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Un cristiano secular

 

Horizonte

Don Cupitt es el autor de este ensayo. Don es un conocido filósofo de la religión, inglés, de 81 años, más conocido por sus libros, conferencias e intervenciones en la televisión que por su pertenencia como sacerdote a la Iglesia anglicana. Porque su pensamiento va más allá de cualquier confesión y dogma. Por eso interesa. Y el promotor de un simposio de teología interreligiosa, José María Vigil, tradujo esta comunicación y la publicó en la revista de la Pontificia Universidad Católica de Minas en Brasil, HORIZONTE.  En el mismo número de Marzo se publicaron artículos de nuestro conocidos Roger Lenaers, John S. Spong, Juan Masiá y Dramuid O’Murchu. Encajan estas ideas y reflexiones con lo que vamos buscando en ATRIO, una lectura secular del Evangelio de Jesús sin aguarlo sino entendiéndolo. 

Soy un cristiano secular, una persona comprometida con el pensamiento crítico y una persona para quien sólo hay un mundo, y es este mundo; sólo una vida, y es esta vida.

Nuestra lengua se desarrolló con el fin de servir a los propósitos de nuestra vida en este mundo, nuestro mundo cotidiano; y no podemos salirnos del mundo de esta vida y decir algo sensato sobre un supuesto mundo eterno o sobrenatural ahí arriba. Desde que la novela es nuestra forma literaria más popular, parece que estamos dando ya por sentado el humanismo secular. Los personajes de Jane Austen son todos ellos anglicanos; pero el mundo en que viven ya se ha vuelto completamente secular.

Si ello es así, bien podemos pensar que el cristianismo es la religión más difícil de modernizar de todas, porque está mucho más comprometido que cualquier otra fe respecto a un elaborado sistema de creencias sobre el mundo sobrenatural, del que creemos haber venido, con el que nos relacionamos a diario, y al que retornaremos finalmente: el mundo de Dios, del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo; en mundo de San Miguel y los nueve coros de los ángeles; el de la Santísima Virgen y los miles de santos. Un mundo en el que las personas creen en muchos tipos de asistencia sobrenatural, como curaciones, regalos de cuya asistencia sobrenatural la gente encuentra de muchas formas, como curaciones, dones de la divina gracia, o conocimiento sobrenatural impartido a nosotros por revelación, iluminación o inspiración. Todo este aparato fue elaborado poco a poco en relación con el gran mito cristiano de la Creación del cosmos, la Caída y la Redención; una historia que comienza con Dios en la eternidad, con su primera creación, la de los ángeles, y con la rebelión de Lucifer y sus aliados, y que finalizará con el cierre del Infierno y el triunfo final de los bienaventurados en el Cielo.

Todo el conjunto de esta poderosa teología sobrenatural estaba todavía en pie cuando Carlos II llegó al trono inglés restaurado en 1660. La Biblia seguía siendo todavía la fuente principal de información sobre la cosmología y la prehistoria. En su Libro de Oraciones y en los principales escritos de John Milton y John Bunyan la antigua «civilización basada en la religión» todavía parecía más o menos intacta. Milton estaba muy bien informado sobre la ciencia moderna, pero debió de pensar que la versión protestante de la antigua fe tenía futuro; de lo contrario no habría arriesgado su propia reputación en la redacción de El paraíso perdido.

Poco después, en 1679, Isaac Newton publicó su gran libro, que con el tiempo iba a convertir la física matemática en la nueva Reina de las Ciencias, mientras el tradicional conocimiento dado por Dios que hasta entonces difundían los teólogos fue desplazado por el nuevo conocimiento, elaborado por el ser humano y probado críticamente. Este cambio costó mucho tiempo, en parte porque la cosmología de Newton no era histórica: no incluía la historia de cómo el universo y el sistema solar habían comenzado a existir y habían llegado a su forma actual. Pero entonces, en 1755, Kant y Laplace presentaron conjuntamente una teoría plausible sobre la formación del sistema solar, y después, la geología y la biología dieron un gran paso adelante hacia la creación de un gran relato científico: una historia y una teoría sobre todo lo que ha existido hasta el momento, mucho más razonable y coherente que el viejo relato cristiano.

Sin embargo, el sobrenaturalismo tradicional persistió, hasta que dos grandes acontecimientos ocurrieron en Alemania. En 1781, la Crítica de la razón pura de Kant, fruto de una década de trabajo de un genio, significó el mejor intento de mostrar cómo la mente humana finita es capaz de conocimiento científico objetivo. En el proceso de Kant criticó de manera concluyente la vieja creencia de que pertenecemos a un orden sobrenatural eterno del ser, más allá del mundo de la experiencia. En efecto, Kant puso fin a la creencia de que la existencia de Dios puede ser probada, y desde 1800 ningún filósofo importante ha creído con plena ortodoxia en el antiguo Dios de los filósofos.

Luego vino la crisis de la crítica bíblica. En las universidades alemanas de finales del siglo XVIII los eruditos comenzaron a aplicar al estudio de la Biblia los nuevos y rigurosos métodos de la historia crítica. El proceso es demasiado largo como para contarlo aquí, pero el mayor evento temprano fue la publicación de La vida de Jesús críticamente examinada (1835-6), de David Friedrich Strauss, que mostró cómo un profeta judío y maestro del siglo primero fue siendo mitificado poco a poco en las mentes de sus seguidores. La vieja creencia ingenua de que “la Biblia es la Palabra de Dios” –o, en la frase católica típica, «tiene a Dios por autor»– se hizo insostenible.

Desde entonces, hemos llegado gradualmente a darnos cuenta de que todo el sistema de la doctrina cristiana es una construcción humana, un tanto azarosa, con una historia del todo humana, y que la Biblia, cuando se lee con atención, en realidad no enseña, ni siquiera sería compatible con la doctrina ortodoxa. Por ejemplo, sólo un escritor del Nuevo Testamento presenta a Jesús como la encarnación de un ser celestial preexistente en forma humana, Juan concretamente. Pero incluso en el Evangelio de Juan, el Señor Encarnado no es co- igual a Dios. De hecho, ningún libro del Nuevo Testamento enseña las doctrinas totalmente ortodoxos, ya sea de la Trinidad o la Encarnación. Esas doctrinas no fueron reveladas por Dios en la Biblia, sino que son el resultado de los debates humanos y las luchas por el poder en los tiempos posteriores.

¿Cómo han reaccionado las Iglesias a todo esto? Los conservadores han decidido rechazar la razón crítica y entrar en la contra-cultura. Ponen un gran énfasis en la autoridad y en la fe, que para ellos se ha convertido (como ha dicho un bromista) en un don sobrenatural que les capacita para creer cosas sabiendo que no son ciertas. Los liberales insisten en que se mantienen lúcidamente críticos, mientras todavía se aferran con un cierto recelo a la fe oficial de la iglesia; Rowan Williams es el exponente más conocido de este punto de vista, y el mejor ejemplo de sus dificultades. Un poco más a la izquierda está un tercer grupo, los que reconocen que todo es un gran mito humanamente evolucionado, pero que contiene puntos de vista y los valores religiosos preciosos, y que continúa siendo el mejor mito para vivir. Este punto de vista es asumido por un gran número de sacerdotes y laicos y es sostenido explícitamente por esos «Mares de la Fe»* no realistas que permanecen en las Iglesias.

Estas tres respuestas cristianas a la modernidad están en tensión y resultan irónicas. Todas ellas evidencian una disonancia entre el mundo de las creencias religiosas y el mundo del conocimiento moderno, que ninguna de ellas puede resolver por completo. La religión tradicional que hemos heredado está muriendo rápidamente, y ello se debe a que está demasiado en desacuerdo con lo que ahora sabemos que es verdad. O debemos abandonarla por completo y convertirnos en budistas, o podemos inventar una nueva religión secular, o tal vez podríamos intentar una metamorfosis del cristianismo que lo transforme en una forma de humanismo religioso secular.

Soy sacerdote anglicano desde hace más de 50 años, y he llegado a adoptar una posición como la de este tercer tipo. A veces lo llamo «reinocentrismo» [en inglés, literalmente, “Reino-teología”], queriendo señalar que, originalmente, Jesús predicó la llegada del Mundo Definitivo, la era prometida de la realización humana en el Reino de Dios en la Tierra. Lo que vino, en cambio, fue la Iglesia, que surgió entre las luchas por el poder entre los primeros clérigos, Pedro, Santiago y Pablo, hacia el año 50. Y sus esfuerzos por explicar la catástrofe de la horrorosa muerte de Jesús. Afirmaron que Dios había exaltado a Jesús al mundo sobrenatural, lo que significaba que, después de todo, al viejo mundo se le iba a conceder un período extra de tiempo durante el cual la Iglesia (gobernado por el clero) reclutaría un ejército multiétnico de creyentes que podría purificarse y mirar hacia arriba expectante para el regreso a la tierra de Jesús glorioso, para establecer el último Mundo, el Reino mesiánico en la tierra. Jesús había dicho: « ¡El reino comienza ahora!». La Iglesia dijo: «No: ha sido pospuesto: ustedes van a vivir bajo disciplina todavía durante bastante tiempo».

Así, este nuevo cristianismo eclesiástico, desde el principio estuvo completamente preocupado por el mundo sobrenatural, que era a la vez el Mundo de Arriba y el Mundo por Venir: y estuvo tan preocupado con su auto-purificación que casi todas sus principales figuras fueron célibes los primeros 1500 años. Enseguida, Jesús, muy intensamente mitificado, se convirtió en el Cristo divino, un ser celestial, el Hijo eterno de Dios, y en los credos, la vida real de Jesús y su mensaje se reduce a una simple coma que separa «nacido de la Virgen María» de «padeció bajo el poder de Poncio Pilato». El cristianismo era tan de otro mundo, que vio este mundo y esta vida como completamente sin valor. Todavía en el Libro de Oraciones de 1662 –que todavía tiene muchos admiradores– los participantes en un funeral agradecían a Dios por llevar la persona fallecida “fuera de las miserias de este mundo pecaminoso».

Hoy todo ha cambiado, porque hemos perdido recientemente los últimos vestigios de la creencia en un futuro Mundo Mejor. Hoy día los funerales son un ritual del final de la vida. Celebran la vida de la persona fallecida, porque ya no creemos en el Juicio Final ni en la vida individual después de la muerte. Al mismo tiempo, también hemos renunciado a todas las formas de la esperanza liberal o socialista en un mundo mejor dentro del futuro histórico. La creencia liberal en la «perfectibilidad del hombre» y la creencia socialista en la sociedad comunista futura están muertas. Ahora nos damos cuenta de que ya estamos viviendo en el último mundo que conoceremos. Este lenguaje que hablo, este mundo en torno a mí, y esta vida que vivo en conjunto constituyen lo que en mi manera de hablar yo llamo «todo». Es todo lo que hay para mí: y tengo 79 años. Pronto dejaré de ser.

Esta toma de conciencia que yo llamo «el reloj despertador», hace que el Cristianismo de la Iglesia parezca tan engañado como los terroristas suicidas que piensan que se van al cielo… Al igual que Andrew Marvell, me siento “carro alado del tiempo, inexorable’; la muerte está respirando junto a mi cuello. ¿Cómo vamos a vivir, que ahora sabemos que estamos cerca del final de nuestro mundo? Tal como yo lo veo, el Jesús original, anunció la llegada del último Mundo, y enseñó la ética apropiada. No tenemos tiempo para los sentimientos negativos de ansiedad, o la envidia, el odio, ni para la abrigar rencores. No hay tiempo para cualquier tipo de ley–ética. Deberíamos vivir la vida con toda intensidad, y sobre todo con generosidad, gastándonos a nosotros mismos en el amor como si no hubiera un mañana, porque no lo hay.

La enseñanza moral del Jesús original, reconstruida críticamente, era totalmente centrada en las relaciones humanas y en la libre auto-expresión humana, o, como ahora lo llamaríamos, la «auto-realización». Jesús parece ser sorprendentemente secular, algo difícil de explicar hasta que recordamos que en el Mundo Definitivo «no hay Templo», como dice el Apocalipsis de Juan, no hay un sistema religioso, ni una divinidad bien enfocada y concreta. En el Reino, Dios se dispersa en un «brillo» universal, una inteligibilidad luminosa en la que no hay oscuridad y todo lo que es fácil de ver. Es un mundo puramente humano en el que todos son iguales, y todo corazón está abierto. No hay más allá y por lo tanto no hay ulterioridad, ni engaño o duplicidad, porque podemos tratar de engañar a la gente sólo si somos capaces de imaginar un futuro en el que podamos sacar provecho de nuestro engaño. No somos almas inmortales, con un futuro a muy largo plazo: no somos más que nuestra propia vida de nuestras propias vidas breves. No debemos ser acaparadores, porque no podemos hacerlo con éxito. En cambio, debemos derramarnos a nosotros mismos sobre la vida, sin reservas. Como dice el dicho popular dice: «O lo usas, o lo pierdes». No te escondas, sal como sale el sol para derramarse y gastarse… ¡Arde como él! No hagas comparaciones, ni reclames tus derechos. Lo que has de hacer hazlo bien, ¡arde!

He tratado de indicar muy brevemente cómo la enseñanza reconstruida del Jesús original, analizado correctamente, puede inspirar a una nueva religión humanitaria de la vida ordinaria al liberarnos de nuestra ansiedad moderna acerca de la transitoriedad y la muerte. Hasta ahora, a menudo se ha afirmado que la ética de Jesús no era practicable, por lo menos hasta que llegue el Reino. Pero, por el contrario, he tratado de sugerir que es una ética necesaria. Nuestra mayor necesidad es únicamente reconciliarnos con nuestra propia fugacidad y entre los unos y los otros, y el remedio es lo que yo llamo «solaridad» [al estilo del sol]: la generosidad total y amor a la vida.

¿Qué pasa con el argumento de que, así como la búsqueda del Santo Grial era inalcanzable para los caballeros de Arturo y llevó a la destrucción de la Mesa Redonda, igualmente la ética de Jesús original resultaría inalcanzable para los seres humanos normales? Al contrario, el argumento de Jesús es precisamente que, a menos que podamos aprender a ser supergenerosos, nunca podremos esperar construir la paz entre los humanos en la tierra. La justicia humana no es suficiente. Para un ejemplo moderno, en Irlanda del Norte muchas personas sencillas saben que no habrá plena reconciliación a menos que la gente pueda encontrarse en la calle o compartir en una mesa con sus antiguos enemigos acérrimos. Muchos de ellos ya lo están haciendo, porque es una necesidad moral.

No cometamos el error habitual de suponer que Jesús enseñó un amor justo y recíproco para con el vecino. Incorrecto: eso no es Jesús, es Moisés; y Jesús insiste en que eso no es suficientemente bueno. Él enseñó el amor a los enemigos, el amor no correspondido, el amor sin límite. Él era un rebelde, y no es de extrañar que en el Concilio de Trento la Iglesia censuró su doctrina del «amor puro». Desde el principio la Iglesia se basó en el rechazo del Jesús original secular. Durante todo el período eclesiástico se ha argumentado que, debido al Pecado Original, los seres humanos no pueden vivir la ética de Jesús en esta vida. En su lugar, tienen que vivir bajo la disciplina de una ley civil y religiosa estrictamente aplicada. Pero Jesús dijo que podemos y debemos ir mucho más allá de las ideas humanas ordinarias del derecho y la justicia, y hoy lo hacemos. Consideremos, por ejemplo, la donación gratuita a los extranjeros de la sangre y otros órganos. Las personas son capaces de vivir el Sermón de la Montaña, lo viven.

Un punto final. En un pequeño libro llamado Ética solar (1995) presenté una defensa filosófica del emotivismo ético y expresivismo, de modo que se pueda sostener al margen de Jesús. Yo no lo necesito a él como una autoridad; acabo de señalarlo como el primer maestro que pasó a hacer las cosas bien.

Pero yo no voy a volver a hacer la religión lógicamente dependiente de cualquier pretensión dudosamente histórica. Nagarjuna (ca. 150-250 aec.) hizo un cambio de pensamiento similar acerca de la enseñanza del Buda.

En resumen, Jesús había predicado la llegada del Reino. Era el momento de empezar a vivir la vida del Último Mundo, como si estuviéramos ante el final del tiempo. Y ésa es la posición en la que me encuentro a mí mismo, un cristiano laico en el final de mi mundo. A veces he llamado a mi religión «Vacío y Brillo»,

«humanismo radical vacío», «la religión de la vida», y «reinocentrismo». No es nada muy especial; es donde los post-cristianos occidentales estamos ahora. Y, más bien, me gusta: no me estoy quejando.

29 comentarios

  • Jaume PATUEL

    Saludos Mª Lluisa. Fondo y forma. Y el fondo fundante. Los niveles de consciencia permiten comprender esa Totalidad, más que quedarnos en la relación Sujeto-Objeto. De la dualidad hay que pasar a lo que se llama no-dualidad. O si seguimos (www.cetr.net) la cualidad profunda de gran calidad humana (término clásico de religiosidad, espiritualidad) aunque también me gusta el término “interioridad. Estamos en un nuevo paradigma donde Jesús tiene su lugar con su fundamento que es el de cada Ser Humano.  Todo un nuevo lenguaje que hay que ir construyendo. Gracias por tus saludos

  • M.Luisa

    Corrijo un error de escritura. En el  quinto párrafo,  donde escribí cesión debe leerse escisión: no hay escisión alguna

  • M.Luisa

    Estupendo, amigo Jaume,  también lo creo yo así  y aprovecho para saludarte    y decirte que me animas  a que me detenga  un poco más  en unas  pinceladas  filosóficas que dejé el otro día al final de mi comentario  cuyo párrafo  a modo de reflexión general transcribo a continuación…

     

    “En todo pensamiento existe contenido y forma. El contenido es lo especifico y la forma lo inespecífico.  Esta inespecificidad es  coherente  con, por ejemplo, cuando  se habla de realidad abierta o de  indeterminación.  Qué pasa, ahora,   con todo esto ? Pues bien, se trata  de que, si  hasta el momento  ha sido la forma la que ha determinado el contenido, ha llegado el momento de invertir los términos. Y  entonces es cuando se comprende  que si la forma es lo  inespecífico habrá de ser  el contenido el que la module.  De estas pinceladas  en adelante todo lo que se quiera”

    …Porque  en profundidad,  estos rasgos  tienen mucho que ver con lo que ahora tanto se prodiga mediante conceptuaciones  varias sobre la inteligencia, que si es emocional que si es espiritual etc.,  en definitiva lo primero que nos inspira estas determinaciones es a intuir  una  unidad  allí  en donde el racionalismo se afanó en llevar a cabo  una separación.

     

    Todo cuanto se habla ahora de las distintas inteligencias a las que se les aplica el factor  emocional o  el espiritual, etc.,  yo siempre, para interpretar lo que se quiere decir con ello, las sitúo sobre la base  de la estructura de “Inteligencia Sentiente” a la cual  tantas veces  me refiero evocando a Zubiri. Esto hace que no se entiendan aquellas    como que a la nota del sentir se le añade la del pensar. No, no es eso porque si fuera así estaríamos frente a algo cuyo destino dependería de una actitud humana inscrita cronológicamente en el tiempo y  al albur de una voluntariedad arbitraria.  La idea de estructura evita esta concepción revelándose como   algo sistematizado  internamente. Y como todo sistema, en éste constituido por lo psico-físico de todo organismo humano,  las notas estructurales que forman el sentir y  las que forman el inteligir o  pensar se interrelacionan unas con otras dinámicamente.

     

    La estructura de Inteligencia Sentiente es la consecuencia del cambio profundo que ha representado conceptuar el hombre no como “animal racional” sino como “animal de realidades”. Ya se puede percibir entre estas dos fórmulas la diferencia que separa una concepción de otra pero, sin embargo, físicamente, evolutivamente,  no hay cesión, no hay ruptura  alguna en la línea zoológica en la cual se inscribe  el hombre.

     

    El animal de realidades   aun sintiendo el mismo contenido  que siente el animal en su puro sentir, por ser  de realidad esto  sentido lo    siente  unitariamente  también  con  la forma, es decir formalmente.  Pero  no es que le de forma al contenido (estaríamos en las mismas)  sino que queda abierto a ella porque la realidad sentida es de suyo lo que es.  Es la diferencia existente  entre Cosmos y Mundo.

     

    Bien esto daría para mucho más, pero de momento ahí queda esta reflexión.

     

  • Jaume PATUEL

    Un buen texto existencial y biográfico. Me identifico con él. Un Maestro maravilloso, Jesús, secular sin olvidar que nos muestra otro nivel de consciencia: Todo. Y como Jesús y otros Maestros me toca hacer el mismo Camino si quiero ser un ser Humano maduro y vivir aquí y ahora en totalidad. Meta, pero hay que caminar sin angustia ni desesperanza. La subjetividad nos la explica la psicología profunda. Cómo estamos construidos psíquicamente. Tomando la palabra “psique” como totalidad. Me gusta emplear la metáfora  del mapa y territorio.  Los mapas hay que renovarlos continuamente a medida que el territorio va cambiando y no al revés. Cosa muy usual. Porque en nuestro interior está la dimensión de Maestro.

  • Román Díaz Ayala

    Vale, muy bien, M. Luisa.

    Me doy por enterado.

  • M.Luisa

    Hola, Román, este es el artículo al cual  me referí al hablar  de hondura  y profundidad   en el hilo de la “Diada” y que tú entendiste como unas cualidades  que yo atribuía  al fondo político de aquel  más superficial para mí. Ni que decir tiene que aquí es donde  radicaba el error. Por eso, como hay una diferencia de condición abismal entre un sentido o en otro  me interesa aclararlo.

     

    Para ello, una reflexión muy breve.  Del  hilo de José Arregi ¿Contemplación?  Contrasté este párrafo que sigue con uno mío de una intervención del pasado día 21 que lo transcribo también a continuación  de este primero.

     

    Contemplar es ver lo invisible. Desde hace pocos años sabemos que la materia-energía física observada en el universo (…)Si no hubiera más materia que la observada –que me perdonen los físicos este torpe lenguaje–, las estrellas y las galaxias no se atraerían como se atraen; y si, por el contrario, no hubiera más energía que la observada, las galaxias no se expandirían como se expanden. Por lo demás, la materia es en el fondo energía, que nadie sabe lo que es, ni de dónde ni por qué. Pero es.”   

     

    “Lo que no se ve (decía en el mío)  se declara ininteligible, pero esto es absurdo no sólo filosóficamente sino científicamente. En efecto, las partículas elementales son realidades que de ellas se da una explicación descriptiva matemática  en la mecánica cuántica y no son visualizables en absoluto.”

     

    Qué quiero mostrar con esto?  Se trata  del   fundamento  que sostiene ambas experiencias, la de la contemplación y  la de la  experiencia de Don Cupitt  y  otras muchas, compasión, libertad, etc,etc,

     

    Se trata tan sólo de una transformación de tipo modal. Como no me quiero extender y la idea principal la he expresado en varios sentidos  siempre que viene al caso sólo, pues,  para quien le interese la esquematizo

     

    En todo pensamiento existe contenido y forma. El contenido es lo especifico y la forma lo inespecífico.  Esta inespecificidad es  coherente  con, por ejemplo, cuando  se habla de realidad abierta o de  indeterminación.  Qué pasa, ahora,   con todo esto ? Pues bien, se trata  de que, si  hasta el momento  ha sido la forma la que ha determinado el contenido, ha llegado el momento de invertir los términos. Y  entonces es cuando se comprende  que si la forma es lo  inespecífico habrá de ser  el contenido el que la module.  De estas pinceladas  en adelante todo lo que se quiera…

  • M.Luisa

    La dificultad con  la que se encuentra  Cupett  en su experiencia transformadora para  poder  luego pensar  que el cristianismo es la religión más difícil de modernizar,   la expresa  él mismo (naturalmente, no como tesis, se trata de experiencia)  y, por lo que yo he entendido,  no recae precisamente en la función  intermediadora que haya podido  ejercer  los ritos. Los cuales cada religión, en efecto, tendrá los suyos. Él se remonta mucho más atrás, “Nuestra lengua se desarrolló con el fin de servir a los propósitos de nuestra vida en este mundo, nuestro mundo cotidiano; y no podemos salirnos del mundo de esta vida y decir algo sensato sobre un supuesto mundo eterno o sobrenatural ahí arriba” Es un problema por tanto  de conocimiento respecto  al cual, sin conocer  su índole, se   elaboró un sistemas de creencias.

     

    Es el eterno   problema del conocimiento humano en cuya estructura,   el logos, o sea,  el acto de  decir algo sobre algo,  con el fin de poder decir lo indecible,  ha cometido la insensatez de  logificar la inteligencia, es decir, la ha   cerrado a su propio objeto,  con lo cual  ha dualizado la realidad.  Aquí es donde reside a mi modo de ver la grave  dificultad.  Porque al ser dual, esta sí,   la naturaleza humana,   es por lo que,  de alguna manera, explicaría el hecho  de  que en la historia del conocimiento  haya podido producirse   un  nefasto acomodamiento del mismo a  algo completamente ajeno a su fin. Por tanto, se trataría  de una experiencia   de realización hacia  la unidad

  • Pascual

    Y como muestra de una lectura no bien hecha, ahí va la dedicatoria a un señor bautizado de nuevo.-Gracias Román

  • Pascual

    A Ramón Díaz Ayala, gracias porque reconozco que a veces uno toma lo accidental por esencial en los concienzudos artículos que nos regala Atrio. Y lo bueno es que haya alguien que te diga que el articulista no iba por allí.-Muchas gracias.

  • Román Díaz Ayala

    Cupitt parte de una dificultad y a causa de la misma lanza un supuesto: que el Cristianismo sea la religión más difícil de modernizar. Lo dice como algo inherente a su propia experiencia, no está siendo tesis. ES difícil comprender para un católico, cómo los protestantes viven su religión. lo que para un católico casi siempre es cultura, tradición y algo comprometido con su propa identidad, para un protestante casi siempre es una opción personal. A los católicos se les da la fe “en pildoritas” mediantes ritos mágicos que nada tienen que ver con su persona ( el bautismo de bebé) En el universo protestante, aunque también existe el “bautismo de infantes” en las denominaciones más tradicionales (Anglicanismo) el rito de la confirmación es un auténtico “catecumenado”, y se está en diálogo y confrontación permanente con las sectas más minoritarias en un pluralismo religioso ajeno a nuestra tradición católica.

     

    quizás esto te ayude, Pascual, a entender la introducción al tema que hace Don Cupitt.

  • M.Luisa

    La esencia del cristianismo en orden a la religión en que se convirtió  no ha tenido el mismo carácter operativo que tuvo en Oriente otras religiones. En ella imperó el carácter meramente eidético o conciencial y por eso ahora existe un margen de posibilidad para querer recuperar el carácter sensible y  genuino de aquella.

     

    Este carácter eidético de la esencia fue debido a la preponderancia, en Occidente, del sentido de la visión que fue como el privilegiado  por ser éste el órgano que ofrece más información.

     

    Lo que no se ve se declara ininteligible, pero esto es absurdo no sólo filosóficamente sino científicamente. En efecto, las partículas elementales son realidades que de ellas se da una explicación descriptiva matemática  en la mecánica cuántica y no son visualizables en absoluto. Por tanto, desde esta perspectiva novedosa no es que al concepto eidético de visión, el único hasta ahora considerado, se le haya de añadir  un componente sensible que   nos hiciera  decir, como he leído más abajo,  que es cuestión de corazón (el componente sensible, para que se me entienda) no se trata de esto, no se trata pues   de añadirle a la idea lo sensible, se trata de vivir la experiencia unitaria de intelección sentiente.

     

    Esta ha sido, a mi modo de ver, la experiencia que ha vivido el autor del escrito.

  • M.Luisa

    Pienso que para una correcta interpretación no debemos confundir los planos. El autor no habla de que los cristianos seamos difíciles de modernizar. Él,  lo que dice  es que es el cristianismo lo que es difícil de modernizar. Esta  demora creo que proviene precisamente por el hecho de habernos conformado con nuestra hipótesis sobre la esperanza   que el cristianismo ofrece, que si no ha sido nuestra, esta hipótesis,  al menos como si lo fuera porque  se nos ha servido  en bandeja.  Y no es que el autor en ese cambio que ha realizado se hubiera  llevado por delante esa  esperanza. No, todo lo contrario!  Ahora le aparece no como esperanza hipotética sino como esperanza real. Ha pasado de ser nuestra hipótesis  (momento del ego) a ser hipótesis nuestra (momento de realidad). Es la cosa buscada la que da razón y desmonta nuestras hipótesis. No se trata, por tanto, de una conjunción cognitiva sino, sobre todo y ante todo,  de una conexión física.

  • Pascual

    “El cristianismo es la religión más difícil de modernizar” dice Don. Es un decir. ¿Acaso el islamismo sea más fácil? ¿Y los testigos y los mormones y …el cuento de nunca acabar? Todos somos muy difíciles de modernizar, y sobre todo los que no queremos que nos emborronen nuestra hipótesis de esperanza. Es que no nos conformamos en que este bello barrizal sea el único refugio, la única morada de nosotros los pensantes. Es que no. Que esto es lo único, lo definitivo…pues lo sentiré mucho después del último día. Y añado: soy un asiduo lector del Quijote, que me ayuda a reinterpretar la aparente realidad, la caverna; soy asiduo lector de Moby Dick, que me estimula en la lucha, aun cuando tras ella hay un fracaso, pero tendré el gozo de haber luchado; soy un asiduo lector de la Iliada, que me ayuda a juguetear y a ser consciente del capricho de los dioses y de la volubilidad de los mortales; y soy un continuo lector del Nuevo Testamento del que digo que es en un noventa por ciento, opino y dicen, literatura inventada, magnificada, reinterpretada y manipulada. Las otras obras son literatura literatura, la última es para muchos otra cosa. Para mi es también literatura sin paliativos. ¿Y si resulta que así como de las tres obras primeras surge la emoción de vivirlas en su lectura, la última tuviera o tuviese (que lo tiene) un algo más, icluso posterior?  Es bueno y provechoso racionalizar lo que nos llega pero como se ha dicho más abajo ¿es que sólo conocemos lo que nos tamiza la razón? ¿Qué me dices de lo que capta el “corazón” sin que la razón comprenda? ¿Y si resulta que tras el salto de la razón hay más? ¿Y si sí?

  • Pedrosaruizmanuel

    ESTAS EQUIVOCADO DEBES DE LEER Y MEDITAR LA BIBLIA.SIN RAZONES QUE NO SALGAN DE TU CORAZON Y ANALICE TU MENTE.ES VERDAD QUE EL PODER HA CAMBIADO LAS PALABRAAS DE JESUS PERO SE LE DEBE DE VER COMO FUE NO COMO CREEMOS VERLE.TODO AVANCE ETICO Y CIENTIFICO PARA LOS CRISTIANOS ES BUENO.DA A TU CORAZON SOSIEGO.

  • oscar varela

     
    Hola Román!
     
     
     
    Te leo:
     
     
     
    – “la filosofía se embarcó en los intentos de demostrar ”cómo la mente humana finita es capaz de conocimiento científico objetivo”-
     
     
     
    Me parece que tienes razón: eso es en lo que vino a derivar la “filosofía” que se enseña y aprende en los Manuales y Cátedras universitarias.
     
     
     
    Pero no es la “filosofía” que se charla-tertulia en los Cafés de Buenos Aires y en las Visitas que se dan las mamás tomando el Té con las Vecinas.
     
     
     
    En esos lugares “de vida” se tratan no de “demostrar” nada, sino de “darle vueltas a los problemas que aquejan”.
     
     
     
    Filosofía no es buscar soluciones a los problemas; sino hacerse cargo de ellos  y trazar estrategias de atoparlos.
     
     
     
    Y de esa filosofía ni tú ni nadie está exento.
     
     
     
    Por lo tanto sería recomendable no andar esquivando des-atendidamente lo que hay debajo del vocablo “filosofía” relegándolo a una especie de ciencia con que se adornan algunos “entendidos” que –dicho sea de paso- no los entiende nadie ,,, nadie más que los que están en el secretito de sus terminología atrabiliarias y ajenas al Habla de la Gente.
     
     
     
    ¿Vamos todavía? – Óscar.
     

  • olga larrazabal

    En mi búsqueda acerca del origen de toda esa teología sobrenatural de cielos, infiernos y purgatorios, jerarquías de ángeles, purezas e impurezas, resurrecciones, Dios y Demonio, un paradigma completo mezclado con un sistema moral bastante ajeno a Occidente, llegué a Zoroastro y ahí las cosas comenzaron a encajar.  Aparentemente este personaje de la tribu de los Medos,arios de la estepa, tuvo sus revelaciones y basado en el panteón de estas tribus dio origen a una religión moral, con un solo Dios invisible, perfecto,puramente espiritual y creador del cielo y la tierra, como dice el catecismo, una casta sacerdotal encargada de los ritos, y 7 jerarquías de ángeles, incluyendo uno que se rebeló contra Dios y esta religión tuvo sus días de gloria e influyó en el judaísmo, islamismo y cristianismo.

    Cuando Medos y Persas invaden Babilonia, los judíos contactan esta religión y quedan muy impresionados por su rectitud moral, y los escribas toman el ejemplo de los escritos persas y ponen por escrito las grandes tradiciones del Medio Oriente e introducen en su religión el concepto de pureza racial que imponen al volver a su tierra y otro montón de conceptos afines. Ahí el grupo seguidor de los Persas, los Fariseos de Pharsin, como se llamaban los Persas a si mismos, creen en la Resurrección y otro montón de cosas, pero esto no era general de la religión judía que estaba todavía en formación.  Jesús, que vivió 500 años después, creía en la resurrección y discutía con los Fariseos, que eran sus colegas, dando a todo el tema su particular interpretación humanista y misericordiosa, digamos que trató de sacarse  el ritualismo  de los hombros.

    Pero todo este bagaje de creencias y normas aumentado por la cantidad de Mitraístas que existía dentro de las Legiones en tiempo de Constantino y el deseo de éste de tener una religión estatal oficial que uniera cristianos, mitraistas y paganos, pasaron al cristianismo oficial un poco en desorden y sin saber bien como armar un rompecabezas de conceptos que venían de varias vertientes diferentes.

    Y los cristianos actuales con 2500 años de historia metida en la religión, enfrentan un caos de conceptos que no son funcionales para la vida diaria, y que no saben como jerarquizar.

     

     

     

     

     

     

    Incluso a Jesús no le hicieron sentido, pues intuía que había una sabiduría más profunda que la de la pureza ritual y los seiscientos y tantos mandamientos que rigen la vida de un judío ortodoxo y esto le costó caro.

  • Asun Poudereux

     
    Sí, Gonzalo, estoy bastante de acuerdo con lo que expresas, bastante claro. Y en cuanto a lo que  se dice de deconstrucción, además de modesta, sin apenas notarse entiendo, ha de ser muy, pero que muy paciente, no solo con lo que viene de atrás, sino sobre todo con lo que está por venir o ha venido ya. Nos vamos despojando de lo que se nos ha impuesto, pero con cuidado y mucha lucidez de no repetir  posturas  y actitudes  de  imposición de lo que no es más que  “nuestra parcelita de verdad”.
     
     
     
    Gracias por estar aquí y ahí.
     

  • Gonzalo Haya

    En lo práctico me baso en mi conciencia, que se siente identificada con lo que conocemos del Jesús histórico, y está atenta a lo que podemos denominar los signos de los tiempos.

    En lo teórico, creo que no podemos demostrar racionalmente los valores que deciden nuestra vida. El fallo está en considerar el conocimiento racional como la única fuente de conocimiento. Existe también un conocimiento intuitivo, valorativo, por sensibilidad o connaturalidad… Nuestra conciencia está capacitada para distinguir entre el bien y el mal (aunque también se equivoque muchas veces). Nos identificamos con la parábola del buen samaritano no porque la enseñó Jesús; casi diría lo contrario, nos identificamos con Jesús porque propuso esta parábola. El conocimiento intuitivo tiene sus fallos, como también los tiene el racional. Ambos deben complementarse.

    La deconstrucción es necesaria para sacar de nuestra cabeza los prejuicios que distorsionan nuestra interpretación de la realidad, pero creo que esa deconstrucción debe ser modesta, comprensiva de los valores del edificio que derrumba, consciente de sus propios fallos, y abierta al conocimiento intuitivo.

  • Román Díaz Ayala

    Tienes razón, M. Luisa, en lo que dices sobre que esta complicación de la historia la tiene el autor superada , y igual que también toda la corriente de la Reforma, que no es tributaria de Trento con sus tortuosas y múltiples reuniones  desde 1545 hasta 1563, que legitimó como “perteneciente a la doctrina” el “conjunto de esta poderosa teología sobrenatural”  cifrada en la Escolástica.

    Los problemas que tu apuntas se dieron o se dan todavía para quienes vienen del campo católico. Supongo que con esta clave, entenderás mejor el posicionamiento de Cupitt que está generalizado en esa otra sensibilidad del Cristianismo Europeo Occidental tras la ruptura con Roma.

    En cuestión de filosofía no entro, porque no lo entiendo, pero en cuanto a los datos históricos, la Escolástica se valió de la Filosofía de los griegos para elaborar sus enunciados “de razón”.

    Al prescindir de la premisa de Dios como propio sólo de la teología, la filosofía se embarcó  en los intentos de  demostrar ” cómo la mente humana finita es capaz de conocimiento científico objetivo”..

    ahora bien, la filosofía, ciencia que tú dominas, podrá explicarlo de otras muchas maneras.

  • M.Luisa

    Creo que es un error pensar que en los inicios se comenzara  haciendo filosofía-teología. El pensamiento griego sólo hizo filosofía.  Más tarde  fue la teología  la que se sustentó sobre aquella, la cual  como  arrastraba el problema de la dualidad del ser la teología se mantuvo en él yéndole ya bien para  su prédica  sobrenatural.    La contrapropuesta  a esta dualidad cognoscitiva consistiría, pues, en repensar la metafísica occidental fuera de los cauces tradicionales. Incluso Kant  en su intento crítico  hace de esta dualidad  una síntesis, pero  esto lejos de resolver el problema todavía  lo complica  más  ya que su deriva ha dado lugar como tantas  veces aquí mismo recuerdo a la   entificación de la realidad y  a la logificación de la intelección. Desde mi humilde opinión pienso que  toda esta complicación  del pensamiento en la historia,   el autor del presente  escrito lo da ya por  superado.

  • Román Díaz Ayala

    La corriente de pensamiento que discurre por lo más centrado de las intervenciones/intervinientes de Atrio,desde la “religiosidad secular” de Antonio Duato o la “deconstrucción” de Oscar Varela está encontrando un filón en esa otra tradición del Cristianismo Reformado.

    Principió por el Obispo Spong, y ahora asoma Cupitt, a quien hay que leer en Inglés, porque aunque está ampliamente traducido a otras lenguas creo que no existen sus obras en Castellano.

     

    Eso demuestra que el camino que están recorriendo clérigos/teólogos españoles, por ejemplo, Jesús Gil García y su serie sobre Spong de Atrio es casi como de divulgación adhiriéndose a una corriente de pensamiento  del campo protestante, cuando en el campo católico nos movíamos por la dinámica que nos llevó al Çoncilio, y desde entonces a ahondar en las “realidades terrenas”.

    tiene razón Honorio cuando ve en todo ello filosofía, y le cuesta algún problema calificar lo expuesto de teología. Nos movemos en el terreno de la filosofía de la religión. La teología es introducir “creencias” en el discurrir filosófico, que debe evitar todo apriorismo. Se evidenció en Kant, como muy bien señala el autor porque en Kant existió la crítica  a “la vieja creencia de que pertenecemos a un orden sobrenatural eterno del ser, más allá del mundo de la experiencia”.

    Se había hecho filosofía-teología sobre el pensamiento de los griegos, y tal cosa configuró el universo mental en el Medioevo.

    Por eso me resulta inadecuada, por estar sometida a los prejuicios, la aproximación que hace el autor (Cupitt) a los Evangelios sobre Jesús, a la Iglesia, a la doctrina del Reino, y a su concepto particular del fin de la historia (No hay meta-historia y sobran las utopías, pues estamos envueltos en el todo, “este mundo en torno a mí”) aunque lo haga con una perspectiva de la Reforma.

     

    Cuando el Hijo del hombre vuelva, ¿hallará fe sobre la tierra?

  • Santiago

    YO creo que todo lo evangélico que refleja la tradición religiosa verdadera no es una reducción, al estilo dogmático modernista, sino todo lo contrario…Es un apertura hacia la verdad…y hacia  la verdadera vida que es plena en el espíritu…puesto que todas las vivencias “plenas” humanas se encuentran en nuestra parte espiritual de está unidad hipostática que es la PERSONA… la única vivencia capaz de llenar este vacío existencial de que hablan los filósofos…

    Jesus habla de que vino a “dar vida” y vida abundante…porque el que “viene a Mi, no padecerá hambre y el que cree en Mi no tendrá ya mas sed”…”he bajado del cielo, no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió…es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna y yo le resucite en el ultimo día” (Juan 6, 34-40)

    Es El el único capaz de saciar y cumplir todas las aspiraciones del corazón humano …de permanencia, de infinitud, de felicidad, de eternidad…ya que nuestros deseos son imposibles de saciar con lo simplemente material y terrestre…Nada puede constituir nuestra verdadera felicidad mientras vivimos en el mundo..Siempre vamos a sentir ese “vacío existencial” que tan dramáticamente describe y hace suyo Dan Cuppit….Sin embargo, es curioso que el -siendo sacerdote- haya abandonado la fe evangélica de esta manera tan radical….sin encontrar ninguna salida a este encierro….sino un naufragio total y final

    Sin embargo, solamente hace falta solamente un pequeño grado de fe y asentimiento del intelecto y de la voluntad para creer…porque las palabras y el pensamiento de Jesus de Nazaret SI que son “liberadores”…y no son enteramente imposibles de creer y seguir….ya que han constituído la filosofía de vida de millones de seres que como el ciego de nacimiento y el centurion junto a la Cruz creyeron en Jesus, como Hijo de Dios…siguieron sus pasos en la brevedad de la vida…y murieron en ellos..

    Por eso los primeros cristianos no consideraban el Evangelio como un conjunto de mitos, mas o menos creíbles, ni una simple lección arreglada de catecismo, sino que para ellos era la verdad vivida….ya que su fe merecía el intento de la praxis….y si llegara el caso, podría morirse por la causa de Cristo…Y hoy es como ayer…Los verdaderos mártires por la fe mueren en este siglo XXI persuadidos de que su vida tiene un sentido único que no es un simple reduccionismo desinformado y anacrónico….no es un “vacío” o angustia vital…sino coherencia, armonía y plenitud de vida….que está a punto de realizarse totalmente…Ahí está la diferencia filosófica…y real…de la cuestión.

    Un saludo cordial     de Santiago Hernández

  • oscar varela

     
    Hola!
     

    DE TSUNAMIS y OTRAS YERBAS

     
    Ayer recorrí el Antiguo Pueblito-Puertito que es TONGOY, situado en la Comuna de Coquimbo-Chile, donde el Tsunami fue más fuerte. Estimo una Ola compacta y veloz de unos 4 metros de altura.
     
    Tongoy es una Península que cuando sube el mar más de 3 metros queda transformada en Isla. Los lugareños, para referirse a esa Península hablan de “La Isla”. La demás gente, no sé en qué tiempos pero ya lo averiguaré (porque es donde vivo, viviré y, tal vez, muera), fue asentándose  en el llano Este (porque en el lado Oeste se extendía una Bahía (llamada de Soccos).
     
    Y el Pueblito plantó su Plaza Principal (en Chile se las llama “Plaza de Armas”) justó allí donde quedaría acogotada la Isla (accidente geográfico llamado Itsmo ¿no?); lo cual resultó ser un poco alocado, si se piensa que puede haber “crecidas” del Mar.
     

    Lo cierto es que el Mar entró “a lo loco” y arrasó con todo lo que la “tradición” del Pueblito había “con-fiado” que sería “para siempre”.

     
    Aquel Tongoy quedó DE-CONSTRUIDO.
     
    NOTA urbanística: estimo que la mayor “de-Construcción” es la desaparición –lisa y llana- de la Playa Soccos a la que el turismo siempre miraba con preferencia porque a ese lado Este no le afectaban los vientos fríos del SurEste. Ahora, donde un puentecito que sorteaba una corriente de agua proveniente de un Humedal y accedía a la Playa, ahora ese puentecito se trunca teniendo el Mar a dos metros por debajo. El Negocio-Mundo turístico (Hoteles, Cabañas, etc.) tendrán que cambiar su habitudo-“tradicional” manejo empresarial.
    …………………..

     
    La DE-CONSTRUCCIÓN a nivel de “sub-suelo”, que es el nivel propio y adecuado a la FE que “sos-tiene” a los seres humanos, es un Asunto que requiere tiempo.
    Pero es inexorable.

    Porque es una de las “caras-que-tiene-la vida”;

    la otra es la de no tener más remedio que seguir CONSTRUYENDO”.

    ………………….

     

    Pienso que a los que se quieren (emperrados o no tanto) mantener en la “Tradición”, más tarde o más temprano les podría llegar un Tsunami no-previsto (azaroso) y dejarlos “a-islados”.

     
    Pienso que los Tsunamis humanos, en última instancia, no son tan imprevisibles; se llaman GENERACIONES. Vienen con la Esperanza de “hacer otro Mundo” diferente al de las Generaciones que se van yendo, por las buenas o por las malas.
     
    No sé, pero habrá que echarle un vistazo a los hijos y a los nietos (el que los tenga) ¿no?
     
    ¡Voy todavía! –Óscar.

  • Asun Poudereux

     

    Muchas gracias por este artículo. Parece que las mujeres coincidimos, no solo  en su valoración de conjunto, sino también en lo que vamos  experimentando y viviendo.  Para nada importa el cómo ni el porqué,  sino es el de encontrarnos en ese umbral de visión y de consciencia.    
     
     
     
    Desde luego el autor da una visión general  y a modo personal, con la que nos es bastante común y familiar a estas alturas de la vida, si somos sinceros y honestos.  Y no se trata de deconstrucción, a mi parecer, sino de desescombro,  hasta  el “manantial de agua” que a todos da vida.
     
     
     
    Me gustaría hacer un comentario a lo que se dice de “auto-realización”, centrándome en la vida de Jesús.
     
     
     
     Jesús da un salto en apertura y profundidad, pues  en sus actos apuntaba sin equívocos a una manera de ser y de vivir que iba más allá de uno mismo, pero desde el sí mismo,  ya que tenía en cuenta en respeto y tolerancia a los diferentes,  apartándose y saliéndose de la  cosmovisión cultural de su entorno.  Trataba en igualdad a los demás considerándolos  en su mismidad,  sus siguientes (el prójimo) en todos los sentidos y en todos los ámbitos posibles, sus sí mismos.
     
     
     
    Jesús crea así conciencia y/o consciencia de lo que realmente somos y es. Una interdependencia y conexión sentida en las mismas entrañas,  que nos hace capaces de ver e intuir la repercusión en la vida de cada ser humano y en toda la comunidad, puesto que de ello se genera el bien común, en todos los campos en los que nos movemos y existimos , incluyendo todo el universo humano.
     
     
     
     A mi parecer, la vida no se reduce, entonces,  al nacimiento y muerte de yoes y de diferentes mundos,   sino  un  continuo despliegue de formas  que pasan, vienen y  van,  permaneciendo  la esencia, lo nuclear de la totalidad consciente,  “un vacío lleno de misterio y una nada que rebosa plenitud  de vida“. Lo que va haciéndolas  posibles y diversas en un constante e inagotable cambio, siempre sorprendente y transformante.  
     
     
     
    Jesús  no realizó teología, ni era su intención. Rebelde sí,  contra toda ley  que anula la dignidad  del ser humano.  Su elevado nivel de consciencia e inteligencia le hacían ser completamente humano y cercano,   pues cuanto más sencillo más  amaba  y nos mostraba lo que somos y es, creando consciencia desde la propia experiencia, salpicada de intuiciones y profundos cambios  en el modo de ser y vivir.
     
     
     
    Sin embargo, todo ello se queda,  poco a poco,  muy  lejos  en  las interpretaciones catequéticas subsiguientes, que  se van introduciendo desde otra cosmovisión, otro modo de ver y otro nivel de consciencia bastante alejados  de Jesús.   Del enamoramiento primero,  se pasa con rapidez  a una  cosmovisión estrictamente religiosa,  no de vida que se vive interconectada sin exclusiones , sino  cerrada sobre sí misma,  que el ego religioso se apropia para sí,  y que  no puede dejar de ir proyectando  según las  épocas y modos  constructos de vida,  que van inoculando  los poderes dominantes.
     

  • Santiago

    Pienso con Oscar que Don de-construye….lo que no tengo claro es en que puede construir….ya que con Honorio creo que el “hundimiento” vital del barco de la vida es, para el, total e inapelable….No me explico tampoco que Don pueda ejercer el sacerdocio anglicano durante tanto tiempo sin renunciar a el…y me pregunto a cuales fieles les predicaba cuando consideraba que el Evangelio era simplemente secular sin referencia ninguna a la existencia de lo que se encuentra por encima de nuestra naturaleza…
    Para eso Cuppit tiene que de-construir los Evangelios….y negar todas las referencias a la divinidad…claramente expresadas en los hechos y las palabras de Cristo…Sin embargo, tiene en su contra a la unanimidad de la tradición apostólica, a la uninimidad de los testigos-mátires de la FE. Estos testigos segun Quadratus que escribió a principios del siglo II eran “los que fueron por Jesus curados y los resucitados no fueron visto solo entonces (durante la vida de Jesus) pero siempre han estado preseentes y no solamente mientras el Salvador estaba presente entre nosotros, sino despues de que El nos dejó (despues de su muerte). Ellos permanecieron con nosotros por largo tiempo, y aun sobrevivieron hasta el dia de hoy (principios del siglo II)
    No solamente la sangre de los testigos de la tradicion proclaman la veracidad de la fe de ellos,      , sino que no se crea un mito cuando este mito se realiza de manera contracultural:
    como Jesus al proclamarse Hijo del Dios verdadero ante Caifás (Mc. 14,61-64), por tanto, no se representa a un blasfemo, ni se proclama un escándalo como era morir en la cruz para los judíos, no se proclama uno mismo Hijo de Dios (Antes que Abrahan existiese existo Yo) (Juan 8, 58).
    Por eso creo que Don ha leído demasiado a Strauss que escribió en 1835 sin saber que la imparcialidad del metodo histórico-crítico ha descartado su hipótesis y no se puede negar en la actualidad la historicidd de los Evangelio sin descalificarse a si mismo. Por eso Harnack escribe que Strauss jamas llegó a probar que los Evangelios eran pura invencion…La crítica exegética actual, junto con la ciencia arqueológica entre otras, desmiente a Strauss y se muestra a favor del Nuevo Testamento…
    Por otro lado, lo curioso de Cuppit es que no se puede clasificar ni como agnóstico…puesto que éste ni afirma ni duda….y Don establece como certeza casi dogmática   que solo existe un “humanismo radical vacío”, digamos, al estilo existencial…de donde nadie puede escapar.y punto.  Pienso que tampoco es el ateo clásico…Por tanto, es mejor pensar que la verdad del cristianismo sea para el ignorancia invencible…No sea que se encuentre en algun momento con otra realidad…
     
    Un saludo cordial   de Santiago Hernández

  • Francisca Balaguer

    Este estupenda articula me ha levantado hoy el animo, porque estos pensamientos no tan bien explicados los tengo yo, no se si serà porque tenemos la misma edad y empezamos a ver la revalidad de la vida, en fin una delicia como dice M Luisa

  • h.cadarso

    Tengo mis interrogantes para plantear a Don Cupitt:
    ¿Qué lugar ocupa la esperanza en su filosofía? (porque no sé si se le puede llamar teología…)
    ¿Opina Don Cupitt que tienen razón los que predican el fin de la historia?
    Jesús no es Karl Marx, ni mucho menos, según Don Cupitt: él mismo no sé si puede ser alineado con los laboristas o mejor con los torys…
    No sé, pero me suena como que según Don Cupitt estamos asistiendo a los últimos momentos del hundimiento del Titanic. Y formamos parte de la orquesta, y tenemos que seguir tocando y sonriendo; o formamos parte de los que bailan, y tenemos que seguir bailando y sonriendo. O somos parte de la tripulación, y tenemos que abandonar el puesto, porque no vale la pena intentar ponerlo a flote y salvarlo del hundimiento….
    No sé, a mí esto como que no me cuadra del todo…!Antiguo que es uno!

  • oscar varela

     

    Hola!

     

    No sé de dónde saqué yo que este viejito se adscribía a Jacques
     Derrida
    (1930 – 2004).

    Filósofo en quien lo más novedoso de su pensamiento es la denominada deconstrucción.
    (Wikipedia)

     

    La
    deconstrucción, es un tipo de pensamiento que critica, analiza y revisa
    fuertemente las palabras y sus conceptos.

     

    El discurso
    deconstructivista pone en evidencia la incapacidad de la filosofía de
    establecer un piso estable, sin dejar de reivindicar su poder analítico.

     

    Cabe mencionar
    que la mayoría de los estudios de Derrida exponían una fuerte dosis de rebeldía
    y de crítica al sistema social imperante.

    …………………………

     

    Algo parecido
    nos pasó con Lenaers.

    ………………………..

     

    Muy muchas
    veces en mi trabajo de “CONSTRUCTOR” (obras metálicas) se me dieron casos en
    que había que “DE-CONSTRUIR”. Y eso cuesta (esfuerzo y platita)

     

    Sin
    de-construcción no se puede CONSTRUIR. Eso no es algo nuevo. Lo nuevo está en
    LO QUE HAYAMOS de CONSTRUIR.

     

    Don Cupitt
    habla de su “Oficio” teologal y sus personajes. Y está bien. Es lo que eligió y
    se le dio en su vida. Asunto, en definitiva “religioso”. Dice: “A
    veces he llamado a mi religión «Vacío y Brillo»,-

     

     

    No sé si el
    DON tuvo otros “oficios” más “humanos” (y con las manos) que le acrediten
    vislumbrar otros aspectos básicos de la CONSTRUCCIÓN).

     

    Pareciera que no o no tanto, porque también dice: «humanismo radical
    vacío», «la religión de la vida», y «reinocentrismo».

     

    ¡Veremos! –
    Óscar.

    ………………………..

  • M.Luisa

    ¡Qué delicia!