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Un fantasma recorre España: la mala educación

Gil de Zúñiga 1“¡Que se jodan!”, gritó desaforada una diputada del PP en el hemiciclo del Congreso de los Diputados al ser aprobado el recorte a los parados. El insulto quedó flotando en la bóveda del coso parlamentario junto a los agujeros de las balas del golpista Tejero y sus muchachos. Este “que se jodan” no iba dirigido a los parados, según la breve aclaración de la diputada pocos días después, sino a los diputados socialistas, allí presentes. Un insulto en toda regla (ofender los sentimientos o la dignidad de alguien con palabras agresivas, el DRAE dixit). Ahora importa menos quién es la diana de este dardo lingüístico, si diputados socialistas o parados, aunque la susodicha parlamentaria debe saber que esa humillante expresión en impersonal se refiere a alguien no presente en el contexto comunicativo (“jodeos”, hubiera sido lo correcto). Aquí lo insultante es el calibre del insulto.

Los ejemplos se pueden multiplicar y actualizar. El insulto viene a ser el bizcocho con el que se desayunan algunos, tal vez demasiados,  de nuestros políticos. Y también algunos jerarcas de la Iglesia católica, cuando tratan el tema de la homosexualidad, por ejemplo. En esto es pionero el obispo de Alcalá de Henares, quien además ha creado una escuela para “reconducir y sanar” a homosexuales y lesbianas. En lugar de rebatir los argumentos del contrario con otros, sólidos y consistentes, se echa mano del argumento ad hominem, es decir, de la palabra hiriente, que surge del bajo vientre y no de un cerebro educado y que sabe guardar la compostura. De esta manera se pervierte la finalidad de la educación que nos propone Platón en su República: la educación es el único camino del hombre, y en especial del gobernante, para conformar una sociedad justa, que ame la verdad, el bien y la justicia.

El hombre y la mujer maleducados atacan al otro con palabras insultantes, barriobajeras, en lugar de desmontar con ideas y argumentos las ideas y los argumentos del contrario. Se suele decir que es un ser primitivo, que no ha tenido acceso a una educación. Pero se da el caso de que estos maleducados sí han pasado por colegios y ¡¡¡por colegios privados!!!, algunos de ellos de elevado coste y con ideario religioso-católico. ¿Entonces? Falla la pedagogía de tales colegios religiosos-católicos, porque “educan” (y han “educado”) para ser élites, léase ricos, poderosos. Una educación basada en modales discriminatorios, según el status del otro, y no una educación desde la igualdad, desde la justicia y desde la búsqueda de la verdad. Una educación cimentada en una moral católica individualista, sobre todo la sexual, y no en una ética de valores sociales. Por eso llama poderosamente la atención que la mayoría de los corruptos de ahora sean personas que han pasado por colegios privados y se consideren cristianos. Y aún más todavía, políticos que favorecen descaradamente a la Iglesia católica. No en vano el ministro de Educación (¡qué ironía!), cuando llega al ministerio, elimina la asignatura “Educación para la ciudadanía”. Es como si se dijera para sus adentros el tristemente famoso ministro Wert: “Dejemos al individuo que campe por sus respetos, por el territorio de los malos modales y se adiestre a sí mismo en las artes depredadoras, porque eso de educar en valores es pura fantasía socialista”.

Una educación, pues, para la élite, para la “minoría selecta”, como escribe Ortega y Gasset, debe perseguir la ejemplaridad. Pero cuando esto no ocurre deviene en “decadencia social”, es decir, que “las clases próceres degeneran y se convierten casi íntegramente en masa vulgar”. Y este individuo, educado para ser élite, para ser poderoso, responde a su adversario político desde su convicción política y moral, considerando al otro como un “mindundi”, un indeseable al que no tiene que dar explicaciones y menos aportar argumentos razonables que busquen la verdad. Para Nietzsche la convicción puede ser más dañina para la verdad que la propia mentira. Mal maridaje, pues, la convicción, el creer que se tiene toda la verdad, y la mala educación o el uso de la palabra como dardo envenenado y grosero.

Y esta atmósfera de mala educación, cultivada por quienes tienen la obligación de ser lámparas, recordamos de nuevo a Platón, para aquellos que viven en la oscuridad de la caverna de la incultura, se acrecienta y se enrarece hasta límites insospechados, porque, como he escrito en otro lugar (Palabras para este tiempo, edit. Poesía eres tú, Madrid, 2012):

“Si así son los “profes”,
cómo estará el patio de las tertulianas
y de los tertulianos televisivos, radiofónicos
o de prensa pazguata,
que a través del insulto
pretenden llevarse el gato al agua.
¡Dónde, la buena educación;
dónde, el valor de la palabra!”

Enero 2015

15 comentarios

  • Javier Pelaez

    Saludos,George.

  • George R Porta

    Javier solo bromeaba o por lo menos lo intentaba . He conjugado el verbo “joderme” muchas veces y estoy seguro que me quedan aún muchas otras ocasiones en klas que tendré que hacerlo. Un abrazo cordial. 

  • Pascual

    Pero aún queda gente bienhablada porque no va por la vida desasosegada. Y ahí reside un tanto el mal hablar: en que falta sosiego. Pero ¿es no no los veis? Es que ni miran, tropezan contigo y no dicen ni mu.Van afanados en la nada, porque podrían ir con afanes serios, pero van a lo loco y en la primera de cambio lanzan el taco. ¿No os habéis fijado con qué ansiedad fumen los muchos fumadores que quedan, sobre todo las féminas (y que no se me ofenda nadie) “Viven sin vivir en si” Viven en un desasosiego simplón y brota como una consecuencia lógica del mal caracter la poca vergüenza innata. ¡Pobrecillos, no merecen ni asco!

  • Javier Pelaez

    George se utiliza “hay que joderse” como “hay que fastidiarse”

  • George Porta

    Gracias Javier. Seguramente Cela llevaba razón en ello. Por lo poco que puedo entender se trataba de la diferencia entre una parte y la otra del verbo transitivo. Y hablando de estos temas gramaticales debo pedir perdón porque con esto de que desde mi laptop no tengo acceso a Atrio todavía y debo utilizar otra y enviarme un e-mail y copiar en notepad y postear en Atrio cometí algunos errores. Joder es un verbo transitivo pero no es reflexivo que es lo que quise escribir y me lié con el dale en un sentido y otro que ya estoy muy viejo para utilizar tantos ordenadores a la vez. Ojalá que Atrio se haga accesible en Windows 8.1 Explorer desde los EE UU.  Otros amigos míos de acá que leen Atrio tampoco tienen acceso a pesar de todo el esfuerzo que la redacción de Atrio ha estado haciendo que debe ser muy frustrante y grande. Esta contribución la hago desde un laptop que utiliza Explorer pero en versión para Windows XP. Cuál sea el Misterio realmente no lo puedo saber pero ya tengo una sesión preparada para esta tarde con Microsoft Technical Support para ver si se trata de mi ordenador y en ese caso poder eliminar el obstácuklo. Veremos. Gracias por vuestra paciencia y generosidad con mi mala gramática, errores tipográficos y todos esos engendros. Un abrazo cordial a cada uno

  • Javier Pelaez

    En España solemos decir hay que joderse.A nuestro Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela que fue miembro de nuestro Senado por designación real le dijo otro senador:”està usted dormido”.Y él despertàndose dijo:”No estoy dormido,estoy durmiendo.Por la misma razón que no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”.

  • George R Porta

    Javier: Perdone que te diga quien solo debe oreguntar pero joder no es un verbo transitivo en el DRAE . Si bien practicar el coito está muy bien, al menos la mayoría de las veces cuandono hay violencia envuelta en el rollo, esto de joderse no es soez sino imposible. Desde luego quizás diga una burrada que habrás de  perdonarme, pero solo aprendí cubano y el español de Miami es fatal, y castellano, real castellano no tengo ni la más prostituta idea de cómo se hable.

    Sé que Atrio es un sitio de lo más serio, pero me he reído discretamente con este de practicarse el coito que vuestros políticos parecen imponer a los ciudadanos españoles.

    Acá en cambio nuestros políticos nos tienen jodidos pero tengo entendido que la metáfora es aceptable y que fuera demasiado largo explicar cómo, por qué y para qué, etc. Un abrazo cordial

  • Javier Pelaez

    Yo que soy un soez y lenguaraz,os digo que estamos en fase de “apretón preelectoral” en la Comunidad de Madrid,vamos que los cargos se “cagan” en romàn paladín…Después de dedicarse durante toda la legislatura a echar el 19 por ciento de la plantilla de la sanidad pública madrileña han dado la orden-para lo que han trasladado el oportuno personal-de resolver todas las oposiciones y concursos oposiciones pendientes antes de las elecciones  autonómicas …¡Hay que joderse!.

  • Antonio Gil de Zúñiga

    Gracias, Murillo Agenjo. A ver si algún amigo común me facilita tu correo. Espero que la próxima vez aportes tus buenos conocimientos.

  • George R Porta

    La mala educación no es un problema exclusivamente español ni de las cortes españolas. La grosería del Vicepresidente Cheney obligó al Senado de lo USA a aprobar una Ley en defensa de la decencia en 2004. La votación fue de 99 x 1 y el votante solitario fue Cheney que acababa de insultar verbalmente a su colega Leahy (19 de junio de 2004).

    El lenguaje soez (y lo gráficamente morboso), por ejemplo, elevan el puntaje de popularidad y hace comercializable (especialmente entre los jóvenes) la música, la literatura, el cine. Por lo tanto se han vuelto permisible, costeables, y necesarias…

    El famoso “Rap” ha sido defendido, igual que la ofensividad verbal de Charlie Hebdo, Bill Maher en USA, y otros muchos sobre la premisa del derecho a la libertad de expresión, cuando en realidad concomitante existe un derecho a escoger qué se escuche. Que alguien se vea obligado a escuchar el lenguaje soez, grosero, ofensivo de un comediante o de un actor de mala muerte en el parlamento, es una violación de su espacio y de su libertad personal. Le acusarían de ser inflexible conservador/a y que la solución solo depende de él/ella. Simplemente tuviera que apagar o cerrar la TV, cambiar de sitio  en la web, volver la página o mudarse de lugar…etc.

    Puede que eso sea una opción. Pero no hay que minimizar la incivilidad como si todo fuese simplemente humor. Si alguien tirase al tiesto una bolsa con las heces de su perrito/a y ésta accidentalmente cayese afuera del mismo eso no transfiriera a quien venga detrás la obligación de rectificar el fallo de puntería responsabilizándose con la indiferencia de quien lo cometió. Un manco, por ejemplo, no pudiera hacer nada y tuviera que tolerar que
    las heces de los animalitos o las bolsitas quedasen dispersas por el parque como una especie de “instalación” asquerosa de arte conceptual.

    ¿Quién no se habrá encontrado ante la luz roja de un semáforo y justo al lado, en la otra senda, simultáneamente, se ha encontrado alguien con los altavoces de su coche a reventar, y no le ha quedado más remedio que escuchar la música metálica violenta y la letra grosera y soez de alguna canción rap cargada de sexismo, racismo, la indispensable percusión que golpea el pecho y amenaza con reventar los tímpanos casi a riesgo de shock?
     
    Todo este fenómeno de la violencia verbal o de imágenes que no llega a ser física es en realidad otro caso de “bullying” el cual no es solamente un problema escolar sino un problema relacional generalizado, público, es simplemente otra forma de violencia generalizada, la cual pudiera explicar con el argumento de la libertad de expresión aunque el mismo no puede justificarla.

    Por otro lado debiera aprenderse en casa, en la escuela, en las iglesias y los tribunales que hay una obligación, en nombre de la civilidad de respetar el espacio personal, incluyendo la libertad de escuchar que no es exclusivo ni secundario, sino concomitante con el derecho a la libre expresión porque éste ha sido se formulado dando por sentado su base, es decir, el consenso unánime de que la civilidad sea el fundamento y el propósito de todos los derechos.

  • Antonio Rejas

    Ciertamente, la mala educación es hoy una práctica muy extendida en todos los ámbitos de la vida ciudadana, expresada con palabras o gestos. Por ello, viene “ad hoc” este artículo como toque de atención a la sociedad, aunque sospecho que los más necesitados de su lectura no tendrán la suerte de encontrarse con él y si la tienen podrían pensar que palabras insultantes no son síntoma de mala educación si son dedicadas a adversarios o clases sociales inferiores a la suya.
    Estoy convencido de que la tristemente famosa diputada no ha dudado lo más mínimo de su buena educación, quedando satisfecha con la aclaración de que sus palabras no iban dirigidas a los parados. Si hubiese sido así (lo que no está claro), sus palabras habrían constituido, además, una cabronada en su primera acepción del DRAE. En cualquier caso, el destinatario de las mismas no modifica su significado porque la esencia de éste radica en las mismas palabras.
    Todo el texto del artículo es una clara exposición sobre las causas de la mala educación, pero el párrafo tercero carga las tintas sobre personas que deberían mostrar una educación exquisita pues han tenido acceso a centros educativos en general dirigidos por religiosos.
    Termino también con palabras de Platón para recordar a dichos centros que la educación debe tender a lo expresado por el filósofo griego más que a la formación de una “minoría selecta”.
    “Con la buena educación es el hombre una criatura mansa y divina; pero sin ella es el más feroz de los animales. La educación y la enseñanza mejoran a los buenos y hacen buenos a los malos”.

  • Antonio Murillo Agenjo

    Antonio Gil de Zúñiga, he leído tu artículo por casualidad. Muy interesante. Pero no es esto lo que yo quería decirte ahora, sino que esa fotografía no me recuerda nada al Antonio que yo conocía. ¿Tanto nos cambia el tiempo? Un abrazo. Antonio

  • Asun Poudereux

    Precisamente ayer pensaba en el desprecio tan carroñero de la diputada de la que habla el artículo y la reacción tan tímida que tuvo por su parte esta señora, así como  por parte de los dirigentes del partido que la eligió como  su representante en las Cortes,  y  no olvido tampoco la parte que le toca a sus compañeras  y compañeros diputados,  y finalmente,  la parte del resto de diputados de distinto signo político.  NO LO ENTENDÍ  Y SIGO SIN ENTENDERLO.
     
    No habiendo habido finalmente dimisión, ni tan siquiera la propuesta de que lo hiciera,  es fácil de intuir que el respeto mutuo  estaba y está ausente de todas esas personas políticas, por consentidoras o por su aplauso.
     
    Los ecos que me siguen llegando de los señores diputados y diputadas, en general,  dejan  mucho que desear, en cuanto al respeto al ciudadano  sea éste quien sea, y no solo por este suceso, sino que lamentablemente estamos inundados de mala educación, en todos los sentidos,  dentro y  fuera del marco político, por arriba y por abajo.  
     
    Y no digo más, pues ya el autor lo expresa claramente.
     
    El todo vale me inquieta, me llena de sospechas y barrunto que los hechos valen más que mil palabras, las que  nos quieren vender una verdad que no existe.
     
    Gracias por el artículo.          

  • m. pilar

    Y han trastocado por completo la Esencia dela fuente que deberia resguardar, sanear, quitar tanta paja anadida al Mensaje primero que dicen seguir.
    Educar para “mandar y enriquecerse” siempre trae como resultado, personas mediocres en todos los sentidos.
    !Gracias por esta extraordinaria llamada de atención!
    m* pilar

  • m. pilar

    Un buen aldabonazo, para todas las personas que contemplamos el panorama presente y tremendo que nos rodea.
    Cuando la base para la educación es obedecer sin pensar, sin discernir lo que se recbe, es cultivar las mentes jóvenes, desde un principio acomodado a un interés, no a un buen programa educativo sano y libre.
    En este país nuestro… la iglesia católica tiene una gran responsabilidad de esa manipulación, porque ha formado, mirando a mivimientos de poder, que alsean-manipulan la religión acercandola a sus intereses de poder y enrriqueciniento