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¿Y a Dios quién lo creó?

ArregiHace poco todavía, padres y educadores enseñaban a los niños que “el mundo ha sido creado por Dios”. Sucedía a menudo que un niño o una niña preguntaba entonces: “¿Y a Dios quién lo creó?”. “A Dios no lo ha creado nadie –respondía el adulto –. Dios es eterno”. Es posible que el niño quedara entonces callado, pero ¿quedaba satisfecho el interés de su pregunta? Seguro que no. Apostaría que tampoco el adulto quedaba tranquilo con lo dicho, por mucha seguridad que fingiera.

Con un poco más de malicia, el niño o la niña hubiera podido seguir interrogando: “Si existe un Dios no creado por nadie, ¿por qué no podría existir un mundo no creado por nadie, un mundo infinito y eterno, como Dios?”. Ahí el adulto se las vería y desearía para responder. Los niños carecen de respuestas a sus numerosas preguntas, pero si nuestras respuestas no les valen, es que tampoco nos valen a nosotros.

Seamos honestos con el niño que somos, y con las preguntas que llevamos, más sabias que las respuestas que fabricamos tan afanosamente.  Preguntemos, como los niños: “¿Quién creó al ‘Dios creador’?”. No es una cuestión tan insensata como puede parecer. Hoy conocemos justamente la respuesta, si bien ésta no resuelve el enigma de la Realidad, sino que más bien lo ahonda. Sí, sabemos con bastante exactitud cuándo nacieron los “dioses” en plural (politeísmo) y “Dios” en singular (monoteísmo). Y sabemos quién los hizo.

Los primeros panteones divinos fueron imaginados y esculpidos, descritos y venerados en Mesopotamia (actual Irak) hace 5000 años. Y la figura del “Dios único” fue concebida y adorada en Persia (actual Irán) hace 3000 años por el admirable profeta, filósofo y maestro ético Zoroastro. Se llamaba Ahura Mazda, el Señor Sabio, y con ese nombre es adorado hoy todavía, y el fuego es su imagen. Quinientos años más tarde, una divinidad particular hebrea llamada Yahveh revistió –“Dios” también evoluciona– esa figura de divinidad única que hemos heredado los cristianos y también los musulmanes: un “Dios” creador que elige y rechaza, que se revela y oculta, que perdona y castiga, que salva en el cielo y condena al infierno. (Abrahán no cuenta, pues, aparte de que su historicidad se pierde en una espesa nebulosa, los relatos bíblicos que se refieren a él y al supuesto culto que profesaba a una única divinidad –sin negar, por cierto, que existieran otras– fueron escritos más de mil años. Tampoco cuenta el faraón egipcio Amenofis IV, llamado Akenatón, 500 años antes de Zoroastro, pues su intento político de imponer el monoteísmo no fue aceptado ni secundado).

Ésa es, pues, 14 líneas, la historia del “dios creado” en los últimos cinco mil años.  ¿Dios creado? Sin duda. Y que nadie se escandalice, pues todos los grandes teólogos de todas las religiones así lo han enseñado durante estos milenios. Todo lo que pensamos e imaginamos como Dios no es más que “dios”: constructo cultural humano. Pero las preguntas no se agotan. ¿Y si “Dios” no fuera más que un nombre –un simple nombre común, creado– de la Creatividad increada, una torpe manera de decir el Infinito o el Misterio Innombrable, el Aliento o el Espíritu que crea y mueve todo, el Ser y el poder ser de cuanto es, el Presente o el Silencio, la Fuerza y la Mansedumbre, el Poder y la Ternura, el poder de la ternura?

¿Y este mundo que vemos? Los niños de hoy, en cuanto empiezan a formular preguntas, aprenden que este mundo surgió del Big Bang, y me parece muy bien. Es necesario que lo sepan, pues está (prácticamente) demostrado, y los ecos de aquella formidable explosión –primera o enésima, nadie lo sabe– son todavía perceptibles. Lo que me extrañaría sería que con esa explicación, tan útil y necesaria, los niños y los jóvenes de hoy se quedaran satisfechos del todo; que con la teoría del Big Bang, tan genial y bella, se agotaran las preguntas. Cuando se agotan las preguntas se pierde el camino de la sabiduría. En cuanto a las respuestas, solo son buenas aquellas que suscitan nuevas preguntas.

Con el Big Bang no se agotan las preguntas. Por ejemplo: ¿Por qué se produjo el Big Bang que dio lugar a nuestro mundo? ¿Qué había cuando aún no había antes y después, aquí o allá, espacio y tiempo?  Son preguntas apasionantes, pero no busques en “Dios” la respuesta a ésas ni a ninguna otra pregunta. Un “Dios” que sirviera para responder a alguna pregunta será siempre creación nuestra, como las esculturas de Nippur.  En cuanto nombrado y representado, “Dios”, todo “dios” es un “dios” creado por los seres humanos: por su ADN y sus neuronas, su pensamiento y su imaginación, sus miedos y deseos, por lo mejor y lo peor de este pobre y admirable ser humano que somos. Todo “dios” dicho e imaginado, el “dios” de todos los “textos sagrados”, de todos los dogmas, de todas las liturgias, es una criatura humana, al igual que la danza o la música, la pintura o el poema.  Solo valen si inspiran. Solo valen si nos arrebatan al más allá sin más allá, a lo Indecible en la palabra, a lo inimaginable en la imagen.

No busques en Dios ninguna respuesta a ningún cómo y por qué. Mira el mundo. Escucha el eco del Big Bang en las galaxias y en los bosones. Escucha ese pájaro. Mira cómo crecen el trigo y el pan. Mira esa pareja, la ternura creciendo en sus ojos y en sus manos. El mundo existe. La Vida existe. La belleza y la Ternura existen. He ahí Dios, el Aliento increado creándose sin cesar en todo, también en nosotros, para que la bondad sea más fuerte.

Cuando alguien se abre como un niño a todas las grandes preguntas y no pretende poseer ninguna respuesta, pero guarda su alma en paz y en paz se dedica a aliviar el dolor de su prójimo y a curar las heridas del mundo, entonces hace presente y visible a Dios en el mundo. No el “dios” de nuestras imágenes y palabras, sino el Misterio que es en todo, más allá de toda filosofía y de toda religión. El Misterio creador, restaurador, consolador en el que vivimos, nos movemos y somos. Y que hacemos ser. Pues el respiro solo existe cuando los seres respiran.

José Arregi

55 comentarios

  • M.Luisa

    Después de mi intervención anterior, Juanel,  he leído tu  comentario, claro que han pasado muchos días y mi intención, esta mañana,  sólo iba dirigida a sacar aprovechamiento, en fin  a sacarle punta a   lo comentado   por José Blanco y hacer así  aflorar a  la  superficie la  profundidad a la  que ,  también,  tu dijiste entonces  intuir.  Dicho esto  y sin ir más allá de la simplicidad del enfoque anterior,   todo se puede   conjugar  desde tu perspectiva favorita como es la de la Plenitud humana. Porque no es sino  lo propiamente humano en su trascender lo que nos llena, lo que nos hace plenos.
     
    No creas,  Juanel, te sigo con frecuencia cuando dialogas con Santiago y de lo que me doy cuenta es que haciéndolo  él   desde un  verticalismo vertiginoso, o sea, divinamente, y que tú, en cambio, dialogues   desde  la  horizontalidad, aun así, pienso que  no aprovechas suficientemente  todo  lo que la ciencia aporta a este ámbito   para que, llegado el momento de dar razón, luego no hayas de alinearte en la misma tesitura  discursiva de lo trascendente y de  lo misterioso como se oye decir  por aquí. Sino que es desde la horizontalidad misma donde  las cosas, es decir, todo  lo cósmico  trasciende… en fin lo dejo aquí…
     
    Mis mejores deseos para ti y tu esposa.

  • M.Luisa

    Bien, José Blanco, a veces entrar en sutilezas nos aclaran muchas cosas, me refiero porque ya han pasado algunos  días, a tu comentario del pasado 13 de junio donde habiéndote objetado yo que no expresaba  lo mismo la formulació  Uno-“con”- todos,   que,  Uno-“en” –todos,  me decías que a ti te daba igual la preposición porque lo substancial es sentirse, saberse, UNO-EN-EL –UNO. Claro, ahí en esa estructura  conclusiva  sí estoy de acuerdo contigo,  sin embargo para llegar a comprenderla   se hace del todo necesario distinguir aquellos dos momentos del “con” y del “en” que,  por supuesto,  en tanto elementos gramaticales  nos pueden ser del todo  indiferentes pero no estructuralmente hablando.
     
    Para no prolongarme  demasiado  y   aprovechando  que hablas de sentirse y de saberse, diríase que  el “con” se inscribiría  en  lo primero y el “en”  en lo segundo.  Es el sentir intelectivo de lo real y del  cual no me canso nunca de  sacarlo  a colación siempre que el contexto me lo permite, y esta vez así ha sido.
    Es, en el fondo,  algo parecido a lo que sucede cuando nos dices en tu comentario del pasado día 10, “reparad que las palabras YO-SOY forman un palíndromo que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda SOY-YO” de acuerdo que la formulación es indiferente si nos atenemos sólo a su  lectura pero no si queremos llegar a comprender su significado real. Para ello, media, entre el yo-soy  y el soy-yo,  como vengo insistiendo con tenacidad,  la realidad que somos, es decir, media aquel momento en que la hago mía, rompo con la mera subjetividad y entonces,   soy yo el que siente, el que camina, corre,  ríe,   llora, etc.,
     
    Cordialmente.

  • Juanel

    Lo dicho por MªLuisa hace repensarme las cosas por si tienen una profundidad que se me escapa. Desde mi perspectiva es cierto que opino que toda la humanidad sin exclusiones alcanzará la Plenitud. Por tanto Hitler y hasta el mismo Satanás si participa de lo humano también la alcanzarán. La reconciliación y el perdón son fundamentales en este proceso y una vez todos reconciliados pues podría también decir que llegaré a amar a todos, lo cual incluiría a Satanás y a Hitler. Y ciertamente el amor nos une.

     
    A partir de aquí hay un salto que yo no estoy dispuesto a dar. El salto es meterme en el ámbito divino para “imaginar” o “intuir” lo que sucederá entonces. José Blanco habla del Todo que es Uno. Si esto fuese así la Plenitud quedará absorbida en el Todo y lo que es peor para mí unificada en lo Uno, sin diversidad, sin diferencias, sin identidades,…. sin nada, un océano de Nada. Aquí la vida pierde todo significado y sentido. Si esto encima es traído al presente, porque se piensa que el tiempo es también una máscara que oculta la Verdad, entonces todo toma un carácter tremendo, oscuro y fuertemente negativo. No estoy dispuesto a admitir una realidad como esa. Y si propones que esta es la Verdad pues mi pregunta es simple ¿Cómo lo sabes? ¿Tienes algún dato que me puedas proponer? ¿o quizás se trata de fe? Pues si es así, tu fe no me gusta.

  • jose blanco unzue

    A María Luisa, gracias. Pero yo no he querido nunca entrar en esas sutilezas: Me da igual la preposición que se use, porque lo substancial es entirse, saberse UNO-EN-EL-UNO:
    De hecho en la misa decimos: POR Cristo, CON El y EN El… etc. Gracias, de todos modos.

  • M.Luisa

    Adivino la profundidad con la que José  Blanco aborda el tema y estoy bastante de acuerdo con él,  hasta incluso   con lo que dice de Hitler, aunque haría una pequeña salvedad   en la formulación ,  UNO CON TODOS, y esto    pensando no tanto en un Panteísmo sino en   un Panenteísmo  y entonces la frase quedaría así:  UNO EN TODOS

  • jose blanco unzue

    Para Juanel, YO SOY el que SOY, UNO CON TODOS, INCLUSO CON hitler. y contigo, claro, aunque tú no lo sepas. Algún día lo sabrás. Dios y el Diablo son UNO.

  • Juanel

    Vamos a ver José Blanco si puedo entenderte. Creo que estás empleando un lenguaje diferente al mío, con marcada intención provocadora como el renegado que dices ser. Pero difícilmente puedo prestarte atención en adelante, si dices cosas tan absurdas para mí como en tu último comentario. No por decir que “Todo es Uno” puedes deducir que tú y yo somos lo mismo, y que en consecuencia tú digas de ti mismo que eres profeta, no un nuevo profeta sino Elías, Juan el Bautista, Jesús de Nazaret,…… Te pregunto ¿por qué no Hitler, Stalin, Pol Pot, etc…? Quizás te sientas identificado con Hitler, yo no.

  • post data a lo anterior (que leeréis después de esto, en el orden en que aparecen los comentarios):
    Sé que para muchos no ha quedado claro si me identifico con el Profeta Elías, -por lo mismo con Juan-el Bautista- o con Cristo Jesús.
    Pues, bien: CON TODOS ELLOS, porque todo es uno.
    No hay mundo exterior y mundo interior. Hay un solo Mundo y es eterno, (para responder a la pregunta de Arregui.)
    Todo el Ser es Uno., por tanto Yo, también, SOY UNO CON TODOS VOSOTROS mis lectores.
    Sólo existe Dios. Esto es el verdadero PANTEÍSMO la solución a todos los problemas.

  • Estoy bastante cansado de gritar en el desierto. Yo para esto vine al mundo, para dar testimonio de la Verdad. Pero ¿qué es la Verdad? -preguntó Pilato a cuya pregunta no obtuvo respuesta. Yo tampoco obtengo comprensión de mis decires crísticos. El YO-SOY del Sinaí no es un decir del Dios Verdadero, sino un aserto del falso-dios Geová. Por tanto el que se hace pasar por Dios, no es sino un farsante. Mi espiritualidad no se basa en ese falso-dios de hace tres mil años. Por eso el Todo-pretendido por Yavhe (o Geová) es un disfraz de la Nada. Pero la “Nada” es el misterio del Deus absconditus, por lo cual es un verdadero disfraz (u ocultamiento) del Todo.
    El Todo sólo es un disfraz en el sentido en que no ha manifestado sus potencialidades infinitas, lo cual lleva a cabo mediante la Creación. Todo -todas las cosas- están contenidas en el Todo inespecífico, como ha dicho alguien, una tautología. Pero esa tautología o superabundancia de significado es el PARA QUÉ de nuestra existencia. Todo ha sido fundado en este mundo externo (incluído, claro que sí nuestro cerebro con todas sus neuronas) para que muestre sus virtualidades mediante nuestra experiencia. Lo que ocurre es que nuestra experiencia se desarrolla no sólo en lo profundo de nuestra mente (en estado alterado de contemplación), sino, como dije en otro pequeño comentario, en nuestro CO-RAZON. (mente profunda junto con sabiduría emocional y mediante el don de sí.)
    Podéis llamar a mi filofofía budista, si queréis. No deja de ser plenamente cristiana. Pero para mí Cristo no es una norma de mi actuar, sino mi propia esencia. Yo-soy-Cristo, porque Cristo vive en mí. Jesús no es superior a mí, sino uno conmigo. Jesús y yo somos uno. Y como Jesús dice que El y el Padre son Uno…, Yo soy uno igualmente con el Padre.
    ¿Os parecen blasfemas mis palabras? No son más que las de Cristo ante los Tribunales que le condenaron. A mí, siendo en otra encarnación Giordano-Bruno, ya me desdentaron mediante la mordaza y me quemaron vivo. No he progresado mucho desde entonces. Así que estoy dispuesto a beber el caliz de la Pasión hasta consumarlo y consumirlo…
    Pero mi vida está escondida con cristo en Dios…, esperando la decapitación que, en karma, pagó Juan, el Precursor, la voz que gritaba en el Desierto, la misma que desafió a los falsos profetas de Baal, a quienes él había mandado degollar en otro tiempo.
    Yo, josé blanco, el renegado.

  • Juanel

    Al leer a Pascual he pensado en cuál es mi actitud ante el texto. Y mi actitud está centrada en Cristo no en Dios-Misterio. Yo me muevo hacia la plenitud de vida en Cristo, lo que voy siendo y seré se lo debo a él, vivo del amor por él. Por tanto en cierto sentido estoy viendo a Cristo en mi vida y Jesús me dice que si veo a Cristo veo también a su Padre, pero es que lo que veo es al Padre de Jesús, no a Dios-Misterio. El Padre de Jesús es tan humano como lo es él, y lo es porque el mismo Jesús lo dice, iguales. Y si yo creo que Jesús es verdaderamente hombre y verdaderamente Dios, lo mismo descubro en el Padre. Pero si la divinidad de Jesús permanece para mí oculta, pues el mismo se despojó de ella haciéndose un hombre como los demás, también en el Padre su divinidad permanece oculta para mí. Lo que se manifiesta en Jesús y en el Padre es la plenitud de vida humana, no su divinidad.

    Sobre la iluminación de la que habla José Blanco, (de esa luz que nos invade en la meditación profunda, que disuelve nuestro yo fundiéndose con el mundo que nos rodea, en un estado de conciencia emocional y racional alterada, que es una gozada), dudo mucho que se pueda deducir las cosas que deduce. Los estudios recientes de Neurociencia vienen a poner las cosas en su sitio. Midiendo la actividad de diversos núcleos neuronales tanto del tálamo como de ciertas áreas de la corteza, se observa que en esas experiencias digamos místicas, se acompañan siempre de una pauta común, inhibiendo unos centros y activando otros. Por tanto, el origen y la explicación de esas experiencias extraordinarias habrá que situarlas como las demás, en la actividad de nuestro cerebro y no en un mundo o realidad externo a él.

     
    Piensa José Blanco que la iluminación es una suerte de panacea que lo resuelve todo. Por ella “sabe” que el Todo es un disfraz de la Nada y la Nada un disfraz del Todo. Si esto fuese así el mundo sería una mentira descomunal, cosa que no estoy dispuesto a admitir. Además “sabe” no sólo el porqué sino el para qué vivimos, ¿de verdad? ¿no sospecha siquiera que las cosas NO pueden ser tan fáciles? Es que llevamos mucha historia del pensamiento, de la filosofía y de la religión, para que se nos diga que la clave está en el monte Sinaí hace más de 3000 años, con el palíndromo YO SOY y juntarlo con pensamientos budistas o de filosofía oriental.

  • Pascual

    ¡Qué altura y qué profundidad encuentro en los/las atrieros/as! Permitidme introducir aquí una imagen ante la que me quedo en “estado de reflexión/contemplación. Es la siguiente.

    El rostro de Dios
    Un triángulo equilátero: tres vértices en los que se lee:
    1.-En Él vivimos.
    2.-En Él nos movemos.
    3.- En Él somos.
    En el área limitada por ese triángulo aparece:
    “El que me ve a mí, ve al que me envió (Juan XII, 44)
    “Si me conocéis, también conocéis a mi Padre,
    y además lo habéis visto (Juan XIV, 7)
    “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. (Juan XIV, 9)
    “Yo y el Padre somos uno” (Juan X, 30)

  • Me parece observar a la gente más preocupada por el MISTERIO de la Nada que por el misterio del Todo. Se atreven muchos a pensar que la Nada no existe, y en realidad todo-es-nada.
    La Nada es un disfraz del Todo, y el Todo es un disfraz de la Nada. Para averiguar esto (lo que hay por debajo o por dentro del disfraz) no hay otro camino que penetrar en el SILENCIO. En el Silencio contemplativo esperaréis pacientemente a que se produzca la iluminación, el Samadi, y entonces sabréis que YO SOY. Reparad que las palabras YO-SOY forman un palíndromo que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda: entrando y saliendo frecuentemente por este portal, en algún momento inesperado os sorprenderá la Luz Interior y quedaréis marcados por la Iluminación. A partir de ahí, como dice Jesús, entrarán y saldrán por la puerta que YO SOY, y tendrán pastos en abundancia. Entonces todos sabrán que YO-SOY. Alguien se atreve a pronunciar el Nombre que a sí mismo se atrituyó el Señor del Sinaí: Así le dirás al Faraón: el YO-SOY me envía a tí para decirte…
    El que se atreva a penetrar en este Misterio único, no sólo sabrá POR QUÉ esiste, sino también el PARA QUÉ existe.
    Sabrá los propósitos del Dios Creador, al poner en marcha su propia expansión-revelación que llamamos Creación. Ya los místicos cabalísticos llamaban a Dios, el Ain-Shof, el no-cosa, el inexpresado e inexpresable en conceptos humanos, alias, el misterioso.
    Pero el Misterioso os invita a su cena secreta en el interior mismo de vuestras bodegas.
    Gracias por leerme, amigos.

  • George R Porta

    Una vez que se pronuncia (o escribe, o piensa) la noción de misterio ocurre un fenómeno linguistico del que no parece haber escapatoria. Cualquier otra palabra (verbo, adjetivo, etc.) solo convierte a Misterio en sujeto como si ya se le conociera. Me parece que ha sido Juan Luis Segundo quien haya escrito a este respecto una respuesta a un crítico de uno de sus argumentos en “El Hombre de hoy ante Jesús de Nazaret” que para mí no solo sigue teniendo relevancia sino que fue esclarecedora y lo sigue siendo. Es es el enlace al artículo que es descargable por si alguien quisiera leerlo: http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1086/1/RLT-1985-006-A.pdf

    “Misterio” a mi modo de ver debiera solo evocar silencio en quien lo pondere o contemple o estará apropiándose de la noción/sentimiento como si conociera algo de ello.

  • M.Luisa

    ¿POR QUÉ ESO QUE ES
    ES
    Y
    NO ES?
     
    Si siguiera  leyendo  el texto del comentario  de José Blanco de ayer 18:08 vendría ahora su respuesta a esta primera pregunta,  pero lo que me propongo es  contemplarla desde otro  respecto  que no sea el de la equivalencia porque  en ella el carácter intelectivo de la intelección  no  deja de tener la clásica forma de un juicio  en el que, lo  destacable   es la intención : ESO-QUE-ES  (a lo que llamamos “Dios”) existe, como un TODO envuelto en un velo del desconocimiento,  (a lo que llamamos NADA).
     
    ¿Cuál es el enfoque de mi reflexión?
    ¿POR QUÉ ESO QUE ES
    ES
    Y
    NO ES?
     
    La  firmeza que contiene la afirmación de  la frase no le  debería  venir  de  la fuerza convencional de un juicio según el  carácter  intencional  que a él  se le ha atribuido tradicionalmente,   sino que la firmeza que contiene  dicha afirmación  le viene de la fuerza de la realidad sentida  en ella, es decir,  expresada en la afirmación. Es una firmeza de tal fuerza que  habría  de transcurrir (no ha sido así) sentiblemente en un fluir    a través del conocimiento  en sus distintos niveles,  hasta  el  punto  que al llegar a nivel de razón sea  razón de realidad sentida,   no de razón sensible intelectualizada mediante un salto a lo trascendente.
     
    Para ello, lo importante es  considerar   que lo que sentimos  nos estimula sí,  pero no tan sólo anímicamente cerrándonos a nuestra propia limitación,    sino  que lo sentido nos estimula realmente abriéndonos a nuestra propia realidad. No tan sólo  anímicamente, repito, porque de lo que se trata  es de experienciar,   no de separar el contenido  y luego ponernos a pensar lo que ese contenido  es en sí.
     
    De lo que conceptuamos sólo trasciende lo real del concepto, lo que fluye no es, por imposible,  la cosa petrificada en él sino lo real de ella físicamente sentido en su trascendentalidad misma… 

     

  • Juanel

    El Misterio no surge en mi opinión de la pregunta del porqué existo. Esta pregunta ha tenido numerosas respuestas en la historia de la Filosofía. No es por tanto fuente de ningún misterio. A mí la respuesta que mejor me lo explica es la materialista cientista. Yo existo porque soy un individuo de mi especie biológica y punto. Por mucho que indague en mi interior no voy a encontrar nada que sea un misterio o problema que la Ciencia, sobre todo la Neurología (interdisciplinar), no pueda abordar. No es presupuesto científico abordar la mente o el yo, como un ente extraño a la biología humana, sino como algo que surge de la actividad neuronal y de la intrincada red de conexiones sinápticas entre ellas.

    Otra cosa bien distinta es el para qué existo. Aquí entran en juego mis opciones o alternativas existenciales, que surgen de mis circunstancias y condiciones en las que me muevo, históricas, culturales, sociales, herencia,….., tanto personales como colectivas. Esta pregunta del para qué existo, sí tiene para mí una respuesta religiosa.

     
    El Misterio surge en mi opinión al quitar los límites de nuestro conocimiento y percepción. Es que lo podemos hacer tan bien que no toquemos ningún fondo. Y cuando creemos haber chocado contra algo, se trata más bien de un interpuesto que fabrica nuestro cerebro, para detener la huida hacia ninguna parte. Es por esto por lo que al Misterio sólo le corresponde el silencio respetuoso y expectante. ¿Penetrar en el Misterio es una experiencia vivencial? Pues sí, pero nada podemos decir de algún resultado, sólo podemos hablar de lo experimentado como experiencia y punto. Experiencia que está en mí, en mi cerebro como todas las demás, y no en el Misterio.

  • Veo a la gente muy preocupada por RESOLVER el único MISTERIO que no debe ser resuelto, sino experienciado.
    Tanto el TODO, como la NADA, son meros constructos intelectuales, que diría nuestro anfitrión José Arregui (al que por cierto hemos cambiado, tal vez, el curso inicial de sus pensamientos) y que no casualmente se llama como yo, José, y también como el capellán de las clarisas aquellas del cuentecito, digo, que SON CONSTRUCTOS INTELECTUALES (a modo de envoltorio del lorito parlanchín).
    Pero, ¿por qué queremos desvelar el MISTERIO, el Mysterium tremens de que nos hablaban los místicos?
    La única VIA (alusión a las vías de Santo Tomás) de penetrar el misterio es, justamente, penetrar en él, experimentarlo desde dentro, mucho más adentro de nuestra inquisitiva mente humana, perdiéndose en su intimidad inefable.
    El MISTERIO, como dije, casi se refiere exclusivamente a su “causa eficiente”:
    ¿POR QUÉ EL TODO-LO-QUE-ES (Y QUE YO SOY)
    ES
    Y NO NO ES?
    Equivale a decir: ¿POR QUÉ YO EXISTO Y NO NO EXISTO?
    Pero ¿de veras me interesa más saber por qué existo que realmente experimentar mi existencia? ¿vivir mi vida?
    Y ¿cómo puedo vivir mi vida mejor que viviéndola desde dentro?
    Este es el lorito que, sin hablar, inefablemente, me vive por dentro.

  • Juanel

    En realidad en los dos últimos comentarios de José Blanco no habla de un Todo-Nada, sino de un Todo en el que una parte del mismo permanece oculto para nosotros, que se va desvelando en la manifestación de Dios a nosotros, que se entiende como creación. Y si esto es así ¿por qué razón iba a hacer Dios una cosa como esa? ¿por qué razón tendría Dios que manifestarse poco a poco a las criaturas que el mismo crea? ¿de qué depende de que el Todo tenga una parte oculta? ¿juega acaso con nosotros?

  • Juanel

    Caigamos en la tentación de penetrar en el Misterio como el comentario de José Blanco sugiere. Mi última penetración racional a él de hace algún tiempo concluyó en que Dios era la Realidad Omnicomprensiva. En realidad este fondo del Misterio me duró poco, porque el Misterio seguía presente, sin haberlo rozado siquiera un poquito.

    Un primer planteamiento sobre Dios hace ya muchos años fue la Nada, pues en ella se entiende bastante bien lo eterno e inmutable. Pero claro la Nada es estéril, nada puede darse en la Nada y lo que tenemos es Algo. Para que la Nada pueda asumirse hay que hacer que el Algo que tenemos sea también Nada, pura apariencia, sin ser ni sustancia, simplemente un no-es. La vida se transforma en un despojamiento, un desprendimiento de todo en donde nada tiene importancia, ni siquiera la propia vida. Y es que la vida en estas condiciones entra en rebeldía incontenible.

    Quitemos la Nada, recuperemos la vida en todo su esplendor, haciendo que todo sea importante, que todo sea Dios. Pero si Todo es Dios nada puede cambiar, pues adónde podría ir el Todo que no estuviese en él antes, qué se podría quitar o poner en él. Y si admitimos el cambio, todos cuantos se producen tendrían que estar incluidos en el Todo, con lo cual las cosas que suceden son las que tienen que suceder pues están escritas en el Todo. Un destino inexorable cayendo en todo cuanto ocurre y por tanto eliminando la libertad. Pero si quiero la vida en todo su esplendor no puedo eliminar la libertad. Y además si Dios es el Mundo y el Mundo es Dios, pues es una tautología de la cual me sobra una palabra y para quedarme con una me quedo con el Mundo que entiendo mejor.

    Ni la Nada ni el Todo me sirven. Bueno y ¿qué tal si combino el Todo con la Nada? ¿si Dios fuese el Todo-Nada juntos? No lo puedo entender bien por ser una contradicción en sí misma, pero con ambas cosas puedo explicar el cambio en libertad. Tendría que suponer que en el Todo no están sólo los seres que son sino también aquellos que aún no son pero que pueden llegar a ser, y también los que han sido y han dejado de ser, y también podría añadir los que podrían haber sido y nunca llegaron a ser. El Todo entonces podría contener los seres y los no-seres, ser juntos Todo y Nada a la vez, explicando cambios y posibilidades realizadas o no y por tanto la libertad. Pero ¿el Todo-Nada me explica el Misterio? Pues no, aún no

     
    Dios Misterio debería ser lo Absoluto-Infinito-Eterno, pero no podría prescindir de lo Relativo-Finito-Temporal, incluiría también la Belleza y la Fealdad, el Mal y el Bien, lo Uno y lo Múltiple, lo Simple y lo Complejo, el Todo y la Nada, lo Trascendente y lo Intrascendente,… y así sucesivamente incluyendo cuantos contrastes pensara o imaginara, y todo cuanto va de un polo al otro. Esto sería la Realidad Omnicomprensiva próxima al Tao. Pero ¿esto me desvela por poco que sea algo del Misterio? Pues no, la divergencia entre polos opuestos aumenta hasta el infinito sin vértice alguno de convergencia en el que toquen fondo. Quiero decir que el Todo no puede hacerse Nada, ni lo Absoluto Relativo, etc. Si hacemos que Dios (como creador) los haga converger (por ejemplo en origen) Dios, la naturaleza de Dios, queda fuera de lo que hace converger (o crear) Por esto la Realidad Omnicomprensiva sigue sin rozar siquiera el Misterio.

  • Permítaseme poner, a modo de POST-DATA, un pequeño chistecito (a modo de cogotazo para el que lo necesite):
    El cual servirá, en cierto modo para glosar el pasaje evangélico en que San Juan dice: “A Dios nadie lo ha visto jamás. El que estaba en su seno es el que nos lo ha dado a conocer”.
    Aquí va: vivían, junto a un convento de clausura de clarisas, unas fulanas (llamadas mujeres de mala vida), que, por Navidad decidieron hacer un regalito a sus vecinitas las monjas… ¿Qué les podríamos dar como obsequio?
    Ya está… (metieron en un paquete bien envuelto -a modo de TODO-) un algo tan envuelto y misterioso como una NADA, y  se lo encomendaron al Capellán que sabían celebraba todos los días la santa Misa en el convento.
    Tenga, Padre, lléveles esto a nuestras vecinitas, pues hoy nos sentimos muy generosas. Ni al mismo padre Capellán revelaron el secreto-misterioso que contenía aquel paquete.
    Llamó, después de la Misa de Navidad el sacerdote a las monjitas y les pidió entrar en el seno de su clausura.
    Aquí les traigo este regalito que me han dado para ustedes las vecinitas de al lado.
    ¿Y qué es, qué es, qué será?
    Yo tampoco lo sé, hermanas. Procedamos a descubrirlo entre todos.
    Fueron desenvolviendo el regalo y apareció -oh sí- un hermoso lorito que empezó a mirar a todas y cada una de las presentes, diciendo a cada una: ‘puta nueva’, ‘puta nueva’, ‘puta nueva’…
    Luego mira a Don José, viejo conocido por lo visto de ambas casas, y le dice: ¡Buenos días, Don José!
    ¿Lo habéis captado, mejor así que con rancias teologías?
    Seguro que sí. Hasta otra.

  • Aquí, el único misterio que queda es:
    ¿POR QUÉ ESO QUE ES
    ES
    Y
    NO ES?
    Lo cual equivale a decir: ESO-QUE-ES (a lo que llamamos “Dios”) existe, como un TODO envuelto en un velo del desconocimiento,  (a lo que llamamos NADA).
    “Nada” es el “Todo” no manifestado. No es lo que es “nada”, sino lo que es el paquete sin desenvolver, que es tan misterioso como el “Todo”.
    El desenvolvimiento es precisamente la MANIFESTACIÓN-CREACIÓN.
    Sin creación no hay Trinidad.
    PERO… Sin Trinidad no hay conocimiento.
    Aquí, el MISTERIO, no es el deseo (por tanto la posibilidad) de que el Ser se conozca a Sí mismo…
    que para eso está la CREACIÓN-MANIFESTACION. Sino que…
    el MISTERIO ES TAN SÓLO SI HAY UN “POR QUÉ” (O NECESIDAD) de la EXISTENCIA.
    Si no hay (o no conocemos) el “POR QUÉ” de la existencia (de nuestra propia existencia) eso no quiere decir que no existamos.
    Pero, si alguien prefiere dudar de su propia existencia, que se toque el cogote y que se atreva a negarlo.
    Yo sé que yo soy y sé que yo y vosotros somos uno.
    por eso no me atrevo a daros un cogotazo, que sólo merece el que se niega a SI MISMO.
    Otro día… más.

  • George R Porta

    El misterio que se comprende como descifrable o conocible (objeto de la ciencia, etc.), es decir como acicate del conocimiento o como ignorancia que estimula el mismo, ya ha dejado de ser misterioso en esa misma medida que se le estime explorable o conocible. Lo mismo pudiera proponerse de una noción de Misterio como lo eternamente no-conocible.
     
    Pero a mi modo de ver es esta preferencia por no aventurarme en lo metafísico porque la incursión de eso que mi imaginación llama oscuridad o reino de “lo otro” no necesario aquí y ahora en mi circunstancia no solo me parece inútil sino  peligroso. Hay un punto de silencio y de presencia mutua de lo que concibo como mí mismo y (consecuentemente) “lo otro” que aunque quedemos ambos posiblemente incluidos en “mí y mi circunstancia” como la posibilidad de concebir mi “yo como yo y mi circunstancia” (Ricoeur no se diferenciaba mucho de ello en su consideración de “sí-mismo/a como otro/a”) que se expresa bastante bien en la pregunta de la necesidad de que lo que viva u ocurra, efecto, lo haga o no.

    Ciertamente no hay necesidad “in se” de que yo viva o no lo haga. Este fuera una conclusión representativa de esa neutralidad en el Misterio que me parece válida in se “a y para mí. No proseguir la exploración, de inicio, me parece obligatorio para no incursionar en lo metafísica que comienza con el instante de mi vivir todavía deviniendo.  
     
    Por ejemplo, de la conclusión de que algo deba o no deba ocurrir se derivan circunstancias  tan cuestionables para unas personas (la mayoría que sufre sus efectos) y tan incuestionables para otras (las minoría que se beneficia de lo mismo) como la desigualdad social y el ejercicio hegemónico del poder político. El mismo razonamiento se pudiera aplicar a mi vivir.
     
    Ejemplos recientes y escandalosos pudieran ser la migración masiva sub y sahariana a través del Mediterráneo motivada por el instinto de  supervivencia a cualquier precio o riesgo, y como representativos de todos los otros campos de exterminio y del exterminio mismo los campos de exterminio del complejo  Auschwitz-Birkenau.

  • Juanel

    Veo numerosos problemas en lo que expone José Blanco y se acumulan un montón de preguntas que tienen en mi opinión difíciles repuestas, incoherencias internas que supongo deben asumirse si se quiere mantener. Todo sistema las tiene y mis planteamientos también.

    La que más me llama la atención es la proposición de Dios como “Yo mismo”, que parece más un deseo que una afirmación. Si es una afirmación ¿ qué significa? ¿de dónde se saca y qué argumentación se sigue para llegar a esa conclusión? Además es incoherente decir que Dios es Todo y Todo es Dios, añadiendo que Todos SOMOS ese Todo, en plural, para concluir que “Yo soy Dios” y también asumir la contradicción de Dios como Todo-Nada, y además añadir la conclusión de que esa Nada también Yo soy.

    Desde luego no puedo estar más de acuerdo con lo que se expone, de que el misterio es una invitación a penetrar en él, pues como poco genera curiosidad tan necesaria en Ciencia. Los misterios son problemas que hay que resolver y nunca pueden ser la respuesta: esto es un misterio y se acabó. Esto es lo que pasa con nuestro entorno, con el mundo que nos rodea y con nosotros mismos. Si hay misterio habrá que investigarlo. Sin embargo, penetrar en el misterio de Dios es algo diferente porque no es una “cosa”, pues al dar con esa cosa o idea o imagen o contenido o un principio o varios, o…., el misterio no se resuelve ni disminuye. En lo expuesto se dice que Dios es el Todo, ¿resuelve el misterio? Parece que no pues más abajo se dice que Dios es la Nada o el Todo-Nada ¿será porque al decir que Dios es el Todo el misterio sigue presente? Y además ¿cómo entender el Todo y Nada juntos? Los que decimos que Dios es Misterio, es porque podemos penetrar cuanto queramos y podamos en él sin que en ningún momento lleguemos a percibir su fondo, y también porque nada de cuanto se ha dicho sobre él resuelve ni diluye su misterio. ¿Penetrar? Todo cuanto se quiera, pero algo bien distinto es diluirlo aunque sea sólo un poquito.

    Supongo que en este planteamiento que expone José Blanco se asumen las dificultades del panteísmo, que al menos los que no lo tenemos los vemos como evidentes. Supongo que en esta idea o contenido de Dios incluye también lo incomprensible o la ignorancia, lo injusto o el mal, lo insoportable o el sufrimiento, tan presente no sólo en el mundo humano sino en el natural y de qué manera. Es una idea o contenido de Dios que apunta a la aceptación o la resignación ante lo que hay, pues todo es Dios tanto lo malo como lo bueno, de lo que se deduce una moral estoica pasiva y paciente, sin ninguna intención de mejorar las cosas.

     
    Mi intención no es que se cambien las creencias que la gente tiene diferentes a las mías, sino que cuando me las exponen lo que quiero es que me expliquen las cosas, para saber cuales son las preguntas que motivan la creencia, qué responde y qué no, y cómo se asumen las incoherencias internas que toda creencia o sistema tiene.

  • Hola, José Arregui, yo, tocayo tuyo  y también exiliado forzoso de la Iglesia, por haber cometido la “torpeza” de no creer a ninguna de las preguntas formuladas desde mi niñez, he disfrutado hasta cierto punto de tus exposiciones… pero yo, niño insatisfecho, no hubiera seguido preguntando, o presuponiendo que existiera UN MUNDO ETERNO E INCREADO, como el supuesto Dios, sino (al menos es lo que pienso ahora) ¿por qué no pensar que ese Dios increado SOY YO MISMO, capaz de preguntar?
    A mí, lo del Big-bang no me dice nada definitivo porque lo que enseguida me formulo, como siguiente pregunta, es: ¿De dónde salió la materia superconcentrada que explosionó?, y sobre todo la siguiente: ¿Después del correspondiente “Big-chrunch”, cuando la materia implosione hacia adentro de sí misma, ¿QUÉ QUEDARÁ DESPUES, Y QUÉ PASARÁ LUEGO, EN LA SIGUIENTE DIÁSTOLE DEL CORAZÓN DE LA MATERIA ETERNA?
    ¿Ya no quedará más corazón-mente capaz de preguntarse a sí misma, o de pensar dónde empieza y dónde acaba el MISTERIO?
    Me caen gordos los que se hacen los humildes diciendo que si resolvemos el MISTERIO hemos hecho algo mal. Para mí, el misterio no es el “lo verás pero no lo catarás”, (una supuesta incapacidad de la mente humana de resolver definitivamente nada), sino precisamente todo lo contrario: ES UNA INVITACIÓN A SEGUIR PENETRANDO ETERNAMENTE en lo que aparentemente nos “propone nuestra Fe” = el famoso “Depósito de la Fe”.
    ¡No! La Fe no tiene contenido doctrinal alguno, o “creencia” obligatoria o dogmática alguna, porque la Fe no es una cualidad de la mente, o de la mente sola, sino de la mente-corazón, aliados, es decir, del hombre entero.  Incluído en la palabra: CO-RAZÓN, donde la palabra “Razón” queda integrada en el CO-RAZÓN. Razón o mente humana, o capacidad de razonar, integrada en el TODO-HUMANO.
    Querido José, yo hace tiempo que he abandonado la “fe-dogmática-doctrinaria” de la Iglesia, para volver a la mística-panteísta antigua.
    Lo del “PANTEÍSMO”, no es ni monoteísmo, ni politeísmo, sino conciencia del SER-INFINITO Y UNIVERSAL QUE YO SOY. Bien entendido que en ese “YO”, entra la totalidad del Universo, todo él increado.
    Todo ES DIOS.
    Dios ES TODO,
    TODOS SOMOS ESE TODO.
    y, en definitiva, el único misterio que queda es:
    ¿Por qué TODO-LO-QUE-ES, es y no no-es?
    Y por esa “razón”, es por lo que ese SER QUE YO(todo-en-mi)SOY, Soy, a la vez,  y por lo mismo: LA NADA.
    El TODO-NADA de los místicos es innombrable, impensable, intangible, y, sin embargo, el el origen de todo lo que puede ser pensado.
    Esa Nada, también SOY YO(Y TÚ EN MI)

  • Antonio Vicedo

    Muchas veces he tenido presente y he sacado conclusiones de aquella advertencia de un magnífico profesor de Teología al comenzar su exposición : Si al exponeros mis reflexiones sobre Dios y sus Misterios llegáis a tener algo claro, avisadme, pues hemos caído en un fatal error.
     
    Ya en época pasada aquel niño de la playa avisó al racional Agustín que el agua del océano no cabía en su pequeño hoyo de arena.
    Porque LA FE es eso: FE

  • ROMAN DIAZ AYALA

    Sigo…
    Cuando hacemos de la fe un ente de razón la hemos desnaturalizado,  quitando poder de vida,  la dejamos en creencia.  Esa fe no necesita de un Dios comunicativo,  más bien,  le estorba,  delante del empuje de nuestro pensamiento racional.
    Un Sí
     
    Un Dios personal, revelador,  no puede ser disminuido,  pero una  creencia si. Se la puede acotar según el avance de nuestro conocimiento de las cosas.  Una creencia es opinable, y digna de crédito,  lo que la hace tan evaluable y aceptable como cualquier otra,  pero la fe no puede ser sometida sin ofender a quien se revela como el Otro. .
    Nuestro ser cristiano no nos define por la posesión de la verdad,  de una abstracción,  sino por una persona,  Jesús,  el Cristo de Dios.  No nos alimentamos por nuestro sistema dé creencias,  cuando no lo acompañan unas relaciones.  Jesús se ns ofrece como la verdad liberadora,  tal es la esencia del evangelio.  Los evangelios nos hablan de Jesús y éste nos habla de Dios.
    Quizás ahora podrá ser entendido que digamos de nuestro catolicismo que está transido de secular is more.  Mientras no logremos superar esa fatiga,  los evangelios,  todo el texto bíblico,  permanecerán como letra muerta sólo cisternas que no retienen agua para aliviar nuestra sed de Dios.

  • ROMAN DIAZ AYALA

    Bajo este debate se dilucida la posibilidad de que el universo siempre haya existido tal y como el mundo clásico,  con sus teorías sobre el eterno retorno lo concebía o el pensamiento medieval que pretendía introducir el principio creador de Dios como elemento de razón.
    No me resulta nada extraño que un tema aparentemente tan de andar por casa tal que así las clases de catecismo para la gente menuda haya elevado encendido debate.
    El ambiente catolico progresista,  parece abrazar al mundo secular con sus premisas en la vertiente más laicista,  ajeno a su connotaciones religiosas.  El mundo clásico grecorromano y su humanismo se han convertido en premisa del pensamiento sobre la herencia judeocristiana,  que es defendida solo como valor cultural y conformante de  nuestra identidad,  una herencia dada,  y puesta a revisión.
    Yo recuerdo que en mis años de juventud,  entre los años 60 y 70 intentaba buscar claves del pensamiento de nuestro catolicismo.  En el aspecto histórico encontré respuesta  con Americo Castro,  pero lo doctrinal se veía removido por el Concilio,  su ruptura del pasado,  tan necesaria para la revisión de aquel presente.  Así,  la Iglesia en el mundo actual.  Este ecumenismo me condujo a introducir junto a la inquietud política un acercamiento a la comunidad protestante, perseguida por la
    Administración y eclesiásticos,  a pesar del concilio,  y la indiferencia general.
    Han sido Kung me dio la clave en una entrevista sobre los logros del Concilio,  en la que expresaba que habíamos hecho de nuestro cristianismo una ideología,  y algo más: una abstracción.
    Ese matiz diferenciador entre posibles cristianismo no obedecía en España a elementos doctrinales,  sino a la concepción intelectual de los españoles de nosotros mismos.  Hemos racionalizado nuestra fe hasta darle valor de verdad a lo que son puros contenidos mentales filosofía o valores culturales.  La dialéctica entre razón y fe alimenta muchas mentes teológicas y resulta la prueba de este aserto.

  • oscar varela

    El re-curso al Misterio que hace el Sr. Arregui, tal vez tenga un valor para algunos de los mundos que habitan nuestro interior, como p.e. el de las emociones sacras.
     
    Pero un Mundo cultural meramente “culturado” es momificante si no es activado por los problemas de una espontaneidad “culturante”.
    ………………..
     
    1.- Por un lado LA CULTURA
    “nos proporciona objetos ya purificados, que alguna vez fueron vida espontánea e inmediata, que hoy nos parecen libres del espacio y del tiempo, de la corrupción y del capricho.
     
    Forman como una zona de vida ideal y abstracta, flotando sobre nuestras existencias personales siempre azarosas y problemáticas.
     
    2.- Por otro lado LA VIDA INDIVIDUAL
    lo inmediato, la circunstancia, son diversos nombres para una misma cosa: aquellas porciones de la vida de que no se ha extraído todavía el espíritu que encierran, su logos.
     
    Pero como espíritu, logos no son más que un «sentido», conexión, unidad, todo lo individual, inmediato y circunstante, parece casual v falto de significación.
     
    Sin embargo la vida social como las demás formas de la cultura, se nos dan bajo la especie de vida individual, de lo inmediato.
     
    3.- Primacía de lo IN-MEDIATO
    Lo que hoy recibimos ya ornado con sublimes aureolas, tuvo a su tiempo que estrecharse y encogerse para pasar por el corazón de un hombre.
     
    Cuanto es hoy reconocido como verdad, como belleza ejemplar, como altamente valioso, nació un día en la entraña espiritual de un individuo, confundido con sus caprichos y humores.
     
    4.- Vida y Vida en ABUBNDANCIA
    Es preciso que no hieraticemos la cultura adqui­rida, preocupándose más de repetirla que de aumentarla.
     
    El acto específicamente cultural es el creador, aquel en que ex­traemos el logas de algo que todavía era insignificante (i-logico).
     
    La cultura adquirida sólo tiene valor como instrumento y arma de nuevas conquistas.
     
    Por esto, en comparación con lo inmediato, con nuestra vida espontánea, todo lo que hemos aprendido parece abs­tracto, genérico, esquemático.
     
    No sólo lo parece: lo es.
     
    El martillo es la abstracción de cada uno de sus martillazos.
    ……………………..
     
    Dice bien Arregui:
     
    – “El RESPIRO solo existe cuando los seres respiran”.
     
    ¡Ojalá que se entienda:
    “Cada RESPIRACIÓN individual es el lugar privilegiado donde acontece el MISTERIO!
    ……………
     
    Respirando ¡Voy todavía- Oscar.

  • George R Porta

    En el context de la formación de niñas/niños se justifica hasta una cierta edad (quizás los 8-10 años) para los desarrollistas que aún opinan en términos de edades y estadios (no me encuentro completamente entre ellos porque cada persona en el aspectp moral merece una atención específica) conviene hablar en términos de “juicio” externo o impersonado en una entidad externa, porque el modo misericordioso y compasivo, inteligente, fundamentado es una aptitude que los/las educandos/as Deben poder integrar en su oportunidad a sí mismos/as una vez que descubran el “sí mismo/misma” y desarrollen la constancia y la permanencia de sí como sujeto que es un paso crucial en el camino hacia una moral autónoma y hacia la formación de la capacidad de discernimiento.

  • Juanel

    Bueno, George no se refiere a las bienaventuranzas sino al juicio, sobre lo que seremos juzgados. Pero los criterios de este juicio son concreción práctica muy esclarecedora del cómo se traduce la caridad, la mansedumbre, la humildad,…, que citaba como cumbres del NT, en la vida hacia la plenitud. Y como siempre me pasa ese juicio lo veo más claro entre humanos, que ante el trono de Dios, o a Cristo el Señor sentado en él como juez, por el que pasa uno a uno la inmensa multitud humana, separándola a la izquierda o derecha, según el comportamiento con los necesitados.

    Entre humanos para alcanzar la Plenitud es necesaria la reconciliación, para que confiando unos en otros, nos amemos con franqueza y fraternidad, sin miedos ni temores. Y entiendo que aquellos a los que hicimos daño, y los que estaban desnudos y hambrientos y pasaron a nuestro lado, nos pedirán explicaciones del porqué no los ayudamos cuando podíamos hacerlo, e incluso nos exigirán compensaciones. Así, el juicio de Dios lo entiendo como juicio humano en la antesala del Cielo, o lo que es lo mismo, en un tiempo anterior justo antes de entrar por la puerta de la Plenitud.

     
    Es necesario, si creemos en la Plenitud o implicados en el seguimiento a Jesús, que comencemos ya a reconciliarnos, a confiar, a amar,…, a ayudar a los que pasan a nuestro lado con necesidad y luchar contra las causas estructurales y socioeconómicas que las producen,…., si queremos tener un juicio fácil, y entrar en la Plenitud lo antes posible.

  • Juanel

    ¡Ah! una aclaración. Si digo que vivimos en función de la vida plena, de la Plenitud Humana, sólo porque algún día nos encontraremos en ella, también podría pensarse que existimos, nos movemos y somos en Dios, porque algún día nos encontraremos en el ámbito divino. (Pensar que ya desde ahora estamos en él, en Dios, me lleva a problemas irresolubles). Por otro lado, encontrarnos en el ámbito divino me deja en silencio, porque nada sé sobre él, sin embargo, encontrarnos en la Plenitud Humana, sí que puedo hablar porque sí puedo hacerme una idea o imagen de lo que eso significa.

  • Juanel

    Para mí hay dos grandes cumbres en el NT que reflejan a las claras quien es Jesús y lo que quiere mostrarnos, es decir, el contenido para él de la plenitud de vida. Una es la que señala George, las bienaventuranzas que es todo un programa de vida plena; la segunda es el himno a la caridad de Pablo de Tarso (1Co, 13) que apunta a la meta, señala la dirección que debe tomar el camino hacia la plenitud de vida, o del seguimiento a Jesús. Y Jesús es el Señor, como dice Román, lo es también para mí, por estar lleno de plenitud de vida, es plenitud.

     
    Jesús es el centro de todo, pues “por él, con él y en él” se hizo, se hace y se hará todo, y también “en él existimos, nos movemos y somos”. No sólo se hace referencia a sus seguidores, sino a toda la humanidad sin exclusiones y con ella a todo su entorno cósmico. Y todo esto se me hace incomprensible si lo que se dice hace referencia a Dios, al ámbito divino, pues yo no “soy” Dios, ni “existo” ni me “muevo” como Dios ni en Dios, sólo lo hago como hombre y en mi entorno natural y humano. Pero sí puedo entender que todos, sin faltar nadie, los seres humanos vivimos en función de la plenitud de vida, de la Plenitud Humana, por muy alejados de ella que estén, pues allí nos encontraremos todos algún día.

  • Santiago

    Dios es misterio, es cierto, sin embargo los humanos siempre y naturalmente tendemos a escudriñar los misterios…ya que TODO es misterio….La primera pregunta soy yo mismo….ya que yo no intervine en la decision de venir a este mundo, tampoco está muy claro mi papel en este mundo…y mucho menos mi destino final….cuando contemplo la muerte a cada paso…y en todos los áambitos
    Por eso, como Agustín de Hipona, digo que yo mismo soy una pregunta para mi mismo….Y supongo que esta es una cuestión universal…una pregunta existencial…y común a todos los seres humanos…exceptuando los que se encuentran privados completamente de la razón o los desprovistos de todo sentimiento o conciencia….

    Pero el Misterio no es completamente oscuro…El que yo no pueda abarcarlo en su totalidad….de ninguna manera puede
     impedirme tratar de conocerlo…aunque sea en un grado mínimo….Yo puedo conocer algo parcialmente….sin llegar a su comprensión total….No somos material inerte…como una piedra…..o seres irracionales…como el gato….SINO, por el contrario, tenemos conciencia de nuestra realidad existencial….y poseemos libertad de decision…..y con nuestra razón podemos llegar a formular conceptos abstractos y tener conocimiento de nuestro entorno individual y social….podemos experimentar la belleza….podemos llegar a sentimientos sublimes como es el amar…..somos capaces de sufrir por el ser amado y ofrecernos en holocausto….tenemos la capacidad de estar en el camino de la trascendencia….que se encuentra por encima de nosotros mismos….

    Por otro lado, si no reconocemos que estamos en esta vida “en transición” y solamente “de paso” entonces podríamos imaginar la permanencia en esta vida terrestre….querríamos fabricar una casa eterna…pero en la tierra….
    Sin embargo, esta vida es un sueño que pasa y que está pasando, “una vela nocturna”, un “ayer que pasó”, una” flor que se seca”….Solamente así, considerando que esta existencia es un camino y un paso, podremos aspirar a otra  dimension, a una “vida mejor”….puesto que en este mundo la justicia está incompleta, el amor no es pleno y la felicidad es efímera, pasajera y que nada puede saciarnos aquí…y que la vida  consiste solamente en momentos, fases y etapas…pero la permanencia que deseamos está ausente….

    Por eso, en vez de considerar como Sartre “lo absurdo” de la vida…la ausencia y el silencio de Dios….esta vía negativa a la que parece
     estar dirigiéndose el mundo de hoy, consideremos que existe el amor aunque imperfecto…que junto a las grandes calamidades y
     miserias humanas…existe y co-existen grandes ejemplos de heroísmo y sacrificio….y que si el Universo parece a veces caótico…coexiste
     en el la belleza y la armonía….que junto a la enfermedad….existen el medico y las medicinas….que junto con el sufrimiento tambien existen las alegrías….que junto a las tristezas existen los amigos….que junto con el pecado sobreabundó la gracia de Dios..que sostiene a los que “ya van a caer”….le gracia misma que sostiene al Cosmos…y que sostiene nuestro ser en el Amor….Un amor infinito, incomprensible, inimaginable….pero real y verdadero….que se hizo visible personalmente…y que nos acompañará y estará junto a nosotros, de muy diversas maneras, hasta el final de nuestros días…

    Un saludo cordial   de Santiago Hernández 

  • George R Porta

    ¿Cómo enseñar a un/a niño/a cómo discernir el buen “vivir” desde el punto de vista del Cristianismo?  Enseñándoles por el ejemplo a imitar el vivir atribuido a Jesús en los Evangelios.
     
    He escrito muchas veces que me tomo los textos evangélicos como narraciones de dichos y hechos atribuidos a Jesús y que de ellos nutro mi esperanza confiada en que las promesas que en ellos se atribuyen a Jesús quizás se cumplirán y que esa confianza sin evidencia hasta ahora ha sido suficiente para discernir si vivo “cristiano” o no y si debo corregir algo para conformarme al ethos jesuánico. No soy quien para decir a nadie qué debe hacer en su vivir y viviendo cada uno debe y puede hacer lo que decida. Eso sí, me parece que discernir cómo se viva me parece necesario e inevitable, incluso cuando el discernimiento sea por opción errado. Vivir tiene consecuencias inmediatas y a no tan corto plazo y cada cuál debe tratar de responsabilizarse por el impacto de su vivencia.
     
    Este fragmento narrativo del Evangelio Mateo es un criterio que me parece extraordinario para enseñar a cualquier niño o niña a vivir cristianamente. No me pareciera extraño que reflejara auténticamente el ser, sentir o pensar de Jesús y por lo tanto es para mí valioso y aquí no hay mucho que comprender y en cambio mucho que hacer para vivir benéficamente. Se trata para mí de un programa de vida que a un adolescente que arribe a la edad de asumir su plena autonomía y considerar su opción por un vivir regido por la posibilidad no la certidumbre de la existencia de la divinidad y de la promesa de Jesús al final de la vida que haya aprendido a vivir desde pequeño/a, y además le fuera muy posible conectar con el famoso texto de Miqueas 6, 6-8: “¿Con qué me presentaré ante el Señor y me postraré ante el Dios de lo alto? Me presentaré ante él con holocaustos, con novillos que tengan un año. 7 ¿Agradarán al Señor miles de carneros? ¿Le complacerán diez mil ríos de aceite? ¿Le entregaré mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por mi pecado? 8 Se te ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de ti, ser mortal: tan sólo respetar la justicia, practicar con amor la misericordia y caminar humildemente con tu Dios.”
     
    He aquí el fragmento textual de Mateo 25, 35-45, que creo sea una excelente catequesis kerigmática y como un primer programa de vida que abrirá el espacio a la acogida del de Miqueas transcrito arriba. A los niños se puede hablar de Jesús y entusiasmarlos/as a imitar el vivir atribuido a Jesús y entonces no fuera necesario ningún lenguaje misterioso o complejo que haya que aceptar por autoridad porque podrán ver la justicia de obrar misericordiosamente sin necesidad de comprenderla porque ellos/as mismos/as también responden a la misericordia con ellos/as y a la justicia: “35 Porque estuve hambriento, y vosotros me disteis de comer; estuve sediento, y me disteis de beber; llegué como un extraño, y me recibisteis en vuestra casa; 36 no tenía ropa y me la disteis; estuve enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y fuisteis a verme”. 37 Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento y te dimos de comer y beber? 38 ¿Cuándo llegaste como un extraño y te recibimos en nuestras casas? ¿Cuándo te vimos sin ropa y te la dimos? 39 ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”. 40 Y el Señor les dirá: “Os aseguro que todo lo que hayáis hecho en favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho”. 41 A los otros, en cambio, el Señor les dirá: 42 Porque estuve hambriento, y no me disteis de comer; estuve sediento, y no me disteis de beber; 43 llegué como un extraño, y no me recibisteis en vuestra casa; me visteis sin ropa y no me la disteis; estuve enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis”. 44 Entonces ellos contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como un extraño, o sin ropa, o enfermo, o en la cárcel y no te ofrecimos ayuda?”. 45 ”Y él les dirá: “Os aseguro que cuanto no hicisteis en favor de estos más pequeños, tampoco conmigo lo hicisteis”.
     
    Posiblemente así aprendió a vivir Jesús hasta que, llegando a su mayoría de edad pudo escudriñar las escrituras, y no veo dificultad en servirnos del mismo método de enseñar por el ejemplo a los niños y niñas. Este texto de Lucas 2, 51-52 lo sugiere: 51 Después el niño regresó a Nazaret con sus padres y siguió sujeto a ellos. En cuanto a su madre, guardaba todas estas cosas en lo íntimo de su corazón. 52 Y Jesús crecía, y con la edad aumentaban su sabiduría y el favor de que gozaba ante Dios y la gente”. (Énfasis y subrayado míos)

  • Juanel

    Al hablar de Dios del modo que hice en mi último comentario, alguien me podría decir “vaya, para no saber nada sobre Dios hablas demasiado sobre él”. Le respondería que no, que en nada le estoy diciendo cómo es Dios, ni le estoy hablando de sus perfectísimas cualidades o atributos, tal como ha hecho hace unas horas Santiago. Al hacerlo así, a mí me sugiere la obligación de someterme a la autoridad de la revelación lo entienda o no, y de paso me hunde en mi pequeñez pues marca la diferencia insalvable entre nosotros y Dios. Yo lo que hago no es describir a Dios, ni concretar quién es o cómo es, sino solamente sugerir e invitar a que ese alguien con el que hablo, pueda considerar que es posible SITUAR a Dios de nuestra parte, de la mía y de la de él, y no en contra (creador del mal, juez implacable y vengador,….)

     
    De lo que hablo no es de lo que Dios es o no-es sino de relaciones, de la mía y de la suya con respecto a Dios, y que analice conmigo las posibilidades de que Dios esté de parte nuestra, de la plenitud de vida, de plenitud de la vida humana. Y sobre esto sí que podemos hablar cuanto queramos, pues de ella cualquiera puede hacerse una idea o imagen, en la que caben la justicia, el amor, la acogida,…., que son valores o cualidades humanas, solamente humanas.

  • Juanel

    ¿A qué me refiero cuando digo que hay soluciones y lo que digo sobre Dios hay que matizarlo? Pues si le digo a alguien que Dios es creador del Cielo y Tierra y él entiende por creador que es el diseñador y ejecutor de un plan de donde sale una Naturaleza tan violenta y brutal, llena de sufrimiento y muerte, de tantas injusticias y maldad humana, evidentemente Dios es el responsable por haberlo diseñado y hecho así. Pero es que al entenderlo así, no le estaré hablando de mi Dios (de lo que entiendo por Dios), porque mi Dios se sitúa justo en lo contrario: en la paz, en la dulzura, en el consuelo y reparación de toda injusticia y sufrimiento, en el vencer el mal y la muerte. No le puedo hablar de Dios como creador porque él entiende otra cosa, pero aun así no tengo necesidad de suprimir lo de creador, aunque si matizarlo y explicar el sentido en el que lo empleo.

    Yo entiendo lo de creador por la Palabra, precisamente la del primer capítulo del Génesis, “haya”, “hágase” o “sea” estrictamente impersonal, no mediante diseño y ejecución, sino según la autonomía completa del mundo. Y es de la autonomía del mundo y del ser humano de donde surgen todos los males y no de Dios. El “hágase” significa más bien ACOGIDA de lo que el mundo produce y de lo que el ser humano hace, que creación propiamente dicha.

  • Juanel

    Dios es Misterio por lo cual nada podemos decir acerca de él porque nada sabemos. Pero entonces por la pregunta de José Arregui, ¿qué les decimos a los niños? ¿cómo podemos comunicar nuestra fe religiosa sin hablar de Dios? ¿es que no tenemos la obligación de hablar de él? Creo que podemos hacerlo siempre y cuando no perdamos de vista la enorme ambigüedad de su contenido. Por un lado podemos hablar de Dios con la mayor simplicidad y sencillez diciendo lo que “desde siempre” se ha dicho: que Dios es el creador de Cielo y Tierra; que está en todas partes y en nosotros mismos y por ello todo lo ve y lo escucha; que todo cuanto ocurre no depende de la suerte o la fortuna sino de Dios; que es el Soberano del Cielo o Paraíso; que la muerte no tiene la última palabra sino la vida; incluso podemos hablar de la mirada y la escucha al mundo y a la vida y “ver” a Dios porque está ahí, como dice Arregui. Y todo esto está bien, pero si nos quedamos aquí pronto o más tarde empezarán los problemas. Y los problemas son tan graves que eliminan uno a uno todo cuanto hemos dicho sobre Dios.

    Entonces, quitemos a Dios. Y está bien, pero si lo hacemos nosotros mismos y el mundo aparecen en su cruda realidad, y para vivir sin Dios se nos exige entereza. La muerte entonces tiene la última palabra; lo que nos ocurre sí que depende de las circunstancias, de la suerte aleatoria y de la caprichosa fortuna; no hay nadie al que podamos recurrir en el infortunio; la mirada al mundo y a la vida pierde su encanto y profundidad, su belleza y bondad. Entereza sí, pero a muchos todo esto nos parece demasiado.

    Si no queremos quitar a Dios porque nos parece demasiado, nos queda la opción de abandonar la simplicidad y la sencillez primera y entrar de lleno en la ambigüedad, cargando de grises o matices cada una de las afirmaciones que hicimos sobre Dios. Explicar que es lo que queremos decir al hablar de Dios buscando nuevos sentidos y significados que eviten los problemas. Hay soluciones. Lo que en mi opinión es un error pedagógico es enseñar el contenido de Dios en su sencillez sin matizar nada, y dejar solas a las personas cuando surjan los problemas. En esta situación lo más probable es el abandono.

  • Santiago

    POR DEFINICIÓN pues Dios se encuentra por encima de toda afirmación y de toda negación, y por su infinita simplicidad escapa toda clasificación de género y especie y por tanto no puede ser sometido a una definición y experimentación científica..
    Nosotros como criaturas infinitas no podemos comprender ni abarcar el SER infinito…Por eso, nuestro intelecto no puede ir mas allá de la inmanencia, ni de la profunda intimitadad divina….y solamente vemos aquí “como en un espejo”…Este espejo, es,parcialmente, nuestra mente que refleja, de cierta manera algo de la bondad y de la sabiduría de Dios a modo de similitud….Por eso, cuando Dios es contemplado en “silencio” entramos a apreciar lo que le falta a nuestra razón….ya que Dios trasciende infinitamente todo lo creado… 

    SIN EMBARGO, esta limitación nuestra no nos impide llegar hasta Dios….Como nuestra conciencia es HUMANA, llegamos al vislumbre del Misterio por medio de nuestra humanidad, como para llegar a todo conocimiento humano, lo hemos hecho a traves de nuestra facultad intelectual humana…Como dice Gonzalo Haya  “prefiero la confluencia de la razón y sentimiento” es decir la interacción entre” la deducción y la intuición”, para que la FE no se convierta en irrazonable o absurd       ya que  nuestro conocimiento existencial está basado en cosas que se deducen, se intuyen y se experimentan….

    POR ESO, nuestra RACIONALIDAD que es propiamente humana es TRASCENDENTE…Esta capacidad EXCLUSIVA Y ÚNICA en la Creación que pertenece a los seres humanos, va mas allá de lo  meramente BIOLÓGICO. En efecto, la experiencia CONSCIENTE de abstracción, de la conceptualización, de poder amar sufrir y decidir no depende 100% de la actividad neurológica y neuroquímica del cerebro. . Existe, claro está , el sustrato biológico pero la causa es inmaterial,junto con el efecto. El cerebro es el agente instrumental del  camino hacia la trascendencia y hacia la VERDAD que nos fue dada por el Creador junto con la existencia,para poder llegar hasta El mismo aunque este encuentro sea solamente, al principio, de manera ténue….Si fuéramos mera biología, mera química, meras matemáticas, meros animales…. careceríamos de esta capacidad que fue informada en nuestra evolución por la primera Causa, que es “mi” causa, ya que yo para venir a existir no pude pensar en mi propia existencia….

    EL PENSAMIENTO ORIGINAL y PRIMARIO, no fué -NI ES- ANÓNIMO, ni tampoco fue, ni es, una conciencia neutral sino que ES LIBERTAD, amor que crea y por tanto es un amor personal. Por eso la opción cristiana ha sido por “lo personal”, por lo creador, y por tanto por la primacía de lo particular en contraste con lo universal..El cristianismo, por tanto, se distingue por la primacía de lo particular y por la primacía de la LIBERTAD.
    POR ESO, el ultimo análisis del Universo no puede basarse  exclusivamente en las matemáticas, sino en el AMOR, donde lo “mínimo” es lo máximo”….y es esa la razón por la cual el ser humano es único e irrrepetible, supremo y real surgido en un acto del amor divino…..

    Por eso, en la última meditación de los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola,” CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR
     AMOR”, un comentarista escribe
    :Y si repasas  todo lo que ha sido creado y refundes en un perfección realísima sus perfecciones, y excluyes de esta perfección todo defecto, y multiplicas hasta el infinito su grandeza,….. habrás formado tan sólo una idea tosca e imperfecta, AUNQUE VERDADERA, de la perfección divina”

    Un saludo cordial de Santiago Hernández

  • Colocados en la frontera que supera la crisis de la modernidad, ya hemos situado la razón y los sentimientos en el mismo hondon del alma,  donde caben todas las espiritualidad es y el llamado sentimiento religioso.
    Dentro de ese contexto no hay interlocutor que rechace que se mencione o se apele a Dios como un Misterio.
     
    Pero yo estoy apuntando a algo de naturaleza distinta
    Mi testimonio de que Dios en Jesús se me ha hecho real, cercano y comunicativo hasta gozar de su comunión.
    Si alguien quiere saber qué dice Jesús acerca de Dios, que lea en los evangelios la oración y las circunstancias del Padre Nuestro.

  • George R Porta

    Hola Tomás!

    Me parece que señales una cosa muy real: Si hacer presenta a Dios es cosa de mi conducta, le hago presente en el bien o en el mal que efectuo.

    Esta hipótesis se puede complicar. Pero me parece que sea preferable reconocer que cuando haga el bien o el mal o deje de hacer lo que deba o haga lo que no deba, mi acción se reduce a hacerme presente por acción u omission solo a mi.

    DE cualquier forma nadie puede afirmar o negar si Dios se hace presente por medio de lo que sea o quien sea, porque bien pobre que fuera un Dios que lo necesitara, que requiriera de un intermediario. Este es precisamente el aspect que lo complica todo. Que alguien se sienta intermediadrio de la divinidad.

    Siempre es major la esperanza que viene causada por el encuentro con la belleza o con la bondad para impeder que nos persuada lo contrario de que la realidad sea estrictamente mala o insuficiente o defectuosa. Y la realidad como este viva que vivo y la que cada otra persona viva y nada más.

    Saludos cordiales

  • Tomas

    Interesante artículo e interesantes reflexiones sobre Dios como creación humana  que quizá deberían incluir los teólogos a la hora de escribir y muchas veces pontificar sobre la existencia, la naturaleza y los planes de Dios, como mínimo para añadir la humildad a su trabajo.
    Pero al final  a mi juicio se abandona al ” buenismo” o a una interpretación esperanzadora que tanto necesitamos, pero que no sé si se corresponde con la realidad. Si Dios o el Misterio se hace presente cuando alguien trabaja por el bien de los demás : también se hace presente en la maldad, en la tortura ,en la esclavizacion, en la explotación ,en el asesinato?? Por qué en unas manifestaciones del comportamiento humano se hace presente Dios y en otros no??
    Muchas preguntas adicionales que siguen inmersas en el misterio, no sé si con minúscula o mayúscula , pero la evidencia no permite aventurar explicaciones de presencias divinas positivas. En todo caso de ausencias, o la evidencia del “silencio de Dios”, que nos abre a otro abismo de preguntas y conjeturas.
    Pero siempre nos queda la fantasía, la imaginación , la poesía….al menos a los que no estamos inmersos en el sufrimiento aterrador en el que viven tantos millones y millones de personas.

  • Antonio Vicedo

    Esto se parece a la ficción o elucubración de que a un bebé lo consideráramos cuestionándose: ¿Quienes son los papas de mis papas?
     
    ¿No parece mas natural y racional que la única ocupación de los bebes es viovenciar la total dependencia del cuidado amoroso de sus PAPÁS?
    Y, mientras, ir viviviendo y creciendo que es su tarea natural.

  • Juanel

    Coincido con José Arregui en lo que cuenta sobre la historia de Dios, su origen y desarrollo en las diversas culturas. Me quedo con lo de “no busques en Dios respuestas…un Dios que responde será siempre una construcción nuestra”. Pero cuando dice “he ahí Dios”, al mirar y escuchar al mundo y a la vida que existen, pienso que está haciendo que Dios le responda, justo lo que él mismo ha criticado. Lo que construye es una imagen de Dios, quizás renovada, y por ello también una creación humana de Dios, como dice Pascual (también George en un comentario que ha desaparecido y que leí esta mañana).

     
    Me quedo con lo de Misterio sin añadirle nada más, pues en mi opinión ni la razón ni el sentimiento ni ambos, ni ninguna facultad o capacidad humana, sirven.

  • Gonzalo Haya

    Ante el misterio de Dios es fácil desacreditar al pensamiento racional (aunque es por ahora el culmen de la evolución); pero igualmente se puede desacreditar al sentimiento como sentimentalismo. Prefiero la confluencia razón y sentimiento (¿intuición?) para llegar a algo razonable.

  • Gundin, no me confundas,  pues,  yo no puedo acercarme a Dios como lo indefinible, no es ente de razón.  Como tampoco lo eres tu para mi,  aunque ignore cuál sea tu rostro.
    Para Jesús,  mi Señor,  el Padre no era una entelequia.

  • George R Porta

    Esta entrada solo intenta esclarecer adicionalmente el punto de si Jesús explicó alguna vez cómo o quien era Dios, su propia noción de la divinidad. No he podido encontrar una sola evidencia de ello en los evangelios canónicos y por lo tanto en relación a la pregunta de  Arregui no parece tener una relación clara la frase “el Dios de Jesús” que Román menciona. No lo digo para decir que haya errado al mencionarla, sino que yo no logro verle relación con Jesús según los evangelios y tampoco con el artículo de Arregui, lo cual definitivamente puede solo probar mi ignorancia.

    ¿Cuántas veces se atribuye en el NT a Jesús haber dicho la palabra “Dios” (Θςός) refiriéndose al Dios en el cual él mismo creyera? los libros de Hechos y las Cartas y Apocalipsis no los revisé, pero en ellos nos se cita a Jesús mismo predicando.

    (Haciendo este breve y no exhaustivo inventario he utilizado la traducción del NT de Luis A Schökel y Juan Mateos, 1988. Al final del libro aparece una extraordinaria lista de palabras en forma de diccionario de significados teológicos y en las páginas 1253 y 1254 se refiere específicamente al nombramiento de la noción judeo-greca del Dios único judeo-cristiano. Si alguien encontrara algún error anticipadamente pido perdón y agradeceré lo identifique. Gracias.)
     
    La expresión “El Dios de Jesús” aunque utilizada en realidad no se puede relacionar con ninguna cita específica de los evangelios en los que Jesús explicase cómo o quien era el Dios en el que creía. Posiblemente baste con decir que era el mismo de “Abraham, Isaac y Jacob” pero no en sentido estricto o literal porque Jesús es presentado en los evangelios en función magisterial por autoridad propia sin referencia a la tradición rabínica al punto que esa fuera una de las acusaciones que le hicieron y en la que se fundamentaron para acusarle de blasfemo aunque no la única.
     
    Siendo judío de Galilea pero habiendo sido educado en la Ley y según los evangelios posiblemente como fariseo observante porque asistía a la sinagoga, uno puede asumir que Jesús pensaba su fe según la noción de la divinidad única que en la sinagoga se enseñaba.
     
    Ninguno de los 4 evangelios canónicos registra la formulación de alguna profesión personal de fe o alguna definición de cómo fuera el Dios en el cual creía. La razón puede ser de naturaleza textual. Ni los judíos mencionaban el nombre de Dios equivalente a griego Θςός ni los griegos que tradujeron los evangelios tampoco y cuando en el NT se mencionan textos de la Ley y los Maestros se utilizan la traducción de los Setenta que por norma evitó traducir la palabra que designaba la esencia misma de Dios, en singular.
     
    Las siguientes son citas de los evangelios en los que Jesús menciona textos del AT o los Salmos y cuyos textos contienen la palabra “Dios”. En algunos casos no es Jesús sino el propio escritor sagrado quien lo menciona, o Juan el Bautista, o quienes le prueban o tientan. Fuera extrapolar de contexto utilizar estas ocasiones para demostrar cómo o quien fuera el “Dios de Jesús” con carácter de definición o explicación. El propósito era otro y del contexto se deduce.
     
    Mateo 3, 16 el evangelista menciona a Dios, no Jesús
    Mateo 4, 3 el Tentador menciona a Dios y Jesús refuta con otro texto  que menciona a Dios (Deuteronomio 8, 3)
    Mateo 4, 5-7 citando a Deuteronomio 6, 16 refutando al Tentador que menciona a Salmo 91-11-12
    Mateo 4, 8 citando un texto del AT (Deuteronomio 6, 16), para rebatir al Tentador con la Tora porque los judíos consideraban tentaciones a Dios las solicitudes de milagros
    Mateo 4, 10 citando un texto de Deuteronomio 6, 13 para conjurar al Tentador a dejarle en paz
    Mateo 22, 24  para refutar el uso capcioso por parte de los saduceos que le prueban utilizando el texto de Deuteronomio 25, 5.
    Mateo 22, 29 en un argumento sobre un texto de la Ley y en Mateo 22, 31-32 citando el texto de Éxodo 3, 6 en el contexto de la misma discusión sobre el AT
    Mateo 22, 37 en referencia a Deuteronomio 6, 5 en un argumento con fariseos acerca de su conocimiento e interpretación del AT
     
    Marcos 1, 12. 14. El escritor evangelista menciona a Dios, no Jesús. En Marcos 1, 15 la frase Reinado de Dios no se puede interpretar como una referencia a Dios sino a su reinado por venir en el sentido profético
    Marcos 12, 18 Jesús responde a los saduceos citando la Ley
    Marcos 12, 24. 29 citando la Ley en la discusión con un letrado y con saduceos materialistas
     
    Lucas 20, 25 otra vez discutiendo la Ley aplicada en este caso al pago de impuestos a los romanos
     
    Juan 1, 1-18 El evangelista menciona a Dios varias veces, no Jesús
     
    Aplicado personalmente:
    Juan 5, 18 en el contexto de la acusación que le harán de blasfemo
    Juan 13, 3 comentario hecho por el propio evangelista
    Juan 16, 27-30. Este texto la palabra Dios es utilizada en referencia a que en su muerte y por medio de la traición se manifieste el amor glorioso de Dios; se refiere al significado de su muerte por amor y no específica o explícitamente a la definición o la identidad del Dios en el que creyera.

  • Xosé Gundín

    Román: dices entonces cualquier opinión resultará igualmente válida.
    O todas inválidas, digo yo. ¿Cómo esperar que pueda ser válida cualquier definición de lo indefinible?.

  • Cuando a alguna cosa o alguien no se tiene conocimiento sobre su existencia fuera de conjeturas, indicios, racionamiento.
    Entonce cualquiera opinión resultará igual mente válida.
    ? E s acaso tal el Dios de Jesús. ?

  • Pascual

    Y además dices y digo:
     “¿Y si “Dios” no fuera más que el Misterio Innombrable, el Aliento o el Espíritu que crea y mueve todo, el Ser y el poder ser de cuanto es, el Presente o el Silencio, la Fuerza y la Mansedumbre, el Poder y la Ternura, el poder de la ternura?”
     Tú lo estás definiendo Jose, con la lógica de tu corazón ni más ni menos. Pero Dios se te escapa.
    “Cuando alguien se dedica a aliviar el dolor de su prójimo y a curar las heridas del mundo…”.
    Ese es un lugar teológico, como dice Francisco. Dios sí que está allí y se ve, pero a su manera.
    “El Misterio creador en el que vivimos, nos movemos y somos”. Entre esos tres vértices anda. Ahí estoy precisamente.
     

  • Pascual

    Dijo Joseph Ratzinger en “Introducción al Cristianismo” Tübingen 1967: “Dios es esencialmente invisible. Dios no es el que de hecho queda fuera del campo visual humano, pero el que podría verse si ese campo se ensanchase. No. Dios es aquel que queda esencialmente fuera de nuestro campo visual, por mucho que se extiendan sus límites”.
    ¿Vieron “El tercer hombre”? ¿Recuerdan la escena del gato y la música in crescendo? Cuando pasó el vehículo no había nadie en el portal. Pero el tercer hombre había estado allí. Pues eso.

  • George R Porta

    Con el Big Bang no se agotan las preguntas. Por ejemplo: ¿Por qué se produjo el Big Bang que dio lugar a nuestro mundo? ¿Qué había cuando aún no había antes y después, aquí o allá, espacio y tiempo?  Son preguntas apasionantes, pero no busques en “Dios” la respuesta a ésas ni a ninguna otra pregunta. Un “Dios” que sirviera para responder a alguna pregunta será siempre creación nuestra, como las esculturas de Nippur.  En cuanto nombrado y representado, “Dios”, todo “dios” es un “dios” creado por los seres humanos: por su ADN y sus neuronas, su pensamiento y su imaginación, sus miedos y deseos, por lo mejor y lo peor de este pobre y admirable ser humano que somos. Todo “dios” dicho e imaginado, el “dios” de todos los “textos sagrados”, de todos los dogmas, de todas las liturgias, es una criatura humana, al igual que la danza o la música, la pintura o el poema.  Solo valen si inspiran. Solo valen si nos arrebatan al más allá sin más allá, a lo Indecible en la palabra, a lo inimaginable en la imagen.
    No busques en Dios ninguna respuesta a ningún cómo y por qué. Mira el mundo. Escucha el eco del Big Bang en las galaxias y en los bosones. Escucha ese pájaro. Mira cómo crecen el trigo y el pan. Mira esa pareja, la ternura creciendo en sus ojos y en sus manos. El mundo existe. La Vida existe. La belleza y la Ternura existen. He ahí Dios, el Aliento increado creándose sin cesar en todo, también en nosotros, para que la bondad sea más fuerte.
    Cuando alguien se abre como un niño a todas las grandes preguntas y no pretende poseer ninguna respuesta, pero guarda su alma en paz y en paz se dedica a aliviar el dolor de su prójimo y a curar las heridas del mundo, entonces hace presente y visible a Dios en el mundo. No el “dios” de nuestras imágenes y palabras, sino el Misterio que es en todo, más allá de toda filosofía y de toda religión. El Misterio creador, restaurador, consolador en el que vivimos, nos movemos y somos. Y que hacemos ser. Pues el respiro solo existe cuando los seres respiran.