China e India acaban de firmar un paquete de acuerdos económicos por valor de 19.200 millones de euros. Hasta ahora, el Elefante indio y el Dragón chino vivían una relación de vecindad más bien tensa, pero entre 1980 y 2015 China ha pasado de una renta per cápita muy baja, idéntica a la de India, hasta superar seis veces la de sus vecinos, la que figuraba como una semicolonia de Occidente es hoy la Segunda Potencia económica del planeta, pisándole los talones a USA.
Lo nunca visto! Un salto económico de la miseria a la opulencia en un poco más de 30 años. El personal critica la escasa calidad de los productos chinos, la explotación de los trabajadores chinos en un régimen de media esclavitud, el alto grado de contaminación de las industrias chinas, etcétera etcétera, la falta de libertad y el escaso respeto a los derechos humanos, la conquista del Tibet….
Diríase que la envidia corroe al resto del mundo. Que el éxito de una experiencia entre marxista-comunista y neocapitalista pone en entredicho la crisis global en que nos ha metido el neoliberalismo y el capitalismo financiero made in USA, Reino Unido, Alemania, Unión Europea y sus fieles seguidores…
Pero ahí están los números. Los trenes del Elefante indio a duras penas logran hacer el recorrido Nueva Delhi-Bombay en 16 horas, mientras una distancia igual entre Pekín y Shangai la cubre el Tren de Alta velocidad en cinco horas, la India tiene la misma destartalada y oxidada red ferroviaria de los años 1940, pero China ha construido en solo diez años la red de alta velocidad más extensa del planeta.
El economista Rohit Diwan, del Banco Asiático para el Desarrollo de Nueva Delhi, señala que hay tres factores especialmente relevantes que han influido en el relativo fracaso económico de la India, comparado con el progreso de la China: Primero, la India es una federación de estados tan independientes entre sí que resulta muy difícil de gobernar; segundo, el mosaico abigarrado de etnias que pueblan este país; y tercero, la pesada influencia de la religión, mejor dicho de las religiones de la India, que en China, gracias al ateísmo impuesto por el régimen de Mao, no supone ningún obstáculo.
A los indios les llenan de satisfacción los elogios de Occidente que califica a su país como la mayor democracia del mundo, su gran héroe el Mahatma Gandhi, sus espiritualidades y sus altas teologías y veneradas antiguas sabidurías. Saben de la adoración que sienten muchos occidentales por sus prácticas ascéticas y místicas. Pero la mayoría de su población vive en la miseria, son parias, o sea esclavos, y acogen en su territorio a las industrias más contaminantes que no quieren tener en casa los países occidentales…
A los chinos parece sentarles bien que les reprochen su incidente de Tiannanmen, su marxismo-maoísmo y todo lo demás. Antes de Mao, eran el culo del mundo, hoy son respetados y temidos, invierten el dinero que les sobra en los cinco continentes.
Hubo un líder religioso hace dos mil y pico de años que, además de predicar el mandamiento del amor, mandó a sus discípulos que sentasen a la multitud hambrienta y le diesen de comer. Y comieron todos hasta hartarse y sobraron kilos de panes y de peces.
¿Andará ese Cristo alimentador de las personas por la China, de la mano de Mao y de Den Xiao Ping? Y sus seguidores católicos que admiran a la India, ¿por qué no le piden a ese Cristo que se dé una vuelta por la India y dé de comer a los parias que agonizan de hambre y miseria al lado del río sagrado Ganges, entre las vacas sagradas que campan a sus anchas por todo el país?
Si pincháis en Internet “Economía china: Pasado, presente y futuro” de Alberto Javier Lebrón Veiga, podréis conocer más a fondo la evolución de la economía china desde Mao hasta hoy, pero también desde antes de los tiempos de Cristo…
Así como el sector agrícola de la India ha evolucionado sin ningún control ni dirección, los chinos han fomentado primero la colectivización de la tierra, para luego proceder a un sistema mixto que permitía a los campesinos apropiarse una parte de su producción, y así la agricultura se ha modernizado y ha progresado. Nada de esto se ha hecho en la India…Todo está a la buena de Dios, manga por hombro. En la India no hay campesinos, solo parias…
El hecho de que China aplicase primero un sistema económico socialista, como la antigua Urss o la actual Cuba, y luego cambiase hacia una economía de mercado, ha permitido asimismo un avance espectacular del sector industrial y de la tecnología.
Es cierto que China trabaja para la exportación, y descuida la satisfacción de las necesidades de sus ciudadanos y el consumo interior. Pero también es cierto que China en la actualidad toma conciencia de que la exportación comienza a fallarle, por la crisis mundial, y que necesita fomentar el consumo interno, mejorar los salarios e ingresos de sus ciudadanos, para mantener el ritmo de crecimiento que se le viene abajo.
En una palabra, China funciona con unos criterios racionales de expansión y desarrollo, mientras la India sigue estancada. La ayuda de China a sus vecinos indios será decisiva para el despegue de la India, y favorecerá también a la China.
Una cosa es cierta, el bienestar de la humanidad depende en buena medida de la integración y acoplamiento de la economía china y de la economía india al conjunto de toda las economías del mundo. De la capacidad y voluntad de la China para frenar el deterioro medioambiental que está provocando ella misma…
Los chinos son conscientes de todo esto, y buscan soluciones. Deberíamos sentirno más solidarios y preocupados por sus problemas y sus proyectos. Es verdad que cuesta relacionarse con los chinos, que les cuesta a ellos integrarse en nuestras sociedades occidentales. Pero quizá la culpa de este distanciamiento no la tienen solo ellos; digo yo que algo de culpa tendremos nosotros…
Hubo un tiempo en que los misioneros europeos, los jesuítas en concreto, eran muy bien acogidos en China. Ahora no, ahora la religión católica está medio prohibida allí. ¿Quizá kla iglesia católica es un poco culpable de este distanciamiento?
¡Gracias Honorio por tu respuesta, que asumo con toda paz!
Entonces, tendré que pensar, dado que todo cuanto me dices es cierto; que hay chinos (como en todo el mundo) incapaces de salir de su pobreza, porque haberlos hay-los, aquí y acullá.
Y trabajar como trabajan en España… (ahora han descubierto y apresado a unas mafias que los explotan… chinos contra chinos, quizá sea otra cosa… que ni aquí ni en ninguna parte del plaenta:
¡¡¡Puedo comprender!!!
Ni ahora en mi vejez… ni cuando tenía pocos años, que ya sufría por el trato de los fuertes a los siempre sencillos, porque nos les dejaban levantar cabeza, así los fuertes nunca dejan de serlo; son por lo visto…:
¡Especialistas en saber oprimir en su solo beneficio!
Cierto todo cuanto nos dices de lo que son capaces ¡¡¡Cierto!!! Dicho esto:
¿Por qué, aun así, sigue habiendo mucho, muchos chinos inmersos en la pobreza?
Los hombres de las tinieblas… siguen teniendo más fuerza, medios, capacidad… para que siempre haya pobres que explotar en su solo beneficio.
Discúlpame, no quiero rebatirte nada, es… que esta manera de ser en la humanidad… ¡¡¡Me puede!!!
Un abrazo entrañable.
mª pilar
¿Cuánto dolor hay en la India?.
¿Cuánto en China?.
¿Quien pude medirlo?
Porque hemos de comparar solo esos dos países. ¿Qué pasa en África? .
¿Qué sucede en Corea Norte y Sur?
¿Donde están los paraísos?
¿No será que “en todas partes cuecen habas”.?.
Hay muchas pregunta de mi vida cotidiana que yo apenas puedo responder con un balbuceo, ¿ como me atreveré a contestar lo que se me pregunta, si nada sé, más que algo por la prensa, de tantos y tantos países, entre ellos China e India.
En mi ultimo viaje a Madrid, en 2014, al ultimo momento fui a comprar unos pliegos extensos de nylon al “Chino” que vendía hasta un mes y medio antes de mi llegada a la ciudad, en la calle Orense casi esquina a General Perón según me explicó la joven que vendía jugos de frutas en un pequeño establecimiento justo al lado. Quien me hizo el encargo me aseguró que allí encontraría lo que debía comprar.
Entonces me dirigí a otro establecimiento de chinos que había visitado en la mañana en la calle Moscardó, una cuadra o dos a mi derecha. Llegué, pudiera ser a las 18.0 horas. Encontré un señor con facciones asiáticas sentado tras el pequeño mostrador contando el dinero y poniéndolo en una bolsa, y cuatro muchachas que ninguna hablaba ni español ni inglés y eran las mismas que había encontrado en la mañana.
El ambiente me pareció tenso y comprendo que inmigrantes que no hablen el idioma local se sientan incómodos, pero me llamó la atención que el señor detuviera su conteo del dinero para responder a la pregunta que le hice a dos de las muchachas por los pliegos de nylon de varios que buscaba. Una de ellas me tomó de la mano y me condujo a la estantería donde entre miles de objetos estaban los pliegos a los cuales señaló con una mano, hizo un movimiento de cabeza, dijo algo en su idioma (presumno que alguna forma de chino) y se marchó a seguir poniendo en orden la tienda.
No me pareció un ambiente cordial y relajado y el señor del dinero ni siquiera me respondió sino que dió una orden a las muchachas aunque a la salida me pidió en español lo que debía abonarle por los pliegos de plástico. No un modelo de cortesía de parte de quien quiera ganarse el aprecio de su clientela.
Una semana antes estuve en Leganes a despedirme de unos familiars. Me invitaron a cenar en la Parrilla de Leganes, donde los precios de las carnes no me parecieron baratos. En varias mesas largas observé grupos de familias o amigos. Las mujeres y los niños me parecieron muy callados, los hombres muy ruidosos y recordé a las muchachas del “Chino” de la calle Moscardó.
Me gustaría saber que se adapten bien a la cordialidad general en España, al menos en el trato de y con los turistas, y que progresen en sus negocios aunque se inventen un barrio chino en Leganes y ojalá que los españoles no tengan que mudarse a otro lugar de Madrid como ocurre con los guetos chinos de Los Angeles, Chicago y New York, donde no es fácil residir si no se es asiático.
Miami no es un modelo tampoco. Me fui al condado de Broward, al norte, porque la cubanidad es tan excesiva que me sabe mal. Aprender inglés muchos dicen que no sea necesario y eso me sabe mal. Comprendo que algunas personas recién llegadas ya mayors no lo aprendan pero que los jóvenes alardeen de obligor a los nativos angloparlantes (que queden) a sentir la necesidad de aprender el español de Cuba, me sabe mal. Prefiero la pluralidad de lenguas y culturas no el “melting pot” ( o crisol de fundición) monocultural que empobrece. Ojalá que nada de eso ocurra en España o en el resto de los países occidentales donde el neo-capitalism chino va imponiéndose.
No me gusta tampoco ver que los inmigrantes de sudamérica, como los cubanos en Miami, vean como una cuestión de derecho imponer sus culturas. No es un fenómeno extraño. El antropólogo francés Roger Bastide estudió extensamente en EE UU y otros países en los años sesenta y setenta la adaptación de los inmigrantes cuando el fenómeno era menos violento, en general, y si una cosa notó en común es que aunque algunas nacionalidades prefieren mantener los guetos con la continuidad del tiempo y las generaciones, la mayoría los abandonan y tratan de adaptarse por mimesis, adoptando costumbres del lugar de cara a l exterior y manteniendo las propias de cara a la familia y que en ese proceso parecía haber una clave de progreso no de fracaso.
Las culturas receptoras toleran mejor el reconocimiento y el respeto de y por parte de quienes lleguen y tienden a disminuir su xenophobia. Siempre hay excepciones pero la diversidad engendraba tolerancia hasta que la hegemonía de la mafia internacional comenzó a disputarse los territorios y eso es un problema hoy día, al menos en la costa del Pacífico de los EE UU y no solo la del Pacífico. Lo es también al sur de la Florida.
Si me permiten, y al hilo de los cuatro sabios comentarios que leo al pie del mío, continúo con mi reflexión, que más que un juicio es una pregunta que me quema y me gustaría ver respondida por quienes saben mucho más que yo.
Verás, María Pilar, mañica. No se puede meter en un mismo saco a chinos e indios y decir que todo es igual…Siguiendo con las referencias y metáforas del evangelio, yo diría que aquí podríamos traer a cuento la parábola del Rico Epulón y el podre Lázaro. Al pobre Lázaro solo le ayudaban y compadecían los perros que le lamían las llagas y las heridas, y las migas que caían de la mesa del Rico Epulón. A lo mejor la susodicha parábola es una representación de lo que pasa en la India: las caridades de cristianos y otras religiones apenas alcanzan a lamer las llagas de sus parias; tanto Teresa de Calcuta, tanto Vicente Ferrer, y la India sigue en manos del Rico Epulón.
Lo de China es como diferente. Te habrás dado cuenta de que el mundo está lleno de chinos, y ninguno pide limosna, como hacen los africanos o los rumanos…Los chinos trabajan, viven de su sudor, sonríen. Los chinos hicieron los ferrocariles de USA, han hecho casi todos los trabajos duros y largos en este planeta, tienen tiendas en todo el mundo, comercian con todos los países…Y son dueños de su propio país, no tienen un Rico Epulón al mando…
Respeto tus opiniones como las de todos, Gonzalo Haya: pero me pregunto dónde prospera más el ateísmo, si en la China que se ha labrado su independencia y su autogobierno, o en el mundo capitalista que dice mucho Señor, Señor, pero está instalado en la explotación de los pobres, del Tercer Mundo, y está decidido a perpetuar esta situación por los siglos de los siglos amén.
Mientras la India no rompa con ese mundo, con ese universo del neoliberalismo, seguirá siendo un país del Rico Epulón y el pobre Lázaro, y los misioneros como los perros de la parábola lamerán las llagas de sus pobres y aceptarán que esta situación se perpetúe por los siglos de los siglos. Y lo mismo todos los continentes y países que se resignan a tolerar este neoliberalismo y esta economía de las altas finanzas por los siglos de los siglos…
Estamos hablando de caso dos mil millones de personas humanas que pueblan la China y la India, amigos míos. Deberíamos tomarnos el asunto como más en serio…
¿O no? ¿Alguien me podría sacar de mi confusión?
Relacionado con la economía y los datos, tan manejables ambos y dúctiles según quien y para qué los utilice, adjunto un enlace que me ha llegado por Internet.
Aunque no relativos a China y a la India, sino a España, son unos datos muy interesantes que se presentan en el “Hispabarómetro Social de España”.
En su presentación se dice:
” El Hispabarómetro Social de España es un sistema de indicadores de interés socioeconómico y laboral, que permite el análisis comparado de diversas materias, entre las que destacan economía, empleo, condiciones y relaciones laborales, protección social, salud y educación. El Hispabarómentro constituye una herramienta útil en el seguimiento de la situación económica, social y laboral de España, tanto desde su perspectiva europea como desde su perspectiva territorial”
Pero ¡ ojo con los números ! nos pueden iluminar pero hemos de cuidar que no nos deslumbren. Sobre todo si son muchos.
Aquí queda el enlace.
http://www.1mayo.ccoo.es/nova/NPortada?CodPortada=1155
Como siempre pregunto:
¿Vale cualquier precio para un cambio que beneficia solo… ¡¡¡como siempre!!! a los que ostentan el poder?
El pueblo llano está más o menos igual de mal y siguen siendo tan pobres y mal atendidos como antes.
mª pilar
No todo el monte es orégano. El pueblo chino aguanta una situación de casi esclavitud, en las grandes ciudades la gente va con mascarilla por la contaminación, y España está llena de chinos que trabajan casi las 24 horas al pie del mostrador. Esto dicho, el artículo me hace pensar ¿qué es preferible una dictadura atea o una (semi)democracia religiosa?
Una cuestión notableses que en los EE UU la gente de a pie, la mayoría no sea directamente responsible de la criminalidad internacional de su gobierno y de sus corporaciones comerciales. EE UU no es la primera potencia del Mundo. La mayor parte de sus ciudadanos sufre carencias fundamentales como la igualdad de acceso a servicios de salud de alta calida y costo.
Ojalá que en la China no sea así y que de versa no haya pobres y que todo el mundo disfrute de igual acceso a la medicina de alta calidad y a las riquezas y el confort que aún permiten la desviación de tanto capital para comprar bienes raices en norteamérica.
Pena que el idioma o los idiomas de allá sean, para un viejo como yo, tan difícil,es de aprender porque me gustaría poder llegar antes de morir al menos a ese paraíso real antes de aventurarme en la noche en busca del otro prometido pero hasta ahora solo imaginario.