Pedro Tarquis es un médico canario residente en Madrid y protestante converso. En Religión Digital ha publicado este interesante artículo.
Me piden que como cristiano protestante escriba sobre la huella de Francisco en este segundo aniversario de su pontificado. En su caso más que en ningún otro se cumple que el problema no es el Papa sino el papado.
Sin duda Francisco ha traído aire fresco en imagen, en estilo de gobierno y en conceptos éticos al catolicismo romano.
Su cercanía personal, su sencillez, su preocupación por temas sociales, su posicionamiento en temas éticos importantes (como las cuestiones de abuso sexual del clero, la inmigración, la justicia social, la persecución a los cristianos) han sido aspectos personales muy positivos y que sólo pueden leerse desde la empatía con su persona.
Pero una cuestión bien distinta es el calado del personaje, su figura como Vicario de Cristo, su postura hacia los principios fundamentales del cristianismo como lo entiende la iglesia evangélica o protestante:Sola Fe, Sola Gracia, Sola Escritura.
Francisco nada ha cambiado ni nada ha querido o anunciado querer cambiar en este aspecto.
Lutero sigue excomulgado, y la actuación de Francisco repite la del Cardenal Cisneros en su tiempo. Revolución ética y moral, pero los mismos principios.
En este sentido la mayoría de los cristianos evangélicos o protestantes no comparten entusiasmo alguno en cuanto al futuro del ecumenismo en su sentido más profundo: unidad en torno al Jesús de los Evangelios por encima del de las tradiciones, instituciones, y Magisterio.
Subyace incluso en muchos la duda de si la actuación del “Sumo Pontífice” es en el fondo una maniobra para atraer y diluir al pujante movimiento evangélico en Latinoamérica.
Por todo ello, creo que su figura es aceptada y valorada en lo personal, pero discutida, cuestionada y polémica en lo institucional. Sería necesario para avanzar superando estas cuestiones, y aclarar dudas e interrogantes, que Francisco se zambullese en lo hondo del corazón del Vaticano, profundizando mucho más que los mencionados aspectos éticos, sociales y de imagen.
Porque Jesús si bien trató estos importantes aspectos éticos y sociales (el “buen samaritano”, las parábolas), a la vez cuestionó de forma radical el mismo Templo de Jerusalén, la institución religiosa de su tiempo, las tradiciones y el magisterio de los fariseos, para decir: Escrito está.
Todo comenzó em La Paz com Hugo Banzer, Rokefeler y unos cuantos generales (militares..).Los EE.UU no duermen y tienen uma paciência…!!
Ha sido el virus del PODER lo que desde muy pronto entenebró las relaciones mentales y prácticas del discipulado de Jesús hasta ir provocando separación tras separación y ruptura tras ruptura en una metástasis estructural que debilita la vitalidad del Cuerpo Social Cristiano, incapacitándolo para ser testimonio vital de salvación humana para la Humanidad.
El brote infeccioso de este virus, ya atacó a la misma HUMANIDAD de Jesús, al sentir la invitación tentadora del: “Todo esto te daré, si postrado me adoras”.
Y siguíó atacando a los discípulos, a los que tuvo que cuidar esmeradamente Jesús para vacunarlos o sanarlos de la mortal infección, como aquella de ocupar la derecha y la izquierda del trono del Reino.
Y permanecían los ataques, hasta el punto de tener que destacar en el Ev, de Juan, narrando lo acontecido el Jueves de la Cena, no la CENA, sino el antídoto o antibiótico vacuna del LAVATORIO DE LOS PIES, al que el mismo Pedro, en principio se resistía, y a quien no inmunizó, sino en la tercera confesión de: si su amor lo consideraba preeminente al que podian tenerle l*s otr*s discípulos.
Lo de la prestancia de las primeras comunidades de Discípulos, no alcanzó la INMUNIDAD contra el virus del poder, ni a pesar del Fuego del ESPÍRITU, bajado del cielo en el Pentecostés La Comunidad Apostólica de Jerusalén, marcando presunciones judaizantes y las Paulinas con la pugna del: “Yo de Cefas, yo de— yo de..”. no eran sino brotes de la misma epidemia, que resistía, desde el Paraiso a todo el proceso Profético, al mismo testimonio de Jesús y al vendaval de SU ESPÍRITU, incubando muy pronto, lo que sería desafio a la aportación testimonial del martirio y eclosión pandémica en el maridaje imperialista- eclesial, hasta ahora.
El problema fue y sigue siendo EL VIRUS DEL PODER como factor HERÉTICO por antonomasia, pues es el ataque vital del IDOLO al DIOS BONDAD y AMOR.,con el intento teórico práctico de conseguir que la Humanidad sea apropiada IMAGEN y SEMEJANZA de la OMNIPOTENCIA, falsa o verdadera.
La VERDAD y el AMOR en LIBERTAD RESPONSABLE son fuente de UNIÓN VITAL, tanto como el poder y la prepotencia es factor calificador y segregador mortal.
La misma Naturaleza nos da lección clara y definitiva: La VIDA asocia y une; el molde de la fuerza en cambio, pone en riesgo toda unión vital, hasta el punto de que: o la vida destroza el molde, o este se carga la vida.
Ortodoxos, Proptestantes y Católicos, más o menos CISMÁTICOS y HERÉTICOS, por incoherentes c on el testimonio y mensaje claros de Jesús, hemos de revisar nuestra “tumuración” o matástasis epidémica de poder, pues ellas son síntomas mortales de la fe cristiana.
El ANALISIS, RADIOGRAFIA o TAC certeros nos vienen de aquello tan sencillo, simple y claro del Ev. de Ju, XIII,35: “- En esto conocerán que sois DISCÍPUL*S MI*S, en que OS AMAIS L*S UN*S a L*S OTR*S.”
Y para descifrar o interpretar este Análisis, Tac, o simple Radiografia no estaría de sobra tener presnte a quello de Jesús según Mt.XI, 25… y Lc.X, 21…:-“Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, bendito seas, POR HABERTE PARECIDO ESTO BIEN.”
Gracias en la víspera de la celebración de la ENCARNACIÓN =HUMANIZACIÓN del HIJO en Jesús el Galileo.
El autentico problema es:
La estructura a la que ha llegado la iglesia; solo desapareciendo el Vaticano como país, se empezarían a aclarar las cosas.
El Vaticano podría quedarse como Museo en manos de la ciudad.
Desaparecer como centro de la cristiandad…
Por sus pasillos… como nos decía un santo obispo cuando fue en busca de un papa cercano-padre-humano… comprobó que, por los pasillos del Vaticano…:
¡No es el espíritu de Jesús quien camina…!
Desde esa realidad, las autoridades de la iglesia, podrían cambiar por completo:
“De príncipes… se pasaría a servidores… hay tantas categorías, que se distinguen por colores de sus bonetes con sus variadas puntas, sus sedas, sus oropeles sus cargos… y sobre todo… sus rimbombantes títulos y categorías”.
A quien dicen seguir… se hacía llamar:
¡Maestro- Señor – siervo – amigo!
Solo para mantener ese lujo y ese despropósito, se va una gran parte de cuanto reciben.
Para llegar a una iglesia de los pobres, mejor dicho:
¡Junto a los pobres, en su lucha, en su apoyo, en sanar tantas cicatrices como los poderosos de todos los tiempo han cargado sobre sus espaldas!
Entonces la iglesia cristiana, tendría otro color, otra fuerza, otro espíritu… ¡¡¡Otro Todo!!! en beneficio de cuantas personas se acercaran a ella, la siguiesen o no.
El Proyecto de Jesús no exige seguimiento como nº de afiliado; sugiere un cambio de manera de vivir y actuar; si luego se deciden a seguir sus, pasos… eso es personal.
Como nos decía Pagola… La iglesia, tiene que “caer” más, para que de sus cenizas, pueda surgir limpia y nueva.
¡A Vino nuevo… Odres nuevos!
Volver a retomar, el sentido primero, como lo vivió Jesús; hoy, desde luego, no lo encontraríamos aposentado en el Vaticano.
mª pilar
Creo que si el Papa está preocupado por el “pujante movimiento evangélico en Latinoamérica” igualmente deberían estarlo los propios evangélicos. Este movimiento fue promovido y financiado por los EEU (Documento de Santa Fe) para combatir a la Iglesia católica y a su teología opuesta a las dictaduras. Así se exportó el peor protestantismo, (all que por ejemplo pertenece el criminal Ríos Montt). Conozco bien el caso de Guatemala y si es verdad que esa campaña norteamericana ha tenido éxito, éste es para los EEUU uno desde luego para la causa de Jesús
En ese sentido expresado por Tarquis y R, Olveras en su comentario, podemos añadir que el Concilio Vaticano II (1963-1965) quedó profundamente inacabado,
se establecieron nuevas vías doctrinales para una consideración posterior de la propia institución ( el sistema todo Católico-Romano y su apertura al resto del Cuerpo de Cristo fuera de su comunión)
Tales vías fueron luego debidamente taponadas por la restauración que siguió a continuación.
La teología del Pueblo de Dios es un intento, confío que honesto y capaz, por superar tal impasse, así como “la gratuidad” cultivada en círculos pentecostales/carismáticos.
Muy bueno. Reflexiones semejantes se escuchan en el campo ortodoxo. Y en el campo agnóstico. Y en el ateo. Eso de que el problema no es el papa sino el papado se escuchaba antes también en sectores renovadores del campo católico, pero se ha venido diluyendo por la idea de que la solución es el papa no el papado. 😉