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El TTIP o cómo venderle tu alma al diablo

PiensaChileEl TTIP es un tema sobre el que no nos cansaremos de insistir pues trae mucha cola. Hoy publicamos este artículo escrito por Ekaitz Cancela (España) y publicado el 22 febrero, 2015 , en Análisis de PiensaChile

Manifestación contra el TTIP promovida por 'Amigos de la Tierra. Europa'

Manifestación contra el TTIP promovida por 'Amigos de la Tierra. Europa'

Es tan obvio que incluso parece ofensivo decirlo, pero el Tratado de Libre Comercio (TTIP) que negocian en secreto Estados Unidos y la Unión Europea es poco más que otro montón de papeles con el único objetivo de sellar, más aun, el sistema en el que estamos inmersos. Ese en el que las multinacionales manejan los hilos. Ese que a veces deja titulares como “sólo 85 personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad”, según Oxfam. Ese en el que unos lo tienen todo y otros nada.

Cada vez que los negociadores del Tratado se ponen de acuerdo en alguna nueva normativa venden su alma a un diablo que se manifiesta en forma de capitalismo. Desde la cooperación regulatoria, que pretende otorgar barra libre a los poderes económicos, hasta el ISDS, que permite a las multinacionales denunciar a los Estados cuando sus regulaciones les perjudican. En ocasiones es el poder, otras es el dinero que reportará este negocio a los intereses privados; ambas para los más afortunados, que verán cómo su mercado se cederá traspasando una vez más las líneas rojas de lo ético y moral. La pregunta es hasta cuándo.

El retroceso en los derechos, que especialmente vivirán los europeos si se firma el TTIP, no es baladí. Un Tratado más, que sigue el camino de acabar con muchos de los avances conseguidos tras años de enfrentamientos militares en forma de Guerras Mundiales, pero con bastante menos estruendo. Ahora ya nadie hace ruido, o así lo demuestran los 560 encuentros a puerta cerrada que la Comisión de Comercio tuvo con 298 stakeholders que representan los intereses de los lobbies industriales.

Ahora la guerras por el poder mundial se deciden en los despachos de Washington y Bruselas, no en las trincheras. Los soldados no sirven a una patria, sino al interés de una multinacional. O al conjunto de ellas. Los combatientes ya no se camuflan entre los bosques, ahora se sirven de la opacidad de las instituciones para operar sin tapujos. Ya no existen las emboscadas, sino las reuniones a puerta cerrada, los desayunos “informativos” o las puertas giratorias.

Pero si hay algo que no cambia es la propaganda, tal y como Joseph Goebbels la inventó. O como años después la redefinió Bernays: “Una manipulación consciente de las opiniones de las masas”. La desinformación sobre las consecuencias en el interés público del Tratado, así como el silencio mediático con los sectores más críticos a éste se contraponen con la difusión de panfletos propagandísticos por parte de los lobbies y la Comisión.

Claro, que las comparaciones son odiosas y la no concreción peligrosa. El TTIP no acaba con vidas, sino que crea empleo. Eso dicen las farmacéuticas que cabildean para que la extensión de sus patentes impida el acceso a alternativas genéricas a las miles de personas que mueren esperando un medicamento. O como cuando hablan de proteger los servicios públicos, y los Gobiernos entienden que quién mejor para gestionarlos que aquellos que jamás escucharlo hablar de cosas como la salud y la cobertura universal. Eso que ahora es algo de interés general podría pasar a ser una mercancía como cualquier otra.

Tampoco hablamos de un genocidio consciente, racista e indiscriminado. Pero entenderán que especular con los alimentos es una constante en esto del libre comercio, y que si el precio del kilo de maíz sube, miles de personas que ni tienen televisión, ni forma de salir en ella, pasarán a engrosar la inmunizada cifra de los 805 millones de hambrientos. Daños colaterales, pensarán los que lo piensen. “Los bancos son indispensables para que el capitalismo funcione, los hambrientos no”

El nuevo Tratado de Libre Comercio será un nuevo éxito para afianzar el sistema establecido. Un logro de las multinacionales, que lejos de conformase con los millonarios beneficios que cada año duplican los de años anteriores buscan que su poder no tenga vuelta atrás, que la firma de acuerdos internacionales les proteja para siempre de vivir en sus pieles algo parecido a la igualdad: su mayor enemigo.

“Una mentira repetida mil veces se convierte en realidad”, debieron pensar en la Comisión Europea los amantes de Goebbles cuando repetían el mantra de proteger los servicios públicos momentos antes de reunirse con los lobbistas industriales en secreto. O cuando saltan desde su despacho en lo más alto de Bruselas al de las multinacionales. Ahí, en la famosa Rue de la Loi, la calle en la que se encuentra el edificio de decisión más importante de Europa, junto el cual los grupos de presión han levantado sus campamentos, que no trincheras.

Y es que al contrario que en las guerras, ya no hablamos de enemigos, sino de amigos, que en el mejor de los casos comparten cervezas, o suben a sus redes sociales los desayunos que tienen con los grupos de interés industriales antes de partir hacia la mesa de negociaciones del TTIP. Con un café y un croissant acompañan uno de los innumerables informes que explican los beneficios del idílico escenario que presentan las multinacionales.

Pero hay que ir más allá de los cientos de diablos que frecuentan las paredes azul celeste de la Comisión para ver la luz. Detrás de los cientos de federaciones y organizaciones paraguas que representan los intereses de miles de empresas privadas y multinacionales se atisba un único objetivo: ampliar el poder de los ya todopoderosos.

El TTIP no es un solo un tratado, es el triunfo de un sistema en el que los interés del 99% se diluyen entre ese 1% que acapara su riqueza. Es un documento que no sólo firma por ese bien sonado escenario de abolir las barreras comerciales, sino que busca afianzar aún más las cuerdas del tinglado industrial en el que las multinacionales han vivido durante lustros y asegurar que así siga siendo eternamente.

*Fuente: Diagonal Periódico

9 comentarios

  • Antonio Vicedo

    Añado a mi comentario esta cita que copio de Religión Digital:-
    “El Papa condena con firmeza “los poderes que manejan las políticas económicas-financieras”

    “Hay quien ofrece 11 horas de trabajo al día por 600 euros al mes. Y si no te gusta, pues te dicen que te vayas a casa. Esto es lo que pasa en este mundo, donde si tú no aceptas otro aceptará. El hambre hace que se acepten también trabajos en negro, como todo el personal doméstico. ¿Cuántos de ellos tienen garantizada la pensión?”.

  • Antonio Vicedo

    De nuevo y con urgencia hay que potenciar la alarma y precisamente en los países más desarrollados, sobre la toma de conciencia ineludible  de que el VALOR  y DIGNIDAD de la PERSONA y de las ACTIVIDADES de sus capacidades, son EQUIVALENTES e inalienables en todos y cada uno de los seres humanos.
     
    La alienación del QUEHACER del SER HUMANO, está en la base  y el desarrollo  de toda injusticia teórico- práctica de la Humanidad y permite y potencia la clasificación personal, pues ambos términos relacionales SUJETO y ACCIÓN se auto potencian o degradan en proporción directa: a menor valoración de una persona, siempre le acompaña una minusvaloración de su actividad y por lo mismo, del baremo de su participación en la rentabilidad o disponibilidades de igualdad de oportunidades.
     
    Esta inhumana situación alienante, ha conseguido estructurar todo el tejido relacional humano, desde la relación ESCLAVO y AMO, hasta en la ONU de Estados con derecho de veto o no, por disponer o no de arsenal atómico y su consecuente potencial financiero.
     
     
    Y el asunto es tan serio, y tan preocupante su predominio cultural,  que parece que esta ALIENACION entre sujeto personal y acción, es ya lo normal en la Humanidad e imposible de ser cambiado.
     
    Con todo aplomo se piensa y se proclama ¿Cómo va a tener el mismo valor LO QUE HACE un labrador,un pastor, un pescador, un albañil, un tejedor, un minero, un mecánico,un jardinero, recogedor de basuras empleada doméstica, etc. que el director de gran empresa, un profesional especialista de cualquier servicio cultural o técnico, políticos, magistrados y abogados, médicos especialistas, altos militares, etc?
     
    Pero ante este planteamiento, la pura y cruda realidad humana nos impone la cuestíon para ser resuelta  con VERDAD y JUSTICIA:
    1.- ¿No ha sido idéntica la aportación natural para que cada uno de esos particulares SUJETOS HUMANOS empezaran a existir y se desarrollaran como tales?
    ¿De qué aportación comunitaria pudieron prescindir (por lo tanto no valiosa con finalidad vital) sin que les fuera imposible sobrevivir?
    Y. si fueron aportaciones ineludibles por necesarias ¿Por qué no se las cualifica con el máximo valor equivalente,tanto por acciones, como  por sujetos de las mismas?
    Si la aportación natural ha sido imprescindible para la existencia,y desarrollo de la persona como VALOR MÁXIMO ¿Por qué ese VALOR ,no es considerado en todas  las causas imprescindibles para su consecución?
     
    Si hay don, inversión, siembra, hay derecho de justo reconocimiento en la valoración, desde el resultado, renta o cosecha,  a sus causas.
    No hay trabajo que no valga lo mismo que la persona que lo realiza, e.d. INCALCULABLE, e INALIENABLE. Por lo tanto ni ACCIÓN,ni PERSONA son mercantilizables.
     
    2.-Atendiendo al entramado de ACCIONES PERSONALES,  indispensables para los resultados , sean de remedios ineludibles para necesidades vitales o como bienes de disfrutes personales ¿Podríamos hacer una verdadera y justa valoración diferente de las acciones personales que han intervenido en el éxito de un resultado?
    Algún ejemplo:
    ¿Puede algún gran empresario conseguir algo por sí solo?- No, nada. Ni siquiera sobrevivir.
    ¿Puede alguien en normalidad disfrutar de una vida personal digna por simple autosuficiencia? No: apenas  si podría sobrevivir.
    ¿Puede un gran profesional de la cultura o de la técnica hacer algo por simple autosuficiencia, sin disponer de medios, materias primas, conocimientos recibidos? No: apenas si podría entretenerse, cansarse y extresarse.
    ¿Puede un gran especialista en medicina y cirugía sanar a alguien, teniendo que prescindir de todo lo que no pueda aportar por sí mismo? No: apenas si podría cuidarse algo a sí mismo.
    ¿Que pasaría en una de las extraordinarias intervenciones quirúrgicas, si un trabajador de la esterilización no hubiera intervenido, o hubiera fallado en su intervención, o hubiera sido a su vez defraudado por un ingrediente esterilizante falseado? Fracaso total de la intervención. Etc. etc.
     
    3.-¿Que podría hacer la multinacional MONSANTO, acumuladora de semillas patentadas en base al 0’01 % del contenido de las mismas, si el 0’99 ya pertenecía a la Humanidad como patrimonio natural?
    ¿O las Industrias de Transformación, Distribución y Comercio sin las materias primas vilmente expoliadas a sus verdaderos extractores o productores a quienes se les arrebatan en condiciones de flagrante injusticia dejándolos en la mas abyecta miseria?
    ¿ Sin ese proceder se acumularían capitales y poder?
     
    Pues de lo que se trata en el TTIP, con su secretismo y pretendida expansión, continuación del proceso de CAPITALISMO MERCANTIL LIBERAL, es un paso de tuerca, tal vez definitivo si lo consiguen, para afianzar esta cultura y praxis aberrante para la Humanidad.
    HUMANIDAD que, inundada por la ALIENACION del SER personal y de su ACTIVIDAD, queda atrapada  en la mas aberrante e injusta DESHUMANIZACIÓN, dominada por un pequeño grupo de INHUMANOS VAMPIROS, encelados en preceder con ventaja  a los grandes depredadores de las selvas y los océanos; EPULONES HUMANOS  que se comportan como monstruos acaparadores empeñados en que la Humanidad sea así  de inhumana por los siglos de los siglos.

  • George R Porta

    Otra vez al copiar de Word y pegar en Atrio dejé fuera un breve párrafo que deseaba expresar y es este: Los dos países latinoamericanos desde los que se emiten más telenovelas en castellano son Colombia y México, ambos extremadamente convulses por las guerras entre cárteles de la droga. No creo que sea mera coincidencia o al menos que ello no sea simbólico de alguna manera…

  • George R Porta

    Una de las funciones de los medios masivos de comunicación es hacer innecesaria la reflexión individual sobre la realidad inmediata, de una parte, y de otra entretener con el bombardeo consumista.

    La demanda de una mayor productividad en el empleo además de contener una amenaza sutil o no tan sutil a la preservación del mismo por parte del o la trabajadora, agota y, desde luego, mata lentamente a cambio de una remuneración incompleta, que nunca paga el verdadero valor del esfuerzo porque el empleo no paga la vida del empleado. Hasta la jubilación se la ha de sufragar el o la obrera, mientras las corporaciones patronales ganan intereses invirtiendo los fondos de pensiones.

    En todo este maremágnum de injusticia malamente hay tiempo para mirar los culebrones que constantemente salen de las emisoras de televisión que cada dos o tres o cuatro minutos producen un anuncio comercial y juegan el rol de la religión en forma de novenas de antaño.

    Casi duele al punto más alto de tolerancia si no lo sobrepasa pedir a la gente que tome consciencia. Casi nadie puede desprenderse por sí solo/a de sus adicciones. El dolor emocional, la desesperanza, las depresiones adquieren forma de adicción cuando son tan prolongadas: La conclusión de que la vida sea incambiable, intocable, un destino sin remedies.
     

    ¿Cuál pudiera ser el remedio? Quizás volver a Gandhi y su “desobediencia civil” pero faltan líderes. ¿Dónde se pudiera encontrar líderes nuevo que no se los coma el Nuevo Saturno de esta cultura del consumo y el desecho? Han surgido en los últimos cincuenta años, ciertamente, pero o han muerto en la lucha o se han convertido en dictadores o payasos de comparsa y circo.
     

    ¿Se pudiera tener una visión menos pesimista de la realidad? ¿Cómo sobrepasar el punto en el que me encuentro atascado de solo poder denunciar la opresión y la injusticia y a nivel personal, pasivamente, consumir menos, servir más a quien necesite de mis habilidades, tratar de expresar mis preocupaciones de forma más persuasiva (no sé si lo logro)? ¿Qué más pudiera hacer si me asfixia esta convicción de que ya hago lo que puedo hasta el agotamiento?
     
     
    La queja y la crítica dejan de ser proféticas, significativas, eficaces cuando se carece de voz pública…Quizás solo pueda callar.

  • mª pilar

    Uffff…¡Olga no se puede decir más claro y  de forma más contundente!
     
    Pero seguimos “pidiendo a dios” que arregle aquello que está en nuestras manos, y si no lo hacemos los humanos… él no lo hará, y así debe ser.
     
    ¿Cuantas personas llamadas “creyentes” empezando por las jerarquías que también chupan del invento… no están recibiendo beneficios de esta masacre de la tierra y en consecuencia de la vida?
     
    Leerte da escalofríos… por la verdad que hay en ese “gemido” de alerta ante tanta pasividad.
     
    ¿Creen  los que van a percibir los beneficios, no les llegará también el envenenamiento mortal que llevan sus redes?
     
    ¡También les llegará…!
     
    Sucederá como con el Ébola; no se quiere sanar en la raíz, y poco a poco, se irá introduciendo en el resto de la humanidad; y curarlo entonces, costará tanto dinero, que de haber tenido una mentalidad universal de cuidado y solidaridad, se hubiese evitado y mejorado la vida de muchas personas que viven  en una pobreza extrema.
     
    No se puede gobernar para un 10% de la humanidad y olvidar flagrantemente al 90% restante.
    Y  es, donde esta manera de actuar…  está ahora  instalado en el mundo:
     
    ¡¡¡Gobiernos corruptos, tiranos, crueles, ciegos por el poder y las riquezas a cualquier precio!!!


    ¡Gracias Olga, por ese aldabonazo de alerta!
    Un abracito entrañable.
    pili-mª pilar

  • olga larrazabal

    Todos estos tratados se hacen a puertas cerradas y a espaldas de la población.  Los medios no los mencionan, y mantienen la atención de un público consumidor de escándalos tipo farandulero, sacando a flote los negocillos de los políticos de turno, que al lado de estos grandes robos institucionales, son pelos de la cola. En Chile nos vamos de escándalo en escándalo, pero del tratado de libre comercio del Pacífico que puede darle un marco institucional a Monsanto para enchufarle al país completo todas sus patentes y semillas transgénicas quitándole la posesión de las especies tradicionales andinas americanas como  la papa, el tomate, la quinoa, el maiz, pimiento, y bayas como la murta chilena, no se habla a menos que seas activista de defensa de la ecología y de la tierra.
    La mayoría de las personas son ignorantes del efecto que los sistemas de propiedad industrial que se implementan con estos tratados, ejercerán sobre la vida nacional.  Los pequeños campesinos no podrán guardar semillas de un año para otro, las especies cultivadas se restringirán a las permitidas por la ley, la medicina se pagará al precio fijado por las grandes corporaciones farmacéuticas, la medicina natural con sus hierbas se proscribirá, como han intentado hacerlo en varias partes, y los transgénicos llenos de pesticidas serán la norma.  La Organización Mundial del Comercio, manejada por estas transnacionales, podrá frustrar cualquier intento de hacer etiquetar los alimentos explicitando que componentes tienen, y podremos ser envenenados alegremente sin poder protestar.
    Suena terrorífico, pero es así.  Y aquí ni el Evangelio ni las mandas a los santos puede hacer nada, ya que las personas que manejan el poder  son ajenas al criterio de Humanidad.  Y estamos todos en el mismo saco, mujeres, hombres, transexuales, homosexuales y lesbianas,trasvestis y padres de familia, partidarias de la libre elección para abortar, feministas, emigrantes, europeos, africanos, asiáticos y americanos, budistas, cristianos, islámicos, ateos y todos los que andamos preocupados de descalificarnos mutuamente porque  decimos que Dios lo dijo en alguna parte de un libro llamado Biblia, Corán, Libro del Mormón, o el diario El País.
    El problema es que el Dios de la Biblia tiene 2000 años y no conocía a los humanos del siglo 21.
    Y los únicos que podemos parar este escándalo somos nosotros, el 99% de la población organizado y con conciencia de lo que pasa.
     

  • George R Porta

    Nadie debiera ser sorprendido por la corrupción política reinante en el Mundo, por doquier. La naturaleza de la política es negociar también con el diablo.

    El problema es que no importa lo que ocurra ni quién o quienes sufran las consecuencias malas de la política, los electors siguen eligiendo a los mismos politicos, aunque todos sepamos que las imágenes políticas se manufacturas como cualquier otra mercancía.

    Quizás haya que seriamente considerer no acudir a las urnas, dejarlas vacías de votos, volver la espalda a las maniobras políticas, sentarnos en medio de la calle y detener el tráfico e inviter a los agentes del orden a hacerlo.

    Ya sé que alguno/a me dirá, quizás me lo dijeran muchas personas, que deliro o que haya enloquecido. Bueno, quizás, pero yo no creo en ninguna solución política. Ya solamente creo en lo que cada uno pueda hacer y en lo que los grupos sin ideologías hagan por resolver los problemas concretos de su lugar, no los del resto del mundo. Donde haya problemas haya personas concretas, vivas. Si cada uno aportara su solidaridad en el lugar donde conoce los problemas, poco a poco, los problemas desaparecerían o quizás no, quizás en el fondo todos estamos tan sedientos de poder y de reconocimiento que somos incapaces de actuar gratuitamente y de hacerlo con compassion legítima, la que responde no al impulse interior sino a la necesidad y la urgencia del prójimo.

  • Antonio Vicedo

    Tambien puede suceder, como en las epidemias y pandemias,  que, cuando ya no quedan cuerpos por infectarse, se empieza a constatar que, muchos de los infectados pero no muertos, han desarrollado anticuerpos con los que anulan la acción de los virus o bacterias criminales.
    Estemos atentos pues, por, si acaso nos ha llegado la hora  de presentarnos inmunes ante los ataques del TENER y del PODER.
    Seguro que la vacuna, si es que es aún necesaria para el futuro, no vendrá de los caldos en que vivan y se desarrollen los agentes infecciosos.
    ¿No tenemos indicado que la levadura fermenta disuelta entre la masa y con clima apropiado?
    O ¿qué es la luz y sus posibles efectos, si no encuentra realidades ajenas en las que reflejarse?

  • George R Porta

    Al final del segundo párrafo el autor propone lo siguiente: “La pregunta es hasta cuándo”. Y en el último párrafo escribe: “El TTIP no es un solo un tratado, es el triunfo de un sistema en el que los intereses del 99% se diluyen entre ese 1% que acapara su riqueza. Es un documento que no sólo firma por ese bien sonado escenario de abolir las barreras comerciales, sino que busca afianzar aún más las cuerdas del tinglado industrial en el que las multinacionales han vivido durante lustros y asegurar que así siga siendo eternamente”.
     
    El primer comentario pertinente es, si ya los oprimidos componen el 99%, para qué desesperar, el mundo que hemos conocido está llegando a su final ¿o no?”. En efecto, si todo sigue como va, por primera vez se realizará la antinomia fundamental, el todo y la nada al mismo tiempo y la nada será una masa de trillonarios, una especie de agujero negro lleno de materia que carezca de masa pero que se lo trague todo.
     
    Cuando los pobres seamos 100% los ricos (en su propia totalidad) serán totalmente invisible pero absolutamente parásitos (siempre han logrado ser una raza de opresores absolutos, puros y como soñaban Pedro (1 Pedro 2, 18ss) y Pablo (Colosenses 3, 22-25ss), los pobres serán esclavos felices en la opresión soñando que son otros Cristos asesinados y que la opresión homicida, en efecto, sea la puerta a la felicidad eterna.
     
    Una alternativa, digo yo sumándome a un cierto grupo, es la siguiente. En lugar de preguntar a los cartománticos de los medios masivos “hasta cuándo” simplemente nos pongamos de pie (aunque Pedro y Pablo y los otros once se molesten y nos excomulguen) para gritar a todo pulmón “¡no más!”, nos abstengamos de consumir: Combustibles, ropas, entretenimiento, hasta alimentos (en Auschwitz los prisioneros demostraron vivir en condiciones extremas por semanas)… En resumen, detengamos el mundo que hemos conocido y que ocurra lo que tenga que ocurrir.