Hace unos días le hicieron un homenaje conmemorando 25 años de la huelga y está en camino un vídeo que publicaremos. Pero se nos ha adelantado Público.
“Mi voz interior me pide una quinta huelga de hambre, me da igual morir con 80 que con 81”
Por Alejandro Torrús.
MADRID.- A Juan Luis Herrero le duele la pobreza. Se trata de un dolor intenso, una especie de pinchazo en un pequeño rincón de su interior que, poco a poco, se va extendiendo al resto del cuerpo y le complica respirar con normalidad. No es un dolor de los que matan, pero sí de los que marcan. Un dolor que Juan Luis Herrero ha entendido como una voz interior y que le ha empujado a recorrer medio mundo para ayudar a los más desfavorecidos y a protagonizar hasta cuatro huelgas de hambre en la década de los 90 para arrancar al Partido Popular y al PSOE la promesa de elevar al 0,7% el presupuesto destinado a la cooperación.
Ahora, a sus 80 años, ciego y cansado, se plantea comenzar unaquinta huelga de hambre. “Me lo pide mi voz interior. Lo mismo me da morir con 81 años que con 80”, asegura Herrero, que sabe que si se lanza a la aventura morirá en el intento. “Con los años que tengo que más me da vivir uno más o uno menos.Está claro que ya no voy a conseguir nada por las buenas.Así que me planteo volver a las andadas”, insiste Herrero.
En la retina de este hombre se ha quedado grabado el apoyo que recibió durante los años fuertes del movimiento 0’7, que abogaba por aumentar el presupuesto destinado a las políticas de cooperación a ese tanto por cierto. Aquellas acampadas frente al Ministerio de Hacienda y frente a la sede del Partido Popular y aquellas huelgas de hambre salvajes a base de cigarrillos, un paquete diario, y una lucha que durante los 90 llegó a convertirse en promesa electoral de PP y PSOE e incluso en imagen del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en la década de los 2000. Sin embargo, la promesa nunca se convirtió en realidad. Otra más.
“No hicieron nada. Ni uno ni otro. Sólo prometieron cosas que no cumplieron y con la crisis ha sido peor: hemos ido para atrás“, denuncia Herrero, que no sólo carga su verbo contra el bipartidismo por su falta de palabra y de compromiso con los más desfavorecidos sino también contra la Iglesia católica y contra la esencia misma del hombre. “La Iglesia negocia mucho con el Estado pero en esa mesa nunca está el tema de la ayuda al desarrollo”, reflexiona Herrero a la vez que acusa al hombre de pecar de ambiguo: “Vivimos ofreciendo una vela a Dios y otra al diablo”.
Juan Luis Herrero ha sido en esta vida ni más ni menos que seminarista, sacerdote, misionero en África, teólogo, político, profesor universitario en Nicaragua, criador de conejos, vendedor de bisutería, activista y escritor. Pero el fondo todo era lo mismo. En la esencia estaba la voz interior y ese maldito dolor que se ha ido acentuando con los años. El de un mundo que muere mientras el otro, el de una minoría cada vez más pequeña, vive en una abundancia mal entendida, en una democracia maltratada, en una humanidad reducida a caridad.
“La gran mentira del capitalismo se basa en querer tener siempre más; nunca terminamos de saciarnos y el ser humano actual vive constantemente insatisfecho”, prosigue Juan Luis Herrero, que se define como una persona que “adelanta a la izquierda por la izquierda”. “Cada vez soy más radical”, asegura Herrero, que achaca este fenómeno a su ceguera: “Como no puedo leer ya lo único que puedo hacer es reflexionar sobre mis convicciones y fortalecerlas”.
Retomar la lucha
La reflexión constante en la que vive Juan Luis Herrero le permite comprender que su lucha, a pesar de no haber conseguido el objetivo, no ha sido un fracaso. Se siente hermanado con los jóvenes que un 15 de marzo de 2011decidieron acampar en la Puerta del Sol y con los movimientos que, aún hoy, continúan reclamando una política de cooperación seria y decidida cuyo objetivo “no sea la caridad y sí la transformación”.
“No me arrepentí. Tampoco he revisado nunca mi postura. Era la buena, la correcta”, prosigue Herrero, que sí se lamenta de haber abandonado la cuarta huelga de hambre cuando arrancó el compromiso a PP y a PSOE de incluir esta demanda en sus programas electorales y no haber aguantado hasta que se hiciera efectiva. “Pero usted podría haber muerto“, le inquiere el periodista. “¿Y qué? ¿Qué es mi vida si gracias a ella hubiéramos aumentado la ayuda al desarrollo al 0,7%?”, insiste el protagonista.
Esa ausencia de miedo a la muerte de Juan Luis le lleva a querer ahora retomar la lucha. Con 80 años. Es sólo un pensamiento. O como lo dice él una “exigencia” de su voz interior. “No puedo tirar la toalla”, incide Juan Luis, que reconoce que ya ni sus cuatro hijas intentan quitarle la idea de su cabeza. “Saben que soy muy cabezón y que haré lo que tenga que hacer. Me siento muy libre para decidir. ¿Tiene sentido agotar el tiempo que me queda o merece la pena entregar la vida por el objetivo?”, sentencia.
Desde que Jesucristo súperstar-Pablete-inauguró la “política de personalidades” la gente desprecia la acción colectiva-Marchas por la dignidad et alter-y nos han salido “muchos salvadores”-Kalhesis u otros monárquicos-.Lo que pasa que lo de España no es un “juego” y menos de “tronos”.Es verdad que el PP caga todavía en sus “tronos”,pero poco remedio es jugar al juego de los cuatro sillones o tronos…Luego si se instaura el “juego de personalidades” hay que poner a gente con más fuste porque decir que Carmena,Sabanés ….no son la “casta” es mucho decir.Finalmente toda fuerza debe apostar con candidatos de fuste ,por lo menos en Madrid,que hay muchísimo votante de izquierdas que no vota por la mierda de candidatos.¡Cómo nos gustaría un califa rojo en Madrid¡.En Madrid la izquierda pierde por la abstención,no por la dispersión…
Hablando de la “tropa” que nos gobierna actualmente,recuerdo a los jóvenes que acampaban en 1994,y que ahora-los jóvenes- según nuestra ministra Báñez, se dedican a la “movilidad exterior”.Incluso los jóvenes han encontrado nuevos “nichos de empleo” en el exterior:la guerrilla prorrusa en Ucrania o la guerrilla kurda….Otros están en Podemos.Monedero tiene un cártel en su despacho de la Complutense que anuncia un ciclo de conferencias titulado:”El cambio generacional y la nueva izquierda….”.Y sin embargo,en Madrid pasamos del tic-tac al taca-taca de Carmena.Creo que IU Madrid debe presentar al ayuntamiento a Julio Anguita como “viejo profesor” y así tensdremos pelea de taca-tacas:el de Aguirre,el de Carmena y el de Anguita.Lo malo es que si gana Aguirre no va a haber “duelo de taca-tacas” sino que la líderesa se sube a burricate de un agente de movilidad y santaspascuas….
No estoy de acuerdo con la afirmaciòn de Juan Luis de que fracasó en 1995.Aquella acción colectiva,en la que yo tuve la suerte de participar,incrementó substancialmente la ayuda privada al desarrollo.La pública ya se sabe,estaba en manos del “trilero” de González….y hoy en manos de Mariano et alter.¿Qué cabe esperar de semejante tropa?.
Verle de nuevo entre todas las perrsonas que le queremos, admiramos, y desearíamos seguir su claridad de pensamiento, palabra y obra.
No soy quien para decirle que tiene que hacer !siempre lo ha sabido! Me uno a Rodrigo, y estaré en total sintonía con su decisión.
He sentido un gran gozo al sentirle de nuevo.
!Gracias por ser como es! Un abrazo entrañable.
m* pilar
Rodrigo, envidio tu poder decir las cosas con sencillez, claridad, de modo muy comprensible y suscinto. Por más que trato no logo escapar a la verborrea de mis párrafos. Permíteme sumarme a tu comentario sin apropiármelo pero dice lo que quería decir. Gracias.
No sé, yo el gesto de Juan Luis lo veo como una acción encuadrada en otra acción conjunta de muchas personas que le dan relieve y fuerza a su gesto. No cuento tanto el sacrificio de su vida como la acción que pretende cambiar las cosas, construir algo nuevo, empujar el Reino de Dios, hacer crecer el grano de mostaza…
Tal vez estamos pecando de medir todo esto como un gesto teatral, como un ponerse uno por encima de todos y darles a todos una lección y un reproche. Por favor, hay que cambiar este mundo, hay que cambiarlo con acciones conjuntas, con planes que comprometan e impliquen a colectividades cuanto más amplias mejor. Yo ando ayudando a montar una candidatura para el ayuntamiento, pienso en prolongar este primer paso con un segundo más amplio de cara a las elecciones autonómicas, y luego de cara a las generales…
Pensemos, elaboremos cuerpos de ideas y maduremos proyectos. Pero HAGAMOS, no nos quedemos como los que se quedaron con la boca abierta v iendo a Jesús que subía a los cielos. HAGAMOS ALGO, la acción le da sentido y fecundidad al pensamiento y a la palabra, pensamiento y palabra sin acción son fuegos fatuos…Creo que Carlos Marx decía algo parecido…
Se me quedó la coda final:
El problema del conocimiento es que complica mucho las cosas. Antes todo parecía mas fácil, pero el problema es que las cosas ya no son lo que eran.
Sin entrar en el tema concreto en cuestión, para lo que no me siento capacitado, estoy totalmente de acuerdo con Oscar, en que debemos huir como de la peste de las éticas martiriales y sacrificiales, que tanto han abundado en la ascesis y en la estética cristiana.
(No hay más que ver el fenómeno filopatológico que ocurre en las procesiones de estos días, repletas de gente que en su vida normal, pasa de casi todo, y luego es atraída por la morbosidad masoquista de la sangre y los tormentos).
Hoy día existen miles de libros de Psicología y Psiquiatría escritos, sobre el masoquismo, como patología personal, que proviene subconscientemente de un imparable deseo interno de ser castigado, debido a la implantación en algun periodo de nuestro desarrollo psicológico, de un excesivo y exagerado sentimiento de culpa. Y que para más inri, viene acompañado de un resorte que lo relaciona con los circuitos que producen placer sexual, lo que le otorga su carácter morboso.
O sea que al final, y dicho con todos los respetos, si no tenemos cuidado, podemos creer que estamos salvando el mundo, y el asunto real es que no nos acabamos de perdonar a nosotros mismos, (“Hay que tratar a los demás como a nosotros mismos”, y no queremos a los demás si no nos queremos de verdad a nosotros), y como consecuencia, empieza el desvarío.
Aunque cada caso es un mundo, y sólo Dios conoce los corazones.
Comprendo los “no” que se le dicen a Juan Luis. No me sumaré a ellos. Me sumaré con toda mi fuerza a la decisión que tome Juan Luis.
Primero, porque si conozco a una persona lúcida, madura y libre es Juan Luis.
Segundo, porque siendo coherente con el “yo y mi circunstancia”, sólo Juan Luis sabe la circunstancia de Juan Luis ¿cómo podría yo decirle que lo que valoro y las conclusiones a que llego desde mi “circunstancia” están por encima de lo que él-y-su-circunstancia concluya?
y
Tercero, porque yo mismo he tenido que plantearme la misma pregunta con que termina el artículo al menos en tres ocasiones. Le entiendo. Y entiendo que no es algo que se reflexione en abstracciones, ni con superficialidad. Y sé lo que he contestado en cada una de esas ocasiones, nunca una respuesta apriori sino cada vez desde cada circunstancia concreta. Y por eso puedo entender tanto si se responde por una o por la otra opción.
No, no le diré ni “si” ni “no”. Sólo le expresaré (si le llegan mis palabras) mi honda hermandad y solidaridad, decida lo que decida. Mi cariño y admiración.
Quizás yo ande completamente errado pero no miro a la huelga de hambre del Sr. Herrero tan irrespetuosamente como para atribuirle la ingenuidad de creer o esperar que su sacrificio pueda mágicamente cambiar el Mundo. La interpreto como el esfuerzo individual (los colectivos y activamente aguerrido también son bastante inútiles demasiado a menudo) por imputar materialmente el crimen de dejarle morir contra quien lo desoiga o ignore. Yo sé que será una muerte inútil pero no puedo pensar que el Sr. Herrero mismo no lo sepa. Es también inútil vivir, y hablar, y escribir, e indignarse e irse a la plaza o desfilar con pancartas y es criminal atarse una bomba de tiempo al pecho y hacerse volar asesinando a inocentes. Es inútil cambiar el Mundo. Lo único que se puede cambiar es la propia área de influencia. La justicia y la compasión personales donde quiera que yo esté puede beneficiar a alguien o a algunas personas. Como puede hacer que se le escuche al Sr. Herrero si está dispuesto a morir por hacerse escuchar.
Respeto a quien crea su propia vida sea un regalo que justifique su prolongación, y no hablo de nadie en particular, pero la mayoría de las veces me parece, al menos lo hago yo, que la pasamos protestando de la injusticia y lo malo que está la vida y lo sordos y amañados que son quienes detentan el poder. Per cuando alguien acepta que solo vale el esfuerzo personal y empeña la propia vida no la de otros en imputar a los opresores su propia muerte, resulta que también protestamos y hasta le imputamos el error.
Yo no conozco al Sr. Herrero y me identifico con él por respeto a su decisión de hacer lo mismo que hiciera quien blandiera un arma y se fuera a la montaña a luchar a vida o muerte contra la injusticia dado que todos los recursos civiles son inútiles. Quizás muchas personas puedan mirar a sus propias vidas como algo que prolongar y defender pero si alguien ve su vida como leña para el fuego como la vieron los que lucharon contra los nazis y los fascistas, no seré yo quien juzgue que se equivoca.
La realidad es que a la caída del sol y al alba, cada persona está a solas con su vida y incluyendo a las demás personas. Cuando haya alguien que a no ser por razones teatrales o torcidas, decida jugarse su propia vida no como sacrificio redentor de nada sino como arma de lucha, no veo que deba ser criticado como si estuviese logc o como si fuera tan tonto como para imaginar erróneamente como Caifás que la muerte de uno sea en efecto la que asegure la vida de la nación.
Quienes por indignación se fueron a pasar incomodidades a la Plaza del Sol o quienes se alistaron voluntariamente a la resistencia en las ciudades tantas veces en el pasado no lo hicieron por causa de la interpretación sacrificial del asesinatoi de Jesús. Más aún si Jesús se escondió es por haber estado acorralado a juzgar por lo que dicen los evangelios.
Yo no creo en las discusiones y los conciliábulos para cambiar las situaciones. Respeto que la mayoría de la gente que vive aceptablemente bien rechace este desprecio a la propia vida, porque vive bastante bien. Lamento que sea necesario que alguien tenga que dejarse morir para proveer evidencia de la injusticia reinante. Pero no subestimo tanto al Sr. Herrero como para pensar que crea que su muerte cambiará los destinos del Mundo. Imagino que el sepa que no será así. Todo lo contrario, comparado con Oliver Sacks y su obsesión por su legado, me parece extraordinariamente admirable que nada de eso le preocupe.
Si yo no hago lo mismo no es porque crea en el valor de la vida, sino porque soy cobarde. No es que crea que el sacrificio logre nada por sí solo. Si no lo hago es porque creo que no valga la pena del vivir tratando de rechazar o posponer la muerte, a ver si mientras tanto algo cambia, del mismo modo que no veo que valga la pena buscar la muerte por derrotismo. El Mundo es lo que es y lo único que creo válido es la justicia y la compasión que cada uno en su círculo propio puede implementar.
Mi querido Juan Luis, ¡¡¡NO!!!, POR FAVOR. Como tú mismo dices, eres muy cabezón, y quienes te queremos y te admiramos te queremos vivo.
Ya sé de tu capacidad de entrega y de lucha por valores que necesitan personas como tú, capaces de llegar hasta el final para conseguir cambios fundamentales en esta sociedad y en la sociedades de todos los tiempos a lo largo de la historia de la humanidad.
Hasta Jesús (según dicen los evangelios) creyó que su muerte salvaba el mundo, pero desgraciadamente no fue así, las cosas siguen igual o peor. Pero el Cristianismo ha llevado la muerte, el sacrificio y la crucifixión de Jesús al paroxismo, y parece que al pueblo le gusta convertir en espectáculo un hecho puntual que, por otra pate, enlazaba con la “teología” sacrificial de todas las culturas religiosas, ya fuese con animales e incluso con niños. Nunca ninguna muerte sacrificial ha redimido nada.
Lo que sí podría salvar el mundo sería hacer realidad el mensaje y el ejemplo del Jesús vivo y, creo que tú, a lo largo de tu vida, has sido coherente, has luchado, has entregado tu vida por sembrar algo de justicia allí por donde has pasado.
Pienso que tu familia te necesita como esposo, como padre y como abuelo, y tus amigos y amigas también te necesitamos con nosotros/as, aunque ésta que te escribe lleve tanto tiempo sin telefonearte, pero sé que estás ahí.
Recibe un abrazote grande, grande, cuídate y déjate querer por tanta gente que así lo hacemos.
Primero, Juan Luis, un fuerte abrazo!
y segundo ¡NO!
Hola!
Consideraciones en torno a mi ¡NO! a la intención de Juan Luis.
Pienso que se alimenta un Paradigma del SACRIFICIO, el cual está en franca decadencia.
Pareciera que ya va siendo la hora de abandonar “la FASCISNACIÓN MÁGICA” de que no hay Redención sin derramamiento de Sangre.
El Sr. Periodista está haciendo “Apología de la decadencia-muerte-FRACASO”
Pienso que todo esto es, al menos, un GRAVE ERROR, que retarda la aparición del NUEVO PARADIGMA de la VIDA.
Estas fechas se prestan a los reblandecimientos sacrificiales de un FRACASO.
Porque el Cristianismo es “el FRACASO DE UN EXTREMISMO”.
Tal vez valga de algo mi consideración.
Abrazo “entrañable” (diría el Gaby) aal amigo Juan Luis! – Oscar.
Hola Juan Luis!
¡NO!
Oscar.
Amigo Juan Luis: Solo se me ocurre rezar para que tu sacrificio no sea en vano, que no lo será, porque todo lo que se siembra da fruto. Te admiro, y admiro a tu compañera y a todos los que te sostienen y están contigo.
El ejemplo de Juan Luis zamarrea nuestras conciencias para que no perdamos de vista lo importante en medio de la barahúnda de asuntos cotidianos. La injusticia nos rodea, pero la mayor injusticia, sobre la que estamos cómodamente asentados, es la injusticia con lo pueblos expoliados de sus riquezas naturales y de su capacidad de desarrollo. Gracias Juan Luis, por tratar de equilibrar los platillos de la justicia.
Hay una diferencia enorme entre este modo de ver la vida y otro de una persona preocupada por su legado, o su fama. Un agradecido abrazo a Herrero y gracias a Atrio por traerlo a colación.
Gracias, muchas gracias por este artículo que nos lleva a reflexionar, en cierto modo a asombrar. Con respeto y admiración me he atrevido a escribirte esto, Juan Luis. Te ruego me perdones, si en algo pueda herirte. No es mi intención.
Los anhelos que llevamos dentro pueden ser muy diferentes de unos a otros en sus formas, sin embargo, tiendo a creer que hay en ellos algo que les entrelaza y enreda para que en algún momento, no precisamente el que queramos y deseemos nosotros, el presente seguramente de otros, se hagan reales y hasta implementados, sin que se den cuenta, porque ni siquiera ellos, ellas se van a sentir solos, solas ni los promotores de nada. Todo es transformable y hasta en las involuciones aparentes y de lo más absurdas, se está gestando lo que ha de brotar, no cuando nosotros lo urjamos, sino al despertar en la madurez de la gran comunidad de seres humanos, que finalmente se reconocen unos en los otros, y lo viven sin exclusiones ni prioridades, ni imposiciones.
Cierto eso que dices, lo mismo da morir a esa edad, Juan Luis, un año antes o después, pero que no sea tu terquedad , sino un dejar hacerse suave , en el que apenas queda nada de ego insistente y cavilador. Simplemente eso un dejarse llevar, donde la lucidez y la sabiduría no se identifiquen con la mente egóica , que con bastante facilidad e inesperadamente invade y confunde. No es lo que nosotros queramos ya, a pesar de ser anhelo de justicia compasiva, que, por otra parte, creo empieza y va impregnándose con los que tenemos cerca unos con otros.
Sí, y tú lo sabes bien, dada tu larga experiencia, la mente nos presenta multitud de trampas en las que se confunden el cansancio de la vida y el deseo de que nuestro empeño se sienta y siga vivo en la posteridad, y por supuesto, sin darnos apenas cuenta. Es de lo más natural en las limitaciones que nos conforman y de las que tú, Juan Luis, tan extensamente nos has hablado y hecho caer en la cuenta.
La familia, aunque puede estar alejada de la casa familiar, con gran amor te muestra su unidad y cariño a tu persona. Tu presencia les hace mucho bien, aunque te pueda parecer que eso no les es importante. Lo es. Y en la medida que tu escucha humilde y tu dejarte llevar en silencio les llega a su propia intimidad, sintiéndote aún más cerca, confundiéndose contigo, aprendiendo así a transmitirlo y a vivirlo con los suyos, con los que se vayan cruzando en su camino.
Un gran abrazo lleno de cariño y agradecimiento inmensos.