inferiores en conocimiento (hay homilías que da vergüenza ajena escucharlas). No puede haber adultez mientras las mujeres sean las “criadas” del cura y cosas por el estilo, incluida la exclusión del sacerdocio.
Quizá el primer obstáculo a la adultez de la comunidad haya sido y siga siendo el clero. Las comunidades en las que vivo y conozco no tenemos cura-clérigo, somos las diferentes comunidades las que nos preparamos para que la celebración no sea un rito muerto, dirigido por alguien, carente de participación en igualdad, etc. Reconozco que esto no es posible en, por ejemplo, un templo, una catedral… ¿Son necesarios estos macroespacios “sagrados” para que haya una comunidad cristiana? ¿Terminará la Iglesia siendo una minoría que vivifique el mensaje de Jesús? ¿O seguirán los grandes grupos conservadores (Opus, Kikos, Legionarios, Evangelio y Liberación) los que “se queden” con la Iglesia?
Gracias, Rodrigo, por tu cariñoso recuerdo al que te correspondo con el mismo cariño y con un abrazo. Yo sí me considero miembro de esta comunidad virtual (aunque en ocasiones no disponga de tiempo para participar como deseo) en la que después de tantos años hemos creado unos lazos importantes a través de nuestras comunicaciones en las que, a veces sin proponérnoslo, decimos más de nosotros/as mismas de lo que creemos.
Rodrigo:
No descendamos a lo personal, porque la desnudez responde al “discurso”, no a las personas,
por lo que te ruego que tampoco me malinterpretes.
Es una constante que sin una “fe” entendida como una relación, sostenida por tanto por una experiencia, el ´termino “conocer” mantiene toda su carga intelectual o especulativa.
Y así que las experiencias que propones/proponías no arrancan de la fe, para “construir comunidad” (¿No es tal el propósito, comunidades de fe?) sino abundar el el propio discurso.
La comunidad cristiana nace/es creada por la común fe en Jesús, según apuntaba yo en mi comentario de hoy a las 9,34 am
En otras palabras; que ya existen, se forman y se diluyen, y no sólo en el mundo católico sino en todo el universo cristiano. El problema clave sigue siendo para nosotros el papel/roll del sacerdote ministerial y su acaparamiento de la Eucaristía.(sacramento del Orden Sagrado)
Román
No he dado por asentado que en ATRIO todo sea discurso especulativo. Eso lo has interpretado tú. He dicho que propuse abrir un espacio en que quien quisiera compartiera tres experiencias ocurridas en la semana que le alimentaran la esperanza.
Tampoco he dicho que “alimentar la esperanza” fuera una propuesta novedosa. Nuevamente éso lo has interpretado tú. Lo que sí creo que fue “original” aquí fue proponer el abrir un espacio específico y semanal para alimentarla desde el compartir experiencias de la vida cotidiana de cada persona. Eso no ocurría ni ocurre actualmente en Atrio
Si quieres descalificarme a título personal (por lo de rey desnudo), no tengo problema. Pero al menos que sea por lo que si digo, no por lo que poyectes sobre lo que digo.
Resulta curioso que se hable de “discursos especulativos vs experiencias personales, dsando por asentado que en Atrio todo es discurso especulativo.
Resulta todavía más curioso que se hable de “alimentar la esperanza”, como una propuesta novedosa, cuando tal cosa es aquí el ejercicio cotidiano ( al menos con el ritmo de las ntervenciones de cada cual) de este foro de Atrio.
Me gustan estos momentos reflexivos, cuando mostramos todas nuestras desnudeces.
(El Rey no tenía vestido)
Contestando a Oscar, en:
¿cómo nacen estas comunidades?
Lo que yo conozco (ya es antiguo) vienen de curas que miran más allá de las órdenes eclesiales; que buscan en su entorno personas, que puedan estar de acuerdo.
Se empieza más bien, en ir buscando soluciones a los problemas del barrio, de las familias etc. y de allí nace “otra manera de vivir” desde el Proyecto de vida de Jesús… si hablamos de cristianos.
Lo cierto que en estos movimientos pueden integrarlos creyentes o no, porque las celebraciones tienen un sabor de compartir, rememorar… más que de “santificar” etc.
Es volver a la fuente.
Y en Sucumbios fue un gran hombre, que encontró todo por hacer, una gran pobreza, niños abandonados, enfermos sin posibilidad de atención, mujeres violadas y maltratadas.
Como ves, los inicios suelen ser muy distintos.
1º.- Que las personas se levanten y vivan… después la Palabra de animo, cariño, esperanza de un Galileo llamado Jesús.
2º.- Los ritos son festivos, participativos, aunque reconozco tienen sabor a ¿representación? con su vestimenta… eso si, mucho más simple y sencilla; pero al pueblo sencillo les gusta, porque también lo hacen en sus reuniones festivas; es, como acoplarse en sus ancestrales costumbres.
Como hizo la iglesia cuando se formalizó como tal, copiar de los ritos paganos del momento.
Parece que el ser humano… necesita dramatizar los hechos.
Y hay grupos, casi siempre nacidos en lugares de carestía y dolor; porque donde hay riqueza no hay nada que hacer, allí el boato es esencial, lo ceremonioso, lejano, ampuloso… donde el Mensaje se queda totalmente nublado por el esplendor de la ceremonia.
Y se puede hacer, en grupos de personas… como nos narra el libro estudiado y compartido aquí:
“Un paso un mundo” de S. Santos.
Todo es posible si la persona lo necesita, solo hay que buscar o comenzar un grupo nuevo.
mª pilar
Hola Oscar
Hace varios años propuse aquí en ATRIO abrir un especio en que -en vez de discursos especulativos- las personas que quisieran compartieran tres experiencias que en la semana les hubieran alimentado la esperanza. Estaba convencido, y aún lo estoy, que éso contribuye más a la creación de vínculos personales y a animerse mutuamente a seguir yendo, para usar tu afortunada expresión. Nadie lo retomó, salvo Antonio Duato que en un correo me dijo que le gustaba mucho la idea pero le veía dificultad por lo íntimo y personal. El mismo ejercicio lo intenté en mi cuenta de Twitter, con semejante resultado… como describí en mi blog personal, en la entrada ¿Verdad que sería estupendo?
Yo sigo apostando por este ejercicio (compartir mutuamente lo que nos alimentó la esperanza en la vida cotidiana), en otros espacios donde ha tenido mejor acogida… sigo apostando desde la convicción que puse en un poema mal hecho: “Es tan fácil nutrir la esperanza basta con verte… con verme… con vernos”
Hace aún más tiempo, propuse aquí en ATRIO regresar al intercambio epistolar como el de las primeras comunidades cristianas, directo, personal, no-burocrático entre grupos y comunidades de ambos lados del charco. El único que reaccionó a esa propuesta fue Gaby. Y empezó a mandar correos y correos, y a enlazar personas y comunidades, y junto con Juan Cejudo hiceron crecer la iniciativa y hasta se le dió el nombre de “Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base”.
Entonces, no sé si a la comunidad atriera le interese ahora este intercambio mutuo de buenas noticias. Yo sigo creyendo en esa apuesta y usando la inspiración de Silvio, modesta pero sinceramente puedo decir que me va la vida en ello.
Hola rodrigo!
Gracia por el Aviso.
Sería bueno aprovechar los Medios (p.e. ATRIO) para que se anuncien esas “buenas nuevas” ¿no?
Tal vez a A.D. le interese el Asunto; y a los atrieros (escritores o solo lectores) hacer-nos partícipes de esas “Buenas Nuevas”.
¿Ok? ¡Voy todavía! – Óscar.
Hay cosas que debemos clarificar y conceptos que deberían ser muy claros. A causa de esta torpeza en el lenguaje reina un poco la confusión.
Toda comunidad cristiana nace adulta, porque no se trata de un proceso cultural, donde los fundamentos intelectuales la fomenten, la formen y la perfeccionen, sino el hecho glorioso de habiendo sido redimido por Jesús el Cristo de Dios, Él nos ha incorporado a “su Asamblea”. No debemos entrar en un proceso de perfección que tenga como meta “la madurez del adulto”, sino que él por la fe del bautismo, os ha hecho perfectos/perfectas: “Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, destiando a anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de lasctinieblas a su admirable luz” (1ª Pedro 2,9)
El sacerdocio intermediario es una figura veterotestamentaria, pero que se amplía en la nueva economía de la gracia. Llamar sacerdote a quien presida la Asamblea asumiendo para sí unos poderes y unas funciones de intermediario frente a la divinidad, dejando al pueblo en una permanente infancia espiritual, frente al grupo de “los perfectos” conculca los principios evangélicos.
La noción de “cura de almas” nos retrotrae a una sociedad tradicional en su contexto agrario y a una pastoral de Cristiandad de naturaleza sacramental. Hoy se usa el vocablo “cura”, para designar al sacerdote destinado a las parroquias, mayoritariamente al clero diocesano.
Parroquia no es comunidad, sino un término tradicional para designar a una circunscripción territorial al frente de la cual existen uno o varios curas de almas. El pueblo cristiano vive en “La Dispersión, como extranjero, de donde viene el término parroquia (paroikía), destierro,(1ª Pedro 1,1)
al cambiar la función social de la mujer, tal cosa debe quedar reflejada en la comunidad cristiana, porque el “sacerdocio ministerial” no tiene base teológica (novotestamentaria) para reducirla a los creyentes varones.
Mencionaría como un ejemplo a la comunidad Hijos de la Luz, en Montevideo. ¿Le suena a alguien? 😉 (es la comunidad de Gaby Sánchez)
Y no necesitan permiso de los actuales jerarcas.
Conozco varias más, tanto en América como en Europa y África. Seguro debe haber en Asia
Hola!
Un amigo a quien envié las “Conclusiones” me contestó:
Oscar :Según este documento, sólo con comunidades adultas y maduras se salvará la Iglesia.
¿Dónde están esas comunidades?
¿Cómo hacer para que surjan?
¿Lo actuales jerarcas del catolicismo permitirán que surjan?
¿Los congresistas dicen algo al respecto?
…………………..
Qué distinto se escucha “Movimiento de matrimonios servidores de la comunidad” a “Movimiento de curas casados”, ¿verdad?
Quizá algún día.
Por lo pronto, abrazos y esperanzas con mucho cariño para Pili y Ana.
Pienso que la realidad va muy por delante de tantos buenos deseos de cambiar la cuestión clerical.
En primer lugar hay un hecho incuestionable: el envejecimiento de clero y la ausencia de jóvenes que quieran ser curas. Esto debería obligar a los altos jerarcas a plantearse seriamente la solución.
En segundo lugar, los curas casados actuales que quieren ejercer como tales, no le costaría mucho a la Iglesia, Pepe Blanco, puesto que todos están trabajando o cobran su pensión.
Si se admitiesen a estos numerosos sacerdotes casados no cambaría nada más que el celibato, pero seguirían perteneciendo a una casta sacerdotal ya obsoleta.
Si no se habla de las mujeres, poco habrá cambiado y el sistema seguirá siendo el mismo.
El que, como propone María Pilar, que sean las comunidades las que busquen quiénes coordinen los ritos y las comunidades, sin estatus “superior” a cualquier miembro de la comunidad, sería lo ideal.
Lo que no quiere decir que quien quiera que sea, deben ser personas con formación teológica, y los requisitos mínimos de quien adquiera tal responsabilidad, no es cuestión de aficionados/as
Todo esto supondría una revolución para la que no veo preparada a la Iglesia actual. Y, por tanto, la cuestión de fondo, no será fácil de conseguir. Seguirán comunidades como ya existen en la clandestinidad de formato testimonial, pero generalizadas, nosotros/as no lo veremos.
De cualquier forma, soñar es gratis, y luchar por el cambio, es nuestra obligación.
¿Y no sería mejor, hombres y mujeres, elegidos por su comunidad, como responsables de ella y de todo lo que en ella ocurra?
Sin más, los casados supongo que ya no depende de la iglesia, se han buscado un trabajo para alimentar a su familia.
Eso sería muy bueno. Habría que hacer responsables de esa comunidad a varias personas, no de forma fija, sino cambiándoles cada tiempo prudencial, de sus responsabilidades.
Para ello, habría que tener una preparación especial en las personas que se dediquen más, a la enseñanza del evangelio, con unos ritos… mucho más sencillos y cercanos; como se hace en privado, cuando grupos pequeños se reúnen para orar, en retiros, ejercicios etc.
Que las ropas de los ritos sean sencillas, y sin ellas también sería posible.
Porque supongo, que lo que de verdad buscan, es llegar al corazón del pueblo que se acerque a ellos/as; y para eso, no se necesita gran cosa; como ya lo hizo el Maestro Jesús… solo se necesita querer, comprometerse, y vivir el proyecto que dicen enseñar.
Quizá así… renazcan de nuevo, como lo hacen ya en muchos lugares… claro, algo alejados del gran centro eclesial.
Sería mucho más hermoso, fecundo, esperanzador… como lo fue en el principio.
No veo que quieran dejar de ser “especiales” en categoría, ante las demás personas…
Ser cura (ahora menos que antes) siempre tiene un plus de… superioridad ante el resto.
Eso no es, lo que Jesús (para los cristianos) enseñó y vivió.
mª pilar
Empiezo por aclarar mi solidaridad con este movimiento, con ellos pero aún más con sus esposas (totalmente invisibilizadas en este comunicado final) y sus familias.
Sacerdote, presbítero, cura, clérigo, pontífice…. cada uno de estos términos tiene su connotación, su origen, su impronta. Claro, cada “comunidad lingüística” puede re-significarlos. Pero, como bien nos ha enseñado el movimiento feminista, el lenguaje nunca es neutral. ¿Por qué elegir -entre los diversos términos disponibles- el de “cura”? ¿Habrá sido una elección razonada? ¿Mera inercia? ¿Se tendrá claridad de cual es el “cura”? y si es así ¿no ven la contradicción [oximoron] de la expresión curas no clericales? Pueda parecer mero juego de palabras, pero no lo es.
Me parece que aciertan de lleno en las dos primeras conclusiones; especialmente importante la primera, ahora que ante la evidencia de que Bergoglio no está emprendiendo ni siquiera una de las reformas estructurales que por décadas se han exigido, algunos sectores “renovadores” dicen que lo importante es el cambio personal (ver por ejemplo el artículo de Castillo sobre la enseñanza fundamental de Francisco).
Me parece un error el diferenciar al cura de la jerarquía eclesial. El cura es precisamente un estamento de la jerarquía eclesial.
Creo que son muy valiosas las conclusiones 5 y 6; ojalá nombraran a algunas de estas comunidades, para poder identificarlas, conocerlas; por lo menos algunos ejemplos. Aunque se corre el riesgo que personas observadoras externas no concuerden en que cumplan tales características.
El llamado a la creatividad, a seguir profundizando y abriendo caminos es lo que considero más valioso del comunicado… y de la experiencia colectiva. Personalmente, si se habla de la normativa interna del catolicismo (Código de Derecho Canónico) me parece echar balones afuera decir que están bordeando la ilegalidad…no, están en plena ilegalidad! Entiendo el suavizarlo, por lo que de sufrimiento y escándalo pueda pretender evitar… pero al suavizarlo diciendo que “bordean” la ilegalidad, dejan de ser denuncia de lo anti-evangélico de la “legalidad”. Si un potencial de cambio tiene este movimiento, en mi opinión, es justamente poner en evidencia esa “legalidad”. En lugar de ponerla en evidencia -como hacía el galileo al desobedecer la ley- se le reconoce autoridad.
En todo caso, soy consciente de que es muy fácil hablar desde fuera; y sólo el que carga el muerto sabe cuánto pesa. Así que termino donde empecé… más allá de estas valoraciones personales, por encima de todo está mi solidaridad con estos varones, pero sobre todo con sus esposas, que lamentablemente quedan invisibilizadas en este comunicado.
Un poco de matemáticas.
Según las estadísticas oficiales de la ICAR, a finales de 2012 había en todo el mundo, redondeando la cifra, 277.000 sacerdotes diocesanos. Si los 90.000 curas casados fueran todos diocesanos, supondrían una tercera parte del total. Si todos ellos pudieran y quisieran reincardinarse en su antigua diócesis como sacerdotes operativos, y suponiendo que necesitarían, pongamos, un salario medio de 2000 euros al mes, para sacar adelante cada uno a su numerosa familia, tendrían un coste para la ICAR de 180.000.000 de euros al mes. Unos 2200 millones de euros al año. Carísimos.
Hace unas poquitas horas recibí Correo del Coordinador-laburante de este Congreso, Ramón Alario, donde nos dice a los latinoamericanos:
– “Aunque ya os irán informando con detalle el grupo de latinoamericanos que han estado entre nosotros, os puedo adelantar que todo ha resultado muy familiar, entrañable y provechoso.
Una buena base para intensificar nuestras acciones en común de ahora en adelante.
Un gran abrazo a todos.”-
Ramón
Hola!
¡Felicitaciones!
Leo:
– “ser valientes y adentrarse en estas sendas de creatividad y libertad“-
Me recuerda un aforismo de Ortega y Gasset:
“El culmen de la viida es una pasión limpia y finamente dramática“-
¡Vamos todavía! – Óscar.