Me han llegado a la pantalla esta tarde de viernes dos documentos que quiero presentar en ATRIO. Los dos se refieren a la necesaria renovación que tiene que hacerse en la Iglesia, desde la base hasta la cúspide. En el momento actual entre las dos instancias parece que se está produciendo alguna sintonía. Y cuando el contacto entre los dos polos se produce, saltándose las jerarquías intermedias y las barreras burocráticas que sirven de eficaz aislante, salta la chispa que incendia y remueve todo, como acaba de ocurrir con la llamada directa del papa a una pobre víctima de abusos, para pedirle perdón y animarle a seguir denunciándolos. Todos ahora hablan de ello y la conferencia episcopal ha tenido que poner el tema en la cúspide de su agenda.
Los cristianos de base de Zaragoza, que hay muchos y muy auténticos, han tenido la suerte que no tuvimos los de Valencia a quienes se nos dio inesperadamente y con agosticidad el nombre de quién iba a sustituir al arzobispo el mismo día en que era nombrado de Madrid. El arzobispo de Zaragoza ha dimitido por motivos de salud y ellos piden respetuosamente al papa un obispo que sea verdadero acompañante y que huela a barrio, metáfora más acertada para mí que lo del “olor a oveja”.
Yo espero que esta carta llegue sin filtros a donde debe llegar y que Francisco saque banquillo de donde sea y nos sorprenda con un nombramiento de verdad puntero. Si Gonzalo López Marañón, que hizo de obispo en Sucumbios (Ecuador) está ya muy mayor, más joven es el obispo de Tánger, Santiago Agrelo y otros habrá por ahí que puedan aportar esa fe y caridad sencillas de los verdaderos pilares de cristianismo que pide el papa y los curas de Zaragoza en esta carta:
Un arzobispo que sepa a barrio
Está próximo el nombramiento de un nuevo arzobispo de Zaragoza. Diversos grupos cristianos deseamos participar en el proceso, aunque hoy por hoy no sea viable nombrarlo democráticamente, como se hacía en otras épocas en la historia de la Iglesia. Queremos al menos ofrecer algunos rasgos que, según pensamos, mejor responden al mensaje evangélico.
Nos gustaría que el nuevo representante se dejase llevar de una interpretación sincera de lo que fue y es el Evangelio de Jesús tal como quiere el papa Francisco. Que se acerque al mundo de los pobres, que comparta sus condiciones de vida y sentimientos, que participe en sus esfuerzos por los derechos básicos. El pastor, ha dicho Francisco, “debe oler a oveja”, ha de rozarse, guiarse por la compasión que se deriva de haberse puesto en su lugar. Hoy que ya no hay casi pastores, tendría que oler a gente, a barrio, a mayorías excluidas.
El nuevo arzobispo podría representar los nuevos valores que cualquier persona de bien considera como más humanitarios, los que responden a los derechos humanos. Esta expresión de la dignidad humana es la que hoy goza de la mayor universalidad y, por tanto, es el mejor referente inicial para el mensaje evangélico. En este sentido las personas cristianas y sus representantes haremos bien en responder a la exigencia prioritaria de la justicia social, mostrar una mente abierta al pluralismo de nuestro tiempo y ofrecer significaciones profundas sin arrogarnos la exclusividad del sentido de la vida. Podemos ir caminando hacia una mente crítica ante formas deterioradas de una religión, que ha dado y sigue dando ejemplos extraordinarios de bondad y desinterés, pero que también ha sido y es lugar de falsas sacralidades, imposiciones doctrinales y connivencia con quienes practican por sistema y en el sistema la desigualdad deshumanizadora.
A nuestro entender, la creencia en Jesús el Cristo, dicho así de un modo acorde con la tradición, se condensa en dos grandes metáforas: el anuncio de un “Reino” de justicia y paz para todos, empezando por los excluidos, y la confianza ilimitada en un “Padre” o instancia última de un amor personal y cívico que desborda las limitaciones humanas. Un obispo que se oriente en esta línea sería aceptado con un reconocimiento universal, pues nadie puede oponerse a quien se ofrece a responder con creces la obligación de reciprocidad cívica. Precisamente la trascendencia de Jesús se manifiesta en este desbordamiento del amor y atención a los más débiles. Su singularidad no es de carácter doctrinal o de contenidos morales, sino que tiene que ver con la gratuidad del amor. El anuncio de Jesús desborda una religión concreta, una moral única y toda política partidista. Por eso nos gustaría que el obispo fuera un testigo de esta apertura.
No es fácil ser creyente en la humanidad. Más difícil aún hacerlo desde los lugares donde la humanidad está más malherida. Es más sencillo remontarse a un mundo sobrenatural confiando en que desde arriba y más allá de este mundo se nos dará una satisfacción. Pero ese arriba está dentro de la humanidad y el otro mundo, de momento, en éste. Jesús anunció que era posible una nueva humanidad confiado en esa experiencia de bondad irreductible que él llamaba “Padre”, y que todo ser humano alberga en su interior. La sobrenaturalidad del amor se manifiesta mejor entre los excluidos, porque no son rentables electoralmente, ni productivos, y además están socialmente mal. Así lo expresan esas ilógicas llamadas a poner la otra mejilla, a perdonar setenta veces siete o amar al enemigo.
Un obispo servidor de todos, ciudadano de a pie y autobús, vinculado a los ámbitos donde se genera la esperanza en la mejora humana nos ofrece más consideración que una persona volcada en la liturgia, un tutor ansioso de la moral o un partícipe asiduo de los actos oficiales. Ese podría ser el aire nuevo de las cristianas y cristianos y del nuevo obispo, el aire del Sur que trae Francisco.
Grupos Cristianos de Zaragoza
Mayte Polo de Marcos
Pero hablaba de otro documento que me ha llegado. Esta vez es la homilía de Francisco comentando el evangelio de hoy viernes en esa parroquia de misa diaria que se ha montado en Santa Marta, donde sigue hablando desde el corazón. La he encontrado puntualmente (escribo esto el viernes por la tarde, aunque saldrá con fecha del sábado) en VaticanInsider. Recomiendo leerla toda allí. Pero no puedo menos de resaltar algunas frases. Me imagino que a muchos de los actuales mercaderes del templo (amparados por toda la tradición católica, todas las normativas canónicas que prevén el cobro de estipendios y hasta por frases paulinas: “que los que sirven al Evangelio vivan del Evangelio”) habrán escocido estas palabras. Van a servir para acrecentar las críticas contra Francisco que ya se elevan en ambientes clericales como un clamor, del que tendremos que volver a hablar. Pero mirad cómo el pobre Francisco, desde la cumbre (en el discurso de clausura tuvo que hacer referencia velada a su suprema autoridad, al ver cómo muchos le discutían haber dejado poner en cuestión tantos temas, y ya se lo han criticado también) es consciente de que él solo no puede hacer nada e invita a que cada feligrés se atreva a denunciar estas prácticas (tan comunes por otra parte) a sus párrocos. Así que, por esta vez, la pelota está en nuestro tejado:
Que no haya negocio en las Iglesias. Nunca. «La redención de Dios es gratuita». Siempre.
«Yo pienso en el escándalo que podemos causar a la gente con nuestra actitud – subrayó el Papa –, con nuestros hábitos no sacerdotales en el Templo: el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad… Cuántas veces vemos que entrando en una iglesia, aún hoy, está la lista de los precios» para el bautismo, la bendición, las intenciones para la Misa. «Y el pueblo se escandaliza».
«Una vez, recién ordenado sacerdote -contó Papa Francisco-, yo estaba un grupo de universitarios, y una pareja de novios quería casarse. Habían ido a una parroquia: pero, querían hacerlo con la Misa. Y allí, el secretario parroquial dijo: ‘No, no: no se puede.’ ‘Pero, ¿por qué no se puede con la Misa, si el Concilio recomienda hacerlo siempre con la Misa?’ ‘No, no se puede, porque más de 20 minutos no se puede.’ ‘Pero, ¿por qué?’ ‘Porque hay otros turnos.’ ‘Pero, ¡nosotros queremos la Misa!’ ‘Entonces ¡paguen dos turnos!’ Y para casarse con la Misa tuvieron que pagar dos turnos. Esto es pecado de escándalo».
«… Y nosotros somos responsables de esto. También los laicos, ¡eh! Todos. Porque si yo veo que en mi parroquia se hace esto, debo tener el coraje de decírselo en la cara al párroco. Y la gente sufre por ese escándalo. Es curioso: el pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen una debilidad, resbalan sobre un pecado… sabe perdonar. Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un sacerdote que maltrata a la gente. ¡No es capaz de perdonar! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se vuelve una casa de negocios, como aquel matrimonio: se alquilaba la iglesia».
Jesús «no está enojado», explicó el Papa, «es la Ira de Dios, es el celo por la Casa de Dios», porque no se puede servir a dos patrones: «o das culto a Dios vivo, o das culto al dinero, al dinero». «Pero ¿por qué Jesús está contra el dinero? Porque la redención es gratuita; la gratuidad de Dios, Él viene a traernos la gratuidad total del amor de Dios. Y cuando la Iglesia o las iglesias se vuelven especuladoras, se dice que… ¡eh, no es tan gratuita la salvación!… Es por esto que Jesús toma el látigo para hacer este rito de purificación en el Templo».
Me parece que con estas palabras se van a sentir aludidos y desautorizados no sólo cardenales y obispos sino muchísimo clero que se siento propietario de su cortijo parroquial y, amparados por el derecho canónico –eso es verdad y esperemos que el vigor renovador del papa llegue a esas alturas y rompa barreras que ni el papa Roncalli pudo romper– ni siquiera se plantean en conciencia que estén haciendo mal con esta comercialización sacramental. Pero invitados estamos a denunciarlo que otra organización económic eclesial es posible y en muchos sitios se practica ya.
Muy estimada María PIlar: Gracias en nombre de Margarita y gracias mías ¿cómo no? Ya leerías en su momento las atinadas palabras de Antonio Vicedo sobre algo así como “el rapto de los templos” (¡Que sí, que llamamos iglesias!) Pero es que no quise confundir la asamblea de mujeres y hombres con la obra de mampostería. Es para que se sepa por qué uso templo cuando me refiero a arquitectura, aunque, por desgracia también hay iglesias cerradas o por lo menos están poco habitables;oscuro, lo que hay dentro. En fin: esto es otra historia.
Pascual:
Aquí está lo ofrecido:
Misioneras E. de Nazaret C/ Mateo Gago, 9 A Sevilla
Otra capilla abierta 24 H.
Adoración continua: Plaza Nueva. Sevilla
mª pilar
Entrañable Pascual:
En tu nombre invito a Margarita, a… acercarse a la casa de las Misioneras E. de Nazaret está muy cerquita de la catedral.
Tienen una capilla íntima, que les diga que Pili García la envía, que necesita estar en ella; si quiere hacerlo me lo dices y hablaré con ellas.
Mi hermana pertenece a esa congregación, y hasta hace poco estuvo en Sevilla, ahora está en Málaga y también paso por Huelva.
Ahora no recuerdo la calle, pero lo preguntaré dentro de un rato… ahora no me cogen el tlf. jejeje cosas de las monjas.
Dímelo si le interesa y lo averiguaré.
Un abrazo entrañable.
mª pilar
-Desde la perspectiva de lo que narra el evangelio de Juan tratado entre Jesús y la Samaritana, hace tiempo que la consideración que ha ido desarrollándose en mi mente sobre los templos, llamados iglesias comúnmente, desde las grandes catedrales, hasta las insignificantes ermitas, es algo así como los paraísos fiscales de ahora, pero religiosos, donde se ha acumulado y permanece bloqueado el bien, rentabilizado por las gentes trabajadoras que, a la vez que expoliadas de esa renta por ellos producida, quedaban sin poder disponer de ella para las necesidades de supervivencia y de vida digna de las personas, hij*s del Padre Celestial..
Sacralizando y estructurando pasivamente ese cúmulo de bienes ( aún valorando lo que supone de arte) quedaba esa potencialidad vital de los mismos bloqueada para el fin de cubrir las necesidades humanas de las gentes que, en realidad, son representaciones vivas de Jesús y ellas mismas templos vivos del Espíritu Santo.
Lo de tener esos locales cerrados, aumenta el parecido con las cajas fuertes bancarias nunca abiertas y disponibles para L*S MAS PEQUEÑ*S HERMAN*S en quienes Jesús se nos presenta como necesitado de disponibilidad de LO SUYO, sin que se le permita su uso.
Este asunto de los templos ha sido y sigue siendo una prueba constante y clara de incoherencia evangélica probando, contrariando a Jesús, de que es la Humanidad para el SÁBADO y no este para aquella.
Respecto a lo de la petición de algunos fieles zaragozanos de que se les envíe un obispo que huela a barrio o sencillo pueblo, parece según iban y van las cosas que: “- para largo me lo pones, pues quienes por esos lugares andan, ni siquiera entran en las listas de posibles candidatos a sacar votos y actas clericales. La cosa ya va desde los seminarios a que en los primeros sitios de las listas vayan los sabios y entendidos en Derecho Canónico y en Teologías adiestrados desde la Universidades y aprobados por sus obediencias y sumisiones eclesiales no siempre coherentes con las evangélicas.
Haberl*s los hay que huelen a barrio y a pueblo, pero tendrían obispos y nuncios, buscarlos por allí y no por los despachos curiales o los espectaculares organigramas pastorales.
Una buena señal orientadora para facilitar el encuentro de est*s posibles pastor*s estaría en usar la referencia a la que Jesús se refería al avisar: “-No es el siervo más aventajado que su Amo, ni el discípulo más que su Maestro; si a Mi me han perseguido (quienes en tiempo y lugares los actualicen) también os perseguirán a vosotros.”
Pero esto, claro está, es más evangélico que eclesiástico, y no se, si aún lo tiene tan claro el Hermano Francisco, como para decidirse a probarnos que ha entendido aquello que de parte de Jesús lo llevó por la Iglesia hasta el Vaticano: “-COMO EL PADRE ME ENVIÓ, ASI, OS ENVIO YO A VOSOTROS”
Estimada María Pilar (como mi mujer, mi hija mayor y mi nieta): Pascual subscribe las líneas maestras de tu artículo. Por lo tanto no tiene nada que puntualizar.
Pero hete aquí que de pronto me viene a la memoria mi vecina Margarita. Y te voy a contar quien es Margarita y lo que me dijo un buen día. Te adelanto que Margarita es la vecina del piso primero del edificio donde vivo en Sevilla. Ella es de profesión pantalonera (artesana fina) y “filósofa”. Un buen día se casó con Emilio, director de una sucursal de Argentaria, un lince genial que ascendió y ascendió y llegó muy alto, y un día se nos fue a todos. Le han quedado tres hijos Doctores universitarios, muy bien situados y reputados y seis nietos. Pero Margarita vive más sola que la una, y conserva su casa tal cual la dejó Emilio; de modo que vive inmersa en la presencia de su marido.
Y me dijo: “Yo en el templo me encuentro a mí misma”
Aquello me pareció entrañablemente fantástico.
Yo pienso como tú sobre el rezo, sobre la oración, sobre la plegaria, sobre el encuentro; como tú. Y siento predilección por el capítulo IV del evangelio de Juan, versículo 21, cuando dice Jesús: Mujer, créeme, ha llegado la hora en que ni este lugar ni Jerusalén tengan la exclusiva de adorar al Padre.
Como ves, estamos de común acuerdo. Espero que Margarita te justifique por qué hay gente que quiere rezar, implorar, pedir, compartir o simplemente encontrarse a sí misma en el templo.
Y ese es el resquemor de Pascual: que no pueden hacerlo porque los templos están cerrados a cal y canto como decía más abajo.
Te saludo, María Pilar, ya te figurarás con qué afecto.
Estimado Pascual:
Ese es uno de los temas serios que la jerarquía debe incluir en sus enseñanzas.
¡No son necesarios los templos para rezar…!
Lo que “sentimos” y lo que nos han enseñado durante siglos es, rezar en los templos…
Es curioso, Jesús estaba en desacuerdo con esa mentalidad.
Porque: ¡Lo llevamos grabado a fuego en nuestra entraña misma, somos donde Él está!
Se puede orar (es… que a mí… eso de rezar y pedir y… etc. no va conmigo, bastante tiempo lo hice ya hasta que le descubrí en todo cuanto me rodea) en cualquier parte que uno se encuentre, la calle, el trabajo, la casa, el campo, el mar, un jardín, a la orilla de un río, en el camino… etc.
Y además, hay centenar de capillitas chicas, donde dejan estar con toda paz, haciendo silencio y orando desde lo más profundo de nuestro ser.
Esto nos trae otro de los problemas serios de la cultura eclesial; hemos llenado los templos de imágenes, de todo tipo y condición; algunas son verdaderas obras de arte y como tales deberían estar en museos.
Pero nos han formado en una fe de dependencia, de sentimientos… y una carita de María llorosa, compungida, me anima a pedir eso que “yo” necesito, y al verle así la carita me digo…
¡Seguro me comprenderá, me escuchará y solucionará mis problemas!
Esa sería una de las labores de los pastores:
¡¡¡Escuchar el dolor de sus feligreses!!!
Y junto a la comunidad de personas que ayudan de verdad en sus ratos libres, mirar por todo los medios la manera de solucionar esos problemas.
Nosotros vivimos unos años en un barrio que lo pusieron en marcha, por los años 50 más o menos, para familias que venían del campo a la ciudad a trabajar; era un barrio con casitas de 70 m/c, y otros tanto de “corral” para sus gallinas, u otros animales pequeños.
Una de las labores parroquiales que la comunidad pensó sería importante, visitar a esas familias con problemas; así que cuando salía de paseo con nuestros hijos chicos, pasaba como si nada por aquellas familias que sabíamos necesitaban ayuda.
Era una visita de amistad, jugar con sus hijos en la calle; no había peligro porque apenas pasaban coches; y al mismo tiempo, entablabas conversación más personal con la madre; es una labor hermosa de acogida, amistad, apoyo, cariño.
Bueno solo es un ejemplo… ahora imposible; ya no hay curas de esa guisa ni casitas de ese estilo, casi ni en los pueblos.
Los curas en colegios, casi han desaparecido… ¡Por fin! Su enseñanza era para asustar al personal, al menos en aquellos años.
Ahora religión, ya la imparten laicos en casi todos los centros, y lo que de verdad deberían impartir es:
¡Historia de las religiones, sin acentos religiosos!
Eso lo deberían impartir los padres en primer lugar, y después en las parroquias si las familias lo demandan.
Por eso los cambios son de verdad muy complicados; hay mucha “fe” de temor… porque si no se cumplen los mandatos que siempre se han enseñado… tienen miedo a su ¿”condenación”?
Hablar con otro lenguaje, descargar las espaldas de todo aquello que solo es un “negocio”, liberar los “montajes” (quizá no todas las personas lo hacían de mala voluntad) dando de verdad una enseñanza desde el espíritu de Jesús, como Él lo hacía.
Y de esto estamos a miles de leguas de poder llevarlo a cabo.
Hubo un fuerte empujón después del Vaticano II, y cuando vieron el resultado y con la aparición de la Teología de la liberación…
Sonaron todas las alarmas, y de manera descarada, se fueron prohibiendo todo aquel aire nuevo que había entrado en la iglesia.
Y comenzaron las persecuciones, los retiros, el silenciar (o intentarlo) a quienes así trabajaban, y tenemos ejemplos de ello abundantes.
No es fácil un cambio cara a esa masa de personas que cumplen, obedecen, y apoyan para que esto no cambie… porque muchos negocios sucios se vendrían abajo.
Otro punto esencial:
¿Por qué solo los curas pueden presidir una comunidad?
Llegará un tiempo, ya está asomando… que no habrá vocaciones ni de curas ni de religiosas ¿qué hará la iglesia entonces?
Lo lógico sería, que a toda persona que desee formar parte de la iglesia desde el espíritu de Jesús, se pudiera formar en lo más fundamental, en cómo Él, veía, vivió y enseñó su Proyecto.
No saberse los dogmas, todo lo ordenado durante los siglos de historia, sino, el meollo de lo dicho y vivido por Jesús.
La formación humana y profesional se da por hecho, el resto, la misma comunidad podría elegir a quienes viera más cualificados para ello, y no para toda la vida.
Son tantos los temas, las formas y maneras que habría que revisar… Que tal y como está montada la iglesia, especialmente desde el siglo V, es muy complicado.
Solo se necesitaría, la claridad de ideas y la valentía que Jesús tubo, y que ya sabemos hacia donde le llevo; pero todo lo que el Vaticano II consiguió, no se ha perdido, desde entonces, infinidad de personas viven de otra manera y allá donde están:
¡¡¡Se nota que hay Vida!!!
Difícil labor la del papa Francisco… con “esa” parte de las personas que le rodean; de verdad, son de armas tomar, terribles, porque se les cae el chiringuito.
mª pilar
Sevilla es una ciudad con muchísimas hermandades muy piadosas, con bastantes gupos de cristianos con sus peculiares cultos, y también hay gente de buena voluntad dispuestas a echar una mano muy desinteresadamente y hasta con una sonrisa (¡Di que sí, mi arma!) Pues bien, los templos están cerrados a cal y canto, salvo en las horas de oficina, en las que el o la respnsable de la burocracia hace lo que puede para, sin pensarlo, espantar a la gente o informarle de las tarifas sacramentales. Los párrocos o están trabajando en colegios, institutos o en asambleas pastorales. Nada que decir, aunque se va diciendo. Podría haber alguna fórmula para que los cofrades o devotos ,libres de servicio o incluso jubilados, fueran animados a hacer turnos en los templos a fin de que abriesen las puertas porque hay gente que quiere rezar, y quiere hacerlo en un templo.Quiero decir, con todo lo anterior, que nuestros atareadísimos pastores se decidieran a leer la Evangelii Gaudium y se lanzaran a estimular a los tantísimos devotos de las tantísimas devociones a echar una manita en el templo mediante una serie de turnos, lo cual sería a lo mejor tan meritorio como salir con el cirio en la procesión. Con lo cual se vería aumentar la clientela y a lo mejor el cepillo compensaría las tasas para pagar los indiscutibles gastos que conlleva un templo abierto e incluso cerrado. Creo que no he dicho nada difícil ni raro.
Tenemos un grave problema ante esta petición del papa Francisco.
Porque: Hay que pagar la luz, la calefacción, sueldos a las limpiadoras, sacristanes, operarios cuando algo se estropea… el sueldo de los curas, y… ¡hay que hacerlo! ya está bien de voluntariado.
De hecho los sacristanes han desaparecido, ahora en las parroquias hay religiosas…
La mayoría de las iglesias (hoy casi vacías) no se pueden mantener como templos, tendrían que habilitar pequeños espacios (en algunas parroquias así lo hacen, menos los festivos) fáciles de calentar en invierno y ventilar en verano.
¿Por qué los curas no trabajan?
Esa es la pregunta del millón; tiene cantidad de horas libres, podrían tener un trabajo como cada cual, y el resto; con ayuda de personas que cooperen en sus ratos libres, en los temas de la iglesia, como atención personal cuando alguien la requiera y otras funciones; nosotros lo hicimos mucho tiempo.
Es, que los cambios son tan fuertes y profundos, que tal y como está “montada” es muy complicado reformarla.
La cantidad de dinero que años tras año, se invierte en mantener los templos en condiciones… para el negocio.
Todo eso, se podría destinar a otras causas más urgentes y necesarias.
Antonio, nombras a Gonzalo Marañón ¿sabes que él no cobró jamás su sueldo personalmente?
Todo lo que entraba en la misión, se repartía entre todas las personas que en ella trabajaban, y todas tenían que ajustarse a lo que recibían; fíjate si era especial, que a los que fumaban, les daba un poquito más… y les decía bromeando… “si puedes déjalo” total lo estás quemando…
Hemos trabajado codo con codo, junto a párrocos, que les faltaban horas al día, para llegar a todo cuanto deseaban hacer por los miembros de la parroquia; era una maravilla.
Pero con tristeza tenemos que reconocer, que las cosas en general… son muy distintas.
¿Recordáis el pozo del tío Raimundo? Eso tenía otro sabor, se vivía de otra manera, o ¿S. Carlos Borromeo?
Como nos dice Juan Pablo… pasa, y ha pasado… él lo vivió en propia carne; le ha pasado a Gonzalo, le pasó a Javier Oses… y tantos curas y algún obispo que otro que todos recordamos.
Me gusta la carta (un poco larga) muy interesante; llegar llegará a su destino, si saben cómo saltar por encima de los “guardianes de presa”… del vaticano; pero creo que el papa Francisco está muy cansado y se siente solo.
¿Seríamos capaces de defender sus posturas y enfrentarnos a los Roucos y devotos seguidores del poder y la riqueza?
Personalmente lo dudo. En Facebook el otro día, en una entrada que tocaba el Sínodo de la familia, ante las aclaraciones de algunas personas hubo quien escribió:
“Cómo te echamos de menos Juan Pablo II”
¿Cómo la iglesia puede funcionar de otyra manera más al estilo de Jesús con pensamientos así?
mª pilar
“Pero la Iglesia necesita dinero para subsistir”, dicen muchas personas. Es cierto hasta un punto determinado. 6,2 millones de €uros dará la CEE a Cáritas española, “esta cantidad se detrae del total de las colectas, que ascienden a unos 248 millones de euros, y que incluyen las aportación a la iglesia vía declaración del IRPF” (Religión Digital). Sabemos todos que son muchos más millones de euros, pero que ocurre con el resto de esos 248 millones de los que se detraen los 6,2 para los pobres. ¿Que harán con ellos? Pues mantenerse así mismos y mantener su organigrama y su curia, sencillamente.
Debe ser la Iglesia pobre? Sí, porqué no. ¿Porqué la Iglesia no puede estar al nivel de necesidad en el que está la mayoría social? Si así fuera, sería autenticamente misionera pues es autenticamente servidora. Y siendo así, y siendo una iglesia esclarecedora, plural y democrática; creo que puede encontrar el camino para que seamos los propios cristianos los que acudamos voluntariamente para reparar, adecentar y sentirnos parte porque verdaderamente somos parte. Pero esta campaña actual de recogida de dinero es una tomadura de pelo. “Eres parte pon tu parte”. Pero si como bien dice D.Antonio Duato los señoritos en la actualidad son los propios curas que habitan parroquias como quien gobierna un cortijo.
Así no se evangeliza, dando una de cal y otra de arena. Se evangeliza desde la calle y desde la descentralización de la parroquia. Y lo dejo que me enciendo.
Un abrazo a todos y ¡¡chapó al Papa!! El Señor nos lo conserve, pues hay quienes lo quieren santo ya, y por ende quitado de en medio pues en los altares molesta menos a los conservadores recalcitrantes.
Espero que a estos cristianos que firmaron esta carta, no les pase como a aquellos sacerdotes del clero secular y regular ( salesianos, entre los que me contaba) que firmaron una carta semejante en el año 1971, cuando se enteraron que estaban por nombrar a un obispo con derecho a sucesión en la diócesis de San Lusis, Argentina, dado que Mons. Cafferatta estaba enfermo en estado terminal. Llegó el obispo nombrado para reemplazar a Mons.Cafferata = Juan Rodolfo Laise=, y comenzó a perseguir uno por uno a los firmantes hasta lograr que no quede ninguno…Y la diócesis quehabía asumido con entusiasmo los principios pastorales del Vaticano II, tuvo treinta años de oscurantismo medieval…y lamentablemente continúa en la actualidad….
Tenemos que divulgar este texto de Francisco pra que las asociaciones cristianas le exijan su cumplimiento a párrocos y obipos. “Otra organización económica eclesial es posible”, y los laicos tenemos que cooperar en implantarla, aunque nos cueste contribuir. Está en juego la credibilidad de la Iglesia, está en juego el proyecto social del Reinado de Dios.