Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

octubre 2015
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  
7411 Artículos. - 112732 Comentarios.

Declaración internacional de teólogas y teólogos sobre el Sinodo de obispos

El Sínodo sobre la familia sigue su marcha con peleas sobre procedimientos que tienen como objetivo, por parte de un grupo de poderosos cardenales, que nada cambie. Y eso que las propuestas de algunos episcopados europeos que apoyaba Francisco eran muy suaves. Pero en el pueblo de Dios la exigencia de profundos cambios se hace cada vez más clamorosa. Y prueba de ello es esta Declaración que a partir de la Asociación Juan XXIII se ha hecho verdaderamente internacional.

            No pertenece a la Fe de la Iglesia el hecho de mantener intacto un determinado modelo de familia, propio de un tiempo y de una cultura. Según los evangelios, Jesús de Nazaret fue profundamente crítico con el modelo de familia de su tiempo y de su cultura. Por ello, la Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII considera necesario presentar al Sínodo de Obispos que se está celebrando en Roma las siguientes propuestas, que cuentan con la adhesión de las personas abajo firmantes pertenecientes a Europa, Asia, África, América Latina y Estados Unidos.

  1. Creemos que hay que respetar las diferentes identidades, opciones y orientaciones sexuales como expresión de la pluralidad de formas de vivir la sexualidad entre los seres humanos. En consecuencia, deben reconocerse en la Iglesia católica la homosexualidad y los matrimonios homosexuales en igualdad de condiciones que la heterosexualidad y los matrimonios heterosexuales. No debe excluirse a las personas cristianas homosexuales de ninguna tarea, actividad y responsabilidad eclesial como tampoco de la participación en los sacramentos.

            No parece compaginarse el respeto a las personas no heterosexuales con su exclusión de determinadas funciones eclesiales, como por ejemplo el ejercer el padrinazgo en un bautizo o el ministerio sacerdotal y teológico. Exclusiones ambas que se han producido recientemente en la diócesis de Cádiz con un transexual y en la Congregación para la Doctrina de la Fe con un sacerdote homosexual, y que demuestran una clara discriminación en razón de la orientación sexual y desmienten la idea tan repetida en los documentos de magisterio eclesiástico de acogida hacia las personas no heterosexuales.

  1. Creemos que debe revisarse la condena indiscriminada de la interrupción voluntaria del embarazo por parte del magisterio eclesiástico. Consideramos necesaria la derogación del canon 1398 del Código de Derecho Canon que decreta la excomunión para quien produce el aborto, si este se produce, y que es contraria a la absolución del pecado de aborto decretada por el papa Francisco con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Asimismo debe respetarse el derecho de las mujeres a decidir en conciencia en esta materia.
  2. No existen razones bíblicas, teológicas, históricas, pastorales, y menos todavía dogmáticas, para excluir a hombres casados ni a las mujeres de ninguno de los ministerios eclesiales, ordenados o no ordenados. La igualdad de los cristianos y cristianas por el bautismo tiene que traducirse en condiciones iguales para hombres y mujeres en el acceso al ámbito de lo sagrado, en la elaboración de la doctrina teológica y moral así como en la participación en las responsabilidades eclesiales y en los órganos directivos, sin discriminación alguna por razones de género, etnia o clase social. Por ello pedimos se eliminen los obstáculos ideológicos, culturales y disciplinares de carácter sexista y se lleve a cabo la plena incorporación de las mujeres en los ámbitos indicados, incluido el acceso al sacerdocio y al episcopado.
  3. En relación con el divorcio, no existe dogma de fe que lo impida, como tampoco que prohiba el acceso de las personas separadas o divorciadas vueltas a casar a la eucaristía. La actual disciplina excluyente en esta materia, quizá comprensible en el pasado, hoy no tiene justificación y, lejos de acercar a la gente en esas circunstancia a la comunidad cristiana, la margina, aleja y estigmatiza. Además, carece de fundamento evangélico. Creemos por ello que el Sínodo de Obispos debe eliminar tal prohibición, actualmente vigente, y facilitar el acceso a la comunión eucarística a las personas separadas o divorciadas vueltas a casar sin imponerles exigencia correctora alguna. Las personas creyentes somos sujetos morales con capacidad para decidir libremente en conciencia en este terreno. Dicha decisión debe ser respetada.
  4. Es necesario reconocer los importantes avances llevados a cabo por el feminismo en la igualdad entre hombres y mujeres y en la liberación de éstas. A la luz de estos avances debe revisarse la estructura patriarcal de la doctrina y la práctica sobre el matrimonio cristiano.
  5. El Sínodo no puede reducirse a las cuestiones relativas al matrimonio cristiano. Creemos prioritario que haga un análisis de la situación de pobreza y exclusión social en la que se encuentran millones de familias, la denuncie proféticamente, exprese su solidaridad con las familias más vulnerables y contribuya a la eliminación de las causas de dicha situación desde la opción ético-evangélica por las personas pobres y marginadas.

Firman esta Declaración:

Kochurani Abraham. Teóloga. India
Xavier Alegre. Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. España
Luis Javier Angulo Talavera. Sociólogo. Comité Oscar Romero de la Amazonía peruana y SICSAL
José Arregi. Teólogo. España
Olga Lucía Álvarez. Asociación Presbíteras Católicas Romanas. Colombia
Nidia Arrobo. Teóloga. Fundación Pueblo Indio Monseñor Leonidas Proaño. Ecuador
Juan Barreto. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Fernando Bermúdez, Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Ricardo R. Blanco-Beledo. Teólogo. Comunidad Teológica de México.
Leonardo Boff. Ecoteólogo, miembro del Comité de la Carta de la Tierra y escritor. Brasil
Ricardo R. Blanco-Beledo. Teólogo. Comunidad Teológica de México
Ancizar Cadavid Restrepo. Teólogo. Colombia
José María Castillo. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
José Centeno. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII, España
Gabriel Coderch Díaz. Teólogo. Director del Centro Oscar Arnulfo Romero. Cuba
Juan Antonio Estrada. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España.
Margarita Darlington. Licenciada en Filosofía y Letras. Profesora de Historia. España
Laura Freixas Revuelta. Escritora. Presidenta. Clásicas y Modernas. Asociación por la Igualdad en la Cultura
Josefa García Callado. Psicoanalista. ASINJA
Máximo García. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Antonio Gil de Zúñiga. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Ivone Gebara. Teóloga y filósofa. Brasil
Rev. Dan González Ortega. Rector. Comunidad Teológica de México
Hernández Fajardo Axel. Profesor Jubilado de la Escuela Ecuménica de las Ciencias de Religiones. Universidad Nacional. Costa Rica
Rosa María Hernández. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Mary Hunt. Teóloga. Women’s Alliance for Theology, Ethics and Ritual (WATER). Estados Unidos.
Gabriela Juárez Palacio. Teóloga. Socia Fundadora de Teólogas e Investigadoras. México
Rosa Leiva. Federación Latinoamericana de Presbíteros Casados. Ecuador
Luis Carlos Marrero. Teólogo y profesor de Ciencias de las Religiones. Centro Oscar Arnulfo. Romero-Cuba
Juan Masiá. Teólogo. Japón.
Margaret Mayans. Colectivo Feminista DonesCreients. España
Federico Mayor Zaragoza. Presidente de la Fundación Cultura de Paz y de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte. España
Cyprien Melibi. Teólogo Camerún.
Arnoldo Mora Rodríguez. Socio Fundador del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI). Costa Rica.
Mario Mullo. Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados. Ecuador
Laura Navarro García. Investigadora del Islam. España.
Carmiña Navia. Teóloga. Colombia
Marisa Noriega. Teóloga. Socia Fundadora de la Asociación Mexicana de Reflexión Teológica Feminista. México.
Gladys Parentelli. Auditora en el Concilio Vaticano II. Venezuela
Federico Pastor. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España.
Victorino Pérez Prieto. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Suyapa Pérez Scapini. Teóloga. El Salvador
Margarita Mª Pintos. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Martín Rodríguez Rojo. Catedrático emérito. Universidad de Valladolid
Javier Omar Ruiz Arroyave. Activista. Masculinidades Liberadoras. Colombia.
José Sánchez Suárez. Teólogo. Comunidad Teológica de México
Santiago Sánchez Torrado. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Fernando Silva. Asociación de Teólogas y Teólogos de Juan XXIII. España
Aida Soto Bernal. Asociación Presbíteras Católicas Romanas. Colombia
Juan José Tamayo. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Elsa Tamez. Teóloga y biblista. México
Andrea Toca. Teóloga. Socia Fundadora de la Asociación Mexicana de Reflexión Teológica Feminista. México.
Fernando Torres Millán. Teólogo. Coordinador de Kairós Educativo. Colombia
Olga Vasquez. Teóloga. El Salvador
Evaristo Villar. Asociación de Teólogas y Teólogos  Juan XXIII. España
Juan Yzuel. Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII. España
Luis Carlos Marrero. Teólogo y profesor de Ciencias de las Religiones. Centro Oscar Arnulfo y SICSAL

 

9 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

     
    Las FAMILIAS de Curas casados escribe y manda una CARTA A LOS PADRES SINODALES, que de oficio difundí entre sus integrantes federados y otros interesados en el Movimiento.
     
    Uno de estos últimos respondió lo siguiente:
     
    Oscar :
    He leído el texto que repartiste hace algunos días.
    El texto me gustó: concreto, sincero, realista.

    Es un texto que refleja una experiencia: luego de años de vida como sacerdotes casados, los autores del texto hacen un balance y llegan a la conclusión que la experiencia les deja un saldo positivo.

    Me parece que habría que sacar de esto algunas conclusiones pastorales:

    Si la experiencia de los sacerdotes casados tiene un saldo positivo, esto quiere decir que los sacerdotes célibes carecen de este saldo positivo.

    En la práctica, significa que los encargados de la catequesis (catequistas, predicadores, formadores de jóvenes, confesores, encargados de cursos pre-matrimoniales) carecen de una visión de la familia que se adquiere en la vivencia del matrimonio.

    La pastoral familiar es el objeto del actual sínodo.

    La existencia de un clero casado podría contribuir a la mejor formación de los encargados de la catequesis familiar.

    …………………………….

    Este es el TEXTO de la CARTA:
    LA FEDERACIÓN LATINOAMERICANA PARA LA RENOVACIÓN DE LOS MINISTERIOS, Organización de los presbíteros casados y sus familias, de México, Guatemala, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, presenta un cordial saludo a los Padres Sinodales que se han reunido en el Vaticano para tratar el tema sobre la Familia. Queremos presentar nuestras experiencias y nuestra nueva manera de servir a Dios, a nuestra familia, a la comunidad. Queremos comunicar algo importante de nuestras vivencias en las siguientes reflexiones:
    En el documento final del Primer Congreso de Ariccia, en 1987, sobre los sacerdotes casados y nuevas formas de ministerio, que trató el tema del matrimonio y la familia, las conclusiones fueron:
    1. Somos felices de haber escogido conciliar el matrimonio y el sacerdocio. Creemos que tal unión de carismas renueva a la vez los dos sacramentos y nos conduce a una nueva experiencia de Dios.
    2. Ello nos hace comprender mejor el “amor conyugal” de Dios con su pueblo, según la imagen bíblica.
    3. El matrimonio nos ha vuelto más humanos. Esta “encarnación” nos ha acercado más a Dios. Nos ha vuelto menos abstractos y más sensibles a los demás.
    4. Esta experiencia nos hace descubrir más, a nosotros, hombres, la riqueza de la mujer como persona humana, antiguamente considerada como inferior, y ahora reconocida como miembro de pleno derecho.
    5. Conocemos de manera mucho más real la evolución de una persona humana viendo crecer a nuestros hijos. La vida de familia ha cambiado todas nuestras perspectivas.
    6. Hasta hoy la actitud dualista de la moral eclesiástica nos ha privado de la comprensión de una verdadera ética sexual positiva y exenta de miedo. La vida en pareja nos ha hecho comprender mejor la libertad de los hijos e hijas de Dios.
    En el Encuentro en Cartagena de Indias, Colombia, celebrado los días 1 al 3 de Diciembre del año 2006, se concluyó:
    1. Sentimos que al haber formado una familia ha fortalecido la vivencia de la fe y de pertenencia a la Iglesia, Pueblo de Dios, abierta a todos los que buscan a Jesús
    2. Descubrimos que todos trabajamos no para acumular riquezas, sino para dar testimonio de servicio y compartimiento de los bienes que cada uno tiene.
    3. Todas estas vivencia han fortalecido los vínculos de amor y amistad entre todos los miembros y se afirmado nuestra fe en Cristo, en el evangelio liberador.
    4. Hemos sentido que la coraza del clericalismo ha ido perdiendo los anhelos de poder e imitando la actitud sencilla y humilde de Jesús.
    5. La presencia de nuestras esposas, hijos, y amigos son testimonio de una Iglesia viva, hecha de amor, alegría y optimismo.
    6. Descubrimos que los cambios y la renovación son necesarios para que la Iglesia responda al mundo actual. Hemos vivido la experiencia de la Eucaristía, como pan de vida, Cristo hecho pan y palabra, alimento para el camino para el servicio y la libertad.
    7. El ejercicio del sacerdocio en hombres y mujeres no impide una opción política, en cuanto esta sea un servicio para el crecimiento de la comunidad.
    Manifestamos nuestra fidelidad al Evangelio, al Pueblo de Dios y a su pastor el Papa Francisco, y en esta ocasión a los Padres Sinodales, para que, con la luz del Espíritu Santo, sigan adelante en el camino de Jesús. Oramos para que afronten con realismo y corazón misericordioso, los problemas, dilemas y tensiones que vive la familia hoy.

    …………………………….
    Atte. – La Directiva:

    Mario Mullo – Rosita (Presidencia)
    Joao Tavares – Sofía (Delegación Zona)
    Orlando Martín – “Chiqui” (Delegación zonal)
    Oscar Varela (Secretario)
    …………………………….
    NOTA: También hay Texto en Portugués por el otro lóbulo lingüístico (Brasil)

  • ana rodrigo

    Acabo de leer en Religión Digital la tarea que se traen obispos y demás monseñores célibes con el “trascendental” tema de si los divorciados y vueltos a casar pueden comulgar o no. ¡¡Dios mío! ¿En qué mundo vive esta gente?. No sé qué persona en esta condición pide permiso para comulgar, y segundo, ¿será éste el gran pecado de quienes hemos tenido la necesidad de divorciarnos? Da vergüenza ajena ver a tantas cabezas pensantes preocupados por estas cuestiones estando la iglesia como está y estando el mundo como está. ¿No podrían dedicar su tiempo y su dinero a cosas más importantes?

  • h.cadarso

    Diganme dónde hay que firmar este documento los “donnadies” del pueblo cristiano, porque yo también quiero firmar…

  • Javier Pelaez

    Efectivamente,Jesús.Además decía que el momento más bonito del día era “cuando por las mañanas veía vestir a sus hijas”.

  • Jesús

    Javier, tan peculiar, tan peculiar es la señora que nombras, que la fiesta de la primera comunión de una niña se la pagó la Gürtel. Y si no recuerdo mal, también el viaje de regalo.
    En fin, sandwich de “religión” entre rebanadas de corrupción. Para estomagos fuertes.

  • Javier Peláez

    En eso tienes razón Ana.

  • ana rodrigo

    Javier, estoy de acuerdo con lo que dices, solamente añadir que debemos exigir a una institución como la Iglesia, con tanta influencia en las personas y en sociedades de muchos países, que revise su código moral para no añadir más sufrimiento y más carga a conciencias que bastante tienen con las decisiones que necesitan tomar.

     

    Tiene razones más que suficientes, entre otras, como las que exponen en este documento los teólogos y las teólogas que lo firman. Razones que ese incompetente geriátrico vaticano saben o deberían saber, y si no lo saben, que lo estudien y lo averigüen, que se ganen el sueldo como cualquier mortal que tiene un trabajo, y el suyo es actualizar el mensaje de alguien, como Jesús, que fue todo humanidad.

  • Javier Peláez

    http://static.diariomedico.com/docs/2013/12/03/ordencarterabasica.pdfYo no me metería en estas cuestiones de orden interno de la ICAR,institución que se encuentra a años luz,por lo menos en España,de la moral sexual sobre la familia predominante en la socidad civil,si no fuera porque los políticos “católicos como Dios manda” intentan imponer su moral católica sobre la familia al resto de los ciudadanos.Como sabréis por los periódicos una señora como la Mato,miembro de una familia ciertamente peculiar pues al fin y al cabo desconocía que su marido tenía un jaguar en el garaje,dictó una Orden Ministerial para imponer un requisito a la fecundación in vitro que impidiera el acceso a las madres solteras y a las lesbianas.Ya sabéis que un juzgado de lo social de Madrid ha considerado discriminatorio este requisito-que está formulado en la norma en términos francamente chabacanos:la norma habla hasta de “coito vaginal”,expresión feísima para un “católico como Dios manda”,más propia de “curita verde” en confesionario-.En el enlace que pongo,que es la memoria económica de la Orden, se puede observar como la Orden se vendió como un ahorro económico,producto de las restricciones presupuestarias,pero,en realidad,del enlace se deduce que sólo sabían el ahorro que iba a suponer una de las medidas que contenía la Orden:la edad límite a la que se puede acceder en la sanidad pública a la FIV-se pasa de 40 a 38 años,creo,no tengo la Orden delante-.En cuanto a la otra medida la exclusión de lesbianas y madres solteras la memoria económica no dice nada.Probablemente porque no sepan cuantas se inseminan.Esto revela que esta restriccvión no obedece a la consabida “sostenibilidad del Sistema Nacional de la Salud”,sino a prejuicios ideológicos,”prejuicios católicos”.Lo dicho,los “católicos como Dios manda” tienen la extraña costumbre de imponer a los demás su modelo de familia sin ni tan siquiera mirar a la suya propia o ni en el garaje de la suya propia…