Cuando faltan solo unas horas para el comienzo del Sínodo de la Familia, crecen y suben de tono, en la Iglesia, las voces de alarma que hablan de “cisma blanco”, “cisma rojo” (Jorge Costadoat). O de quienes, como es el caso del cardenal Kasper, llegan a insinuar que estamos entrando en un “cisma práctico”, o sea (si me he enterado bien) un cisma que nadie formula en teoría, pero que en la práctica diaria de la vida funciona dividiendo a los católicos y fracturando a la Iglesia.
Por eso, ahora más que nunca, es el momento de preguntarse: ¿qué puede hacer el papa en este asunto, tal como están las cosas?
Como es lógico, habrá que esperar a ver cómo se desarrolla el Sínodo y, sobre todo, tendremos que saber lo que, después del Sínodo, dice y decide el papa. Pero es precisamente para eso, para indicar lo que, según mi modesta opinión, considero que es lo más acertado que el papa podría –y quizá tendría– que hacer en la situación que estamos viviendo en la Iglesia ahora mismo. Por eso me atrevo a presentar la propuesta siguiente.
Ante todo, considero que es fundamental tener muy claro que, en el tema de la familia, no estamos ante una cuestión de Fe. Por la sencilla razón de que, si pensamos y hablamos de la familia desde la Fe dogmática, que profesa la Iglesia, no existe definición dogmática alguna, en el Magisterio de la Iglesia, sobre este asunto. Y si alguien encuentra un documento magisterial definitorio sobre el modelo de familia o incluso sobre la indisolubilidad del matrimonio, que lo diga. Más aún, los textos bíblicos de Mt 19, 1-9 y Mc 10, 1-12, ampliamente estudiados y discutidos por la exégesis mejor documentada, han demostrado sobradamente que no se refieren a la problemática actual sobre si el matrimonio es o no es indisoluble. En esos textos, Jesús se opone al derecho unilateral que, según Deut 24, 1, tenía el hombre para repudiar a la mujer, sobre todo si hacía tal cosa “por cualquier causa” (Mt 19, 3). Lo que indica claramente que Jesús no se refiere a la indisolubilidad del matrimonio, sino al derecho unilateral del hombre frente a la mujer que, según la ley de Moisés, carecía de ese derecho. Una desprotección de la mujer, que se agravaba por causa de las enseñanzas de la escuela de Hillel, que llegaba a permitir el repudio de la esposa “por cualquier motivo” (Mt 19, 3).
Por otra parte, el hecho de que, durante siglos, se hayan mantenido, entre los cristianos, unas práctica y unas costumbres determinadas sobre esta cuestión, no es (ni puede ser) un argumento determinante para obligar al papa a mantener, de forma irrevocable, unos determinados usos o prácticas por más inamovibles que se consideren esas prácticas y esas costumbres. Y por más respetables que sean las personas que pretenden mantener un determinado modelo de familia. Quienes afirman que la Iglesia no puede en ningún caso admitir el divorcio, demuestran una ignorancia incomprensible, ya que, al decir eso, desconocen que la Iglesia, durante siglos, admitió el divorcio en determinados casos. Por ejemplo, en la respuesta que el papa Gregorio II, en el año 726, envió al obispo san Bonifacio (PL 89, 525). Lo mismo que en la respuesta del papa Inocencio I a Probo (PL 20, 602-603). Doctrina que quedó recogida en el Decreto de Graciano, en el siglo XI (R. Metz – J. Schlick, “Matrimonio y divorcio”, Salamanca 1974, 102-103; M. Sotomayor, “Tradición de la Iglesia con respecto al divorcio. Notas históricas”: Proyección 28 (1981) 55).
Estando así las cosas, lo más razonable, que se puede sugerir en este momento, es que el papa debe sentirse libre para tomar una decisión pastoral, que ayude a la Iglesia entera y en su conjunto a ir madurando la doctrina teológica a seguir. Y, sobre todo, la práctica pastoral que se debe adoptar, al menos mientras las cosas no se vean con más claridad y precisión.
Esto supuesto, y dada la confrontación que de hecho existe en la Iglesia sobre este problema, parece lo más razonable sugerir al papa que –de momento, al menos– lo mejor sería dejar, a los pastores y a los fieles en la Iglesia, en la libertad de proceder según la propia conciencia. De forma que nadie se sienta, ni se pueda sentir, con el derecho y el deber de imponer su propio punto de vista, en un asunto sobre el que no existe ni una enseñanza bíblica, ni una doctrina magisterial que lo pueda imponer desde la Fe. Como tampoco existe, en la historia de la Iglesia, una enseñanza o una práctica uniforme, clara y firme en cuanto se refiere a la defensa de la indisolubilidad del matrimonio, como ahora pretenden imponer algunos obispos y otras dignidades eclesiásticas. Estamos, pues, ante un asunto sobre el que sabemos que existe un notable pluralismo entre los creyentes en Jesucristo, de forma que, existiendo tal pluralismo, ni el papa podría tomar la decisión de pronunciar una definición dogmática sobre un tema en el que la “Fe de la Iglesia” no es uniforme ni posee las condiciones necesarias para el pronunciamiento de una definición dogmática, como quedó dicho en la definición de la infalibilidad pontificia del concilio Vaticano I (DH 3074) y en la precisión que, sobre este punto capital, hizo el Vaticano II (LG n. 25).
Roman:
Baso mi opinión en toda la información que hasta ahora he recopilado, respecto al cristianismo y lo que sea.
En particular. Ha sido para mi una revelación, el libro del enlace. (Ya tienes tarea para esta tarde noche…). a mi me apasiona su lectura. Pero “ca uno es ca uno”.
http://www.academia.edu/4333456/Freke_Y_Gandy_Los_Misterios_De_Jesus
http://buenasiembra.com.ar/salud/terapias-alternativas/luz-la-mas-antigua-terapia-1367.html
Tomar el Sol. con respeto. No es ninguna tonteria…
Yo. Lo que hago es mirar al Sol. Del modo que recomienda el sungazing. Del indio de la India.
Hira Ratan Manek.
Pero solo digo lo que hago.
Que aquel que esté interesado, investigue y saque sus propias conclusiones.
¡Hola, Luis!
Cada vez que te leo, lo cual es siempre que te asomas aquí, y me manifiestas que tu pensamiento se construye a partir del gnosticismos (hjistórico) me asalta una duda:
¿Consideras que el Jesús “histórico”, había sido conocido por los gnosticos? ¿Buscaban una interpretación a su persona? ¿Fué una construcción a partir de un supuesto “mito” religioso?
La historiografía confirma la existencia histórica de Jesús. La religión judía no lo niega, e incluso lo estudia.
¿Cuál es tu posición al respecto?
Que dijo o no dijo Jesús. Para empezar. ¿Existió realmente el Jesús histórico?. Po lo que yo sé. Es que NO. Pero prosigamos. ¿Por qué basarlo todo en cuatro evangelios. Cuando hay más de 70 que se remontan a los primeros siglos. ¿Por qué buscar la literalidad? , cuando los estudiosos saben que todos los evangelios, están escritos alegóricamente, incluido el personaje Jesús. ¿Por qué se le da a la comunión, ese valor mágico?. Cuando sabemos que es un plagio del mitraismo. Porques, muchos porques. Porque la estructura, el edificio religioso católico, ya no aguanta, ni las reformas. Y su solvencia quedaría en entredicho. Si ahora dijera “donde digo digo, digo diego”. Para hartarse de reír. De la “sagrada” infalibilidad del Papa. Del “sagrado” “magisterio de la Iglesia. Etc. todo sagrado y de lo mejor oiga…
La pirámide jerárquica clerical del catolicismo. Se impuso en contra de Dios. (Tengo el mismo derecho a emplear a Dios, que el clero.)
Los primeros cristianos gnósticos. Si. Seguían la voluntad de Dios. Por ello buscaban la comunicación directa con lo numinoso inefable. Con Dios. Y no necesitaban jerarquías, que viviesen “como un obispo”.
Si tanto quiere oír la voluntad del pueblo. El Papa Francisco. Ahí va la mia.
Lo mejor que puede hacer el catolicismo. Es disolverse por las buenas, que será mejor para el pueblo, que de facto. Porque la disolución es imparable. Cabalgar el tigre de la disolución, y dirigirlo hacia algo bueno para el creyente, no dejandolo desarbolado.
Jesús para los primeros cristianos. Que fueron los gnósticos. Era el Sol, antropomorfizado.
Retomar donde se dejó. La veneración al Sol. Os aseguro que ahora que he empezado a investigar, sobre los beneficios del Sol. Este, nos da la salvación para el cuerpo y para el espíritu. Por algo existían cultos milenarios al Sol. Es mejor tomar el Sol. Que comerse al Sol, en una hostia.
Nos han estado imponiendo un cuento para simples. Los cristianos literalistas. Hora es que les cantemos la verdad a la cara.
La Iglesia Catolica, está desautorizada para impartir cualquier magisterio. porque no se funda sobre una piedra. NO. Se funda sobre una falsedad persistente.
Bueno, pues Francisco ha empezado su feina del Sínodo (en el doble sentido de trabajo y de lidia) con la homilía de esta mañana en San Pedro de Roma. Es impresionante ese despliegue de las grandes celebraciones en San Pedro, que debe ser el mejor escenario posible para un programa televisivo. La larga fila uniformada de los más de 250 concelebrantes con casulla verde y mitra blanca (qué buen negocio para los proveedores, tal vez nuestras amigas de Vita et Pax) se salpicaba con algunas exóticas vestimentas y coronas de los orientales. La ceremonia toda pautada, como un gran ballet, Pero, llegado el momento, queda Francisco solo ante el micrófono (sin mitra, querido arzobispo Carlos. ¿Por qué en esto no lo imitarán otros?). Y pronuncia su homilía sobre unos textos que parecían escogidos para la ocasión. En ella Francisco se remonta con sencillez de catequista a los textos al génesis en la creación de la pareja (siempre echo de menos algún guiño crítico que aluda al estilo de los mitos y midrásh) y destaca estos puntos: el drama de la soledad, el amor entre el hombre y la mujer, y la familia.
Cuando habla de la familia no se aparta de la teoría o afirmaciones tradicionales, incluida la indisolubilidad. Pero al fiinal insiste en que, respecto a la familia, la Iglesia está llamada a vivir su misión en la fidelidad, en la verdad y en la caridad. Y destaca que fidelidad y verdad no valen para nada si no es en caridad. Y acaba así:
Una Iglesia que enseña y defiende los valores fundamentales, sin olvidar que «el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2,27); y que Jesús también dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar justos, sino pecadores» (Mc 2,17). Una Iglesia que educa al amor autentico, capaz de alejar de la soledad, sin olvidar su misión de buen samaritano de la humanidad herida.
Esperamos que por ahí, con realismo de cómo se vive hoy el amor y los fracasos del amor pueda lidiar a los toros de la ortodoxia fundamentalista y abrir una brecha en ella haciéndoles ver su contradicciones cristianas”.
Para ver la homilía completa
Para ver un artículo sobre el tema en que se habla de JM Castillo como “maestro del papa”, ver en el País: Bedoya. Rouco se rebela contra Francisco.
NO ES POSIBLE que el Papa, ni el Sínodo…ni siquiera el Concilio Ecuménico puedan cambiar la FE de la Iglesia…El matrimonio es indisoluble en su misma esencia ya que la promesa de fidelidad es perpetua y cuando es libre y consciente, y el matrimonio se consuma, entonces es sacramento indisoluble…Por tanto, el Papa no puede ir en contra de este hecho, aunque quiera, pues carece de autoridad para hacerlo.
PORQUE cuando Jesus direme esta cuestión que se discutía en las escuelas rabínicas de Israel, Jesus no apoya ni al Rabí Shammai que permitía el divorcio por adulterio, ni tampoco al Rabí Hillel que lo permitía por un motivo trivial. Es por eso que Marcos, discípulo de los Apóstoles Pedro y Pablo, escribiendo entre 10 y 20 años desde la muerte de Jesus, hacia la década de los años 40 transmite correctamente el pensamiento de Jesus y recoge la tradición de la Iglesia Apostólica:
“Quien repudiare a su mujer y se casara con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer repudiare a su marido y se casara con otro, comete adulterio” (Marcos 10, 1-12) NO ES, pues para proteger solamente a la mujer, sino que tambien esta afirmación obligatoria protege al marido. Es decir, Jesus protege a la totalidad del matrimonio cristiano. No solo adultera el hombre en un segundo matrimonio, sino que tambien la mujer, ya que Jesucristo hablaba para todos los tiempos…para toda la humanidad porque “en el principio no fue así” y Dios mismo fue el que estableció y quiso la estabilidad de la familia, que es la célula principal orgánica de la humanidad que procrea y que además es la familia y el matrimonio lo que precedió a toda sociedad humana….POR eso, “ya no serán dos, sino UNA SOLA CARNE” (Gen. 2,24). Y como consecuencia de esta unión perfecta se deduce este corolario que afirma pues Jesus: “lo que Dios unió, no lo separe el hombre” Y el Apostol San Pablo, junto con la primitiva Iglesia interpreta correctamente el pensamiento de Jesús que le devuelve al contrato matrimonial su sentido verdadero, elevándolo al estado sacramental y sagrado y dice Pablo de Tarso:
“PERO NO SOY YO, sino el SEÑOR EL QUE ORDENA que la mujer no se debe separar del marido (pero si lo hace, que permanezca sin casarse de nuevo, o que se reconcilie con su marido) y que el marido NO debe divorciarse de su mujer” (1 Cor. 7, 10-16). No se trata tampoco de proteger a solamente a la mujer, sino al marido tambien..Es decir, lo que S. Pablo y los Apóstoles defienden no es a los cónyuges aisladamente sino al VÍNCULO que incluye la promesa perpetua que es SAGRADA y por tanto un signo sacramental.
En mi tierra dirían que “mas claro, ni el agua”..Aún mas la llamada excepción de la cláusula de Mateo que pareciera permitiría el divorcio en caso de adulterio es solo producto de una errónea interpretación del griego PORNEIA significa fornicación que se refiere a toda inmoralidad fuera del matrimonio: o sea puede ser simple como entre personas solteras, o tener el sentido de adulterio verdadero o concubinato. ES POR ESO QUE en el contexto de la perícopa de Mateo la palabra PORNEIA no significa propiamente adulterio, sino concubinato….ya que Jesus estaba hablando del matrimonio válido normal que no tiene ninguna excepción…ya que si Jesus hubiera seguido la escuela del Rabí Shammai, que exceptuaba el adulterio verdadero, los discípulos, algunos de ellos todavía solteros, no se hubieran espantado preguntándole a Jesus: (pues)”si tal es la condición del hombre con respecto de la mujer, NO VALE LA PENA CASARSE”(Mateo 19,10)….Es decir, si la promesa es indisoluble y no admite excepción, ni aun por adulterio, entonces es mejor permanecer soltero…O SEA los discípulos, incluyendo a Marcos, entendieron perfectamente las PALABRAS de Jesus en todo el sentido del contexto…
Y COMO ESTA DOCTRINA siempre ha estado presente desde los tiempos de los Apóstoles,el Concilio de Trento, lo aclara aun mas con es definición:
“SI ALGUNO DIJERA que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles (Marcos 10; 1 Cor. 7) NO SE PUEDE DESATAR EL VÍNCULO DEL MATRIMONIO por razón del adulterio de uno de los cónyuges, y que ninguno de los dos, ni siquiera el inocente, que no dio causa para el adulterio, puede contraer matrimonio mientras viva el otro cónyuge, y que adultera lo mismo el que después de repudiar a la adúltera se casa con otra, como la que después de repudiar al adúltero se casa con otro, SEA ANATEMA” (D 977)
LOS PRIMEROS CRISTIANOS seguían los ritos matrimoniales communes a su ciudad o provincia, haciendo un esfuerzo para cristianizar estos ritos, evitando la idolatría y lo que era licencioso. Pero estos “matrimonios” no eran considerados como sacramento indisoluble, ni por supuesto canónicos…Ni siquiera el Derecho Romano podia darle el carácter sacramental…solo lo podia hacer la intervención de la Iglesia…
San Ignacio de Antioquia (hacia el 107 AD) escribe: “Si alguien quiere guardar castidad en honor al Señor, dejad que lo haga en humildad..SI SE CASA, la union debe ser realizada con el consentimiento del Obispo, para que el matrimonio sea de acuerdo al Señor y no meramente por lujuria. Que todo sea hecho para Gloria de Dios (Ignacio de Antioquia, Carta a San Policarpo, 5,2)
Por eso, el Padre de la Iglesia, San Ambrosio hacia el siglo IV escribía que “el matrimonio debe ser santificado por el velo y la bendición sacerdotal”..EXISTÍA YA la celebración LITÚRGICA cistiana del matrimonio en tiempos del Papa Dámaso (366-384)..y EL PAPA LUCIO III condena enérgicamente a los que no reconocen la autoridad de la Iglesia sobre los sacramentos, incluyendo el del MATRIMONIO.
POR ESO, Francisco ha insistido y recalcado en la nulidad de muchos matrimonios y ha querido facilitar el proceso. Sin embargo, la doctrina de la insolubilidad del matrimonio no se encuentra en duda hoy en día, a pesar de las opinions contrarios….No es posible cambiarla….Sin embargo, si es posible reconocer la nulidad del contrato matrimonial en la presente sociedad actual, y ayudar pastoralmente a todos los que necesiten la asistencia de la Iglesia para que siga siendo un camino hacia Jesus para TODOS
Un saludo cordial de Santiago Hernández
Hola!
¡Ok! Me parece una postura clara.
Entonces ¡Vamos todavía! – Óscar.