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El Parlamento Europeo no es lugar para un Papa

Eldiario

Marina Albiol es eurodiputada por Izquierda Unida y con este artículo, bien razonado, explica en eldiario.es por qué los de su grupo abandonaron el hemiciclo antes de que hablase el papa. En medio del entusiasmo generalizado por esa intervención, bueno es oír estas razones…

La decisión de Izquierda Unida de abandonar el hemiciclo antes del discurso del Papa parte del convencimiento de que la religión pertenece al ámbito privado y, por lo tanto, bajo ningún concepto se puede considerar admisible su presencia en instituciones, escuelas y espacios públicos

Marina AlbiolDesde que conocimos la intención del Presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, de invitar al papa Francisco a intervenir en una reunión del pleno del Parlamento Europeo, las eurodiputadas de la Izquierda Plural hemos defendido la necesidad de dejar claro que su participación en la plenaria no solo supone una ofensa a los millones de ciudadanas europeas laicas sino que también lleva al traste más de 500 años de lucha por la estricta y necesaria separación entre la religión y las instituciones públicas.

Nuestra decisión de abandonar el hemiciclo, como hicimos ayer antes del discurso del Papa, parte del convencimiento de que la religión pertenece al ámbito privado y, por lo tanto, bajo ningún concepto se puede considerar admisible su presencia en instituciones, escuelas y espacios públicos.

El Parlamento Europeo, para nosotras, no es lugar para sermones religiosos. Y así lo expresó también el eurodiputado francés y cofundador del Parti de Gauche, Jean-Luc Mélenchon, con quien compartí el martes por la tarde unas jornadas sobre el laicismo en Europa.

Mélenchon se mostró indignado porque el hemiciclo hubiera acogido un sermon religioso y lamentó que el Papa no hubiera celebrado, en su lugar, ese acto en la catedral de Estrasburgo, que es donde a los fieles realmente les habría gustado verlo. Ese debe ser el sitio de la religión: los templos. Nunca los parlamentos. Incluso cuando, como en el caso de ayer, se tratara de convencer a la opinón pública de que el papa Francisco venía como jefe de Estado.

¿O acaso a alguien se le pasa por a cabeza la imagen de un presidente de un Gobierno dirigiéndose desde el altar a los feligreses congregados en una catedral? Se puede ir más allá: ¿Alguien entendería que un jefe de Estado utilizara el balcón central de la basílica vaticana para explicar a los creyentes congregados en la explanada de la plaza de San Pedro la necesidad de respetar la libertad sexual de las personas y el derecho de cada mujer a decidir sobre su cuerpo y su maternidad?

El Estado español, señalabamos en las jornadas sobre laicismo en Europa, es uno de los mejores ejemplos de como, en pleno siglo XXI, la jerarquía católica sigue injeriendo en los asuntos públicos. La presión de la jerarquía católica a los gobiernos españoles hace que se legisle en favor de su credo y su doctrina, intentando imponer constantemente su moral al conjunto de la ciudadanía. ¿O es que acaso la iglesia católica no continua adoctrinando en las clases de religión, negando reiteradamente los derechos de las mujeres e intentando evitar que cada una decidamos con que persona queremos casarnos o acostarnos independientemente del sexo que sea?

Esta injerencia permite también entender como Españ a es un paraiso fiscal para la Iglesia católica. Según los datos de la organización Europa Laica, la iglesia,exenta de pagar impuestos como el IBI o el de sociedades, recibe anualmente, entre privilegios fiscales, exenciones y partidas presupuestarias, cerca de 10.000 millones de las arcas públicas.

El martes abandonamos el hemiciclo también para denunciar que estos privilegios son impropios de una sociedad que se considera democrática y son inapropiados para una Europa que dice basarse en el respeto a la libertad de conciencia.

Nuestras razones son las de Saramago, el Saramago lúcido que siempre fue y que de tan mal humor ponía a la iglesia neomedievalista que sufrimos no sólo, pero especialmente, en el Estado español.  Dijo el viejo sabio que a la “insolencia reaccionaria de la Iglesia católica hay que responder con la insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable”. Porque cómo él mismo nos recordara, “a la Iglesia le importa poco el destino de las almas y lo que siempre ha buscado es el control de sus cuerpos”.

17 comentarios

  • Javier Pelaez

    En el Parlamento europeo hay mucha gente que habla contra el neoliberalismo y contra las políticas migratorias de los países europeos.No es necesario que el Papa vaya a hablar de eso.Algunos diràn que vaya al Parlamento europeo a hablar a los católicos de derechas de esos temas porque a los de izquierdas que hablan de eso no les escuchan.Sería màs pràctico que excomulgará  a los católicos xenófobos y neoliberales o mejor que se “autoexcomulgue” a sí mismo como representante de ese engendro anticristiano del Vaticano…En fin,no es necesario que el Papa hable en el Parlamento de temas que ya hablan nuestros representantes políticos…

  • h.cadarso

    Ahora resulta que nos enteramos de que un tal Bartolomé de las Casas tenía una concepción clara y meridiana sobre el método de evangelización correcto, sobre el respeto que toda religión debe tener a las instituciones civiles y a la libertad de las personas. Gracias, manito Olvera!
    Los de Podemos han optado por aprovechar la palabra de Francisco papa para confirmar sus propuestas. Vale, no se lo reprocho. Pero lo cierto a mi entender es que el Papa ya recaído en la manía de tantos y tantos papas de cristianizar a Europa, ese muerto viviente cuya trayectoria histórica está tejida de un despotismo del poder civil que oprime al pueblo y esclaviza al Tercer Mundo, con la anuencia del poder eclesiástico del Cristianismo “a la europea” que bendice cañones, va con la cruz al amparo de la espada por todos los caminos, y bautiza al personal antes de que puedan bautizarse por una opción libre y personal…
    El único signo evangelizador, si he entendido bien a George Porta, Olvera y De las Casas, es la encarnación del cristianismo, digamos de la iglesia verdadera, en el mundo de los pobres, con los que luchará a brazo partido por conquistar su libertad y demás derechos humanos. Este testimonio de solidaridad y encarnación es el único sistema de evangelización; por eso es tan querido Desmond Tutu en Sudáfrica, por eso es tan venerado Gandhi en la India, y Teresa Romero enfermera y contagiada de ebola es tan admirada, mucho más que los ministros del PP del Opus Dei y de los Kikos,  por eso el personal se distancia de la iglesia católica, porque la ve más preocupada en combatir la homosexualidad, el divorcio, los anticonceptivos que la injusticia, más preocupada de tener sus propios recursos económicos y su trocito de poder, que de identificarse con los pobres y su suerte. Más preocupada de fomentar el culto en templos suntuosos que de buscar a Dios en las chozas de los pobres…
    Me quedo con Fray Bartolomé de las Casas, amigo Duato…

  • pepe blanco

    Pues nada, seguid dándole pienso al cerdo.

  • olga larrazabal

    Como decía Pinochet: ” Gústele o o le gústele” Don Pancho es Jefe de un Estado que tiene un poder del carajo.  Y si hablan políticos europeos bastante corruptos, vistos desde aquí, por lo menos, no veo por qué este señor no va a hablar.  Mal que mal hasta USA cuando quiso botar el muro le pidió ayuda al Vaticano, la obtuvo y miren lo que pasó.  Y lo que pasó en A. Latiana.
    Por supuesto que no estoy a favor de una Iglesia dueña de un Estado, como tampoco estoy a favor de una monarquía, aunque fuera decente, ni de una Iglesia metiéndose en la vida privada de la gente.  Pero no es culpa del puerco, sino del que le da el afrecho.

  • oscar varela

    Hola!

    Tal vez la Historia de tantos siglos de pueblos de vida humana pueda mostrar que:

    * Dios nunca muere ni lo mata nadie …;

    * … solo se va esfumando.
    …………………….

    Las generaciones van percibiendo los aromas
    que también seguirán el camino del “esfume”.

    Las “izquierdas” de nuestro tiempo son un caso de “otorrinolaringología” cultural.

    ¡Ya irá pasando!

    Mientras tanto, no es tan malo que haya censores de los malos olores ¿no?

    ¡Voy todavía! – Oscar.

  • Teresa Walsh

    No soy fanática de Bergoglio,  sigo sus dichos y gestos,  unos y otros casi siempre aportan  y mucho.  Me apena que dentro de la izquierda se geste cierto fundamentalismo laicista. Me encanta la separación Iglesia- Estado, distancia que en mi país lleva casi un siglo.   Me disgustan las actitudes estridentes. El  obispo de Roma  supo movilizar mentes y corazones para evitar una intervención militar en Siria…recordemos que muchos belicistas se coaligaban para meter sus narices aún más en el Medio Oriente, y el Papa Francisco convocó a un ayuno. Una bofetada para muchos  entre ellos había celosos de la laicidad.
    Tampoco olvidemos su contribución a la causa de los inmigrantes. Jamás pensé que un papa dijera en una entrevista “nunca fui de derecha”.
    Las palabras de Saramago se vuelven contra muchos,   indicar dónde debe hablar una  persona resulta un ejercicio de control. En otro tiempo,  sólo la derecha más recalcitrante pedía que un obispo sólo desempeñara su oratoria en un “templo”.  Recordemos que mi país (Uruguay)  votó un mes atrás junto a la primera ronda electoral un plebiscito sobre la baja de la edad de imputabilidad, medida que encontró una feliz resistencia en nuestro arzobispo Sturla. Pues bien quien le sugirió  otro escenario para su  discurso y límites a su contenido fue el líder de la derecha más rancia.
    Un último comentario: las palabras del literato lusitano también merecen matices,  salta cierto perfil autoritario referirse a  una institución enorme con ese grado de generalización . El control de los cuerpos  es una asquerosa actitud de  muchas prácticas religiosas como también de marcadas acciones ateas. Fromm sostenía que quien gobierna la sexualidad gobierna la persona y miraba también al estalinismo.
    Agotadas las propuestas viables,  lo espectacular ocupa el lugar de las propuestas.

  • pepe blanco

    Estoy de acuerdo con lo que dice el artículo. Si tuviera que hacer alguna matización, pondría en duda los diez mil millones de los que habla. Probablemente sean más.
     
    Si Bergoglio habló ante el Parlamento europeo como papa, mal. Pues, como dice la autora, el lugar para los discursos de un papa es un templo católico. Si habló como jefe de estado, peor. Pues es el jefe de un estado que no ha firmado la Declaración Universal de los derechos humanos, un estado que no es una democracia, que discrimina  institucionalmente a las mujeres y, que, además, está gobernado por una pandilla de viejos solterones que son unos aburridos y unos pesados.
     
    ¿Invitó Bergoglio a hablar ante el sínodo sobre la familia a los lideres de los movimientos LGTB?
     
    No tengo nada en contra de que la iglesia católica quiera aprobar leyes en los parlamentos. Pero que lo haga a través de los cauces que prevé la ley: que se constituya en partido político y se presente a las elecciones con su propio programa de gobierno. Es así de sencillo. Pero esa actitud de pretender erigirse en meta-institución, en conciencia ética (¡¡¡!!!) de la ciudadanía, por encima de las instituciones publicas, me parece, en pleno siglo XXI, sencillamente inaceptable.

  • Rodrigo Olvera

    [Abusando de la generosidad de ATRIO, no me resisto a compartir un extracto de la cuarta sección de mi trabajo sobre De las casas y la legitimidad evangélica de las teologías de la liberación y del pluralismo religioso]
     
     
    4 LIBERTAD RELIGIOSA Y PLURALISMO
    Quizá uno de los campos en donde más se destaca de manera original De las Casas es en su reflexión sobre la libertad religiosa. Nuevamente, es el contexto histórico el que le posibilita recuperar textos de los tiempos patrísticos para reformular la teología de su tiempo, sin traicionar el Evangelio. Por el contrario, negarse a semejante reformulación conduciría, como condujo a varios de sus detractores, a convalidar en la práctica una situación de pecado masivo y estructural que clamaba al Cielo.

    Gustavo Gutiérrez marca la distinción entre la libertad del acto de creer, es decir, que queda prohibida la coerción como medio de evangelización, y la libertad religiosa que implica la libertad de elegir la religión que se desea, aún rechazando el cristianismo. Ambas libertades fueron reconocidas en los principios de la evangelización, cuando el cristianismo no estaba aliado al poder civil, siendo más bien perseguido.

    Sin embargo, al paso del tiempo y con la cristianización de Europa de la mano del poder imperial, la teología se ocupó de la primera de las libertades pero olvidó la segunda.

    […]
    Respecto de la libertad del acto de creer, la pregunta fundamental no era si se podía o no forzar a creer a los indios. La respuesta, aún en los mayores defensores de la conquista, es que no era posible. Pero la doctrina común en esos tiempos aceptaba el uso de la fuerza para remover los obstáculos a la predicación. En este sentido, se justificaba la guerra de conquista como medio legítimo para remover los obstáculos a la predicación cristiana en las Indias.

    Más difícil es el tema de la libertad religiosa. La pregunta es si los indígenas, una vez escuchado el mensaje cristiano, tienen derecho a rechazarlo y elegir mantener su propia religión y sus propios ritos.

    De las Casas no tiene una doctrina sistemática, y su pensamiento naturalmente evoluciona con los años. Podemos afirmar que al final de su obra, considera que los indígenas sí tienen un derecho, una libertad, a elegir su propia religión.
    De las Casas afirma que sin libertad ni siquiera es posible hablar de proclamación del Evangelio, porque el único modo de evangelización que Jesucristo utilizó y ordenó fue el del diálogo pacífico y libre. Los evangelizadores no pueden usar más que la palabra y las obras. En especial, De las Casas advierte que el principal obstáculo a la proclamación del Evangelio en el Nuevo Mundo no es la religión de los indígenas, sino los malos ejemplos de las acciones injustas de los mismos españoles.

    […]
    Como bien hace notar Gustavo Gutiérrez, precisamente porque a De las Casas le interesa que los indios reciban la fe cristiana, es que se interesa por defender su libertad religiosa. Porque sin libertad, no estarían haciendo realmente un acto de recepción de la fe, sino una simulación que les significaría incurrir en pecado.
    De las Casas, llevando al límite la doctrina de San Tomás de Aquino sobre la conciencia y el error invencible, considera que los indios están obligados a defender sus tradiciones y religión, en la medida en que no reciban la fe cristiana por Gracia y Revelación […] Sólo Dios sabe como juzgará a quienes rechacen la prédica cristiana por seguir su propia conciencia. No le corresponde a la Iglesia, y mucho menos al poder civil, castigar a los paganos.
    La teología delascasiana es problemática, y hace resonancias con los debates de la teología de nuestros días, en dos aspectos: en primer lugar, respecto de la teología moral, especialmente en el ámbito de la sexualidad; y en segundo lugar, respecto de la legitimidad de las teologías del pluralismo religioso.
    En cuanto a la moral sexual. Podemos ver argumentos semejantes entre los utilizados por los detractores de De las Casas y la actuación de algunos miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica respecto de las leyes que despenalizan el aborto. En primer lugar, el uso del derecho natural. Este argumento es fundamental, pues legitima la actuación no como imposición de la doctrina católica, sino como exigencia de toda conciencia, se pertenezca o no a la Iglesia. El segundo elemento, es la justificación del recurso de la actuación del poder civil para asegurar el respeto de la ley natural así señalada.
    No es de extrañar que haya sectores de la sociedad secular que se resistan a la intervención de jerarcas católicos en los debates legislativos. Es percibido como el aprovechamiento de poder político para imponer una moral propia de la Iglesia. La elaboración teológica de De las Casas parece ser más evangélica y más efectiva. Puesto que la credibilidad del anuncio de la fe se ve debilitada cuando la predicación se apoya en coacción del poder político, sería más evangélico que la Iglesia renuncie a intentar influir desde el poder. Por el contrario, el diálogo, las argumentaciones, y el ejemplo de vida y virtud de los predicadores podrá hacer más bien, para atraer a las personas a la proclamación de la Iglesia. Los predicadores actuales, a semejanza de quienes legitimaban apoyarse en los conquistadores en su tiempo, corren el riesgo de ser responsables de que la fe cristiana sea rechazada. No basta con que lo que se predique sea verdad, es necesario que los medios utilizados hagan creíble y aceptable la predicación.
    En cuanto a las Teologías del Pluralismo Religioso. La teología de De las Casas nos muestra que la comprensión, y aceptación de la libertad de elegir la propia religión (que va más allá de la simple tolerancia de algo malo, al reconocimiento de un derecho de las personas) no es meramente una aceptación acrítica del pensamiento posmoderno.
    Por el contrario, al recuperar las obras de Tertuliano y otros autores de los primeros siglos, De las Casas nos permite recordar que la libertad religiosa es un elemento esencial de la práctica de Jesús mismo. Es pues, con toda legitimidad evangélica, parte de la auténtica tradición cristiana.
    Esto no significa que las teologías del pluralismo religioso estén exentas de problemáticas; tampoco que se afirme que no es necesario mantener una atención a la fidelidad de la propia fe. Pero es importante que el cristianismo recuerde su nacimiento como una religión perseguida. Que defienda la libertad religiosa no sólo cuando se encuentra en persecución, sino también y especialmente cuando su privilgiada posición social le ponga en riesgo de violentar la libertad de quienes –por la razón que sea- rechazan pertenecer a ella.

  • Rodrigo Olvera

    Estimado Antonio
     
    Si me toleras la broma, me siento como en la película Interestelar, por aquello de que l respuesta aparece antes de que se formule la pregunta 😉
     
    Para que quede en orden lógico, a tu muy válida pregunta (articulada en una serie de preguntas), respondo copiando nuevamente que [y]o no estoy en contra de la espiritualidad. Tampoco estoy en contra de la religión en sí. Tampoco estoy en contra del cristianismo. Pero no me trago el proyecto de recristianización de la vida pública que emprendió Wojtila, siguió Ratzinger y continúa Bergoglio [subrayo ahora la continuidad de Bergoglio].
     
    Agrego algunas ideas:
    a) Me parece que ni Ignacio, ni Gonzalo  reconocen un proyecto de recristianización del espacio público-político en el discurso de Bergoglio ante el parlamento. Tú mismo, en el comentario en que explicabas la publicación de la anterior entrada sobre el tema, interpretabas que había una enorme diferencia entre el discurso de Wojtila y el de Bergoglio; como si Bergoglio no hubiera llamado también a que Europa regrese a su identidad cristiana y a que el Parlamento Europeo se someta a la “ley natural”.
     
    b) Te confieso que no había leído el discurso de Wojtila del 88. Ahora que lo leo, no sólo no encuentro grandes diferencias entre ambos, veo sólo una forma más sutil (y por lo mismo, más riesgosa) de vender el mismo proyecto de recristianización de las instituciones políticas europeas. Más aún, mi hipótesis es que el discurso de Wojtila fue usado como el esqueleto sobre el cual se construyó el discurso de Bergoglio, tan sólo actualizando algunos elementos (que en Wojtila se presentaron como esperanza de que se hicieran, y en Bergoglio se denuncia que se corrija el no haberlo hecho). No sólo es el mismo proyecto de recristianización y los mismos temas, sino en más de tres ocasiones es la misma fraseología… o muy cercana. No me extiendo en ejemplos por razones de espacio, la comparación valdría una entrada en sí misma.
     
    c) El cuestionamiento al proyecto de recristianización del espacio público-político desde la POLIS puede (debe) complementarse desde la EKKLESIA, como y ha hecho George atinadamente en su primer comentario.
    Recordarás que hce algunos años te compartí el trabajo final que hice en la materia que cursé con Gustavo Gutiérrez. El trabajo era sobre Bartolomé de las Casas, algunas teologías comtemporáneas (especialmente las teologías de la liberación y del pluralismo religioso) y los Derechos Humanos (si me toleras la autopromoción, sin falsas modestias diré que algún mérito ha de tener ese trabajo, por la calificación obtenida jaja).
    Entre otras cosas, citaba yo un libro de Bartolomé que ojalá fuera más estudiado: Del único modo. En ese libro, Bartolomé asegura que existe un único modo de evangelizar, que es hcerlo como Jesús: convenciendo (especialmente mediante el ejemplo) y jamás imponiendo (mucho menos mediante las armas). Yo retomé desde donde dejó Bartolomé, y lo expandí a decir que el único modo de evangelizar es mediante el convencimiento y jamás mediante el poder propio ni la alianza con el poder. Y concluía que el único modo y la única razón de ser iglesia era la compasión que se concretiza en la defensa de la vida de quienes sufren injusticias.
    Pues bien, yo me ratifico en esa convicción: el único modo cristiano de realizar el aporte social del que hablas en tus preguntas, desde mi opinión, es mediante el modo de Jesús (reconstruir la vida de las personas desde los espacios en que viven las personas excluídas, mediante el ejemplo y la estrategia de la levadura dentro de la masa) y no el modo de Caifás (la obtención de espacios de poder, en alianza con los poderes políticos). ¿Quiere el catolicismo aportar a los valores, a los derechos humanos? Más que buscar la recristianización de las instituciones públicas, vivan al interior de las comunidades eclesiales esos valores, promuevan los derechos humanos en la experiencia intraeclesial… y entonces será reconocido por la gente que no es católica, incluso por la anticlerical.
    De hecho, ya ocurre… ¿cuántas personas furibundas anticlericales, respetan a Jesús de Nazareth y a comunidades eclesiales como la de Entrevías?
     
    Abrazos y esperanzas

  • George R Porta

    Amigo Duato: Cuántos siglos han perdurado las religions? Cuál fuera el argumento persuasivo que justifique la esperanza de que la influencia ética de su sabiduría ahora sea mayor y más efectiva que a lo latgo de tantos siglos? Es la religion la que ha sido mundanizada en un esfuerzo de sus estructuras de poder para subsistir. Fue Constantino quien tiró el cabo a Pedro que se ahogaba porque en el siglo cuarto “Pedro” seguía siendo el mismo Pedro que describen los evangelios en la noche de la aparición de Jesús. Todavía la institución eclesiástica es financiada por quienes se sirven de la ética de los jerárcas religiosos y esos jerarcas son los que definen la ética official a la que están sujetos los seglares que no creen en su propia autonomía.

    Si la Iglesia Profética que deseó seguir a Jesús y aún quizás desea seguirle hubiera enseñado a los cristianos seglares a discerner en su fuero interno y a asumir los riesgos de la vida no por ambición por el “cielo prometido” ni por horror al infierno imaginado, sino por fidelidad a los  valores teleológicos de Bondad, Justicia, Belleza, Compasión, Solidaridad,  Verdad, la familia pudiera jugar el rol politico activo que debe en la comunidad local para efectuar el Bien Común, y la jerarquía eclseiástica pudiera estar descentralizada y functional con transparencia y eficiencia al nivel del Cristiano de a Pie. Hubo un tiempo en el que las Cartas de Comunión eran suficientes para conectar a los líderes eclesiales entre si y otro en el que los obispos oponían al poder imperial aunque les asesinase. Todavía ocurre. Oscar Romero es un ejemplo de ello y los profetas aún surgen, por ejemplo Ellacuría y sus compañeros, Arrupe y Maccise frente a Juan Pablo II,
    los curas obreros aunque hayan sido sofocados en su momento. Si la religion tiene algún fundamento, que yo lo cuestiono, no tiene que jugar a la pol”itica que necesita ser corrupta para poder funcionar. Son los seglares quienes tienen que dar testimonio de Jesús en primer lugar y eso no lo han logrado las religiones, ni la Cristiana, ni ninguna otra con sus respectivos fundadores. Qué pudiera hacer pensar que ahora pudiera ser diferente?

  • George R Porta

    Si los seglares jugaran un rol suficientemente activo en la vida y el liderazgo eclesiales no hubiera necesidad de que el Papa represente a la Iglesia y menos que lo haga a título de Jefe de Estado. El Vaticano no es un estado como las demás naciones, sino un territorio donde la jerarquía eclsesiástica no la Iglesia tiene establecidas sus oficinas corporativas pero no un estado en el que sus ciudadanos seglares tengan voz y voto en mayor medida que en Dubai o en la Arabia Saudí. Por eso, en el mejor de los casos, el Papa pudiera ser invitado como orador privado, aunque no le veo el sentido porque los escándalos de corrupción interna y los problemas de rebeldía interna que según González Faus le hacen sentir “despellejado” reclaman mucho más de su liderazgo que cualquier institución internacional que debe operar según el estilo seglar o laico.

    La propia doctrina social del Magisterio Católico y la valoración de la autonomía del fuero interno personal al interior de la familia requieren del esfuerzo de Francisco. Europa no existe más que en la imaginación de las estructuras de poder existentes pero hay millones de europeos que solamente pueden sufrir la injusticia mientras que algunos cientos la efectúan. Cuál de las dos poblaciones es la que invita a Francisco y cuál es la que le escucha?

    La Religión necesita ser independiente del poder politico y las estructuras políticas si quiere tener alguna significación profética y la misma Iglesia necesita despojarse de su estructura monárquica de liderazgo si deseo ser no religiosa, sino seguir las huellas de Jesús de Nazaret hasta donde podemos saber que las huellas que parezcan pertenecerle auténticamente le pertenecen. Me refiero a la desarticulacioón de un derecho canónico que sigue siendo afrentoso y a un magisterio dogmático que sigue siendo cuestionable en tantos aspectos no solo por la Ciencia sino por la propia experiencia humana del creyente de a pie y del no creyente por igual, sea cual sea su preferencia religiosa.

  • Antonio Duato

    Sabía que el artículo de Marina Albiol iba a suscitar el debate sobre la laicidad, que se basa en la afirmación con que comienza: “la religión pertenece al ámbito privado”. ¿Es esto totalmente cierto? ¿También la ética pertenece a la ámbito de lo privado? ¿Nada pueden aportar a la fundamentación de los valores democráticos la sabiduría verdadera que se ha transmitido a través de las religiones? ¿No pueden ellas participar en el necesario debate público sobre valores constitucionales que hoy debe abordar un proceso constituyente, por ejemplo el realizado en Bolivia recogiendo la sabiduría de tradiciones antiguas? Habermas ha estado muy abierto a estas cuestiones.
    Gonzalo distingue entre laicidad y laicismo. En Francia, origen de la laicidad moderna, no tienen esa distinción. Yo prefiero hablar de laicismo dogmático y laicismo abierto. Y ese debate lleva tiempo desarrollándose en Francia. Os invito a leer un texto -antiguo y actual- de Edgard Morin que publicaba Iglesia Viva en su último número: El agujero negro del laicismo. Mejor dejar que la crítica al laicismo (del que muchos somos aprendices agradecidos) se haga desde el interior del mismo, no desde los que nos hemos despertado a él, desde el viejo sueño clerical.

  • Rodrigo Olvera

    Y dos mil años de historia unen a Europa y al cristianismo […] Esta historia, en gran parte, debe ser todavía escrita. Es nuestro presente y también nuestro futuro. Es nuestra identidad […] para suscitar y promover una Europa protagonista, transmisora de ciencia, arte, música, valores humanos y también de fe
     
    Más espiritual y social que marcadamente religioso y cristiano. Ajá, si.
     
    Yo no estoy en contra de la espiritualidad. Tampoco estoy en contra de la religión en sí. Tampoco estoy en contra del cristianismo. Pero no me trago el proyecto de recristianización de la vida pública que emprendió Wojtila, siguió Ratzinger y continúa Bergoglio; no me lo trago ni siquiera bajo la bandera de la promoción de los derechos humanos que el Vaticano no respeta.  El dia que Bergoglio firme los principales tratados de derechos humanos, modifique el Código de Derecho Canónico y las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano, tendrá credibilidad en materia de  promoción de los derechos humanos. [Doble contra sencillo a que no lo hará].
     
    Saludos

  • Gonzalo Haya

    Las situaciones concretas son complejas, y no se resuelven contraponiendo conceptos abstractos como si fueran blanco y negro. Conviene distinguir entre laicismo (rechazo a la religión por su interferencia en lo político) y laicidad (neutralidad respecto a la  religión mnteniéndola fuera de la política). Entre espiritualidad (ideales que superan los egoísmos individuales) y religión (concreciones de la espiritualidad). Entre Derechos humanos y Política de partidos para concretar esos derechos. Se podrá definir mejor cada uno de esos conceptos y se puede añadir que en cada uno de ellos se mezclan otros intereses, pero creo que pueden ayudarnos para entendernos con buena voluntad.
    Ahora bien, Interpreto que invitar al Papa -y sobre todo a Francisco tal como se está mostrando- o al Dalai Lama al Parlamento significa invitar a un referente de la espiritualidad para que estimule la defensa de los Derecho humanos entre los parlamentarios, que buscan concreciones políticas de esos derechos.
    Que Francisco se presentó como pastor y eso es un término religioso cristiano… vale, pero ¿invalida eso que su mensaje fuera más espiritual y social que marcadamente religioso cristiano? ¿se ofendería un imam musulmán o se sentiría solidario? ¿Estamos para buscar diferencias o para sumar apoyos en la defensa de la dignidad y de los derechos humanos?
    Creo que Izquierda Unida se dejó llevar de antiguos prejuicios, probablemente con toda su buena intención. Creo que es mejor aprovechar la potencia social que ha desarrollado el evangelio (más espiritualidad que religión) durante siglos para lograr los ideales de toda izquierda que se precie. Estamos viendo que Podemos ha aceptado un Círculo de espiritualidad progresista impulsado por un monje trapense. Creo que esa es la línea que puede ayudarnos a superar la corrupción instalada que nos domina.

  • Rodrigo Olvera

    Hola Ignacio
     
    a) ¿Cómo puedes decir “un discurso muy laico“, cuando Bergoglio empezó su discurso aclarando que hablaba desde su vocación de pastor, y todo su discurso se centró en el hilo conductor de que la renovación de Europa depende de que Europa regrese al cristianismo?
     
    b) ¿Cómo puedes decir que lo que pase en el trato del estado con la iglesia española – y en general la injerencia de la iglesia católica en la vida política de los estados- no tiene nada que ver con el tema, como si fueran iglesias distintas? [Por cierto, ese argumento de la “autonomía” de las iglesias locales frete al Vaticano ha sido el sofisma legal usado por Bergoglio y sus representantes para desentenderse de la responsabilidad legal de la “Santa” Sede en el tema de la pederastia clerical católica ante los comités de la ONU sobre derechos de la infancia y sobre la erradicación de la tortura… lo que a mi  modo de ver es una grave falta moral de Bergoglio, independientemente de la discusión legal]
     
    c) Te contradices al distinguir entre lo social y político en este tema… porque si se sigue esa distinción, el Parlamento Europeo es un espacio político y no social, por lo que aún reconociendo aspectos sociales de la religión, deberías criticar el que Bergoglio dirigiera un mensaje religioso en un espacio político
     
    d) Me parece una mala broma que digas que te parezca posible que un Jefe de Estado se dirija a los fieles (en los términos en que habla la autora del artículo: no sólo en la catedral, sino DESDE EL ALTAR y para pedir a los fieles que respeten la libertad sexual y el derecho de las mujeres sobre su cuerpo).
    No me contestes, pero ¿sincera y honestamente consideras posible que algún obispo europeo permita que una mujer atea hable desde el altar a los fieles para hablar de derechos sexuales? Ojo, no que tú estés de acuerdo en que ocurriera, sino que realmente pienses que es posible que ocurra.
    Yo no me trago ese cuento.
     
    e) Entiendo que como eclesiástico, minimices el escándalo que es lo ocurrido en términos de separación iglesia(s)-estado(s), pero ojalá al menos hiles más fino.
     
    Abrazos y esperanzas (y si se puede, mejores argumentos)

  • Antonio Vicedo

    -Tengo el convencimiento de que esta problemática relacional humana, tiene que dilucidarse siempre y necesariamente en el campo de la realidad natural terrena, sin que se niegue la posibilidad individual y comunitaria de la libre opción de fe y su coherente praxis.
    La fe ( Y en parte la ciencia, en tanto parcela vital) cristiana se fundamenta y enmarca en la Encarnación o Humanización del Dios inasequible para nuestra experiencia y vivencia, que “solo” pueden llegar, con ciencia y fe humana, a Jesús el Galileo y su continuado Discipulado.

  • José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete

    La insolencia, en la respuesta o en la pregunta, es insolencia siempre. Lo diga o no Saramago, a quien admiro. En segundo lugar, nada tiene que ver que el Papa hable ante el Parlamento Europeo con argumentos laicos, -y con palabras de fe cuando a ella se refiere y reconociéndolas distintas-, y lo que pase en el trato del Estado con la Iglesia española; son cosas distintas. Suena a que no quiero escuchar a Saramago, porque estoy enemistado con su mujer. Por cierto, el discurso muy laico. En tercer lugar, la religión es un asunto privado y público; la discusión versa sobre cómo hacerlo democráticamente en lo público, y no confundir lo publico (social) con lo político (Estado); la separación que el artículo propone es muy discutible por más que común en la izquierda ilustrada europea. Y que un Jefe de Estado hable en la catedral, me parece perfectamente posible; y que lo haga la autora de este artículo, también; el problema está en si trata los asuntos con laicidad, y cuando da opiniones éticas discutibles, lo advierte y reconoce que se refiere a un concepto de razón moral en discusión. Los eclesiásticos tenemos que ser más laicos, por demócratas, y los laicos más flexibles, también por demócratas. Estos compartimientos estancos son tan claros como equívocos para describir lo complejo. Es una opinión. Creo que se puede hilar más fino sobre religión, laicidad y democracia. O de otro modo, ser menos convencionales.