Hasta ahora hemos sabido de las opiniones sobre Euskadi y sus viejos males emitidas por Monedero, Pablo Iglesias, Esperanza Aguirre y otros primeros espadas del panorama político. Este domingo, el diario bilbaíno El Correo se ha tomado la molestia de acudir directamente al secretario general Podemos-Euskadi, Roberto Uriarte, para más señas profesor de Derecho Constitucional en la Universidad del País Vasco.
Uriarte, claro en sus explicaciones, sereno en sus valoraciones, sin escurrir el bulto a las preguntas y a los problemas, ha despejado el ideario y el programa de Podemos-Euskadi ante todo y ante todos.
Frente a las alianzas tejidas por Podemos en Navarra, donde el PSN ha quedado marginado y participan en una coalición de gobierno Nafarroa Bai, Bildu y Podemos, todos menos UPN y los socialistas, Uriarte reclama a EH Bildu que se posicione claramente por la disolución de ETA, el reconocimiento de las víctimas, crear un espacio común de memoria histórica. “Me refiero sobre todo a Sortu” subraya.
Uriarte asegura que las posibles alianzas de Podemos con otras fuerzas políticas de cara a las próximas elecciones generales solo se pueden concertar a nivel de cada autonomía, pero estima que en Euskadi no se dan condiciones propicias para una alianza con EH Bildu, y que Esker Anitza aún no les ha planteado un diálogo sobre este particular.
Al contrario de lo sucedido en Navarra, no ve todavía condiciones para una confluencia o frente común con EH Bildu. “Están dando pasos positivos, con mucha menos audacia de la que exige la población. Pero no veo imposible esa confluencia en el futuro” añade.
A Podemos-Euskadi no le gustan las fórmulas de Ibarretxe, a las que desearían volver muchos abertzales, ni mucho menos la deriva catalana de Artur Mas: “Enfrentar a la sociedad en dos opciones muy nítidas sin que haya puentes de por medio solo puede ser la última solución cuando las cosas están realmente mal, y no es el caso” Y en otro lugar condena como una osadía sin sentido el conformarse para una eventual declaración de independencia con un 51% de votos favorables o con un escaño más “ni en Quebec, ni en Escocia, ni en Cataluña”. ” La estrategia de Mas es errónea”, afirma rotundamente.
Sin mencionar explícitamente al PNV ni a Ibarretxe, denuncia que “los que más cuestionan el tipo de Estado actual no son especialmente proclives a un modelo federal y prefieren optar por el modelo bilateral. Podemos plantea analizar dónde están los límites y los procedimientos para hacer una distribución del poder a nivel estatal”.
Roberto Uriarte en nombre de Podemos-Euskadi dictamina que la solución a este problema ha de venir no tanto del Estado, ni de una reforma de la Constitución: “Se pueden cambiar mucho las cosas con las mismas leyes que existen y creo que también se pueden cambiar las leyes para que nada cambie”. Uriarte espera y desea que se inicie un proceso de empoderamiento ciudadano, que la sociedad se plantee renovar ese pacto que se estableció en 1978.
Podemos-Euskadi apuesta, en boca de Roberto Uriarte, por “constitucionalizar la sentencia del Tribunal Supremo de Canadá sobre Quebec. Darle rasgo constitucional a lo que ya es doctrina indiscutible en el Derecho Internacional. No hay que improvisar nada. Es una sentencia perfecta. Irreprochable”.
Es de agradecer más que nada el tono sereno, de “al pan pan y al vino vino”, lejos de tantas declaraciones y posturas excesivamente apasionadas, histriónicas a veces, que aparece en los debates sobre soberanía, independencia, federalismo y temas afines. Y ese empeño en devolver al pueblo la palabra, el empoderamiento, las decisiones sobre el Estado, la Constitución, y todo lo demás que nos afecta a todos.
Lee la declaración de los Tres Comunes a la ciudad de Barcelona que habla del “Rey,la Patria y la libertad de toda España” y habla de “los españoles engañados”Los Tres Comunes fueron los encargados de dirigir la defensa de Barcelona.Hacer de este episodio un episodio que tenga que ver con Artur Mas y su DUI es una manipulación grosera.
Barcelona se defendió al grito de “Visca Catalunya y Visca España”.Fue una guerra internacional y de sucesión.No tiene nada que ver con el “espíritu de Mas”.
No se inició entonces ninguna lecha porque fue una guerra por la sucesión española
Buenos días! Javier, deduzco que te refieres a mí, no importa… Dices que no tergiversemos la historia, hombre! Ni la historia ni tú tampoco mi comentario, pues yo a lo que aludo en él son a las consecuencias después de que la Guerra de Sucesión Española aboliera las Instituciones Catalanas y me refiero a la lucha que a partir de entonces se inició para recuperarlas y que ahora en nuestra situación actual queremos seguir con aquel mismo espíritu, por eso le llamo espíritu histórico.
En Cataluña en 1714 no se luchó por las “libertades catalanas” sino por la sucesión a la Corona española .El espectáculo poco edificante-tal como lo describió Voltaire-de curas defendiendo Barcelona no es muy de elogiar.No conviene tergiversar la historia y directamente inventársela…
Lo de debilidad jurídica es cierto, Iñaki, cuando no existieron informes de expertos relevantes que promovieran un debate a fondo, como sucedió, por ejemplo, con el Statut de Catalunya, aunque luego se pronunciase el TC.
Pero lo que es débil en jurisprudencia, se puede enmendar “políticamente”, con una debate serio dentro de un diálogo, primero con las propias fuerzas de Euskadi que son representativas de la soberanía y luego con el resto de la sociedad civil del Estado.
Y esta última debilidad es para mí la más preocupante, la falta de un consenso amplio. Pero en todo el Estado se marcha a muy distintas velocidades, mientras Cataluña se retrasa, posponiendo u ocultando los problemas de fondo para no rendir responsabilidades, Euskadi de forma tranquila va resolviendo sus problemas de convivencia y sin victimismos. Cuando Euskadi se pronuncie tendrá una fuerza arrolladora.
Yo comprendo que para España el surgimiento de Podemos es una gran alternativa para estos momentos en que la situación de crisis que se vive, a nivel general, está pidiendo a gritos un cambio, pero esta misma situación de crisis, en Cataluña, se afronta con la mirada puesta no a una determinada formación política que con sus frescas ideas aporten la solución a tanto despropósito político, sino que lo que sucede y está sucediendo en Cataluña es de signo muy distinto, y es que desde 2011 antes de cualquier espontanea formación política que surgiera, lo que se inició desde la base social fue un gran deseo de recuperar aquel espíritu histórico de generaciones anteriores que desde 1714 venían luchado por la defensa de las libertades catalanas.
Hoy mismo, el presidente Artur Mas, para recordar la figura de LLuis Companys en el 75 aniversario de su arresto en Francia en manos de oficiales alemanes nazis, ha publicado una tribuna en el diario francés Libération. El artículo recuerda que la voluntad de existir de los catalanes y de decidir por nosotros mismos sigue intacto.
Desde luego, en Catalunya, la solución no está en manos ni de Roberto Uriarte ni de sus adláteres.
Vaya por delante que yo, si fuera español algo mas que administrativamente hablando, hoy por hoy votaría a Podemos. Dicho esto, amigo Honorio, de tu comentario extraigo una frase que parece referirse a la fórmula Ibarretxe: Enfrentar a la sociedad en dos opciones nítidas, sin que haya puentes de por medio, solo puede ser la última solución cuando las cosas están realmente mal y no es el caso.
Al menos desde los gamboinos y oñacinos, la sociedad vasca siempre ha estado dividida en dos opciones nítidas. Basta recordar las guerras carlistas y la guerra civil de la que Bizkaia y Gipuzkoa salieron malparadas y con el san benito de provincias tridoras. Sin ir tan lejos, en estos últimos treinta y cinco años de democracia tutelada, todas las elecciones dan como resultado una clara mayoría popular soberanista en la CAV(Navarra sigue su curso). Incluso en la anteúltima, en la que una mayoría parlamentaria anti-natura y con trampa, arrebató la lehendakaritza a Ibarretxe. A pesar de todo, los soberanistas hemos sido, (y seguimos siéndolo), gobernados por el primo zumosol de la minoría constitucionalista. ¿No estaremos acercándonos a los tiempos en los que se hace necesaria una última solución?.
Ibarretxe hace catorce años, tras su limpia victoria en las urnas sobre Arnaldo Otegi, marcó el principio del fin de ETA militar. Fue el precisamente quien intentó construir un puente con su novedosa fórmula de soberanía nacional compartida. Desgraciadamente fue torpe y malintencionadamente silenciada en los parlamentos de Gasteiz y en Madrid. Su plan fue directamente a la papelera, sin ni siquiera haberlo debatido en profundidad. Lo de su debilidad jurídica parece muy discutible, amigo Ramón.
En fin, son palabras contra palabras. Mientras unos y otros no nos pongamos de acuerdo en aceptar el grado de soberanía que demanda la ciudadanía del conjunto de Euskal Herria, no nos entenderemos. Unos hablaremos de peras y otros de manzanas. En el fondo de la cuestión hay mucho mas que economía pura y dura.
Eso es lo que necesitamos: gente formada, mentes serenas, opiniones sosegadas e informadas, no para que todo siga igual, no, porque sería una gran irresponsabilidad, sino para para darle un nuevo giro a la cosa sin radicalismos enfrentados sino con la cordura necesaria. Con lo cual acabaríamos con el cainismo hispano de tan funestos recuerdos. Y eso sí: el pasado es PASADO y se acabó. Ahora se trata de construir algo nuevo, nuevo, nuevo, que no se parezca en nada a lo anterior, como unas Cortes de Cádiz nuevas, que cuiden los interesen verdaderos de las personas y no los de los grupos políticos, que es lo que predomina hoy. Por eso estos intelectuales, que están entrando en la vida administrativa del pueblo hispano, deben vigilar muchísimo que no meta su pezuña el bastardo interés ni partidista ni caciquil. Los dos acechan, los dos hacen peligrar cualquier arreglo. ¡Ojo!
Doy muchísima importancia a que ante el proceso independentista abierto en Cataluña, Honorio nos presente la marcha que lleva Podemos Euskadi, especialmente ahora que se ha configurado el gobierno de Navarra y que hace obligado que nos preguntemos, si lo mismo podría ocurrir para sus vecinos vascos.
Yo destacaría que en Euskadi gobierna la sensatez, y no porque el PNV haya ensayado una novedora forma de quasi-independencia con el Plan Ibarretxe que mostraba su debilidad jurídica, sino porque acaban de sufrir la catharsis más profunda que puee sufrir un pueblo atormentado por la violencia y que se enfrenta al chantaje de la historia con valentía y ardor.
frente al ejemplo vasco, lo del Artur Mas y su Gobierno, acompañado por Esquerra, que hace de tripas corazón ante la cuestión social y la corrupción institucional, lo de este presidente de todos los catalanes y catalanas es una insensatez, como en junio pasado declarase en una entrevista con EFE, el secretario general de Podemos, Roberto Uriarte que consideró que la sociedad y los partidos vascos están actuando “con más sensatez”. También declaró que en Cataluña se está actuando con criterios cortoplacistas. Añadía que cualquier salida al problema de la cuestión nacional exige ( requiere decía él) consensos amplios y el respeto a los derechos de las minorías y de los individuos.